jueves, 31 de julio de 2008

El Ventorro del Chaleco

“El siglo XIX y el siglo XXI. Los bandidos madrileños. El Ventorro del Chaleco, y la revolución del 99, el mus, la noche de invierno y la fantasía popular. Sed de Oro. ¿La cueva de Luis Candelas?. Los excavadores y sus ilusiones.”

Así empieza un artículo de 2 páginas publicado en Mayo de 1927. Es un articulo referido al Ventorro del Chaleco, o Ventorro del Tío Chaleco. Este barrio estaba situado en López de Hoyos, y fue barrido del mapa por la construcción de la M-30 a principio de la década de 1970. Se consideraba parte del barrio de Prosperidad por aquello de la prolongación de López de Hoyos, aunque administrativamente estaba en el barrio del Progreso, junto a la Ciudad Jardín y algunas colonias más de la zona, y perteneció al Ayuntamiento de Chamartín hasta los años 50.

El barrio creció en torno a López de Hoyos, que era en realidad el camino de Hortaleza, y transcurría durante aproximadamente un kilómetro paralelo al arroyo Abroñigal y al canalillo (el canalillo era una acequia a cielo abierto que llevaba agua a las fincas de los exteriores de Madrid, de aproximadamente un metro de ancho por uno de fondo, construido en ladrillo).

Plano de situación aproximado del Ventorro


Los ventorros son según la RAE(Real Academia Española de la Lengua): Venta de hospedaje pequeña o mala, y había varios en todos los caminos de entrada a Madrid, así en el arroyo Abroñigal había 3 que yo sepa, el del presente artículo, el de las Ventas del Espíritu Santo (había varios), el del Vallecas, y otros por Madrid, como en Getafe y Puerta/Puente de Toledo. En este último transcurre una de las novelas de Benito Pérez Galdós.

Imagino que debieron de ser las paradas que hacían para descansar y comer la numerosa gente que entraba y salía de Madrid. En las fotos antiguas se ve como reclamo muchas sartenes colgadas de las paredes exteriores para llamar la atención de los posibles clientes.

Apuntar por último, que durante todo el siglo XIX, el Ventorro del Chaleco salía en diversas reseñas de prensa, siempre relacionado con altercados y brotes infecciosos, como casi todos los aledaños del arroyo Abroñigal.

Foto de la loma donde estaban las Cuevas, sacada del artículo.

Volviendo al artículo que nos ocupa, dice así:
"... La ciudad mata, poco a poco, la leyenda; en su fuerte lucha con el campo triunfó. El urbanismo democratiza los paisajes, pues les arrebata ese poso feudal que son las historias de ladrones. Madrid ganó el atrio de la Mancha. Los hotelitos de su periferia es la ola inicial de la urbe inminente, pregoneros, asimismo, de una íntegra modificación de costumbres. Ya no podrá haber bandidos como los que canta el romance,.....

Pisando nos Madrid el terreno, en la Prosperidad, una cueva insignificante y unos mozos ilusos juegan a revivir unos lugares comunes. Y es el anacronismo tan patente que no hay forma de huir la literatura fácil de un título: Madrid – Prosperidad Luis Candelas. Mañana, ese título, con la misma excelencia, campeará sobre un libro o denominará una nueva red de tranvías......
(Nota de Ricardo: o quizás casi 100 años después en un medio llamado internet).

En la canción de zarzuela española que parece el reinado de Isabel II, Candelas, junto a los conspiradores, a los poetas, a los majos y a los toreros, es, justamente, una fuerte especia indispensable al guiso. La psicología de “los buenos bandidos andaluces”, hasta la actuación de éste no consiguió cruzar “Despeñaperros”. Candelas incorpora a Castilla el bandolero típicamente español, ladrón de ricos para socorrer a pobres, mixtura pintoresca de valor y de literatura. Según las coplas del pueblo, era guapo, bueno y liberal. No extrañe que se le amara y popularizas, pues tan paradójico Don Quijote tuvo altas y nobles amistades: la de Borrow, la de Espronceda, la de Ford, por citar sólo las más espirituales.

Y es que fue el deportista del robo; su rudo menester de burlador de códigos exige sangre y violencia; pero él reemplaza, casi siempre, esos bárbaros tributos con ingenio. Cuando la brutalidad se yergue inevitable, Candelas se esfuma y Balseiro o Paco el Sastre u otro lugarteniente la perpetran. Por esto, la historia de la llanura no guarda esas páginas repugnantes que Pablo Santos, señor de la Sierras, vivió en el Guadarrama.

De tantos siniestros personajes como reúne la galería del bandolerismo castellano en el siglo anterior –Pablo Santos, Manuel Balseiro, El Tuerto Pisón, Paco Villena, Malote, Alberto, Isidro de Torrelodones-, sólo Candelas ha conseguido una memoria presente, a su bondad la debe. Y tan actual es su recuerdo, que anima el encanto de películas, de novelas, de comedias, y, por si no bastase, ahora, en nuestro prosaísmo, ilusiona la fantasía de unos mozos, quienes con fe ingenua y con tesón antiguo, excavan las simas de un monte persiguiendo hiperbólicos tesoros y reliquias del bandolero.

UN CELEBRE VENTORRO

Circuía esta llanura un juncal extenso y abundante; el arroyo de Abronigal, entonces de más noble y nutrida corriente, dábale verdor y fuerza, y así el varillaje de los juncos, en muchos sitios, cogía la holgada altura de un hombre. Cerca de los caminos de Chamartín y de Hortaleza, paso frecuente de ordinarios y trajineros, aquel casón alargado y sucio, aquel ventorrillo de la junquera atraíalos por su sombrajo y por el aliciente de sus mostos, pues se barajaban desde el áspero de la tierra, al valdepeñas claro, al pardillo y a los más alegres y pastueños de Andalucía. El horno tenía su nota de buen brumador de pollos y carnes, y aunque el lugar inquietaba el ánimo de los arrieros prudentes, el ventorro vivía con parroquia y con bullicio. Varios crímenes y robos con otras ocurrencias desagradables sucedidas en su alrededor, acabaron con la edad de oro. Languidecía el ventorrillo con el sol, y únicamente a la noche, cuatreros y contrabandistas llegaban con sus alijos en busca de pan y de reposo. Un día el dueño y la criada del ventorrillo marcharon; unos trajinantes adquirieron a la administración del Duque de Pastrana, propietario de las tierras, los enseres. El ventorro se cerró. Ante el desamparo del paraje, gente sospechosa se familiarizó estrechamente con el juncal -¿acaso Luis Candelas?- y fue algún tiempo oficina donde se fraguaron innumeras tropelías. Para cortarlas, D. Alejo Burgos, alcalde de Chamartín y administrador del duque, púsose en contacto con el gobernador civil de la Corte y acordaron que un bravucón de empuje y de antecedentes dudosos, un tal Aquilino Tinajas, fuese a habitar el ventorro con el compromiso de que no se reprodujeran los anteriores sucesos. En Mayo de 1849 se instaló allí Tinajas, y a su gran colección de chalecos, algunos de fantásticas coloraciones, se debió el que la gente nombrara al ventorro el del Tío Chaleco.

¿Fue Aquilino encubridor de Candelas? El Chaleco era muy amigo de Paco Villena, y éste amigo y lazo de unión a su vez de Candelas y de Pablo Santos. Abiertas noche y día para el Villena estuvieron siempre las puertas del ventorro. Si Candelas se guareció de sus persecuciones en el Ventorro del Chaleco, nada se sabe; en cambio, quedan testimonios de que fue escenario de conspiraciones y aun depósito de armas.... Testimonios escritos, porque del antiguo cubil sólo se advierten unas paredes encaladas y la mugre de un letrero que debió anunciar su menester de taberna; espacio ahora dividido en tres patinillos con humilde vivienda que benefician unos jornaleros, sin duda, más necesitados de higiene que de folletines.


Fotos de los excavadores incluida en el artículo.


HISTORIA ACTUAL

Y, sin embargo, como esta gente vive mal, es preciso que sueñe. La miseria constante se endulza con ventanitas a la ilusión. Madrid avanza impetuoso contra los barrios sin urbanizar: en breve una formación de rascacielos copará estos lugares. ¿Y entonces? Cuando llegue, en nada confía esta gente. Pero todavía si: la tierra llana tiene sus historias de algo extraordinario. Unos pozos se abren en la comba de un monte vecino; por allí hubo bandidos y guaridas; ¿por qué no ha de quedar también botín? España es la patria del timo del entierro; cuentos de tesoros subterráneos envenenan la calma de los humildes, y la fantasía, en mezcla con hallazgos ciertos, espolean ese afán de topo que los pobres de castilla sienten hacia el subsuelo. Se transmite de padres a hijos el afán, y de pronto, una vez se aúnan varias voluntades y surge la acción.

El final de una mano de mus, una noche de invierno en una taberna, inició la hazaña.

Hablaron y discutieron la posibilidad del pozo, y para convencerse, a la mañana, los seis hombres, con picos y azadones, fueron al punto determinado. Allí, efectivamente, se advertía la cueva cegada setenta y cinco años antes. Cavaron con ahínco, y a poco el agujero se agrandaba en una galería, y esta galería en varias naves de ramificación extraña. La noticia enardeció al vecindario de la Prosperidad. ¿Iba el barrio a justificar su nombre? Francisco Quixal, Arturo Sevillano, Faustino Pérez, Hilario Plaza, Vicente Nuño y Nicolás Gómez, vieronse asediados por amigos y conocidos; pero los seis excavadores se juramentaron para no admitir ayudas; lo que la tierra guarde será para ellos. Más los amos de la tierra, los actuales, Manuel y Juan Carnicero, al enterarse, priven el posible expolio. Por unas horas pareció que el tesoro quedaría para siempre en poder de las tinieblas. Ruegos, conversaciones, y al fin los seis se convierten en ocho, mediante contrato, y los ocho siguen.

Y ahí está, lector, muy cerca de Madrid, frente al que fue Ventorro del Chaleco, esa mina de misterio como un milagro de la leyenda sobre el alma popular. ¿Encontrarán lo buscado? ¿Fracasará su quimera de oro? La obra avanza lenta; el plazo de un mes que los dueños de la cueva concedieron acaba pronto. Ved si no hay un dramatismo muy particular en este asunto.

Aún hay fe: Cadelas, muerto, como el Cid, bien puede, por la fuerza simpática de su historia, favorecer a los desfavorecidos. Este pozo de veinte metros bien podríamos decir que es un ejemplario de la raza.........

Francisco LUCIENTES. "


Las casas de los excavadores en el Ventorro


Y hasta aquí tan brillante artículo. Fue para mi una sorpresa encontrarlo. Creo que nunca se llegó a encontrar nada en las cuevas. Recuerdo las cuevas en mi niñez. Estaban en el campo verde, entre Ramón y Cajal (Parque de la Colina), la M-30, y la iglesia de San Juan Bautista. Creo recordar que había tres cuevas y estuvieron hasta 1973, año en que se empezó a construir IVIASA, unos edificios blancos frente al Parque de la Colina. También recuerdo la fábrica abandonada de Lasical, que estaba al otro lado de la calle Normas. Estos son recuerdos muy vagos, ya que en aquel entonces yo tenía unos 10 años, y espero que alguien pueda aportar algún dato más.

Esta foto esta tirada en el campo verde, cerca de las cuevas. Se ve la iglesia de San Juan Bautista, y la portería del campo de fútbol que estaba frente a ella. Años 60.


Respecto a los chalecos leí en: Madrid, Primera década del siglo XX, 1901-1910, de D. José Alfaro López, que era una prenda muy usada, tanto en verano como en invierno, en todo tipo de tejidos, colores y estampados, y que efectivamente, había gente que los coleccionaba. Recuerdo perfectamente como mi abuelo lo utilizaba siempre, hasta en verano. Si hacía mucho calor se remangaba la camisa, pero su chaleco siempre lo llevaba puesto, junto con su inseparable reloj de cadena que lo llevaba en el bolsillo exterior del mismo con una cadena que enganchaba a un botón del chaleco.

El Ventorro año 1969.


Mi familia vivía en la Calle Tritón, e íbamos a comprar al ventorro la fruta, legumbre y la alfalfa para los animales. También había una vaquería en López de Hoyos que nos llevaba la leche fresca diariamente a casa, y una chatarrería junto a esta.

Calle del Ventorro, año 1953. Foto retocada para quitar a unas personas.


Después de construir la M-30, quedó un trozo en el margen de la Ciudad Jardín de la antigua López de Hoyos cortada. Allí estuvo algunos años neumáticos Javi y una chuletera, que se llamaba la Curva o el Jardín (no lo recuerdo bien) -Confirmado: Chuletera el Jardín (Infrd: Vicky y mi hermana)-, y se podía ver todavía alguno de los ojos del puente sobre el arroyo Abroñigal.

El abandono de las casas y edificios (había en López de Hoyos algunos de 4 plantas) se produjo entre 1969 y 1972, quedando muchos hogares abandonados durante todos esos años. Fueron extraidos toda tubería de plomo o cable de cobre por los chatarreros. Recuerdo que después de demoler los edificios cuando ya estaban reducidos a escobros, los chatarreros buscaban la chatarra que estaban incrustados en los ladrillos.
Al ver la serie de televisión "Cuéntame como pasó", siempre asocié el barrio de San Genaro con el Ventorro del Chaleco, claro está, no con un final tan feliz. Reseñar que el realojo de los vecinos se harían en el barrio de Moratalaz, al menos el de la familia que eran amigos de mi madre (Confirmado: mi hermana).

La última casa del Ventorro, que ya no existe, tomada en López de Hoyos 292.

Los restos del naufragio: dos fotos del cartel de Neumáticos Javi que todavía hoy (08/mar/2012) existe en la esquina de Alfonso XIII con Pinto Ribera. Foto de: Félix Aguirregaviria


Escuela de las Escalerillas. Debe ser de finales de los 40. En ella deben estar mi tío Félix y mi padre Alfredo, pero no se donde, ellos ya no están para decírmelo.  A ver si alguien se reconoce o los reconoce en la foto. Fotografía: Rosa María Benavente López.

-.-.-
Autor: Ricardo Márquez.
En este blog también colaboran: Angel Caldito y José Manuel Seseña.

martes, 29 de julio de 2008

Estudios CEA ( Cinematografía Española Americana) de la Ciudad Lineal (I).

Nota de Ricardo: Este artículo ha sido elaborado por Angel. Con él pretendemos iniciar una serie sobre los diferentes Estudios de Cine. Asimismo, se expone por primera vez datos sobre La Ciudad Lineal de Arturo Soria, la cual será analizada con mucho más detalle en artículos posteriores. Sirva pues esta pequeña reseña para ampliar con la ayuda y propuesta de todos este maravilloso mundo del séptimo arte.


Este año se cumplen el 75 aniversario de su creación, se crearon sobre las edificaciones de arquitectura modernistas ya existentes como: frontón, teatro, casino y restaurante, que databan de 1906 en la manzana 89 de la Ciudad Lineal y que fueron construidos por los arquitectos Ricardo Marcos Bauzá y Emilio Vargas. Algunos de los socios fundadores de dichos estudios fueron: Los escritores Jacinto Benavente (presidente de honor de la compañía), los
Hermanos Serafín y Joaquín Alvarez Quintero, Pedro Muñoz Seca, Carlos Arniches y los músicos ; Francisco Alonso y Jacinto Guerrero, entre otros.

Anuncio publicado en la prensa, el 28/Oct/1932

Maqueta publicada en al prensa, el 24/Feb-1933

Detalle de la ubicación de la CEA, sobre un plano de los años 70 y otras anotaciones para artículos posteriores.
Las obras comenzaron a finales de 1932 y concluyeron en octubre de 1933. Siendo la inauguración el 28 de octubre de dicho año, asistiendo numerosas personalidades, como el presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora.
Inauguración de los estudios por el presidente de la República.

La primera película que se rodó en los estudios fue: Saeta (1933), un cortometraje y el año siguiente el largometraje: El agua en el suelo.

Anuncio a toda página en el diario ABC.
Estos estudios dispusieron de 6 platós de rodajes, laboratorios, talleres de decorados, camerinos y hasta una piscina.

En la foto de la izquierda se ve como era el frontón. En la derecha el estudio ya cerrado. Se aprecia perfectamente como utilizaron las gradas del frontón.
Fue unos de los estudios de cine más importantes de Madrid, junto a los de Sevilla Films y Chamartín. Los estudios cerraron el 11 de noviembre de 1966.

Fotografía tomada desde C/Arturo Soria - Puente Cea, años 60. Se observa a la derecha el exterior de los estudios.
Autor: Angel Caldito.
En este blog colaboran José Manuel Seseña y Ricardo Márquez.

lunes, 21 de julio de 2008

Tranvía de la Guindalera y la Prosperidad

El tranvía fue inaugurado el 28/Jul/1893. Recorría toda la calle de Diego de León y se metía en la Guindalera. En el mapa de 1900 se muestra el recorrido (linea verde), con sus paradas con un triángulo rojo (las paradas son aproximadas). En realidad eran APARTADEROS. Un apartadero en los tramos de vía única es donde se hacen dos vías para poderse cruzar convoyes (trenes, tranvías) que llevan direcciones opuestas (comentario: José Manuel).
El final era López de Hoyos con Nieremberg, donde se encontraban las cocheras. Allí había un ventorro (según la RAE: Venta de hospedaje pequeña o mala), llamado del Chaleco o del tío Chaleco, que será tratado en un tema posterior. A nivel personal mencionar que para mí, en mi niñez, siempre fue el Ventorro a secas, pero he descubierto que había muchos ventorros en toda España.

El tranvía era de sangre, es decir, era tirado por mulas o caballos. He observado en algunos planos de la época que mencionaban la tranvía, es decir en femenino, es curioso la evolución del idioma, y quisiera ir anotando en este blog todas las curiosidades sobre la evolución de las palabras.

En los primeros tiempos las "clases cultas" tuvieron la obsesión de imponer a las "clases populares" la tram-via en lugar de el tranvía que es como lo nombraban estas últimas. Los "repipis" se basaban en que mayormente las palabras terminadas en A son de genero femenino. Hubo en los inicios de los tranvías mucha polémica trasladada a los periódicos con intervención de políticos, académicos y todo el que se quería hacer el "importante". Hay mucha documentación en hemeroteca sobre ello. Finalmente el pueblo que es "soberano" según nos dicen los políticos impuso "EL TRANVÍA". Comentario de José Manuel Seseña.
En la prensa de aquellos días reseñaba lo siguiente:

Diario: La Iberia. Fecha: 28/Jul/1893

" Inauguración de un tranvía"

Esta tarde a las seis y media se efectuará la inauguración del tranvía que ha de unir dos populosos barrios, de la Prosperidad y la Guindalera.

En la estación del tranvía del barrio de Salamanca se reunirán a la expresada hora para recorrer la nueva linea las autoridades invitadas, los accionistas de la Compañía y los representantes de la Prensa.

Harán el servicio inaugural cuatro carruajes, que es el número de los que hasta ahora dispone la Compañía, dos jardineras y dos coches cerrados.

Al llegar los expedicionarios a la Guindalera, la Comisión de vecinos de la localidad, acompañada del ilustrado sacerdote y cura párroco Sr. Corrales, recibirán a las autoridades con música y repique de campanas, obsequiándoles con un lunch.

A la entrada del barrio se ostentará un gigantesco arco, formado con ramaje, en cuya parte superior se leerá esta inscripción: LOS VECINOS DE LA GUINDALERA AL AYUNTAMIENTO DE MADRID.

Los invitados continuarán su paseo hasta el barrio de la Prosperidad, terminando su excursión en el edificio cocherón de la Empresa del nuevo tranvía.

En este edificio serán obsequiados los invitados con otro lunch costeado por el consejo de administración, y acto seguido regresarán los expedicionarios por el mismo trayecto hasta el punto de donde partieron.

Al regreso y al parar de nuevo por el barrio de la Guindalera, se quemarán vistosos fuegos artificiales, en tanto que los vecinos del barrio y cuantas personas se acerquen serán obsequiados por la Comisión de los festejos con vasos de limonada, a cuyo efecto se prepara un respetable número de litros de aquella bebida.

La inauguración promete estar muy animada en ambos barrios.

El consejo de administración le forman, entre otros, los Sres. Prast, presidente, y conde de Malladas, Becerra Bell, Cantero (D. Antonio) y Hernández (D. Juan).

El director de la línea es D. Jesus Avilés y el secretario el Sr Massi."


En este artículo llama la atención: "el edificio cocherón", hoy en día decimos cochera.

Aclarar también lo de coche o carruaje jardinera. Este tipo de coche era utilizado fundamentalmente en primavera y verano. Tenía filas de asientos transversales a las vías, y cuando alguien subía debía de sentarse. Es el equivalente a la colación de los asientos en los automóviles de hoy en día. No disponían de ventanas, tan solo un techo para resguardarse del calor y unas cortinas en los laterales. El coche cerrado es el que conocemos todos, un pasillo central con asientos a ambos lados del pasillo, y la fila de asiento y pasillo paralelo a la vía. Es decir, se podía ir de pie en el pasillo, cosa que en la jardinera era imposible ya que no tenía.

En la prensa del día siguiente, en Correspondencia de España, se dice:

"A las seis de la tarde un gentío inmenso había acudido a la estación del barrio de Salamanca. Unos subieron a los carruajes, otros prosiguieron el camino a pie. El trayecto fue recorrido con toda felicidad a pesar de las varias veces que los coches descarrilaron, en especial en las curvas, debido a no estar todavía bien sentados los raíles y cegados por tierra movediza, y a la poca práctica de los conductores"

La Iberia también da la noticia este día que en las fiestas de inauguración de la Guindalera un joven resulto muerto en una pelea por un navajazo.

Es de destacar el crecimiento que supuso para la Guindalera y la Prosperidad el tranvía. Así la Prosperidad contaba con 166 edificios en 1888, pasando a 394 en 1900 y 502 en 1905, además de lo que supuso de unión de los dos barrios el tranvía, ya que coincidiendo con la inauguración del mismo fue hecha la apertura de la calle Cartagena, el principal eje transversal de la zona.

La linea fue electrificada en Agosto de 1903, se cerraron las viejas cocheras y pasaron a encerrarse los tranvías en las de Salamanca.

Como muestra de la expansión muestro este plano de 1913.

Es curioso que la actual linea de metro 4, prácticamente haga el mismo recorrido que el tranvía.

También es de destacar que las lineas de autobús 72 y 73 siguen teniendo como destino Diego de León, a pesar de los años que han pasado y aunque su recorrido no es exactamente el mismo.

" El tranvía se iniciaba en Diego de León esquina a Serrano donde enlazaba con el procedente de Puerta del Sol. El recorrido era, como se puede ver en el plano de Cañada: Diego de León, Alonso Heredia,Pilar de Zaragoza,Béjar, Cartagena, López de Hoyos hasta Gil y Baus, hoy Pantoja, es decir, la siguiente bocacalle a las cocheras de Nieremberg que estaban en la esquina de los pares de ésta con López de Hoyos.

La compañía del Tranvía de la Guindalera y la Prosperidad (T.G.P.) finalizó su vida independiente el 20 de Abril de 1.896, día en que fue adquirida por la compañía belga que explotaba la red de los Tranvías del Norte de Madrid (T.N.).

El 22 de Octubre de 1.905 se numeran las líneas de los tranvías de Madrid, hasta entonces sus indicativos eran solo las tablillas. Se establecen 25 líneas asignando el 19 a la de la Prosperidad. El disco 19 tiene en realidad tres servicios, a saber:
-Sección A San Francisco-Obelisco.
-Sección B Salamanca-Prosperidad.
-Servicio auxiliar Puerta del Sol-Prosperidad.

Las secciones A y B serán unidas posteriormente en una sola cuando se construya el enlace entre Obelisco y Salamanca (Paseo del General Martínez Campos esquina a Miguel Ángel a Diego de León esquina a Serrano. El servicio auxiliar funcionará mientras no se fusionen las secciones A y B.

La T.N. acomete la construcción del enlace con su red para que dejara de ser una línea aislada del resto de las que tenía la nueva empresa. La unión fue inaugurada el 21 de Enero de 1.906 con tracción eléctrica desde el primer momento, iniciándose en Paseo General Martínez Campos esquina a Miguel Ángel y terminando en Hermanos Bécquer esquina a Serrano. La cuesta de Hermanos Bécquer fue directamente en tracción eléctrica y doble vía. El trazado de Salamanca a la Puerta del Sol bajaba por Serrano al Paseo de Recoletos correspondiendo al primer tranvía de Madrid.

El nuevo enlace dió lugar a una reestructuración de los servicios de la Guindalera y la Prosperidad a saber:
a) Fusión de las dos secciones de la línea 19 San Francisco-Obelisco y Salamanca-Prosperidad dando lugar a una larga línea 19 San Francisco-Prosperidad que pasaba por la Puerta del Sol, en esa época centro neurálgico de Madrid.
b) Supresión del servicio auxiliar Puerta del Sol-Prosperidad que utilizaba la red del Tranvía de Madrid a partir de Salamanca.
c) Creación del servicio auxiliar Salamanca-Prosperidad, prolongado el 29 de Abril de 1.907 a Santa Bárbara (inicio de Almagro en la Plaza de Alonso Martínez).

Posiblemente en 1.907 se duplicó la vía en la calle Diego de León y en los años 20 de Cartagena hasta el apartadero de López de Hoyos-Cardenal Siliceo. Para resolver el largo cuello de botella entre Diego de León y Cartagena se optó por tender una vía a través de la calle Méjico puesta en servicio el 1 de Diciembre de 1.929 para el sentido Salamanca quedando la antigua para el sentido Prosperidad.

La doble vía a partir de López de Hoyos-Cardenal Siliceo se puso en servicio el 30 de Abril de 1.933 al inaugurarse la prolongación a Ciudad Jardín a través de Alfonso XIII, en ese momento llamada de Carlos Marx.

El 17 de Febrero de 1.962 fue el último día de circulación del tranvía 40 Quevedo (Cardenal Cisneros)-Ciudad Jardín (Alfonso XIII esquina a Av. Aster). " Alguien tiene una foto de esta esquina cuando todavía había tranvías.
Comentarios de José Manuel Seseña Molina extraídos del archivo de D. Carlos López Bustos.

En la fotografía, tomada en López de Hoyos, se ve al autobús de la linea 9 y al tranvía 40.

La foto está tomada en López de Hoyos 133 subiendo a la Prosperidad, después del 8 de Abril de 1.950 y antes de 1.955. Ampliándola he visto que pone Quevedo 40 C.Jardín. El 8 de Abril de 1.950 se modificó el punto inicial de Alonso Martínez por el de Quevedo. En 1.955 se instaló vía triangular en Ciudad Jardín y se sustituyó el material por otro irreversible mas moderno. La línea 9 de autobuses se estableció el 14 de Mayo de 1.949 con recorrido López de Hoyos (esquina a Alfonso XIII)-Sevilla (Arlabán entre Sevilla y Cedaceros) Comentario José Manuel .





Fuentes: http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-146%28013%29.htm
Libro: Aquellos tranvias de Madrid... / Diego Gutierrez - ISBN 84-89411-77-8
Libro: Tranvias de Madrid / Carlos Lopez Bustos - ISBN 84-923200-5-2

Autor: Ricardo Márquez.
En este blog también colaboran: Angel Caldito y José Manuel Seseña.