Panorámica de Madrid (1561), según recreación de P.Schild. Fuente Urbanity.es (Juanjo).

En 1535 se acuerda la construcción de una iglesia en Hortaleza, ya que hasta la fecha dependían de la parroquia de Canillas.
Basado en unos informes hechos entre los años 1528 a 1530 por el heraldo público, se calcula que Canillas tendría 32 viviendas y Hortaleza 40. Aplicando la medía de ocupantes por vivienda para aquella época (3,75 habitantes por vivienda), tenemos una población para Canillas de 120 habitantes y unos 150 para Hortaleza.
Al finalizar la centuria, hacia 1590, el número de viviendas y vecinos en ambas villas se multiplicó por más de dos, siendo los vecinos de Canillas 262 y de Hortaleza 371, veamos pues los factores que influyen en este crecimiento:
La alta natalidad (se estima que eran de unos nueve en cada matrimonio) se veía compensada por una altísima mortandad, sobre todo infantil. Lo que más influyó en el crecimiento de la población fue el establecimiento de la Corte en la Villa de Madrid, que llevó a todos los pueblos del entorno de la Villa a atraer a muchos inmigrantes. Muestra de ello son los apellidos de Canillas de aquel entonces: Camarma, Villacastín, Burgos, Guadalix, Almazán... y en Hortaleza nos encontramos con apellidos como: Villanueva, Maqueda, Lara, Barajas, Daganzo, Olías,.... lo que nos da una idea de la procedencia de los nuevos habitantes.
Analizando los libros de diezmos del Arzobispado de Toledo, única referencia válida ya que hasta la fecha no han sido localizados los libros sacramentales de las iglesias de Canillas y Hortaleza, podemos ver el mecanismo que permitió este crecimiento.
La cercanía a la Villa permitía una rápida entrega de las mercaderías, y así en 1562 encontramos ventas de 24 arrobas de vino de Canillas a Madrid. Fue sin duda la vid la que tomó el relevo a la ganadería, y así muchos pastizales y dehesas fueron convertidas en campos para la crianza de uva. A ellos hay que sumar las nuevas técnicas de roturación que se empezaron a aplicar por vez primera y la utilización de nuevos aperos de labranza, como arados.
Arriero transportando vasijas. Grabado de la colección Civitatis Orbis Terrarum.
Siglo XVI. Fuente BNE.

Todo esto requería tiros de animales, silos, semillas,...... lo que llevaría a pedir préstamos a los vecinos, y favoreció el florecimiento de un mercado de préstamos, nada parecido al que tenemos hoy en día, en donde los prestamistas eran hidalgos de la Villa.
Estos mismos prestamistas tenían muchos terrenos en los pueblos limítrofes a Madrid y eran arrendados por unos 10 años a cambio de una parte de la cosecha. Se daban algunos casos en los que el arrendamiento eran durante la vida de las vides. Los mayores terratenientes eran las familias del Monte, del Prado, de Paz y Vitoria, así como algunas ordenes religiosas.
También se daba bastante trigo y avena, aunque la tierra no era muy propicia para estas plantaciones. Así mismo hay noticias de diversos contratos para la elaboración de pan para Madrid en el pueblo de Canillas, y en Hortaleza había 5 tahonas, cifra demasiado grande para el pueblo. También había una pequeña industria manufacturera que hacia cestos y similares con los juncos de los arroyos.
Croquis del camino entre Madrid y Canillas. 1572. Fuente: Archivo de Simancas.

En 1579 se elabora un estado de posesiones, y consta que Canillas poseía: casa-ayuntamiento, taberna, tienda de abastos y fragua, todo ello en un mismo edificio, y la dehesa de Valdecarros, el Sotillo y una dehesa pequeña en el camino de Canillejas.
Por su parte Hortaleza tenía: una gran dehesa comunal para ganado (en lo que hoy es Av. de Burgos), dos pequeños pastizales, casa-ayuntamiento, carnicería, fragua, taberna y tienda de abastos, que eran casas anexas al ayuntamiento.
Las casas eran de piedra y barro, siendo el techo tejas sobre madera de pino y ripia. Los edificios más significativos eran las iglesias, ya que los Concejos y los vecinos estaban obligados a proveer a la curia el material de construcción (maderas y yesos), y otros materiales como leña. Además contaban con las “bulas del curato” que en determinados momentos les permitía recaudar fondos.
Canillas y Hortaleza y sus dehesas. Siglo XVI.
Vista de Madrid, aproximadamente año 1563. Autor: Antón van der Wyngaerde.
Ya encontramos en la época referencias a la fiesta de San Blas en Canillas y de San Matías en Hortaleza.
Debido al fuerte ritmo de gastos por las guerras, Felipe II subió los impuestos en la década de 1570, multiplicando estos por 2,5. Ello supuso un varapalo a las arcas de los vecinos, y muchos de ellos se vieron obligados a vender sus tierras y posesiones a la hidalguía de la Corte (destacan las compras de la familia de Salmerón). Asimismo fueron recortados los derechos sobre los bienes comunales, acortados los plazos de arrendamiento de las tierras y subidas las rentas.
Si añadimos a todo esto las malas cosechas de la última década del siglo XVI y la aparición de la peste en 1599, tendremos un crecimiento nulo o negativo al finalizar este siglo.
SIGLO XVII
Este siglo viene marcado por la fuerte caída en la población. Baste decir que Canillas contaba con 70 vecinos en 1625, y con tan solo 18 en 1646. Por su parte Hortaleza pasó de los 85 vecinos en 1627 a 58 en 1633, debido a una epidemia de mortalidad acaecida en aquellos años.
Este desplome en la población tuvo consecuencias negativas, ya que la corona seguía demandando los mismo impuestos. Así en 1638 el Corregidor de Madrid mandó a los alguaciles a requisar los bienes de los vecinos. Como curiosidad mencionaremos que al Alcalde de Canillas (Pedro García el Viejo), le fueron requisados 4 fanegas de cebada, la paja, un gallo, 4 gallinas, dos tinajas pequeñas con vino y diversos útiles de cocina. Existen constancias de muchos otros embargos efectuados durante el siglo XVII. Por esto los vecinos se vieron obligados a vender sus tierras a las personas influyentes de la corte, quedando solo un 22 por ciento en manos de los vecinos.

Se crearon nuevos impuestos a la corona, como el Pan de Registro, por el que cada municipio tenía que reservar unas fanegas de trigo para la corona o la obligación de proveer a las caballerizas reales de paja y cebada, y otros muchos como el servicio de los millones, el cientos (ambos consistentes en pagar un tanto por ciento sobre el consumo), y otros puntuales, como el Chapín de la Reina (impuesto para la boda de Felipe IV). En definitiva, impuestos que empobrecieron más al pueblo y retrajo mucho el consumo.
En los años veinte sube al trono Felipe IV, siendo adolescente. Bajo la tutela del Conde Duque de Olivares y para hacer frente a las altas deudas de la corona con los banqueros genoveses decide vender a los vasallos que residían en los realengos. Así el marqués de la Puebla pasó a ser el primer señor del Señorío de Hortaleza y Don Pedro Mesía el de Canillas. Con posterioridad Canillas también pasó a las manos del marqués de la Puebla.
Don Miguel de Salamanca compró el Señorio de Canillas en 1657, y a su vez Don Baltasar Molinet se lo adquirió a su viuda en 1680, quien tras seguir comprando fincas consiguió ocho años después ser nombrado primer Conde de Canillas y empezó la construcción de la iglesia un año después, es decir en 1689.
La iglesia del pueblo de Canillas se llamó de San Juan Bautista. Después fue parroquia de Santa Paula y, actualmente, funciona como ermita de San Blas (Fuente Migueli). Está ubicada en la calle de Los Montalbos, y es sin duda la edificación más antigua de Canillas y Hortaleza.
Ha sufrido numerosas reparaciones, siendo la más importante la de 1968. Se entra por el lado de la epístola, siendo su construcción en cruz latina, aunque uno de los brazos está cerrado y habilitado como despacho parroquial. Dispone de un coro alto situado frente al altar.
Su estado actual es un poco precario, pero todavía podemos ver unos bancos de granito en su entrada y una impresionante pila bautismal que deben de ser de la construcción original.
Una placa moderna nos recuerda que la edificación fue promovida por el Conde de Canillas, aunque han desaparecido el altar y tabernáculo que eran de mármol de Carrara fileteado en oro, el escudo de los Condes y su losa funeraria, bien por desmanes o en las propias restauraciones.
Festividad de San Blas. Año 2014.
Autor: Ricardo Márquez.
En este blog también colaboran: Angel Caldito y José Manuel Seseña.
Fuentes:
Hortaleza, pasado y presente de un Distrito.Ayuntamiento de Madrid.
Biblioteca Nacional de España.
Enciclopedia de Madrid Espasa Calpe. Fascículo 54, año 1979.