Mostrando entradas con la etiqueta Prosperidad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Prosperidad. Mostrar todas las entradas

martes, 9 de abril de 2013

Adivinanza 10ª

¿Donde estamos?


Es fácil, seguro que no dura un día.


Respuesta, 11 abril 2013

Efectivamente se trata del bloque de viviendas número 1 y 3 de la calle Padre Xifré, casi esquina a avenida de América. Echamos de menos las famosas Torres Blancas, que se construyeron entre 1964 y 1968, y es el motivo por el que el lugar nos resulta desconocido.


El ayer y el hoy de avenida de América. Correspondiente a la misma serie que la foto que analizamos, vemos el bonito bulevar con el que contaba la avenida, lugar por el que se podía pasear, aunque hoy nos parezca mentira. (2ª foto Google Street View).

En la foto podemos ver el cine Mónaco, inaugurado el día 17 de septiembre de 1962, construido por Vizadi según el diseño del arquitecto Gabriel Torcal. Estaba dotado con los mejores elementos de la época para salas cinematográficas: refrigeración, pantalla cinemascope, bar,...

El equipo de proyección y sonido era un Vincitor XX, modelo 60-B, que fue estrenado con la proyección del film "Un ganster para un milagro". Fue cine de barrio con programa doble, sala especial para versiones originales e incluso cine de estreno, por este orden. El último pase del que tenemos noticia es de noviembre de 1972. Sin duda nuestro amigo David Sánchez nos confirmará este dato y añadirá algún detalle más de este cine.

Pero no ha sido el único establecimiento emblemático del edificio. También estuvo a la derecha del portal Picadilly, que según rezaba en su publicidad fue "la discoteca decana de Madrid" (en las hemerotecas figura desde 1968). En ella, además de espectáculos de baile, se hacían actuaciones como el musical Hair, la primera versión en español del mismo, o las del mítico dúo Tip y Coll.

En marzo de 1972 cambió su denominación a Top Less, nombre que habla por si solo. Se seguían manteniendo los números musicales, pero intuimos que también hacía las veces de club de alterne pues en
octubre de ese mismo año el local fue rociado de gasolina e incendiado. Según las crónicas, una banda francesa intentaba hacerse con el control de los clubs madrileños y se trataba de una venganza. Reabrió sus puertas unos meses después con el nombre de Music Hall Top Less y estuvo en funcionamiento hasta finales de los años setenta, cuando se reconvirtió en la Sala de Bingo Afes.

Pero no acaba aquí la historia, a principios de los ochenta abrió donde estaba Picadilly una de las cunas de la movida Madrileña, el Rock Ola, del que tantas y tantas historias se han contado.


-.-.-

Autor: Ricardo Márquez
En este blog también colabora: José Manuel Seseña

miércoles, 20 de febrero de 2013

Adivinanza 9ª


En la web de Memoria de Madrid  podemos encontrar unos interesantes documentos y fotos de las obras del Paseo de Ronda, es decir: avenida de Reina Victoria, Raimundo Fernández Villaverde, Joaquín Costa, Francisco Silvela y Doctor Esquerdo; fechados entre 1900 y 1926.

Pues de eso se trata, de averiguar en qué lugar se estaban efectuando los trabajos de terraplenado de la siguiente foto:


Esperamos vuestras respuestas.


Repuesta 26 Febrero 2013

La foto está tomada en la esquina de la calle Velázquez con Joaquín Costa. En la siguiente foto (cortesía de Pepcor), tomada en 1953, podemos ver la casa remarcada en rojo.


Se trata nada más y nada menos que de la Cruz del Rayo, o El Carmen, poblado famoso del barrio de La Prosperidad por sus merenderos. En el siguiente plano de Facundo Cañadas (1900), vemos el final de la calle Velázquez con la línea de puntos azules. Más a la izquierda vemos el camino del Mosquito, prolongación de la calle Pinar en aquellos años y que tenía un trazado aproximadamente como la actual avenida del Doctor Arce, pero a su derecha saliendo de Madrid, e iba a dar a otro merendero todavía más famoso llamado, como no, Merendero del Mosquito, donde concurrían las altas esferas madrileñas.

Como ocurre en toda la toponimia semi-rural, el camino del Mosquito era también conocido como camino Alto de Chamartín, o Cruz del Rayo. En cualquier caso, desde la actual plaza de Cataluña (en aquellos era el mítico barrio de las Cuarenta Fanegas), el camino se bifurcaba en dos, partiendo el camino Alto de Chamartín por lo que actualmente es Príncipe de Vergara, y el Bajo hacía el arroyo Abroñigal (M-30) en paralelo, siendo este último sin duda más fácil de transitar al tener menor desnivel el terreno. A la izquierda del plano, en la parte superior del antiguo Hipódromo, vemos el Paseo de la Habana que figuraba en los planos como Carretera Nueva de Chamartín, o del Arenal. También vemos el devenir que tenía nuestro querido Canalillo (Link) por aquellos lugares.


Detalle de la evolución de la zona. Año 1930.

Es curioso que todavía alguna de las casas que vemos en la foto de la calle Antonio Rodríguez Villa siguen en pie, son una muestra de la clásica arquitectura de ladrillo visto de principios del siglo XX de Madrid.

Fuente: Google Maps
-.-.-

Autor: Ricardo Márquez

En este artículo han colaborado: José Manuel Seseña y José María Pérez Córdoba.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Colonia Mahou – Barrio desaparecido.


La Colonia Mahou (1) se encontraba encuadrada entre las actuales calles de Corazón de María, avenida de América, Padre Claret y teórica prolongación de Santa Rita, todo esto aproximado pues el trazado de las calles de hoy en día poco tiene que ver con el pasado.


Pensamos (2) que se instaló sobre unos terrenos comprados al conde de Villapadierna, pertenecientes a su mujer doña Raimunda Avecilla y Aguado que los poseía como heredera única de los marqueses de Linares, ahijada de ellos.


Es en el año 1923 cuando los obreros de la fábrica de cervezas del Mahou acuerdan formar una cooperativa para la construcción de una colonia, tan de moda en aquellos años por la Ley de Casas Baratas que intentaba paliar la falta de vivienda en Madrid. La familia Mahou decidió avalar a sus trabajadores y por este motivo la colonia recibió su nombre. No obstante debemos de mencionar que no todos los vecinos eran de la fábrica de cervezas.


El entorno estaba muy influenciado por el camino de Canillas y se hallaba rodeado de numerosos tejares y pozos(3). El Canalillo era su frontera física en la parte oriental, perteneciendo los terrenos del otro lado al conde de Villapadierna. Como curiosidad nos contaron que muchas viviendas tenían prohibido tener ventanas que dieran a los terrenos del conde, aunque no era mas que campo.


A diferencia de las colonias de la cercana Ciudad Jardín, donde las casas guardaban una coherencia según las cooperativas, la construcción en el Mahou fue un tanto anárquica e intervinieron en ella diversos arquitectos, como son: Iturralde, Moro, Salcedo, Sanz Marcos, Farias, Luciano Delage, Purkiss, Sánchez Ballestas, Eced, López Izquierdo, Rivas,.... Incluso algunas calles no guardaban la debida alineación. La construcción de casas se prolongó hasta el año 1936, al menos.


En los primeros años el equipamiento urbano era escaso, por no decir nulo. No existía alumbrado público, ni alcantarillas, ni aceras, ni fuentes, supliendo estas últimas con el agua del Canalillo. Quizás esto se debiera a no tener una cooperativa debidamente constituida que contemplara gastos comunes y una urbanización ordenada.


Las quejas de los vecinos son muy numerosas solicitando al Ayuntamiento estos servicios. Así hasta Septiembre de 1932 no se instaló el alcantarillado.


Las calles de la colonia eran de norte a sur: Guijarro, Canillas y Celestino Pascual; de oeste a este: Elías Briones, Ricardo Mariana y Pasaje del Canalillo; siendo todos los nombres propios de vecinos del barrio. Llegó a contar con 106 viviendas.


Dependía de la Iglesia de Nuestra Señora del Pilar. Pertenecía al barrio de Prosperidad, y a los distritos de Buenavista, en sus primeros años, y al de Chamartín, posteriormente.


Durante la guerra se construyó un refugio aprovechando uno de los taludes del terreno. También fue desmantelada una radio y un arsenal de armas quintacolumnista en la casa de la familia Briones.

En azul marcado el recorrido del canalillo

El barrio guardaba una relación muy estrecha con los vecinos del barrio de la Guindalera, más en concreto con los huertas y vaquerías que se encontraban en el actual Parque de las Avenidas. Todavía hoy algunos vecinos recuerdan el llamado “Campo de Vacas” que debían de atravesar para ir a por leche.


La Colonia del Mahou era conocida por los madrileños por su merendero-taberna, al igual que el barrio de Ibarrondo y de San Pacual, todos ellos surcados por el Canalillo; y donde se podía pasar una tarde agradable al fresco tomando algo. También era famosa por la cantidad de campos de fútbol que estaban a su alrededor: Los Alemanes, El Columba, El Triunfo, ...


La construcción de la avenida de América, a comienzo de los años cincuenta, supuso el principio del fin, y las nuevas urbanizaciones en altura se fueron ciñendo sobre la colonia como gigantescas torres en un tablero de ajedrez.

Proyecto de las Torres Blancas, la segunda torre nunca se llegó a construir.

A la vera de “La pista” (Av. de América), se instaló el colegio Alamán, y se construyó el Parque de las Avenidas y los bloques de la calle Corazón de María.


En 1977 la colonia fue afectada de lleno por la reorganización del Plan para la Ordenación y Urbanización de la avenida de la Paz, dentro del Polígono 20, Sector Prosperidad, zona del Canalillo. Las 60 familias se vieron amenazadas por la expropiación para construir sobre sus 32 hectáreas 3.188 viviendas de gran lujo, promovidas en su mayor parte por la Inmobiliaria Bilbao (4). 


Los últimos vecinos fueron desalojados hacía 1986, siendo durante todo este tiempo noticia en la prensa por la resistencia numantina de la Colonia el Mahou en contra de la expropiación.

Foto del Archivo Fotográfico de la Comunidad de Madrid.


Vista aérea de la parte de la colonia más cercana a la avenida de América. Foto AGA - Signatura  F-00176-01-040 - Colección Anmogon
-.-.-

Autor: Ricardo Márquez.
En este artículo también ha colaborado: José Manuel Seseña.

Agradecimientos: A Paloma Barrerio, Isabel Gea y Enrique Rojo por las fotos expuestas

Notas:
1 Se menciona también como: Colonia de Mahou, Colonia del Mahou y  Colonia el Mahou.
2 Decimos que lo pensamos pues los terrenos de la calle Cartagena y los que había entre la colonia del Mahou y el arroyo Abroñigal, pertenecían al Conde de Villapadierna. En buena lógica todos estos terrenos debían de ser suyos, aunque hay otros grandes propietarios en la zona como Sebastián Zabaleta y Juan Ron.
3 Estos tejares fueron motivo de quejas por las molestias que ocasionaban a los vecinos al estar muy cerca de las viviendas.
4 Para saber más sobre este tema pueden visitar el blog de nuestro amigo Enrique Rojo.

Fuentes consultadas:
Hemeroteca BNE
Hemeroteca diario ABC.
Libro “Casas baratas – La vivienda social en Madrid 1900-1939”, de Paloma Barreiro Pereira.
Enciclopedia coleccionable de Madrid de Espasa Calpe (año 1979).

domingo, 19 de diciembre de 2010

Parroquia Nuestra Señora del Pilar - La Guindalera – Prosperidad.


A raíz de la publicación en el foro Urbanity de la siguiente foto, surgió la pregunta de qué edificio es el que se ve en primer término a la izquierda de la foto, de ladrillo visto y con arcos.


La respuesta fue dada casi de inmediato en el foro, pero vamos a intentar demostrar documentalmente de qué se trataba y a su vez conocer su historia.

La fotografía corresponde a un accidente en la calle Cartagena a la altura del cruce con la avenida de América. Fue publicada en la prensa en Enero de 1.953.

Según la foto aportada por Charlytect en Urbanity vemos que el edificio de la derecha todavía se conserva. La foto está tomada desde avenida de América dirección López de Hoyos, a la altura del número 102 – 99 de la calle Cartagena.


Como sospechábamos desde un principio, y además también apuntó Giaquinto en Urbanity, se podría tratar de la Iglesia del Pilar (Parroquia de Nuestra Señora del Pilar). Vamos pues con la investigación.

Lo primero que encontramos fue una noticia fechada en Noviembre de 1883, y publicada en La Ilustración Española-Americana:

“Hace unos cuantos años que en el sitio llamado La Guindalera, fuera de la zona de ensanche de esta capital, y al Nordeste de la misma, comenzaron a edificarse algunas humildes casas de jornaleros, que bien pronto constituyeron una alegre barriada, entre la carretera de Aragón, el barrio de Salamanca y el camino de Canillas.


Una de las primeras pobladoras fue doña Gregoria Jimeno, aragonesa, y como tal entusiasta de la Virgen del Pilar, cuya imagen colocó sobre la puerta de su casa, y careciendo el barrio de local para el culto, aquella excelente señora y sus vecinas se reunían los días festivos y rezaban el rosario ante el pequeño simulacro de la Virgen, que fue considerada desde entonces como patrona del nuevo barrio.

Planos que creemos que son de la nueva iglesia de la Calle Cartagena.


Mas no con eso se dio por satisfecha la piadosa doña Gregoria: comenzó a gestionar la erección de un templo, y a este fin se dirigió al Sr. López de Llerena, digno cura parroco de San José, a cuya feligresía pertenece La Guindalera, y con el valioso concurso de tan respetable sacerdote y el eficaz auxilio de la Asociación de Católicos de la misma parroquia, se constituyó una Junta, presidida por el Sr. Conde de Vilana, y a la misma ofrecieron desde luego generosamente los terrenos necesarios los señores Conde de Villapadierna y don Simón Garrido, en representación este último de la Sociedad Val y Compañía; los planos del templo fueron encomendados al arquitecto don Juan Bautista Lázaro, quien gratuitamente los hizo, dirigiendo del mismo modo las obras, que se comenzaron el 10 de Junio de 1881, y poniendo la primera piedra S.M. el Rey, con asistencia de S.M. la Reina y SS.AA. las Intantas.


La iglesia es de fábrica de ladrillo, de estilo románico, con cubierta artesonada, recordando las antiguas basílicas, y como ellas orientada; consta de una sola nave, de cruz latina y ábside semicircular, ocupando una extensión superficial de 700 metros cuadrados, con inclusión de la casa rectoral, de dos pisos, que está adosada a aquella por la parte oriental.


El coste total de la obra ha consistido en la exigua cantidad de 40.000 pesetas, procedentes de donativos de SS.MM. y AA. y de limosnas de muchas corporaciones y personas piadosas, ocupándose en reunir lo que aún falta una Junta de aristocráticas damas, una de las cuales ha adelantado los fondos necesarios para que, pagado el contratista, pudiera inaugurarse la iglesia en el día 12 de Octubre de 1883, festividad de la Virgen del Pilar.


Planos que creemos que son de la nueva iglesia de la Calle Cartagena.


En efecto, en dicho día, previa la bendición, se abrió el templo al culto, con extraordinario gozo de todos los vecinos del barrio, y singularmente de la promovedora doña Gregoria Jimeno, que ha regalado una bonita imagen de la Virgen.”

Este primer templo estaba la manzana  de las calles José Picón, Pilar de Zaragoza y Botánica.

En el diario La Epoca, de fecha 7 de Julio de 1902. Encontramos la siguiente noticia:

"El próximo día 12 se abrirá al culto la nueva iglesia parroquial de Nuestra Señora del Pilar, perteneciente a los populosos barrios de la Guindalera y Prosperidad. Con tal motivo prepáranse los vecinos de ambas barriadas a celebrar....

El nuevo templo es una obra notable, de sólida construcción y gallardas líneas. En su interior ofrece gran amplitud y detalles arquitectónicos que honran al arquitecto director de los trabajos.

Pocas iglesias de Madrid merecerán tantos elogios como esta por su disposición y decorado interior. Es un templo verdaderamente artístico, lleno de sencillez, modesto en realidad, pero de gusto artístico indudable. Los fieles de la Prosperidad y la Guindalera pueden estar satisfechos de su nueva parroquia.


Se levanta la nueva iglesia hacia la mitad de la calle Cartagena, que va de la Guindalera a la Prosperidad, a la izquierda, según se camina al segundo barrio. Al lado de ella se ha construido una hermosa casa de dos pisos para habitación del párroco y del personal adscrito al culto de este templo.... " (según otros medios estaba concluida las obras desde hacía dos años, pero había problemas con su inauguración).


Ya en plano de Facundo Cañadas (1900), vemos la silueta de la parroquia marcada con el número 37 de la calle Cartagena.


Como podemos observar en el plano toda la zona en dirección oeste se la denominaba con el nombre de la iglesia, Nuestra Señora del Pilar. Hemos encontrado muchas noticias en la prensa donde se mencionaba que las fiestas eran celebradas junto a la iglesia, incluso hay una fotografía en la revista Blanco y Negro, donde se ve la verbena y al fondo la fachada de la parroquia.

En el siguiente plano de Delage del año 1915, la vemos perfectamente identificada tanto la nueva iglesia de la calle Cartagena como la antigua.


Como dato curioso diremos que la iglesia se encontraba en el barrio de Prosperidad, aunque siempre se ha considerado de la Guindalera, pues en aquellos años cubría los dos barrios.

En Julio de 1923 se incendió el convento de las Hermanas Trinitarias que lindaba con la parroquia hacia el este, y a punto estuvo de extenderse el incendio a la Iglesia del Pilar. Los bomberos, ayudados por los vecinos, tuvieron que hacer una gran esfuerzo para controlar el fuego.


Durante las revueltas de la República hubo un intento de quemar la iglesia en Julio de 1933. Es de esta época cuando encontramos un relato detallado de cómo era el interior:

“El templo es muy amplio y artístico, predominando el estilo románico. Las vidrieras son muy hermosas. El templete del altar mayor es bellísimo, y obra del artista Fons es la santa imagen de Nuestra Señora del Pilar. Las imágenes, a derecha e izquierda, del Apóstol Santiago y de San Isidro Labrador, Patrono de Madrid, son obra del artista Moreno Sastre. La efigie de San José es también hermosa, y uno de los altares es de estilo gótico. El inmenso lienzo que cubre completamente el lado del Evangelio, es una pintura al óleo de artista virtuoso sacerdote de Madrid don Félix Granda, cuyo estudio de pinturas y de joyería sagrada goza de fama. En el lienzo aparece la Santísima Virgen sobre nubes, conducida por los ángeles que la rodean, que transportan también el Santo Pilar. El Apóstol Santiago y los siete conversos en las orillas del Ebro, contemplan absortos la Visita de la Reina de los Cielos y de sus Ángeles. También se divisa la silueta del templo metropolitano del Pilar de Zaragoza.



Fachada de la calle Botánica 1, que corresponde con la foto anterior, correspondiente a la antigua iglesia. Guia QDQ. (1)


Hay un milagroso Cristo de las Aguas, preciosa donación, y una efigie de tamaño pequeño de la Virgen del Pilar, y en el baptisterio otra imagen de la Señora, que se conducía antes en las procesiones por el barrio. Finalmente, los cuatro mejores confesionarios, el púlpito, tornavoz y el comulgatorio, son de riquísimo nogal y costaron una fuerte suma. Son de otra donación.” El Siglo Futuro, Febrero de 1935.

También encontramos una última referencia al viejo templo de la calle Pilar de Zaragoza en la anterior noticia:

"La iglesia parroquial vieja se llama modernamente “Hotel Villa de Nuestra Señora del Pilar”, y en ese amplísimo local se ha instalado uno de los Centros de la Juventud femenina, con escuelas de parvulitos y de niñas, pletóricas de matrícula."

La atrocidad de la guerra hizo mella en el edificio, fue quemado en 1936. Al finalizar la Guerra Civil la sede de la Iglesia del Pilar fue trasladada durante unos días a la calle López de Hoyos número 77, a la actual Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, que posteriormente hizo las veces de sucursal de la principal.

En el siguiente plano parcelario de 1947 podemos ver como la iglesia es calificada “en ruinas”. También podemos ver en la parte posterior la finca del Convento de las Trinitarias. Un hecho significativo: en el plano de 1929, que es bastante detallado, la zona por donde años después se construirá la avenida de América, es apenas esbozado, como si fuera un aviso que lo que allí había iba a desaparecer.


En la siguiente foto que corresponde a la construcción de avenida de América, podemos ver con más detalle el estado en el que quedó el edificio. Se aprecia a la derecha en el conjunto de casas, haciendo esquina, que la fachada quedó en pié y es sin duda la que se ve en la fotografía del autobús vista desde la parte posterior.



La parroquia funcionó provisionalmente en Conde de Peñalver, 53; en la Residencia de Ancianas de Dª Fausta Elorza, hasta 1962. El nuevo templo fue levantado en la calle Juan Bravo, 40; donde está actualmente.
-.-.-

Autor: Ricardo Márquez
En este blog también colaboran: Angel Caldito y José Manuel Seseña

Notas:
(1) La información mencionada del grabado y la inauguración de la iglesia, así como la foto, corresponde a la iglesia inicial, que estaba la manzana  de las calles José Picón, Pilar de Zaragoza y Botánica. Posteriormente fue construida la iglesia de la calle Cartagena, pasando la de Pilar de Zaragoza a ser capilla (ver comentarios para mayor información). Los planos creemos que se tratan de la iglesia de la calle Cartagena.

Fuentes:
Diario ABC
Revista Blanco y Negro.
http://www.parroquiadelpilar.es/
Hemeroteca BNE.
Archivo Histórico Ayuntamiento de Madrid.
Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid.
Biblioteca de la Comunidad Autónoma de Madrid.
Planos de la revista La Ilustración de Madrid.

martes, 15 de diciembre de 2009

El Ventorro del Tío Chaleco

La palabra Ventorro, como su propio nombre indica, era un lugar donde existía una venta, normalmente en los cruces mas importantes donde confluían varias intersecciones. En nuestro relato que datará sobre los años 40 – 70, el del Tío del Chaleco la confluencia era la c/. López de Hoyos con el arroyo del Abroñigal, donde existía un puente sobre el cual se podía cruzar el arroyo, pues López de Hoyos era una vía importante para el acceso a la ciudad.

Fuente: Archivo fotográfico de la Comunidad de Madrid. (1969). Final de la c/. Escabiosa. Esa especie de muralla que se observa en el lado derecho es sin duda el colector donde se unian el arroyo de las Cañas y el Abroñigal, Se observa el edificio del fondo a la derecha, es Perlofil.

Al Ventorro en adelante lo catalogaremos como barrio, aunque en ocasiones seguiremos llamándolo como Ventorro.

La gente que vivía en este barrio estaba muy identificada con el Cerro de la Cabaña por su proximidad, existía un cierto pique entre ambos barrios, se decía “ subir al Cerro “ o “ bajar al Ventorro“, lo que les hacia como inferiores, pero eran dos barrios a los que les unían incluso lazos familiares.

La frontera entre los dos barrios era en la práctica el arroyo de las Cañas, del cual se aprovechaban ambos barrios. Este arroyo, que entraba en el Ventorro procedente de la zona de Arturo Soria, recorría casi todo el tramo de López de Hoyos por la parte de atrás y en el lado de los pares, entre la c/. Alejandro Chacón y la c/. Escabiosa, donde en su confluencia con López de Hoyos y a 50 metros aproximadamente se convertía en un colector que desembocaba en el arroyo Abroñigal.

Fuente: Archivo fotográfico de la Comunidad de Madrid. Usuario: Aurora Sen Flores (1956).

Siguiendo con el compromiso de recuperar barrios desaparecidos, y al igual que con el capitulo del Cerro de la Cabaña 2ª parte, el relato irá dirigido a lo que era el barrio, sus vecinos, sus comercios y sus costumbres.

El Ventorro lo vamos a delimitar por una franja que comprenda: por el norte con el arroyo Abroñigal y el pinar que en aquella época existía, al sur la prolongación del arroyo Abroñigal con la cuesta de Queremón, al este Sanatorio de la Paz – en la c/. Lopez de Hoyos – con la c/. Alejandro Chacón, y al oeste el Paseo de los Jacintos hasta la c/. Queremón.


El barrio tenia muchas calles pero la mayoría eran calles pequeñas, la c/.Lopez de Hoyos era la principal y por entonces junto a la c/. Máquina eran las únicas que estaban asfaltadas, ordenándolas de este a oeste serian: Valentina Gutiérrez, Santa Mónica, Monte Sinaí, San Vicente Mártir, Máquina, Cerezo, Avenida de los Tilos, Suerte, Escabiosa, Las Flores, Buen Pastor, Eucalipto y Paseo de los Jacintos.

El Ventorro en su aspecto de barrio poco difería de los barrios limítrofes como podían ser el Cerro de la Cabaña, la Quinta de la Paloma, Ibarrondo y Ciudad Jardín. El Ventorro respecto a estos barrios (excepto la Ciudad Jardín) presentaba la ventaja de tener mas vida por estar atravesado por una vía tan importante como era la c/. López de Hoyos, por la cual discurría toda la circulación de vehículos que accedían o procedían de Hortaleza, Canillas y Ciudad Lineal al centro de Madrid.

Tomando como referencia los años 50 – 60, ya se intuía el movimiento circulatorio que tomaría con el venir de los años esta travesía, por ese motivo y con gran acierto por parte de los vecinos se congregó la mayoría de los comercios existentes en el barrio.

Refiriéndonos a la vecindad al igual que sucedía con la mayoría de barrios que no superaban o se encontraban entre un censo de 500 – 1500 habitantes, aunque no se llegara a tener una intima amistad, si se podría decir que se conocían casi todos, bien por el nombre, por el apellido, por la familia o por el apodo que también proliferaba. Eran gente en su mayoría trabajadores por cuenta ajena, había familias económicamente desahogadas, otras menos, y las había económicamente precarias. Había quien vivía en casa individual, pero predominaban las familias que vivían hacinadas en una finca donde había 2, 3, 4 e incluso 5 vecinos. Por los años 60 se empezaron a levantar algunos edificios de pisos.

Fuente: Archivo fotográfico de la Comunidad de Madrid. Usuario: Aurora Sen Flores (1937).

Si por algo el Ventorro del Tío del Chaleco traspasara fronteras quizás fuera por la popularidad del único vecino que alcanzó la fama, este no fue otro que Manolo Santana, conocidísimo tenista tanto en nuestro país como fuera de él, aunque Santana no nació en el Ventorro si que llegó siendo muy niño. Procedía de una familia humilde, eran cuatro hermanos y él en su adolescencia visitaba el club de tenis El Viso donde le entró el gusanillo, y de recogepelotas llegó hasta lo mas alto. A pesar de ser quien fue y del poder económico del que disfrutaba, su madre estuvo trabajando hasta los últimos días.


En el capítulo de los comercios el Ventorro era quizá el mas rico en comparación con los barrios limítrofes, pues sí al hablar del Cerro de la Cabaña reflejábamos que disponía de todo tipo de establecimientos para su abastecimiento, sin que fuera del todo cierto, en cambio refiriéndonos al Ventorro si que podríamos asegurar que disponía de todo lo esencial.

A continuación vamos a enumerar todo lo que seamos capaces de recordar, empezando por la parte alta y bajando por la acera de los números impares de la c/.López de Hoyos.

Creo recordar que el primer comercio que nos encontrábamos era una bodega de la que no recuerdo el nombre, al lado había una casa de repuestos del automóvil –Miguel–, por debajo había un taller mecánico, que por cierto eran muy buenos profesionales y en el que muchos chavales de aquellos barrios aprendían el oficio. Por debajo del taller había una peluquería de señoras que ejercía dentro de su casa, estaba la trapería casi esquina con la c/. Maquina, entrando en la c/. Maquina había a la izquierda un bar y mas adelante una tienda de muebles y electrodomésticos. Seguido había una lechería y mas adelante pasando las curvas en el lado izquierdo había un gran almacén de carbón. Volviendo hacia la c/. López de Hoyos y en la otra acera quiero recordar que había una mercería o cacharrería, también había una carnicería, una casquería y una frutería.

Ya en López de Hoyos y siguiendo la ruta establecida, había una pequeña tienda donde se cambiaban novelas y tebeos, tu entregabas los tebeos, cogías otros y abonabas 5 céntimos por cada uno (por entonces era muy común en los hombres leer novelas); luego un taller y alquiler de bicicletas, una carbonería, y después una droguería–mercería que la dueña se llamaba Sra. Masa. Seguido estaba la peluquería de caballeros de Manolo que aparte del corte de pelo también se dedicaba a poner inyecciones; era un hombre muy conocido y querido en el Cerro pues lo mismo le llamaban para que subiera a pelarte como a pincharte, fuera la hora que fuera. Por debajo de la peluquería estaba la carnicería de Fraile (que hoy en día tiene varías en la Vaguada, San Sebastián de los Reyes,....) ; después una fontanería y seguido un despacho de pan que también servía Julio Baena (el hombre que atendía el despacho se llamaba Cosme).

En López de Hoyos esquina con la c/. Suerte había una fuente, a esta fuente era a la que bajaban del Cerro a por agua antes de que existiera la del Cerro. Ya en la curva estaba la bodega del Maño, esta bodega era la mas grande y la mas conocida del Ventorro, quizás no hubiera nadie en todo el Ventorro y aledaños que no la conociera. Después de la bodega y en la misma curva había una frutería-verdulería, y seguido estaba el taller de Javi, lo llevaban el padre y su hijo; la casa donde estaba el taller era una casa familiar y los que vivían ella eran todos familia. Como otros negocios de entonces, empezaron trabajando con poco, como el que dice en la calle, el taller estaba en pleno arroyo Abroñigal prácticamente debajo del puente.

Fuente: Archivo fotográfico de la Comunidad de Madrid. Usuario: Aurora Sen Flores (1953). Posiblemente el Paseo de los Tilos, en la explanada donde acababa el canalillo.

Ya cruzado el puente había un bar llamado la Curva, en el verano hacían baile en el jardín. Recuerdo que se bajaba por una escalera a la pista de baile. Este bar era muy conocido pues en aquella época muchos jóvenes de otros barrios iban a bailar allí. Antes de desaparecer fue un jardín restaurante llamado la Chuletera.

Después de la curva, enfrente en la c/. Buen Pastor nº 1, nos topábamos quizás con lo que era el emblema del barrio, la fábrica de pan “ La Luna “. Si antes refiriéndome a la bodega del Maño decía que la conocía todo el barrio, esta fábrica de pan digamos que era el Ventorro en si, punto de referencia para cualquier extraño. La Luna era bastante importante por la cantidad de producción diaria que elaboraba y que repartía mayormente fuera de la zona.

Al final de la c/. Buen Pastor estaba la fábrica de hielo, tan conocida si cabe como la fábrica de pan. Era la única fabrica de hielo que yo recuerde que existía, de hecho repartía hielo no solo a los bares de los barrios limítrofes sino que repartían por varias zonas de Madrid. El reparto se hacía con carros de mano a los sitios cercanos y con motocarro a las zonas mas alejadas.

Recorte del diario La Voz de Madrid. 1932

También había en la c/. Las Flores una fábrica de empanadillas, no recuerdo el nombre comercial pero recuerdo que trabajaban muchas chicas de estos barrios. Terminando esta ruta del lado de los impares de López de Hoyos pasada la curva sé que había un taller como de carpintería, y al final en el esquinazo de la c/. Queremón estaba la tienda conocida por los consumos, dedicada a la venta de pienso, legumbres, y harinas.

Retomamos la ruta esta vez por la acera de los pares. Creo recordar que lo primero era una clínica que se encontraba dentro de un chalet, se llamaba Los Leones. Luego una vaquería, el dueño se llamaba Juan; después estaba la chatarrería de Pepe a la que acudíamos para vender todo lo vendible, desde hierro, plomo, cobre, botes, botellas,... de todo lo que encontrábamos por los basureros.

Después de la chatarrería estaba el taller de cerrajería de Felipe, Felipe vivía en la c/. Eusebio Martínez Barona. Mas abajo estaba la vaquería de la Felipa, permanecieron en el barrio hasta que les expropiaron y se marcharon a la c/. Ávila, donde continuaron con el negocio hasta su jubilación. Un poco mas abajo estaba la única churrería que existía, yo no recuerdo que hubiera ninguna en otro barrio de las cercanías. La imagen del churrero o churrera con las cestas, una en cada brazo, por los barrios voceando la mercancía, era una imagen inolvidable.


Seguimos y nos encontramos con un despacho de pan que pertenecía a Julio Baena la fabrica de pan que estaba en el Cerro. Por debajo estaba la farmacia de D. Mariano, por debajo de la farmacia había una clínica, mas abajo una tienda de ultramarinos de nombre El Derroche, seguido una frutería (la dueña se llamaba Consuelo), una pescadería (creo que la que despachaba se llamaba Carmen, una chica muy machorra); y por último en la esquina con la c/. Simón Bartolomé otra tienda de ultramarinos que se llamaba La Barata. En la c/. Simón Bartolomé había un almacén que vendía vinagre, pienso y alfalfa, es decir, suministro para los animales, se llamaba la Chuti. Ya en la c/. Escabiosa había una peluquería de caballeros, se llamaba Hilario Galán, y mas abajo una casquería. También en la c/. Escabiosa estaba el almacén de carbón de Pedro Guerra, y ya en López de Hoyos pasado el puente había otro bar de nombre La Huerta.

Hasta aquí un repaso de los comercios o tiendas que existían en el Ventorro, a partir del año 65 fueron desapareciendo algunos e instalándose otros en su lugar, por ejemplo un club de los llamados americanos de chicas de alterne que hubo en la cuesta de López de Hoyos, no recuerdo el nombre aunque lo visite varias veces. Quizás me deje alguno, quizás no estén todos en su orden, pero lo que si puedo asegurar es que los que he reflejado existían.

Fuente: Archivo fotográfico de la Comunidad de Madrid. Usuario: Carmen García Pascual (1965).
El Cerro de la Cabaña, final de la calle Justo Martínez, visto desde el campo camino del Ventorro. 

Respecto de las costumbres a las que se pudiera hacer referencia en dicho barrio, no creo que difieran mucho de las costumbres de los otros barrios limítrofes, puesto que las personas que lo habitaban poco se diferenciaban los unos con los otros, si algo pudiera ser era el de su condición de barrio mas transitado por vehículos y por lo tanto tenia mas actividad que los otros. Si tuviéramos que citar alguna actividad esta sería la que se producía en torno al “canalillo”, justamente donde acababa. En su tiempo fue lavadero no solo para los vecinos del Ventorro, era zona de reunión, nunca faltaba gente en sus inmediaciones y para los chicos era zona privilegiada para los juegos por existir una gran explanada y comunicarse prácticamente con el pinar. Del “canalillo” se podría decir que era la frontera con la Ciudad Jardín.


Espero que este relato sea motivo de recuerdo para las personas que vivieron o simplemente transitaron por el Ventorro del Tío del Chaleco, pues a mi me produce un gran placer recordar lo que mi memoria me permite, aunque soy consciente de que se podría ampliar o mejorar, e intentado plasmar en el mis recuerdos.

Los restos del naufragio: dos fotos del cartel de Neumáticos Javi que todavía hoy (08/mar/2012) existe en la esquina de Alfonso XIII con Pinto Ribera. Foto de: Félix Aguirregaviria



Equipos de Bressel, principios de los años cincuenta. Fotos de Pipe. Su padre es el primero de la izquierda que está de pie en el equipo masculino.
-.-.-

Autor: Pedro Gómez.
En este blog también colaboran: Angel Caldito, José Manuel Seseña y Ricardo Márquez.

Fuentes fotográficas:
Archivo fotográfico de la Comunidad de Madrid.
BNE.