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jueves, 10 de abril de 2014

Procesiones antiguas de Madrid - Los pasos perdidos

"El descendimiento", escultura de Miguel Rubiales, que se custodiaba en la iglesia de Santo Tomás.

En esta entrada nos proponemos hacer un viaje en el tiempo para ver las principales tallas de las procesiones del Viernes Santos en las primeras décadas del siglo XX. Lamentablemente la mayoría de estas esculturas han desaparecido.

Antes de empezar el recorrido recordaremos que a finales del siglo XVIII las procesiones más importantes de Madrid eran (1):

"- El Miércoles Santo una procesión del Carmen Descalzo con tromperos, u hombres cubiertos con una túnica y un capuz y diferentes pasos: El de los azotes, el Ecce homo, el de Cristo crucificado y una Dolorosa.
- El Jueves Santo la procesión de la iglesia de Santo Tomás.
- El viernes por la tarde salía de nuestra Señora de Gracia e iba a Santo Tomás a reunirse con el descendimiento, y los demás pasos eran: Cristo a la columna con dos sayones; el Crucifijo, conocido por el Cristo de los cómicos,  Maria Santísima de los Dolores, de Santo Tomás, y la Soledad, de la Victoria, a todos los cuales pasos iban ...." SIC

Las tallas más importantes eran: Oración del huerto, el Ecce Homo, y los Azotes, obras del escultor Pedro Hermoso de la iglesia de San Juan de Dios. El Santo Cristo de la Fé de una capilla de la parroquia de San Sebastián (2), obra del escultor don Ángel de Monasterio, N.S. en el sepulcro, de Santo Tomás y la Soledad que estaba en la iglesia de los PP de la Victoria, obra estimadísima del célebre Gaspar Becerra.

En abril de 1805 se publicó en el Diario de Madrid la Orden por la que se unificaban las diversas procesiones del Viernes Santo para evitar disturbios y conseguir un mayor recogimiento. La procesión debía de salir de Santo Tomás a las cuatro de la tarde con dirección al Palacio Real y regresar de nuevo antes del anochecer.

El orden de los pasos que se estableció era el siguiente:
- Primero - Oración del Huerto, del Gremio de los Hortelanos de la Capilla de Santa María de Gracia, en la plazuela de la Cebada.
- Segundo - Jesús atado a la Columna, de la Congregación de los Porteros de Vara de la Sala de Alcaldes, que se venera en la Iglesia de Carmelitas Calzados.
- Tercero - Jesús Nazareno del Convento de Trinitarios Descalzos.
- Cuarto - Santísimo Cristo de la Fe de la Iglesia Parroquial de San Sebastián.
- Quinto - Santo Sepulcro del Convento de Santo Tomás.
- Sexto - Soledad de María Santísima de la Capilla del Convento de Padres Mínimos de San Francisco de Paula.

En 1836 las procesiones del Viernes Santo que salían de Santo Tomás eran: Jesús Nazareno, de los Trinitarios Descalzos; el Santo Sepulcro, de los Predicadores; y la Soledad, de los Mínimos. Ese mismo día se cayó el paso del Santísimo Cristo de la Fe (obra de Ángel Monasterio), cerca de la puerta de Guadalajara a causa de un tumulto por la pelea entre un hombre y una mujer. A pesar de ir el Cristo de la Fe custodiado por la Guardia Nacional los costaleros perdieron el equilibrio y la talla se hizo pedazos.

Pero vayamos a la imaginería madrileña que recorría las calles entre 1900 y 1930, y qué mejor forma que verlo mediante las fotografías de la prensa y las fototecas. Como decíamos anteriormente la procesión se forma en la parroquia de San Ginés, en la calle Arenal, y partía en dirección a la Puerta del Sol. Daba la vuelta a la plaza, aunque hacia 1919 se acortó el recorrido para evitar trastornos a la circulación, torciendo directamente a la calle Mayor. Por ésta iban hasta el Palacio Real, donde pasaba delante de la Familia Real y discurría por la Plaza de la Armería. Finalmente tomaba la calle de Bailén para volver a su punto de partida en la calle Arenal.

El orden de los pasos venía marcado con el acontecer de los hechos de la crucifixión de Jesús (3):

La Santa Cena
Foto ABC - Año 1919

La Santa Cena a su paso por la Capitanía General en la calle Mayor. Foto: Mundo Gráfico. Año 1919.

Esta talla estaba en la Colegiata de San Isidro. Fue mandada hacer por Eugenio Alonso y Cuesta al famoso escultor Manuel Sánchez Araciel, como siempre copia de las tallas murcianas. Salió por primera vez en 1919, aunque con cierta premura pues hubo problemas con el transporte. Era la única imagen que desfilaba sobre ruedas debido a su peso, y además lo hacía de lado por la gran superficie de su base. Según algunas fuentes fue llevada al principio de la Guerra Civil a la Catedral de Ávila.

La oración en el huerto
Foto: Fototeca del Patrimonio Nacional. Fondo Moreno.

Era una talla del famoso escultor Pedro Antonio Hermoso, de finales del siglo XVIII. Pasó por diversas iglesias (San Juan de Dios y Santa Maria de Gracia) hasta acabar en la Colegiata de San Isidro. Fue quemada durante el incendio de la entonces Catedral de San Isidro.

El Prendimiento, o Beso de Judas
Fototeca Nacional.

El paso de "El Prendimiento" frente a la Familia Real en el Palacio de Oriente. Año 1919.

Fototeca diario ABC. Año 1911.

La primera vez que salió esta imagen fue en 1908. Se veneraba en la iglesia de San Millán y después en la de San Cayetano, y finalmente en la Colegiata de San Isidro. También era obra de Manuel Sánchez Araciel por encargo de Eugenio Alonso y Cuesta. Al igual que otros pasos fue trasladada a la Catedral de Ávila al iniciarse la Guerra Civil.

La flagelación o Jesús atado a una columna
La Flagelación transitando por la calle Mayor.

Los pasos de "El Prendimiento y "La Flagelación" en el Palacio Real. Foto: Mundo Gráfico. Año 1919.

La Flagelación era de la iglesia de San Salvador, y anteriormente de la Iglesia de los Carmelitas Calzados. Obra de don Pedro Antonio Hermoso, probablemente su tallado se remonta a principios del siglo XIX. Al menos salía en la procesión del Viernes Santo desde 1805. La imagen se perdió durante los bombardeos de la Guerra Civil.

Ecce Homo
El Ecce Homo

La talla del Ecce Homo vista de espaldas, en el margen izquierdo. Fototeca ABC. Año 1914.

"La Flagelación" y el "Ecce Homo" detrás a su paso por la calle Mayor.

Según todas las crónicas el Ecce Homo iba delante de "La Flagelación", pero en esta procesión de 1914 iba detrás. Se trataba de la figura de Cristo junto a un soldado y posiblemente alguno de los apóstoles. Al igual que la Flagelación era de Pedro Antonio Hermoso, por tanto muy antigua, y también se perdió en el bombardeo de la iglesia de San Nicolás.

La Caída
La Caída. Fototeca Nacional. Fondo Moreno.

La primera caída en el Palacio Real. Año 1920.

Estaba en la Colegiata de San Isidro. Era también conocida como "La primera caída", para diferenciarla de la siguiente talla. Poco más podemos añadir de ella. La talla se perdió cuando incendiaron la Colegiata al principio de la Guerra Civil.

La Caida (Segunda)
La Caída en la Iglesia de San Andrés. Año 1910.

La Caída en la Puerta del Sol. Mundo Gráfico. Año 1919.

La Caída en el Palacio Real. Año 1917.

La imagen pertenecía a la Iglesia de San Andrés. Salió por primera vez en 1910. Fue también obra de Araciel encargada por don Eugenio Alonso, basada en la imaginería murciana de Salzillo. Era unos de los pasos más espectaculares por su dramatismo y realismo. Según algunas fuentes, al igual que el Beso de Judas y la Santa Cena, fue llevada a la Catedral de Ávila al inicio de la Guerra Civil.

El encuentro con La Verónica
La Verónica. La Ilustración Española Americana. Año 1911.

La Verónica transitando por la calle Mayor camino del Palacio Real. Foto: Memoria de Madrid.

Pertenecía a la Colegiata de San Isidro, y nada más podemos añadir. Pereció en el incendio de 1936.

Jesús Nazareno o el Cristo de Medinaceli
Cristo de Medinaceli – Revista Nuevo Mundo – 1919 – Fuente: BNE.

Quizás la más famosa de las imágenes de la Semana Santa Madrileña, perteneciente a la Parroquia de Jesús de Medinaceli sigue hoy en día su gran devoción por esta talla. Para mayor información.

El Cristo de la Fe o de los Alabarderos
 El Cristo de los Alarbaderos pasando por la Puerta del Sol, esquina con la calle del Correo.

El Cristo de los Alabarderos por la calle Mayor.

En el Palacio Real. Año 1911.

En la Puerta del Sol. Año 1914.

La nueva talla de los Alabarderos en la calle Bailén. Año 2011. Foto: www.cristoalabarderos.es

El Cristo de los Alabarderos o de la Fe tenía su sede en la iglesia de San Sebastián. La Guardia Real protegió su salida desde 1753, de ahí su nombre de Cristo de los Alabarderos. Las fotografías en blanco y negro corresponden a la talla que hizo José Piqué Duart, tras caerse y romperse la anterior de José Monasterio en 1835. La imagen de Piqué se perdió en los bombardeos de la iglesia de San Sebastián en noviembre de 1936. En 2003 salió la nueva imagen realizada por Antonio Martínez Horche, recuperando así al Cristo de la Fe para la Semana Santa Madrileña. Más información.

El Santo Sepulcro, Jesús Yacente o la Santa Urna 
Jesús Yacente por la calle Mayor. Foto: Nuevo Mundo. Año 1899.

La Santa Urna en el Palacio Real. Año 1920.

La Santa Urna era de la iglesia de la Santa Cruz. Desapareció tras ser quemada la iglesia el día 20 de julio de 1936 y su posterior utilización como almacén de intendencia durante la Guerra Civil.

Nuestra Señora de La Soledad y Angustias
Talla de la Virgen de La Soledad. Fototeca Patrimonio Nacional, Fondo Moreno.

La Virgen de la Soledad de la Victoria.

Sin lugar a dudas la imagen con mayor arraigo en Madrid por su antigüedad. Obra de Gaspar Becerra estaba en un principio en el Convento de los Mínimos de la Victoria, junto a la Puerta del Sol. Cuando el convento fue derribado la imagen se trasladó a la Colegiata de San Isidro, y como el resto de imágenes de la Colegiata se quemó en el incendio a principios de la Guerra Civil.

La Dolorosa
Fototeca ABC. Año 1910.

La Dolorosa pertenecía a la capilla del Palacio Real. Su característica era que salía cuando la Procesión del Viernes Santo llegaba al Palacio Real, y entonces se unía y acompañaba a la procesión principal solo en el Patio de la Armería. La imagen fue un deseo de Isabel II y estaba vestida con objetos dados por la Familia Real. Su primera salida fue en 1910.
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Autor: Ricardo Márquez
En este blog también colabora José Manuel Seseña.

Otros artículos del blog de la Semana Santa madrileña:
La Semana Santa en España y su valor religioso, cultural y festivo - Por Anne Barcat
Semana Santa - Por José Manuel Seseña
La Semana Santa en Madrid - Por Marcos Quiroga
La Semana Santa en Madrid en los siglos XVI al XVIII - Por Ricardo Márquez

Notas:
1 - Semanario pintoresco (Año 1837).
2 - El Cristo de la Fé también era conocido como el de los Alabarderos.
3 - Además de las fotos expuestas en el artículo, hay otras más como un "descendimiento", pero que no hemos añadido pues muy posiblemente debían de tener salidas ocasionales.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Las cápsulas del tiempo (II)

Obelisco Fuente de la Castellana
Es obra Francisco Javier de Mariategui, levantado para conmemorar el tercer cumpleaños de la reina Isabel II, en el año 1833. En un principio tenía un pilón con dos esfinges como surtidores, y estaba ubicado en la actual Plaza de Emilio Castelar. En 1869 fue desmontado el pilón y llevadas las esfinges a la entrada del estanque del Retiro, quedando el obelisco en el centro de un pequeño parterre.


En 1914 fue trasladado a la Plaza de Manuel Becerra al colocar en su lugar la estatua de Emilio Castelar. De nuevo le pusieron un pilón, recobrando su condición de fuente. Finalmente, en 1969, fue trasladado al parque de la Arganzuela y se le hizo un gran pilón, que ha sido reducido a causa de las recientes obras de la M-30.

La primera piedra fue colocada el día 11 de Octubre de 1833, habiendo sido retrasada un día en señal de duelo por el fallecimiento de Fernando VII el día 29 del mes anterior. Por ello el acto fue hecho de una forma muy somera, sin música ni invitados.

La crónica sobre la cápsula dice así:

“Introdujéronse en una caja de cristal encerrada en otra de plomo los objetos siguientes: una Guía de forasteros, un almanaque, la Gaceta y el Diario del aquella fecha, la lista de los individuos del Ayuntamiento, un doblón de oro, un duro, una peseta, un real de plata, una pieza de dos cuartos, un cuarto y un octavo, todo con el cuño de 1833”.


Nos preguntamos donde estará la cápsula con tanto movimiento como ha tenido el obelisco, al igual que se lo preguntó la prensa en 1914 cuando se hizo el primer traslado.

Isabel II
Fue inaugurada el día 10 de octubre de 1850, en su lugar actual en la Plaza de Isabel II. Es obra de Piquer realizada en mármol. Debido a la premura en el proyecto, al carácter de la Reina y la inestabilidad política tan solo estuvo hasta Julio de 1851 en su emplazamiento, siendo trasladada al vestíbulo principal del Teatro Real. Como ocurrió con otras estatuas, de nuevo empezó la controversia sobre la ella entre las autoridades municipales y el gobierno.


Fue trasladada de nuevo al Palacio del Senado en 1878. Allí estuvo hasta Febrero del 1905, cuando fue definitivamente cedida al Ayuntamiento de Madrid y vuelta a poner en su primera ubicación. A la proclamación de la República en Abril de 1931, fue destruida. La estatua que podemos ver hoy en día es una réplica realizada en 1944.

De esta cápsula del tiempo si se tienen noticias recientes pues fue vista en la remodelación de la Plaza de Isabel II. En los diarios de 1850 encontramos la siguiente reseña:

“Se están ejecutando los trabajos del pedestal y ayer se colocó debajo de su primera piedra una caja de plomo que contenía la Gaceta y Diario del día, varias monedas del año, copia del acta de la ceremonia, y además un número del Heraldo del 16 de mayo, en el cual se publicó el pensamiento del señor Peral sobre la creación de este monumento, que tanta aceptación mereció y desde luego se ha llevado a cabo.”

Teniente Ruíz
Esta estatua fue levantada en honor del héroe Jacinto Ruiz y Mendoza, que defendió el cuartel de Monteleón junto a Daoíz y Velarde, durante el levantamiento del Dos de Mayo. La estatua fue hecha con cargo a una colecta entre los altos cargos del Ejército y del Gobierno, promovida por el General Martínez Campos en 1891. Se trata de una estatua de bronce del escultor Mariano Benlliure.


La estatua fue situada en el centro de la Plaza del Rey, y dice así la crónica de la colocación de la primera piedra para el pedestal, de marzo de 1891:

“.... Momentos después se procedió a firmar el acta que leyó el secretario, señor Ibáñez, y acto seguido se colocó en el centro del sillar una caja de plomo, conteniendo un número correspondiente al día citado, de la prensa oficial y de todos los periódicos diarios que en Madrid se publican, la lista de la suscripción abierta para erigir la estatua, que alcanza su importe total a 87.350 pesetas, varias monedas del reinado actual, un ejemplar de la obra del señor Berenguer, titulada “La guerra y el arte”, en la cual se habla del teniente Ruiz, la revista técnica de infantería y caballería y el acta levantada.


El señor Martínez Campos echó una paletada de cal, siguiendo...... Dicho pedestal, de forma octogonal, lleva tres clases de mármoles: la base es del negro procedente de Bilbao, sigue el cuerpo central de mármol rojo de Sigüenza y termina de bardillo traído de Italia.”


Lo más curioso es que la estatua fue trasladada de lugar dentro de la misma plaza en 1981, y después fue restaurada en 1994, incluido el pedestal, pero no fue localizada o mencionada la cápsula del tiempo.

Obras en la plaza del Rey – 1981. Diario ABC.
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Autor: Ricardo Márquez.
En este blog también colaboran: Ángel Caldito y José Manuel Seseña.

Fuentes:
BNE
http://www.monumentamadrid.es/

miércoles, 11 de agosto de 2010

El barrio de Portugalete – El arte como reivindicación.

El barrio de Portugalete pertenece al distrito de Hortaleza, y está al Suroeste del barrio de Canillas, lindando con la Ciudad Lineal. Sus fronteras son las calles Estrecho de Mesina y Silvano (Conde de Orgaz); Asura y Carril del Conde (Ciudad Lineal); calle Nápoles (Esperanza y poblado de Canillas).



Las principales vías de comunicación en la zona a principios del siglo XX eran el camino de la Cuerda, el camino de los Carros que enlazaba con el Carril del Conde y, sin lugar a dudas el más importante, el camino de Canillas a Madrid. Por supuesto que la construcción de la Ciudad Lineal fue el detonante para el crecimiento definitivo como ocurrió con muchos otros barrios. El arroyo de los Chopos tenía su nacimiento en la calle Ulises.


Estado de Carril del Conde. Año 1975 - Diario ABC.

Los terrenos pertenecían al marqués de Portugalete, quien los vendió en los años treinta del siglo pasado a familias obreras para construir pequeñas casas bajas con jardín. Esta circunstancia es la causa de que el barrio tenga una densidad de población muy baja. Un ejemplo de esta dispersión es que en la calle Belisana número 42 fue desmantelado en Enero de 1992 el zulo que utilizaba ETA para sus secuestros en Madrid. La pequeña parcela y el aislamientos de las viviendas lo hacían el lugar ideal.



Portugalete, al estar apenas sin urbanizar, conservó las pequeñas lomas naturales del terreno y tenía unas buenas vistas debido a su altitud. Todavía hoy podemos ver estos pequeños desniveles. Otra característica del barrio son sus calles estrechas. La única que se salía de esta tónica era la calle Nápoles, que es la más concurrida del barrio, debido a que se encuentra el Instituto de Educación Secundaria Conde de Orgaz, el metro de la Esperanza y es la frontera con otros barrios mucho más poblados como son La Esperanza y el Poblado de Canillas.


En el último cuarto del siglo XX se empezó a re-urbanizar el barrio, coincidiendo con la remodelación de la Ciudad Lineal y la prolongación de la línea 4 del metro. Se puso en uso la calle Silvano. Se cortó el principio de Carril del Conde en su confluencia con Arturo Soria para dar comienzo a la gran avenida del barrio (Ulises y Moscatelar) y acondicionar debidamente las bocas del metro de Arturo Soria.



Se han construido algunos bloques de viviendas, la mayoría de cuatro alturas; a excepción de la calle Moscatelar junto a Conde Orgaz que son torres mayores, y algún hotel de reciente construcción. También se han levantando muchos chalets nuevos.




En 1975 un grupo de artistas entre los que estaban: M. Manet, M. Troncoso, R. Bahora, Arcadio Blasco, Lucio Muñoz, Juan Genovés, Salvador Victoria, Alfredo Alcaín, José Vento, Guillermo Lledó, Paco Barón, Tino Calabuig, Francisco Alvarez, Soria, Orcajo, Duarte,...... decidieron hacer grandes murales en las paredes de las viviendas, acompañados estos de pequeños lemas o poesías.




Fueron ayudados en esta labor por los vecinos de barrio, sobre todo por los más pequeños que admiraban esas pinturas tan llamativas que se pintaban en las paredes blancas que dominaban el barrio.




El propósito de los murales era llamar la atención de los vecinos y autoridades, pues el barrio se encontraba en un estado lamentable de abandono, todavía en aquel entonces muchas calles sin alcantarillas, asfaltada solo la calle Nápoles, y un par de fuentes para el abastecimiento de agua. Para colmo se levantaba como una espada de Damocles un incierto plan urbanístico [1] de expansión hacía el Este desde Arturo Soria que amenazaba con dividir al barrio con grandes avenidas y el derribo de numerosas casas; así como con la recalificación de terrenos para levantar en altura, lo que estaba originando una gran especulación con los terrenos.



Finalmente se consiguió la redacción de un nuevo plan en 1980, y esta vez se contó con los vecinos. Aunque fue construida la calle Moscatelar con 2 carriles en ambos sentidos, se pusieron los semáforos y limitaciones de velocidad para que el barrio no quedará dividido.


Con la llegada de la democracia fueron pintados nuevos murales, como el Guernica de Pablo Picasso (año 1978), fuente: http://www.iberimagen.com/. Nuestro agradecimiento a Antonio por esta la información.

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Agradecimientos: A Rosim que nos facilitó fotos y nos dio la idea para el artículo.
Autor: Ricardo Márquez.
En este blog también colaboran: Angel Caldito y José Manuel Seseña.

Notas:
[1] Redactado en 1971.

Fuentes:
Revista Blanco y Negro.
Diario Abc.
Enciclopedia de Madrid Espasa Calpe (1979).
Memoria Migratoria de Hortaleza