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miércoles, 19 de diciembre de 2012

Kirk Douglas, Rita Hayworth - Misceláneas de rodajes en Madrid I



Hace unos días, alguien me preguntó: ¿Cómo era Kirk Douglas? ¿Le trataste en “La luz del fin del mundo”? ¡No sería tan borde como cuentas que era Charlton Heston!

No, no lo era, yo le conocí en los Estudios Moro de Madrid, allí montábamos la película de la cual era productor además de actor. Mi primer encuentro con él fue en la sala de proyección, un día que pidió ver parte de los rodajes hechos en la Costa Brava. Bert Bates, el montador  de la película, me pidió que le atendiera y estuviera con él en la sala, por sí necesitaba cualquier otra cosa de nosotros, el variopinto equipo de montaje.

En la foto está mi padre en el puente de la Cea. Se ve al fondo RCA,  un poco más detrás estuvo ubicado Estudios Moro posteriormente.

Entregué a los proyeccionistas las latas de película y me senté a esperar algo nerviosa por la categoría del mítico personaje que iba a conocer. El llegó puntual, acompañado de su esposa, yo me levanté de la butaca y salí a su encuentro:

- ¿Es usted la responsable de montaje?

Le dije que si

- Soy Kirk Douglas, mi mujer ...-dio su nombre- y usted... ¿Se llama?

-  Maria Luisa –contesté-

- Bien, encantado de conocerla  -yo si que estaba encantada de estrechar su mano-. Si está todo preparado, podemos empezar cuando quiera.

Año 1970. Con Kirk Douglas y el director Kevin Billington en el set, mi moviola y yo. Película: “The light of the end of the world".

Pulse el botón de “Adelante” que comunicaba con la cabina de proyección y aquello se puso en marcha. Visualizamos unos cuantos rollos de película recién rodada y algunas secuencias que ya tenían hecho el primer montaje. Cuando terminó todo y se encendió la luz, se acercó a la mesa donde tomamos notas, me dio la mano y las gracias y se fueron. Unos días más tarde tuve ocasión de volver a tratarle, rodaban interiores en el estudio y de dirección, pidieron una moviola para el plató y la película con las secuencias ya filmadas que deberían coincidir con las que se rodaban en el momento. Y también me tocó a mi estar en este trabajo con la moviola. Fue entonces cuando alguien tiró una foto en la que están  Kirk Douglas, Kevin Billington (director) y servidora. Los días que estuve en el set siempre fue muy amable y nunca olvidaba mi nombre (cosa rara en este tipo de famoso). Más tarde me dio un afiche de la película con su autógrafo, dándome las gracias por mi trabajo. ¡Y sin haberlo pedido!.

Aflche de la película firmado por Kirk Douglas

Resumiendo, al amigo que me hizo la pregunta de cómo era, mi respuesta fué: ¡Un encanto de persona! Esto nunca lo diría de Yul Bryner, que estaba también en la película, y tenia fama de ser bastante borde, al menos, eso decían de él todo el que por alguna razón se había cruzado en su camino. ¡Y fueron bastantes!

-.-.-


Allá por el 61, estábamos montando en Sevilla Films “El ultimo chantaje” (The oldest confessión). El montador era Oswald Hafenrichter y por parte española estaba Juan Serra, montador, y dos ayudantes: Magda y yo.

Los actores principales: Rex Harrison y Rita Hayworth. En esta película el productor era el marido número no sé cuantos de Rita, James Hill.

A estos famosos  actores, los encontrábamos habitualmente en el pase de proyección de lo rodado el día anterior, pero no tuvimos gran trato directo con ellos. A Rex Harrison le veíamos comer siempre solo en el restaurante del estudio, normalmente cuando nosotros llegábamos él estaba en los postres, y siempre miraba hacia el plato para no saludar, con lo cual todos le ignorábamos tal como quería. Los camareros nos decían que era antipático, engreído y elitista. ¡Y por Dios, que era cierto!

Rita solía irse con su marido y otros compañeros a Maite Conmodore, que entonces estaba un poco mas abajo de la Plaza del Perú y por tanto cerca de los estudios,  Rex no se apuntaba. Este restaurante era muy popular entre la gente de cine y era el mejor que había en  la zona comprendida entre los estudios Chamartín (Buñuel ahora) y Sevilla Films (Alcampo actualmente).

Era verano y durante las vacaciones del colegio vino a pasar un tiempo con su madre Yasmina Khan, la hija de Ali Khan y Rita, entonces la niña tendría unos doce años. Era una chiquilla larguirucha y, de momento, nada atractiva. La recuerdo jugando en el jardín de nuestro montaje, cuando se aburría de estar con su madre. También participó en uno de los rodajes en el museo del Prado. Eran unos planos de un grupo de turistas visitando el museo y ella iba con Rita. Se la ve en la película fugazmente.


En montaje, no teníamos grandes problemas y nuestra vida trascurría placida, hasta que un día se cargaron al montador. No, no le mataron, le enviaron de vuelta a Inglaterra porque no gustaba como iba montando la película. Estas cosas son siempre desagradables para el que se va y también  disgusta a los que se quedan, pues al ser mini-equipos, trabajando juntos muchas horas a diario, normalmente se crean buenas amistades y claro, decir adiós al jefe porque le echan... resulta fuerte. Vino otro montador, Russ Lloyd, Serra ya había trabajado con él y bueno, nos hicimos al actual y pasamos página. No recuerdo cuantas semanas duró el rodaje, pero terminó, y solo quedamos nosotros trabajando otras cuantas semanas para tener un primer montaje bastante organizado, ya que hubo que deshacer todo lo montado anteriormente y rehacerlo.

Montador (mas tarde defenestrado) Hafenrichter, ayudantes Magda , Marisa y Juan Serra (comontador).

Mientras, producción fue cerrando pagos a los estudios y a proveedores varios. Al final  éramos tan pocos que a la hora de la comida se reunía con nosotros el contable de la película para no estar solo. Este hombre llevaba la producción y cualquier cosa que tuviera que ver con montaje nos lo tenia que resolver, él estaría hasta que termináramos la parte del trabajo que se hacía en Madrid. Este “contable” (de cuentas) nos “contó” (de cotilleo) lo que sigue, mientras comíamos un día cualquiera. Aquella mañana acababa de recibir un telegrama desde U.S A. (entonces se comunicaba la gente de este modo),  dirigido a producción, al ser el único responsable que quedaba en la oficina lo abrió y leyó, era de Rita Hayworth a su marido, decía algo como esto: “Cariño, supongo que te habrás enterado por los periódicos que me estoy  divorciando de ti, cuando regreses  hablamos con los abogados. Love you”


Hace cincuenta años, estas cosas, aquí en España, no las habíamos oído nunca y francamente, nos pareció bastante peculiar y expeditivo este modo de terminar un matrimonio. ¿O no?
-.-.-

Autora: Maria Luisa Pino.

En este artículo han colaboran: Angel Caldito, José Manuel Seseña y Ricardo Márquez.

martes, 10 de abril de 2012

Los Estudios de cine y sus jardines II


Exterior de los Estudios Sevilla Films. Puerta principal y zona acotada que llega a Plaza del Perú.

Los estudios Sevilla Films estaban ubicados en Pio XII. Sus terrenos empezaban en la gasolinera que hoy día está pegada a “Alcampo”, y llegaban hasta la Plaza del Perú. Eran enormes, o al menos es lo que me parecían a mí... claro que después de haber visitado los Estudios de Hoollywood, ya nada te parece grandioso (en la Universal tienen mas de treinta platós). De cualquier modo los de aquí, tenían un encanto diferente, lejos de la masificación de los de Los Ángeles.

Interior de los Estudios Sevilla Films

Sevilla Films tenía cinco o seis sets de rodaje, tres salas de proyección, y todos los departamentos habituales de los grandes estudios. Los montajes estaban ubicados a la espalda de los platós, en pleno campo, y eran una especie de chalecitos, separados entre sí por parcelas individuales, aislados, para evitar el riesgo de fuego y que siempre fue una pesadilla hasta que la película dejó de ser inflamable. Por esto, en los jardines de los montajes había una especie de bunker bajo tierra, donde guardábamos el negativo de las películas.

A mí me gustaba trabajar allí un montón, pues cuando el tiempo era bueno, usábamos estos jardines a nuestro antojo, a la hora del bocadillo, a veces de la comida y en nuestras charlas con los compañeros de los otros montajes. Solo había un pequeño problema; los w.c. estaban  muy lejos de “nuestras casitas” por lo que más de una vez y por falta de tiempo, no había más remedio que dejar el pis entre las plantas del lugar, y las chicas siempre nos teníamos que hacer acompañar de alguna colega para vigilar si venía alguien cuando estábamos en medio de aquello. Aquí, en una ocasión, también les puse a hacer pipí a los niños de un director muy conocido.

Era Domingo, y estábamos trabajando porque la película  tenía prisas como siempre. José María Forqué trajo a sus hijos a pasar el día con nosotros, y cuando la niña empezó con lo de “que no aguanto, que me lo hago”  tuve que convencerla con gran trabajo, de que el lugar ideal para hacerlo, era sin duda entre las flores del jardín de nuestro  montaje ¡Y le encantó! Y quedó fascinada al ver como las hormigas se ponían a salvo nadando como locas para evitar la catástrofe.

Verónica es hoy una conocida actriz, y hace unos años (estando yo en Efectos Especiales) tuvimos que hacerle un trabajo de una  prótesis, en nuestro estudio taller de Paracuellos, y al igual que pasó con Carmen Sevilla, tuve ocasión de charlar con ella, le conté que en mi época de montaje había trabajado con su padre en varias películas, pero me quedé con las ganas de preguntarle si recordaba aquel episodio de su niñez.

En otro momento de mi aprendizaje y en estos Estudios, mi jefe, Julio Peña, su primer ayudante José Luis Matesanz y yo misma, estuvimos trabajando varios meses en “Los quince misterios del rosario” (1).

Padre Patrick Peyton (1909-2009)

Esta serie era un encargo del padre Peyton, creador de la cruzada de rezar el rosario en familia. Había un sacerdote americano que llevaba todo lo referente a la producción de la película, y también se ocupaba de que el ejemplo de orar cundiera entre todos, y para ello, diariamente, a las cinco de la tarde cortaba el rodaje, para rezar el rosario, obligando de este modo a que todo el equipo participara de este. Muchos o algunos, al cabo del tiempo, estaban mas bien hartos de las oraciones, pero no había modo de escapar, y aunque no era exigido lo del rezo, el que se largaba del plató, de algún modo se señalaba. Con lo cual, era un poema ver a todos los técnicos, actores, eléctricos, etc. rezando el rosario cada tarde.

Decorado de Jerusalén

Nosotros, los de montaje, al estar alejados del rodaje, nunca tuvimos ese problema y en cambio, sí recibíamos en esas horas mas visitas de lo habitual, de técnicos o actores, que buscando excusas decían que venían a controlar algún plano en la moviola.

Por otras razones, quien nos visitaba a menudo era La Virgen María(2). Sí, no estoy de broma, venía casi de diario. Ella, en su versión joven en la serie, era una chica de Murcia (creo recordar), a la que habían escogido para el papel entre varias candidatas. No era actriz, era tímida y se encontraba mas a gusto con nosotros en montaje que con el resto del equipo, hicimos amistad y José Luis (el primer ayudante de montaje) y ella, se llegaron a enamorar. Esto duró unos meses, puede que un año. Regresó a su ciudad, siguieron tonteando por un tiempo, hasta que se diluyó todo. Creo que nunca intentó seguir en este mundillo.

Un día vino el padre Peytton  en persona a Sevilla Films. A mí me lo presentaron en  los jardines, cerca de los montajes. Me hizo una gran ilusión conocerle. Fue muy agradable, y me regaló un rosario pulsera de cuentas azules, yo se lo agradecí, e intenté hacer una reverencia y al tiempo besarle la mano, tal como nos enseñaban en el colegio en aquel entonces. Él no lo permitió, tiró de mi mano y me alzó bendiciéndome. Me pareció un hombre diferente, con un algo especial, que trasmitía paz. Después de muchos años solo una vez, he vuelto a tener esa sensación y fue con Vicente Ferrer, en India.

En estos montajes, de Sevilla Films, ví a Charlton Heston por primera vez, estaba rodando “El Cid”.
Vídeo sobre el rodaje de "El Cid"

No recuerdo que película española montábamos, si sé que era verano y hacía una temperatura excelente. Salgo al jardín y me quedo de piedra cuando me encuentro con él, sentado cerca de  la puerta de mi montaje, comiendo un huevo cocido y una ensalada. Farfullé una especie de “Good morning”, él ni me contestó y siguió comiendo, allí, en mi territorio... Al día siguiente, lo mismo, y al otro también. Durante varios días y cuando cortaban el rodaje para el almuerzo, él se ponía en la cola de las comidas que daban a los extras, cogía el picnic de ellos y se olvidaba de ir a comer con sus compañeros a “Maite Conmodore” que era donde iban los otros actores. Así se ahorraba las dietas de la comida. Se decía que era muy tacaño.

Uno de los días que estaba utilizando “mi jardín” reuní fuerzas y decidí pedirle un autógrafo. Me acerqué a él y en lo que yo pensaba que era inglés, se lo pedí, supongo que no me entendió en absoluto y según su costumbre, tampoco me contestó. Le odié, y nunca mas volví a mirarle. A partir de aquel día dejó de existir para mí.

Diez años mas tarde, en 1972, le volví a encontrar en los Estudios Moro de Ciudad Lineal, rodábamos “Marco Antonio y Cleopatra”(3). Yo le seguía odiando, y lo peor es que en esta película, era director, actor y creo que co-productor y no había mas remedio que hablar con él, y mucho.

Cartel de Marco Antonio y Cleopatra

Yo estaba en esta peli, trabajando con dos montadores ingleses, y para entonces creo que mi inglés había mejorado bastante. Al cabo de varias semanas en Madrid, la película se trasladaba a rodar a Almería, todo el equipo, incluidos nosotros. Unos días antes del viaje, los montadores ingleses se largaron a Almería para ir haciendo turismo y buscar buen hotel para ellos. Me dejaron unos días sola a cargo del departamento y para estar presente, en el pase diario de la película que se rueda el día anterior, y que siempre se controla en la sala de proyección con el director y parte del equipo.

Y el tonto este va, y ahora quiere hablar conmigo. Me explico: En la sala de proyección siempre hay una mesita como un pupitre, con una pequeña luz, aquí alguien de montaje se sienta para tomar notas de lo que el director diga referente a lo que se está viendo. Según se visualiza lo rodado, habitualmente suele decir que toma de que plano prefiere (siempre hay muchas repeticiones y hay que seleccionar) y en algunos casos también dice, si le gusta solo un trozo de tal toma y otro de tal otra, y cuando hilan muy fino, pues te dicen cosas como “Tal frase la quiero de la toma dos y la que sigue de la toma cuatro y cuando estornuda le quiero en el plano general”, y tonterías similares.

Pues bien, a este le da por soltar todo lo que le viene en gana (que era mucho) sobre como quería que se montara lo que estábamos viendo. Para entonces ya he dicho que mi inglés había mejorado, pero no tanto como para poder tomar nota de todo lo que decía, con su enrevesado acento yankie y a toda pastilla. Pero yo ya tenía muchas horas de vuelo y aunque estaba un poquito acojonada, le dije a todas las paridas que soltó:  “YES,  O.K. and RIGHT”.

No me corté un pelo, y me puse a escribir en el cuaderno de montaje las notas que el dictaba. Eso naturalmente es lo que se supone que debía hacer, pero no, yo no apuntaba nada, porque apenas entendí un treinta por ciento de lo que decía. Ochoa y Eva (ayudante de dirección y secretaria de rodaje), me miraban perplejos, y me preguntaron bajito si necesitaba ayuda, ellos sabían que era imposible seguirle. Les dije que no, que gracias.

Yo contaba con que el problema lo resolvería el montador, ¿por qué?. Pues en mis años de experiencia, ya había visto muchas veces que cuando alguien es un novato, y este era el caso, siempre les gusta decir al milímetro lo que creen que es mejor, aunque no tengan ni idea. Pero para arreglar “sus” entuertos está el montador, que es el que sabe. Debo decir que un buen montador puede salvar una película del fracaso, y conseguir que algo mediocre, se pueda ver y hasta tenga éxito, por el contrario un mal montaje la puede arruinar.

Heston y Hildergard en un fotograma de la película

Y así fue, ya estando en Almería le conté al montador lo que había pasado y se hizo lo que este quiso, para eso era quien dominaba el arte de montar películas. Y el “otro” ni se enteró.

Aun así, a Heston, sí que hubo que hacerle caso a la hora de montar una secuencia con un dialogo picado entre él y Cleopatra. Insistía en que se pusieran más planos “suyos” y más largos de duración que de “ella”. O sea, el tenía que chupar más cámara. La razón que daba, era que su oponente, no aguantaba un primer plano largo tiempo y en cuanto torcía los ojos, irremediablemente había que pasar a contra plano de él. Era cierto, no había mas posibilidad que cambiar de plano a pesar de dejar descompensada la secuencia  poniendo mayoría de los de Heston.

Siempre he pensado que esa fue una de las razones por las cuales eligió a Hildergarde Neil, para esa película, muy buena actriz, pero algo bizca. Con lo cual, él en la pantalla, tenía asegurada su  omnipresencia.


Caravana en Almería .Interior sala de montaje y de proyección.

En Almería, montaje estaba instalado en un enorme camión rulote de dos pisos, que trajeron  desde Inglaterra, y que nos aparcaban siempre cerca del lugar de rodaje. En el piso de arriba estábamos nosotros con nuestras moviolas y cajas de película y en el primero (entreplanta)  maquillaje.

Allí veía de diario como le ponían “guapo”. Como mimaban y colocaban “su pelo” . Porque el Sr. Heston ¡Llevaba siempre un aplique capilar! Dentro y fuera del rodaje.

Por cierto, al contrario de mis segundos encuentros con Carmen Sevilla y también con Verónica Forqué, nunca me quedé con las ganas de recordarle a Charlton Heston, el que una vez, en los jardines de Sevilla Films, yo le había pedido un autógrafo.

Ha habido otros jardines maravillosos en mi vida, como los de los Estudios Bavaria de Munich. Allí rodamos durante mas de un año “La historia Interminable I” y tres años mas tarde la ”II” y... ¡Ocurrieron tantas cosas!

 También me he metido en unos cuantos jardines. Claro que eso sin duda.
¡Son otras historias!
-.-.-

Autora: Maria Luisa Pino
En este artículo han colaborado: Angel Caldito, José Manuel Seseña y Ricardo Márquez.

Notas:
1- Los Quince Misterios del Rosario, fue una producción realizada por el Padre Patrick Peyton, con la intención de fomentar y promover el rezo del Santo Rosario en el mundo. Se escenificó de manera cinematográfica los 15 Misterios del Santo Rosario. Fue filmada totalmente en España en el año de 1957.  Enlace Youtube: http://www.youtube.com/watch?v=MLrxBiiCrNg

2- El papel de La Virgen fue interpretado por la murciana Dolores Cantabella en su única participación cinematográfica.

3-Marco Antonio y Cleopatra, fue dirigida por Charlton Heston en 1972 y en ella actuaron, Charlton Heston, Hildegarde Neil, John Castle, Eric Porter, Fernando Rey y Carmen Sevilla.
SINOPSIS: Cuatro años después del asesinato de Julio César, Roma está regida por un triunvirato: Marco Antonio, Lépido y Octavio. Durante una campaña militar al norte de África, Marco Antonio conoce a Cleopatra y se enamora de ella, olvidándose de que su hermano Lucio y su esposa, Fulvia, han sido expulsados de Italia. Pero Octavio planea unir en matrimonio a Marco Antonio con su hermana Octavia, y no está de acuerdo con las relaciones que éste mantiene con Cleopatra. Adaptación de la obra homónima de William Shakespeare, llevada a la pantalla grande por Charlton Heston (ganador de un Oscar  por Ben-Hur), en su debut como director y guionista, fue protagonizada por el mismo.

martes, 13 de marzo de 2012

Los estudios de cine y sus jardines I

En los estudios CEA, de Madrid, papá contaba que...


Pasaban muchas cosas, y las más peregrinas, posiblemente por ser  lejanas en el tiempo eran las más curiosas, como cuando...

En los albores del cine español, allá por el año 36, en los estudios CEA se rodaba “Morena Clara” dirigía Florian Rey y su mujer, Imperio Argentina, era la protagonista. Entonces había problemas con la electricidad; la luz se iba y venía a su antojo y muchas veces había que rodar por las noches  cuando el suministro eléctrico era más estable. Una de esas noches que estaban trabajando, en el decorado había colgados unos cuantos jamones y chorizos como parte de la ambientación y ocurrió que estando en medio de la preparación de un plano,  la luz se fue. Al cabo de  unos diez minutos volvió la electricidad, pero la decoración ya no era la misma y no tenía continuidad de escenas con lo rodado anteriormente. Los jamones y los chorizos habían desaparecido y no los localizaron nunca mas...

Imperio Argentina en “Morena Clara”

Era una época en la que había bastante necesidad y la vista de las viandas fue  una tentación imposible de evitar. Aquella noche hubo que suspender el rodaje hasta el día siguiente, que se reanudó después de comprar nuevamente los embutidos.

Este inconveniente con  la electricidad se alargó en el tiempo ya que siguió así, después de la guerra, durante años, porque había restricciones. Por ello, era perfectamente normal que además de los rodajes, también los equipos de montadores, que no tenían por qué hacer los mismos horarios, también trabajaran durante la noche, especialmente cuando había que terminar con prisas, el montaje y la sonorización de cualquier película. Esto de las prisas siempre ha sido, es y será  inherente al mundo cinematográfico, ya que cuando se finaliza una película, el productor deja de tener empleados y por tanto, no hay más sueldos que pagar...

Volviendo a aquellos tiempos...El Sr. Pino contaba que en 1948, vino Jorge Negrete a rodar “ Jalisco canta en Sevilla”. El revuelo que se organizó en las inmediaciones de los Estudios CEA, de lo que hoy día llamaríamos “fenómeno fan” fue tremendo. Las mujeres enloquecidas lo medio desnudaron en Arturo Soria, justo antes de entrar a los estudios, los cuales tuvieron que cerrar a cal y canto para que no lo ¿violaran?. Aparentemente, en su paroxismo, llegaron a  arrancarle  los botones de la (con perdón) bragueta.

En esta película tenía un papel Carmen Sevilla, que era entonces una joven actriz  de la cual mi padre estaba enamorado, o al menos eso es lo que parecía, pues siempre estaba hablando de ella...Con el tiempo, y siendo yo una niñita, me la  presentó en los jardines de los estudios CEA. Yo la miré embobada desde mi pequeñez, y empujada por mi padre, aproveché para pedirle una foto, que ella me dió  con su autógrafo. La foto la perdí hace tiempo, pero recuerdo perfectamente que estaba  ¡tan guapa! envuelta solamente en un mantón de Manila... Era una foto sexy en aquella época.

Carmen Sevilla y Jorge Negrete en  “Jalisco canta en Sevilla”

Curiosamente, hace unos años, cuando Carmen presentaba “El cuponcito” estuve charlando con ella. Estábamos en Tele 5, los antiguos Estudios Roma, en la sala de maquillaje, ella estaba esperando a que la llamaran al plató; yo, que entonces trabajaba en efectos especiales, había terminado la caracterización de algún famoso. A Carmen le interesó nuestro trabajo, insinuó que le encantaría que le hicieran alguna vez una trasformación y preguntó sobre las dificultades, etc...Se lo expliqué, un poco por encima, pero me quedé con  ganas de decirle también, que ella había sido el amor platónico de mi padre, y que muchos años atrás, a la salida del colegio, me había dado una foto y un beso, y que en aquel entonces estaba   rodando en la  CEA “El sueño de Andalucía”...

En el año 56 llegó a Madrid, Brigitte Bardot . En los estudios rodaban los interiores de “Los joyeros del claro de luna”, los exteriores los harían más tarde en Torremolinos. El impacto de su presencia, entre los españolitos de entonces, fue total. A pesar de ser gente de cine (a los que se suponía “más modernos”), quienes tuvieron la suerte de conocerla en vivo y en directo, papá contaba y no paraba, de la impresión que causó a todos ellos. Y no era para menos.

Fotograma de “Los joyeros del claro de luna” con  B.B. y Stephen Boyd

En la CEA había una piscina para uso exclusivo de las películas que por cualquier circunstancia tuvieran que utilizarla; estaba pensada para rodar planos bajo el agua y para ello contaba con un cuartito anexo   a dos metros de profundidad y al que se bajaba por una escalerita; un vidrio dividía el pequeño recinto de la piscina y desde aquí se rodaba lo que ocurría bajo el agua. Pero en este caso no se utilizó  para este fin.  Era verano, hacía calor y a B.B. se le antojó bañarse en la piscina.

Nadie se lo podía negar y hubo que limpiar y cambiar el agua para dejarla en condiciones de uso. Cuando todo estuvo más o menos en orden, “Ella”, llegó  envuelta en un albornoz, y decidió tomar el sol español, que era radiante, y perfecto. Se quitó el albornoz  y se tumbó en las baldosas, ¡ TOTALMENTE DESNUDA!.

Y de esta guisa siguió tomando el sol  diariamente. Solo había un pequeño detalle que no debo omitir. Parece ser que llevaba una especie de triangulo de “esparadrapo” (así lo definía papá) puesto “ahí” y nada más.

La piscina de los estudios CEA

Sin duda, fue una precursora de lo que más tarde sería llamado “tanga”. Pero para aquel entonces, aquello fue muy fuerte y los días o semanas que duró, fueron los de más movimiento que se recuerda de personas (hombres) yendo de un lado al otro de los jardines del estudio sin motivo aparente, y en sus pasadas por la orilla de la piscina, ocurría que a alguno se le torcía un pie, al otro se le caía lo que llevaba en las manos, los carpinteros perdían las herramientas entre las plantas y otros esperaban a alguien que nunca llegaba, mirando el reloj...Y todos, absolutamente todos, marchaban despaaaaaacio hacia ningún lugar. 

Mitad derecha de los estudios. Al fondo el restaurante, a la derecha: entrada a recepción; siguiente puerta: botiquín de urgencias; últimas dos puertas; sala y cabina de proyección. Segundo piso: salas de decoración que anteriormente fueron montajes. Al otro lado (izquierda) estaban los despachos del estudio. Justo esta foto recoge la mitad de los edificios de CEA.

Los que hemos conocido los Estudios CEA, (en mi caso desde que nací)  nos podemos dar perfecta cuenta del trasiego extra que por motivo de B.B. había en aquel jardín y todo ello sin que despertara muchas sospechas, puesto que para  ir a los platós se pasaba por el jardín, también para ir al restaurante y a las salas de proyección, a decoración, oficinas, etc. Y la piscina, estaba allí, en medio de todo...para gozo ( en este caso) de los españolitos de aquellos años.

Pino (decoración) L. de la Peña (dirección) Eustaquio y Arnall (sonido)

En esta piscina, y en un invierno de los de antes, que cuando nevaba lo hacía durante días y días, una tarde noche alguien tomó un buen baño muy  a su pesar. Era un extranjero que junto con otros cuantos, habían visitado los estudios para decidir si les convenía alquilarlos, para el rodaje de la película que tenían en preparación. La luz ya era escasa y este hombre (según contaba mas tarde) pensó que aquello era una pista de patinaje y quiso probarla. A los pocos pasos el hielo que cubría la superficie se abrió tragándose al inconsciente. Lo “pescaron” entre varios después de pasar grandes apuros...

A un lado de los jardines, en el margen derecho, había un edificio de dos plantas. En la de arriba estuvieron ubicados las salas de montaje hasta finales de los cincuenta,  justo encima de una sala de proyección, de la enfermería y de una de las tres entradas a los estudios, más tarde, y por motivo del ultimo incendio (la película era altamente inflamable) decidieron trasladarlos detrás de los edificios principales, a una zona alejada  lindando con el campo. En este ultimo fuego hubo heridos  y mas de una pierna rota, de las montadoras que no tuvieron más opción que la de  arrojarse a los jardines para huir del violento incendio.

No recuerdo aquel acontecimiento, solo lo conozco  a través de lo que contaban mis padres, y también por una prima mía montadora que estaba allí, con lo cual, a mí este jardín siempre me ha producido buenas vibraciones y preciosos recuerdos, puesto que desde que tenía dos o tres años  robé las flores de sus macizos para ponérmelas en el pelo, he correteado por allí y hasta me he bañado en la piscina algún domingo que otro, cuando el estudio estaba cerrado al trabajo diario.

Mamá y sus niñas en los jardines de CEA      
Los Pinos vestidos de salmantinos. En la entrada del restaurante de los estudios

Aprovechando un decorado bonito

Luego estaba lo de mi primera comunión, las fotos me las hizo en estos jardines el Sr. Novoa, fotógrafo de CEA, y allí estoy, tan modosita, con carita de niña buena...y con mi vestido blanco de tercer uso, ya que primero había sido de mi hermana, luego de una prima y por último, lo llevé yo, con unas flores que fueron añadidas a la falda para que pareciera otro. Solo así, dejé de protestar por aquellas herencias que teníamos las pequeñas...También me hicieron fotos de aquel “evento” en un decorado interior, un salón fastuoso de no se qué película...Y las de toda la familia vestidos con trajes regionales, que nos prestaban del guardarropa del Estudio y que Novoa de nuevo nos hacía buscando el mejor lugar del jardín.

Aquí además, los empleados de la CEA, se ponían de acuerdo, sobre cuando hacer la  próxima excursión por la sierra y alrededores de Madrid y cuantos íbamos a ser. Se esperaba a que el autobús del Estudio no tuviera ningún rodaje de exteriores y si estaba libre, la dirección lo prestaba a sus trabajadores y familiares los días festivos.  Desde este lugar salían los padres “currantes” con toda la chiquillería (entre las que estábamos mi hermana y yo) a la excursión prevista. Eran unos tiempos, los cincuenta, en los que estas cosas eran muy valoradas, ya que nadie o casi nadie disponía de coche propio y no era usual tener este tipo de privilegios.

De excursión  en algún lugar de la sierra madrileña                                                                                   

Jugando a la gallinita ciega

             La hora de la tortilla y los filetes empanados y por supuesto la bota de vino

También en estos jardines, los técnicos y artistas se topaban unos con otros, pues ocurría que se podían estar rodando dos o tres películas al mismo tiempo, y se hacían corrillos y se hablaba de cómo iban los rodajes  etc. En aquel entonces, los que pertenecían al mundo peliculero, eran como una gran familia y cuando se encontraban, solían cambiar impresiones, e información de cuando comenzaba a rodarse tal o cual película, quien era la productora, etc y así se enlazaban los trabajos actuales con los siguientes.

Con los años, este jardín siguió estando presente en mi vida.  Allí papá me presentó al montador que aceptaba tenerme de aprendiz de montaje. Y también allí, aquella mañana, justo antes de conocer al que sería mi jefe, el director del estudio, Lucas de la
Peña, me susurró al oído que se me caían las medias, y que me las debía estirar antes de que me presentaran a nadie. ¡Yo acababa de dejar los calcetines en casa y me estrenaba con esto de las medias!...

Mas tarde, mi primer contrato real como auxiliar de montaje, me lo ofrecieron allí también. Yo estaba trabajando para Julio Peña, montador, sin contrato, cosa normal en aquellos tiempos, y pasaba por los jardines cargada de cajas de película que llevaba a la sala de montaje, un jefe de producción  me paró y preguntó cuanto estaba ganando a la semana en aquel momento, y me dijo que él, me daría cien pesetas mas, si me incorporaba a su película. Buscaba alguien para ayudar al equipo italiano de “El coloso de Rodas”. Lo consulté con mi actual montador y este me dejó marchar sin mayor problema, era amigo de Manolo Pérez y todos se ayudaban. Como dije anteriormente, en estos jardines  se encontraba trabajo sin buscarlo.

Rafael Gil (director) dando instrucciones a un romano en la película “El beso de Judas”

Plantel de figuración de “Lola Montes”.  Año 1944. Foto del libro: "Los estudios cinematográficos españoles”, de Jesús García de Dueñas y Jorge Gorostiza. 
Ha habido otros jardines de Estudios de cine en mi vida, pero ninguno con el sabor y el bullicio de los de la CEA. Si acaso, los segundos que recuerdo con cariño eran los de Sevilla Films.

Pero eso ... Será la historia siguiente.
-.-.-

Autora: Maria Luisa Pino 
En este artículo han colaborado: Angel Caldito, José Manuel Seseña y Ricardo Márquez.

Notas:
-Los joyeros del claro de luna, cuyo título original francés es Les Bijoutiers du clair de lune, 1958
Dirigida por Roger Vadim, marido de Brigitte Bardot y posteriormente de Jane Fonda.
Algunos actores españoles aparecen en papeles secundarios como Fernando Rey, José Nieto, Maruchi Fresno, Xan Das Bolas y José María Tasso.
Argumento:
Ursula, (Brigitte Bardot)  viaja desde el convento  francés donde había sido educada para iniciar una nueva vida en el sur de España, con su tío el Conde Ribera y su tía Florentina. A su llegada se topa con una tragedia: Lamberto, (Stephen Boyd),  un joven del pueblo, convencido de la responsabilidad del conde en la muerte de su hermana, se debate con  él y finalmente lo mata en una pelea, viéndose obligado a huir del pueblo. Ursula, cautivada por la belleza y la fuerza de Lamberto le sigue en su huida.
Paradójicamente la censura permitió el rodaje del film en Torremolinos y otros lugares, pero prohibió su exhibición en España, donde permanece inédita.
-Morena Clara, 1936
Dirigida por Florian Rey- cuyo verdadero nombre era Antonio Martínez del Castillo-.
Argumento:
Tras ser sospechosos del robo de un jamón, los hermanos Trini y Regalito, gitanos, son llevados ante la audiencia de Sevilla. Allí serán acusados por un severo fiscal que, sin embargo, no podrá evitar enamorarse de la guapa joven.
Es curiosa la coincidencia que nos relata Maria Luisa con el argumento del film.
En esta producción, en los títulos de crédito, aparecen el fotográfo-foto fija Manuel Novoa y el dibujante-rotulista José Pino.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Primera película sonora española - Primera parte.


En 1928 se produce en Madrid el encuentro de dos personajes que se convertirían con el tiempo en historia del cine español: el director Francisco Elías Riquelme, nacido en Huelva y el exhibidor Feliciano Manuel Vítores, nacido en Belorado (Burgos).

Francisco Elías Riquelme

Carromato que transportaba la pesada cámara (era la única forma de mover la cámara, por eso las escenas son fijas) . De derecha a izquierda: El productor Feliciano Vítores, el operador Tomás Duch, el director Francisco Elías, Adolfo Aznar (visitante ocasional y director de cine) y el actor Jack Castello (Jesús Movellán).

Jesús Movellán Varela (Jack Castello).


El exhibidor ambulante que recorría España con películas sonoras y que tenía en exclusiva la patente en España de Fonofilm [1] de Lee De Forest, pensó en realizar la primera película hablada en español. La película era El misterio de la Puerta del Sol, se rodó entre septiembre y noviembre de 1929, con los siguientes actores: Juan de Orduña (posteriormente realizador de cine), Teresa Penella y Anita Moreno, entre otros.
 Máquina de grabación de sonido.


Se rodó en Madrid, entre los siguientes lugares, Gran Vía, Puerta del Sol, patio del Caserón de Vítores en La Ciudad Lineal y en los Talleres de los periódicos El Heraldo de Madrid y El Liberal. Contenía algunas escenas coloreadas y al final de la película se podía ver una vista aérea del Madrid de 1929, se rodó en condiciones técnicas desastrosas.

Puerta del Caserón de Vítores, Ciudad Lineal(Madrid)

El sistema que se utilizó fue el Fonofilm de Lee De Forest, debido al enorme peso de la cámara no permitía desplazarla más que en ocasiones excepcionales, por lo que eran los decorados los que se montaban y cambiaban frente al objetivo de la cámara. Dicha película se estrenó el 11 de enero de 1930 en el Coliseo Castilla (Burgos), tal como lo menciona el Diario de Burgos.


La sincronización conseguida es perfecta; la palabra se corresponde exactamente con los movimientos de los labios. La amplitud precisa de los sonidos es algo más difícil de conseguir. Depende de múltiples factores, entre ellos las condiciones acústicas del local, por lo que exige pruebas y ensayos detenidos, que en este caso han tenido que realizar con premura.
Diario de Burgos, 13-I-1930


Toma del film en la Gran Vía y la Puerta del Sol. Atentos a las bocinas de los autos.

 
Se proyectaba en los cines con los equipos sonoros Fonofilm de Feliciano Vítores que eran incompatibles con las instalaciones que se estaban implantando en España, por lo que debido a su mal sonido hizo que se retirara la película, ofreciéndose posteriormente en algunas capitales de provincia.

Fragmento de El Misterio de la Puerta de Sol, mezcla de cine mudo y sonoro.

Durante años se creyó perdida dicha película, hasta que en 1995 la Filmoteca Española adquirió las cuatro latas metálicas oxidadas que a principio de los ochenta habían permanecido ocultas en el desván de la casa de los herederos de Vítores en Belorado (Burgos).


Dejamos en este punto la historia. En el próximo artículo veremos lo que supuso la proyección de estas películas en los cines, .... continuará.Autor: Angel Caldito.
En este blog tambíen colaboran: José Manuel Seseña y Ricardo Márquez.

Fuente: Filmoteca Nacional y BNE.


[1] En algunas fuentes es citado como Phonofilms, en su versión inglesa.

martes, 23 de diciembre de 2008

Teatro Apolo y el actor cómico Casimiro Ortas.


El 23 de noviembre de 1873 fue inaugurado el teatro Apolo. Estaba situado en el número 45 de la actual calle Alcalá de Madrid, en la manzana formada por las calles Barquillo y Marqués de Valdeiglesias. Anteriormente en el lugar estaba el Convento de San Hermenegildo, que fue desamortizado en 1836.

La idea fue financiada por el banquero Gargollo, y los arquitectos fueron los franceses Chaderlot y Festau, aunque la dirección técnica corrió a cargo del arquitecto español Sureda. La decoración fue hecha por Francisco Sanz, el techo por Manuel Vallejo y los escenográfos fueron Bassato y Ferri. Mencionar que intervinieron también el pintor Fornos y el escultor Duque. Era tal el detalle que existían dos tapicerías para las butacas, una para invierno y la otra para el verano.

El foro era para 2500 personas. Se utilizó para la construcción una hermosa piedra blanca y hierro fundido, lo que evitaba en gran medida los incendios que tantos desgracias causaron en la época.

Tenía tres enormes arcos en su fachada por donde entraban y salían los carruajes, que daban a un coqueto hall donde los carruajes dejaban a buen recaudo a los espectadores.


Detalle del hall para el paso de carruajes.
La obra inaugural fue “Casa con dos puertas mala es de guardar” de Calderón de la Barca, y previamente el actor Manuel Catalina (que fue el primer empresario del teatro), leyó un poema de Gaspar Núñez de Arce dedicado al nuevo teatro.

Imagen del patio de butacas y palcos del teatro Apolo.
Los primeros años del teatro fueron bastante ruinosos por la poca asistencia de público. Estaba demasiado apartado del centro de Madrid y era necesario utilizar el carruaje para llegar. Fueron estrenadas obras dramáticas como “El libro talonario” de Echegaray.

Arrieta, Chapí, Caballero y Marqués aportan 40.000 pesetas en 1883 para la contratación de artistas, ya que la anterior compañía decidió abandonar el Apolo. Es en este momento cuando surge el verdadero espíritu de “cuna del género chico”, es decir, cuna de la zarzuela del teatro Apolo.

Así se estrenaron en el Apolo las siguientes zarzuelas: “Cádiz”, de Chueca y Valverde (1886); “La Verbena de la Paloma”, de Tomás Bretón y Ricardo de la Vega (1894); “Agua, Azucarillos y Aguardiente”, de Chueca (1897); “La Revoltosa”, de Ruperto Chapí (1897),...... y otras obras, que aunque no fueron estrenadas en el Apolo, tuvieron gran éxito como “La Gran Vía” y “Valientes”.

Por él pasaron artistas tan relevantes (además de Ortas) como: Sinesio Delgado (director artístico), Joaquina Pino y Luisa Campos (cantantes), López Torregrosa (director de orquesta,...

El Apolo fue uno de los más importantes centros culturales de la Villa de Madrid. A ello contribuyó la famosa “Cuarta del Apolo” que era la cuarta y última sesión que daba comienzo a las 12,30 de la noche, lo que dio lugar a un variopinto ambiente noctámbulo (las otras sesiones eran desde las 9,30, con duración de una hora). Tan importante era que en Octubre de 1896 se realizó por primera vez en Madrid la proyección del cinematógrafo de Karch. Se instaló en su acera los primeros puestos de helados para llevar a casa, y las primeras máquinas automáticas expendedoras de golosinas y chocolates, e incluso el primer fonógrafo de cilindro de Edison, que funcionaba a cambio de unas monedas.

Teatro Apolo según un grabado realizado en el siglo XIX, junto al teatro se ve la iglesia de San José.

En 1929 el teatro fue comprado por el Banco de Vizcaya para hacer su sede central. La última función tuvo lugar el 30 de Junio de ese mismo año. El teatro fue totalmente derribado.



Vista aérea actual en donde se encontraba el Apolo (bordeado en rojo). Fuente: http://maps.live.com/



Casimiro Ortas

El actor Casimiro Ortas, fue uno de los grandes actores cómicos de teatro, lírica y cine, nació el 1 de mayo de 1880 en Brozas (Cáceres).

Casimiro Ortas y Carmen Sobejano (Foto cedida por Francisco Rivero)

Debutó en el Teatro Apolo, el 11 de marzo de 1914 con el sainete de Carlos Arniches y Celso Lucio, El último chulo.

Aurora García Alonso, por Gyenes
Fue actor de cine en cinco películas, entre ellas Los apuros de un paleto (1916) y Problema resuelto (1923), ésta última de Atlántida Cinematográfica.


Los apuros de un paleto (1916).
Problema resuelto (1923), se puede ver al actor Casimiro Ortas a la izquierda de la fotografía.


El actor Casimiro Ortas fallecería el 10 de marzo de 1947 en Barcelona, como se puede comprobar en un artículo del periódico La Vanguardia Española, siendo enterrado en el cementerio de La Almudena de Madrid.



Autor: Angel
Colaboradores: José Manuel y Ricardo.
Fuente teatro: http://es.geocities.com/mizarzuela y www.bne.es
Fuente Casimiro Ortas: Francisco Rivero, cronista oficial de Brozas, www.bne.es y www.lavanguardia.es