Como ha venido aconteciendo en anteriores artículos, éste referido a la parada once le asignaremos su correspondiente tramo que es el comprendido entre las calles de Emilio Rubín y Julia Balenchana.
En este tramo que nos ocupa, tenemos que resaltar otro de los típicos cabarets que existían en la zona de la Ciudad Lineal, su nombre era Samba, se encontraba situado en el nº 214 de la calle de Arturo Soria. Este establecimiento (aunque mas pequeño en extensión) al igual que Villa Rosa, disponía de jardines en el que se celebraban los espectáculos nocturnos en la época estival. El local disponía así mismo de piscina–restaurante que funcionaba todo el día, incluso en las noches que acuciaba el calor.
La fachada, así como la puerta de acceso al local, representaba lo que luego sería el ambiente interior, un jardín tropical. En la parte superior de la entrada y cubriendo en forma de arco la puerta, en letras luminosas en verde se podía leer SAMBA.
Pero si por algo destacaba era por la calidad de sus espectáculos, tenia fama de tener unas maravillosas orquestas tropicales, de traer grandes atracciones que amenizaban las veladas, y resaltar, como no podía ser de otra forma, su amplia carta en el servicio de restaurante.
Aunque el que suscribe no frecuentaba este tipo de locales por aquella época (por la edad que tenía entonces), sí que conocí el ambiente que se movía a su alrededor. Unos familiares vivían en Arturo Soria nº 212 y en mas de una ocasión nos subíamos en el tejado de una especie de cuarto de herramientas que daba pared con pared a Samba, y desde ahí (aprovechando la oscuridad de la noche) contemplábamos el ambiente. Se decía que acudía gente mas sofisticada que a Villa Rosa o a Morocco, desde luego de lo que sí doy fe, es de que las mujeres que lo frecuentaban eran bastante elegantes.
Fue a finales de los años cincuenta o principio de los sesenta cuando desaparece Samba como tal, y en su lugar, ocupando el mismo espacio y prácticamente sin reforma aparente, pues la actividad y el ambiente fue similar, iniciaron su andadura los jardines Tropicana.
Los jardines Tropicana quizá en lo único que se diferenció respecto a Samba fue en el ambiente, los espectáculos, tanto las actuaciones en directo como las orquestas, eran típicas de Cuba. Posteriormente, como a mediados de los sesenta, volvió a llamarse Samba.
Esta finca en la actualidad es un edificio de viviendas, y una farmacia.
En este tramo que contemplamos, se encontraban dos de las piscinas mas emblemáticas de la Ciudad Lineal, piscina CLUB
STELLA y piscina GRANJA DEL CARMEN. Existía alguna diferencia entre las dos que las diferenciaba, ambas eran piscina–restaurante–pista de baile, la Granja del Carmen celebraba baile únicamente en la temporada estival, por el contrario el Club Stella disponía de salón climatizado que le permitía celebrar baile toda la temporada, incluso veladas nocturnas hasta bien entrada la noche.
Las dos disponían de unos esplendidos jardines en los que se celebraban las veladas en la época estival y, tanto en el Club Stella como en la Granja del Carmen, el baile era amenizado por orquesta.
Para valorar las diferencias que existían entre ambas, vamos a dedicar un espacio por separado a cada una de ellas.
GRANJA DEL CARMEN
Nombre comercial en su origen. Ocupaba unos terrenos delimitados por las calles Montearagón, Mesena, y Duquesa de Castrejón. La entrada principal a la piscina se encontraba en la calle Montearagón, y la entrada al baile se encontraba en la calle Mesena. En un principio este complejo ocupaba únicamente un tercio del total de la finca.
Refiriéndonos a la piscina podríamos decir que el ambiente que se disfrutaba era prácticamente juvenil y familiar. La finca tenia una estructura rectangular, en la puerta de entrada se encontraban las taquillas, y ya en el interior del recinto, en el lado derecho y al fondo, se encontraban los vestuarios y servicios. La zona de baño para adultos se encontraba situada en el centro del recinto paralelamente a la puerta de entrada, y la zona infantil entre la de adultos y los vestuarios. La barra del bar se encontraba justo en la parte opuesta a la entrada y había una terraza con mesas entre la zona de baño y el bar.
Respecto al baile, la entrada como ya hemos especificado anteriormente se encontraba en la calle Mesena, el recinto era prácticamente un cuadrado. En la parte de la izquierda y pegado a la pared de la calle Mesena se encontraba el escenario, frente a la puerta de entrada y al fondo se encontraba la barra del bar. La pista de baile ocupaba el centro del recinto y estaba rodeada de mesas, el ambiente que se disfrutaba era agradable, solían acudir tanto parejas como personas solas, la música solía ser del gusto de los asistentes, y el horario era como en la mayoría de los bailes en esa época de seis a nueve y media de la noche.
A principio de los años sesenta sufre una modificación estructural, acometiéndose una reforma total en la piscina, y pasa a denominarse piscina Formentor. El baile permanecería con el nombre de Granja del Carmen hasta mediados los sesenta.
Se habilita una nueva zona para los vestuarios y servicios a la derecha de la entrada. Por encima de esta zona se construye un solarium solo para uso femenino, se amplia la zona de baño para adultos, se amplia la cota de altura del trampolín, se agranda la barra del bar así como el espacio dedicado al restaurante, y se construye una nueva zona infantil.
En la parte que linda con la calle Duquesa de Castrejón, que en un principio estaba en desuso, se construye una gran pradera con césped y arbolado que le da mas amplitud al recinto.
En la actualidad esta finca esta ocupada por edificios de viviendas y oficinas.
CLUB STELLA
Se encuentra situado en el nº 231 de la calle de Arturo Soria. Tiene una extensión perimetral menor de la que disponía la Granja del Carmen. Al ser una finca cuyo terreno se encuentra en pendiente con relación a la calle principal, la construcción del complejo se encuentra en fases superpuestas al nivel de la calle.
Respecto a la piscina, la zona de baño era muy inferior a la que disfrutaba la Formentor. La altura de trampolín era de tres tramos, no disfrutaba de pradera con césped, pero en cambio el solarium abarcaba todo el recinto de la zona de baño, y disponía de hamacas como las que se utilizan en la zona de playa.
Foto de los olivos y pinos junto a la Stella. Al fondo Madrid. En este lugar se rodaron algunas escenas de películas, como El Cochecito. Fuente: Daniel Martín Gutiérrez. Archivo fotográfico Comunidad de Madrid.
El ambiente era muy peculiar, frecuentado mayormente por personas con edad que oscilaba entre los 25 y 40 años, y abundaban las chicas que trabajaban en club de alterne, por lo que se daba la picaresca de acudir a la Stella con la intención de ligar.
Del servicio de restaurante, al contrario que en la Formentor que solo funcionaba en el horario de la piscina, se podía hacer uso en horario nocturno ya que la Stella funcionaba como club por las madrugadas.
El baile en la época estival tenia dos fases, los días festivos se celebraban como en la Granja del Carmen para parejas y gente joven, tenia el mismo horario y era amenizado así mismo por orquesta; el resto de la semana funcionaba como club hasta la madrugada.
El recinto perteneciente al baile era superior del que disponía la Granja del Carmen. Como hemos especificado anteriormente, por motivos peculiares del terreno el jardín se encontraba en dos niveles, en el primer nivel que nos encontrábamos al entrar estaba destinado únicamente al alojamiento de mesas, y el segundo era donde se encontraba la pista de baile y el escenario; asímismo disponía de mesas alrededor de la pista.
Otra de las actividades de las que se podía disfrutar en la Stella era la bolera americana, esta afición o deporte empezó a ponerse de moda a principios de los años sesenta.
Existían en Madrid varios locales en los que los aficionados podían practicarlo, entre ellos se encontraba otro club con el mismo nombre (desconocemos si pertenecía al mismo dueño) en la calle Arlabán, otros eran el Carlos III en la calle Goya, el Bilbao en la calle de Fuencarral, y la Casuca en Alfonso XIII.
Pero si en algo se diferenciaba la Stella de estos otros locales era la ubicación, en la Stella las pistas se encontraban al aire libre, entre la parte trasera del escenario del baile y la valla que daba al arroyo Abroñigal. Disponía de seis pistas debidamente acondicionadas, como una perfecta iluminación que permitía celebrar partidas nocturnas, a la vez que disfrutar de una copa en las noches en que acuciaba el calor.
Cuando cesó la actividad como piscina, cesó también como baile, posteriormente se volvió a reabrir, esta vez como sala de bingo conservándose el nombre comercial.
En la actualidad no tiene ninguna actividad, aunque se conserva el edificio en perfectas condiciones.
En este mismo tramo de calle, justo enfrente de la Stella, en el nº 220 de Arturo Soria se encuentra el
Hogar Nuestra Señora de los Desamparados y San José de la Montaña. Es una casa de acogida para niños que tienen problemas sociales en su familia. Cuando uno paseaba por allí era normal ver algún niño o niña asomarse por la valla y saludar.
Se levanta este hogar sobre varios edificios (8.800 metros de parcela), siendo la primera de ellas Villa Ángela, uno de los chalets de lujo de la Ciudad Lineal. Esta villa fue cedida a la Congregación de Madres de Desamparados en 1945. Llegó a contar con cerca de un centenar de niños y mucho apoyo institucional. En la actualidad tiene 43 niños de acogida.
La Colmena, donde años después se instaló el Hogar San José de la Montaña. Postal de la Ciudad Lineal. Hacía 1910.
Hasta aquí nuestros recuerdos mas significativos de este tramo que hemos denominado parada 11. Poco a poco nos vamos encaminando a nuestro destino final, esperamos que tanto este relato como los anteriores os hallan traído gratos recuerdos.
Un tranvía Fiat entrando en la parada 11 desde la 12. Años sesenta.
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Dedicado a
Jesús Sastre, al que hemos echado mucho de menos en la elaboración de este artículo y que estamos seguros que lo disfrutará allá donde esté.
Autores: Pedro Gómez y Ricardo Márquez.
En este blog también colaboran: Ángel Caldito y José Manuel Seseña
Paradas anteriores:
Parada 10
Parada 9
Parada 8
Parada 7
Fuentes utilizadas:
Hemeroteca ABC.
Biblioteca Nacional de España.