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miércoles, 2 de septiembre de 2009

Los cines de la carretera de Aragón ( Ventas - Cruz de los Caídos )

Tenemos el gusto de presentaros integro el artículo de David Sánchez, de su blog ¿Dónde están los cines de Madrid? . Esperamos que os guste.

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Es muy difícil enumerar todos los cines que hubo en la capital, algo no del todo imposible. Pero muchos de ellos tuvieron una vida efímera y eran simples naves acondicionadas al efecto, con lo que los datos técnicos no aparecían en ninguna memoria, ni publicación de la época, cosa que complica aún más la hazaña. Ya solo me quedaba el trabajo de calle, el boca a boca, con lo que muchos de los datos quizás no sean del todo ciertos, no por ello vamos a dejar de contarlos.

Mi barrio, Pueblo Nuevo, surgió en los laterales de la antigua carretera de Aragón, más allá de las Ventas del Espíritu Santo. Principalmente fue una zona donde se establecieron gentes venidas de todos los rincones de la geografía española. Las calles las formaban pequeñas construcciones unifamiliares, en las que en ocasiones se agolpaban más de una familia, en casi todas con más de un benjamín. Cuando ya en Madrid funcionaban muchos barracones e incluso algún local construido al efecto, se realizaron las primeras proyecciones en la zona. Fue en el parque de diversiones de la Ciudad Lineal, allá por los años 20, cuando en un teatro al aire libre se proyectaron películas mudas, ni que decir, que las gentes del barrio de Pueblo Nuevo, no tenían el "parné" para alcanzar tan exquisito manjar.

El Kursall de la Ciudad Lineal, al fondo la pantalla de proyección.

CINE LOS ARCOS - 1934
En la calle Florencio García n.º 2, junto a la carretera de Aragón casi en el comienzo de la entonces Ciudad Lineal, nació en el año 1934 una pequeña sala conocida como CINE LOS ARCOS que muy pocos recuerdan, ya que debió desaparecer en la década de los 50. Según cuentan era una sala modesta compuesta tan solo de patio de butacas con aforo de 392 localidades, que proyectaba películas en sesión continua y cuyo propietario fue D. Antonio Catena. Con posterioridad se transformó en un almacén hasta su demolición en los años 60.

Tuvo que ser pasada ya la guerra civil, cuando comenzaron a florecer junto a la antigua carretera de Aragón, los primeros locales construidos al efecto y enfocados principalmente a la clase obrera. Los años 40 dieron paso a varias salas "importantes" dentro de su localización. Al parecer en esta época, un cinematógrafo era una gran inversión y quien llegase el primero tenia mas posibilidades de llevarse mejor tajada.

CINE MUNDIAL - 1947
Fue D. Pedro Miguel Grúas el que mandó construir en la misma Carretera de Aragón n.º 168 ( hoy Alcalá 382 ), un magnífico edificio destinado únicamente a Cinematógrafo, al estilo de los de la capital, dotando al barrio de las comodidades de estos, y desdeñando las pasadas naves convertidas en sala de proyección, lo llamó CINE MUNDIAL y fue inaugurado en Febrero de 1947. Se levantó en cuatro alturas más sótano y contaba con un aforo de 660 butacas repartidas entre el patio y el anfiteatro. Tenía además un ambigú, zonas de tránsito y aseos. Destacaba principalmente en su fachada dos volúmenes metálicos triangulares que recorrían las tres alturas superiores dando un aspecto más estilizado y aerodinámico. El edificio construido con estructura de hormigón armado, tenía una fuerte rampa de anfiteatro y gracias a los materiales se logró dejar un hueco en vano de casi 13 metros de longitud sobre el patio de butacas. En la planta calle, el vestíbulo principal solado de mármol con paredes estucadas y detalles de escayola en techos y zócalos de los tres huecos que conducían al patio de butacas. A uno de los lados del vestíbulo se encontraba la escalera con acceso al sótano donde estaban los aseos y el grupo electrógeno de emergencia actuado por fuel, y subía hasta llegar al ambigú de la planta principal. El suelo estaba formado por pequeñas teselas en tonos grisáceos; aquí se instaló una amplia barra de bar, junto a esta dos huecos nos conducían al anfiteatro que como detallamos anteriormente tenía una rampa muy pronunciada que nos elevaba hasta la segunda planta destinada a aseos y zona de descanso. En un lateral había una puerta, y tras esta una escalera que se desarrollaba en forma de "L" nos llevaba hasta la planta tercera destinada a oficina y cabina de proyección. Toda la sala estaba pintada en verde, decorada con abultados en escayola en tonos dorados y rematada por una bóveda donde pendía una hermosa lámpara de araña. A este cinematógrafo, abanderado en la zona por su comodidad y envergadura, le nació un competidor a escasos 300 m., el CINE LEPANTO, razón por la que el propietario del Mundial le interpuso una querella que finalmente no valió de nada.

Boceto de la fachada del Cine Mundial .

El cine Mundial estuvo en funcionamiento hasta 1980 fecha en la que se reconvirtió en una sala de juegos recreativos, transformando mínimamente su fisonomía , queriendo dar al negocio cierto aire “holliwodiense”, decorando todo el local con imágenes de grandes films americanos, y colocando junto a la puertas de entrada los dos grandes proyectores Ossa utilizados en su época de cinematográfica. El negocio no llegó a abrir sus puertas, muy posiblemente debido a la falta de salidas de emergencia en caso de siniestro, ya que se encontraba encajonado entre dos fincas y la única salida era la misma que la entrada. Tras veinte años cerrado en los que el agua, los vándalos y los años hicieron mella, destruyendo parte del mobiliario, se realizó una obra de envergadura en el local, dejando diáfana la planta baja, y derribando la entrada, la escaleras y todo el patio de butacas. Este fue dividido longitudinalmente en dos locales, el primero ocupando la mitad de la fachada en planta baja, destinado a perfumería Gilco y la otra mitad simétrica se transformó en un restaurante Rodilla, el cual actualmente ocupa además de la planta baja toda la zona anteriormente dedicada a ambigú y bar de la planta primera donde se instalan los vestuarios, los aseos, el puesto de control y el comedor del restaurante, al cual le dotan de más iluminación abriendo huecos de escaparate y evacuación a la calle de Alcalá. El resto del local es un misterio ya desvelado. Al fondo de un almacén hay una trampilla que comunica directamente con el antiguo anfiteatro, estando toda su decoración, las bancadas a falta de las butacas, las paredes decoradas en verde y la bóveda del techo desprendida de su lámpara. En lo alto de la rampa dos huecos de puerta hoy libres de ellas nos llevan hasta un espacio congelado, un vestíbulo desierto, húmedo y con mucha historia, con sus ventanas opacas que tamizan la luz del exterior y su suelo de teselas grisáceas, en un rincón aún sigue la escalera que nos lleva hasta el corazón del cinematógrafo, una triste habitación donde en su día estuvieron los proyectores y que nos deja ver a través de los huecos de proyección parte de la sala y hasta la pantalla, rasgada en su mitad con el telón subido como esperando el final de la película.

El local en la actualidad .
 
Vista aérea de la zona, en el centro de la imagen el tejado del patio de butacas.

CINE VENTAS - 1949
El 22 de Octubre de 1949, con el programa en sesión continua “Botón de Ancla” y “Pensión Histórica” inaugura el mismo empresario del Mundial, otro local, esta vez muy cercano a las Ventas del Espíritu Santo, de ahí su nombre, el CINE VENTAS. Era un edificio pequeño, construido en una esquina en la carretera de Aragón n.º 22, contaba solo con butacas de patio y tenía un aforo de 500 localidades, al parecer la pantalla estaba situada en uno de los ángulos interiores del solar dando así más amplitud al recinto formando un patio en forma de abanico. Cerró en el año 74 cuando se realizaban las obras del puente sobre el arroyo Abroñigal, muy pronto sustituido por la M-30.

Imagen coloreada de la zona, se intuye el tejado del Cinema Ventas .

De estos tres cinematógrafos fue jefe técnico D. Pablo Gracia Franco, con especial dedicación a los dos primeros. Su propio hermano Rafael, me contó que en el cine Los Arcos, en la época de la pos-guerra eran frecuentes los cortes de luz, y debido a esto la proyección se paraba. El publico conocedor del fallo, amigos y vecinos en general que ocupaban la sala, cantaban acompasadamente “Si vas al cine los Arcos y se va la luz, llama para que vuelva, a Pablo el andaluz” .

CINE LEPANTO - 1950-1953
Como hemos citado anteriormente el Cine Lepanto construido en el n.º 178 de la Ctra. de Aragón ( actual 376 de Alcalá ), se levantó a menos distancia de la permitida para la instalación de locales cinematográficos, que era de 400 m. de su vecino el Cine Mundial. El local que tenía entrada por un edificio de viviendas aún en construcción en el momento de su apertura, poseía un vestíbulo estrecho pero muy alargado que nos conducía hasta el ambigú donde estaba instalado el bar y desde donde a través de cuatro huecos se acedía a la sala con aforo de 1000 butacas, que se repartían en una ancha sala decorada con buen gusto y con una fuerte pendiente hacia el escenario, pintada también en tonos verdes y con salida directa a través de 4 puertas de emergencia a la calle transversal de Campuzano. En la planta sótano los aseos, en la superior la cabina y las oficinas. Debido a la intervención del propietario del Mundial y a que el inmueble aún no estaba completamente terminado, la sala fue clausurada, demorando su apertura hasta febrero de 1953. Sus propietarios fueron D. Manuel García Vidal, Cinematográfica Lepanto y la Constructora Campuzano. El local sufrió un aparatoso incendio el día 31 de Agosto de 1968, en el que se destruyó parte del patio, el escenario y la techumbre sin causar daños personales. Meses después prosigue su andadura, hasta el año 1980 en el que cierra definitivamente para transformarse en salón-restaurante para celebraciones, conocido como “Salones Capitolio”, para ello se realizó el vaciado de la sala convirtiéndola en dos plantas, una de ellas semisótano, instalándose un total de 4 salones; en la parte posterior en la zona de proscenio, se establecen las cocinas, funcionó hasta finales de los 90. Después de un largo tiempo sin servicio, ya en el año 2005 es completamente remozado, desmontándose incluso toda la cubierta de teja plana para convertirlo como no, en la “gran enfermedad de los locales cinematográficos” Zara, que junto con sus amigos Bresca, Stradivarius, H&M, Sfera, PinkiI o Vips (no vamos a dejarle olvidado) arrasan con todo local de grandes dimensiones. Reconvertido exterior e interiormente, terminó hasta con la “C” de Cine que sirvió también de Capitolio que lucía en una de las calles laterales.

Vista aérea de la zona en la década de los años 50.

En la parte posterior del cine Lepanto, y conformando la esquina con la calle de Amos de Escalante, en un solar muy estrecho pero alargado, abrió simultáneamente la empresa, un cine de verano con el mismo nombre, el cual funcionó muy poco tiempo ya que unos años después las construcciones vecinas se elevaron por encima de sus muros y la zona no era hábil para dicho fin. Estuvo abandonado hasta los años 90. En él se habían realizado algunas pequeñas construcciones para servicio del cine, que con posterioridad sirvieron de almacén para los salones de bodas. En el solar crecieron diversos árboles entre los que cabía destacar un magnífico ejemplar de níspero que florecía y daba frutos un año tras otro. Desapareció todo de un plumazo dejando ver entre las ruinas la pantalla en uno de sus laterales; en la actualidad hay un edificio de viviendas.

 
Dos imágenes del edificio cuando aún era los Salones Capitolio.
 
Vista aérea de la zona, en el centro la gran nave del patio de butacas.

 
Dos imágenes del local en la actualidad.

CINE ARAGON- 1954
El 8 de Febrero de 1954, abrió en la Ctra. de Aragón 124 ( actual 334 de Alcalá ), otra sala con el nombre de CINE ARAGON en honor a su localización, con el programa en sesión continua “Al diablo la celebridad” y “Mundos opuestos”. Estaba inserta en un edificio de viviendas y tenía una amplia fachada en donde colocaban sus carteleras. La entrada estaba precedida de unos peldaños que nos daba paso a un alto vestíbulo con dos escaleras, una en cada extremo, bajo una de las cuales se encontraban las taquillas. Cuatro huecos daban paso a la sala, con pendiente hacia la pantalla y un alto techo de escayola. Estaba decorado en tonos rojizos y tenía un aforo de 1500 butacas repartidas entre el patio y el anfiteatro. En la parte superior un amplio salón de descanso y el bar, junto al que estaban instalados los retretes, frente a estos, dos pasillos nos conducían al anfiteatro que se desarrollaba vertiginosamente hasta llegar a las ventanitas de proyección. Era una sala muy acogedora, y la que yo más recuerdo por mi edad, a la que fundamentalmente acudía los sábados y domingos por la mañana a una sesión infantil con mi padre, al que cambié con posterioridad por mis amigos. Recuerdo especialmente la cola que se formaba frente a su puerta y que llegaba a doblar la esquina de la calle Los Urquiza, donde muy acertadamente se estableció un puesto de pipas, donde cargábamos provisiones, aunque un cartel en sus puertas rezara, “prohibido el paso de alimentos a la sala”, nosotros los escondíamos como podíamos hasta flanquear la figura del acomodador. Nunca olvidaré “Regreso al futuro”, sesión a la que acudí con mi amigo Gustavo y su hermano Luis Antonio, aquella tarde de sesión continua no numerada, nos levantamos al aseo y cuando volvimos no teníamos sitio, terminamos viendo la película en las escaleras del paraíso, eran otros tiempos, volvamos a la tierra.

En 1997, durante la proyección de la película “Rescate” un incendio llenó la sala de humo e hizo desalojarla. Los daños materiales fueron cuantiosos. El local permaneció cerrado hasta Agosto de 1998, fecha en que reabre completamente reformado con una sola sala con aforo para 550 espectadores, contando con varias butacas convertibles en una sola especial para parejas. La complicada evacuación del local, obligó a suprimir parte del patio de butacas para convertirla en salida de emergencia, el vestíbulo fue acortado dejando solo una de las escalera de acceso, se instaló una nueva tienda de chucherias-sacacuartos en la planta baja con acceso desde la misma calle Alcalá, y el local a pesar de no reconvertirse en mini-salas perdió el encanto del pasado; aguantó viento y marea pero la crisis pudo con él. Era triste ver que en la sesión de las 7 de un sábado, tan solo cuatro parejas de jubilados que acudían a la proyección, una sala con todos los avances del momento y una localización perfecta. En Agosto de 2005 tras la proyección de “Ninnete” el cine Aragón cerró para siempre. Luego llegó la descomposición y esta vez el Corte Ingles, a la cabeza con Sfera nos dejó huérfanos de él, en un final al que todos contribuimos.

El cine Aragón antes de su cierre.

El local en la actualidad.

CINE IBERIA - 1956
En el año 1956 abre en la actual zona de el Carmen, otra sala localizada en el n.º 51 de la carretera de Aragón. Su vida fue corta a pesar de que el local había sido construido exclusivamente para el objeto y era una sala acogedora y moderna. Se levantaba en tres alturas y poseía una sala con aforo para 1034 butacas, distribuidas en patio y anfiteatro. Contaba además con un cine al aire libre instalado en un solar anexo. Desapareció fugazmente en Noviembre de 1963, debido quizás a la continua explotación inmobiliaria de la zona, en un corto periodo de tiempo, fue sustituido por un edificio de viviendas.

Fotografía aérea de la zona en los años 50 .

CINE TEXAS- 1960
En la floreciente zona de Pueblo Nuevo se construye otro cinematógrafo en un patio de manzana. Tenía acceso desde la calle de José del Hierro n.º 37, a través de un amplio vestíbulo que nos conducía a la sala con un aforo de 1122 localidades repartidas en patio y anfiteatro. Llevado a cabo por el arquitecto don Cecilio Sánchez Robles, con la colaboración del aparejador Juan Ramón Angulo, el local abrió sus puertas en 1966, para su construcción se habían utilizado materiales de primera calidad, en escaleras y vestíbulos la decoración se realizó con mármol de color negro, los techos todos de escayola gozaban ya de sistemas de aire acondicionado y calefacción por aire caliente. Todo el suelo del patio se forró de “sintasol”, pavimento plástico de gran resistencia que comenzaba a utilizarse con frecuencia en este tipo de locales. La sala se había decorado toda en color rojo y era hasta el momento la más cómoda y confortable de la zona. El cine era propiedad de D. Fernando Reyzabal, familia que terminaría consiguiendo el monopolio de una gran parte de las salas madrileñas de la época.

Fachada del local recién inaugurado.

Una vista del anfiteatro.

El cine cerró el día 7 de Enero de 1981 para convertirse en una discoteca, final que terminaban teniendo en esta época las que no se habían transformado en bingo, salón de bodas o permanecían olvidadas esperando su reforma. La discoteca se llamó “Scaler” y fue un local muy frecuentado. El anfiteatro se dividió del patio por una mampara de cristal lo que le permitió tener dos pistas diferentes en un mismo espacio. La discoteca no duró más de cinco o seis años, después de un periodo de inactividad el local se desmanteló y se dejó diáfano, se le añadió otra nave almacén en la parte posterior y él se estableció “Telemadrid” en sus inicios, con posterioridad lo ocupó “Canal 7 Televisión” en aquella época en la que no llegó a despegar. Luego se usó de estudios televisivos hasta que no hace más de dos o tres años, se ha convertido en “Ahorramás” el súper del Barrio, como dice su publicidad. Uno más que pasó a mejor vida. Junto al cine se instaló una cafetería “Flor de Texas” pre-sesión que todos los días se veía desbordada por la masiva asistencia de público, en el otro extremo una pequeña tienda de frutos secos “El Castillo”, dos negocios que le iban que ni pintados. En la actualidad aún se mantienen los dos.

El local cuando lo ocupaba el Canal 7 de televisión.

Vista aérea del patio de butacas.

CINE LAS VEGAS - 1960
En la prolongación de Arturo Soria, calle de los Hermanos García Noblejas 17, hizo aparición una nueva sala, se trataba del CINE LAS VEGAS. El local se estableció en un patio interior y se efectuaba su entrada a través de un amplio vestíbulo de donde arrancaban las escaleras del anfiteatro. La sala era muy amplia con capacidad para 1387 localidades y tenía una fuerte pendiente construida en madera que se desarrollaba a favor de la pantalla. Se cerró el 22 de Noviembre de 1989, siendo uno de los últimos en caer de la zona y tras un largo periodo se abrió como sala de Bingo, actividad que ocupa en la actualidad. Un dato curioso es que el local cuenta todavía con salas de cine, instaladas en la planta primera, que nunca se han abierto, quizás por la fuerte presencia de CINE-BOX, rival sin competencia.

Fachada actual del bingo Las Vegas.

Vista aerea del cine Las vegas.

CINE CANCILLER –1964
Por qué no decirlo, para muchos el más querido de los cines del barrio, contaba además con una magnífica sala de fiestas en sus sótanos, inolvidable para nuestros padres y que hizo las delicias de más de otro heavy en la década de los 80. El inolvidable “Canci” se construyó inserto en un edificio de viviendas en el próspero barrio de la Concepción, o como decía su publicidad, “Final de la Avenida Donostiarra”, concretamente en la calle Alcalde López Casero n.º 15. Abrió sus puertas en 1964 y era un local con 1290 butacas de aforo, con salidas directas a la calle en caso de siniestro, siendo propiedad de la Cinematográfica Canciller. Era un local elegante, decorado al gusto de la época, con un gran anfiteatro y un mayor patio de butacas. ¡Qué colas se llegaban a formar en sus puertas!. En 1987 cerró y en 1989 volvió a abrir reconvertido en 5 mini-salas con aforos de 233 butacas, 197 butacas, 128 butacas, y dos salas simétricas de 190 butacas. Al principio funcionaba bien, pero al igual que el Aragón se fue apagando poco a poco hasta que en el verano de 2007 sin más explicaciones, no volvió a abrir. Hay asociaciones que intentan proteger el inmueble para su uso cultural, pero no se ha sabido nada al respecto y en la actualidad sigue cerrado.

Vecinos sorprendidos por el cierre inesperado de la sala.

 
Dos imágenes de la Sala Canciller en los años 80.

MINICINES ALCALA-NORTE CINE-BOX
La madre del cordero, el causante de la muerte de sus compañeros, y disculparme que no me gusten los mini-cines, creo que son fríos e impersonales, antes recordabas la película y el local, mañana no sabrías si la viste en UGC Cine Cite o HERON City, son todos iguales. Estos mini-cines de la cadena CINE-BOX se establecen en la segunda planta del centro comercial Alcalá Norte, erigido sobre un polémico terreno. Sobre ellos no voy a extenderme, nada más mencionar que cuenta con cinco salas, y servicios de cafetería y restaurante, el gran negocio del cine. Y quien quiera saber más.... que vaya y los vea, es lo único que nos queda .

Autor: David Sánchez

Fuentes:
- MADRID Y EL CINE, Comunidad de Madrid, Madrid, Pascual Cebollada y Mary G. Santa Eulalia.
- Callejero fotográfico QDQ.
- Especial agradecimiento a Juanjo, de Urbanity.es en su foro de Madrid al Cielo.

En este blog también colaboran: Angel Caldito, José Manuel Seseña y Ricardo Márquez.

miércoles, 10 de junio de 2009

Canillas y Hortaleza – Las Quintas de Recreo – Quinta parte.

Plano de situación de las quintas en del año 1955 al 2006.

Este artículo ha sido revisado con nuevas investigaciones.
Finca del Quinto
Su historia se remonta al siglo XVIII, cuando el duque de Alburquerque construyó un gran palacio. Así en el catastro del Marqués de la Ensenada (1751), se dice que tenia dos norias, una fuente, árboles frutales nuevos y álamos negros.

Fue heredada por los marqueses de Santa Cruz y estos se la vendieron a Javier Quinto después de la Guerra de la Independencia (1814).

Estaba ubicada en la vaguada entre Canillas y Hortaleza (actual Gran Vía de Hortaleza, Academia de la Policía Armada de Canillas), por lo que tenia terrenos en ambos municipios. Su entrada se hacía por el Norte y estaba situado en el antiguo camino de Madrid a Hortaleza.

En 1836 mataron al general Quesada en la Finca del Quinto. Este general intentó dar un golpe de estado contra el gobierno liberal. Posteriormente, y hasta el año 1844, se haría un juicio a varios vecinos de la Hortaleza (mencionado en los periódicos de la época).

Hay alguna información según la cual esta finca pasó a manos del duque de Hijar, duques de Valencia y Colegio de Huérfanos de Telégrafos, pero no lo hemos podido confirmar. Hoy en día es un centro de la Policía Nacional.

Añadimos lo que hemos podido encontrar sobre la historia de la finca (nov/2009). Agradecemos la información aportada por Andrés y Juan Carlos.

Entre 1827 y 1828 pertenecía al doctor Rivas (según otras fuentes Rius o Rives), un famoso cirujano. Este tenía tres hijas llamadas Laura, Silvia y Rosaura, nombre figurados que no eran los de su bautismo. A la finca acudían personajes tan variopintos como Bretón de los Herreros, Ventura Vega y Larra a cortejar a las hijas y que eran sus musas. Ellas eran duchas en poesía y música.

Según algunos autores en julio 1836 en la finca mataron al general Quesada.

Hacía 1850 la finca pertenecía a Maria Pereira de Buschental (Buchental, según otros escritos). Era brasileña y se casó muy joven con un rico banquero uruguayo. De inmediato vino a Madrid y se estableció en la corte. Dicen que era una mujer muy bella, casi deslumbrante, inquieta, vivaz y de una memoria prodigiosa. Organizaba reuniones políticas, tenía una ganadería de toros y participaba en muchos actos benéficos. Eran renombradas las fiesta que organizaba en El Quinto (empezaban por la tarde y acaban a la mañana siguiente), donde acudían desde Esparteros hasta Prim, jefes de gobierno, embajadores de las mayores potencias, Zorrilla, Echegaray, Castelar, Narváez, e incluso se comentaba que era muy amiga de Isabel II.

En abril de 1866 la finca ya era de los duques de Híjar, ya que en esta fecha aparece la noticia de la inauguración del teatro (o teatrillo) en El Quinto. A él acudía toda la nobleza y en muchas ocasiones los reyes. Rivalizaba con el teatro de Eugenia de Montijo en su quinta de Carabanchel. Pasaron las más importantes compañías teatrales con las mejores obras de aquel momento. Después daban la cena a sus invitado en los salones. En Mayo de 1879 la Princesa de Asturias, doña Isabel, visitó la finca tras la inauguración de la iglesia de San Matías de Hortaleza.

Curiosamente, Maria de Buschental aparece en muchas noticias junto a los duque de Híjar, por ejemplo en adquisición de los palcos del Teatro Real, rivalizando siempre por estar junto a la familia Real.

En 1893 aparecen noticias en las que hablan de “las tierras cuyos propietarios eran los duques de Híjar”, pero no podemos asegurar si las tierras eran las de El Quinto.

Una noticia fecha en 1899 habla de un incendio en la quinta y dicen que la propiedad era de Camilo Dublet. No hemos conseguido encontrar ningún dato sobre este señor.

El día 13 de julio de 1903 tuvo lugar un duelo entre el escrito Blasco Ibáñez y el diputado republicano Rodrigo Soriano. Aunque parece leyendo el relato que se trato más de una pantomima que de un duelo. La finca es mencionada en El Heraldo de Madrid del día 14, sin mencionar el propietario. En otras noticias habla de un joven político amigo como propietario. El juicio por el duelo, ya eran ilegales los duelos en aquel año, fue llevado por el juzgado de Navalcarnero.

En Junio de 1906 se habla de la magnífica finca que tenían los duques de Casa Valencia. Puede ser que el joven político del que hablaban en las noticias de 1903 fuera Juan Alcalá Galiano, hijo de los duques de Valencia. En 1912 se comenta las funciones que se daban en el teatro, haciendo la nobleza de actores y con la presencia de los reyes.


Hasta 1922 la finca perteneció a los duques de Valencia, y en 1923 paso a ser el Colegio de Huérfanos de Telégrafos.

En un relato de 1927 se habla de la ermita del Cristo que sobresalía en el paisaje y estaba en una finca junto al camino de Canillas, en donde estaba El Quinto. Se dice que servía de refugio para las inclemencias del tiempo, debía de tener una especie de chamizo.

Durante la guerra civil estableció su sede una de la checas. Después paso a ser la Academia de la Policía Armada.


La Moraleja
Esta finca era propiedad de los Duques de Béjar. En el catastro del Marqués de la Ensenada, fechado en abril de 1751, figura con los siguientes datos: “... que se compone de encinas, álamos negros, jara y algo de retama, y dentro del mismo hay un Palacio crecido (muy grande), inmediata de una huerta cercada con dos norias, y produce hortaliza, algunos árboles frutales y moreras ".

Además en otros puntos del catastro se dice que tenían 30 colmenas y que vendían también leña. Sus dimensiones eran de una legua de ancho por cuatro de largo, siendo con mucho la propiedad más grande de aquel entonces. [Rae: Legua: Medida itineraria, variable según los países o regiones, definida por el camino que regularmente se anda en una hora, y que en el antiguo sistema español equivale a 5572,7 m.]

La Moraleja se conserva hoy en día, y como ayer, sigue siendo eminentemente residencial y está bastante al margen de los municipios a que pertenece (actualmente Alcobendas).

Finca del Águila
Fue el notario don Luis Blent quien en 1783 compró a más de cinco terratenientes de Madrid sus fincas. Este vendió a Don Bernardino del Águila y Ulloa toda su propiedad en 1791. Desconocemos cual era su situación.

El Olivar de la Hinojosa
Propiedad de los marqueses de Bedmar, de Jaén. Estos poseían numerosas fincas en Hortaleza, Canillas y Canillejas (Quinta de la Piovera y de la Encinilla). Está situado en el limite oriental de Canillas, a caballo entre Barajas y Hortaleza, en el actual Parque Juan Carlos I. El deseo de los marqueses de Bedmar fue hacer un olivar completamente circular.

Los Paules
Está situado junto a la iglesia de San Matías, en la intersección de las calles del Mar de Bering y Mar Adriático.

Conocida en 1849 como la Quinta del Conde de Torrepilares, quien la compró en ese año.

En 1897 la orden francesa Padres Prefectos Paúles, compra la quinta que está junto a la iglesia de San Matías. El actual edificio fue construido en 1934 y siempre ha sido dedicado a la enseñanza. La influencia de los Padres Paúles fue notable en la zona desde entonces. Regentaron la iglesia de San Matías, la del Barrio de San Lorenzo, un colegio externo, un centro para la tercera edad y otro para jóvenes. Desde el 2004 es propiedad de asociación católica Lumen Dei.


La finca vio reducida sus dimensiones en los ochenta por la construcción y reordenación de la Gran Vía de Hortaleza.

Quinta de Santa Sofía
Estaba en el camino a Fuencarral, en la actual avenida de San Luis, en lo que es hoy el barrio de San Miguel. Se conservó parte de la finca hasta finales de los años sesenta, aunque en los planos de principios de esta década aparecía como en ruinas con tan solo dos palomares en uso.

Quinta de Santa Victoria
Finca que todavía se conserva hoy en día. Esta situada al oeste de Hortaleza, entre la M40, la M11 y la calle Gregorio Sánchez Herráez (camino de las Cárcavas). También fue conocida por Casa de Mena o Finca de los Almendros y fue famosa por las reuniones de José Ortega y Gasset, Carlos Arniches y el Doctor Manzaneque. Para saber algo más de la finca cuando perteneció a Carlos Arniches puede visitar historias de Hortaleza.

Hasta principio de los años noventa estaba ocupada por una orden religiosa de monjas, y en la actualidad desconocemos el uso que tiene.

Finca de los Conde de Canillas
Estaba situada junto al pueblo y se forjó en la última década del siglo XVII por el Conde de Canillas. Lo formaban una casa palacio, bodega, corrales, granero y un gran jardín. La familia Cavero la compró en el siglo XIX. Fue entrando en el abandono hasta que en los años ochenta se construyó una urbanización en ella.

Quinta de Quintana – El Alejar de Calero
José de la Quintana compró en 1854 unos terrenos procedentes de la desamortización al clero, junto a la carretera de Aragón, entre los barrios de Vistalegre y la Concepción. Eran 62 hectáreas dedicadas en su mayor parte a la explotación agrícola ganadera. Contaba con caserón para el propietario y mayoral, huerta con noria, corrales, casas para los labradores,.....



Figura en la guía de Madrid de 1865, con el nombre del Alejar de Calero y como una de las grandes fincas de Canillas. Curiosamente aparece la finca en una certificación de un perito del Estado a nombre del Conde de Atarés en 1887, donde se incluye el siguiente plano.



En este plano siguen apareciendo los herederos de don José Quintana en las fincas limítrofes, por lo que pensamos que el Conde de Atarés se las debió de comprar.

La quinta desapareció del mapa en 1946 para levantar el actual barrio de Quintana.

Finca del Marqués de Belzunce
Para finalizar mencionaremos la finca del Marqués de Belzunce, sita en el termino de Hortaleza, estaba vallada, tenía fuente y árboles frutales jóvenes (datos: Catastro del Marques de la Ensenada).

Autor: Ricardo Márquez.
En este blog también colaboran: Angel Caldito y José Manuel Seseña.

Fuente:
- Hortaleza, pasado y presente de un Distrito. Ayuntamiento de Madrid.
- Biblioteca Nacional de España. Enciclopedia de Madrid Espasa Calpe. Año 1979.
- Bibliotecas de la Comunidad de Madrid.


Artículo anterior, cuarta parte.