Vamos a ver hoy lo que hemos podido encontrar sobre la finca o quinta de Vista Alegre, que está situada en el barrio de Carabanchel Bajo de Madrid.
En el
Catastro del Marqués de la Ensenada, realizado en el año 1750, se dice que tanto Carabanchel Bajo, como Carabanchel Alto, son Realengos, bajo la jurisdicción de Madrid, por tanto tenían tierras comunes a disposición de su población: “prados, cañadas, arroyos y barrancos”. Se mencionan grandes fincas, como la del Conde de Miranda, sita en Carabanchel Alto, y la de don Manuel Dávila. Asimismo, y aunque alejado de nuestro estudio, se cita la Huerta de Aluche, con 22 fanegas, que se “riega de pie” (con agua de fuente o manantial), siendo su producción excelente y casi en exclusiva para Madrid.
En el libro de
Tomás López, titulado Geografía histórica de España (1788), se cita de nuevo la finca del Conde de Miranda y la de D. Pedro Navarro en Carabanchel Alto. Mientras que en Carabanchel bajo reseña dos fincas, la del Marqués de Mortara y la de la Marquesa de Villena, que tenía casa con jardín y lavadero dentro el pueblo.
Era fundamental para el asentamiento de estas fincas la abundancia de agua, y como pasará en otros pueblos aledaños a Madrid, las clases más pudientes compraban las tierras para hacer sus quintas de recreo, siendo en un principio la nobleza, pero comenzando el siglo XIX la burguesía, una nueva clase social incipiente en aquellos días, comenzó a adquirir tierras también.
Pero empecemos con el verdadero motivo de este artículo:
Vista Alegre. La primera noticia que encontramos es del 24 de abril de 1825, y dice así:
“Habiéndose dignado S.M. conceder su Real permiso para abrir la casa de baños titulada Vista alegre, situada en Carabanchel de abajo, con fonda, villar, jardín, huerta y varias habitaciones, se abrirá el día 28 de corriente mes.
Las habitaciones que se hallan decentemente amuebladas, se alquilarán a precios equitativos y se dará en ellas una esmerada asistencia.
El jardín y huerta estarán constantemente abiertos para el recreo y desahogo de las personas que concurran a dicha casa.
Los baños estarán provistos de aguas abundantes y corrientes, y surtidos de la ropa necesaria.
En la fonda habrá comidas de varios precios; y avisando con anticipación se prepararán las que se encarguen.
El villar estará abierto a las horas de costumbre, y en el elevado mirador llamado Belvedere habrá nigrocosmo, cosmoramas, anteojos y varías máquinas de óptica, que podrán contribuir al útil y honesto recreo de los concurrentes.
Finalmente, habrá tambien una diligencia de Madrid a Vista alegre, y viceversa, que hará diferentes viages y a horas determinadas que se anunciarán con arreglo a las estaciones.
Por ahora se situará esta en la plazuela que hay frente a la Real fábrica de Martínez junto al Prado, y las horas de salida serán: de Madrid a las ocho de la mañana y a las cuatro de la tarde, y de Vista alegre a las once de la mañana y a las siete de la tarde. ...... (SIC)”
Una fotografía de las fuentes que había en la finca.
Por tanto Vista Alegre fue inaugurado el 28 de Abril de 1825. Sobre su propietario, o propietarios, hemos encontrado dos teorías, la primera es que era propiedad de Martínez,
dueño también de la fábrica de plata mencionada en el texto anterior. Una segunda habla de que eran varios los propietarios. Otra posibilidad es que fuera propiedad del Ayuntamiento, dado el carácter de realengo. efectivamente la dueña era doña Josefa Martinez, que lo era tambien de la Plateria Martinez del Paseo del Prado. La apertura fue en 1824 (posiblemente se hizo antes de tener la autorización o licencia oficial) - Fuente
Arancetano -.
En la hemeroteca encontramos numerosas referencias sobre Vista Alegre, así en Julio de 1925 se informa que los baños habían sido visitados por los reyes y que el horario de los mismos era de 5 de la mañana a 11 de la noche. El 23 de octubre de ese mismo año se anunciaba una fiesta de esta forma:
“juegos de pato, de la flecha, de la bala, de los equilibrios, a los bolos, bolas y volantes de varias clases, todos ellos por la mañana; menú al medio día, y por la tarde: música militar varias composiciones escogidas: se hará la pantomima del papa moscas, y en su intermedio se bailará el wals figurado, llamado el portuesino: también se hará el molinere con varias suertes, y entre ellas la muy vistosa de las banderas. Se elevará un globo aerostático con paracaídas, y una figura en forma de Apolo tocando la lira, que a cierta altura se desprenderá del globo y se la verá bajar muy despacio, manifestando la utilidad de tan preciosa invención. En seguida se presentará por primera vez a bailar la cachucha una señorita aficionada, y se procederá al sorteo de unos canastillos de frutas y ramilletes de dulces guarnecidos con flores, que se darán a los concurrentes a la función que la suerte designe: a este fin se dará gratis a la entrada al entregar el billete una tarjeta numerada, que servirá para la adjudicación de los premios, los cuales estarán expuestos a la vista del público. Se terminará la función con una bonita perspectiva de fuegos artificiales, entre los cuales habrá transformaciones representado el sol, su eclipse y la estrella del norte, ocultándose al fin con un hermoso nevado de fuegos que llenará todo el teatro, figurando la caída del telón (SIC)”
Todas estas atracciones que menciona el periódico eran repetidas en cada fiesta que hacían, en especial los fuegos artificiales y el globo aerostático. Tal fue el éxito que hasta en invierno permanecía abierta la quinta y era el lugar de veraneo, aunque corto, para los vecinos de la capital.
Los reyes asistían con frecuencia, así hay constancia de su presencia en Mayo de 1826 y Octubre de 1829; e incluso la celebración por el embarazo de la reina en Mayo de 1830, o la celebración de las onomásticas del rey en 1830 y 1831. También se aumentaron en gran número los servicios de diligencias, desde la calle Carretas y desde la carrera de San Jerónimo, tardando en el trayecto aproximadamente una hora.
Por otra parte las instalaciones recreativas se iban ampliando y mejorando, como podemos leer en la siguiente noticia de primeros de Abril de 1830:
“Para amenizar y variar en lo posible la diversión de los concurrentes a dicho establecimiento se ha enriquecido el belvedere ó gabinete de física recreativa con cuatro hermosas vistas tomadas de los puntos mas interesantes de Madrid, Cádiz, Valencia y Barcelona. En el jardín se han colocado el nuevo balón de señoras, el columpio del charco o de chasco, compuesto de dos movimientos, y el ruso o de vuelta entera, en el que se elevan los jugadores a 30 pies de altura, no solo sin la menor incomodidad, sino con sensación agradable, siendo este ejercicio en el sentir de muy acreditados profesores sumamente favorable a la salud, y con particular en el bello sexo. (SIC)”
Otro hecho significativo que encontramos en la prensa es que en el año 1830 se anunciaban en venta unas 40 casas en Carabanchel Bajo, mientras que en los años precedentes a la apertura de Vista Alegre y la presencia de los reyes apenas contamos 3 anuncios por año.
Sumemos también la comedia de Ventura de la Vega, de 1831, titulada “El gastrónomo sin dinero o un día en Vista Alegre”, cuyo primera escena decía así:
“... hombres y mugeres de Madrid esparcidos por el jardín y ocupados en diferentes cosas: unos tirando al blanco; otros paseándose; otros probando las fuerzas en la máquina; otros entrando y saliendo del belbedere; otros apeándose en algun coche o calesin, entran en la fonda. (SIC)”. Esto nos da una idea de la importancia que tenía Vista Alegre. Por cierto, la obra estuvo en cartel durante 6 años.
Debió de ser en el invierno de 1831-32 cuando la posesión pasó a denominarse real, es decir, paso a formar parte de la Casa Real, llamándose Real Posesión de Vista Alegre. Según las fuentes que hemos consultado fue un regalo del Ayuntamiento a la Casa Real, lo que parece confirmar su carácter de realengo, aunque según otras
[1] fue una compra personal de la reina María Cristina al coronel Pablo Cabrero, no pasando a Patrimonio Nacional hasta 1846. No obstante hemos encontrado una curiosa noticia, fechada en Agosto de 1832, en la que salía a concurso el riego de los árboles de la carretera de Carabanchel a Madrid mediante cubas, mencionándose Real Posesión y al corregidor de la Villa, aunque esto tampoco es concluyente, pues pudiera ser que el consistorio corriera con estos gastos.
La reina Maria Cristina pasó mucho tiempo entre 1833 y 1840 en Vista Alegre. Hacía 1840 se inició la construcción del llamado Palacio Nuevo, la ría navegable y los jardines de tipo geométrico, pero María Cristina se tuvo que exiliar a Francia y no regresó hasta 1844. En 1846 María Cristina cedió la propiedad a sus hijas Isabel II y la infanta María Luisa Fernanda, debido a su mala situación económica y para que el Patrimonio Real sufragara los gastos
[1] .
Pascual Madoz, en su libro editado en 1849, nos describe varias quintas en Carabanchel Alto, como las de: José Gargollo, Marqués de Remisa, José Nieva, Manuel Mateu, Francisco Narváez (Conde de Yúmuri) y la de la condesa de Montijo, que era la anteriormente citada del marqués de Miranda y la más importante de Carabanchel Alto.
De Carabanchel Bajo nos dice que había muchas casas de campo, algunas con huerta y jardín en el propio casco urbano, perteneciente a la burguesía, como las de Jaime Ceriola, Manuel González Bravo, José Filiberto Portillo, Buenos Aires de la familia Nágera, .....
Sobre la quinta de Vista Alegre dice que tenía 4 puertas, una de ellas de hierro y las otras de madera, daban paso a las 400 fanegas de las que se componía la posesión. La finca era la primera que se encontraba a la izquierda según se accedía a Carabanchel Bajo desde Madrid. Tenía muchos árboles: 2 olivares; 4 fanegas de parras, naranjos plantados en círculo con pajarera en su centro, columpios, laberintos, ...
De las cuatro norias las más conocidas eran la del Oratorio y Alfarfa, por sus aguas abundantes y la del Olivar, situada en una alta loma desde la que se divisaba Madrid, Getafe, Leganés, Villaverde, etc.
Tenía 4 fuentes, 2 de ellas secas en aquellas fechas, y destaca el autor una de tres piezas de mármol, con figuras de conchas, hércules, galápagos,.... Poseía 2 invernaderos enanos, es decir, que necesitaban tener siempre un calor entre los 25 y 30 grados, y otros 3 invernaderos normales, destacando el que estaba junto al palacio, que disponía hasta de un templete circular con los bustos de Fernando VII y Maria Cristina y un velador de piedra.
Una de las fuentes públicas que estaba en el muro de una de las fincas. Creemos que es la de Vista Alegre, a falta de una confirmación fehaciente.
Una cascada era el nacimiento de un canal de 587 metros de longitud por 2,5 metros de profundidad, y un gran lago artificial de 218 metros de perímetro con una especie de isla como embarcadero. Otra cascada era el final de esta ría artificial. Allí se encontraba la casa del embarcadero con capacidad para dos barcas. Tenía 3 puertas, dos de ellas simuladas, y 4 estatuas de medio cuerpo en su fachada.
Había una faisanera, un palomar, varios recintos acondicionados para pavos reales y casa para gusanos de seda. Para el servicio disponía de una casa para el portero, otra para el jardinero mayor y otra para el administrador, así como una casa para recoger los columpios.
Dentro de la quinta se encontraban las siguientes casas-palacio:
Palacio de Vista Alegre.
Esta era la principal casa de la posesión. Delante de la puerta principal había una gran plaza flanqueada con 10 estatuas de mármol. Tenía 37 habitáculos, a saber:
1.- Entrada con una barandilla de bronce dorada al fuego coronada por un busto de mármol de Minerva que era el complemento que ensalzaba la gran escalera.
2.- Habitación donde se hallaban 243 cuadros chinos junto a una cómoda.
3.- Habitación con 24 cuadros bordados en seda sobre don Quijote y en su centro una romana con silla para pesar a personas.
4.- Habitación. Tenía 71 cuadros, un velador de bronce y 2 relojes.
5.- A continuación se encontraba el salón de baile, con 3 grandes lámparas-arañas y 2 pequeñas, estaba magníficamente pintado y sus medidas eran de 43 por 17 metros,
6.- Otra habitación sin nada que reseñar,
7.- Habitación con 413 cuadros, 28 sillas, 4 rinconeras, 2 veladores, una gran mesa haciendo juego con las sillas y piano de cola.
8.- Habitación que tenía lienzos pintados y una mesa de litografía.
9.- Habitación con velador de bronce y escena de coches tirados por caballos sobre tablero de mosaico, más 10 cuadros de países.
10.- Habitación en cuyo centro había una urna de cristal, con varios instrumentos de música y 10 cuadros, entre los que se encuentra el de la enfermedad de Fernando VII, cuyo autor es Federico Madrazo.
11.- Habitación con 12 cuadros, entre los que destacaba el acto de la prisión de Nuestro Señor Jesucristo.
12.- Habitación que contenía 8 cuadros de la familia real, un velador de madera de la china, sillas góticas de juncos y reloj que representaba la fachada de la iglesia de Nuestra Señora de Paris. Anexo estaba una bañera circular con pinturas arabescas y 4 estatuas de mármol.
13.- Retrete con 11 cuadros, entre los que sobresalía uno de Sta. Águeda.
14.- Habitación que tenía 5 cuadros, entre ellos de La fecundidad (copia del de Ticiano), y el guerrero Javier Mina.
15.- Habitación con 9 cuadros, el más notable el juramento de Catalina de Aragón, de Medina.
16.- Habitación con 2 mesas redondas de jaspe y 3 cuadros.
17.- Habitación en la que su centro había una urna con un búho disecado y 11 cuadros.
18.- Habitación con 6 cuadros sobre montañas y un piano vertical.
19.- Recibidor al que va a desembocar la escalera en el que había una maravillosa estatua de bronce.
20.- Ya en el piso superior, habitación con varios cuadros, butaca con brazos y pies de bronce, bordada en oro con motivos de armas de Castilla y tocador.
21.- Habitación con varios cuadros y sillas.
22.- Habitación en al que había una urna de cristal con faisanes blancos y 19 cuadros.
23.- Habitación con varias aves disecadas de diversos continentes.
24.- Habitación que tenía 20 cuadros sobre la familia real y enmarcados con bronce dorado al fuego.
25.- Habitación con cuadros y adornos de poco valor artístico.
26.- Habitación en la que estaba una maqueta en madera del Palacio Real.
27.- Habitación muy ancha con muchos adornos.
28.- Habitación, nada que mencionar.
29.- Habitación con varios cuadros, entre los que destaca uno de mosaico, 2 cestas de marfil labradas. 4 afiligranadas, velador con 31 copas de coco negro con pie de plata.
30.- Habitación con varias sillas y cuadros, y una gran mesa de china con 3 grandes bolas de marfil.
31.- Habitación con decoración turca.
32.- Habitación que tenía una gran copa de alabastro en el centro, elaborada por Graudis.
33.- Habitación con sofás y sillas tapizadas en rojo; 2 espejos, 2 relojes y 3 mesas fabricadas en nácar.
34.- Habitación idéntica a la anterior.
35.- Habitación que tenía sillas y mesa.
36.- Habitación con muchos adornos.
37.- Habitación con varios cuadros, sillas, floreros y un velador central con una escribanía de corcho y 25 sellos, labrada por Félix Carrero.
38.- Habitación con un velador, un piano, sillas, y 7 grandes cuadros con los retratos de la familia de la reina María Cristina.
39.- Habitación en la que había varios cuadros y sillas, y un velador.
40.- Retrete, junto a otra escalera de bronce.
41.- Ya en el segundo piso, gabinete con varios instrumentos y juegos de manos, cuyo techo estaba pintado por Ribelles, Carderara, José Madrazo, Federico Madrazo, Anselmo Alonso, Burguini, Tejeo, Ribera, Vicente López y Blanchar.
Casa de Navarro.
Tenía 11 habitaciones, 2 de ellas sin amueblar, retrete inglés y oratorio. Este último tenía un cuadro de Nuestra Señora de los Desamparados, pintado por López, 4 urnas con reliquias, candelabros de plata y dorados, y varios cuadros más y un gran crucifijo.
La casa estaba coronada por un mirador desde el que se veía todo Carabanchel Bajo.
Palacio de Bella Vista.
La planta baja estaba dividida en 6 habitaciones en las que se almacenaban varias piedras de las fuentes, aves disecadas, y algún barco para la ría.
En la primera planta había 10 habitaciones, la mas singular de forma octogonal.
La segunda planta tenía 8 habitaciones. Destacaba una de ellas con un crucifijo y 6 candelabros de bronce, todo ello encajonado.
Palacio del duque de Rianzares.
Tenia 48 en el piso bajo y 18 en el superior. Una de ellas contenía una colección de cuadros con todos los castigos chinos, las demás bien adornadas con cuadros.
En definitiva, los cuadros totales de la finca de Vista Alegre aquí enumerados son 900 (los varios no están incluidos), y las habitaciones 161.
Hasta aquí el relato detallado de Madoz.
En abril de 1858 la finca se pone en venta, según podemos ver en el siguiente artículo:
Según parece el costo de mantenimiento era muy elevado, y las arcas de la corona no eran capaces de soportarlo.
La finca la compró José de Salamanca, a la postre marqués de Salamanca, quien todavía enriqueció más los jardines y mandó construir un palacio nuevo, pero como se suele decir: esto ya es otra historia.
Autor: Ricardo Márquez.
En este blog también colaboran: Angel Caldito y José Manuel Seseña.
Fuente: Biblioteca Nacional de España.
Notas:
[1] Artículo de Eva J. Rodríguez Romero, en la revista Espacio Crif, titulado El jardín paisajista de Vista Alegre.