jueves, 17 de septiembre de 2020

La Casa de la Cruzada y la calle de la Cruzada

En la parte más antigua de Madrid, casi frente al Palacio Real, se encuentra la calle de la Cruzada, que va desde la Plaza de Santiago a la calle de San Nicolás.



El nombre de la calle viene porque allí se encontraba la sede del Consejo de la Santa Cruzada (o Comisaría de Cruzada), una especie de tribunal que gestionaba los ingresos concedidos por la Santa Sede y dictaba la última palabra en las sentencias en las que intervenía el clero y había discrepancias. Fue creado por los Reyes Católicos en el año 1509 bajo el papado de Julio II.



El motivo de hacer este artículo fue que en el grupo de Facebook de Historias Matritenses, en especial con Jerónimo García, comentamos los clásicos azulejos que el Ayuntamiento de Madrid pone en los rótulos de las calles, donde se refleja una puerta de entrada a uno de los caserones que se encuentran en la calle de la Cruzada, concretamente el de la Casa de Domingo Trespalacios que todavía hoy existe. La duda era si el dibujo de los azulejos era de la entrada de la Casa de la Cruzada, sede del Consejo de la Cruzada. Las diversas fuentes consultadas, incluso municipales, dicen que la Casa de Domingo Trespalacios fue la Casa de la Cruzada, pero después de una investigación a fondo podemos afirmar que no.



Para demostrarlo vamos a buscar toda la historia de la calle y algunas de las casas que formaban el barrio de San Nicolás. El escrito más importante que encontramos, y en el que pensamos que están basados los documentos que hasta ahora se han hecho sobre la calle, es el libro de Mesonero Romanos “El antiguo Madrid : paseos histórico-anecdóticos por las calles y casas de esta villa" del año 1861. En él nos cuenta lo siguiente sobre la calle de la Cruzada:



Casas de Herrera y de la Cruzada. 


La familia de los Herreras, fundada en Madrid por Alonso Gómez de Herrera, a principios del siglo XV, y en que su nieto D. Melchor tuvo el título de primer marqués de Auñón, regidor y alférez de Madrid en 1583, poseía varias otras casas en esta demarcación y capilla propia en esta parroquia; las principales de aquéllas eran las que estaban a la esquina, frente a la iglesia de San Juan, por la puerta que miraba a Palacio, y otras en la plazuela de Santiago y detrás de Santa Clara; ninguna de ellas existe, y sí sólo las de enfrente, que fueron de Pedro de Herrera el Viejo, del Marqués de Auñón y Conde de Olivares, que reedificó después el consejo de la Santa Cruzada, para establecerse en ella, y hoy poseen los Condes de Campo Alange, por el mayorazgo de Negrete. Dichas casas son suntuosas y de buena fábrica, con frentes a la calle de la Cruzada y de San Nicolás.



Casas de los Lodeñas y otras.


Formando la esquina de dicha calle, frente a la iglesia de Santiago, existe otra casa notable, que fue de la ilustre familia de los Lodeñas, y labró de nuevo, a principios del siglo XVII, D. Sancho de la Cerda, marqués de la Laguna, cuyos escudos de armas se ven en la fachada, y a la esquina de ella se alza una torrecilla como las que solían tener todas estas casas principales de la nobleza madrileña, y un ancho zaguán de dos puertas. La inmediata, que forma con ella la manzana 428 y tiene su entrada por la calle de la Cruzada con vuelta a la de Santiago, perteneció a la familia de los Guzmanes.



Entrada actual a la Casa de Domingo Trespalacios, calle de la Cruzada nº 4, y que es la que se muestra en los azulejos de los rótulos de la calle. Foto: Google.

Por tanto sabemos que la Casa de la Cruzada y la de los Guzmanes daban a las calles de la Cruzada y San Nicolás, y que las Casas de Lodeñas junto con las Casas de los Guzmanes formaban  la manzana 428, mientras que la de la Cruzada era la manzana 427 como veremos más adelante. Consultando los planos podemos afirmar que las Casas de Herrera y la Cruzada eran el actual número 3 de la calle de la Cruzada, y la de Lodeñas y Guzmanes era los actuales números 2 y 4.



En el plano de Texeira de 1656, podemos ver con bastante detalle la Casa de la Cruzada, marcada con una equis roja. 



Con relación a la manzana 428 tenemos que el número 4 de la calle Cruzada es la casa llamada actualmente de Domingo Trespalacios (la que aparece en la placa de la calle) y que en realidad esta casa fue la de los Guzmanes que estaba comunicada directamente con la iglesia de San Juan –hoy desparecida- por un pasadizo como se ve en el plano. La propiedad de la casa de los Guzmanes pasó a la casa de Alba y después a Trespalacios, quien en 1768 compró un terreno aledaño, posiblemente junto a la iglesia de San Juan, para reconstruir o ampliar el palacio tal y como lo conocemos hoy. Por eso la casa de los Guzmanes que vemos en el plano de Teixeira no es la actual pues ocupaba menos superficie y si nos fijamos en los planos posteriores la fachada a San Nicolás estaba más retranqueada, resultando una manzana más pequeña.



El palacio de Lodeñas era el que hacía esquina a la plaza de Santiago (actual nº 2 de la calle de la Cruzada), con su torre en la esquina como se ve en el plano de Teixeira y que luego fue sede de la Diputación Provincial.




Es hacia 1750 cuando la Cruzada compró el edificio y tras una reforma, que como veremos más adelante consistió en levantar una planta más, trasladó allí su sede (1). Debió de ser en este momento cuando la calle tomó el nombre de la Cruzada.



En este curioso plano francés de 1761, grabado por Chalmandrier, vemos por primera vez el nombre de la calle, aunque están intercambiados algunos nombres de las calles y según el plano la calle de la Cruzada era la calle de San Juan, pero debemos de ponerlo en entredicho por los errores que aparecen en el mismo.




Sin embargo estos errores ya fueron corregidos en el plano topográfico de 1769, en el que además podemos ver la numeración de las manzanas.




El clásico anuncio en el Diario de Madrid con una de las convocatorias del Tribunal. Octubre 1817.

Ya que la Casa de la Cruzada era bastante grande, en algunos escritos hablan que en realidad eran dos palacetes separados con un solo portalón, diversas autoridades tuvieron allí su residencia. Así en 1825 hay noticias que la Capitanía General tuvo allí su sede, siendo domicilio del Capitán General y de su Secretaría. Tengamos en cuenta que había bastantes cuarteles cercanos y ante todo era un sitio estratégico debido a su proximidad al Palacio Real, por lo que en tiempos tan convulsos era fundamental estar lo más cerca posible del Rey.




La Casa de la Cruzada en la maqueta de 1830 de León Gil de Palacio. Nuestro agradecimiento a Memoria de Madrid por la cesión de estas dos fotos.


En 1851 el Consejo y Comisaría de Cruzada fue disuelto, pasando la propiedad de la Casa de la Cruzada a los Condes de Campo Alange. El conde, don Luis Salamanca y Martínez de Pisón, falleció en mayo de 1868, y la condesa, doña Manuela Negrete, se hizo cargo de la administración de numerosas fincas -sobre todo en Segovia, Andalucía y Extremadura-, teniendo en la Casa de la Cruzada la contaduría desde donde administraba todos sus bienes. La condesa se codeaba con lo más selecto de la sociedad  madrileña y palaciega, no en vano era Grande de España. 


En el detallado plano de Íbero de 1872 podemos observar los edificios más importantes que había junto a la Casa de la Cruzada, con el 89 el Cuartel de Alabarderos y con el número 75 la sede de la Diputación Provincial de Madrid.





Manuela Negrete falleció en abril de 1883, a la edad de 73 años, en la Casa de la Cruzada. La prensa destacaba su carácter jovial y que se mantuvo activa hasta última hora. Siguió el quehacer bibliográfico que empezó su madre y contaba con una importante biblioteca que fue vendida simbólicamente a la Universidad Central y a la Biblioteca Nacional de España. A su entierro asistieron personalidades tan importantes como Cánovas del Castillo, Castelar, Alonso Martínez, Manuel Silvela, ... y numerosos nobles: duques de Ahumada, marqueses de Villadarias, Orovio, Aranda, Villamagna, Sotomayor, Villaviciosa,...





En el año 1886 se puso en venta la Casa de la Cruzada y creemos, dando crédito a algunos artículos periodísticos, que la compró el Marqués de Sotomayor. En octubre del año 1887, se trasladó a la casa el Cuartel de Inválidos debido al estado ruinoso de su anterior cuartel que estaba en el convento benedictino de Atocha. 



En diciembre del mismo año 1887, La Ilustración Española Americana publicó unos interesantísimos grabados sobre el Cuartel de Inválidos en el que, además de la fachada, mostraba como era la casa por dentro.







Desde un principio fue motivo de polémica el elevado alquiler que debía de pagar el ejército, en 1890 ya eran 27.500 pesetas anuales, por lo que fueron ocupadas todas las dependencias de la casa, incluso se instaló en ella la Biblioteca del Ejército y la Comandancia General. Se criticaba que el cuartel apenas podía llegar a acoger a veinte soldados cuando las necesidades se cifraban en al menos 400 plazas y el estado calamitoso del edificio. Como curiosidad citar que en 1894 se publicaron algunos anuncios sobre la subasta de una parte de la Casa de la Cruzada, aunque por el precio de salida debía de tratarse de un trozo muy pequeño, quizás de la parte interior colindante que daba a las fincas de la Plaza del Biombo.



En la siguiente foto podemos ver el aspecto que tenía la Casa de la Cruzada en 1927 (marcada con flecha amarilla). Comparando esta foto con el plano de Teixeira se observa como el edificio ganó una planta más entre las torrecillas, reforma que como nos contaba Mesonero Romanos fue a cargo de la Cruzada allá por el año 1750.




Fachada del Cuartel de Inválidos en la Casa de la Cruzada. Julio 1927. Foto: Contreras y Vilaseca, revista Estampa (BNE).


En diciembre de 1933 casi toda la prensa se hacía eco del derribo de la Casa de la Cruzada. Desde 1880 existieron varios proyectos para reformar la zona y dar más amplitud a las calles y hacer una conexión directa desde la Plaza de la Armería a la Plaza Mayor.


De frente la calle San Nicolás, a la derecha la calle de la Cruzada. Fotos del diario Ahora. Diciembre 1933.


De frente a la derecha la calle San Nicolás, a la izquierda la calle de la Cruzada.


Calle de la Cruzada vista desde la calle San Nicolás, a la derecha la Casa de la Cruzada a medio derribar.


Fachada y entrada principal de la Casa de la Cruzada.


Sirva pues este artículo para que nuestro Ayuntamiento de la Villa y Corte conserve, aunque sea visualmente, el antiguo Madrid ya desaparecido, y que el grabado de la Ilustración Española Americana de la Casa de la Cruzada sea también reproducido en las cerámicas del nombre de la calle junto a la de entrada de la Casa de Domingo Trespalacios que existe actualmente.



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Autor: Ricardo Márquez



En el blog Historias-Matritenses también colabora José Manuel Seseña.



Agradecimientos: A Jerónimo García del grupo Historias Matritenses de Facebook por ayudarnos a buscar y contrastar los datos.



Notas:

1 – Anteriormente la sede del tribunal estaba en la plaza del Conde de Barajas.