Corría el año 1958 cuando a finales de abril el Atlético de Madrid decidió hacer una emisión de obligaciones con el fin de ampliar su estadio, el Metropolitano, para albergar a 114.000 espectadores. Las obras comprendían, además de la ampliación de las gradas, una gran plaza y el ensanchamiento de las calles adyacentes para absorber todo el movimiento de espectadores y vehículos. Según las notas de prensa las obras estaban muy avanzadas y esperaban tenerlo todo listo para la nueva temporada en el mes de septiembre.
Estadio Metropolitano. Año 1964.
La emisión de las obligaciones, cien millones de pesetas a un interés anual del 6,75%, fue puesta en circulación el día uno de junio de 1958; sin embargo a finales de julio de ese mismo año se decidió someter a la Junta General, que debía de celebrarse el 7 de septiembre, la compra de unos terrenos colindantes con el río Manzanares al ente "Canalización del Manzanares". La propuesta fue aprobada, estimándose el valor de compra en algo menos de once millones de pesetas.
Dos vistas del estadio Metropolitano. Foto: Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, fondo Portillo.
A finales de noviembre de 1958 el Ayuntamiento aprobó el proyecto de construcción del estadio en los terrenos denominados "Canalización del Manzanares". Tras unas largas negociaciones el Gobierno comunicó su visto bueno al plan en julio de 1959, según los diseños realizados por García Lomas y Javier Barroso -que era el Presidente del Atlético-. Estaba previsto para 110.000 espectadores (el 40% sentados), con dos pasarelas que comunicarían directamente con la otra orilla del río, y cada entrada tendría asociada una plaza de aparcamiento para un vehículo. Además el terreno de juego tendría exactamente las mismas dimensiones que el Metropolitano. Las obras dieron comienzo de inmediato y el presupuesto rondaba los 200 millones de pesetas. Su inauguración estaba prevista para la temporada 1961-62.
A la izquierda en primer plano los terrenos comprados por el Atlético. Foto: Memoria de Madrid.
Hasta marzo de 1961 se fueron cumpliendo los plazos preestablecidos, estando para entonces levantados los travesaños de los fondos hasta el segundo anfiteatro. Lamentablemente las obras se paralizaron al poco tiempo por falta de financiación, autorizando la Junta General de septiembre de 1961 la búsqueda de alternativas para continuar las obras, pero tras dos años la solución no se encontraba, y es así como en la Junta de 1963 se acuerda poner de inmediato a la venta el estadio Metropolitano y continuar las obras del Manzanares, donde ya se llevaban invertidos 70 millones de pesetas. La enajenación del Metropolitano se logró ese mismo año.
Estado de las obras en 1964. Gracias a Ramón Oria por avisar que la foto estaba volteada.
Sin embargo todas las alarmas saltaron a principios de febrero de 1965, cuando se planteó derribar todo lo hecho en el Manzanares hasta la fecha. La situación era acuciante, el Metropolitano estaba ya en manos de una inmobiliaria que exigía el abandono del campo para septiembre (la venta se hizo en 110 millones de pesetas y ya les había concedido dos prorrogas para el desahucio), y desde el Ayuntamiento y la Junta de la Canalización del Manzanares se pedía la devolución de los terrenos que según las cláusulas de la expropiación deberían de haber sido destinados a viviendas, además de las fuertes críticas por una edificación tan elevada junto al río que no encajaba en el ordenamiento urbano de la zona. Las soluciones que se ofrecían era que el Ayuntamiento comprara el Bernabeu y, tal y como sucedía en Milán, el Real y el Atlético jugaran en el estadio, pero como era de suponer el Real Madrid se negó en redondo; la otra era ampliar un poco el estadio de Vallehermoso, lo suficiente para dar cabida a todos los socios.
Tras largas negociaciones el Presidente del Atlético de Madrid, Vicente Calderón, anunció la reanudación de las obras a finales de mayo de 1965, con la esperanza de que el campo estuviera listo para el inicio de la temporada 1965-66. Sin embargo las acometidas (electricidad, alcantarillas,...), no llegaban pues las obras de la canalización del Manzanares y la urbanización de los terrenos adyacentes tenían preferencia. Así lentamente en mayo de 1966 se empezó a plantar el césped, estando ya las estructuras de las gradas listas.
El estadio en construcción durante 1966. Fotos: nuevoestadioatleti.blogspot.com
El Metropolitano ya medio demolido en agosto de 1966. Foto: Archivo Regional Comunidad de Madrid. Fondo: Portillo.
Reportaje del Nodo sobre la inauguración del estadio. Octubre 1966. Archivo RTVE,
El partido inaugural fue contra el Valencia, dando comienzo a las 12:45 horas. Tan solo acudieron 20.000 espectadores, aunque ese día podían asistir unos 40.000 aficionados pues restaban numerosos remates en la grada -faltaba el segundo anfiteatro del fondo norte y la tribuna del Manzanares-. Fue el mítico Luis Aragonés quien marco el primer gol en "el estadio del Manzanares" en el minuto 19 de juego, aunque el resultado final fue empate a uno.
Todavía se trabaja en la tribuna del Manzanares cuando se empezó a jugar y entrenar. Fotos: nuevoestadioatleti.blogspot.com
Pero no iban a acabar los sustos. En enero de 1967 con motivo de las obras de las pasarelas de comunicación entre el estadio y la otra orilla, el Ayuntamiento de Madrid entró en confrontación con el Atlético de Madrid por falta de licencia de obras. Hasta tal punto llegó la tensión que la Policía Municipal intervino para paralizar las obras y además se amenazó con derruir toda la grada que daba al río por haberla construido sin la autorización municipal. Por su parte el club aseguraba tener todas las licencias del Ayuntamiento, de Canalización del Manzanares y del Gobierno, incluso en la maqueta que se presentó a la Candidatura Olímpica de Madrid en el año 1966, para la Olimpiada de 1972, las pasarelas estaban contempladas. Después de muchos dimes y diretes, a primeros de marzo de 1967 se llegó al acuerdo que el Atlético no construiría las pasarelas y el Ayuntamiento daba luz verde a las tribunas de la parte del río.
Finales de los años sesenta.
La inauguración de la estación del Metro de Pirámides el día 5 de junio de 1968, supuso un medio de locomoción excelente para la zona y todos los aficionados atléticos.
En 1971 se acordó cambiar el nombre por el del presidente Vicente Calderón.
La M-30 el día de su inauguración con el Puente de Toledo y el Calderón al fondo. Foto: ARCM.
Plano de tramo de la M-30 correspondiente a la llamada entonces "Autovía del Manzanares". Fuente: Mopu.
En noviembre de 1974 fue abierto el tramo de la M-30 que pasaba por debajo de las tribunas del Vicente Calderón en su sentido sur-norte, sin duda otra buena comunicación para el estadio.
Fotos de los años setenta. En 1982 también fue sede del Campeonato Mundial de Fútbol.
Año 1979. Foto Memoria de Madrid.
Durante el verano de 1992 el estadio tuvo que ser tratado contra la aluminosis que padecía el hormigón, teniendo según los expertos "desprendimientos de hormigón en recubrimientos y alambres, con pérdida de sección resistente significativa".
Desde el año 2003 el Calderón fue calificado por la UEFA como estadio cinco estrellas. El aforo total se ha ido reduciendo por motivos de seguridad, siendo hoy en día para 54.851 espectadores.
Próxima estación: La Peineta. Actualmente se está habilitando "La Peineta" para el Atlético de Madrid. Ya veremos cuando estará listo.
Proyecto para los actuales terrenos del estadio Vicente Calderón. Imagen: El País.
Proyecto para los actuales terrenos del estadio Vicente Calderón. Imagen: El País.
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Autor: Ricardo Márquez
En este blog también colabora José Manuel Seseña.