jueves, 30 de enero de 2014

Las paradas de la Ciudad Lineal - Parada 2


Volvemos a poner "la maquinilla" en marcha y vamos a ir hasta la parada 2. Veremos el tramo comprendido entre Vizconde de los Asilos y Marqués de Hoyos, esto comprende también las calles Sánchez Díaz, López Aranda; y en la otra acera la calle José del Hierro.


Esta parte de la Ciudad Lineal estaba marcada por el camino de la Cuerda (actual calle Misterios), en sus manzanas occidentales, siendo estas muy estrechas; mientras que la parte oriental se extendía con manzanas supletorias aprovechando el camino de la Quinta, llegando a ser uno de los lugares más anchos de la Ciudad Lineal.

La segunda calle vertical por la izquierda es Vizconde de los Asilos. La línea blanca remarca el Camino de la Cuerda. Obsérvese la gran amplitud que tenía la Ciudad Lineal en la pare correspondiente a Canillejas. Foto: Guía de la Ciudad Lineal, año 1929.

Plano de Facundo Cañadas, año 1900.

Justo en esta parada acababa entonces el término municipal de Canillejas y empezaba el de Canillas, y era la frontera entre ambos pueblos el arroyo del Santo al este y el camino de la Cuerda al oeste.

"La placita de toros de La Ciudad Lineal en el Centro", y la intersección de las calle José del Hierro, López Aranda y Arturo Soria. Año 1944.

El lugar más conocido era "La placita de toros de la Ciudad Lineal", que estaba en la esquina de López de Aranda con Arturo Soria. Además allí estaba una de las tiendas de don Remigio Casado (tenía otra en la carretera de Hortaleza), un hombre de negocios que incluso llegó a comprar la plaza de toros.


"La placita de toros de la Ciudad Lineal" fue concebida como un circo ecuestre mientras acababan una mucho más grande que estaban construyendo en la carretera de Aragón. Fue inaugurada en septiembre de 1908, y además fue utilizada como cine y para otros actos festivos por la Sociedad de Espectáculos de la Ciudad Lineal. También fue conocida por "La plaza del tío Frascuelo", ya que en 1910, estando explotada por el empresario don José Merchán, fue cedida al famoso torero Paco Frascuelo para que sirviera de sucursal a la escuela que Frascuelo tenía en "el Madrid Moderno" y diera en la placita de la Ciudad Lineal las clases practicas con becerros.

En este tramo fue donde antes y de forma más prolija construyó la CMU, sobre todo como decíamos anteriormente en la acera de la derecha según se viene de la calle Alcalá, es decir, en el término de Canillejas. No existían grandes mansiones (los llamados "hoteles de lujo" por la CMU), y sí gran cantidad y variedad de casas burguesas, así como casas de obreros intercaladas, mientras que en la parte más alejada por la calle Maria Lombillo existían vaquerías, talleres,... Era pues el proyecto de urbanización de don Arturo Soria llevado al mejor fin, sin duda debido a que no existían vías principales que la afectara a su desarrollo (como ocurría en la carretera de Aragón o la carretera de Hortaleza).

Villa Sotera.

Villa Sotera actualmente. Foto: Enrique F. Rojo.

Pero sigamos recorriendo la parada 2. En la calle Vizconde de los Asilos nos encontrábamos con Villa Sotera, un hotel burgués muy vistoso con su galería de cristal en la fachada y con las columnas de la verja unidas mediante unos vistosos arcos de ladrillo. Esta vivienda pertenecía a Manuel González y González,  maestro de obra y contratista de la CMU, quien compró el terreno 1903 y construyó en él Villa Sotera de 1904 (1)

Patio interior junto al garaje de Villa Sotera. Foto: Concha.

Es, si no nos equivocamos, la única cristalera original que queda en toda la Ciudad Lineal que fueron instaladas en las casas desde el año 1911. Este tipo de cristalera fue promovida por la CMU y se instalaron  en numerosas villas, como Ossa, Guitart, Aleixandre,... incluso en Villa Rubin, la casa de la familia de don Arturo Soria.


La casa de don Mariano Moreno Mayorga, "Villa Mayorga". Estaba situada en la calle Vizconde de los Asilos, casi esquina a General Aranaz.

Villa Valentina.

En la esquina de la calle Arturo Soria con Sánchez Díaz estaba la casa de don Manuel García Quintanilla, quien fue presidente de la CMU, conocida como villa Valentina.

La Granjilla.

Justo en la otra acera estaba La Grajilla, propiedad de don Joaquín Mingote, que además poseía Villa La Solana en la misma calle de Sánchez Díaz, y siguiendo por esta estaban las villas La Giralda y Arrendo, otros hoteles (2) de dos pisos. También en la calle de Sánchez Díaz vivía el marqués de Mont Roig.

Villa Concha que estaba en la calle Sánchez Díaz.

En la calle López Aranda encontrábamos las siguientes fincas: Ursula, Sanina, La Umbría, Pedrito, Torre del Oro, Alejandra, Cidez, Dax,... Y en la calle Marqués de Hoyos: Villa Clementina, García, Amparo,...  mezclándose los hoteles burgueses con las casitas de obreros, en ambas calles.


Planos ejemplos de las casas que nos encontrábamos.

En la calle Posterior Oriental (actual General Aranaz) había casas más modestas y bastantes granjas, extendiéndose la urbanización hacía la calle María Lombillo donde estaban las fincas: Mi Hucha, Urtiagena, Adelaida, Nuestro Deseo, María del Socorro, Las Gemelas,... y uno de los primeros hoteles burgueses de dos pisos construido para Manuel Vallejo Dualde.

Villa Saavedra.

Pero la finca más grande de esta zona era Villa Saavedra, perteneciente a Alonso Saavedra quien formó parte del Consejo de Administración de la CMU. Era aristócrata y oficial de caballería, estando casado con María Asunción Lombillo, de ahí el nombre de la calle. Su finca hacía esquina con la calle Posterior Oriental y con María Lombillo, contando el terreno con 6.400 metros cuadrados y una casa con 16 habitaciones divididas en dos plantas. Pero lo más sobresaliente era la gran vaquería que tenía, pues precisamente este tipo de explotaciones ganaderas, como otras avícolas o talleres de costura y planchado que había en esta manzana, hacían de esta parte de la Ciudad Lineal el sueño que tuvo don Arturo Soria, una ciudad autónoma y dinámica que integrara a todas las clases sociales.

La vaquería Saavedra.

Este hotel era el contiguo a Villa Saavedra siguiendo por la calle María Lombillo.


Villa Catalina, calle María Lombill, núm. 1, justo enfrente de Villa Saavedra. Hasta 1920 era de don Antonio Laiseca y después la compró Rafael Fernández Martínez. La casa contaba con termo-sifón y calefacción por agua caliente, toda una innovación para para época.

Una casa de obrero de la zona (manzana 96), año 1908. Estas viviendas suponían un cambio en las condiciones higiénicas para la clase trabajadora respecto a las aglomeraciones de la capital.

Por suerte hoy podemos pasear virtualmente en lo que fue la fachada principal de la calle Arturo Soria entre las calles Sánchez Díaz y López Aranda, gracias a las fotografías que se conservan.

Vista de las fachadas entre López de Aranda y Sánchez Díaz. Foto del artículo "Institución Franco-Española del Inmaculado Corazón de María - Un colegio de la Ciudad Lineal", donde hay muchas más imágenes de la zona.

Si cruzábamos la calle Arturo Soria, casi enfrente de Vizconde de los Asilos, estaba otra de las villas más importantes de la Ciudad Lineal, La Tierruca que en 1910 cambió su nombre por El Descanso. Hasta 1909 la casa solo contaba con un piso, siendo añadida la segunda planta en ese año.

Foto anterior a 1910, cuando El Descanso era todavía La Tierruca.

El Descanso a la izquierda. Como vemos los muros de cerramiento de las fincas daban una buena apariencia a este tramo de la Ciudad Lineal.

De seguido por la misma acera estaba Villa Margarita, perteneciente a doña Margarita Sorobe Echegaray, un precioso chalet de dos alturas pintado de color blanco. Tenía una afamada granja avícola llamada "Progreso", y ganaron varios concursos con gallinas de distintas razas. Además de vender huevos, patos, gansos, conejos,... fabricaban jaulas para estos animales. Con el pasar de los años en esta villa se instaló la estafeta de correos.

Un poquito más adelante estaba la finca de don José del Hierro. Con una fachada muy estrecha a la calle Arturo Soria, su terreno llegaba hasta al camino de la Cuerda. La casa era modesta pero de dos pisos, estando toda la finca llena de árboles.

Este trecho de la calle Arturo Soria fue el primero en contar con aceras que sufragaron los propios vecinos.

Solar que hace esquina con las calles Misterios y José del Hierro, donde se está el colegio Santa María del Carmen. Foto: Archivo Comunidad de Madrid. Año 1964.

También en estas manzanas había casitas de obreros, pero estas bordeaban el Camino de la Cuerda, siendo por tanto parcelas irregulares. Pedro Vázquez Echaure y Gervasio Estaca fueron dos de los propietarios de  las primeras casas de obreros que construyó la CMU junto al Camino de la Cuerda, en la llamada calle Occidental.

Todavía hoy podemos contemplar la casa de obreros que se construyó para Juan Rus Villa en 1901, en la esquina de la calle Misterios con José del Hierro.

Otro elemento destacable de la zona era la barriada Aurorita. Estaba situada en el actual cruce de la calle José del Hierro con Polibea, separado por un pequeño descampado del Camino de la Cuerda. Las obras las hizo la Compañía Madrileña de Urbanización (CMU), y se trataban de pequeñas casas destinadas a alquiler para trabajadores de la Ciudad Lineal, preferentemente. Los propietarios eran doña Aurora Murúa y don Adolfo León, quién era encargado de obras de la CMU.

Detalle de la foto aérea de la barriada Aurorita. Año 1932, aproximadamente.

La parcela era de unos 20.000 metros cuadrados y estaba prevista para: "26 hotelitos y 16 pabellones con 12 cuartos cada uno, otros dos pabellones para lavaderos y otro para escuelas", según la propia memoria de las obras. Por su parte la CMU se comprometía a plantar los árboles necesarios en la barriada. El 31 de mayo de 1911, fecha de la inauguración oficial, estaba solo construido un pabellón y 4 hoteles. Don Manuel Delgado Vidal, hombre muy activo en todos los negocios de la Ciudad Lineal, era el encargado de los alquileres.


En agosto de 1911 se construyeron otros 4 hoteles, en total eran 8 con tres habitaciones, comedor y cocina, y un jardín con un pequeño gallinero, equivalente a los chalet pareados de hoy en día. Los llamados pabellones eran edificios de dos plantas con 12 viviendas en total que tenían 2 ó 3 habitaciones. Aunque este tipo de construcción estaba en contra de la teoría de la Ciudad Lineal, era la única forma de dar vivienda a un precio razonable a los obreros, y además se cuidó al máximo que todas las viviendas tuvieran buena luz y aireación.

Colocación de la primera piedra de la Colonia Benéfica Belén, marzo 1949. Foto: Visión panorámica de un Itinerario.

En marzo de 1949 se pone la primera piedra de la Colonia Benéfica Belén para obreros de la construcción (junto a otra promoción gemela que se hizo en el barrio San Blas). Se trató de un proyecto colectivo, el Ayuntamiento cedió los terrenos, los arquitectos hicieron los planos gratuitamente, los constructores dejaron los aparejos, siendo finalmente los obreros de la construcción los que trabajaban los domingos para levantar sus propias viviendas. La colonia contaba con 24 viviendas con un pequeño patio en la parte en posterior, y estaban repartidas en dos hileras cuyo eje central era la calle Benéfica Belén. Posteriormente se fueron añadiendo manzanas, con la misma tipología, llegando a alcanzar la cifra de 155 casitas repartidas en las calles Misterios, Sambara, Florencio García, Avellana, Eider, Cormorán, Zigia,..... así como algún bloque de 3 alturas.

Colonia Benéfica Belén, calle Cormorán esquina a Florencio García. Foto Espasa Calpe, año 1979.

La construcción del barrio de la Concepción en 1953 supuso un fuerte impulso para el barrio, y la calle José del Hierro pasó a ser una vía muy importante de comunicación, que se vería reforzada en 1962 cuando los tranvías que iban desde las Ventas a San Blas y Canillejas abandonaron la calle Alcalá para transitar por José del Hierro.

El edificio del cine Texas visto desde la calle Misterios. Foto: Archivo Comunidad de Madrid. Año 1964.

Además la apertura del cine Texas en septiembre de 1960 dio un aire cosmopolita a la zona, con heladerías y bares que nacieron a la sombra del cine, incluso la famosa tienda de discos FM que estaba enfrente del cine.

De nuevo volvemos al viejo tranvía, y desde la parada 2 vemos lo frondosa que era nuestra Ciudad Lineal.

Y hasta aquí esta breve historia de la Parada 2 de la Ciudad Lineal. Como siempre esperamos los comentarios de los vecinos y lectores que seguro que enriquecerán más que un millón de datos.
-.-.-

Autor: Ricardo Márquez
En este blog también colabora: José Manuel Seseña

Notas:
1 - Nuestro agradecimiento a Concha por la información sobre Villa Sotera.
2 - Cuando hablamos de hoteles utilizamos la terminología que utilizaba la CMU para referirse a lo que hoy en día conocemos como chalet.

jueves, 23 de enero de 2014

Recuperar lo "casi" perdido

Anteriormente a este artículo hemos hecho otros recordando juegos que han pasado al olvido, si no definitivamente si en gran parte. En algunas ocasiones viene dado por la falta de lugares donde poder practicarlos, otras veces por la falta de tiempo, pero en general por esta sociedad  modernista que ha cambiado el ocio por la obligación.

Sin querer poner fechas, solamente digamos “antes“, y por referirnos a las personas que mas practicaban los juegos a los que nos vamos a referir, era usual que los festivos se emplearan para relacionarse con la vecindad, cambiar impresiones sobre el barrio, tomar un vino o una cerveza, y aprovechar para echar una partida en el bar, bien fuera al tute, a la brisca, al mus, al dominó, a los dados, fuera a lo que fuera, lo principal era ese acercamiento.

Esta vez pretendemos recordar esos juegos – deportes, que aunque algunos los practicábamos como diversión, no por eso dejaban de estar federados, me refiero a los populares: Rana y Tanga o Chito.

Estos dos juegos, a los que nos vamos a referir, al estar federados tienen como es lógico su reglamentación, y sus normas de juego, alguno de ellos, tienen incluso varias modalidades de juego, describirlos al dedillo supondría emplear nombres técnicos que se nos escapan a los que no estamos duchos en la materia, y para ello habría que recurrir a Internet. Nuestra intención no es contar la técnica ni la reglamentación del juego, sino el juego tal como lo recordamos, es decir, lo que mantenemos en la memoria.

Foto: Wikipedia

La “rana”
La “rana” es un juego muy popular, raro era el bar que no tuviera rana, sobre todo los que tenían jardín, aunque en alguna ocasión se sacaba a la calle a jugar. Es un juego que no tiene dificultades para practicarlo, únicamente se necesita destreza y puntería. Los participantes pueden ser los que se quiera, las partidas solían ser individuales, aunque también se puede jugar por parejas.  Para el juego se emplean diez discos redondos de hierro, de tamaño de 4 cm de diámetro aproximadamente llamados changarros o petacos.

Foto: Bricolandia.es.

La rana es una especie de mesa con patas, y un cajón con apartados en la parte inferior, donde quedaban depositados los changarros, y en los que ponía el valor de los mismos. Podía ser de madera o de hierro, tenía que tener la misma medida de largo que de ancho, es decir cuadrada, estaba cerrada por tres laterales menos por el frente. Consta de una rana en el centro de la mesa, con figura sentada y la boca abierta, igualmente en el centro pero por delante un molino, dos puentes a ambos lados del molino, y cinco agujeros, dos por delante y tres por detrás de la rana, en total nueve agujeros, algunos con obstáculos, como es el caso de los puentes, teniendo cada figura una puntuación distinta. Existe otro tipo de mesa, que en la parte del fondo tiene tres ranuras perpendiculares de distintas medidas de ancho, y cuyo valor de puntuación es también distinto, y por detrás un tipo de cajoncito donde quedaban depositados los changarros.

El juego consiste en: Se traza una raya horizontal, normalmente con tiza en el suelo, a una distancia aproximada de la mesa de cuatro metros, desde donde se lanzan los changarros, el que en su turno de tirada pisara la raya, los tantos que se lograran no se contabilizaban, igualmente no se contabilizaban los tantos de los changarros que se quedaran en la boca de la rana, molino, puente o ranura sin entrar, hasta que empujado por otro changarro lanzado posteriormente lo introdujera en el agujero, siempre que le quedaran changarros en la misma tirada por lanzar.

Foto: Album de Flickr de Karolo Suárez

El orden de tirada era de uno detrás de otro, y cada jugador lanzaba diez changarros por tirada. Cuando la partida era por parejas, tiraban ambos compañeros seguidos, las partidas solían ser de diez tiradas, o bien acordar un número determinado de puntos. Había dos formas de lanzar el changarro, una abierto de piernas, y la mano que lanzaba bailando entre ellas, otra en ángulo, es decir, la pierna izquierda por delante de la derecha unos 50 cm.


El valor de las figuras eran los siguientes.

Rana………. 50 puntos.
Molino……... 25 puntos.
Puente…….. 10 puntos.
Agujero..……. 5 puntos.

Si la mesa disponía de ranuras.

Ranura inferior………. 20 puntos.
Ranura medio……….. 15 puntos.
Ranura superior……... 10 puntos.


La "tanga" o "chito"
Hay multitud de nombres para este juego o deporte, cada comunidad tiene el suyo, pero concretamente en Madrid era conocido por el “chito”, lo mismo sucede con los discos que se lanzan, pero los que yo he oído de siempre han sido, los petacos o tejo. Si en el juego de la rana decíamos que se precisaba de destreza y puntería, aquí era imprescindible, no solo la puntería, sino la habilidad y la fuerza.

La calle Tribulete también tenía que ver con este juego.

Es un juego o deporte sencillo, vamos a conocer las piezas que se empleaban en este juego.

Tanga o Chito – Petaco o Tejo – Chapa.

¿Qué es la tanga o chito?: Es la pieza a derribar, era un cilindro de madera, de entre 15 – 20 cm, de longitud, y de entre 3 – 4 de diámetro.
¿Qué es el petaco o tejo?: Es la pieza que se lanza, era un disco de hierro, de unos 8 – 10 cm de diámetro.

¿Qué es la chapa?: Es la pieza que se coloca encima de la tanga o chito, tiene una circunferencia de aproximadamente 3 cm.

Foto: Museodeljuego.com

Para practicar este juego se necesitaba de un espacio bastante amplio, que fuese de tierra, para facilitar el deslizamiento del tejo, y que estuviera lo mas plano posible, es decir, que el terreno estuviese en buenas condiciones. La longitud del terreno de juego era de aproximadamente 15 - 20 - metros, y la anchura de unos 3 - 4 metros. Los participantes podían ser tantos como se acordara, pero lo ideal era de unas tres o cuatro parejas, pues este juego se jugaba en parejas.

El juego se desarrollaba de la siguiente manera: En primer lugar se colocaba el chito en posición, para ello se clavaba en el suelo un clavo de cabeza ancha, y el chito se colocaba encima del clavo, la chapa se colocaba encima del chito, posteriormente se marcaba la distancia de lanzamiento, mediante una raya horizontal en el suelo, y se acordaba el turno de tirada.

Foto: Gabriel Jesús Moreno

Los jugadores podían lanzar el tejo, parados o en movimiento, pero la modalidad que escogieran la tenían que mantener toda la partida, la posición de parados no hace falta describirla, en movimiento era coger carrerilla y al llegar a la raya lanzar el tejo, el jugador que pisaba la raya era nulo el tiro. El tejo se podía lanzar para que pique, o para que deslice, el chito y la chapa han de ser derribados, y alejarlos lo más posible para que el tejo, quede más lejos de la chapa, que la chapa del chito.

El juego era normalmente a 15 tiradas, y cada jugador tira dos veces el tejo cada vez que le corresponda, los puntos que correspondían por cada acierto no los recuerdo, pero si los aciertos, aunque quizá me olvide de alguno.

Derribar el chito.
Que se derribe el chito, salga despedido, y vuelva a quedar de pié.
Cuando la chapa esté mas cerca del tejo que del chito.
Cuando la chapa esté mas lejos del tejo que del chito.
Cuando la chapa queda a la misma distancia del tejo y del chito.
Cuando derribes el chito, y la chapa salga despedida fuera del terreno de juego.
Que se derribe la chapa, y el chito quede en pié.

Foto: Album de Flickr de Gema Fuente

También había lo que se llamaba “cama”: La cama es cuando el tejo queda a menos distancia de la chapa, que la chapa del chito, cuando esto se producía, hay que volver a colocar el chito en su lugar, y la chapa encima.

El juego finalizaba cuando se agotaban las tiradas por todos los participantes, y como es lógico, ganaba la pareja que más puntos acumulara
-.-.-

Autor: Pedro Gómez

En este blog colaboran también: José Manuel Seseña y Ricardo Márquez.

jueves, 16 de enero de 2014

Gratis, una palabra con incierto futuro

Recientemente ha sido noticia el establecimiento de un precio por la utilización de los sanitarios de la estación Madrid-Puerta de Atocha.

Esta medida nos hace recordar la cantidad de servicios que antes eran gratis y ahora los paga el ciudadano, porque la voracidad de las empresas públicas y privadas en su afán recaudatorio no conoce límites y cada vez van dando una vuelta de tuerca, poco a poco para que “no se note demasiado”.

Popular juego familiar de mesa en el que puede llegar a “pagar por casi todo”, ilustrativo del tema tratado

En este trabajo vamos a hacer una pequeña evocación de cosas por las que ahora hay que pagar, visto desde la óptica del ciudadano-consumidor y por tanto no queremos ser caja de resonancia de quienes hacen la vida mas difícil al depauperado bolsillo y por tanto, no indicamos los motivos que arguyen para el cobro, algunos difícilmente entendibles. Lamentablemente, a través de la prensa vamos teniendo conocimiento de nuevas exclusiones de gratuidad que están “en estudio”, no aplicadas todavía porque tienen que mejorar los sistemas informáticos para obtener la rentabilidad esperada o hay que hacer previamente una labor de concienciación a la opinión publica de su “indiscutible necesidad”.

Las grandes ciudades reúnen un mayor número de pérdidas de gratuidad y aunque todas las que se indican a continuación aún no se han implantado en Madrid, paciencia que desgraciadamente todo llegará... Hay siempre mas predisposición a copiar antes lo malo que lo bueno.

El embajador del Reino de los Países Bajos en España, Cornelis van Rij, en la inauguración de los nuevos baños de la estación de Atocha (Madrid).  Foto GDG  G3online


Billete por la utilización de los servicios de la estación del ferrocarril de Madrid-Puerta de Atocha que nos facilita Alfredo, lector de nuestro blog

Utilización de los sanitarios de Madrid-Puerta de Atocha
Adif, gestora de las instalaciones ferroviarias, ha cedido la explotación de este servicio a una empresa holandesa, que, según se dice, cobra al usuario 0,60€ por su utilización.

Dibujo de un aparato medidor de la presión de ruedas y del agua

Agua y presión en las gasolineras
Ya hay gasolineras en Madrid en las que hay que echar 1€ por la utilización del aparato para comprobar la presión de las ruedas o el agua del vehículo. La duración tiene un tiempo determinado, lo cual posibilita que en un futuro cuando esto sea una práctica habitual y todos sepamos utilizarlo se nos reduzca el tiempo disponible para aumentar el rendimiento.

Cajero automático, indispensable en cualquier oficina financiera

Servicios bancarios
Sobre este tema corremos un tupido velo, pues podría hacer que el artículo fuera monotemático, pero simplemente decir que los posibilidades de incorporar nuevos tipos de percepciones están muy lejos de su agotamiento (1).

Teléfonos 901 y 902
En estos momentos en que las empresas de telefonía están implantando la tarifa plana, cada vez es mayor el número de organismos y empresas cuya forma de comunicación es a través de números que empiezan por 901 y 902 a los que no les es de aplicación dicha tarifa (2).

Bolsas de supermercado, del tipo llamado de camiseta

Bolsas en los supermercados
Amparados en la Ley de Residuos Urbanos y Suelos Contaminados, los supermercados cobran por las bolsas donde guardamos los productos que les adquirimos, y hay voces discrepantes sobre esta práctica pues dicen que en esa legislación no se indica que haya de repercutirse el precio al consumidor. Es curioso recordar que algún supermercado ya lo hacía antes de esta Ley y nos hacemos esta pregunta a tiempo pasado ¿valorarían sus pensantes la pérdida de ventas por cobrar dos céntimos o les sería mas rentable “no dar su brazo a torcer”?

¿Se generalizará el cobro de un simple vaso de agua del grifo?

Vasos de agua
Algunos establecimientos hosteleros cobran por servir un vaso de agua, independientemente  de lo que se esté consumiendo por lo que aquello de que “a nadie se le niega un vaso de agua” ha de ser sustituido por “a nadie se le niega un vaso de agua... si es pagando”. Hay lugares donde el café con hielo es mas caro que un café solo (3).

Aparcamientos
¡Qué tiempos aquellos en los que uno, encontrando sitio, podía aparcar gratis en la calle!. Ahora hay que adquirir el boleto en los chirimbolos, zona de línea azul mas barata y zona de línea verde mas cara.
También ha cambiado la cuestión en los aparcamientos de ciertos centros comerciales ya que antes con poseer la tarjeta de la entidad se aparcaba gratis, pero después pusieron una cantidad mínima de compra cuyas condiciones no son válidas cuando se hacen las compras con dinero contante y sonante o con otro tipo de tarjetas.

Una de las muchas pancartas de las protestas por el establecimiento de tasas

Tasas administrativas
A fin de que el ciudadano “no sea molesto” se establecen percepciones para diversos actos administrativos: recursos, minusvalía, etc. Si los contribuyentes incordiamos menos a la Administración, será necesario un menor número de personal funcionario para atendernos.

Cartel indicativo en el Aeropuerto de Barajas por la utilización del carrito portaequipajes

Billete de metro con suplemento por utilización de las estaciones del Aeropuerto de Barajas

Aeropuerto de Madrid-Barajas
Cobro por la utilización de los carritos portaequipajes
Suplemento sobre la tarifa zona A en el transporte público de metro y ferrocarril. A raíz de la prolongación a la T4, la utilización de la estación de las terminales T1-T2-T3, hasta entonces normal con las demás de la red de metro, “se la igualó” con la de la nueva T4, al alza, por supuesto.

Una de las muchas pancartas de las protestas por el establecimiento del copago

Copago farmacéutico
Este asunto, muy candente, afecta a quien está mas necesitado. No queremos echar mas leña al fuego pues es suficientemente conocido.

Máquina tragaperras para ver la televisión. Foto: rompemoslabaraja.blogspot.com.es

Estancia en Hospitales
Los enfermos precisan distracción en momentos de especial sensibilidad y si quieren ver la televisión han de pagar, algo que en un principio era gratis.
Fuera de la Comunidad de Madrid, existe el cobro por la utilización de la tumbona por el acompañante del enfermo.

Cultura
Muchos museos que antes no cobraban, ahora lo hacen. Con las iglesias pasa tres cuartos de lo mismo, en aquellas en las que inicialmente solo había que pagar por visitar el museo catedralicio o similar, varias han trasladado el punto de percepción al lugar donde se accede al templo

El alcalde de Nigrán inaugurando el servicio de pago en las duchas de la playa. Foto El Faro de Vigo

Duchas en las playas
En Madrid “Aquí no hay playa” como dice la canción, pero si son muchos los madrileños que las visitan en época estival y tienen que pagar por utilizar la ducha en aquellas en las que está establecida esta percepción.

Hasta aquí una pequeña muestra de servicios que han perdido la gratuidad y que veremos su número inexorablemente aumentar. ¡Cosas veredes, amigo Sancho!.

Finalizamos con una pregunta al aire ¿han mejorado con el cobro estos servicios que se prestan al ciudadano?
-.-.-

Autor José Manuel Seseña Molina

En el blog Historias Matritenses participa y colabora Ricardo Márquez.

Notas:
(1) En cierta ocasión presencié esta conversación en un tono muy amistoso entre todos íntimos amigos, y por tanto, no hay que sacarla del contesto en el que se dijo, pero sirve de ejemplo ilustrativo: El cliente le dice al bancario “Los bancos no dais ni la hora” y el bancario riéndose le respondió “Mira, la hora la tienes en ese reloj colgado de la pared del patio de operaciones y la puedes ver tú, pero sí quieres que yo te la diga, te tengo que cobrar 500 pesetas”.
(2) Resulta cuando menos curioso que los teléfonos de la Tesorería de la Seguridad Social, a los que tienen que llamar numerosos colectivos, entre ellos el de los parados, hayan de ser con el 901.
(3) Conozco un bar-cafetería que tiene en la puerta de entrada: Cerveza “a morro” 1€, es decir sin utilización de vaso. A pesar de que este tipo de anuncio publicitario deja mucho que desear de cara al cliente, el aspecto tanto exterior como interior del establecimiento es bueno.