Las paradas de la Ciudad Lineal - Parada 2
jueves, 30 de enero de 2014
Volvemos a poner "la maquinilla" en marcha y vamos a ir hasta la parada 2. Veremos el tramo comprendido entre Vizconde de los Asilos y Marqués de Hoyos, esto comprende también las calles Sánchez Díaz, López Aranda; y en la otra acera la calle José del Hierro.
Esta parte de la Ciudad Lineal estaba marcada por el camino de la Cuerda (actual calle Misterios), en sus manzanas occidentales, siendo estas muy estrechas; mientras que la parte oriental se extendía con manzanas supletorias aprovechando el camino de la Quinta, llegando a ser uno de los lugares más anchos de la Ciudad Lineal.
Justo en esta parada acababa entonces el término municipal de Canillejas y empezaba el de Canillas, y era la frontera entre ambos pueblos el arroyo del Santo al este y el camino de la Cuerda al oeste.
El lugar más conocido era "La placita de toros de la Ciudad Lineal", que estaba en la esquina de López de Aranda con Arturo Soria. Además allí estaba una de las tiendas de don Remigio Casado (tenía otra en la carretera de Hortaleza), un hombre de negocios que incluso llegó a comprar la plaza de toros.
"La placita de toros de la Ciudad Lineal" fue concebida como un circo ecuestre mientras acababan una mucho más grande que estaban construyendo en la carretera de Aragón. Fue inaugurada en septiembre de 1908, y además fue utilizada como cine y para otros actos festivos por la Sociedad de Espectáculos de la Ciudad Lineal. También fue conocida por "La plaza del tío Frascuelo", ya que en 1910, estando explotada por el empresario don José Merchán, fue cedida al famoso torero Paco Frascuelo para que sirviera de sucursal a la escuela que Frascuelo tenía en "el Madrid Moderno" y diera en la placita de la Ciudad Lineal las clases practicas con becerros.
En este tramo fue donde antes y de forma más prolija construyó la CMU, sobre todo como decíamos anteriormente en la acera de la derecha según se viene de la calle Alcalá, es decir, en el término de Canillejas. No existían grandes mansiones (los llamados "hoteles de lujo" por la CMU), y sí gran cantidad y variedad de casas burguesas, así como casas de obreros intercaladas, mientras que en la parte más alejada por la calle Maria Lombillo existían vaquerías, talleres,... Era pues el proyecto de urbanización de don Arturo Soria llevado al mejor fin, sin duda debido a que no existían vías principales que la afectara a su desarrollo (como ocurría en la carretera de Aragón o la carretera de Hortaleza).
Pero sigamos recorriendo la parada 2. En la calle Vizconde de los Asilos nos encontrábamos con Villa Sotera, un hotel burgués muy vistoso con su galería de cristal en la fachada y con las columnas de la verja unidas mediante unos vistosos arcos de ladrillo. Esta vivienda pertenecía a Manuel González y González, maestro de obra y contratista de la CMU, quien compró el terreno 1903 y construyó en él Villa Sotera de 1904 (1)
Es, si no nos equivocamos, la única cristalera original que queda en toda la Ciudad Lineal que fueron instaladas en las casas desde el año 1911. Este tipo de cristalera fue promovida por la CMU y se instalaron en numerosas villas, como Ossa, Guitart, Aleixandre,... incluso en Villa Rubin, la casa de la familia de don Arturo Soria.
En la esquina de la calle Arturo Soria con Sánchez Díaz estaba la casa de don Manuel García Quintanilla, quien fue presidente de la CMU, conocida como villa Valentina.
Justo en la otra acera estaba La Grajilla, propiedad de don Joaquín Mingote, que además poseía Villa La Solana en la misma calle de Sánchez Díaz, y siguiendo por esta estaban las villas La Giralda y Arrendo, otros hoteles (2) de dos pisos. También en la calle de Sánchez Díaz vivía el marqués de Mont Roig.
En la calle López Aranda encontrábamos las siguientes fincas: Ursula, Sanina, La Umbría, Pedrito, Torre del Oro, Alejandra, Cidez, Dax,... Y en la calle Marqués de Hoyos: Villa Clementina, García, Amparo,... mezclándose los hoteles burgueses con las casitas de obreros, en ambas calles.
En la calle Posterior Oriental (actual General Aranaz) había casas más modestas y bastantes granjas, extendiéndose la urbanización hacía la calle María Lombillo donde estaban las fincas: Mi Hucha, Urtiagena, Adelaida, Nuestro Deseo, María del Socorro, Las Gemelas,... y uno de los primeros hoteles burgueses de dos pisos construido para Manuel Vallejo Dualde.
Pero la finca más grande de esta zona era Villa Saavedra, perteneciente a Alonso Saavedra quien formó parte del Consejo de Administración de la CMU. Era aristócrata y oficial de caballería, estando casado con María Asunción Lombillo, de ahí el nombre de la calle. Su finca hacía esquina con la calle Posterior Oriental y con María Lombillo, contando el terreno con 6.400 metros cuadrados y una casa con 16 habitaciones divididas en dos plantas. Pero lo más sobresaliente era la gran vaquería que tenía, pues precisamente este tipo de explotaciones ganaderas, como otras avícolas o talleres de costura y planchado que había en esta manzana, hacían de esta parte de la Ciudad Lineal el sueño que tuvo don Arturo Soria, una ciudad autónoma y dinámica que integrara a todas las clases sociales.
Por suerte hoy podemos pasear virtualmente en lo que fue la fachada principal de la calle Arturo Soria entre las calles Sánchez Díaz y López Aranda, gracias a las fotografías que se conservan.
Si cruzábamos la calle Arturo Soria, casi enfrente de Vizconde de los Asilos, estaba otra de las villas más importantes de la Ciudad Lineal, La Tierruca que en 1910 cambió su nombre por El Descanso. Hasta 1909 la casa solo contaba con un piso, siendo añadida la segunda planta en ese año.
De seguido por la misma acera estaba Villa Margarita, perteneciente a doña Margarita Sorobe Echegaray, un precioso chalet de dos alturas pintado de color blanco. Tenía una afamada granja avícola llamada "Progreso", y ganaron varios concursos con gallinas de distintas razas. Además de vender huevos, patos, gansos, conejos,... fabricaban jaulas para estos animales. Con el pasar de los años en esta villa se instaló la estafeta de correos.
Un poquito más adelante estaba la finca de don José del Hierro. Con una fachada muy estrecha a la calle Arturo Soria, su terreno llegaba hasta al camino de la Cuerda. La casa era modesta pero de dos pisos, estando toda la finca llena de árboles.
Este trecho de la calle Arturo Soria fue el primero en contar con aceras que sufragaron los propios vecinos.
También en estas manzanas había casitas de obreros, pero estas bordeaban el Camino de la Cuerda, siendo por tanto parcelas irregulares. Pedro Vázquez Echaure y Gervasio Estaca fueron dos de los propietarios de las primeras casas de obreros que construyó la CMU junto al Camino de la Cuerda, en la llamada calle Occidental.
Otro elemento destacable de la zona era la barriada Aurorita. Estaba situada en el actual cruce de la calle José del Hierro con Polibea, separado por un pequeño descampado del Camino de la Cuerda. Las obras las hizo la Compañía Madrileña de Urbanización (CMU), y se trataban de pequeñas casas destinadas a alquiler para trabajadores de la Ciudad Lineal, preferentemente. Los propietarios eran doña Aurora Murúa y don Adolfo León, quién era encargado de obras de la CMU.
La parcela era de unos 20.000 metros cuadrados y estaba prevista para: "26 hotelitos y 16 pabellones con 12 cuartos cada uno, otros dos pabellones para lavaderos y otro para escuelas", según la propia memoria de las obras. Por su parte la CMU se comprometía a plantar los árboles necesarios en la barriada. El 31 de mayo de 1911, fecha de la inauguración oficial, estaba solo construido un pabellón y 4 hoteles. Don Manuel Delgado Vidal, hombre muy activo en todos los negocios de la Ciudad Lineal, era el encargado de los alquileres.
En agosto de 1911 se construyeron otros 4 hoteles, en total eran 8 con tres habitaciones, comedor y cocina, y un jardín con un pequeño gallinero, equivalente a los chalet pareados de hoy en día. Los llamados pabellones eran edificios de dos plantas con 12 viviendas en total que tenían 2 ó 3 habitaciones. Aunque este tipo de construcción estaba en contra de la teoría de la Ciudad Lineal, era la única forma de dar vivienda a un precio razonable a los obreros, y además se cuidó al máximo que todas las viviendas tuvieran buena luz y aireación.
En marzo de 1949 se pone la primera piedra de la Colonia Benéfica Belén para obreros de la construcción (junto a otra promoción gemela que se hizo en el barrio San Blas). Se trató de un proyecto colectivo, el Ayuntamiento cedió los terrenos, los arquitectos hicieron los planos gratuitamente, los constructores dejaron los aparejos, siendo finalmente los obreros de la construcción los que trabajaban los domingos para levantar sus propias viviendas. La colonia contaba con 24 viviendas con un pequeño patio en la parte en posterior, y estaban repartidas en dos hileras cuyo eje central era la calle Benéfica Belén. Posteriormente se fueron añadiendo manzanas, con la misma tipología, llegando a alcanzar la cifra de 155 casitas repartidas en las calles Misterios, Sambara, Florencio García, Avellana, Eider, Cormorán, Zigia,..... así como algún bloque de 3 alturas.
La construcción del barrio de la Concepción en 1953 supuso un fuerte impulso para el barrio, y la calle José del Hierro pasó a ser una vía muy importante de comunicación, que se vería reforzada en 1962 cuando los tranvías que iban desde las Ventas a San Blas y Canillejas abandonaron la calle Alcalá para transitar por José del Hierro.
Además la apertura del cine Texas en septiembre de 1960 dio un aire cosmopolita a la zona, con heladerías y bares que nacieron a la sombra del cine, incluso la famosa tienda de discos FM que estaba enfrente del cine.
Y hasta aquí esta breve historia de la Parada 2 de la Ciudad Lineal. Como siempre esperamos los comentarios de los vecinos y lectores que seguro que enriquecerán más que un millón de datos.
Autor: Ricardo Márquez
En este blog también colabora: José Manuel Seseña
Notas:
1 - Nuestro agradecimiento a Concha por la información sobre Villa Sotera.
2 - Cuando hablamos de hoteles utilizamos la terminología que utilizaba la CMU para referirse a lo que hoy en día conocemos como chalet.