La causa de este decremento está, según las estimaciones que dan a conocer las empresas de la industria del cine, en la crisis económica y en la piratería, sin embargo un nuevo motivo ha acrecentado el problema en el 2013 y es la subida del IVA del 8% al 21%. La confrontación que ya existía entre el mundo audiovisual y la Administración, Ministerios de Hacienda y de Cultura, subió de tono con declaraciones y descalificaciones a raíz de la elevación del impuesto, saliendo a relucir temas relativos a subvenciones, precios de la entradas, calidad de las películas, etc. argumentos que ambas partes utilizaban para justificar el descenso de espectadores, pero quien quiera profundizar en ellos puede consultar las hemerotecas pues están profusamente divulgados.
La imagen de actores y actrices es lo mas representativo del mundo del cine, pero para hacer una película hay muchos profesionales detrás a los que no ponemos cara pero que son imprescindibles para poderla hacer, y después, una vez acabada, viene la distribución y la proyección. En fin, son muchos los puestos de trabajo que dependen del Cine, dicho con mayúsculas.
Con el presente tema queremos evocar tantas y tantas salas de cine que han desapareciendo, hecho que también ha sucedido en el 2013 pero menos porque ya son pocas las que van quedando. Este trabajo no habría sido posible sin la aportación de entradas de cine del coleccionista Alberto García Matute ni de nuestro amigo David Sánchez Fernández, estudioso de los cines de Madrid con su blog ¿Dónde están los cines de Madrid?, que nos ha cedido las fotos que se acompañan.
ALBÉNIZ, Paz 11
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BRISTOL, Melquíades Biencinto 8
CALIFORNIA, Andrés Mellado 47
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CANDILEJAS, Plaza Luca de Tena 1
CAPITOL, Gran Vía 41
CAPRI, Narciso Serra 8
CID CAMPEADOR, Príncipe de Vergara 26
Foto: Jesús del Álamo
EL ESPAÑOLETO, Fernández de los Ríos 67
FELIPE II, Fuente del Berro 25
Transformada en Sala X
FUNDADORES, Fundadores 9
GOYA, Monte Olivetti 5
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GRAN VÍA, Gran Via 66
-.-.-
Epílogo
De los cines aquí citados, solo sigue siendo sala cinematográfica Capitol
Agradecimientos
Alberto García Matute y David Sánchez Fernández por la cesión de su documentación.
Continuará....
Autor: José Manuel Seseña Molina
En el blog Historias Matritenses participa y colabora Ricardo Márquez
Esto es como una bola de nieve,si las personas tuvieran trabajo tendrían dinero,podrían ir al cine o a cualquier otro entretenimiento al cual les apeteciera acudir.Pero,siempre hay un pero y una explicación sencilla,los precios,a los cuales pocas personas pueden responder.
ResponderEliminarLuego podemos decir de la calidad de las peliculas,núnca han sido demasiado buenas,por lo menos las españoladas,solo te permitían reirte en algunas ocosiones de las controversias y ridiculeces a las que apelaban los directores para animar un poco el cotarro,sino entre la censura y los malos guiones que tenían que soportar
para realizar la película el fiasco estaba garantizado.
Un saludo de G.M.P.
Hola Gloria:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Como siempre, muy atenta a nuestro blog.
La crisis de espectadores es un conjunto de múltiples cosas, una de ellas, muy importante, es la que tu apuntas.
Por otro lado, las "españoladas" tienen para los que nos dedicamos a la investigación la importancia de ver los exteriores como eran en un determinado momento, independientemente de la calidad o del tema argumental.
Un afectuoso saludo.
José Manuel
Hola José Manuel.
ResponderEliminarComo creo que he dicho en alguna ocasión, no soy aficionado al cine, por lo tanto no me veo afectado por esta decadencia, pero han sido muchos y progresivos los problemas que han provocado esta situación, uno de ellos fué la aparición de los videos, hoy hay muchos metodos para ver cine "gratis".
Pero lo cortes no quita lo valiente, por lo tanto te felicito por esta entrada.
Un saludo.
Pedro.
Hola Pedro, buenas tardes:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Efectivamente hay muchas formas de ver películas sin ir al cine, bien sea de forma legal, ilegal o alegal. Por otro lado los hábitos y las costumbres también cambian y es muy cómodo ver películas en pijama sin moverse del sillón, aunque como en el fútbol y en los toros, el ambiente en directo no tiene parangón con respecto a presenciarlo desde casa.
Un cordial saludo.
José Manuel
He de reconocer que mientras viví en Madrid a las salas de estreno iba muy poco, pero los cines de barrio con sus sesiones continuas y a precios muy baratos fueron una auténtica pasión para mí (me refiero a los años sesenta y setenta). Todo lo vivido en aquellas salas daría para escribir al menos una docena de libros sobre las vivencias y la evolución de varias generaciones de madrileños que, a falta de otras alegrías, disponíamos del cine para evadirnos (y muchas cosas más).
ResponderEliminarHola Don Bernardino:
ResponderEliminarEncantado de tu comentario. Los nuevos modos de vida han dado al traste con numerosas costumbres y actividades de tiempos pasados. Los cines, sobre todos los de barrio de las ciudades y los de ámbito rural, han desaparecido en su gran mayoría, pero también ha sucedido con las tiendas de proximidad, el envio por correo de felicitaciones navideñas, y un sinfín de cosas mas entre las que podemos destacar el coger el coche hasta para ir a comprar el periódico en lugar de ir andando.
Un cordial saludo.
José Manuel