El tiempo es algo relativo que no para, esa ola que nos lleva de segundo en segundo, pero sin duda lo que todos recordamos y celebramos es el paso de un año a otro, ese instante en el que las familias se reúnen para oír juntas las campanadas y tomar las uvas.
Hoy os proponemos echar un vistazo a estas tradiciones e intentaremos conocer que se hacía antaño en la Nochevieja.
La noche de Reyes en la Puerta del Sol. Año 1839.
Hasta principios del siglo XX la Nochevieja era la fiesta más hogareña de todas, siendo las más religiosas y celebradas: el día de Navidad -Nochebuena- y Epifanía -Noche de Reyes-, y esta última era de largo la que más se festejaba por el pueblo en la calle.
La Navidad, Año Nuevo, y el día de Reyes, tuvieron como denominador común la entrega de los aguinaldos, que entonces se trataban de los regalos que se daban a niños y mayores, ya fueran monetarios o algún objeto o juguete, hasta mediados del siglo XIX.
Libretos de Motes para Damas y Galanes. Biblioteca Nacional de España. Año 1731.
En Nochevieja las familias se reunían y era tradición comprar unos libretos para interpretar unos sainetes jocosos llamados: Motes para Damas y Galanes. Estos versos eran interpretados por las familias haciendo pequeños teatrillos en sus casas. También se entretenían con el juego de "echar Santos, años y estrechos", que consistía en hacer sorteos. Estas costumbres se mantuvieron hasta 1870, cuando ya muy pocas familias las hacían.
Anuncio de la venta de los libretos. Diciembre de 1793.
Durante el primer día del año el acto más destacado en Madrid era la Procesión del Niño Dios del Remedio, que partiendo de la Parroquia de San Luis en la calle de la Montera iba a llevar comida a los niños pobres del Hospicio, en la calle Fuencarral.
El primer plato que tomaban en Nochevieja era sopa de Almendras, y en los hogares más pudientes remataban con un buen pavo. Pero sin duda lo más importante de las fiestas de Navidad eran los dulces y otras viandas que venían de fuera de Madrid: Mantecados de Astorga, mazapanes de Toledo, pasas e higos de Málaga, vinos de Jerez, mantequilla de Soria, tarros de almíbar de Vitoria, melones de Valencia, frutas y almíbares de Jávea y Denia, peladillas de Alcoy, turrones de Jijona (1),... y junto a los turrones llegaban las uvas de Jijona. De esta forma la Villa y Corte se convertía en lugar de acogida de los vendedores de estos productos, a decir de algunas crónicas: "Madrid a principios de la Navidad recibía suficiente comida para cuatro meses"
Diario de Madrid. 23 de diciembre de 1817.
Precisamente la sierra de Aitana es la que favorece que las uvas de Jijona maduren en está época del año, su altura y clima cálido contribuyen a ello, y sin lugar a dudas aprovechaban el acarreo de los turrones para hacer llegar las uvas a la capital. Además su piel y textura favorecían su conservación y buena ingesta.
Diario oficial de avisos de Madrid. 18 diciembre de 1864. Curioso anuncio sobre el transporte de las uvas por ferrocarril.
Varios ejemplos de anuncios que aparecían en una sola página del Diario oficial de avisos de Madrid, el día 20 de diciembre de 1859.
Viendo las anuncios de la época llama la atención que muchas posadas y hoteles eran utilizados por los propios arrieros para vender sus mercancías. Además había mucha publicidad de caballerizas que se ofrecían para guardar las monturas durante estos días.
En 1863 las uvas quedaron exentas de la contribución de consumos, con lo cual su precio bajó ostensiblemente y fueron mucho más asequibles.
Grabado sobre el paso del año 1881 al 1882, uno cansado y veterano, el otro brioso y joven. La Ilustración española y americana. Enero 1882.
Otra de las tradiciones que cobró gran auge en la segunda mitad del siglo XIX fue el envío de tarjetas de felicitación, que se utilizaban para felicitar la Navidad, Año Nuevo y los Reyes. Según los reportajes del año 1877 en algunos de los días comprendidos entre los días previos a la Navidad y Reyes llegaban a enviarse diariamente 177.000 tarjetas de felicitación. Si tenemos en cuenta que la población de Madrid era de unas 400.000 personas nos haremos una idea de la proporción, fue el Whatsapp de entonces.
Niños vendiendo uvas. Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Es el día 1 de enero de 1893 cuando se menciona por primera vez en la prensa la costumbre de tomar las 12 uvas, por tanto no debía de remontarse muchos años atrás. A partir de esta fecha la prensa se va haciendo eco anualmente de la noticia de la toma de las uvas con las denominaciones más variopintas: uvas milagrosas, uvas de la suerte, uvas bienhechoras,.... y las palabras pronunciadas: "Un año más".
De inmediato, desde 1894, se dice que se trataba de una costumbre francesa, pero no, en aquella época era muy común atribuir las tradiciones a nuestros vecinos los galos (quedaba muy fino), pero estamos en condiciones de asegurar que en Francia nunca existió esta tradición. También en algunos artículos se cita que las uvas eran solo tres, pero la costumbre generalizada eran 12 uvas, una por campanada que daba suerte a cada mes del año entrante . También hay crónicas muy graciosas sobre como tomar las uvas, que si de píe, con las piernas cruzadas, sentados,.... cualquier cosa con tal de atraer a la suerte.
¿Pero entonces cual es la procedencia de la tradición de tomar las 12 uvas? No hay que complicarse demasiado, ni buscar explicaciones como la que se ha difundido en los últimos años según la cual se debió a una cosecha extraordinaria y que las uvas fueron regaladas por los agricultores. La causa más lógica es que las uvas eran el alimento más barato de todos los que llegaban a Madrid, y con un buen racimo uvas de Jijona había uvas para toda la familia. Las pasas eran algo más caras y mucho más difíciles de engullir.
El tránsito de año siguió siendo una fiesta familiar que se celebraba en los hogares de los madrileños, y no fue hasta la noche del 31 de diciembre de 1906 cuando se empezó a tomar las uvas al son de las campanadas del reloj de la Puerta del Sol. Al año siguiente el gentío fue aumentando y algunos periódicos informaban que se reunieron unas 2.000 personas.
Y esta es la breve historia de las uvas (de Jijona, como el turrón).
Feliz 2015.
-.-.-
Autor: Ricardo Márquez.
En este blog también colabora José Manuel Seseña.
Notas:
1 - Jijona era escrito habitualmente como Gijona (ver los anuncios de prensa), siendo actualmente en valenciano Xixona.