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viernes, 9 de diciembre de 2016

El árbol de Navidad en Madrid

Las primeras referencias en la prensa sobre el árbol de Navidad o árbol de Noel aparecen en 1851, cuando se empieza a describir la tradición que se hacía en Rusia, aunque según otros escritos provenía de Alemania. Este es un tema sumamente complicado pues existen muchas teorías sobre donde empezó la tradición del árbol de Navidad.

Cuadro de la señora Mac-Monnies. La Ilustración Artistica. Año1899. BNE.

Pero sin duda fue un cuento titulado "El árbol de Navidad" de Charles Dickens publicado por entregas en los periódicos durante el año 1853, el que empezó a dar protagonismo al árbol. En el cuento se describía con mucho detalle la tradición inglesa de poner el árbol encima de la mesa con los regalos colgados de sus ramas en la Noche Buena.

El fin del árbol de Navidad. Grabado de O. Pilk. La Ilustración Española Americana. Año 1890. BNE.

Aunque el Nacimiento era una tradición muy arraigada en nuestro país se empezó a utilizar el árbol en las tierras de ultramar, como Cuba, Filipinas,... así como en las ciudades con grandes puertos, como Barcelona, Bilbao, Algeciras, Vigo, etc; donde las tripulaciones de los barcos traían su propia tradición, o bien los marineros españoles que recalaban en países donde el árbol de Noel era costumbre la adoptaban.

La Ilustración Artística. Año 1892. BNE.

La primera noticia que tenemos de un árbol de Navidad de Madrid es en la Navidad de 1863, cuando los duques de la Torre pusieron un gran árbol con regalos para sus invitados, haciendo una rifa para sortear los presentes entre todos los asistentes. El árbol se colocó en el salón-comedor que en la Noche Buena abrió sus puertas entre baile y baile. También la señora de Riquelme puso un árbol de Noel donde colgó los regalos para las damas invitadas a su palacete.

En las navidades de 1868 importantes familias hacían cotillones, ya llamados así entonces, entre los que destacaba los de la bella señora de Buschenthal, el de la condesa de Montijo, el de los duques de Medinaceli, el de los condes de Lombillo,... aunque todos estos se ceñían a la tradición del Nacimiento. Los cotillones de la señora de Buschenthal eran los más famosos, no solo por la gran fama que tenía esta mujer de origen brasileño entre la clase alta de Madrid, sino también por invitar a su fiesta a todas aquellas personas que se encontraran en la Corte sin familia y lugar donde ir a cenar en Noche Buena. Los cotillones de la Buschenthal se prolongaban hasta más de la 5 de la madrugada y a ellos asistían artistas y políticos de todas las tendencias.

"Noche Buena a bordo de un barco".  A la izquierda del pasillo del árbol de Navidad. La  Ilustración Artística. 1893. BNE.

El árbol de Navidad no acaba de arraigar en la sociedad madrileña, prácticamente no se encuentran noticias a no ser en familias que tuvieran algún miembro extranjero. Hasta la Noche Vieja de 1871 no se instaló otro árbol en la casa de los marqueses de Castelar, y en esta ocasión los regalos ya eran juguetes para los niños.

Mientras se acerca el final del siglo XIX apenas se encuentran más menciones sobre árboles de Navidad en Madrid, eso sí, en la prensa se debatía todos los años la tradición extranjera (nadie se ponía de acuerdo donde nació), si era de origen pagano o cristiano, si los nacimientos aguantarían la nueva moda que los había desterrado de otros países,.... debate que prácticamente ha llegado hasta nuestros días.

6 de enero de 1905. Fiesta en el Centro Gallego de Madrid. Galicia, tierra de emigrantes, adoptó muy pronto el árbol de Noel. Foto: Campua. Nuevo Mundo. BNE.

A principios del siglo XX tomó un nuevo ímpetu el árbol. Así en la Navidad de 1903 los oficiales del Cuartel de la Montaña (que estaba en la Montaña de Príncipe Pío, actual Templo de Debod), pusieron un gran árbol con regalos para sortear entre la tropa.

Curiosamente, y como una extraña paradoja, en la sede del diario ABC se montó un inmenso árbol para hacer una función benéfica para la construcción de la iglesia de la Concepción en las navidades del año 1907.



Pero quien dio de verdad el primer paso para hacer popular el árbol de Navidad en Madrid fue la Casa Thomas, la tienda que tenía mayor prestigio en la venta de Nacimientos, felicitaciones de Navidad,  “bebidas inglesas”, postales de Madrid,..... cuando en 1908 puso a la venta en su tienda de la calle Sevilla, 3 (Edificio la Equitativa) adornos para el árbol de Navidad. Y de nuevo curiosamente eligió el diario más católico para poner sus anuncios, El Siglo Futuro. En los siguientes años se fueron sumando otros establecimientos a la venta de adornos para los árboles, y la Casa Thomas incentivaba sus ventas sorteando árboles de Navidad.

Reparto de juguetes el Día de Reyes en Fomento de las Artes, con la presencia de DON Jacinto Benavente. Al fondo a la izquierda vemos un árbol de Navidad. Año 1915. La Ilustración Artística (BNE).

Fabricación de bolas de cristal para los árboles de Navidad en Alemania. La Esfera. Diciembre 1924. BNE. 

Poco a poco la tradición del árbol se fue instalando en Madrid,  hasta que oficialmente el Ayuntamiento colocó los dos primeros árboles de Navidad en la Puerta del Sol en la Navidad de 1966. Se trataba de dos abetos de 16 metros traídos desde el valle de Arán para engalanar la plaza y tenerla más vistosa para la retransmisión de la toma de las uvas que hacía TVE para toda España (1). También se pusieron 12 abetos en el aeropuerto de Barajas y otro abeto de 14 metros en el Arco del Triunfo, en Moncloa.

También las empresas extrajeras importaron la tradición del árbol. Fiesta para los hijos de los empleados de General Motors en su sede de la Carrera de San Jerónimo. Foto: Cámara. Año 1926. La Esfera. BNE.

A principio de los años setenta casi se repartían por igual los nacimientos y los árboles de Navidad por los organismos oficiales, como ministerios, correos, ... ganando el árbol en aquellas lugares que tenían menos espacio.

Venta de árboles en la Plaza Mayor. Años setenta. Foto Alfonso (Aga). Colección Anmogon.

En 1971 se vendían sobre 200.000 abetos para adornar los hogares madrileños. Los productores insistían que estas talas -la gran mayoría eran árboles cortados-, no perjudicaba la flora forestal y se hacían plantaciones intensivas en exclusiva para su venta.

El último árbol de Navidad natural de la Puerta del Sol. Navidad 2007. Foto: diario ABC.

La puesta de un árbol de Navidad en cada Junta de Distrito ya es tradicional desde los años ochenta, aunque el nacimiento le sigue acompañando, y lo bueno que tiene este último es que no hace falta comprar uno cada año, a lo sumo reponer alguna figura deteriorada.

Este cono estuvo desde las navidades de 2009 a las del 2011. Año 2011. Foto: R. Márquez.


Pero no se crean ustedes que el árbol de Navidad no tiene rivales. Con motivo de las grandes obras para llevar el tren de cercanías a la Puerta del Sol, en las navidades del año 2008 no se puso el tradicional árbol por falta de espacio. Este detalle pasó sin pena ni gloria, y en su lugar se instaló una estructura hecha con barras y alambres que componían un cono forrado de triángulos irregulares blancos luminosos. Al año siguiente se colocó un cono más grande -casi el doble- y se variaron los colores y motivos del forro.

Cono con patrocinio que estuvo del 2012 al 2015. Foto: R. Márquez.

Foto del cono de Navidad de este año. Foto: R. Márquez

Después se buscaron patrocinadores comerciales que pagarán el cono para que saliera más barato al consistorio. Así año tras año, hasta que al final aquellos grandes conos se han dividido y han ido tomando nuestras calles.

Otro cono amenazador del pino natural junto a la Puerta de Alcalá. Año 2014. Foto: Isabel Permuy. Diario ABC.

El cono del año pasado de la Puerta del Sol se ha trasladado, o ¿quizás se ha reproducido? Callao. Año 2016. Foto: R. Márquez.

Así que ya sabéis árboles de Navidad, tened cuidado con los conos luminosos que quieren echaros de Madrid.
-.-.-

Autor: Ricardo Márquez
En este blog también colabora: José Manuel Seseña

Fuentes consultadas:
- Hemeroteca BNE.
- Hemeroteca ABC.
- Archivos RTVE.

Notas:
1 - Según RTVE la retrasmisión de la toma de las uvas en la Puerta del Sol se realiza desde 1962.

martes, 11 de mayo de 2010

Las Casas Regionales

El grupo de la Asociación Extremeña Virgen de Guadalupe disponiéndose a cantar una misa extremeña

Estamos viviendo en la actualidad un resurgimiento de este concepto con la diferencia de que las nuevas que se están creando lo son por los numerosos inmigrantes venidos de todo el mundo a fin de no perder sus raíces haciendo de Madrid una ciudad cada vez mas cosmopolita. Hemos tenido conocimiento de la apertura de la Casa Árabe, del Brasil, Ecuador, Paraguay, etc.

Pero el objetivo de este trabajo no es hablar de estas foráneas sino de aquellas casas regionales que son la representación de todos los rincones de España, gran parte de ellas con muchos años de existencia, algunas centenarias, durante los cuales han estado haciendo “patria” de su patria chica dando a conocer su cultura y sus costumbres a los madrileños de la capital y de las poblaciones del área metropolitana donde sus asociados establecieron la nueva residencia. Madrid siempre acogió a este flujo de personas que venían en busca de nuevas oportunidades sin distingos de procedencias, integrándolos como unos madrileños mas sin que por ello tuvieran que perder sus señas de identidad, algo que es motivo de diferencia con otros lugares.

La presencia de casas regionales no es exclusiva de Madrid pues existen en mayor o menor medida en todas las Comunidades Autónomas y así encontramos representación de Madrid en muchas de ellas e incluso allende de nuestras fronteras.

Centro Segoviano – Año 1935

El origen de la casas regionales hay que buscarlo en una época en la que salir de la tierra que le vio a uno nacer era después complicado volver por las deficientes comunicaciones que imposibilitaban el viaje, dejándolo en el mejor de los casos para el periodo vacacional y no siempre (1). Estos recintos eran al principio algo elitistas porque muchos de los emigrados no podían permitirse el lujo de pagar la cuota ni disponían de tiempo para dedicarse a actividades lúdicas, estando formado el cuerpo social principalmente por personas residentes en Madrid con intereses económicos en su lugar de origen, por universitarios que venían a estudiar la carrera y que en su casa les podían costear todo lo que ello acarreaba, etc., pero también los había, los menos, que con gran esfuerzo económico se hacían socios para “matar el gusanillo”, tratando de suplir la añoranza de estar lejos al desconocer cuando iban a poder regresar aún a sabiendas de que solo sería por unos días.

Coros Charros – Año 1935

El desarrollo fuerte de las casas regionales llegó con el sistema actual de libertad de asociacionismo. Ello al principio atrajo a numerosos personajillos que querían iniciarse en política utilizando el trampolín que le brindaba la asociación para conseguir sus propios e interesados fines. Afortunadamente para el futuro de la casa cuando vieron que no era el lugar adecuado para sus objetivos, quedaron despolitizadas al marcharse de ellas y dejando que germinase el grano, es decir, los socios de verdad que para lo único que estaban allí era para engrandecer su tierra, que no es poco, aportando desinteresadamente, trabajo, esfuerzos, desvelos y tiempo, involucrando en esta tarea a la esposa y los hijos.

En Madrid y Comunidad están representadas todas las Comunidades Autónomas y el nombre que adoptan es de lo mas variado: Agrupación, Asociación, Casa, Centro, Círculo, Peña, etc., siendo el de Casa el mas utilizado. Algunas están fundadas en base a una provincia o pueblo aunque no descartan la cordial relación con las que se centran en toda una comunidad, otras vuelcan su actividad en aspectos concretos como poesía, folklore, religiosidad, etc. Además existen varías federaciones que acogen a las de cualquier lugar o solo a las de una misma autonomía.

Las actividades externas que realizan son de las mas diversas y buscan la participación de su cultura en el lugar de residencia. Quizá la mas importante sea la de promoción de folklore, un capítulo importante en la economía de las casas al tener que pagar un profesor y en la de los que actúan pues se tienen que costear los instrumentos y sus caros y ricos trajes. Frecuentemente, casi siempre por las fiestas de San Isidro, se instala un escenario en la Plaza Mayor donde podemos deleitarnos con una muestra de los diferentes bailes regionales de España.

Lar Gallego – Año 1931

Otras actividades comunes en todas ellas de cara a la proyección exterior son conferencias, excursiones promocionando su lugar, presentación de libros, semanas culturales, poesía, y ya en plan multitudinario romerías, matanzas, certámenes, actuaciones teatrales, corales, venta de productos de la tierra, e incluso caseta de ferias donde se degusta lo típico de su zona, etc.

Respecto a las actividades internas, pensadas únicamente por y para los socios tenemos los juegos de mesa, bailes de salón, costura, manualidades, aprendizaje de su folklore, cursos de sevillanas, etc.

Los locales son de lo mas variopinto, unos son un pequeño espacio y otros grandes inmuebles pero en todos ellos lo que prima es la voluntad de promoción regional. Dentro de ellos las dependencias están en función del tamaño del local, existiendo en todos ellos salón con barra donde los socios charlan animadamente y biblioteca con publicaciones varias pero muy especialmente las que tienen relación con su ámbito territorial. Aquellas mas grandes tienen la posibilidad de instalar restaurante que en su variada carta incluye también algunos platos típicos.

Las obligaciones legales penalizan cada vez mas los trabajos administrativos de los directivos para poder estar en regla de cara a los Ayuntamientos donde radican, cada vez mas exigentes en la documentación, y también de cara a los socios a los que hay que rendir cuentas cada año; en definitiva ha aumentado el papeleo en todas sus vertientes.

Las casas regionales se financian con las cuotas de los socios, por un alquiler por la explotación de la barra del bar (restaurante las que lo poseen), y por el beneficio que puedan producir las actividades de excursiones, rifas, casetas o actuaciones. Un capítulo importante son en algunos casos las subvenciones que reciben, pero esto es de lo mas dispar pues mientras algunos Ayuntamientos aportan estas ayudas con facilidad documental por la colaboración y participación en sus fiestas locales tales como cabalgatas, migas populares, desfiles de carnaval, etc, otros en cambio son bastante difíciles por la enorme cantidad de papeles que piden, quizá con el fin de que la burocracia les haga desistir. En igual caso están las Comunidades Autónomas, unas son espléndidas y otras rácanas. De todas formas estas asociaciones precisan un apoyo económico externo, insuficiente con las cuotas sociales, por la gran labor altruista que realizan en promoción de su región y para hacer frente a los gastos estructurales como alquiler, luz, limpieza, material de oficina, gastos de correo (2), etc.

Liceo Andaluz – Año 1935

El futuro a largo plazo de estas asociaciones es incierto pues la edad media de su cuerpo social es alta y sus hijos al hacerse mayores se desentienden de ellas porque, no lo olvidemos, son nacidos en Madrid y no les “tira” la tierra de sus padres como para dedicarle tiempo y dinero. Por otra parte, como pasa en la mayor parte de las asociaciones sin ánimo de lucro o interés político, las personas de la directiva siempre son las mismas porque no existe relevo generacional y a lo sumo, utilizando un símil agrícola, quedan en barbecho en una legislatura pero vuelven a la siguiente porque el corazón les puede cuando algún puesto se va a quedar sin cubrir por falta de compromiso de los demás.

Epílogo
Con este trabajo hemos querido romper una lanza a favor de las casas regionales que tanto hacen por la promoción de la cultura de cada rincón de España. Cuando veamos una actuación de su grupo o desarrollando cualquier otra actividad, respetémosla porque debemos de saber que hay detrás mucho trabajo desinteresado y no pensemos de forma simplista que es “algo folklórico”. Muchos se consideran orgullosos de poder tirar de este “carro”.


Agradecimiento
A la Asociación Extremeña Virgen de Guadalupe, Paseo de Lanceros 2, 28024 Madrid, por la cesión de la foto que ilustra este reportaje.

Autor: José Manuel Seseña
En este blog también colaboran: Ángel Caldito y Ricardo Márquez

Notas:
(1) Algunas casas regionales son muy antiguas, siendo la decana el Centro Asturiano de Madrid (1881).
(2) Es un gasto importante y que tiene un gran significado pues es el vehículo de comunicación con los socios que por distancia de la casa regional no acuden con asiduidad y así de esta forma pueden estar informados de las actividades que se programan y que son una de sus razones de ser. La junta directiva se considera gratificada, y lo considera un éxito, al ver que los esfuerzos de organización que llevó a cabo han sido coronados por la asistencia.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Navidad, Navidad, dulce Navidad......



La Navidad es una fecha que simboliza el nacimiento de Jesucristo y marca el comienzo del calendario universalmente aceptado además de que existan otros de ámbito mas restringido como el judío, el chino, el musulmán, etc. No obstante existen dudas si el inicio de los años coincide con tal acontecimiento, lo cual nos podría llevar a la incongruencia de que Jesús nació dos años después de Cristo o tres años antes de Cristo, por poner un ejemplo.

La Navidad es un periodo del año que tiene como eje central los días 24 de Diciembre, día de Nochebuena, y el 25 de Diciembre, día de la Natividad del Señor, pero sin circunscribirse únicamente a ellos sino que también se consideran navideños los precedentes y los siguientes.

La Navidad la asociamos a la nieve aunque no somos un país especialmente afectado por este fenómeno meteorológico, pero nos sentimos influenciados mentalmente por los dibujos e imágenes que vemos de los países nórdicos donde se desplazan en trineos por calles y caminos y liberando con palas los accesos a las casas que tienen grandes témpanos de hielo colgando de los aleros.



La Navidad tiene unas costumbres específicas en comportamientos sociales, alimentación, en sentimientos personales, etc., que pasado este periodo nos olvidamos de todo y si te he visto no me acuerdo. Hablaremos de ello...

Según se acerca la Navidad la publicidad en todos los medios nos lo recuerda desde mucho antes con insistencia, sobre todo con los juguetes que desde Octubre empiezan a mostrar para que nuestros pequeños hagan la carta a los Reyes Magos. Después, ya mas próximos esos días, vienen todo tipo de anuncios que hacen de la Navidad una época consumista alejada de todo lo que realmente significa en la que gastamos mas y comemos mas y como consecuencia de estos excesos tenemos que solventar la “Cuesta de Enero” ahora traspasada a Febrero por aquello del pago con tarjeta y pensar en las dietas de adelgazamiento que difícilmente consiguen el objetivo de reducir el sobrepeso adquirido.



En Noviembre empiezan los preparativos en la ciudad para que puedan estar listos a primeros de Diciembre, consistentes en el montaje de adornos luminosos en calles y plazas relevantes del centro y la periferia incluidas sus zonas de arbolado, la colocación de árboles gigantes de Navidad en puntos estratégicos y la instalación de las casetas de venta de artículos navideños y de broma en los lugares de costumbre. El comercio por su parte también adapta la decoración de sus establecimientos al periodo de la natividad instalando colgantes, bolas y demás adornos propios del árbol de Papá Noel; otros, mas tradicionalistas, ponen un Misterio e incluso los hay que montan un Belén completo que hacen que pequeños y mayores se queden embelesados observándolo en el escaparate.

En Diciembre todo ha de quedar listo pues la iluminación navideña tiene fecha de encendido oficial, los establecimientos están decorados para afrontar el intenso periodo comercial que se avecina, las casetas de venta llenas de productos y los numerosos Nacimientos repartidos por Madrid preparados para ser abiertos a la exposición pública[1], unos correspondientes a organismos públicos como la Comunidad de Madrid o el Ayuntamiento de Madrid; otros a instituciones religiosas como parroquias o lugares donde tienen un participación activa como colegios o sanatorios; otros a empresas o instituciones laicas; y finalmente los de las asociaciones sin ánimo de lucro, entre ellas las de belenistas, y las personas que a título particular y de manera desinteresada abren las puertas de su casa para la contemplación a todo el que quiera verlo[2].


Plaza Mayor, Madrid. Autor: Chusseau-Flaviens, entre 1905 y 1908. Foto del archivo George Eastaman

En Navidad se intensifican las relaciones personales y profesionales. Son múltiples las cenas de empresa y amistades que se celebran en estos días dando lugar a sobrecarga en los restaurantes donde no es posible atender todas las peticiones que se solicitan; algunos de estos banquetes, la presencia de algunos asistentes es puro compromiso sobre todo en las de trabajo en que hay que compartir mesa y mantel con personas con las que hay rencillas o subordinación profesional muy distante o complicada en el día a día. En las relaciones comerciales abundan los regalos de empresa, generalmente en forma de cestas de Navidad de muy diferentes contenidos en función de las posibilidades económicas del que regala o de la categoría del receptor[3] o intercambio de décimos de Lotería Nacional.

Los días navideños son de enorme actividad en la calle, con un incesante tráfico de coches y peatones que hace estresante la circulación por todos los sitios con atascos y congestión de los transportes públicos por concentrarse en estas fechas todos yendo de un lado a otro para compra de regalos, ver adornos e iluminación navideña, reuniones de familiares y amigos, vacaciones infantiles, decorados en movimiento con un música de un conocido centro comercial, etc., en fin, cualquier motivo es bueno para salir de casa.

Pero los días navideños son también de gran actividad en los domicilios. Se decora la casa poniendo el Árbol de Navidad u otros adornos similares, se instala el Belén, se coloca en la puerta de acceso a la vivienda, luces intermitentes de colores en las ventanas, pegatinas, etc., pero además hay que hacer compras extraordinarias de los productos típicos de estas fechas como turrón, mazapán, polvorones y demás dulces para degustación propia o de las visitas, muy frecuentes en esta época para felicitar las Pascuas.



En torno al 20 de Diciembre los jóvenes han acabado las clases tras pasar los duros exámenes del primer trimestre y para festejar el inicio de las vacaciones organizan puntos de encuentro en diversos lugares siendo muy frecuentado el de la Plaza Mayor, pero se puede considerar el 22 de Diciembre como el primer día importante del ciclo navideño pues es la fecha del Sorteo de Lotería Nacional en la que ponemos muchas ilusiones tras haber adquirido “por si acaso toca” los números y participaciones que nos han ofrecido, muchos con recargo, por los compromisos con familiares, amistades, asociaciones, parroquias, colegios, etc. o también en aquellos sitios donde tomamos café todos los días o compramos en los establecimientos de alimentación de los que somos parroquianos, lo cual nos lleva a decirnos a nosotros mismos “no me queda mas remedio”, forma de autoconvencimiento que implica “jugar por necesidad es perder por obligación” por eso esta fecha es conocida coloquialmente por el Día de Salud por los innumerables nuevos perdedores que se consuelan diciendo “lo importante es tener salud” esperando al día siguiente a ver las listas oficiales para saber si al menos resultamos agraciados con la pedrea. Alrededor de estas fechas, determinadas empresas cada vez menos, obsequian a sus empleados con la Cesta de Navidad, que para algunos por la carestía de la vida es la ocasión de tener algo extraordinario.



El 23 de Diciembre o 24 por la mañana vienen las compras de la cena de Nochebuena, mariscos, pescados, carnes[4], bebidas, para que en ese día tan entrañable no falte de nada en la mesa. Es costumbre decirse en estas fecha unos y otros al despedirse “Feliz Noche”, ya que se trata de que en esa noche en la que se ha bebido mas de la cuenta no salgan a relucir las rencillas familiares que siempre están latentes en espera de saltar a la menor chispa.

También el 23 y el 24 había una costumbre que ha quedado en desuso y era la de pedir el aguinaldo. Los barrenderos, carteros y otros profesionales iban puerta por puerta entregando una tarjeta de visita “felicitando las Pascuas” para recibir un dinerillo extra llamado aguinaldo, algo que no sentaba bien porque tenían su sueldo pero siempre había quien colaboraba económicamente por compromiso mientras otras personas se negaban a abrirles la puerta para no darles. Mas de lo mismo ocurría con la chiquillería que iban “en romería” por las casas pandereta en mano y siempre encontraban a alguna vecina que con buen humor les decía “Si me cantáis un villancico os doy un aguinaldo”.



El día 25, tras una larga noche de insomnio, se levanta uno a la hora de comer y es el día de comer sobras y además recalentadas pues se ha hecho comida para la cena de Nochebuena suficiente para abastecer a un regimiento. La mañana de este día todo está en calma y es un gusto pasear tranquilamente por Madrid, en caso de encontrarnos con alguien nos saludamos diciendo “Felices Pascuas”. Los peques tienen un primer anticipo de los juguetes, en una clara competencia entre la tradición de los Reyes y Papa Noel, que hoy en día viste de rojo gracias al arte del birlibirloque de una famosa marca que le cambio su vestimenta verde.


Autor: Chusseau-Flaviens, entre 1905 y 1908. Foto del archivo George Eastaman.

Después del 25 viene un periodo navideño mas festivo y menos familiar. El día 31 Nochevieja se asiste a la Puerta del Sol a oír las campanadas de fin de año donde “no cabe un alfiler”, otros toman las doce uvas en casa o asisten a alguna megafiesta autorizada o botellón particular, o también ir de ronda tirando cohetes y petardos pues ir dando golpes de pandero ha quedado en desuso.


Venta de panderetas en la Plaza Mayor (1945). Fuente: Nicolas – Álbum Flickr.

El 5 de Enero es la segunda oportunidad de hacernos ricos con la Lotería del Niño y en la que muchos terminan perdiendo el reintegro que les tocó en la de Navidad invertido para este primer sorteo del año. Este día algunos acuden al Cotillón de Reyes, pero es el día de nuestros peques porque tienen que asistir a alguna de las cabalgatas que recorren los diversos barrios; la ilusión con que esa noche se acuestan embarga también a los padres, ya que pequeños y grandes están deseosos de que llegue la mañana del 6 para ver que tal se han portado los Reyes Magos y observar la cara de sorpresa de los tiernos infantes.

Acaba la Navidad, afortunadamente para nuestro bolsillo, porque aprovechando el tirón de la paga extraordinaria, se han efectuado un sin fin de gastos no habituales como son compra de Lotería, regalos de Reyes y ahora también de Papa Noel, comidas de empresa, comidas con amigos/amigas, cena de familia en Navidad, celebración de la noche de Fin de Año, Cotillón de Reyes, etc., es decir se ha tirado la casa por la ventana y hemos echado unos kilos de mas a base de mariscos, asados y dulces.



El día 7 de Enero todo vuelve a la rutina, comienza el desmontaje de toda la parafernalia de adornos navideños y la devolución de regalos que no nos valen o están repetidos, solo los peques tienen un día mas de vacaciones que les permite disfrutar de los regalos de Reyes, ventaja que los que peinamos canas no tuvimos, pero para los mayores empieza el duro camino de apretarse el cinturón haciendo cábalas para llegar a fin de mes y sobrellevar una cierta desmoralización que nos invade al observar el calendario y ver que después de tantas fiestas laborales ya no hay otra hasta el 19 de Marzo, día de San José (cuando la hay), mas de dos meses después, solo la permanencia de los Nacimientos hasta el 2 de Febrero nos hace recordar vagamente la Navidad pasada. Para muchos el 7 de Enero es el momento de la verdad cuando hay que cumplir los deseos que uno se ha autoimpuesto, siendo los mas habituales, uno el dejar de fumar, siempre a primero de año, pero por aquello de que hay todavía fiestas, se deja para después de Reyes; y el otro el ponerse a dieta para perder esos kilos de mas que se vienen arrastrando durante todo el año y que se han visto incrementados por los excesos culinarios; a unos y a otros les deseamos suerte en este empeño.



Los que hacemos el blog deseamos de corazón a todos los lectores

FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO

Y también:

BON NADAU E ERÓS AN NAU (aranés)
FELICES NAVIDAES Y PROSPERU AÑU NUEVU (bable)
BON NADAL I FELIÇ ANY NOU (catalán/valenciano)
ZORIONAK ETA URTE BERRI ON (euskera)
BO NADAL E PROSPERO ANINOVO (gallego)
BON NADAL I PROSPER ANY NOU (mallorquín)
FELI NAVIAI Y PROSPERU ANU NOVU (mañego)

-.-.-.-.-

Autor: José Manuel Seseña.
En este blog también colaboran: Angel Caldito y Ricardo Márquez.

Notas:
[1] Los Nacimientos, algo muy tradicional en España, fueron introducidos por Carlos III a su regreso de Nápoles. Como norma general se abren y se cierran al público coincidiendo con dos fechas de la liturgia cristiana, desde la Inmaculada Concepción (8 de Diciembre) hasta la presentación del Niño en el Templo, también conocido por día de La Candelaria (2 de Febrero, cuarenta días después de Nochebuena).
Por aquello del puente de la Constitución, algunos adelantan su apertura al 6 de Diciembre aprovechando esta fiesta.
[2] Es admirable el tesón con el que algunas personas mantienen esta tradición año tras año, a veces sufriendo la indiferencia de su entorno mas inmediato. Citaremos dos ejemplos:
Guadalupe (Cáceres), en la zona de villa arriba, hay uno que se puede visitar durante todo el año. Tiene un amplio espacio con numerosas figuras algunas con movimiento, río, iluminación, cambio de luces, etc.
Campanario (Badajoz), con sus mas de 12.000 figuras que se incrementan cada año pasa por ser uno de los mas grandes de España, al que acuden visitantes de los cuatro puntos cardinales. Hay en él varios tipos de Nacimientos pero el mas importante es el que tiene las características de los españoles, con numerosas piezas en movimiento, río, lluvia, iluminación, cambio de luces, etc. Es tan laborioso su montaje y desmontaje que solo se realiza parcialmente, empezando la preparación en Agosto para que esté listo en Diciembre.
[3] Un refrán dice “Quien regala bien vende si el que lo recibe lo entiende”.
[4] Entre las carnes era muy tradicional comer pavo en Nochebuena que se vendían vivos en la Plaza Mayor y en la Plaza de Puerta Cerrada, entre otros lugares. De ahí el dicho “Estás mas mosqueado que un pavo en Navidad”.

miércoles, 13 de mayo de 2009

San Isidro – Fiestas

Hoy ha dado comienzo oficialmente las Fiestas de San Isidro 2009, aunque sería más propio decir la romería de San Isidro.

Para empezar con buen pie, y como no todo es leer, os obsequiamos con un chotis de la película: Así es Madrid, del año 1953, en el que se acompaña la letra con las imágenes de la ciudad en aquel entonces.






Autor: Ricardo Márquez.
En este blog también colaboran: Angel Caldito y José Manuel Seseña.

sábado, 9 de mayo de 2009

San Isidro – Hablando de toros ....

Grabado de la antigua plaza de toros junto a la Puerta de Alcala. Año 1845.

En el mes de Mayo de cada año, con motivo de las fiestas del Patrón de Madrid, tiene lugar en la Plaza de Toros de las Ventas, la Feria de San Isidro, un maratón de festejos taurinos que finaliza en el mes de Junio, mayoritariamente compuesto de corridas de toros completado con algunas novilladas y festejos de rejones.

La primera vez que tuvo lugar el ciclo isidril fue en el año 1.947, cuando D. Livinio Stuick, empresario de la plaza, la puso en marcha no sin antes vencer la resistencia a su proyecto del público madrileño que decía que Madrid no era una ciudad pueblerina para tener ferias taurinas como las que había a lo largo y ancho de la geografía española.

La Feria se inició con cinco festejos, un número modesto si consideramos que en la actualidad se acercan a la treintena. Artísticamente empezó con mal pie pues el primer toro que inauguró el serial, regresó vivo a los corrales tras escuchar los tres avisos su lidiador Rafael Ortega “Gallito” y resultar herido Antonio Bienvenida. En ninguno de los cinco festejos se cortaron apéndices, y para ello hubo que esperar a la feria del año siguiente en la que Manuel Álvarez “Andaluz”, el tercer espada de la corrida inaugural del año anterior, cortara la primera oreja.

Juego de cañas en la Plaza Mayor de Madrid. Siglo XVII. Museo Municipal de Madrid.

La Feria de San Isidro se consolidó y se la considera el Mundial Taurino porque acuden a lidiar los toros mas selectos de las mejores ganaderías de bravo, las primeras figuras de la Tauromaquia, no solo españolas sino de otros países donde también está arraigada la Fiesta, y su seguimiento para quien esté interesado se puede hacer a través de las numerosas publicaciones que sobre este evento se vienen realizando (1). Hablaremos por tanto de ciertas particularidades de la plaza que la hacen singular enfocando los comentarios hacia los profanos en el arte de Cúchares.

La Plaza de Toros de las Ventas es el tercer recinto importante construido ex-profeso en Madrid para la actividad taurina. La primera fue la de la Puerta de Alcalá situada en el Barrio de Salamanca aproximadamente en la cuadrícula de Columela-Claudio Coello-Conde de Aranda-Lagasca, funcionando hasta 1.874.


Interior de la Plaza de Toros de la Puerta de Alcalá – Louis de Clercq – Año 1859.

 

La segunda, llamada de la Fuente del Berro también conocida por la de Goya o Felipe II , situada en donde hoy está el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid, utilizándose desde la inauguración en 1.874 hasta el 14 de Octubre de 1.934 cuando tiene lugar el último festejo, comenzando el derribo al día siguiente.



Plaza de Toros de Felipe II.

 

Postal de la Plaza de Toros de Felipe II.

Vista general interior de la nueva Plaza de Toros de Felipe II (año 1880) - Jean Laurent - Fuente: Ministerio de Cultura.

La Plaza de Toros Monumental de las Ventas, fue idea del malogrado Joselito que quería que se construyeran plazas de toros monumentales con el fin de aumentar el aforo y así abaratar el precio de las entradas. Es obra de los arquitectos José Espeliú y Muñoz Monasterio, estando declarada en 1.977 Monumento Histórico-Artístico.

Plaza de Toros de las Ventas – Año 1939-1940.

“Las Ventas” como popularmente se la conoce, presenta varias fechas diferentes. En el frontal de la puerta principal figura 1.929 que es cuando se acabó, pero no se puso en servicio puesto que los accesos no estaban acabados y el público la consideraba “demasiado alejada” del centro de Madrid y quería seguir utilizando la de la Fuente del Berro. Una segunda fecha es la del 17 de Junio de 1.931 cuando se celebra el primer espectáculo, una corrida con ocho matadores que lidiaron un toro cada uno organizada por el Alcalde Pedro Rico para recaudar fondos para los obreros en paro; esta inauguración fue en precario pues no estaba acondicionado el entorno (2). Hasta 1.933 permanece cerrada y ese año se celebran dos corridas especiales. Finalmente la inauguración “oficial” tiene lugar el 21 de Octubre de 1.934 con un festejo en el que actúan Juan Belmonte, Marcial Lalanda y Joaquín Rodríguez “Cagancho“, con toros de Carmen de Federico, en el que Juan Belmonte borda el toreo y corta el primer rabo en la nueva plaza. La primera temporada completa es, por tanto, la de 1.935.

Fotografía actual de Las Ventas. Fuente: Danny de Urbanity.es.

El público madrileño es celoso de la pureza de la Fiesta, siendo por ello mas “torista” que “torerista”, exigiendo un comportamiento a los toreros en su quehacer y un trapío a los toros para que puedan entrar tres veces al caballo, que en otras plazas pasan por alto. Todo ello hace que a las Ventas se la considere la primera plaza del mundo.

Los ganaderos escogen lo mejor de sus camadas para llevar a Madrid, animales que salen al ruedo con una imponente presencia que, quizá, por su exceso de kilos sea motivo de que no acompañe el éxito artístico. Los toreros saben que la plaza de Madrid “da y quita” por lo que hacen el paseíllo bajo una tremenda responsabilidad que en ocasiones les agarrota y les puede el ambiente. Los matadores de toros que han tomado la alternativa en otra plaza, tienen que repetir la ceremonia en Madrid, acto que recibe el nombre de “confirmación de alternativa”.

La enfermería cuenta con los mejores medios técnicos y humanos para curar las heridas por asta de toro. Esto les da a los lidiadores una gran tranquilidad.

La bandera izada sobre la puerta principal indica que hay espectáculo. Este detalle tiene importancia en los días entoldados pues si no está quiere decir que la corrida se ha suspendido.


Las Ventas – Años cincuenta.

La puntualidad para comenzar la función es absolutamente exacta A partir de ese momento suenan los clarines y no se permite acceder a las localidades a aquellos espectadores retrasados hasta la muerte del toro.

Otra particularidad de la plaza de toros de Madrid que la distingue de las demás es la ausencia de música durante la faena como ocurre en otros lugares. Ello tiene su origen en una polémica que en los años cuarenta se originó en el tendido que pudo causar un conflicto de orden público entre los partidarios de un torero y los de otro porque sonó para uno y no sonó para el otro, determinándose que a partir de ese día no tocaría para nadie en el transcurso de la lidia.

Detalle de la Plaza de Toros de las Ventas. Foto Freís.

Lo que mas ansía un torero es abrir la Puerta Grande de Madrid saliendo a hombros, y para ello es preciso que corte dos orejas, no necesariamente al mismo toro. La concesión del rabo ha sido escasísima y se puede casi asegurar que no volverá a ocurrir (3).

La bravura de un toro se premia con la vuelta al ruedo en el arrastre, algo que enorgullece a su ganadero. La concesión del indulto solo ha sido aplicada en una ocasión, y tuvo como protagonista a un toro de Victorino Martín, lidiado por José Ortega Cano el 19 de Julio de 1.982.

Las Ventas.

Además del espectáculo taurino principal de la plaza que es presenciar una corrida o novillada, hay otras dos actividades mas a las que se puede acudir a Las Ventas, una es a las doce de la mañana para presenciar el sorteo y apartado de los toros a lidiar por la tarde y otra la visita al Museo Taurino.

Para finalizar algunas marcas, todas ellas de difícil superación:
-Mayor número de actuaciones: Antonio Bienvenida (96)
-Mas salidas a hombros: Santiago Martín “El Viti” (14)
-Mas salidas a hombros en una misma temporada: César Rincón (4 en 1.991)
-Mas rabos cortados: Juan Belmonte (2, 21-10-1.934 y 22-09-1.935)
-Mas orejas en una misma corrida: Paco Camino (8 el 4 de Junio de 1.970)
-En el capítulo femenino, dos nombres propios, uno el de la novillera Juanita Cruz que fue la primera torera a pie que pisó el ruedo venteño, circunstancia que se dio el 2 de Abril de 1.936; y otro el de Cristina Sánchez que fue la primera torera en salir a hombros actuando de novillera el 24 de Julio de 1.995, siendo también la primera matadora de toros que ha confirmado su alternativa, la cual tuvo lugar el 12 de Mayo de 1.998.

Fotos de la Plaza de Toros las Ventas, de 1939 y actualmente (Live Search maps).


Autor: José Manuel Seseña.
En este blog también colaboran: Angel Caldito y Ricardo Márquez.

Fuentes fotográficas: urbanity.es y Amigos del Foro.


(1) Es abundante la bibliografía existente sobre la Fiesta en general y sobre los toros en Madrid en particular. Es habitual la aparición de nuevas publicaciones coincidiendo con la Feria de San Isidro.
(2) Participaron por este orden: Diego Mazquiarán “Fortuna“, Marcial Lalanda, Nicanor Villalta, Fausto Barajas, Luis Fuentes Bejarano, Vicente Barrera, Fermín Espinosa “Armillita Chico” y Manuel Bienvenida. Los toros fueron de diferentes ganaderías.
(3) El último rabo concedido “sin controversia” tuvo lugar en Octubre de 1.942 a Marcial Lalanda en su despedida de los ruedos. Desde esta fecha a la actualidad ha habido algunas excepcionales faenas que, sin embargo, solo han sido premiadas con las dos orejas.El rabo solo ha sido concedido en nueve ocasiones. El 22 de Mayo de 1.972 se le concedió a Palomo Linares el que es el último rabo hasta la fecha. Este apéndice fue ampliamente contestado causando la inhabilitación fulminante del presidente de la corrida para seguir actuando como tal y el torero quedó marcado por el comportamiento posterior del público.



martes, 7 de abril de 2009

La Semana Santa en Madrid

En esta ocasión es un lujo y un honor el poder presentar este trabajo de Marcos Quiroga, desde Argentina. Por su rigor histórico y su punto de vista analítico lo consideramos una joya. Esperemos que lo disfrutéis.

Año 1900. Domingo de Ramos en la iglesia de San José. Foto cedida por: Nicolás.

Escribir sobre la Semana Santa en Madrid, implica necesariamente referirse a una festividad, importante en la capital, que a pesar de ello no es demasiado conocida; sobre todo en comparación con las celebraciones y manifestaciones públicas de fe que por esos días tienen lugar en otros muchos puntos de España. No voy a explicar en este artículo los fundamentos religiosos de la celebración de la Semana Santa, ni haré un repaso histórico de la evolución de la misma en la capital española, para ello sería necesario un profundo estudio y consulta de datos, que exceden los límites de lo que pretendo escribir en esta oportunidad.

Lo que sí me propongo, es hacer una reseña de lo que puede verse esos días en la ciudad, de los distintos momentos e imágenes peculiares que se repiten en cada una de las procesiones que recorren las calles de la urbe.

Desde pequeño sentí curiosidad por el modo en que en España se conmemoraba la Semana Santa. Si bien nací y vivo muy lejos de esta patria, que considero tan propia, las señales de televisión me traían año tras año hasta mi casa, en Argentina, imágenes de procesiones de gran arraigo en distintos puntos de la geografía española, desde Sevilla a Ferrol, pasando por Jerez de la Frontera, Málaga, Murcia, Cartagena, Valladolid, Cuenca, Zamora, León y pueblos como Valverde de la Vera en Cáceres, famoso por sus “empalaos” o San Vicente de la Sonsierra en la Rioja, igualmente célebre por sus “picaos”; por nombrar sólo algunos lugares donde las manifestaciones de religiosidad popular durante esos días, son más conocidas y difundidas.

Niños acólitos de una cofradía.

Mi interés por estas procesiones, que aúnan a su vez, componentes religiosos y también artísticos y que se van reproduciendo cada año en toda España, fue siempre en aumento. Tal vez, el fundamento de ese interés fue el carácter tan genuinamente español, que aprecio en esas celebraciones y su hondo arraigo popular; se sabe sobradamente que no todos los españoles participan de las mismas, pero tan cierto como esto es que muchos sí lo hacen, ya sea como protagonistas en la organización de procesiones o estaciones de penitencia o como público que acude masivamente a presenciarlas. Además, es indudable el inmenso patrimonio artístico que han reunido hermandades y cofradías y que esos días ponen en las calles para disfrute y contemplación de todos; pensemos en las imágenes de Cristos y Vírgenes de los más grandes escultores españoles, Juan de Juni, Gregorio Fernández, Juan de Mesa, Martínez Montañés, por citar unos pocos de reconocimiento universal, dos de la escuela castellana y dos de la andaluza; el arte del bordado de mantos, sayas, túnicas, palios, la orfebrería y la talla en madera de los pasos, tronos y andas, la música que acompaña los desfiles, los exquisitos adornos florales que los perfuman; en fin una explosión de belleza y un gozo para los sentidos.

De todas estas características participa la celebración de la Semana Santa de Madrid, no igual de famosa que otras españolas, pero no por ello menos relevante y con el toque singular que le da su diversidad, ya que en la capital encontramos procesiones de sobrio estilo castellano, a veces acompañadas por tambores aragoneses, junto con algunas de aire sevillano o malagueño, además de otras de raigambre típicamente madrileña. Si quisiéramos hacernos una idea de cómo se viven esos días en la ciudad, en lo que a religiosidad popular y procesiones se refiere - dejo de lado las celebraciones litúrgicas en los templos - deberíamos comenzar por el Domingo de Ramos. Las procesiones madrileñas las abre ese primer día de la Semana Santa, la Cofradía de los Estudiantes con sede canónica en la Basílica Pontifica de San Miguel. La estación de penitencia que realizan los estudiantes es ejemplar y emotiva, el Cristo de la Fe y el Perdón, magnífica talla dieciochesca de Luis Salvador Carmona, va en un paso o canasto de caoba iluminado por cuatro hachones, siguiendo el modelo de paso que Maese Farfán tallara hace cien años, para el Cristo del Calvario de Sevilla y que fue imitado por otras hermandades de la capital de Andalucía, como las del Cristo de Burgos, la Vera Cruz o los Estudiantes. Junto al Cristo va la Imagen de María Madre de la Iglesia, talla contemporánea del escultor sevillano Juan Manuel Miñarro, en precioso paso de palio y acompañada por la banda de Música del Regimiento de Infantería Inmemorial del Rey Nº 1, que interpreta durante todo el recorrido las más célebres marchas procesionales. Impresionante resulta la salida de la cofradía desde el templo de San Miguel; la fachada barroca de la basílica que, con sus líneas convexas y cóncavas, nos trae recuerdos del magnífico arte barroco romano, sirve de marco incomparable para la salida de una cofradía que sigue el modelo de las mejores sevillanas; es como si el arte de Roma y Sevilla, ambas ciudades eternas, se combinara en ese momento en Madrid para ofrecer una estampa de belleza inusitada.

Maria Madre de la Iglesia.


Salida del Cristo de la Fe de los Estudiantes.
Terminado el Domingo de Ramos, no habrá procesiones en Madrid hasta la jornada del Miércoles Santo. Ese día nos esperará en su sede de la Iglesia de San Jerónimo el Real, la Cofradía de los Gitanos y la imagen de Nuestro Padre de la Salud. Esta hermandad madrileña es filial de la homónima sevillana y venera a las mismas imágenes titulares, el Señor de la Salud y María Santísima de las Angustias, tallas contemporáneas de Ángel Rengel que siguen el modelo de las originales de Sevilla. En la actualidad los Gitanos solamente sacan en procesión a la imagen del Señor de la Salud porque todavía no está listo el paso de palio de la Virgen de las Angustias, que en un futuro se incorporará a la estación de penitencia. Son muchos los madrileños que siguen el recorrido de la cofradía de los Gitanos de Madrid, que en lugar de pasar, como su hermana mayor, por hispalenses rincones tales como el barrio de Santa Catalina, el Palacio de Dueñas, la plaza del Duque, la de la Alfalfa o la Cuesta del Rosario, lo hace por señoriales sitios de la ciudad de Madrid, como el Paseo del Prado, la calle Huertas, los alrededores del Hotel Palace y las elegantes calles del barrio de Alfonso XII. Las vías y rincones de la capital también ofrecen un entorno incomparable para admirar el paso de las cofradías; no debemos dejar de tener en cuenta que mucha de la belleza que ofrecen estos desfiles, está dada por el marco en el que transcurren y la ciudad de Madrid es una escenografía tan perfecta para sus procesiones, como pueden serlo Sevilla, Cáceres o Zamora para las suyas.

Señor de la Salud y Angustias de los Gitanos Iglesia de los Jerónimos de Madrid. Cedida por Anne Barcat.
Cristo de los Gitanos de Sevilla, revirando en la Plaza del Duque.


Virgen de los Gitanos en calle Sierpes de Sevilla.
Las jornadas del Domingo de Ramos y el Miércoles Santo fueron un anticipo de lo que se vivirá en los días grandes de la Semana Santa madrileña, que no son otros que el Jueves y el Viernes Santo. Las procesiones del jueves tendrán un emotivo comienzo con la salida de la Cofradía de Jesús el Pobre y María Santísima del Dulce Nombre. La talla del cautivo, de origen sevillano y atribuida a Juan de Astorga, junto con la Virgen del Dulce Nombre, obra contemporánea de la escultora Lourdes Hernández hacen vibrar con su salida al numerosísimo público, que desde hace varias horas abarrota los alrededores de la iglesia de San Pedro el Viejo. La espectacularidad de esta salida está dada por la gran dificultad que existe para sacar los tronos con las imágenes, ya que las escasas dimensiones y altura de la puerta de la iglesia provocan que los anderos deban sacarlas agachados y tumbados. El enorme esfuerzo es recompensado con una estruendosa ovación, una vez que los sagrados titulares están fuera, mientras suenan los acordes del Himno Nacional. Nunca falta a la cita, para admirar esta salida, la mudéjar torre de San Pedro, que con sus siglos a cuesta nos viene a recordar que Madrid no es solo una gran urbe contemporánea, sino también una ciudad antigua, con historia y tradiciones singulares. Como dato complementario, agregar que las imágenes de tan castiza cofradía, son llevadas en tronos al estilo malagueño que se caracterizan por el hecho de que los portadores van por fuera, a diferencia de los costaleros que van dentro de los pasos. Imágenes preciosas nos ofrece la procesión en distintos lugares del viejo Madrid de los Austrias, como la calle del Cordón, la Plaza de la Villa, la Mayor o la Cava Baja.

Media hora después de la procesión de Jesús el Pobre, dos cofradías más iniciarán sus estaciones de penitencia. Una es la del Divino Cautivo, que llevará por las calles del elegante barrio de Salamanca, a la portentosa imagen que realizara el genial Mariano Benlliure y en un paso de madera tallada y policromada, adornado con relieves de la pasión de Cristo realizados en marfil. Es peculiar en esta cofradía el hacer estación de penitencia tanto el jueves como el viernes santo; el primer día en su barrio y a las parroquias del Pilar, iglesia de Nuestra Señora de Maravillas y parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Filipinas, mientras que la tarde del viernes recorre en procesión las calles del viejo Madrid saliendo de la iglesia de Santa Cruz.

A la misma hora que comienza la procesión del Cautivo por su barrio de Salamanca, en pleno corazón del Madrid de los Austrias, ya estará en la calle la cruz de guía de la Hermandad del Gran Poder y Macarena de Madrid. Es ésta una de las procesiones que mayor expectación despierta en la ciudad, congregándose verdaderas multitudes para verla pasar en los distintos puntos de su recorrido. La cofradía tiene su origen en el año 1940, cuando un grupo de sevillanos que añoraban la Semana Santa hispalense, promovieron su creación siendo la iglesia de Santa Cruz la primera sede canónica que tuvieron, trasladándose luego, en 1978, a la Real Colegiata de San Isidro, antigua catedral de Madrid hasta la culminación y consagración de la Almudena. Es peculiar en esta cofradía madrileña, el hecho de reunir a las que sin dudas son las imágenes de Cristo y de la Virgen más veneradas en Sevilla, como son el Señor del Gran Poder y María Santísima de la Esperanza Macarena, pero que en la capital andaluza no son titulares de la misma cofradía, sino de dos distintas y hasta enfrentadas en algún momento histórico felizmente superado; allí la Macarena no acompaña al Señor del Gran Poder, sino al Cristo de la Sentencia y el Señor de Sevilla es acompañado por la imagen de la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, que es la titular dolorosa de esa hermandad. El Gran Poder de Madrid fue tallado en los años cuarenta por el escultor sevillano, José Rodríguez y Fernández Andés y la Virgen de la Macarena lo fue por Antonio Eslava Rubio, imaginero de Carmona y discípulo del gran Antonio Castillo Lastrucci, de cuya gubia salieron tantas imágenes de la pasión de Cristo. La virgen de Madrid, también lleva en su atuendo unas “mariquillas”, como se conoce a las flores de esmeralda que regaló a la Macarena de Sevilla, el torero Joselito el Gallo, con lo cual la similitud estética entre ambas imágenes es mayor. La sobriedad y el silencio son las notas predominantes junto al paso del Señor, cuyos nazarenos visten túnica negra y cinturón de esparto, mientras que la Virgen va a acompañada por banda de música y es vitoreada de forma constante por un público que manifiesta de ese modo, su pasión por la imagen; a su paso de palio no le falta ningún elemento para ser completamente sevillano, ya que cuenta con candelería, doce varales, jarras, velas rizadas, candelabros de cola, respiraderos, faldones, peana, llamador, imagen venera, techo de palio, bambalinas interiores y exteriores y gloria del palio bajo la advocación de Almudena. El tránsito de la cofradía por el viejo Madrid ofrece espectaculares imágenes en más de un castizo rincón, como la calle de San Justo cuando pasa ante el Palacio Arzobispal, o en la estrechez de la calle del Cordón y siendo muy emocionante también, la llegada de las imágenes al Convento del Corpus Christi conocido popularmente como las Carboneras, en donde las monjas entonan cánticos tras la reja que las protege en su clausura.
Esperanza Macarena de Madrid
Señor del Gran Poder de Madrid.
Señor del Gran Poder de Sevilla.


Esperanza Macarena de Sevilla
La tarde del Jueves Santo dio mucho de sí; sin embargo la del viernes no será menos y otra vez las calles del centro de la ciudad volverán a llenarse de procesiones de gran tradición madrileña y de público deseoso de contemplar el paso de las distintas hermandades. Pero hay una procesión antigua, que nos trasladará a un Madrid de otros tiempos, a la época de los Austrias en los que era capital de un inmenso imperio, a esa ciudad-convento en donde los actos religiosos tenían tanta presencia; es la procesión del Cristo Yacente por el Claustro de Capellanes del Monasterio de las Descalzas Reales. Este soberbio cristo, tallado por Gaspar Becerra es una obra maestra de la escultura renacentista española; se le transporta en andas por dicho Claustro que se cubre para la ocasión, con los magníficos tapices sobre cartones de Rubens, que regalara al Monasterio en el siglo diecisiete, la archiduquesa Isabel Clara Eugenia, hija predilecta del rey Felipe II y sobrina de Doña Juana de Austria, fundadora del monasterio.

A las siete y media de la tarde, ya estará en las calles de la capital, la imagen que sin género de dudas es la más venerada en la ciudad y con una devoción extendida por todo el territorio nacional, me estoy refiriendo a Jesús de Medinaceli, el Señor de Madrid. El señor es talla sevillana, de comienzos del siglo XVII, no estando determinada su autoría. La imagen está en Madrid desde ese mismo siglo, cuando la trajeron los trinitarios que la habían rescatado en Marruecos, después de que la robaran. En los tristes días de la Guerra Civil el señor salió primero de la ciudad y luego de España, llegando hasta Ginebra donde formó parte de la exposición del tesoro artístico español celebrada en el Palacio de la Sociedad de Naciones. El señor de Medinaceli, ataviado siempre con alguna de sus ricas y bordadas túnicas, portando corona de oro de ley y con su singular cabellera natural, sale a la calle en un gran paso de madera sobredorada iluminado por candelabros de guardabrisas y que es llevado sobre ruedas siguiendo la tradición castellana. Una auténtica multitud es la que se agolpa para verlo pasar durante todo el recorrido, bastando decir para ilustrar esta afirmación, que llega a ser hasta medio millón el número de personas que contemplan esta procesión, una cifra igual a la cantidad de gente que disfruta de la célebre Madrugá de Sevilla. Como decíamos antes, la Semana Santa de Madrid no por menos conocida carece de relevancia, todo lo contrario. Jesús de Medinaceli, junto a sus nazarenos de moradas túnicas, recorre monumentales espacios de la capital, como la Carrera de San Jerónimo y el Congreso de los Diputados, la plaza de Canalejas, la calle de Alcalá o la plaza de Cibeles, lo que brinda más espectacularidad aún al desfile procesional.

Si, en lugar de estar a las siete de la tarde en la Basílica de Nuestro Padre Jesús y alrededores del Hotel Palace, esperando al Señor de Medinaceli, estuviéramos en la plaza de Oriente frente a Palacio, sería la salida de otra cofradía la que podríamos contemplar, la del Cristo de los Alabarderos. Esta congregación ha sido felizmente recuperada hace pocos años después de que la procesión desapareciera en los años treinta del pasado siglo. El origen de la congregación está en la devoción de los miembros de la guardia real, por un cristo que desde el siglo XVII se veneraba en la parroquia de San Sebastián y al que acompañaban en su salida procesional cada viernes santo. La imagen primitiva se perdió en el incendio de la iglesia durante la guerra civil, siendo la actual obra del escultor Felipe Torre Villarejo. El Cristo es llevado en andas, por 32 anderos que soportan su tonelada de peso. Es una estación de penitencia sobria, engalanada por la escolta de alabarderos y con un acompañamiento musical de pífanos y tambores que le dará un añejo sabor, muy especial. El recorrido terminará en la iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas, templo que corresponde al antiguo convento de las Bernardas del Sacramento, en la calle Mayor.

Cuando se inician las procesiones de Jesús de Medinaceli y del Cristo de los Alabarderos, simultáneamente en otro punto de la ciudad, la calle de Atocha, dará comienzo la Procesión del Silencio que parte de la iglesia del Santísimo Cristo de la Fe. La misma está organizada por la Cofradía del Silencio del Santísimo Cristo de la Fe y Hermandad de los Cruzados de la Fe. La procesión del Silencio tuvo su origen en 1941 y fue muy popular en Madrid en tiempos de la posguerra, llegando a desfilar en ella más de veinte pasos, que representaban distintos momentos de la pasión de Cristo. En la actualidad, la Cofradía saca dos imágenes en andas a la calle, el Cristo de la Fe obra del valenciano José Capuz de 1941 y Nuestra Señora de los Dolores, talla del año 2005, cuyo palio negro de cajón y seis varales tiene la peculiaridad de ser portado por mujeres anderas, hermanas de la cofradía. La estación de penitencia transcurre por las calles del Barrio de las Letras o de las Musas y es preciso destacar que la misma, no pasa en nuestros días en completo silencio, como lo hacía en el pasado porque el Cristo es acompañado por Agrupación Musical y la Virgen por Banda de Música.

Cristo de la Fe, Cofradía del Silencio, Madrid

La tarde del viernes santo es pródiga en procesiones de profundas raíces populares e históricas en la villa de Madrid; ya veíamos lo que ocurre con el Cristo Yacente de las Descalzas, con el Señor de Madrid, con el Cristo de los Alabarderos o la procesión del Silencio; pero hay todavía más. Esa misma tarde sale a la calle una imagen de antiguo origen, María Santísima de los Siete Dolores, cuya procesión organiza la Real Congregación de Esclavos de María Santísima de los Siete Dolores, Santísimo Cristo de la Agonía y Descendimiento de la Santa Cruz. La Congregación se originó en Flandes, a fines del siglo XV, llegando a Madrid con el traslado de la Corte en 1561. Pasó por el Convento de Santo Tomás y la vieja iglesia de Santa Cruz, hasta quedar establecida en la actual iglesia que proyectara el Marqués de Cubas, arquitecto que también realizó el primitivo proyecto para la Catedral de la Almudena, del que se llegó a realizar la Cripta y del que se mantiene lo esencial de su planta. La imagen original de la Virgen de los Siete Dolores pereció tristemente en los días de la guerra civil, siendo sustituida por la actual en el año 1940. La Dolorosa, va ataviada siguiendo la tradición castellana que se inspiró en el modo de vestir de las viudas de la Corte en la decimosexta centuria. Muchas son las imágenes de Dolorosas que podemos admirar hoy en Madrid, con este estilo; pensemos en la exquisita Virgen de los Dolores obra de Valeriano Salvatierra, que tiene su capilla en la iglesia de San Nicolás de los Servitas o en la Soledad que tallara Jerónimo Suñol y que puede contemplarse en la iglesia de los Jerónimos. María Santísima de los Siete Dolores es llevada en andas por dieciséis hermanos que llevan el rostro cubierto y su estación de penitencia es sobria, contenida y de antiguo sabor; ofreciendo momentos para el recuerdo en más de un trayecto, como cuando pasa por la calle del Codo, junto a la torre de los Lujanes o al atravesar la más que imponente Plaza Mayor madrileña.

En el centro de la capital, todavía nos espera un procesión más, tal vez la más representativa del Viernes Santo, no por historia o tradición, sino por su carácter simbólico; ya que se trata del Santo Entierro, siendo el día viernes aquel en el que se conmemora la muerte de Jesús. La hermandad del Santo Entierro comienza su recorrido en la parroquia de Santa Cruz, de la cual salen hasta tres cofradías ese día; ya mencionamos al Cautivo y la Virgen de los Siete Dolores, saliendo en último lugar la del Entierro de Cristo. La procesión transcurre con rigor y recogimiento por el Madrid de los Austrias, acompañando la imagen del Cristo de la Vida Eterna, tallado en 1941 por el escultor jienense Jacinto Higueras, que va en una magnífica urna de caoba sobre ruedas, al estilo castellano. El desfile procesional incluye también una reliquia de Lignum Crucis que se conserva en el altar mayor de la misma iglesia de Santa Cruz, un palio de respeto que portan ocho hermanos y la imagen de Nuestra Señora de la Paz, obra de 1956. Este año 2009, el acompañamiento musical estará a cargo de la Agrupación Virgen de la Amargura, de la ciudad gallega de Ferrol. El solo evocar las calles o plazas por las que pasa la cofradía, Toledo, Cuchilleros, Conde de Miranda, Plaza del Conde de Barajas, Mayor, de la Provincia, pienso que es un buen motivo para acercarse a contemplarla.

Las jornadas del jueves y el viernes santo son las que concentran mayor cantidad de procesiones durante la Semana Santa madrileña; pero si aún nos quedan fuerzas, nos esperarán dos más el sábado santo. La primera de ellas, organizada por la Cofradía de Jesús de Medinaceli, que por la mañana temprano, a las ocho, saca en procesión a su virgen dolorosa, por las calles del Barrio de las Letras. La imagen contemporánea de la virgen, cuyo paso va sobre ruedas, es acompañada por elegantes damas que lucen la tradicional mantilla española. Ya por la tarde, tendrá lugar la última de las procesiones de la capital, la que organiza la Real e Ilustre Congregación de Nuestra Señora de la Soledad y Desamparo y Santo Cristo del Sepulcro. La cofradía, con sede canónica en la Real Iglesia de San Ginés, realiza una de las salidas procesionales más curiosas de la ciudad, ya que la misma es acompañada por la sección de tambores y bombos de una cofradía de Zaragoza; cada año varía la hermandad invitada, que trae hasta la capital de España los redobles y sonidos tan populares de aquella región, piénsese en la tradicional “rompida” de la hora, que cada viernes santo a mediodía tiene lugar en la localidad turolense de Calanda; el gran cineasta Luis Buñuel oriundo de este pueblo participó más de una vez en la espectacular tamborrada. Pero volvamos a la virgen de la Soledad, titular de esta cofradía que es la última que hace estación de penitencia en Madrid, en este caso al Monasterio de la Encarnación. Se trata de una bella talla del siglo XVIII, ataviada rigurosamente como viuda castellana de tiempos del Renacimiento, siguiendo el modelo iconográfico que marcó la sin par Virgen de la Soledad, del Convento de los Mínimos de la Victoria de la Puerta del Sol, que fuera realizada en su día por Gaspar Becerra, del que todavía podemos apreciar obras en Madrid, en el Monasterio de las Descalzas y en el Palacio de El Pardo, tanto de su faceta de escultor como de pintor. Esta imagen original, que inspiró a la Soledad de San Ginés y tantísimas otras imágenes de la Virgen, pereció lamentablemente cuando la entonces Catedral de San Isidro, en la que se encontraba, fue pasto de las llamas en 1936 perdiéndose para siempre, una de las mayores colecciones de arte religioso, pintura y escultura, que atesoraba Madrid. Si desean conocer todo lo que contenía esta popular iglesia lean, pañuelo en mano, las Iglesias del Antiguo Madrid de Elías Tormo.

Esta última procesión cierra los desfiles que han inundado las calles de Madrid, ya desde el Domingo de Ramos y con especial relevancia las jornadas del Jueves y el Viernes Santo. El Domingo de Resurrección al mediodía, la misma cofradía zaragozana que el sábado por la tarde acompañó a la Soledad de San Ginés, ofrecerá una espectacular tamborrada por las calles del centro de la ciudad y en la Plaza Mayor, para disfrute del público madrileño. El redoble de los tambores aragoneses y el repique de gloria de las campanas de la Almudena, serán las notas musicales que nos darán cuenta de que la Semana Santa ha llegado a su fin.



No nos será difícil comprobar después de este repaso por las celebraciones que esos días, tienen lugar en la ciudad, que la conmemoración de la Semana Santa de Madrid es tan importante como en muchos rincones de España y puede ofrecer imágenes y mágicos momentos como en tantos pueblos y ciudades del país y en más de una ocasión, con muchísimo más público que el que se congrega en otros lugares donde la festividad tiene mayor fama. Sería una inmensa satisfacción para mí, que alguien de Madrid o que esté en la capital y lea este humilde artículo, sienta curiosidad y se acerque al centro de la ciudad a vivir alguna de las experiencias que esos días pueden deparar; seguramente se sorprenderá.

Marcos Quiroga – Mendoza (Argentina).