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miércoles, 12 de marzo de 2014

El tranvía 53, el tranvía de Cuatro Vientos (y II)

Hace un año aproximadamente hicimos la primera entrada de este tema. Por cuestiones de oportunidad de otros artículos, esta segunda y última entrega que estaba terminada la hemos tenido que ir posponiendo.

Raqueta de la Glorieta de San Vicente donde tiene su nueva cabecera el tranvía de Cuatro Vientos. El tranvía de la foto es de la línea 60

o-O-o-O-o

La historia de la línea del tranvía de Cuatro Vientos la podemos dividir en tres partes. La primera desde el comienzo hasta la suspensión por la Guerra Civil, la segunda cuando años después de concluida la contienda es restablecida, y la tercera a partir del 1 de Mayo de 1950 hasta la clausura.

Para simplificar y no hacer mas largo el tema, hablaremos únicamente de la tercera etapa, aún cuando algunas fotos que lo ilustran son de las dos anteriores y toda la línea se desarrollaba por el término municipal de Madrid tras absorber a los de Carabanchel Bajo y Carabanchel Alto dos años antes.

El 1 de Mayo de 1950, los servicios tranviarios de la zona del Paseo de Extremadura son remodelados, afectando a varias líneas, entre ellas las que prestan servicio a Campamento y Cuatro Vientos que son nuevamente renumerados como línea 53 y estableciendo su cabecera por primera vez en Norte, en la raqueta  de la Glorieta de San Vicente, denominada en la época Glorieta de Ramiro Ledesma Ramos.

El material utilizado son los “quinientos” y las tarifas son:
Norte-Campamento .......................... 0,50 Pts.
Norte-Cuatro Vientos ....................... 0,60 Pts.
Puerta del Ángel-Campamento ......... 0,35 Pts.
Campamento-Cuatro Vientos ............ 0,15 Pts.

Puerta del Ángel inicio de la vía única hasta Cuatro Vientos

El trazado se desarrolla en doble vía por el Paseo de la Virgen del Puerto, Puente de Segovia y Paseo de Extremadura hasta la Puerta del Ángel, y desde aquí, junto al bordillo de los impares del Paseo de Extremadura por el lado de la calzada y Carretera de Extremadura por el lado exterior, sigue en vía única con numerosos apartaderos, situados en desigual distancia pues como la circulación es sin semáforos, es decir “marcha a la vista”, su emplazamiento está relacionado con la topografía del terreno, con perfil mayoritariamente ascendente desde el río Manzanares con algún tramo descendente y también horizontal.

La situación de los apartaderos en base a la nomenclatura actual y las señales hectométricas de la A-5 es la siguiente:
-1 Paseo de Extremadura, frente a la calle Sisebuto.
-2 Paseo de Extremadura, entre Navas del Rey y Clemente Fernández.

Apartadero del Término Municipal

-3 Término Municipal, Paseo de Extremadura frente al cruce Avenida de Portugal-Dante, A-5 Km. 3,9. Enclavado en el término municipal de Madrid, a la salida estaba el de Carabanchel Bajo, municipio anexionado a la capital el 29 de Abril de 1948.

Entre el apartadero 3 y 4. La línea 53 ha pasado a ser 54. Al fondo la Colonia del Hogar del Empleado

-4 Paseo de Extremadura, A-5 Km. 4.7, encima del actual paso inferior de la calle Villamanín.
-5 Paseo de Extremadura, A-5 Km. 5,2, poco antes del ramal de salida de la calle Los Yébenes a la autovía.

El punto rojo indica el emplazamiento del apartadero 5 y el negro junto a la subestación eléctrica el apartadero 6, llamado Portazgo. Al fondo vemos las obras del ferrocarril suburbano en Octubre de 1953. 

-6 Portazgo, Paseo de Extremadura, A-5 Km. 5,5, junto a la subestación eléctrica
-7 Paseo de Extremadura, A-5 Km 6,0, poco antes de la entrada a la calle Illescas desde la autovía.
-8 Paseo de Extremadura, A-5 Km 6,5, frente a Plaza Carmona, limite entre los antiguos términos municipales de Carabanchel Bajo y Carabanchel Alto.

En esta foto de 1930 podemos ver el emplazamiento de los apartaderos 7. 8, 9 y 10. El punto negro, el 9, es el final intermedio de Campamento.

-9 Campamento, Paseo de Extremadura, A-5 Km 6,9, poco después de Ceferino Ávila.
-10 Paseo de Extremadura, A-5 Km. 7,4, rebasada la calle Villadiego.

Un 53 en el apartadero 11

-11 Paseo de Extremadura, A-5 Km. 8,1, calle Fuente del Tiro.
-12 Cuatro Vientos, Paseo de Extremadura vía de servicio sentido Madrid, A-5 Km 8,8.

Así era Cuatro Vientos el 19 de Febrero de 1935. El punto rojo indica el apartadero 11

El final de vía está en el cruce con Medina del Campo, antigua carretera a Carabanchel Alto, sin cruzarla.

Además de las paradas establecidas en los apartaderos, había alguna mas en plena vía (1).

El 1 de Febrero de 1951 hay modificación tarifaria en la red de tranvías suprimiendo las tarifas por secciones, aunque en alguna línea todavía se mantiene. En lo que respecta a la de Cuatro Vientos, el recorrido de cualquier distancia dentro de ella pasa a valer 40 céntimos de peseta.

Tramo de vía entre los apartaderos 10 y 11. A la izquierda un establecimiento de bebidas, conocido por los lugareños de Cuatro Vientos por “Casa de la abuela”. Foto Fundación Telefónica

El 24 de Noviembre de 1951 se produce un choque frontal entre dos tranvías a causa de la densa niebla, resultando herido de gravedad uno de los conductores.

El 24 de Noviembre de 1952, casualmente exactamente un año después que el anterior, se produce otro nuevo choque frontal al no respetar uno de los tranvías la parada en un apartadero para efectuar el cruce con el que venía en dirección contraria, uno de ellos abarrotado de soldados que era algo habitual como se puede ver en las fotos que existen sobre esta línea. En esta ocasión los heridos son numerosos, alguno grave, siendo visitados en el hospital por el alcalde de Madrid. En un principio se pensó en la rotura de los frenos del tranvía que rebasó el apartadero pero investigadas las causas fueron otras, he aquí la nota municipal a los medios de comunicación:

La Alcaldía Presidencia hace saber al vecindario de Madrid la condolencia por el accidente ocurrido en la carretera de Extremadura, al chocar dos tranvías en el trayecto de la línea única que existe en la misma; el cual no ha sido originado, como erróneamente se ha manifestado en alguna noticia, por deficiente funcionamiento de los frenos, sino por otras causas de orden personal, que en estos momentos se están investigando. 

Finalmente, hacer constar que precisamente el trayecto del accidente es el que la Empresa tiene proyectado construir, tan pronto disponga de medios, la doble vía, para evitar todo riesgo del tipo de que ha tenido lugar, no obstante estar tomadas en la actual situación las medidas oportunas mediante la instalación de apartaderos, que reducen dicho riesgo al mínimo”.

Esta nota sale al paso de especulaciones, pues hay que recordar que los madrileños estaban muy sensibilizados con los accidentes tranviarios y sus problemas de frenado a raíz del ocurrido unos meses antes en el Puente de Toledo.

Pasavías que utiliza la línea 53 en la nueva cabecera de Norte, en el Paseo de la Florida. En la imagen un tranvía de la línea 55.

En 1953 los servicios Norte-Cuatro Vientos y Norte-Campamento, tienen una pequeña prolongación, al trasladar su cabecera al Paseo de la Florida, frente a la entrada del patio de coches de la estación de ferrocarril de Príncipe Pío, vulgarmente conocida como Estación del Norte, pues se suprime la raqueta de la Glorieta de San Vicente. El cambio de trole se efectúa en el pasavías que existe frente a la citada entrada, compartiéndolo con la línea 60 que también cambia de cabecera y que después servirá para otras líneas posteriores.

Alto de Extremadura, final de la doble vía e inicio de la vía única. Foto Bernardo Mattheus.

El 6 de Marzo de 1955 entra en servicio la doble vía entre la Puerta del Ángel y el Paseo de Extremadura esquina a Huerta de Castañeda, único tramo que se llegó a desdoblar a pesar del proyecto municipal antes indicado, adoptándose el nombre de Alto de Extremadura en los servicios tranviarios que aquí establecen su final, punto situado entre los apartaderos 2 y 3 cuyos emplazamientos hemos detallado al comienzo del artículo. La nueva vía se instala junto al bordillo de la acera de los pares por el interior de la calzada y se suprime el apartadero 1, el apartadero 2 se mantiene para apartado de material. El apartadero 3 del Término Municipal se suprimirá cuando años después se instale la raqueta del Alto de Extremadura, aunque seguirá manteniendo la parada.

El 19 de Diciembre de 1957 se produce una remodelación de los servicios tranviarios de la zona del Paseo de Extremadura y de la Bombilla. En lo que afecta a la línea de Cuatro Vientos queda suprimido el servicio auxiliar a Campamento de la línea 53 que es renumerado como línea 54.

Glorieta de San Antonio de la Florida. El punto rojo indica el emplazamiento de la raqueta, nueva cabecera de la línea 53. A la derecha las desaparecidas instalaciones ferroviarias de la estación de Príncipe Pío con el mítico paso a nivel para los aficionados al ferrocarril.

El 17 de Diciembre de 1959 entra en servicio una raqueta en la Glorieta de San Antonio, situada en el lado izquierdo del Paseo de la Florida antes del acceso al puente de la Reina Victoria. Aquí son trasladados los servicios 53 Norte-Cuatro Vientos, 54 Norte Campamento y los de las demás líneas que utilizan el pasavías de Norte, desapareciendo con ello en la red tranviaria de Madrid el cambio de trole en plena vía, aunque en algún final de línea todavía persiste.

El 19 de Diciembre de 1960 desaparece la línea 53 Florida-Cuatro Vientos absorbida por la línea 54 que se prolonga entre Campamento y Cuatro Vientos para hacer el mismo itinerario.

Explotación y ámbito geográfico
La parte baja del Paseo de Extremadura era un importante núcleo de viviendas, principalmente en el entorno de la desaparecida estación de Goya del ferrocarril Madrid-Almorox, ya antes de la Guerra Civil. El hecho de que hubiera que cruzar el río Manzanares para llegar a ella fue un motivo que impidió su expansión, pero todo cambió en los inicios de la década de los cincuenta del siglo pasado con la llegada de numerosos emigrantes procedentes de diversos puntos, pero muy especialmente de Extremadura, transformando el ambiente rural de las huertas en torno al arroyo Luche por edificios y también por infraviviendas. Nacen así los barrios de Huerta Castañeda y Lucero, éste último atravesado por el ferrocarril Madrid-Almorox cuyo trazado dará lugar a la calle de Sepúlveda.

Entre los apartaderos 3 y 4. Al fondo las construcciones que conforman el Barrio del Lucero. Foto Fondo Paco Gómez

El crecimiento poblacional en la zona del Alto de Extremadura no está acorde con las posibilidades que ofrece el servicio tranviario. La explotación con apartaderos reduce considerablemente la capacidad de la línea, pues además de los dos servicios de la línea 53 Norte-Cuatro Vientos y Norte-Campamento, en el tramo Puerta del Ángel-Término Municipal también circula la línea 35T, por lo que se proyecta duplicarla.

La visibilidad para efectuar los cruzamientos en los apartaderos se hace especialmente difícil por la ausencia de alumbrado en el tramo de carretera en horas nocturnas y en días de niebla, pues a veces la luz frontal que percibe el conductor no permite distinguir si es un automóvil que circula por la calzada o un tranvía que viene en dirección contraria, lo que es causa de incidencias, alguna ya comentada.

A partir del apartadero de Término Municipal, persiste hasta la siguiente década el ambiente rural con casas bajas diseminadas, y ventas y chiringuitos en la carretera de Extremadura para atender al tráfico automovilístico, cada vez mas en alza (2).

Finalizando la vida del tranvía aparecen a comienzos de los sesenta nuevas colonias que aprovechando “el tirón” que va a suponer la “inminente” puesta en funcionamiento del Ferrocarril Suburbano de Carabanchel”, según las hemerotecas y los anuncios institucionales y promocionales de las constructoras, como son Hogar del Empleado, Nuestra Señora de Lourdes y Padre Piquer, entre otras.

A partir del cruce con la Avenida de los Poblados, entonces al mismo nivel y hoy deprimida bajo la A-5, comienza una sucesión de instalaciones castrenses a ambos lados del Paseo de Extremadura, solo interrumpida por la Colonia del Parque Europa (actual estación L10 Aviación Española), que acaban junto al pequeño núcleo de viviendas de Cuatro Vientos, rodeado por el aeropuerto de Cuatro Vientos y la estación del Regimiento de Ferroviarios. Son, por tanto, los miembros del personal de tropa los principales usuarios del tranvía de la línea 53, aunque también hay que añadir a los mandos y sus familias que mayoritariamente viven en tres colonias militares construidas en el entorno, con características similares, planta baja con un pequeño jardín delantero: Arroyo Meaques (junto a estación de L10 Colonia Jardín), Barrio de la Estación (junto a la antigua estación militar de Campamento), y Cuatro Vientos (a continuación de la Colonia Dehesa del Príncipe), actualmente rehabilitadas con urbanización de sus viales (3).

Cuatro Vientos, antaño considerado “el fin del mundo” por su lejanía del centro de Madrid y su tardanza en llegar por la poca frecuencia del servicio tranviario, es hoy un importante punto de intercambio entre los diversos medios de transporte: estación de cercanías C-5, estación de metro L10 y parada de numerosas líneas de autobuses interurbanos que comunican Madrid con muchas poblaciones de la zona suroeste de la Comunidad de Madrid e incluso provincias colindantes.

Epílogo
Aunque el título del tema es la línea 53, consideramos que debemos seguir ahora con la línea 54 Florida-Cuatro Vientos porque entendemos que es continuadora de ella.

El día 19 de Diciembre de 1960 entra en servicio el triángulo de Cuatro Vientos, una punta cruza la calle Medina del Campo y otra, de mayor longitud para servir de posible apartado de tranvía, entra en esta calle hasta finalizar delante de un árbol que se mantuvo hasta las obras de construcción de la línea 10 del Metro. Esta instalación permite sustituir el material “quinientos” reversibles y abiertos por “unificados” no reversibles y cerrados. Como curiosidad decir que la parada final no estaba en el apartadero 12, sino que se situaba entre éste y el inicio del triángulo, salvo que estuviera ocupado por un tranvía para salir “hacia Madrid” en cuyo caso los viajeros del de llegada se apeaban en el apartadero, distancia que suponía menos de cien metros.


Cuatro Vientos. En la foto, posterior a la supresión de la línea puesto que la carretera de Extremadura está desdoblada, podemos observar el final del tranvía en el punto rojo, el ferrocarril de Almorox y las instalaciones desaparecidas de la estación militar de Cuatro Vientos

El 5 de Septiembre de 1963 son suprimidas las líneas tranviarias del Paseo de Extremadura, quedando fuera de servicio las vías desde el cruce del Paseo de la Virgen del Puerto con la calle de Segovia.

La tarifa en el momento de la clausura de la línea 54 era una peseta cualquier distancia y ochenta céntimos para los militares de uniforme, también cualquier distancia.

-.-.-

Autor José Manuel Seseña
En el blog Historias Matritenses colabora Ricardo Márquez

Bibliografía
Archivo de D. Carlos López Bustos

Notas:
(1) Aunque en el material gráfico que se acompaña se ve que los cruces en los apartaderos se realizan por la derecha en el sentido de la marcha, el que esto escribe viajó varias veces en la línea en la última época cuando eran “unificados”, siempre entre Cuatro Vientos y Florida, y en todas ellas se hicieron por la izquierda.
(2) Recordaremos varios:
Bar El Término, Braulio, Pepe Salvador, Casa Marcelino, Bar El Cruce, Casa Clarés, etc., alguno además era salón de bodas y baile los domingos. Detrás de Casa Marcelino, en la avenida de los Poblados, estuvo una carnicería que expendía carne de toro de lidia, también desaparecida.
(3) Todas las instalaciones militares se hallan en proceso de desmantelamiento y posterior urbanización en la “Operación Campamento”, con desarrollo lento por la falta de continuación en su actuación a causa de la situación económica. Esta operación urbanística también incluye el pequeño núcleo de viviendas de Cuatro Vientos, unas ya derribadas y otras tapiadas para evitar su ocupación ilegal.
Con el abandono de los cuarteles desaparecieron numerosas actividades ligadas a ellos: cine Campamento, bares y ventas, estanco, iglesia (derribada), salones recreativos, oficina de autobuses para llevar a los soldados a sus lugares de origen los fines de semana, etc.

miércoles, 20 de marzo de 2013

El tranvía 53, el tranvía de Cuatro Vientos (I)

Evocamos el tranvía de Cuatro Vientos, por mediación de José Luis Berzal Pérez que, a través de una poesía y sus recuerdos, nos retrotrae a la época de la mili.

Para los que nos gustan los tranvías, qué suerte la suya el haber podido viajar muchas veces en esta peculiar línea.

Cabecera de Norte. Los soldados cogiendo “su sitio” en el estribo para cuando arranque el tranvía. Las plataformas llenas y el pasillo casi vacío. ¡Cuánto morbo!. Foto: Bernardo Mattheus

TRANVIA 53
¡Oh! tranvía 53,
el que vas a Campamento,
viejo armatoste que vas
de soldados siempre lleno.
Montón de viejas astillas
que van pidiendo un fogón
¡oh! tranvía que caminas
por un milagro de Dios.
Pareces una gitana
bailando de sol a sol
o un toro torito toro
al que van clavando un rejón.
Paseo Extremadura  arriba
con tu eterno trocotón
madre mía que tostón
trocotón, trocotón.
Los cruces son tu tormento
tu tormento y tu baldón
y se te funden los plomos
en la mejor ocasión.
¿Por qué no pondrán dos vías
y se arregla la cuestión?
Del cariño que te tienen
te empujan con emoción
quinientas personas dentro
y cien más alrededor,
pegados unos a otros
sin apenas respirar
vigila bien  lo que llevas
no te vayan a mangar.
La cartera no te quitan
porque no llevas ni un chavo
pero con el bocadillo
ya puedes tener cuidado.
Voces, gritos, pisotones,
codazos sin compasión
y una voz dulce y maligna
¡ LOS BILLETES POR FAVOR!
………………..

Claro que eso de los billetes es un decir. El tranvía va abarrotado. El cobrador va encajado entre soldados. No hay forma de moverse. De cobrar los billetes ni de coña. Total, el cobrador se lo toma con filosofía y nos dice tocándose la colleja muchachos este viaje ¡todos de gorra¡

El itinerario indicado se complementa con un letrero auxiliar que lo tapan los numerosos viajeros adheridos como lapas al exterior del tranvía. El punto de localización de la foto, sin apenas referencias, es muy probable que corresponda al apartadero existente en la zona de la barriada actual de Surbatán.

Esta imagen del tranvía y estos versos los tengo en la memoria desde hace más de 50 años, desde cuando hice el servicio militar en los cuarteles del final del Paseo de Extremadura.

Cuando en la  mili ya éramos veteranos, a cada uno (bueno no a todos) nos encomendaban a tres o cuatro reclutas para que los enseñáramos a escribir. Algunos no sabían nada o lo hacían malamente… En el grupo de los que me encomendaron a mí, había uno al que le costaba mucho escribir. Cogía el lápiz de la punta, lo agarraba con fuerza y le entraban sudores: apenas podía poner su nombre y, sin embargo, era capaz de inventarse versos, ¡pásmate! Debía de ser de Extremadura, tierra de excelente troveros, y no había tenido ocasión de cultivarse lo más mínimo, pero hablaba en perfecto castellano. Cualquier situación en la que nos encontrásemos, él la sabía parodiar haciendo unos pareados o versos, no sé si llamarlos así. Estos sobre el tranvía 53 que iniciaban este relato los pusimos en el periódico mural del Regimiento.

El tranvía 53 por aquella década de los 50 hacía el recorrido de Príncipe Pío a Campamento. Salían de las cocheras de Príncipe Pío sin número puesto hasta que no llegaban al principio del recorrido para evitar que los tomáramos en marcha. Por aquel entonces solo había una vía durante todo el recorrido, cada ciertos metros salía otro ramal que se incorporaba a pocos metros de la vía única para dar lugar a que los tranvías que venían en dirección contraria pudieran seguir su camino utilizando la doble vía. A veces ninguno se decía el paso. Y podéis imaginar la que se liaba…

En ocasiones, los soldados bajaban del tranvía y tiraban de la cuerda del trole haciendo cambiar de dirección al que venía de los cuarteles. Como  los tranvías que subían iban abarrotados de soldados tanto dentro como fuera, los guardias de la porra, a los que por entonces llevaban cascos blancos a los que denominábamos “medio huevo”, nos hacían bajar a todos los que íbamos dentro; pero cuando el tranvía arrancaba otra vez corríamos como locos para colgarnos de nuevo con el riesgo que suponía subirse en esas condiciones… De hecho, en una ocasión que subí al tranvía en marcha estuve a punto de tener un grave accidente. Agarrado al tranvía con las dos manos, cuando di el salto para subir al estribo, tenía la suela de la bota rota por la mitad (sólo tenía tapa y media suela), el pie rebotó y me quedé colgando solo de los brazos dando botes en el suelo con el tranvía en marcha hasta que pude poner el pie en el estribo levantándome a pulso con los brazos.

Todos los que hicimos la mili tenemos muchas historias que contar, anécdotas a montones: la mili da mucho de sí. Y quien las cuenta se arriesga a que lo comparen con el “abuelo cebolleta”, al que dejaban solo cuando empezaba con sus batallitas. En este caso, lo de la mili se cuenta para situar a los verdaderos protagonistas en su entorno: el tranvía 53 y el recluta que hacía versos aunque difícilmente sabía escribir su nombre.
-.-.-

Autor: José Luis Berzal Pérez.

Nuestro agradecimiento a nuestros amigos: Dehesa de la Villa, Naturaleza viva; por ponernos en contacto con José Luis Berzal.

En el blog Historias Matritenses participan: Ricardo Márquez y José Manuel Seseña