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lunes, 3 de mayo de 2010

El tranvía de la Paloma (III)

Tranvía de la serie “quinientos” subiendo de Peña Grande. Colección César Mohedas

Inicio en la E.M.T.
El 1 de Enero de 1.952 se crean siete líneas en la red de la C.M.U. con dos particularidades, una que las llegan a Cuatro Caminos entran dentro de la glorieta a partir de este momento en lugar de quedar en Bravo Murillo y otra que se establecen puntos de inicio diferentes a los clásicos de Ventas y Cuatro Caminos. En lo que respecta a la línea La Paloma-Peña Grande, las nuevas líneas son:

3 CUATRO CAMINOS-PEÑA GRANDE con tarifas
Cuatro Caminos-Colegio de la Paloma . 0,40 Pts.
Colegio de la Paloma-Peña Grande . . 0,40 Pts. y
11 QUEVEDO-COLEGIO DE LA PALOMA[1] con tarifas:
Cualquier distancia: Ordinaria 0,40 Pts.; Ida y vuelta 0,50 Pts.

El material que se utiliza en las siete líneas es totalmente de la E.M.T., compuesto por treinta coches que se detraen del resto de su red, serie “quinientos”. Los primeros días de explotación presentan ciertas anormalidades por el mal estado de la vía y demás instalaciones dando lugar a algunas interrupciones del servicio. Una de las primeras modificaciones que se acometen es la simplificación de vías en Bravo Murillo en el inicio de las líneas de la C.M.U. permitiendo el acceso a las cocheras de la E.M.T. de Cuatro Caminos.

Explotación por la E.M.T.
En 1.953, a fin de aumentar la frecuencia de paso de la línea 3 Cuatro Caminos-Peña Grande, se instalan dos apartaderos intermedios entre La Paloma y Peña Grande en este largo tramo de vía única y así puedan establecerse cruces de tranvías. El servicio se presta con cuatro tranvías de la serie “quinientos”, que son abiertos y reversibles.

El 25 de Agosto de 1.957 la línea 11 Quevedo-Colegio de la Paloma modifica el inicio de Quevedo estableciéndolo en Feijoo casi esquina con Bravo Murillo con el fin de descongestionar la glorieta.

Vista aérea de la Institución, posterior a 1.957, pues se aprecia en el ángulo inferior derecho que la continuación a Peña Grande es doble vía. Foto facilitada por el Colegio.

Durante 1.957 se duplica por fases la vía hasta Peña Grande, primero entre María Auxiliadora y el apartadero de La Paloma, después entre La Paloma y el apartadero de Las Suertes que incluye una vía circular[2] en el final de Francos Rodríguez adonde se traslada el término de la línea 11 Quevedo-Colegio de la Paloma, y finalmente entre Las Suertes y Peña Grande concluida el 19 de Diciembre. El número de tranvías asignados a la línea 3 Cuatro Caminos-Peña Grande aumenta a 13. En la línea 11 Quevedo-Colegio de la Paloma el material en servicio es sustituido por los “unificados” , que son cerrados y no reversibles.

Vista aérea de la Institución, posterior a 1.957, pues se ya está instalada la raqueta del Colegio de la Paloma como podemos ver en el centro de la parte inferior. Foto facilitada por el Colegio.

El 16 de Diciembre de 1.961 se instala una vía circular en el final de Peña Grande, cruce de Joaquín Lorenzo con Islas Aleutianas, y con ello desaparece en Madrid una de las ultimas maniobras en las que el cobrador hacía el cambio de trole en los puntos terminales de las líneas. El servicio de la línea 3 Cuatro Caminos-Peña Grande pasa a ser con tranvías “unificados”.

El 31 de Agosto de 1.963 la línea 11 Quevedo-Colegio de la Paloma vuelve a hacer el recorrido en ambos sentidos por Bravo Murillo entre Quevedo y Cuatro Caminos con el objetivo de ir reduciendo las cada vez menos vías en servicio.

Tranvía “unificado” embestido por una camioneta de trapero a causa de avería en los frenos. La imagen está tomada desde un lateral de la Institución. Foto Nurmay. Colección Carlos López Bustos.

A mediados de 1.964 la línea 11 Quevedo-Colegio de la Paloma experimenta una mejora sustancial en el material que circula por ella al realizarse íntegramente por “PCC’s” que han quedando sobrantes de líneas clausuradas.

Tranvía “PCC” en Francos Rodríguez en el cruce de Jerónima Llorente. Colección Manuel Cayola.

A lo largo del mes de Agosto de 1.965 se asigna la decena setenta a las nueve líneas de tranvías que han logrado sobrevivir a la decisión de erradicar este medio de transporte de las calles madrileñas. La línea 3 Cuatro Caminos-Peña Grande pasa a ser 73 el 8 de Agosto y la línea 11 Quevedo-Colegio de la Paloma pasa a ser 76 el 15 de Agosto.

Las tarifas en este periodo 1.952-1.965 han sido modificadas en cuatro ocasiones, la última el 3 de Mayo de 1.964 en que cualquier distancia en ambas líneas cuesta 1,50 Pts.

Ocaso
La escasez de líneas en funcionamiento en Agosto de 1.965 cuando se produce la renumeración de líneas permite que todas ellas puedan estar servidas por material “PCC”, medida de la que resulta beneficiada desde el primer día la línea 73 Cuatro Caminos-Peña Grande.

Nuevo inicio de la línea de tranvía que da servicio a La Paloma, en Francos Rodríguez esquina a Bravo Murillo. Foto Santos Yubero. Archivo Comunidad de Madrid

El 27 de Agosto de 1.967 comienza el principio del fin. Este día se suprime la circulación tranviaria entre Quevedo y Estrecho desapareciendo la línea 76 Quevedo-Colegio de la Paloma, siendo preciso para poder retornar los tranvías en Estrecho reformar todo el entorno de la zona suprimiendo vías e instalando nuevas. La supresión consiste en la vía de bajada en Francos Rodríguez entre Villamil y Bravo Murillo trasladando la circulación tranviaria a la que antes era de subida, instalación de vía por Lope de Haro y Covadonga[3] entre Bravo Murillo y Francos Rodríguez que es la última calle de Madrid a la que se le coloca, cambio en la circulación automovilística en Francos Rodríguez que pasa a ser únicamente en sentido Bravo Murillo desde Villamil, instalación de un pequeño anden sobre la vía suprimida en Francos Rodríguez esquina a Bravo Murillo para espera de los viajeros sin tener que acceder desde la calzada ya que los tranvías no tienen puertas hacia el lado de la acera. Tras estos cambios la línea 73 pasa a ser Estrecho-Peña Grande compartiendo inicio con la 78 a Fuencarral.

Tranvía de la línea 73 camino de Peña Grande saliendo de Covadonga antes de ser absorbida por Lope de Haro. Foto Santos Yubero. Archivo Comunidad de Madrid.

La relación Ayuntamiento-tranvias nunca fue buena, ni en la época en que eran empresas independientes ni ahora que era empresa municipal pues siempre se les vio como un estorbo y como muestra lo que ocurrió al clausurar el tramo de Quevedo-Cuatro Caminos-Estrecho pues al acabar los tranvías el servicio el 26 de Agosto, último día, encerraron, como siempre, en las cocheras de Cuatro Caminos, pero la falta de coordinación y las prisas por hacer desaparecer los vestigios de los tranvías llevó a asfaltar inmediatamente el tramo suprimido sin percatarse de que antes había que evacuar el material allí estacionado. El desalojo tuvo que hacerse por otros medios.

Operación asfalto” de Bravo Murillo y los tranvías dentro... Colección César Mohedas.

En 1.967, la vía circular de la Paloma, situada junto al inicio de la bajada de la carretera de la Dehesa de la Villa, tras perder su utilidad inicial por la supresión de la línea 76 Quevedo-Colegio de la Paloma es modificada para hacer pasar por ella a los tranvías de la línea 73 procedentes de Peña Grande con destino Cuatro Caminos en lugar de ir directamente a Francos Rodríguez, con el fin de que los viajeros accedan tranquilamente en el tranvía en lugar de hacerlo desde la calzada.

Todo en la vida tiene un principio y un final, y el punto final al tranvía a La Paloma le llegó el 26 de Abril de 1.971 cuando fue suprimida y sustituida la línea 76 Estrecho-Peña Grande por la 64 de autobuses Cuatro Caminos-Peña Grande con recorrido similar, quedándose a escasos días de llegar a las celebraciones del centenario de los tranvías de Madrid. Estaba decidida la desaparición de los tranvías en Madrid siendo solo cuestión de tiempo, y en el caso de la línea 73 Estrecho-Peña Grande podía haber esperado a coincidir con la de la línea 78 que en esta última etapa compartió historia y punto de origen, pero “corría prisa” urbanizar el trazado para realizar la calle de Antonio Machado, coincidente casi toda ella con él [4].

Las tarifas en las líneas de tranvías han experimentado dos modificaciones desde 1.965 a 1.971, pasando de las 1,50 pts. inicial a las 3 pts. finales. Después de la supresión de la línea 73 hubo otra subida mas en las líneas supervivientes.

El recorrido La Paloma-Peña Grande, hasta el último día de funcionamiento, se desarrolló por un entorno rural en progresivo decremento y por ello finalizaremos la historia del tranvía con un hecho acontecido en los años cincuenta cuando un tranvía atropelló en este tramo a un rebaño de ovejas. En el superurbanizado Madrid de hoy nos resulta sorprendente que haya habido una colisión de este tipo.

Incidencia denominada “doble cambio”. El bogie delantero del PCC de la línea 73 tomó la vía de Peña Grande y el bogie trasero la vía de Fuencarral. Foto Santos Yubero. Archivo Comunidad de Madrid.


Epílogo
Los que hacemos el blog Historias Matritenses queremos felicitar a la Institución Virgen de la Paloma por su centenario, porque cien años no se cumplen todos los días ni tampoco es fácil que las entidades puedan mantener sus actividades y objetivos durante tanto tiempo.

La mayor parte del trabajo que ahora concluye sobre el tranvía de La Paloma ha sido extraído del archivo de D. Carlos López Bustos (q.e.p.d.), persona dedicó toda su vida al estudio de este medio de transporte publicando numerosos artículos en revistas especializadas, autor del libro “Tranvías de Madrid” con varias ediciones, y que me honró con su amistad.

También queremos agradecer la colaboración de nuestros amigos César Mohedas y Manuel Cayola, al primero por la cesión de fotos de su colección y al segundo por la búsqueda de fotos en diversos archivos para la elaboración de este tema.
-.-.-

Autor: José Manuel Seseña
En este blog también colaboran: Ángel Caldito y Ricardo Márquez.

Notas:
[1] Se establece yendo y viniendo por Bravo Murillo entre Cuatro Caminos y Quevedo pero dos días después cambia en el sentido Quevedo al desviarlo por Santa Engracia y Eloy Gonzalo.
[2] Raqueta en términos técnicos.
[3] Calle absorbida por Lope de Haro en 1.998.
[4] La línea 78 le sobrevivió un año mas a la 73 Estrecho-Peña Grande pero tampoco llegó, por muy poco, al final de los tranvías de Madrid.

martes, 13 de abril de 2010

El tranvía de la Paloma (II)

Cocheras de Tetuán donde encierran los tranvías que hacen el servicio de La Paloma. Colección Carlos López Bustos

Servicio combinado
El 16 de Julio de 1.925 entran en funcionamiento los enlaces de vías en Cuatro Caminos entre la red de los tranvías de Madrid de la S.M.T (Sociedad Madrileña de Tranvías) y los de la C.M.U., que permiten establecer dos servicios combinados con material perteneciente siempre a S.M.T. eliminando el engorroso trasbordo y su tiempo de espera, pues a pesar de tener el mismo ancho no estaban unidas. En lo que respecta a la línea que tratamos se prolonga la línea 36 Bilbao-Cuatro Caminos hasta la Paloma con un cartel auxiliar “Colegio de la Paloma”, compartiendo trazado con los tranvías de la C.M.U.

Las tarifas en la línea son ahora:
Cuatro Caminos-Iglesia de Bellas Vistas . 0,10 Pts.
Cuatro Caminos-Dehesa de la Villa . . 0,15 Pts.
Iglesia de Bellas Vistas-Dehesa de la Villa . 0,10 Pts.
a la que hay añadir:
Glorieta de Bilbao-Cuatro Caminos . . 0,10 Pts.
si se coge el tranvía antes de Cuatro Caminos.

El punto tarifario de Iglesia de Bellas Vistas es la confluencia de Francos Rodríguez con Villamil.

Un tranvía de la CMU con destino Dehesa de la Villa en Francos Rodríguez esquina a Villamil. Colección Manuel Cayola

El 19 de Diciembre de 1.925 el servicio combinado sufre una alteración al sustituirse por la línea 20 Red de San Luis-Cuatro Caminos, con recorridos por Hortaleza o Fuencarral, que se prolonga hasta La Paloma con un cartel auxiliar “Colegio de la Paloma”.

El 1 de Julio de 1.929 la C.M.U. obtiene la concesión para prolongar la línea desde el Asilo de la Paloma hasta Peña Grande.

En Septiembre de 1.931 se añaden remolques cerrados a los tranvías del servicio combinado, haciendo la maniobra de desenganche y posterior enganche en el apartadero final. Tanto esta línea como la que llega a Puerta de Hierro, citada anteriormente, son aprovechadas por los madrileños para pasar un día campestre y todos los viajeros, desde siempre, quieren regresar en el último, lo que es causa de numerosas trifulcas pues no reúnen capacidad suficiente para absorber a los que esperan.

En el invierno 1.931-1.932 una larga huelga paraliza el servicio de tranvías de la C.M.U. que tiene especial incidencia en la Ciudad Lineal. En ocasiones los empleados utilizan como medio de protesta la no percepción del importe de los billetes.

En el verano de 1.932 se sustituyen en el servicio combinado los remolques cerrados por jardineras que funcionarán solo hasta el mes de Octubre, pues nuevamente serán cerrados hasta su supresión

Un tranvía de la CMU en Peña Grande dispuesto para retornar a Cuatro Caminos. Colección Carlos López Bustos

El 5 de Agosto de 1.932 tiene lugar la inauguración Colegio de la Paloma-Peña Grande en tracción eléctrica y vía única sin ningún apartadero pues según indica la C.M.U. “Cuando las necesidades de la explotación lo exijan, la Compañía construirá: uno en la “Huerta del Concejal”, otro en “Las Suertes” y otro en el final de la línea”. Llegó a E.M.T sin apartaderos. El inicio es a continuación del final de la vía del Asilo de la Paloma para internarse por el pinar de la Dehesa de la Villa hasta llegar al Camino del Quemadero, hoy Alcalde Martín Alzaga, imponiendo el Ayuntamiento de Madrid a la C.M.U. por el paso de tranvías en este tramo el pago de un canon de 25 pts. anuales durante los cuatro primeros años y aumento en los siguientes de forma gradual. El recorrido, en explanación propia por zonas de campos y huertas, es mas propio de un ferrocarril que de un tranvía desarrollándose a lo largo de 2.544 metros en el que tiene que salvar un fuerte desnivel de 74 metros hasta bajar a Peña Grande.

Las tarifas del nuevo tramo son[1]:
Cuatro Caminos-Peña Grande . . . 0,40 Pts.
Colegio de la Paloma-Peña Grande . . . 0,25 Pts.
Colegio de la Paloma-Huerta del Concejal . . 0,10 Pts.
Colegio de la Paloma-Las Suertes . . . 0,15 Pts.
Las Suertes-La Presa . . . . . 0,10 Pts.
La Presa-Peña Grande . . . . 0,10 Pts.
Se mantienen las mismas de 1.925 entre Cuatro Caminos-Asilo de la Paloma.

La prolongación hasta Peña Grande, realizada con precariedad de instalaciones en plena crisis económica de la C.M.U., no afecta al servicio restringido Cuatro Caminos-Asilo de la Paloma que sigue siendo prioritario ya que cuenta casi todo él con doble vía, a pesar de que la línea sea ahora Cuatro Caminos-Peña Grande.

Guerra Civil
En este periodo se incrementa la colaboración entre la S.M.T. (desde 1.932 Servicios Mancomunados de Transportes) y la C.M.U. con nuevos servicios combinados, siempre con material de la S.M.T., aunque la línea de la Paloma sigue teniendo únicamente el de las líneas 20F y 20H desde la Red de San Luis.

La Guerra Civil cobra especial virulencia en la zona oeste de Madrid a partir del mes de Noviembre de 1.936 afectando a todas las líneas tranviarias que en ella existen. En lo que respecta a la línea Cuatro Caminos-La Paloma-Peña Grande, la circulación se interrumpe el 16 de Noviembre entre La Paloma y Peña Grande finalizando en el apartadero del Asilo de la Paloma los servicios de la C.M.U. Cuatro Caminos-La Paloma y los combinados 20F y 20H Red de San Luis-Colegio de la Paloma.

El 19 de Noviembre, tres días después, también se suprime la circulación entre la bifurcación Bellas Vistas y el Asilo de la Paloma, desapareciendo los servicios de la C.M.U. Cuatro Caminos-La Paloma y los combinados 20F y 20H Red de San Luis-Colegio de la Paloma.

El 6 de Agosto de 1.938 se suprime el convenio entre S.M.T. y C.M.U. desapareciendo los últimos servicios combinados entre ambas redes, y ya no se restablecerían mas.

Las instalaciones tranviarias en el periodo bélico sufren un gran deterioro por su proximidad al frente.

Tranvía de la CMU descarrilado en su ascenso de Peña Grande a la Dehesa de la Villa. Foto Santos Yubero. Archivo de la Comunidad de Madrid

Fin de la C.M.U.
Tras la Guerra Civil las cinco líneas que componen la red de la C.M.U. son denominadas con letras, correspondiendo a la de La Paloma la letra C.

El 19 de enero de 1940 es restablecido el servicio de tranvías solo hasta La Paloma quedando pendiente de rehabilitación la continuidad a Peña Grande. Las tarifas siguen siendo las mismas que había antes del conflicto bélico.

El 26 de mayo de 1942 es autorizada la puesta en servicio del tramo La Paloma-Peña Grande (2).  La reanudación de la circulación tranviaria completa solo es recorrida por algunos coches que continúan desde La Paloma.

En 1.944, en 1.949 y en 1.950 se producen subidas de tarifas siendo estas últimas las que llegarían hasta la absorción por la E.M.T. Reflejamos por simplificación únicamente las de 1.950 que respecto a la línea de Peña Grande son:

Cuatro Caminos-Iglesia de Bellas Vistas. . . . 0,35 Pts.
Cuatro Caminos-Colegio de la Paloma . . . 0,45 Pts.
Cuatro Caminos-Peña Grande. . . . . 0,85 Pts.
Iglesia de Bellas Vistas-Colegio de la Paloma . . 0,30 Pts.
Iglesia de Bellas Vistas-Peña Grande. . . . 0,55 Pts.
Colegio de la Paloma-Peña Grande . . . . 0,40 Pts.

El 12 de Noviembre de 1.947 se constituye la Empresa Municipal de Transportes de Madrid, en adelante E.M.T., que poco mas de cuatro años después se hará cargo de la red de la C.M.U.

El 20 de Febrero de 1.949 las líneas de la C.M.U. reciben una nueva denominación de letras que hacen referencia al destino, aumentando de cinco a siete. En la línea La Paloma-Peña Grande, se asigna la P para los servicios Cuatro Caminos-Colegio de la Paloma y la G para los servicios Cuatro Caminos-Peña Grande.

El 7 de Diciembre de 1.951 el Pleno del Ayuntamiento de Madrid acuerda aprobar la propuesta de valoración de las instalaciones de la C.M.U. cifradas en 8 millones de pesetas, estimándose que la E.M.T. para mejorarlas y sustituir el material precisará invertir de 10 a 12 millones de pesetas.

El 31 de Diciembre de 1.951 es el último día en que circulan los tranvías de las siete líneas de la C.M.U., absorbida su red por la E.M.T. A esta fecha final llega el material en estado decrépito y las instalaciones obsoletas, fruto de la permanente crisis económica de la empresa, y los tranvías de la C.M.U. que, desde su inicio nunca han circulado por la red tranviaria de Madrid, son desguazados inmediatamente dado su imposible aprovechamiento. La plantilla de personal, compuesta por 427 empleados que dan un coeficiente de 19,4 empleados por coche, pasa a formar parte de la E.M.T.

Peña Grande. Tranvía EMT del tipo Charleroi que sustituyen a los de la CMU

Continuará
-.-.-.-

Autor: José Manuel Seseña
En este blog también colaboran: Ángel Caldito y Ricardo Márquez

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Notas:
1 - Las denominaciones tranviarias de Huerta del Concejal, Las Suertes y La Presa no tienen ninguna utilización en la actualidad y resultan desconocidas para la mayoría de los habitantes de la zona salvo para algunos de los que vivieron en la época del tranvía que todavía las recuerdan. La zona está totalmente cambiada por la urbanización del entorno correspondiendo aproximadamente con:
Huerta del Concejal: Antonio Machado esquina a Sinesio Delgado.
La Presa: Joaquín Lorenzo donde cruza con la M-30 Avenida de la Ilustración.
Las Suertes: Antonio Machado en las inmediaciones del Polideportivo Ciudad de los Poetas por el lado norte, aproximadamente confluencia con Valderrey.
2- Dato facilitado en comunicación personal por D. José Antonio Tartajo

miércoles, 3 de febrero de 2010

Centenario del colegio-asilo de la Paloma (y “casi” de la línea de tranvías correspondiente)

Pilar Moltó y Jesús Manzano

Nos remontamos a finales del Siglo XIX, cuando el Ayuntamiento de Madrid tenía bajo su protección la obra social del Asilo de San Bernardino (de ancianos y niños huérfanos), situado en el antiguo convento de la Moncloa. Sus viejas instalaciones, y el enfoque asistencial, demandaban cambios. El primero de ellos se produjo con el nombramiento como director de Pablo García-Becerra, notable periodista, de talante liberal y con una concepción moderna de lo que debería ser un asilo, particularmente para niños. El segundo cambio sería la imprescindible renovación de las instalaciones.


De la nueva construcción se encargará el arquitecto municipal Francisco Andrés Octavio (responsable de la notable transformación de la Gran Vía). El bello proyecto presentado se aprobó y se decidió empezar la construcción en 1901, con la intención de que fuese inaugurado por el Rey Alfonso XIII en su mayoría de edad.

Los terrenos elegidos estaban situados en la Dehesa de Amaniel, hoy Dehesa de la Villa, y cogían parte del término municipal de Fuencarral. Hubo que hacer una redefinición de los límites municipales. Pasaron algunos años desde el primer proyecto con continuos debates sobre presupuestos y contratas, hasta que se consigue la financiación necesaria. Finalmente se realizó con fondos del legado de la marquesa de Vallejo, con una donación de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid (fue la primera obra social realizada a cargo de beneficios) y con asignaciones del propio Ayuntamiento. Las obras empezaron realmente en 1905 y terminaron en 1909, con una edificación más reducida que la inicialmente proyectada, pero igualmente grandiosa para la época. El presidente del gobierno José Canalejas estuvo muy interesado en las obras, que visitó y siguió de cerca. La calle que daba acceso al Colegio recibió el nombre del alcalde de Madrid del momento, Francos Rodríguez.

Antes de que fuese abierto el colegio, ya estaba pensada la instalación de una línea de tranvías, desde Cuatro Caminos hasta la puerta de la Paloma. La llegada del tranvía a La Paloma se produjo el 4 de octubre de 1913, con asistencia del Alcalde, el director de la Paloma D. Pablo Becerra y otras autoridades. En los actos de inauguración, celebrados en la Paloma, se ofreció un lunch y actuó la banda de la Paloma, dirigida por el maestro Gassola.

En julio de 1910 los asilados de San Bernardino se trasladan al nuevo colegio, que ya por entonces se conocía simplemente como La Paloma. Desde el primer momento se establece un reglamento de funcionamiento de Las Escuelas y Talleres Nuestra Señora de la Paloma, ejemplo de sensibilidad y atención a la infancia: Los alumnos permanecían en el Colegio desde los 6 hasta los 18 años, recibiendo la educación primaria completa y el aprendizaje de un oficio (carpintería, cerrajería, electromecánica, sastrería, zapatería, panadería…).


De inmediato empezaron a funcionar sus Escuelas Graduadas, pioneras en la renovación de la enseñanza primaria, junto con las de los colegios Cervantes y Príncipe de Asturias. Y en el ámbito profesional, además de los talleres, el centro disponía de academias especiales: Música, Esgrima y preparación de oposiciones (taquigrafía, caligrafía, mecanografía...).

La dirección pedagógica del colegio corrió a cargo de maestros ilustres como Rafael Robles, Rodolfo Tomás y Samper o José Garrido (posteriormente educador del Rey D. Juan Carlos a su llegada a España).

El Ayuntamiento siempre consideró este colegio como un centro emblemático, al que destinó grandes esfuerzos y dedicación, y del que se sentía especialmente orgulloso, mostrándolo como modelo ante numerosas visitas ilustres. También fueron numerosas las visitas de la casa Real.

Las experiencias pedagógicas del colegio fueron llevadas a algunos de los pocos congresos y encuentros internacionales del momento. Sus profesores (León Vega, Tomás y Samper, Rodríguez Charentón, Ezequiel Solana...) publicaron libros didácticos y pedagógicos.


Su Escuela de música, dirigida por el maestro Gassola, fue notable, y la Banda de la Paloma actuaba en todos los eventos imaginables de Madrid, recibiendo y acompañando a la Reina o animando inauguraciones del Ayuntamiento o verbenas populares; funcionó de hecho como banda profesional del Ayuntamiento, actuando durante más de 20 años en multitud de actos en todos los distritos, y constituyendo vivero y complemento de la Banda Municipal.


La Escuela de Esgrima de la Paloma, a cargo del maestro Afrodisio Aparicio (campeón mundial), formaba principalmente monitores para las academias militares, y dio importantes nombres de la esgrima española.

El Asilo, que inicialmente acogía a ancianos y niños, acabó transformado en el colegio asilo de la Paloma, únicamente para niños. Los ancianos fueron trasladados al asilo de ancianos Nuestra Señora de la Paloma de Alcalá de Henares y las niñas al Colegio asilo para niñas de Alcalá de Henares.


Este colegio asilo educó a cientos de niños madrileños, que pudieron acceder a una formación integral de calidad y, en muchos casos, a un verdadero oficio de formación profesional. La información contrastada con la escasa oferta educativa de ese momento permite afirmar que fue en todos los sentidos un verdadero modelo de centro de formación general y profesional. De sus puertas salieron alumnos con la formación suficiente como para ser trabajadores y funcionarios administrativos del ayuntamiento, alguno incluso secretario de alcalde. José Mª Sánchez Silva (autor de Marcelino Pan y Vino), alumno de este colegio, fue uno de ellos.

Los periódicos de la época recogieron en cientos de artículos informaciones y anécdotas de este colegio, que estudiadas hoy en día nos permiten hacernos una idea aproximada de su funcionamiento y de su historia. Tal vez el momento más duro en colegio, al igual que en todo el país, fue el estallido de la guerra civil. El colegio se hallaba situado en la línea de defensa de Madrid, y ante el inminente peligro de bombardeos (como de hecho ocurrió), los niños de la Paloma fueron evacuados a Barcelona en otoño de 1936, junto con los de San Ildefonso y con las niñas del colegio de la Paloma de Alcalá de Henares. Allí permanecieron junto con sus profesores durante casi tres años, funcionando como Colegio de la Paloma, subvencionados por el Ministerio de Instrucción Pública y seguidos muy de cerca por el Ayuntamiento de Madrid, cuyo Alcalde los visitó en varias ocasiones.

Al acabar la guerra, el Ayuntamiento reclamó a los niños y el regreso se efectuó en julio de 1939. Al llegar, como el colegio estaba destrozado, fueron instalados en el antiguo grupo escolar Conde de Peñalver, de la calle Tabernillas. Todos los niños y niñas de la Paloma y de San Ildefonso fueron afiliados a la OJE, en una ceremonia masiva celebrada en los espacios del colegio de la Dehesa de la Villa, junto a sus pabellones devastados por los bombardeos.


Posteriormente se hicieron reparaciones de urgencia en los pabellones menos afectados, donde empezaron a funcionar las Escuelas Profesionales Ramiro Ledesma, dirigidas por la Falange. En 1942, Franco inauguró las obras de restauración y remodelación completa de todo el centro, con el fin de establecer una potente oferta de formación profesional y convertirlo en una institución modelo del nuevo régimen, núcleo de la red de formación de la Delegación Nacional de Sindicatos. En el año 1944 funcionaba ya a pleno rendimiento, con la denominación de Institución Sindical Virgen de la Paloma, y alcanzando rápidamente la cifra de miles de alumnos. Estaba dirigida por Diómedes Palencia, Ingeniero Industrial, que posteriormente fue el artífice principal de la formación ocupacional conocida como PPO.


Durante décadas, la Institución Sindical fue un centro de referencia para toda la formación profesional en España, con la mayoría de las especialidades del momento y un alto nivel de calidad reconocido por el sistema productivo. Promociones enteras eran contratadas al término de sus estudios en grandes empresas de los sectores eléctrico-electrónico, metal, automoción, madera, artes gráficas, delineación, química, pintura. Y la Paloma inició y organizó durante años los concursos internacionales de formación profesional, con notable reconocimiento.


Con el tiempo este centro se ha ido transformando, según los momentos políticos y los cambios educativos, hasta llegar a nuestro actual Instituto de Enseñanza Secundaria Virgen de la Paloma, dependiente de la Administración Educativa y centro pionero en todo tipo de innovaciones y reformas. Con una amplia oferta formativa, que incluye Secundaria Obligatoria, Bachillerato y Formación Profesional en todos sus niveles, sigue manteniendo el mayor volumen de matrícula de toda la Comunidad de Madrid.

A pesar de la especialización profesional del centro, la Institución Sindical prolongó su tradición musical con la formación de una rondalla y un coro, que funcionaron durante años, actuando en numerosos festivales y efectuando algunas grabaciones discográficas y cinematográficas. En la actualidad el Coro se mantiene, con un alto nivel.

En todas sus etapas de diferente dependencia (Ayuntamiento de Madrid, Sindicato Vertical, Ministerio de Trabajo, Ministerio de Educación, Comunidad de Madrid), este centro ha formado a muchos miles de alumnos, como buenos profesionales que han ayudado a desarrollar en Madrid su industria, sus empresas y sus servicios.

Y el trabajo educativo realizado en sus aulas y talleres constituye por sí mismo un digno ejemplo para estudiar la historia de la educación madrileña de los últimos cien años.

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Desde el blog Historias Matritenses queremos felicitar a la Institución por este centenario, así como agradecer a los profesores Pilar Moltó y Jesús Manzano la realización de este artículo. Para saber más os invitamos a visitar su página web.

En este blog colaboran: Ángel Caldito, José Manuel Seseña y Ricardo Márquez.