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Presentamos este trabajo como una recopilación de todos los comentarios que han tenido los otros artículos de La Quinta. Pedimos desde ya disculpas por sí no hemos citado algún comentario o alguna autoría. Son 56 páginas las que hemos tenido que resumir. Esperamos que sea un buen reflejo de lo que era La Quinta de la Paloma.
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La Bandera el dueño era Demetrio y su hermano Eustaquio y Marcelo. Era taberna, tienda de comestibles y pista de baile (de verano), y al igual que Sotero hacía esquinazo.
Tenia un patio donde se jugaba a la rana, a los dados, a las cartas y al dominó, estos eran los juegos preferidos de aquellos tiempos. En el patio, alguna vez se celebró algún bautizo y puede que alguna comunión pero las bodas normalmente no.
Sí recuerdo que cuando las chicas acudíamos a por la gaseosa o el vino, lo pedíamos por la puerta que daba a la tienda en vez de entrar en la taberna, evitábamos los comentarios de los que allí estaban. (Gloria)
A los que no podían pagar cuando llegaron en masa los emigrantes, andaluces y extremeños, los apuntaban en un libro con las tapas de color verde.
Se ve el juego de la rana. Están: Jaime, Domingo Paco, Viverti, Cholo, Luis, el Marqués,...
La panadería era de la señora Rafa y el señor Manolo.
La carbonería del señor Ino.
La tasca de Benito, que también vendían comestibles, y se jugaba a la rana.
Sotero, Entre los años 1949 a 1958 se celebraban bodas, bautizos y también las comuniones de los vecinos de la Quinta, así como de los barrios limítrofes como “la Prospe”. También iban a comer muchos obreros de Lasical.
El edificio tenia dos plantas, la taberna abajo y la vivienda arriba. Pegado tenía un jardín rodeado de una valla y era dónde se hacia el baile, casi siempre con orquesta y cantantes de carne y hueso. Cerezo Rosa Manzano Blanco era la canción que más se pedía con diferencia; aunque también tangos, chachachás, pasodobles, boleros, valses y una melodía que era endiablada el pericón, un baile muy difícil.
Casa Sotero, Foto cedida por la familia Mesa Diaz
Dos fotos más de Casa Sotero. Que decir de los carteles que tenían, Foto cedida por la familia Mesa Diaz.
Foto del bisabuelo de Almudena Mesa, con delantal Sotero y su esposa Marcela. Foto: Familia Mesa Diaz.
Lecherías:
- La del Negro, también conocida por la del gitano.
- La de los Tres Ochos, era del señor Paco y de su mujer la señora Leo.
- La del Largo (anteriormente de los Mellizos) que estaba junto al arroyo Abroñigal.
La carnicería de Gregorio.
La frutería de Carmen, junto a la panadería. Estaba construida con cajones.
La pescadera era la señora Aquilina que traía el pescado en una carretilla y ponía el puesto frente a la tienda de Benito en una caseta de madera.
La mercería señora Rosario.
El colegio de los Patos. Estaba en la calle de los Estanques, hacia Lasical. La profesora se llamaba doña Teresa. El colegio era una nave que estaba divida en dos partes, uno para los chicos y el otro para las chicas y solo se abría cuando venían una vez o dos al año unas señoritas que daban conferencias para los papás. (Paquita)
Al fondo podemos ver el cartel de Saconia, la inmobiliaria del Parque de San Juan Bautista.
Colegio de los Patos. Curso 1961-62. De izda a decha. de pie, arriba;
Alfonso Cañamaes, Emilio Aguilera, Severiano, Carlos Martinez hijo de D. Jose, X, Jose Luis hijo D. Jose, Goyo Bermejo, X, Jose España, Enrique Dominguez, X , Carlos Diez, Luis Maestro, X, X, Jesus Gunzalez (Chuchi), X, y Laureano Soto, abajo izda. dcha. agachados arriba, Angel Luis Bermejo, Cristobal Magaña, X, abajo X, X, Indalecio Sanchez, Francisco Gordillo, D. Jose Martinez profesor, Paulino Sanchez, Juan Dominguez, Nicolas Sanchez, Manolin , Jose soto, X, X," Comentario: Goyo Bermejo.
Si reconocéis a alguno de la foto, por favor, ponerlo en comentarios. Foto de de Carlos Diez Vallejo vivio en Estrecho de Bonifacio, 14.
La Casa Alta. Estaba en la calle José Romay.
Las Cuevas. Había unas cuevas justo en el actual campo de fútbol García de la Mata. Alguna tenía hasta cuatro habitaciones. Otras eran de solo una habitación. Estaban habitadas por gente muy pobre.
Entre ellos había un señor gitano que ejercía de sereno, por cierto muy buena persona, pasaba los domingos por las casas y cada uno le daba lo que podía, con eso y alguna chapucilla vivía toda la familia.
Dos de las cuevas que estaban situadas cerca de lo que son los vestuarios de la piscina se vinieron abajo después de un invierno muy lluvioso. Entonces los vecinos se movilizaron para ayudar a aquellas familias que se quedaron en la calle, consiguiendo la expropiación de todas las cuevas y el consiguiente realojo de sus habitantes. Esto fue aproximadamente en la primavera-verano de 1955-1956.
A la derecha se ven los tubos que utilizaron en la M-30 como colectores.
El transformador de luz, que de vez en cuando y sin venir a cuento pegaba unos petardazos tremendos.
La Huerta del Tío Ginés. Estaba entre la Quinta e Ibarrondo (también llamado Barrio de la Humedad).
Contra los de Ibarrando celebrábamos partidos de fútbol y también dreas (guerras a pedrada limpia, ¡qué brutos...!).
La Iglesia de San Juan Bautista. En aquella época para subir a la iglesia desde la Quinta teníamos que cruzar por los sembrados del cerro donde hoy está construido el parque San Juan Bautista. Alguna noche de invierno cuando bajábamos después de la misa de las 8 de la tarde nos acompañaba la Guardia Civil por los caminos de los sembrados hasta casa.
Cuando el tejado del campanario se vino abajo la primera vez estábamos volteando las campanas don Pedro y yo (Pedro Aguilera). Echamos a correr, yo estaba mas cerca de la escalera y no me dio ningún ladrillo pero a él sí le hicieron alguna brecha.
Al llegar Semana Santa o navidades nos peleábamos los monagos para ver quien iba a las monjas de Bueso Pineda porque cuando terminaba la misa que se daba a las 12 de la noche nos ponían unas tremendas bandejas de pastas, pasteles, turrones y derivados.
Cuando íbamos a recoger las hostias que se las hacían unas monjas de Arturo Soria a la altura de José del Hierro, nos daban unas bolsas con los recortes de las hostias y nos poníamos “moraos”. Como mucho duraban un par de días.
Un domingo estando dando misa D. Jacinto le ayudaban unos chicos de Acción Católica. Nos metimos por las buhardillas, teníamos que ir con mucho cuidado pisando en los largueros de madera, pero una vez se nos escapó un pie y fue a salir por el centro del techo de la iglesia donde estaba la lámpara, no quiero contaros lo que ocurrió cuando acabó la misa .
En la la puerta de la iglesia de San Juan Bautista. Año 1959. "Somos todos vecinos de la Quinta, los vestidos de gala somos de izda. a dcha.: Jose A. Gonzalez, no recordamos, Emilio Cañamares, Jesus González (Chuchi), Carmelo, Goyo Bermejo y Enrique Domínguez, arriba izda. Marino Gonzalez y Lola su mujer, Angel Cañamares y su mujer Catalina, D. Jeronimo maestro, Angel Dominguez lechero "el negro o gitano" Isabel su mujer, la madre de Carmelo "la muda" -Comentario: Goyo Bermejo. Si reconocéis a alguna persona de la foto, por favor, ponerlo en comentarios. Foto de Jesús González Peral (Chuchi)
La carpintería que estaba cerca de la Bandera, enfrente de la casa de la Marquesona, se quemó, y un señor que se llamaba Antonio fue el que dio la alarma del fuego ya que estaba sin dormir porque era su noche de boda y después del incendio, para que veías la hermandad que existía mi hermano Eduardo y yo le enlucimos de yeso toda la carpintería gratuitamente (Basilio – padre).
Del incendio de la carpintería y de las muestras de hermandad que en ese momento se dieron creo que todos los que allí vivíamos las recordaremos, si mal no recuerdo y creo que el incendio se produjo la noche de San Antonio, me acuerdo de los bomberos estirando las mangueras para ver si podían llegar a los estanques de Lasical y cuando vieron que no, iban con los camiones allí para llenarlos. Fue espantoso para aquella época; recuerdo al pobre señor Vicente (que luego cuando murió del corazón, lo achacaron al disgusto), llorando porque no iba a poder pagar a su gente ya que se le quemó el dinero que había sacado del banco el mismo día y lo tenía en la casa y la colecta que se hizo entre todos para ayudarles en lo que se podía (Basilio padre y Gloria).
En
la CEA había una
gran charca donde iban a parar las aguas residuales de los chalets de Ciudad Lineal. En esa charca cogieron el tifus 9 chavales del barrio un día de verano que se fueron a bañar allí. Las aguas bajaban por lo que hoy es la calle Ramírez Arellano hasta el colector del arroyo Abroñigal.
Además existía un
viaje de agua que partía de la confluencia de la calle Arturo Soria con Bueso Pineda hasta el puente de la carretera de Barcelona con la M-30. En los pozos de aireación había unas piedras de granito con forma de pirámide de un metro de altura (aproximadamente). A los niños les gustaba agacharse para oír correr el agua. Este viaje desapareció al construir el Parque de San Juan Bautista.
En los años cincuenta en la confluencia de la calle
López de Hoyos con Martín Machio se encontraba el "
Fielato" que era un control de la entrada de mercancías a Madrid donde se cobraban los tributos. Había un báscula en el suelo para pesar los carros y galeras (algunas de ellas eran articuladas como los camiones de hoy en día) que arrastraban las mulas con tiros de hasta 14 mulas emparejadas de dos en dos. Estaba controlado por la Guardia Civil y una caseta hacía las veces de oficina.
En el
Ventorro del Tío Chaleco estaba el horno de la panificadora la Luna, donde a cambio de poco dinero alquilaban el horno antes de empezar a hacer el pan. En ocasiones muchas vecinas de la Quinta se unían para alquilarlo para hacer magdalenas, sobaos y pasiegos, estaban buenísimos.
Para comprar la corbonilla, que era mucho más barato que el carbón, los vecinos bajaban hasta el
Barrio de San Pascual.
En la Quinta había dos
campos de fútbol, uno en el arroyo y otro en el que nunca jugábamos porque aparcaban los carromatos de los gitanos y lo dejaban inservible por la chatarra que dejaban. Donde si hubo 6 campos y medio de fútbol era entre las actuales calles de Corazón de Maria y Clara del Rey. Comenzaban en la calle Cardenal Siliceo que era una loma imponente en algunos puntos de hasta 7 metros de altura. Sus nombres eran: la Estrella, los Chicos, el del Mahou, Los Flechas, Los Alemanes, El Maravillas y el Columba, llegaban hasta el barrio de Mahou.
Cuando vino
Eisenhower a Madrid en diciembre de 1959, cambió algo, nos empezaron a llevar al colegio de los Patos queso de un color amarillo, mantequilla, también amarilla y salada, y después leche en polvo. Me imagino que también surtirían a todos los colegios de la zona. Con la edad que teníamos todo era bien recibido. Los terrones de
la leche en polvo eran deliciosos, porque ya tenían azúcar incorporada. Con 12 años me tocó bajar a un semisótano del colegio para hacer la leche en una cazuela grande para las chicas y otra para los chicos. Ellos se peleaban por venir a recoger la cazuela y algún que otro terrón de leche.
Antonio, Pedro Ortiz, Carlos José Miguel, Paco y Manuel.
En los años posteriores a la guerra, teníamos que ir al medico a un edificio que estaba situado enfrente de las tres ventas del puente de las Ventas. En los bajos de aquel edificio estaban 4 consultas solo para los afiliados a la Seguridad Social. Allí había unas sillas de enea desvencijadas, en las cuales no me dejaba sentar mi madre porque tenían piojos. Los especialistas estaban en el Puente Vallecas, en un edificio de 2 plantas al lado del antiguo Ayuntamiento. El de Doctor Esquerdo lo hicieron a partir del año 51 o 52. El Ambulatorio de Vicente Muzas no estaba ni en proyecto. El de San Blas se hizo al tiempo que el barrio, hasta entonces era un descampado con cacharrerías de los traperos que todos los días "bajaban" a Madrid. Hacían con sus carros el trabajo que hoy hacen los camiones de la basura. Un apunte, los que no pagaban la Seguridad Social eran desviados hacia Cruz Roja y Caritas.
Las mujeres decían en plan guasón “
La Quinta de la Puñeta”, debido al lavado a mano que hacían en las 3 fuentes del Canal de Isabel II que tenía el barrio. Las fuentes las puso el canal, para que las mujeres no lavaran directamente en el
Canalillo. Los grifos eran de los que había que empujar hacia dentro. Entonces los vecinos inventaron un artilugio muy curioso: cortaban un trozo de cámara de bicicleta dejando un arete redondo, el cual pasado por debajo del grifo se ponía encima del embolo haciendo la presión necesaria para no tener que apretar.
La vieja pasarela sobre la M-30
La nueva pasarela.
Todas las mujeres tendían en el verano las sabanas en tendederos en la calle, casi siempre en los descampados. En alguna ocasión se producían hurtos.
La Sra. Antonia, vecina de la calle Tres Ochos, compró la primera televisión. En el verano la colocaba en la puerta de su casa para que los chavales del barrio pudieran verla.
Íbamos casi todos los vecinos, como una familia, a tomarnos unas tapas y un vermút a la colonia de Ibarrondo, a los bares de El Maño, Las Cuñas y El Rinconcito de Armando Albadalejo, que por cierto también lo frecuentaban a menudo jugadores de fútbol como Amancio, Pachín, Groso, Gento y compañía, porque tenían el mejor marisco de toda la Prosperidad.
Como una gran vena este puente unía y une los distritos de Ciudad Lineal y Chamartín, separados por la M-30.
Cosas curiosas, casi todos los vecinos del barrio tenían un
mote, como en los pueblos, y sin ánimo de ofender a nadie, los voy a nombrar; eran algunos como: "el cholo", "el muerto","el Bayón", "el chocha", "el musu", "el viverti", "el marqués","el tremendo", "el señorito","el buba","el podador", "la marquesona", "la caramona", "el tanisi", "el Zoca", ..... etc.
Los
juegos. Vivíamos todo el día en la calle, conocíamos a todos los vecinos, un día nos peleábamos con los chicos de Ibarrondo y al día siguiente estábamos jugando un partido de fútbol, todo el día haciendo "casetas", con las bicis, poniendo ballestas, poniéndonos tibios de agua en las fuentes, jugando a veces entre el barro, otras saltando en "los sacos" al lado de Ibarrondo. (Paco de José Romay, 2).
También como cuando éramos críos íbamos a
Lasical y jugábamos con las vagonetas de los ladrillos lanzándolas por las vías hasta una plataforma en la que le dábamos la vuelta y de vez en cuando salía el guarda y a correr se ha dicho. (Pedro Aguilera).
Cuando llegaba el otoño todo el barrio estaba buscando
setas, que por cierto, eran hermosísimas, y hasta creo recordar que era bueno por tenerlo bien estercolado, ya sabéis, el WC del barrio estaba fuera de nuestras casas. (Paquita). O los higos de la huerta de Ginés. (Pedro Aguilera).
Cuando empezaron a echar tierra para nivelar el arroyo Abroñigal y construir luego la M-30 dejaron el barrio casi aislado. Su salida natural era hacia López de Hoyos y el Barrio de Ibarrondo. Las mujeres tenían que dar un gran rodeo para ir a comprar y se les hacia muy penoso, cargadas como iban. Como nadie hacia nada, entre un chico llamado Tomás y yo (Gloria) construimos en una tarde una rampa de acceso.
Personas famosas
Justo Joaquín López Latorre, nacido en la Quinta el año 1940, fue elegido como mejor jugador juvenil de fútbol, en el año 1957.
Pablito Calvo. Actor protagonista de Marcelino pan y vino. Vivió en la parte alta de la calle Tres Ochos.
Angel Romay y
su hijo Enrique. Eran los dos jefes de iluminación de TVE cuando estaban los estudios en el Paseo de la Habana.
Juan Señor. Futbolista que jugó en los siguientes equipos:
-Juveniles del R. Madrid (solo en los juveniles, ya que por su altura no lo quiso el primer equipo), 1974-77.
-Ciempozuelos, 1977-78.
-Deportivo Alavés, 1978-81.
-Zaragoza, 1981-90, donde se retiró por anomalías cardíacas.
Además de la Selección Española.
Parte del equipo de fúbol en la calle Govinda.
Velázquez. Jugador del fútbol del Real Madrid y de la Selección Española.
Corcuera. Jugador de fútbol del Real Madrid.
Fotograma del película: La patria del Rata (Francisco Lara Polop, 1980). Al fondo podemos ver el puente de la Av. de Ramón y Cajal sobre la M-30. Foto cedida por: Video Mercury Films S.A.
Foto aérea entre la Quinta y Ciudad Lineal. Año 1946. Momecalles, CAM.
Foto aérea entre la Quinta y Ciudad Lineal. Año 1956. Momecalles, CAM.
Colegio de los Patos. Los hermanos Bermejo Cambronero (a la izquieda Gregorio, a la derecha Angel Luis). Foto cedida por Gregorio Bermejo Cambronero.
Quizás el mejor equipo de La Quinta de la Palama. Chuchi es el pequeño que está con el balón. Tres de este equipo llegaron a ser profesionale; Pedro González, Corcuera y Manolo Velázquez (abajo agachado). Comentario: Chuchi y Goyo. Foto aportada por Jesús González Peral (Chuchi).
Fotografía hecha por un fotógrafo ambulante hacia 1957 de Tinín y Mario, vecinos de la calle de los Tres Ochos, núm. 5.
Esta foto que acabo de encontrar no es muy buena, pero creo que tiene interés testimonial. El lugar es un cerro que estaba situado en el ángulo que forma la Avenida de América con la M-30. Exactamente a la derecha, sentido salida de Madrid, y justo después de cruzar la M-30.
En este cerro, inclinado hacia la entonces Pista de Barajas, los domingos y festivos en primavera se sentaban a ver pasar los coches algunas personas, sobre todo adolescentes y parejas. Por allí andaba un fotógrafo ambulante tratándose de ganar la vida. Te hacía la fotografía, te pedía la dirección, y un buen día se presentaba en tu casa con la foto, y la mayoría de los padres no la cogían. Allí, pues, nos encontrábamos Tinín y yo hacia el año 1957. Tinín, es decir, apelativo cariñoso de Valentín, tendría once años y yo trece. Como sabéis éramos vecinos de la calle de los Tres Ochos, núm. 5. Yo estaba siempre por la carbonería de sus padres, el señor Ino y la señora Amelia, en cuyo patio de atrás había un árbol de morera que daba unas moras riquísimas. Los domingos su padre y su tío jugaban al tute y al mus en su casa, en la mesita del comedor, y allí aprendí yo a jugar al tute. Quiero nombrar a su hermana, Maritere, que de repente me viene a la memoria que un día se quemó la pierna en el brasero de mi casa cuando estaba con mi hermana Alicia. Texto y fotografías: Mario Fernández González.
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Autores: Todos los vecinos que han participado en el blog.
En este blog también colaboran: Ángel Caldito, José Manuel Seseña y Ricardo Márquez.
Artículos anteriores:
Quinta de la Paloma – Primera Parte
Quinta de la Paloma – Segunda Parte
Quinta de la Paloma – Plano
Fuentes utilizadas:
Diario ABC.
Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid.
Asociación de Viandantes a pie.