La historia tranviaria de los Carabancheles da mucho de sí, pero la vamos a concretar a partir del restablecimiento de la línea a Carabanchel Alto, acaecido años después de concluida la Guerra Civil (1).
Hemos de recordar que en los primeros días de Noviembre de 1936, Carabanchel Alto perdió la conexión tranviaria con Leganés al tomar esta población el ejercito de Franco, y unos días después también hasta Mataderos, límite de Carabanchel Bajo con Madrid, siguiendo por este lado con progresivos recortes hasta dentro de la capital en función de la situación bélica.
Acabada la contienda, el servicio de los tranvías hacia la zona de los Carabancheles fue restablecido también de forma escalonada.
Historia
Por fin, el 31 de Enero de 1943 el tranvía vuelve a llegar a Carabanchel Alto, dos años y medio después de que lo hiciera a Carabanchel Bajo. Mucho tuvieron que ver en su restablecimiento las gestiones que se hicieron desde los ayuntamientos de ambos Carabancheles, especialmente el del Alto cuando ya estaban circulando hasta el Bajo.
El 27 de Octubre de 1945 se refuerzan los servicios de la línea 24 con la línea 42, también con ramas al Alto y al Bajo. El material de ambas es el mismo, Whestinghouse I, al igual que las tarifas que son idénticas, con la diferencia de que en la 42 hay menos tarifas intermedias (Plaza Mayor-Carabanchel Alto 45 céntimos y Carabanchel Bajo-Carabanchel Alto 15 céntimos).
El 12 de Noviembre de 1947 se crea la Empresa Municipal de Transportes. En este momento hay cinco servicios tranviarios a los Carabancheles, el 24 y el 42, ambos con una rama al Alto y otra al Bajo (la línea 24A tiene asignado un vehículo y la 42A dos), y el 44 al Hospital Militar.
A primeros de Diciembre de 1947, el día 4, la Empresa Municipal de Transportes, reestructura las líneas suprimiendo las tres existentes y creando otras tres, la 34, Embajadores-Carabanchel Bajo, y dos anexas, una especie de ramales con número aparte, la 36 a Carabanchel Alto y la 38 al Hospital Militar. La reforma elimina el punto tradicional de la Plaza Mayor para ir a los Carabancheles, y, además, los viajeros a Carabanchel Alto quedan obligados a realizar trasbordo en Carabanchel Bajo. Las molestias que estos cambios originan, se palían en parte cuando antes de que acabe el mes, la línea 34 se prolonga hasta Atocha, un lugar que permite mas combinaciones que Embajadores para los carabancheleros (2).
El 29 de Abril de 1948 Carabanchel Bajo y Carabanchel Alto son anexionados a Madrid, desapareciendo como municipios independientes, e iniciando con ellos el proceso de absorción de trece términos municipales que concluirán el 31 de Julio de 1954 con el de Villaverde. La fuerte inmigración a la capital desde provincias limítrofes, especialmente del sur de España, habían hecho crecer aún mas a numerosos barrios aledaños al límite de Madrid que tenían mas población en muchos casos que el casco histórico (3).
Las necesidades de comunicación de los Carabancheles con Madrid eran evidentes, y mas las serían en un futuro cuando los planes de expansión de la capital se llevaran a término (4), pues se preveía que los tranvías no iban a ser capaces de absorber todo el tráfico que se iba a generar y por ello el Ayuntamiento de Madrid había planeado la construcción del ferrocarril suburbano Chamartín-Carabanchel (inicialmente Plaza de España-Carabanchel) por resultar mas económico al desarrollarse por terrenos de la Casa de Campo y zonas de campo libre. El Alcalde de Madrid, José Moreno Torres, conde de Santa Marta de Babio, dice a los periodistas el 28 de Septiembre de 1949 que “los Carabancheles van a ser de lo mejor servido de Madrid cuando el año próximo empiece a funcionar el suburbano” (5).
El 1 de Febrero de 1951 la línea 34 se prolonga de Carabanchel Bajo a Carabanchel Alto, desapareciendo la línea 36 que unía ambos Carabancheles.
El 28 de Mayo de 1952 tiene lugar el luctuoso suceso del accidente del Puente de Toledo que tendrá importantes consecuencias en el deficiente servicio tranviario a los Carabancheles, tema que ya tratamos en su día.
El 1 de Noviembre de 1952 se establece una vía de triángulo en la Plaza de la Emperatriz, a continuación del apartadero final, con una punta en la Avenida de Carabanchel Alto utilizando la antigua vía a Leganés, y la otra punta, de nueva instalación, en el inicio de Joaquín Turina. Esta vía de maniobra permite prolongar de nuevo la línea 34 hasta Carabanchel Alto con material cerrado, no reversible, y suprimir el servicio auxiliar de la línea 34 entre ambos Carabancheles, modificaciones que se habían hecho como consecuencia del citado accidente del Puente de Toledo.
El 27 de Enero de 1955, a las nueve y cuarto de la mañana, se produce un desgraciado suceso en la calle Eugenia de Montijo, a la altura de Federico Grases, junto a la Colonia de la Prensa, al chocar el PCC 1040 procedente de Carabanchel Alto con un tranvía de Vías y Obras que iba en sentido opuesto, falleciendo el ayudante y con heridas graves su conductor, mientras que en el tranvía de viajeros hubo nueve heridos, todos leves. Las causas tienen su origen en la intensa niebla que impidió a uno de los tranvías ver cómo estaba el semáforo, y al encontrarse de frente intentaron ambos frenar pero la humedad en la vía, hizo que los frenos no respondieran con la urgencia que se requería (6).
El 13 de Febrero de 1955 vuelven a funcionar las cocheras de Buenavista, fuera de servicio tranviario desde Noviembre de 1936, para lo cual es necesario rehabilitar desde la Plaza de la Emperatriz un tramo de la vía abandonada a Leganés. Estas instalaciones habían pasado a manos de la Empresa Municipal de Transportes que las había destinado hasta entonces a Almacenes Generales, a Escuela de Capacitación y a depósito de material retirado de circulación (los últimos Whestinghouse), sufriendo un incendio el 26 de Mayo de 1953.
El 21 de Julio de 1955 queda completada la doble vía entre Carabanchel Bajo y las cocheras de Buenavista en Carabanchel Alto, a excepción del tramo entre Carabanchel Bajo y Santa Rita, de imposible duplicación por su estrechez, manteniéndose la regulación de la circulación tranviaria entre ambos puntos mediante semáforos.
El 25 de Julio de 1964 desaparecen los tranvías de Carabanchel al suprimirse la línea 34 con sus tres servicios de Atocha al Bajo (letrero auxiliar azul), al Alto (letrero auxiliar rojo) y a Mataderos (letrero auxiliar blanco), siendo las tarifas en ese momento 1,50 pesetas cualquier distancia recorrida dentro de ellas. Atrás quedan noventa años de presencia tranviaria.
Explotación
El material utilizado para llegar a Carabanchel Alto en el periodo que estamos tratando es:
- Líneas 24A y 42A: Whestinghouse I
- Línea 34 (desde 1950-51) Charleroi. Al restablecerse el servicio tras el accidente del Puente de Toledo se pone en la línea material mas moderno “unificados”, “ochocientos” y “novecientos”, todos ellos no reversibles, aunque esta mejora en Carabanchel Alto tiene que esperar hasta el 1 de Noviembre de 1952 que es cuando entra en funcionamiento el triángulo de la plaza de la Emperatriz. El 15 de Junio de 1954 se ponen en servicio en la línea los primeros PCC, cuatro, que se irían aumentando hasta sustituir por completo a los unificados, incluyendo a los servicios cortos a Carabanchel Bajo y Mataderos.
- Líneas 36: Whestinghouse I
Inicialmente el tramo entre los dos Carabancheles era todo él de vía única, con tres apartaderos, el primero en Santa Rita, el segundo en la Plaza del Parterre, y el último en la Plaza de la Emperatriz que era el final de Carabanchel Alto. La circulación estaba regulada por semáforos entre Carabanchel Bajo y el apartadero 1 y entre el apartadero 1 y el 2. Entre el 2 y el 3 había corta distancia y además buena visibilidad.
El sistema semafórico era de un foco solo que sí estaba encendido indicaba vía libre y sí estaba apagado indicaba que había un tranvía circulando en sentido contrario.
El tramo inicial hasta Santa Rita, siempre permaneció en vía única por la estrechez del tramo. En esta sección los semáforos estaban adosados uno a la fachada de un edificio en Carabanchel Bajo (lado izquierdo en sentido de la marcha) y el otro a la valla del recinto religioso de Santa Rita (lado derecho en el sentido de la marcha), en ambos casos estaban situados a continuación de una parada para tomar o dejar viajeros. El que esto escribe recuerda que a veces un tranvía reanudaba la marcha tras efectuar la parada e inmediatamente frenaba porque en ese momento se le apagaba la luz indicando que había entrado otro tranvía en el tramo de vía única por el lado opuesto.
Las paradas eran cuatro: Santa Rita, Colonia de la Prensa (7), Plaza del Parterre y Plaza de la Emperatriz. Su emplazamiento no coincide con el que hoy tienen los autobuses, que además las hay en mayor número.
Las cocheras de Buenavista sirvieron para el encierre de los tranvías de las líneas 31, 32, 34, 37 y 38. Todo el material era no reversible, a excepción del de la línea 38, por lo que los accesos a ellas tenían orientación hacia Carabanchel Alto y hacia una vía muerta sentido hipotético Leganés, con el fin de triangular los tranvías y poderlos invertir para entrar de nuevo en servicio.
Trazado (se citan las calles por su nombre actual)
El recorrido entre Carabancheles se inicia en el bucle de Carabanchel Bajo, donde acaba la doble vía que viene “de Madrid”. El detalle de él, según circulación de los tranvías es final de General Ricardos, Eugenia de Montijo, Francisco Romero y nuevamente General Ricardos.
El final de la calle General Ricardos no es el actual, pues en la época tranviaria al llegar al Mercado de Carabanchel, giraba bruscamente a la izquierda en la confluencia de Nuestra Señora de la Luz para terminar en Eugenia de Montijo (8). La vía procedente del Puente de Toledo, tras el giro, se desdoblaba en dos, la de la izquierda según el sentido de la marcha para el destino Carabanchel Alto y la de la derecha para los de destino Carabanchel Bajo, estableciéndose aquí las paradas de Carabanchel Bajo de ambos, continuando a su destino el primero o retornando a Plaza Mayor el segundo. La falta de espacio para incorporarse de General Ricardos a cualquier dirección de Eugenia de Montijo hacía que ambas vías tuvieran que cruzarse para aumentar el radio de la curva, mientras que la parada (parada 1) de los que regresaban de Carabanchel Alto estaba en Eugenia de Montijo, justo entre ambas agujas procedentes de General Ricardos (9).
La línea a Carabanchel Alto entra, por tanto, en Eugenia de Montijo, un tramo que siempre fue de vía única, bastante conflictivo de circulación pues es estrecho con dos sentidos de circulación para vehículos y un intenso movimiento peatonal por la actividad comercial de este tramo inicial de la calle, nada que ver con la situación actual, sin apenas tráfico, pues entre otros motivos, la llegada del ferrocarril suburbano a la Glorieta del Ejército propició el desplazamiento del centro de gravedad de Carabanchel. Esta travesía era la carretera Madrid-Fuenlabrada y poco después llega al antiguo punto tarifario de Cuatro Calles, popularmente llamado Cuatro Esquinas, cruce de viales cuyos nombres han variado varias veces en el tiempo, pero actualmente son Eugenia de Montijo con Monseñor Oscar Romero, que une esta última el centro del casco histórico de Carabanchel Bajo con el antiguo cementerio junto al que se halla la interesante Ermita de Santa María la Antigua (10).
El trazado llega a Santa Rita, institución religiosa dedicada a la enseñanza (parada 2). En este punto se ensancha la calle Eugenia de Montijo, y es donde actualmente termina General Ricardos y donde empieza la vía doble (11). Continúa ascendiendo hacia Carabanchel Alto entrando en su antiguo término municipal al llegar a la Colonia de la Prensa y la actual calle de San Antolín, divisoria de ambos Carabancheles (parada 3).
Seguidamente comienzan a su derecha las tapias de la finca de Eugenia de Montijo, actualmente el final de Nuestra Señora de Fátima. Termina el ascenso en la plaza del Parterre adonde llega por la derecha la antigua carretera de Campamento (Avenida de los Poblados), hoy totalmente modificado el enlace pues fue necesario hacer variante para darle la anchura necesaria. La parada tranviaria está justo en la curva que hace el edificio de las Escolapias, otra institución religiosa dedicada a la enseñanza (parada 4).
Acomete el último tramo de Eugenia de Montijo y llega a la Plaza de la Emperatriz, donde está la parada final (parada 5). Aquí hace la maniobra de inversión, entrando de frente en Joaquín Turina, saliendo en marcha atrás por la Plaza de la Emperatriz hasta llegar a la Avenida de Carabanchel Alto, donde queda orientado para salir y situarse en la parada de salida de la plaza.
A partir de la Plaza de la Emperatriz, la vía de subida continúa hacia las cocheras de Buenavista por Joaquín Turina hasta la calle Guitarra donde entra para encontrarse en la Avenida de Carabanchel Alto, yendo juntas en doble vía hasta las cocheras. Este tramo al rehabilitarse tras la Guerra Civil, siempre fue enlace de servicio no prestando nunca circulación a viajeros.
Las cocheras de Buenavista están situadas en los impares de la Avenida de Carabanchel Alto frente a la calle Murallas de Ávila (12).
Apéndice
Hubo otra línea de tranvía que recorría los dos términos municipales carabancheleros, pero muy alejada de sus cascos históricos. Nos referimos a la del paseo de Extremadura que llegaba hasta Cuatro Vientos, su detalle quizá, en un futuro, sea objeto de tratamiento en el blog.
Autor: José Manuel Seseña
En el blog Historias Matritenses también colabora Ricardo Márquez
Agradecimientos
Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto por la cesión desinteresada de diversas fotos que ilustran este trabajo.
Ernesto Crespo del Pino por la cesión de una foto de su abuelo Ernesto Crespo Mingo en las cocheras de Buenavista
D. Ángel Crespo por información complementaria facilitada de las cocheras de Buenavista a través de su sobrino Ernesto.
Bibliografía
Archivo de D. Carlos López Bustos.
Además de las fotos indicadas en agradecimientos, también hay de los archivos AGA, Santos Yubero, Carlos López Bustos, etc.
Notas:
(1) Entre su interesante pasado se encuentra el corto periodo en que fueron arrastrados con tracción de vapor, historia que está tratada con detalle en un libro de próxima aparición “Los tranvías de vapor de la ciudad de Madrid”, segundo volumen de la colección sobre este tipo de tranvías que han circulado en España, de la autoría de Joan Alberich que ha tenido la atención de enviarme un avance de este importante trabajo.
(2) La línea 34 cambió varias veces de inicio entre Embajadores y Atocha, omitiendo todas esas fechas para no agotar la paciencia del lector.
(3) Además de la zona de Mataderos en Carabanchel Bajo, estaban el Puente de Vallecas, Tetuán, y la zona de la carretera de Aragón pasado el puente de Ventas.
(4) En un conocido banco, desaparecido actualmente por el proceso de absorciones y fusiones que se han llevado a cabo en los últimos años, tenía una sucursal en la zona de General Ricardos, y todo empleado que, residiendo en Madrid centro, era destinado a ella, lo consideraba como un castigo por sus dificultades de comunicación al “estar mas allá del río”.
(5) El Ferrocarril Suburbano de Carabanchel fue inaugurado el 4 de Febrero de 1961, once años y medio después. Como podemos comprobar, las declaraciones demagógicas suceden en todo tiempo y en todo régimen.
(6) Analizado el hecho casi sesenta años después y a la vista de las informaciones de hemeroteca, todo hace pensar que el tranvía de viajeros rebasó el semáforo, dificultado por la falta de visibilidad, en base a la menor distancia recorrida hasta el punto de colisión, y su conductor, posiblemente confiado en el número de tranvías que prestaban servicio en ese momento, no pensaba encontrarse con ninguno al igual que sucedía los demás días.
El alcalde Madrid, José María de la Blanca Finat y Escrivá de Romaní, conde Mayalde, nuevo primer munícipe madrileño a raíz del accidente del Puente de Toledo, manifestó que el semáforo funcionó perfectamente y que “una vez que se resuelva el trámite administrativo en Obras Públicas, será colocada en aquel lugar la doble vía solicitada”. El suceso aceleró su instalación, pero como siempre “ha habido que curar en lugar de haber prevenido”.
(7) La parada de la Colonia de la Prensa, situada en el medio de la pendiente de la calle Eugenia de Montijo, obligaba a los viajeros a estar vigilantes de la llegada del tranvía para advertir su presencia, pues algunos conductores al salir de la Plaza del Parterre “cogían carrerilla” y no paraban porque ya no les daba tiempo. Hecho del que puedo dar fe, pues en algunas ocasiones vi como el tranvía PCC yendo medio vacío pasó de largo.
Precisamente en esta pendiente, en las cercanías de Carabanchel Bajo, tuvo lugar el 20 de Agosto de 1955 un atropello mortal por un tranvía que bajaba sin frenos concurriendo casualidades morbosas que no vamos a detallar.
(8) Este vial de General Ricardos, el mas importante del Barrio de Carabanchel, fue rectificado su final tiempo después de la clausura de los tranvías prolongándolo en dirección a Carabanchel Alto con el fin de darle continuación, terminando en Eugenia de Montijo, en Santa Rita, lugar en que se ésta última se ensancha.
El antiguo final es actualmente una explanada carente de uso entre General Ricardos y Eugenia de Montijo. Para hacernos una idea de su emplazamiento, la calle Melisa es casi coincidente con la zona de las vías, quedando éstas ligeramente a su derecha.
(9) La escasez de espacio en la intersección del final antiguo de la calle General Ricardos al desembocar en la calle Eugenia de Montijo era patente pues los tranvías al tomar esta estrecha calle, bien hacia Madrid, bien hacia Carabanchel Alto, invadían la acera de los impares obligando a los transeúntes a resguardarse en los portales de las casas o en los establecimientos, llegando a ocurrir un trágico accidente cuando uno descarriló a comienzo de los años cincuenta y entalló a una viandante que esperaba protegida el paso del tranvía.
Cuando a las líneas de los Carabancheles: 31 Plaza de la Cebada-Carabanchel Bajo y 34 Atocha-Carabanchel Alto y Atocha-Carabanchel Bajo, se les introdujo material PCC, de mayor longitud, se acrecentó el problema en este punto pues las cerradas curvas para incorporarse a cualquier sentido de Eugenia de Montijo hacían que los tranvías pasaran a muy escasa distancia de las paredes de las fachadas de los impares. Quien esto escribe da fe de ello.
(10) Un botón de muestra del problema circulatorio de este tramo es el 13 de Diciembre de 1947 cuando un camión choca con un tranvía causando un muerto y varios heridos, todos viajeros.
(11) La vía única a partir de Santa Rita estuvo instalada junto a la acera de los impares, pasando a ser sentido “Madrid” al establecerse doble vía.
(12) Tras la supresión de los tranvías en Carabanchel fue utilizada para autobuses. En la actualidad es un espacio sin uso al haber sido abierta una cochera mas amplia en la Avenida de los Poblados junto al Cementerio Sur.
Hola José Manuel.
ResponderEliminarEstupendo trabajo, tanto literario como fotografico, aparte de aprender, nos deleitas con esas fotografías que no se como coñ... las consigues.
Un abrazo.
Pedro.
Muchas gracias Pedro por tus halagos.
ResponderEliminarLa verdad es que algunas veces es díficil conseguir material gráfico pues los madrileños en términos generales no hemos sido muy interesados en captar instantáneas de momentos y lugares que ahora añoramos por no tenerlas y solo recordarlas en la mente.
Afortunadamente nuestros amigos y seguidores colaboran desinteresadamente aportándonos lo que tienen, como así ha sido en este caso en el que se ha enriquecido el material gráfico con el que contábamos en un principio para hacer este trabajo.
Un cordial saludo y feliz estancia en tu tierra de adopción.
José Manuel
Vivo en Carabanchel y soy profe de Historia. Me encanta la historia de mi barrio. Gracias por este material gráfico tan maravilloso.
ResponderEliminarHola Anónimo:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario y nos alegra que haya sido de tu interés este trabajo que con tanta ilusión hemos realizado.
Nos hubiera gustado que te hubieras identificado para llamarte por tu nombre, pero seguramente se te ha olvidado este detalle.
Un cordial saludo.
José Manuel
Enhorabuena por el trabajo. Me parece una recolección de documentación muy costosa. Yo he vivido toda mi vida en Carabanchel Alto, aunque tengo 29 y no conocí los tranvías siempre me preguntaba cómo era mi barrio hace 50 años...el artículo me da bastante luz.
ResponderEliminarHola Juanjo:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu felicitación. De niño viví en La Fuentecilla y los domingos por la tarde iba de paseo con frecuencia a Carabanchel Bajo en el 31, lugar que me parecía bastante lejos, y andando llegaba hasta Carabanchel Alto, algo que consideraba "el fin del mundo", una verdadera excursión.
Y lo que son las cosas, hoy vivo en una zona perfectamente comunicada que en el pasado eran terrenos yermos del antiguo término municipal de Carabanchel Alto, y no da sensación de lejanía.
Un saludo.
José Manuel
¡Fantástico¡
ResponderEliminarMe he criado a caballo entre los dos Carabancheles y dada mi edad, recuerdo esas cosas que pones sobre los tranvias. Recuerdo que poniamos chapas de las botellas de bebidas en la via para que las aplastaran. ¿No tienes información sobre los trolebuses que sustituyeron a los tranvias? Duraron poco y no parecia mala la idea....
Un saludo
Muchas gracias Pablo por tu comentario y por tus halagos.
ResponderEliminarNinguna línea de trolebús sustituyó a las de tranvías. El blog hay una entrada dedicada al Trolebús, pincha esta palabra en Buscar y te saldrá. ahí hay una historia bastante resumida pues el tema da para mucho mas y siempre es posible que en algún momento se tome la decisión de ampliarla.
Un cordial saludo.
José
Muy interesante y completo el artículo, pero me surge una duda que me gustaría compartir:
ResponderEliminarTengo entendido que el edificio que debidamente reformado ocupa actualmente el centro Francisco de Goya, en la c/ Alfredo Aleix era originalemnte una cochera de tranvía. Desde luego su fachada así parece confirmarlo:
http://maps.google.com/maps?q=francisco+de+goya+alfredo+aleix&ll=40.368209,-3.75226&spn=0.000033,0.014076&fb=1&hq=francisco+de+goya+alfredo+aleix&cid=0,0,7946318329840364185&t=m&z=16&layer=c&cbll=40.368753,-3.75392&panoid=rLFTdHMt8GvlYoqSFr7fdQ&cbp=12,202.16,,0,0
Sin embargo, como no se menciona en el artículo supongo que se dejó de utilizar antes de la guerra, en tiempos en que el trazado a Leganés aún estaba en servicio.
¿Tendría alguien algo más de información al respecto?
Muchas gracias y un saludo
Hola Felix:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, pero he de decirte que las cocheras de tranvías de Buenavista siempre estuvieron ahí.
Respecto al centro cultural Francisco de Goya procede de una reforma del inmueble para adaptarlo a lo que es ahora, por tanto, nada que ver con un pasado tranviario.
En la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto, muy amables todos los componentes de su directiva, podrás obtener información amplia y de primera mano sobre lo que fué en su comienzo.
Un saludo.
José Manuel
Estupendo trabajo.
ResponderEliminarRecuerdo aquellos tranvías y cómo colocábamos chapas para que se aplastaran en las vías.
Tengo también un vago recuerdo de un cementerio ya abandonado entre la Calle Alfredo Aleix y Allariz.
¿Alguien podría ampliar esa noticia?
Con la insensatez de niño y el sentido de aventura creo recordar que saltábamos una pequeña valla del citado cementerio y procurábamos observar los restos de los féretros en las tumbas que estaban medio abiertas.
Esas visiones me han acompañado durante muchos años en una extraña mezcla ambivalente de emoción junto a lo prohibido.
Conservo aún una pequeña historia de Carabanchel de un medio tío abuelo mío que murió hace años (1977) llamado Vicente Ramos Villalba, de la que da cuenta el libro sobre Carabanchel que edito en su día la Asociación de vecinos.
Ánimo y adelante.
Muchas gracias Almanaque por tu comentario y por mencionar tus recuerdos.
ResponderEliminarRespecto a lo que indicas del cementerio, en la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto, seguro que te dan la información que solicitas.
Un afectuoso saludo.
José Manuel
Muchas gracias por vuestro trabajo, lo veo muy laborioso,da fe de la historia de nuestro barrio,no se comenta nada del accidente que el travía derrapó en la calle Toledo y caer al río manzanares por culpa de la velocidad que transitaba y las vias deslizantes,el conductor no pudo detenerlo.El edificio de la calle Alfredo Aleix,centro Francisco de Goya nunca fue de la EMT, si Fomento,que lo utilizaba como almacen de sal y maquinaria, pasó a depender del Ayuntamiento en tiempo de E. Tierno Galván en cuanto que IU lo llevo a tramite en el C.de los Diputados.
ResponderEliminarUN SALUDO, PEDRO
Hola Pedro:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario.
El ámbito geográfico al que se circunscribe el tema es entre ambos Carabancheles y por tanto no se incluye nada sobre el accidente tranviario del Puente de Toledo porque ocurrió fuera de la zona del tema.
No obstante, en la primera parte de este trabajo, se cita el 28 de Mayo de 1952 y un enlace a continuación para que quien esté interesado pulse en él para ver el suceso que afectó profundamente a los carabancheleros. El tema del accidente se publicó en dos partes, la primera detallando como fue y la segunda indicando los medios alternativos de transporte para dar servicio a los vecinos de estas barriadas que, desde hacía poco tiempo, habían sido incorporadas a Madrid.
Un saludo.
José Manuel
Saludos para tod@s. Felicitar a los que habeis hecho el artículo y a tod@s aquell@s que lo leeis y divulgais. Como nativo de Carabanchel Alto y conociendo un poco nuestro Barrio, llevo 60 años, quiero aclarar alguna cuestión que se ha preguntado aquí respecto del Centro Goya.
ResponderEliminarDesde que tengo uso de razón este centro fué en su día, el lugar donde se reparaban y guardaban las máquinas apisonadoras de las carreteras, era por lo tanto una dependencia del M.O.P.( Ministerio de Obras Públicas)y a la c/ de Alfredo Aleix,se la llamaba " La Calle de las Máquinas "por el trasiego de cargasy descargas, traidas y llevadas de las mismas en camiones con plataforma para su traslado antes o después de las reparaciones. Pero el verdadero nombre de la calle en aquellos años era Calle de Miguel de la Roca.(Continuará)Ernesto Crespo.
Muchas gracias Ernesto por tu comentario, pero sobre todo por todo el interés que te has tomado en divulgar un retazo de la historia de los Carabancheles que con mucho cariño hemos realizado en el blog Historias Matritenses.
ResponderEliminarEn nombre de Ricardo y mío, muchas gracias por tu "boca a boca" por el barrio.
Un saludo.
José Manuel
Un artículo muy interesante y trabajado. Enhorabuena.
ResponderEliminarMuchas gracias Cosas de Madrid.
ResponderEliminarEs una gran satisfacción para quienes hacer el blog Historias Matritenses, saber que nuestros artículos, que con tanto cariño hacemos, son del interés de nuestros lectores.
Un cordial saludo.
José Manuel
¿ quien puede decirme cuando se inauguró aquello que un principio le llamaban el " pilón " a lo que es hoy la fuente que existe en la Plaza de la Emperatriz a los pies de la Parroquia de San Pedro, pues ya existía en 1.950
ResponderEliminarHola Anónimo o Anónima.
ResponderEliminarLa respuesta a la cuestión por la que te interesas es posible que la puedas encontrar en la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto, bien directamente o bien a través de la documentación que tienen.
Un saludo.
José Manuel
Buenos días, José Manuel.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu excelente artículo sobre el tranvía de los Carabancheles. Soy un vecino de Carabanchel muy interesado en la historia de la zona. Me interesaría mucho conocer cómo y dónde has conseguido la fotografía aérea de la Colonia de la Prensa y de qué fecha es, pues no la conocía. Muchas gracias. Un saludo,
Diego
Hola Diego:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Yo también comparto el interés por los Carabancheles, especialmente el Alto que me es mas afín.
En el blog Historias Matritenses hemos publicado varios artículos que tienen que ver con ellos. Así “a vuela pluma” los dedicados al Ferrocarril Suburbano; a los tranvías, especialmente los relativos al accidente del Puente de Toledo, aunque hay algún otro mas; Hospital Militar; Finca Vista Alegre, etc.
Respecto a tu pregunta de donde he sacado la foto, no te sabría decir en este momento, pues el artículo se publicó hace mas de un año, pero es que, además, se cuelgan en el blog mucho tiempo después de cuando se hacen pues, afortunadamente, tenemos siempre preparados “en la despensa” esperando su oportunidad. Posiblemente sea del archivo fotográfico de D. Carlos López Bustos pero también puede ser de alguno de nuestros íntimos amigos que expresamente nos la ceden con la condición de mantener el anonimato de su propiedad a fin de evitar compromisos y manipular lo menos posible los valiosos documentos gráficos de su colección.
Por otro lado, la fecha de la foto podemos deducir que es de los primeros tiempos de la Colonia de la Prensa por solares sin edificar y los campos de alrededor.
Un cordial saludo.
José Manuel
Buenas muy buena la información de vuestro blog y no sé si estoy en la página adecuada pero yo busco familiares y la cabeza empieza por una casa de empeños en ese barrio por los años 50 después supe que sus descendientes regentaban una tienda de muebles solo se que el cabeza de familia se llamaba Castor y podría ser mi padre ,se que no vivirá ya pero si se y por buena información de mi madre que tenía hijos
ResponderEliminarHola Toñi:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu elogioso comentario pero lamentablemente el colaborador en el artículo Ernestro Crespo, carabanchelero de pro (del Alto), ya no está entre nosotros y hubiera sido la persona idónea para hacerle seguir tu pregunta.
Un cordial saludo.
José Manuel
Me ha encantando el reportaje y me ha traído recuerdos casi olvidados, hubo un accidente en la pz. De la emperatriz, por el año 55 donde falleció un joven cuya novia echó mucho de menos, tanto que no se volvió a en noviar y continuó soltera de por vida, Maruja se llamaba.
ResponderEliminarTambién recuerdo cuando de chavales, salíamos de los Salesianos, aliviabamos las vejigas en las vías del tranvía llegando a desbordarse, las mil colinas le llamábamos.
Gracias por tan interesante reportaje.
Muchas gracias Mario Ángel por tu amable comentario recordando tu niñez. Respecto a las consecuencias del accidente que indicas era una época muy triste para aquellas otras mujeres con actitud diferente a la que mencionas que en casos similares querían casarse y la sociedad las dejaba marcadas para soltería.
ResponderEliminarUn afectuoso saludo.
José Manuel