Vamos a recordar el accidente mas grave ocurrido en la red tranviaria de Madrid en sus 101 años y 1 día de vida que en Mayo de 2012 hará sesenta años. El tema lo hemos dividido en dos partes, y esta primera, que aquí ponemos completa, fue publicada únicamente y de forma resumida en la revista Ilustración de Madrid en el número 14 correspondiente a Invierno 2009.
La censura de la época cuando ocurrió el accidente impidió que se dieran a conocer ciertas causas que magnificaron la tragedia, alguna de las cuales trataremos de sacar a la luz a través de testimonios recogidos de empleados que hacían diariamente la línea. La consecuencia política del suceso fue la destitución del Alcalde de Madrid D. José Moreno Torres, Conde de Santa María de Babio, sustituido por D. José Finat y Escrivá de Romaní, Conde de Mayalde (1), afectando también al director de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid, creada el 12 de Noviembre de 1947.
El Puente de Toledo, bella obra de estilo barroco realizada por el arquitecto Pedro de Ribera para salvar el río Manzanares, consta de un tablero de nueve arcos separados por tajamares que se inician a continuación de la Glorieta de Pirámides y terminan en una rampa de acceso con escasa inclinación que conecta con la Glorieta del Marqués de Vadillo (2), habiendo en el centro del puente dos hornacinas, una a cada lado, con las imágenes de San Isidro Labrador y su esposa Santa María de la Cabeza. El paso por él siempre constituyó un punto conflictivo en las relaciones con la margen derecha debido a su estrechez, estando las vías tranviarias muy próximas a los pretiles dando lugar a una entrevía mas ancha de lo normal y unas aceras diminutas, produciéndose diversos accidentes a lo largo de la historia pero para no ser exhaustivos comentaremos solo dos. El primero acaeció en Agosto de 1935 y pudo tener consecuencias trágicas aunque solo hubo heridos, pues un camión chocó con un tranvía y éste del encontronazo descarriló derribando un trozo de pretil sin que afortunadamente cayera por él. El segundo sucedió en el comienzo de la década de los cincuenta cuando aún los tranvías eran abiertos e iban abarrotados de viajeros asidos por el exterior a los lugares mas inverosímiles, con riesgo evidente de su integridad física, y chocaron los del tranvía ascendente a Carabanchel con el descendente en el acceso al puente por el lado de la Glorieta del Marqués de Vadillo, donde ahí la separación de la entrevía era la normal, originándose diversos heridos al caer al suelo entre los dos coches, afortunadamente fuera de las ruedas.
El miércoles 28 de Mayo de 1952, a las 20,45 h., sucedió en la línea de Carabanchel el hecho luctuoso al bajar sin frenos la calle de Toledo el coche 135 (3), asignado al disco 31E Plaza Mayor-Carabanchel Bajo, que iba atestado de viajeros, yendo a descarrilar en la Glorieta de las Pirámides, casi en el inicio del Puente de Toledo, al encontrar la falta de carril en el raíl derecho de unos veinte centímetros que le hizo desplazarse hacia este lado y precipitarse sobre el pretil del Puente, cayendo desde una altura de ocho metros sobre una zona de huertas próxima al río Manzanares en su margen izquierda, finalizando aquí su alocada carrera. El balance fue de 15 muertos y 112 heridos siendo la capacidad “teórica” del vehículo siniestrado de 47 plazas, de ellas 16 sentadas (4).
Se dieron un cúmulo de circunstancias negativas pues el tranvía causante del siniestro estaba apartado en una de las dos vías de la Plaza Mayor existentes delante de la casa de Panadería por avería en el sistema de freno, pero ante el gran número de viajeros esperando, los responsables decidieron que se pusiera en servicio pese a la oposición de su conductor. No era la primera vez que la pendiente de la calle de Toledo ocasionaba los problemas de frenado, pero en esas ocasiones el tranvía perdía velocidad al paso por el Puente de Toledo deteniéndose suavemente al comienzo de la rampa de General Ricardos. La ausencia de carril en este punto fatídico, como en otros muchos de la red, era sobradamente conocida pero nunca había hecho descarrilar (noticia censurada, obtenida de testimonios de empleados); el exceso de viajeros era habitual... La causa del trágico accidente del 28 de Mayo fue la mala conservación de material e instalaciones con tranvías obsoletos y sin mantenimiento que llevaban en funcionamiento mas de cincuenta años con una guerra civil por medio.
El accidente causó una enorme impresión pues Carabanchel, barrio de Madrid desde el 29 de Abril de 1948, había ido creciendo con madrileños de clase trabajadora que establecieron aquí su lugar de residencia, al igual que otros lo hicieron en el Puente de Vallecas, Ventas, etc., zonas pertenecientes a pueblos limítrofes absorbidos en esa época por la capital. Todos los que tenían conocidos en “mas allá del río” trataron de ponerse en contacto con ellos para saber que no tenían a ningún allegado que viajara en el tranvía siniestrado, algo que hoy sería una operación de lo mas sencillo con tanto teléfono móvil, pero en 1952 los poseedores de telefonía fija se podían contar con los dedos de la mano pues para conseguirla se precisaban años de espera y alguna que otra “recomendación” que empujara el asunto (5).
El descarrilamiento puso de manifiesto la precariedad de las comunicaciones con los barrios formados en los ejes de General Ricardos (Carretera de Leganés-Fuenlabrada), Antonio López (Carretera de Cádiz) y Antonio Leyva (Carretera de Toledo), ya que dependían del estrecho paso del Puente de Toledo que tuvo que ser cortado para proceder a reparaciones de pavimentación y vías tranviarias, haciéndose el desvío del tráfico automovilístico a través del Puente de la Princesa, hoy de Andalucía, en lugar del Puente de Praga (en la época Puente de los Defensores del Alcázar) en el Paseo de Santa María de la Cabeza, pues no estaba en condiciones de ser utilizado. En el diario ABC del 05-08-1952 figura el contenido de una carta que dirige para su publicación la Jefatura de Obras Públicas de Madrid que dice así: “Hace ya mas de un mes que está terminada completamente la pavimentación de la calzada izquierda de dicho puente, que es la que está en la prolongación con la construida por el Ayuntamiento de Madrid en la glorieta anterior al mismo, de la que todavía queda por hacer al Ayuntamiento la otra de las aceras. La mitad derecha del puente está solamente a falta de 40 metros de longitud de pavimento. La acera izquierda, para peatones, también está terminada. Podría, pues, abrirse al tránsito parcialmente una calzada del puente siempre que se ordenase por quien corresponda y previo acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid adoptar las medidas oportunas al objeto de establecer la circulación de vehículos”.
Podemos apreciar en esta foto de detalle la diferente tonalidad del pretil del puente, huella visible del lugar por donde cayó el tranvía.
La segunda parte estará dedicada a las medidas aplicadas para normalizar el servicio lo antes posible y las que paulatinamente se irán estableciendo para mejorar las comunicaciones con Carabanchel.
Autor: José Manuel Seseña.
En artículo ha colaborado Ricardo Márquez.
Notas:
(1) Parece ser que el accidente precipitó el cese pues ciertas fuentes orales mencionan que estaba siendo cuestionado para seguir rigiendo los destinos del Ayuntamiento de Madrid.
(2) Corregidor al que gracias a sus esfuerzos se pudo concluir el puente. El Concejo, en atención a sus desvelos, le concedió el honor de que su carruaje fuera el primero en atravesarlo una vez terminado.
(3) Modelo Westinghouse, serie puesta en funcionamiento en 1900, compuesta por 80 coches bidireccionales numerados del 116 al 195.
(4) Los muertos fueron mas pues algún herido grave falleció con posterioridad. En la prensa hay noticias en este sentido, una de ellas tres meses después.
(5) Hay los casos particulares de aquellos viajeros que echan a correr y consiguen subir al tranvía en marcha donde les espera una situación dramática. Afortunadamente conozco el caso contrario de una joven allegada que quiso tomarlo cuando arrancaba y el conductor no frenó perdiendo el tranvía pero salvando la vid
Muy interesante el articulo. Mi padre alguna vez me habló de este accidente pero es la primera vez que veo fotos. El me comentaba que efectivemente debio haber un fallo de frenos, el vagon descarriló y se precipitó por el puente.
ResponderEliminarHasta finales de los 90 el lugar por donde se precipitó el tranvia estaba tapado por un simple murito de ladrillos, con la reforma del Puente Toledo ya pusieron el nuevo pretil, y retiraron las vias que aun quedaban bajo los adoquines del puente Toledo que incluso en algunos tramos aun se veian.
Un saludo!
Hola Anónimo:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Casualmente acabamos de colgar hoy la segunda parte del tema, y deseamos que también sea de tu agrado.
Un cordial saludo.
José Manuel
Fue un día de calor cuando ocurrió la tragedia. Alrededor de las 8 de la tarde me encontraba en compañía de un público muy numeroso, a la espera del tranvía que iba a General Ricardos.Era tarde y ya estaban encendidos las farolas de las fachadas, y la agitación y el bullicio era enorme. Todo ello contribuyó a impacientarme, por lo que intenté subirme a un tranvía que estaba parado en la parte derecha de la plaza, viniendo de Postas. Como estaba vacío le pregunté a un tranviario, quien me dijo que tenía los frenos estropeados, así que me volví a bajar (por lo visto, todavia no había sonado mi hora). Quizá lo confunda, pero me parece recordar que tenía adosado a las paredes dos largos asientos de paja entrelazada. Cogí el siguiente que llegó, y poco despues me enteré de la catástrofe. A partir del día siguiente, para ir a General Ricardos teníamos que coger un tranvía que nos llevaba hasta el Puente Segovia, allí nos bajábamos y un tranviario, sentado en una mesita, nos sellaba el billete, atravesábamos el puente a pie, y al final, volvíamos a montar en otro tranvía.-A esos tranvías que bajaban la cuesta de la Calle Toledo no se les respetaba nada, y si iban cuesta arriba, corriendo junto a ellos, les bajaban las ventanillas de un manotazo, con el consiguiente susto del viajero sentado en el interior, antes de introducir el brazo, y posar los pie en una barra que había entre las ruedas. Otros, los del mercado del pescado, abordaban el tranvía cuesta arriba, hincándole un garfio que llevaban para las seras en el techo por fuera, antes de saltar a la barra aquella. Si hoy pienso en aquello, se siente como algo extraño.
ResponderEliminarHola E. Fernández:
ResponderEliminarMuy agradecido por tu comentario. Ateayer hemos publicado la segunda parte y última de este desgraciado accidente.
Aunque por mi edad no viví en directo el accidente, el residir en La Fuentecilla siempre salía el comentario a relucir y he visto subir la cuesta de la calle de Toledo con el garfio en el tranvía.
Un pequeño apunte a tu comentario, aunque hemos dado por hecho que es un errata de esa que también se nos cuelan a nosotros a pesar de repasar una y otra vez los textos (es puente de Toledo en lugar de Segovia). Estamos seguros que la perspicacia de nuestros lectores así lo habrán advertido.
Un cordial y afectuoso saludo.
José Manuel
No,no; era el Puente de Segovia. El Puente de Toledo debía de estar cerrado después del accidente. Recuerdo que íbamos a pie porque faltaban las vías y naturalmente no circulaban los tranvías.La mención que hago referente a los asientos de paja, dos en total a lo largo del tranvía, era un modelo de asiento muy anticuado, que por lo que fuera vi allí. No existen apenas fotos, ya que se prohibió terminantemente hacerlas,-aparte de que nadie tenía un aparato. De todos modos es raro que no se vea ni un solo asiento en la foto que ahí aparece. Vale
ResponderEliminarHola E. Fernández de nuevo.
ResponderEliminarEn nuestras investigaciones que hemos realizado y apuntes y documentos que poseemos de este accidente, no consta el dato que tú indicas, no obstante te agradecemos la información que aportas de tu experiencia personal.
Un cordial saludo de nuevo.
José Manuel
hubo otro accidente bastante grave entre los años de 1941 a 1944,no se deciros la fecha exacta.
ResponderEliminarbajaba el tranvia por la calle de los Hermanos Becquer y se le fueron los frenos,en ese tranvía iba mi madre,este tranvía se salió de las vias y volcó,recorriendo el asfalto de costado hasta empotrarse en la estatua de Emilio Castelar.Ubo muchos heridos,mi madre era muy joven y como pudo salió por una ventanilla,salió corriendo de allí con el susto metido en el cuerpo,la gente se la quedaba mirando pero ella siguió corriendo hasta su trabajo,cuando llegó la preguntaron qué había pasado ya que llevaba una gran brecha en la parte de atrás de la cabeza y el vestido lleno de sangre por detras,por eso la miraban los transeuntes.
Un día me lo contó mi madre mientras pasamos en el autobús,pero la ví tan nerviosa que no se me ocurrió preguntarle por la fecha,espero qué vosotros teníendo más medios llegueis a la fecha correcta.
Un saludo de G.M.P.
Hola Gloria.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. El accidente que mencionas de tu madre, sé de él pero revisando "por encima" el archivo no he encontrado la fecha. Si doy con ella entre tantos papeles ya te informaré.
El trozo General Oraa-Hermanos Bécquer tenía la rampa mas fuerte de la red con una curva cerrada en el medio que dificultaba la circulación tranviaria tanto a la subida como a la bajada.
El 19 de Mayo de 1953 hubo un choque en el que algún viajero no lo pudo contar.
Un cordial saludo.
José Manuel
Hay una anécdota curiosa sobre este accidente. José Sangrador,compañero mío en Tabacalera, S. A., viajaba ese día en aquel tranvía cargado de paquetes de Picadura Selecta, que había sacado "de matute" de la Fábrica de Tabacos de Embajadores para venderlos de estraperlo. Cuando se cayó el tranvía al río, José se hundió en él y salió a flote gracias a aquellos paquetes mencionados qúe llevaba escondidos en su ropa, los cuales le hicieron de flotador y le salvaron la vida.
ResponderEliminarHola Anónimo:
ResponderEliminarMuchas gracias por la aportación de un recuerdo sobre esta tragedia.
Cuando ocurre un suceso siempre existen casualidades positivas como esta que citas u otras negativas en las que se dan un cúmulo de circunstancias trágicas.
Un cordial saludo.
José Manuel
Es cierto que hubo más accidentes de tranvías por causa de los frenos. En la carretera de Aragón, actualmente Alcalá, yendo hacia Ventas hubo también un tranvía al que le fallaron los frenos. Era el año 1950, 1951 o 1952. A partir de una parada en cuesta empezó una marcha atrás sin control hasta que se estrelló con otro tranvía. Iba en él mi madre con mi hermana pequeña, de unos tres años, y gracias a que un pasajero levantó en brazos a la niña, segundos antes del impacto, salvó la vida. De lo contrario la cabeza se le podía haber aplastado entre el respaldo del asiento y unas barras de sujeción que había en los primeros y últimos puestos del vagón. Contaba mi madre de cómo la gente asustada se tiraban en marcha. No sé si hubo o no heridos pero sé que ella siempre recordaba ésta anécdota y lo agradecida que estaba a aquel viajero anónimo. Al igual que la mamá de Gloria, asustada, salió corriendo con la niña en brazos hasta llegar a casa y nunca supo hasta donde alcanzó la tragedia.
ResponderEliminarHola Carmen:
ResponderEliminarMuchas gracias por comentarnos tu experiencia familiar, afortunadamente con final feliz.
En mi archivo tengo registrado un accidente de características similares en la carretera de Aragón acontecido el 14 de Febrero de 1955, desconociendo si tu y yo nos estamos refiriendo al mismo.
Un cordial saludo.
José Manuel
Cuando ocurrió el accidente yo me encontraba interno en el Hogar que Auxilio Social tenía en la calle de Águeda Díez, nº. 5. Era un internado en el que mejor o peor se aprendía uno de los oficios que se impartían: mecánica, imprenta, electricidad o carpintería. Los que encontraban trabajo volvían al terminar su jornada a dormir. No recuerdo si fue solamente uno o varios los compañeros que cayeron a la huerta tras romper el pretil del Puente de Toledo, si iban varios y solo cayó uno, lo cierto es que ese uno, creo que se llamaba Munuera, salió ileso pasando un tiempo en el hospital hasta su recuperación, física al menos. Introduzco este comentario con la esperanza de encontrar alguno de los antiguos internos, para intercambiar recuerdos de aquellos años, aunque es muy improbable.
ResponderEliminarCuentan los que viajaban en ese repleto tranvía (justo a la hora de salida del trabajo), y salvaron la vida, que la velocidad a la que se precipitó hacía ver un solo poste. A esa hora de la tarde esos cacharros abiertos se llenaban hasta los topes,-nunca mejor dicho,- y parecía redondo lleno de gente colgada de las ventanillas.
Muchas gracias Mercader por tu recuerdo de aquella época.
ResponderEliminarDeseamos que tengas suerte en contactar con tus compañeros de entonces, eso es señal de que también han visto tu comentario y el artículo del accidente.
Un cordial saludo
José Manuel
Recuerdo perfectamente la noticia de este accidente tramviario ( tenia 16 años) nos impresiono mucho y aunque era un "chaval" estaba al tanto de las noticias de Madrid,vivia por la zona de Embajadores,lo que nunca supe es que el nº de muertos fuese tan elevado,normal que en aquella época por la poca información que se daria. Hoy gracias a este blog he revivido noticias que tengo en mi mente.Emilio Garcia
ResponderEliminarHola Emilio García:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Aunque yo acababa de nacer cuando ocurrió, el hecho de haber vivido en el gran entorno tranviario de La Fuentecilla, el accidente siempre estaba presente en los comentarios vecinales.
Antes y ahora en la mayoría de las tragedias de cualquier tipo hay responsables de "cuello blanco" que eluden su participación y sin embargo decidieron en medidas de seguridad, aforos, mantenimiento de material... en las que primó la economía sobre las mas elementales normas de prudencia, léase directivos de empresas o quienes ejercen labor política. La hemeroteca está llena de noticias sobre los accidentes mas recientes en los que se está haciendo extensiva la responsabilidad a gentes de despacho.
Un saludo
José Manuel
MERCADER, te informo que en la hemeroteca del ABC, hay un artículo publicado unos días después (imagino que también habrá posteriores y anteriores al que te menciono), informando del estado de los heridos y dando nombre de todos los fallecidos y enterrados. También menciona el nombre de algunos heridos dados de alta en el hospital. Espero que te pueda ser de ayuda
ResponderEliminarHola irene no consigo verlo , como tengo que buscar ? Muchas gracias , un saludo
EliminarGracias Irene. Buscaré en la hemeroteca como me dices. Realmente lo que deseaba con mi comentario era encontrar algún interno con los que compartí penas y glorias. Pero el tiempo o el olvide de aquellos oscuros días parece que impide ese encuentro. O que no han encontrado este blog. Un abrazo.
ResponderEliminarYo hoy paseando cerca del cementerio al lado de la ermita de san isidro , h entrado al baño y me ha llamado la atencion una tumba muy grande en la que hacia referencia al accidente de 1952. El joven tenia 22 años , un saludo
ResponderEliminarSi y pena de familia porque diez años despues fallece su hermano a la edad de 30 años
ResponderEliminarHola Anónimo o Anónima.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu aportación de los dos comentarios.
Un saludo.
José Manuel
Si se llamaba Juan Del Amo Rodriguez , hay una foto D.E.P.
ResponderEliminarUn saludo
Yo tengo fotos del chico de la tumba y de inscripcion en la lapida , saludos
ResponderEliminarHice fotos , de la inscripcion de la lapida donde detalla el accidente
ResponderEliminarMuchas gracias a Anónimos o Anónimas por los últimos comentarios aportados tanto en la 1ª como en la 2ª parte.
ResponderEliminarJosé Manuel
Hola Ricardo y Cía.
ResponderEliminaros dejo una noticia sobre una novia atacada en el Puente de los Ladrones que no averigüo donde estaba.
http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1927/12/10/023.html
Hola Chato de Ventas:
ResponderEliminarEl Puente de los Ladrones era un puente sobre el arroyo de Caño Roto en la carretera de Toledo, en las inmediaciones del puente de Toledo.
Un cordial saludo.
José Manuel
Mi abuelo Luciano Rico iba en ese tranvía y se rompió una mano. Yo no llegué ni a conocer a mi abuelo en persona, pero mi madre me ha contado la historia. Recuerda de estar muy preocupados en casa esperando porque no llegaba y ya era muy tarde. Mi abuelo trabajaba en Regiones Devastadas de camionero que era una empresa creada para restaurar lo destrozado en la guerra. Las cocheras de aparcar los camiones estaban de frente a la Ermita de San Antonio de la Florida.
ResponderEliminarHola Luciano:
ResponderEliminarMuchas gracias por contarnos tu experiencia familiar.
Efectivamente este accidente fue una tragedia que perduró mucho tiempo en la memoria, sobre todo para quienes de una forma u otra tenían relación con esta línea tranviaria.
La poca inversión en mantenimiento ha sido y es desde siempre un mal endémico en España y en este caso concreto era un secreto a voces el mal estado de las instalaciones, así es que tanto va el cántaro a la fuente que alguna vez se rompe...
Un cordial saludo.
José Manuel
Escribiendo hoy en Google "tranvía cayó al río Manzanares", he llegado a tu blogspot "HISTORIAS MATRITENSES", donde se narra el hecho.
ResponderEliminarQuiero participar diciendo que yo estuve allí... Asomándome al río...
Paseabamos por la calle General Ricardos mi hermano Jesús de 16 meses sentado en su sillita de paseo y yo agarrada a la barra de la sillita junto a Casilda, que todas las tardes venía a casa para sacarnos de paseo... Era de día, una tarde soleada, cuando vemos que comenzaba a bajar gente por la calle corriendo y llorando... No dos o cuatro personas... Mucha gente;muchos grupos de gente... Llorando y corriendo... Al rato de ver pasar mucha gente llorando y corriendo, yo quise ir donde iba la gente... Saber por qué lloraban, por qué corrían... Así que me solté de la sillita de paseo que empujaba Casilda y corrí tras la gente...
En el puente se agolpaban los que llegaban tras los que ya estaban allí...
Cuando encontré de algún modo la manera de llegar a estar en primera fila del perfil, ya era de noche... Yo miré. Miraba hacia abajo, como todos, sin conseguir ver la razón de los llantos y gritos de las personas que me rodeaban. Al cabo de un tiempo, retrocedí sobre mis pasos, tratando de saber llegar hasta mi casa.
Mientras remontaba la calle General Ricardos, apenas había gente por la calle, debía de ser tardísimo. No sé cómo supe reconocer cuál era la casa en que vivíamos, aún faltaban cuatro meses para que yo cumpliera 6 años.
El día del accidente debió de ser domingo o festivo, quizás jueves, fiesta de la Ascensión o Corpus Cristi. Mi padre, con mi hermano y mi hermana, (que habían hecho la Primera Comunión semanas antes), habían acudido aquella tarde a una concentración de niños de Primera Comunión de Madrid en la Plaza Mayor...
Mi hermana siempre ha contado que subieron al tranvía aquél y vuelto a bajar por lo muy lleno que estaba; que cogieron el siguiente...
Rectificando del comentario anterior mi edad: tenía yo 5 años y cuatro meses cuando el tranvía cayó al río Manzanares, y supe volver a casa... Estaba a unos de 400 metros del Puente de Toledo.
ResponderEliminarHola Elena:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario porque además de una persona que fue testigo del accidente. Yo era mas pequeño que tú el miércoles 28 de Mayo de 1952, día del accidente, pero cuando empecé a comprendar las cosas siempre estuvo presente en mis padres el comentario de esta tragedia pues vivíamos en La Fuentecilla.
Como complemento a este primer artículo, se hizo otro despues cuyo enlace es http://historias-matritenses.blogspot.com.es/2012/05/el-accidente-tranviario-del-puente-de.html que tuvo como fin el dar a conocer los medios de transporte puestos en funcionamiento para dar servicio a las barriadas de "al otro lado del río".
Un cordial saludo y muchas gracias de nuevo por tu valioso testimonio.
José Manuel
Hola,vivo en Francia desde finales se 1951,esta es para decirles que cuando paso ese accidente fue el mismo año,el dia no me acuerdo,pero,nosotros eramos pequeños yo tenia 8 años,y me acuerdo muy bien de ese dia,porque las escuelas abiamos ido a la placa España para ver a en Papa,y de regreso la policia nos paro,porque ibamos a pie y nos izo cambiar de sentido,causa del accidente nos dijeron nuestros maestros,hoy en dia tango 71 año y me acuerdo perfectaments que fue en el 1951 yno en el 1952.
ResponderEliminarbueno lla que estoi si alguno de ustedes tiene alguna foto de carabanchel bajo, yi vivia en la calle san juan n°8 que no exista hoi en dia ,perdonen si ago algunas faltas e ortografo pero hace tanto tiempo,,,,,mucas gracias
mis señas son Toledano.elie@free.fr asta pronto
Hola Anónimo (Toledano):
ResponderEliminarMerci por su testimonio y no se preocupe si hay algún fallo ortográfico pues se ha entendido perfectamente.
Solamente comentar que la fecha del accidente es la que pone en el blog. Puede confirmar el dato consultando la hemeroteca del periódico ABC que es gratis.
Muchas gracias nuevo y un cordial saludo.
José Manuel
El fallecido en el tranvia del puente toledo era mi primo juan del amo rodriguez que aunq no le conoci porque naci cuatro años mas tarde mi tia y mi madre me han hablado mucho de el, su hermano fue mi padrino cuando me bautizaron que tambien murio muy joven, mi tia sufrio mucho porque a visto enterrar a toda la familia hasta que la pobre murio Juan del Amo Rodriguez esta enterrado en el cementerio antiguo de carabanchel bajo por si alguien no conoce el cementerio es el que esta al lado de la antigua carcel de carabanchel bajo. Me a da mucha alegria ver el accidente del tranvia aunque me lo contaran y tambien vuestros comentarios muchas gracias a todos
ResponderEliminarHola Jesús, muchas gracias por tu testimonio.
ResponderEliminarEste accidente marcó una profunda huella en todos los que vivían en el entorno de la línea. Es algo que siempre comentaban mis padres.
Un cordial saludo.
José Manuel
Efectivamente en la lapida esta la foto de mi primo y lo que ocurrio ese dia, desgraciadamente este suceso marco la historia de muchas familias.
ResponderEliminarUn cordial saludo
Jesus
Lamentable suceso, gracias por compartir este artículo que nos permite conocer un poco lo acontecido.
ResponderEliminarHola Luis:
ResponderEliminarEste luctuoso suceso quedó grabado en la memoria de los madrileños, sobre todo cuando tenían que utilizar líneas con gran pendiente.
Un saludo.
José Manuel
Mi padre fue uno de los pasajeros de ese tranvia. El sobrevivio el accidente, pero años despues fallecio a causa de complicaciones causadas por ese siniestro.
ResponderEliminarHola Anónimo o Anónima puesto que no te has identificado.
ResponderEliminarEvidentemente la diferentes formas de contabilización de los heridos fallecidos en accidente distorsiona el balance oficial como pasa a ahora con los accidentes de circulación al hacer comparaciones con años anteriores.
Un saludo.
José Manuel
Mi padre contaba que, como ocurrió con alguna persona que ya ha escrito, no se subió al tranvía y salvó su vida. Tenía 14 años y salía del trabajo -seguramente del mercado de la Latina-. Gracias por la entrada.
ResponderEliminarHola Santiago:
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
Conocemos casos como el tu padre que se salvaron "por los pelos" pero otros que, por no seguir esperando al siguiente después de tanta demora, tomaron el de la tragedia.
Cuando sucede un caso luctuoso de esta magnitud, vemos en la prensa como siguen habiendo los casos de buena y mala suerte.
Un cordial saludo.
José Manuel
Mi padre fue testigo directo del accidente, estaban tomando el fresco con otros vecinos al final de la calle Pablo Montesinos y vieron como caía el tranvía. Bajaron corriendo el terraplén, cruzaron el río y estuvieron ayudando a los accidentados, según el sacaron a más de 20 fallecidos hasta que llegó la policía y les hicieron abandonar el lugar
ResponderEliminarMuchas gracias Anónimo o Anónima puesto que no te has identificado, por aportarnos tu testimonio.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
José Manuel