Cuando hicimos los artículos dedicados a los juegos que mayormente jugaban los chicos, dejamos pendiente dedicarle otro u otros, a los juegos que mayormente jugaban las chicas. Habría sido mejor que hubiesen sido recordados por alguna fémina, en todo caso, pedimos disculpas de antemano por los errores que podamos cometer en el ejercicio de las explicaciones de los juegos, haremos un esfuerzo de memoria, para tratar de recordarlos lo máximo posible.
La Comba
Quizá el juego mas popular entre las chicas, curiosamente es un juego que no pierde su practica al dejar la adolescencia, pues incluso en la juventud se sigue practicando. Quien no ha visto a chicas con 18 – 20 años, incluso de mas edad, en fiestas o en salidas campestres practicar este divertido juego.
Para practicarlo únicamente se necesitaba espacio y una cuerda, pues era un juego que no necesitaba de aprendizaje, solamente tener habilidad.
El juego consistía en: podían jugar tantas jugadoras como se quisiera, dos de ellas agarraban la cuerda por cada uno de los extremos y la hacían dar vueltas al mismo compás; las demás, se colocaban en fila en uno de los extremos, para ir saltando sin perder el turno, una detrás de otra.
Había varias modalidades de juego:
1ª - Pasar la cuerda empleando un único salto, para lo que había que coger bastante carrerilla.
2ª – Pasarla empleando dos saltos bajo la cuerda.
3ª – Pasarla empleando tres o mas saltos bajo la cuerda
4ª – Después de dar varios saltos bajo la cuerda, las que daban, levantaban la cuerda dejándola horizontalmente en el aire, la que salta, debe agacharse y volver nuevamente a saltar cuando se empiece a voltear otra vez la cuerda, después de otros saltos, debe salir, y así sucesivamente las demás jugadoras.
En este juego perdía turno, y por lo tanto dejaba de saltar y pasaba a dar (se decía que la ligabas), o quedaba eliminada, cuando no saltaras cuando te tocara por tu turno o te engancharas con la cuerda.
Los Bonis
Juego por excelencia de chicas. Era un juego muy entretenido, podían jugarlo tantas jugadoras como se quisiera, por lo general no menos de tres o cuatro, cuantas más, mas ameno se hacía el juego. Había chicas que eran muy hábiles con los alfileres.
El juego se practicaba encima de una mesa, en la acera, o en el suelo, y para jugar lo único que se necesitaba era poseer alfileres con la cabeza de colores. Estos alfileres, llamados también “bonis”, los había mas largos o mas cortos, así como con la cabeza mas grande o mas pequeña. Se guardaban en un artilugio esponjoso para poder clavar en el los bonis llamado “acerico“, que podía ser de distintas formas, cuadrado, redondo, ovalado, triangular, o en forma de corazón.
El juego consistía en: una vez seleccionado el orden de jugar, cada jugadora ponía la misma cantidad de bonis extendidos sobre el suelo (o lugar de juego). La primera participante empujaba con el dedo el boni contra el montón, si conseguía montar su boni sobre otro u otros, era los que ganaba y repetía la jugada. Mientras consiguiera montar sobre alguno iba repitiendo, dejando de tirar cuando no conseguía llevarse ninguno; y le tocaba jugar a la siguiente jugadora por orden, así sucesivamente una tras otra. Se dejaba de jugar por voluntad propia, o cuando te quedabas sin bonis.
Aunque este que hemos reseñado fuera quizá el mas usual, había otras formas de juego, por ejemplo:
- Se hacía un montón de arena, en el montón cada jugadora metía la cantidad de bonis acordada y se sorteaba el turno de tirada. Cada jugadora tiraba una vez sobre el montón una piedra, tantos bonis descubriera era los que ganaba, así jugadora tras jugadora mientras hubiera bonis en el montón. Cuando se sacaba el ultimo, se volvía a repetir el juego.
- Se ponían un montón de bonis en el suelo (cada jugadora la misma cantidad). La primera en jugar apoyaba la mano sobre ellos, tantos bonis como se le clavaran eran los que ganaba, si no conseguía ninguno pasaba turno, así sucesivamente todas las jugadoras.
El Corro
De este clásico juego poco hay que explicar, únicamente reflejarlo por su tradición y uso, en especial por la chiquillería mas pequeña. Podían jugar tantas jugadoras/es como se quisieran, cuantos mas participantes mas grande era el corro. El juego era imprescindible que fuera acompañado de alguna de las muchas canciones que existían, pues de lo contrario quedaba muy soso y aburrido el dar solo vueltas sin mas.
El juego consistía en: las jugadoras/es se daban las manos entre sí formando un corro, y al compás de la canción daban vueltas en círculo. En ocasiones se agachaban, o daban un salto; en fin, como se ha dicho al principio, poco mas hay que reflejar referente a este popular juego.
Las Cuatro Esquinas
Juego este en el que lo único que se requería para jugar era una zona donde existieran cuatro esquinas, bien el cruce de dos calles, o lugar donde hubiera cuatro árboles, o cuatro postes de luz. A falta de estos elementos ya mencionados, se podían marcar con cuatro piedras o círculos en el suelo los puntos para formar un cuadrado.
Para jugar eran necesarias cinco jugadoras, cuatro que ocuparían las esquinas, y una que ocuparía el círculo central.
Una vez delimitado el campo de juego y dibujado un círculo en el centro, entre las jugadoras se sorteaba el orden para ocupar las esquinas y la jugadora que se quedaba en primer lugar, que era la que ocuparía el círculo central.
El juego consistía en: una vez ocupadas las esquinas y el círculo central por las jugadoras, una de ellas asignada por las demás era la que daba la orden de salir corriendo. Cada una de las jugadoras debía de ocupar una esquina distinta a la que ocupaba anteriormente, lo mismo debía de hacer la que ocupa el círculo central. Si las que ocupaban las esquinas conseguían acoplarse en otra distinta seguían disfrutando de esquina. Sí por el contrarío cualquiera de las cuatro esquinas era arrebatada por la jugadora que ocupaba el círculo central, la jugadora que ocupaba esa esquina perdía y pasaba a ocupar el círculo central. De esta manera se repetirían los sucesivos juegos. También perdía la jugadora que se quedaba en su esquina sin salir.
Píes Quietos
Juego en el que ineludiblemente había que disponer de espacio para practicarlo. No había número de participantes, pero como mínimo deberían de ser cinco o seis. Para su práctica solo se necesitaba como hemos dicho anteriormente espacio y una pelota.
El juego consistía en: el primer paso era dibujar o marcar en el suelo con un trozo de yeso un círculo, posteriormente entre todas las jugadoras se sorteaba quien se quedaba en primer lugar (o lo que es lo mismo, quien ocupaba en primer lugar el círculo). La jugadora que se quedaba era la que poseía la pelota. Se acordaba de antemano a que distancia mínimo de altura debía de lanzarse la pelota y las demás jugadoras se colocaban alrededor de la que se quedaba tocándola con una mano; esta lanzaba la pelota hacía arriba y las demás jugadoras echaban a correr en las distintas direcciones. Cuando la que se queda cogía de nuevo la pelota, pronunciaba las palabras “pies quietos“ y en ese momento todas las jugadoras deben de pararse. La que se quedaba lanzaba la pelota contra la jugadora que elija (normalmente la más cercana a ella), con el fin de darla, y si lo conseguía esta ocupaba su lugar, es decir se quedaba, y se volvía a empezar un nuevo juego; si por el contrario fallaba era ella la que se volvía a quedar.
Otra modalidad era que la jugadora que recibía el impacto abandonaba el juego.
Algunas veces se volvía a iniciar el juego porque después de varios intentos sin dar a ninguna jugadora, por la lejanía de estas; era inútil seguir jugando. Esto ocurría cuando la que la pochaba era poco habilidosa o muy pequeña.
El Truque
Quien haya estado en Roma, y haya visitado el forum, habrá podido comprobar que este juego tan tradicional en España tiene allí su representación conocido como la rayuela. Pero no solo con este nombre es conocido en Roma, si preguntásemos en Extremadura seguro que la gran mayoría de mujeres lo conocía por rayuela, en vez de por truque.
En este juego no podemos hablar de números mínimos o máximos de jugadoras, incluso una sola podía pasárselo bien. Lo mismo se podía decir de los objetos que se necesitaban para practicarlo, únicamente una piedra plana. Con un trozo de yeso se hacía un dibujo en el suelo, que consistía en varios rectángulos y cuadrados, algunos de ellos divididos por una raya en vertical, siendo el último un semicírculo. Estos dibujos (llamémoslos compartimientos), se numeraban y alguno de ellos se le denominaba descanso.
El juego consistía en: una vez acordado el orden de participar, la jugadora arrojaba la piedra al primer compartimiento, este se lo saltaba cayendo en el siguiente a pata coja, así debe de realizar todo el recorrido de ida y vuelta, con la salvedad de que en los compartimientos que están divididos en dos partes la jugadora saltaba sobre ellos con las piernas abiertas, es decir, debería de poner un pie en cada lado del compartimiento. En el ultimo compartimiento donde dejó la piedra debía de posarse y empujar la piedra fuera de él y pisarla. La misma operación debe de hacer en todos los compartimientos hasta llegar al último. En los compartimientos denominados descanso, así como en el compartimiento final, la jugadora podía apoyar los dos pies.
La jugadora perdía su turno cuando: apoyaba los dos pies en los compartimientos en los que debía de avanzar a pata coja, cuando pisaba alguna raya, cuando al empujaba la piedra esta se salía fuera. En cualquiera de estos casos, pasa el turno a la siguiente jugadora, que debía de realizar las mismas operaciones que la anterior. El juego podía concluir en la primera vuelta o dependiendo de las vueltas que se acordaran entre las jugadoras.
Epílogo
Con estos seis juegos hemos cumplido nuestra promesa, dejamos en el aire la iniciativa de alguna de las féminas seguidoras del blog de nuestra generación, para que elaboren otro artículo con los muchos juegos que quedan en el tintero.
Segunda entrada !A jugar chicos! - 2ª parte
Autor : Pedro Gómez.
En este artículo han colaborado: José Manuel Seseña y Ricardo Márquez
Notas:
1-Puri Sánchez posee una amplia obra pictórica, una de las colecciones de juguetes antiguos más importantes y ha publicado hasta el momento tres libros. Toda su obra, en conjunto, muestra temas sobre el mundo rural y sus vivencias, los oficios artesanos que poco a poco van desapareciendo y una gran recopilación de juegos infantiles tradicionales.
Hola Pedro perfectas las explicaciones.
ResponderEliminarTambién jugábamos al Rey de la montaña,este juego consistía en buscar un montón de tierra en el cual se instalaba el Rey o la Reina,tenía que defender la altura,era atacado por todos los lados,si algun@
llegaba arriba el Rey o Reina perdía y el que había llegado se quedaba con el trono y vuelta a comenzar el juego,un saludo de G.M.P.
Hola Pedro:
ResponderEliminarMuy bueno como los anteriores.
Los chicos siempre dijimos que la comba era cosa de chicas y cuando alguno se atrevía a saltar era normal que fallara estrepitosamente y luego tenía que soportar las risas de las chavalas. Por orgullo pocos chavales hacían intento.
Un cordial saludo.
José Manuel
En lo de "la comba" Uno de los saltos mas endemoniados era el llamado "doble o duble" a saber como era el nombre verdadero. Lo cierto, es que se daba la cuerda a una velocidad que iba creciendo hasta llegar al infinito. Naturalmente, teniamos que saltar al ritmo marcado. ¡Por esto y tantas cosas, no eramos niños con colesterol!
ResponderEliminarLos dibujos de Puri, son deliciosos.
¡Que tiempos! ¿Os imaginais que se hubiera dicho entonces de la educacion que ahora esta de moda? Las niñas jugando al futbol y los chicos, si quieren , a las muñecas?????????????
Marisa
Hola Pedro, gracias por cumplir tu promesa. Mª Luisa Pino: ese doble que dices tu de la comba tambien le llamábamos "juli".
ResponderEliminarUn saludo,
Estaba tambien el pañuelo. Pies quietos. El rescate. El escondite y el escondite ingles. El tejo. El avión. El diabolo
ResponderEliminarEnhorabuena por vuestro trabajo
Ana Maria
Hola amigas y amigos, no puedo por mas que agradeceros vuestro apoyo, me gustaría que alguien siguiera con estos temas que nos traen tantos recuerdos.
ResponderEliminarUn abrazo para todas y todos.
Pedro.
Hola, respecto a juego de la comba o la cuerda, recuerdo otras variantes, que se jugaban más bien en grupos pequeños.
ResponderEliminarUna era dar vueltas a la cuerda a una velocidad muy alta, de manera que la niña que saltaba tenía que dar un salto grande, manteniéndose en el aire el tiempo suficiente para que la cuerda pasara varias veces (¿serían dos?) bajo sus pies. Quizá sea algo parecido a lo que M.Luisa Pino llama "doble" y Carmen "juli", aunque yo esas denominaciones las desconozco.
La forma "fácil" de jugar esta modalidad era mientras se cantaba una canción "Tengo una falda table-ADA, que no me llega a la rod-ILLA y el sinvergüenza de mi NOVIO, me quiere ver las panto-RRILLAS" (donde está en mayúsculas, es cuando se giraba la cuerda a toda pastilla). La forma "bestia" era girar todo el rato la cuerda a la máxima velocidad, mientras se iba contando el número de saltos que la niña era capaz de dar; había verdaderas especialistas, no era sólo una cuestión de resistencia, sino de "tempo", aunque el éxito dependía también de que te estuvieran "dando" bien a la cuerda (no todas las niñas sabían "dar" bien a la cuerda, con un ritmo enérgico y constante).
Una forma muy relajada de jugar a la cuerda era la barca; la cuerda se balanceaba (sin girar) de un lado a otro. Para hacerlo más difícil y divertido, se ponían unas cuerdas larguísimas y saltábamos, a la vez, muchas niñas. Se cantaba "al pasar la barca me dijo el barquero, las niñas bonitas no pagan dinero..."
Un juego buenísimo, que también requería una mezcla de condiciones físicas y habilidad o precisión, era la goma.
El double es una palabra francesa,debió de quedarse en España durante la ocupación de 1900.
ResponderEliminarEste pase ,como su nombre indica era doble,las más desalmadas lo empleaban para que cayeras de bruces si levantaban un poco la cuerda,pobre de la que estuviera saltando.
También se usaba este pase cuando saltabas tú sola con la cuerda.Para ello tenías que ser muy habilidosa para usar los pies y las manos al mismo tiempo.
No estoy de acuerdo en que los chicos no saltaban a la comba,por lo menos en mi barrio la Quinta de la Paloma ,en mis tiempos si lo hacían y algunos eran tan buenos como nosotras,todo es cuestión de entrenar,lo que nos sobraba era tiempo y ganas,un saludo de G.M.P.
Perdón,he puesto 1900,en realidad es en 1800,un saludo de G.M.P.
ResponderEliminarGracias Gloria y Merce. Yo puedo añadir mis recuerdos de cuando iba al colegio del Cerro de la Cabaña, donde había muchas más niñas que niños y mandaban los juegos de ellas. Efectivamente, si jugabamos a la comba, y a la goma también. Había una variante, creo que llamada culebra, donde los que daban la cuerda ponían las manos al nivel del suelo y la movían de izquierda a derecha. Otra canción que recuerdo de la cuerda es "El cocherito Leré". Y otros juegos en los que se cantaban, eran: La sillita la reina, Donde están las llaves, y Cantinerita,... de como se jugaba casi ni me acuerdo.
ResponderEliminarSaludos.