jueves, 12 de noviembre de 2015

El Metro de Madrid y las obras en su red (2)

En nuestra primera entrega nos habíamos detenido en la estación de Iglesia. Continuamos viaje recordando el pasado de la línea 1 en sus tramos mas antiguos en la época de las obras del alargamiento de los andenes de las estaciones para ampliar la capacidad de los trenes de cuatro a seis coches.

Chamberí

Acceso a la estación de Chamberí, situado en el mismo punto por el que hoy se entra a visitar el Centro de Interpretación del Metro, Andén 0. Foto Pepcor 

Fue la única estación que no se amplió y por lo tanto hubo de clausurarse, medida drástica que tuvo lugar el día 22 de Mayo de 1966.

La estación de Chamberí era técnicamente imposible de alargar sus andenes salvo que se realizase una costosísima variante de trazado. Estaba situada en curva y en la salida lado norte (dirección estación Iglesia) se hacía aún mas cerrada con el radio de curvatura mínimo establecido para línea general y por otro lado las estaciones en curva también tenían un mínimo de radio y en el caso de Chamberí su alargamiento por ese punto estaba por debajo de esa cifra, que no era un número caprichoso, sino que impediría la visibilidad desde la cabecera del tren a gran parte del resto de la composición. Si lo vemos por el lado sur (dirección estación Bilbao) tampoco era posible debido a la poca profundidad del túnel y dado que la estación ha de alargarse en horizontal habría sobresalido sobre la calzada de la calle de Luchana que está en pendiente en la zona de la plaza de Chamberí.

La conversión de la estación de Chamberí en Centro de Interpretación del Metro manteniendo debidamente restauradas las instalaciones, permite conocer a las actuales generaciones de madrileños cómo eran la señalética y la azulejería de las estaciones en sus inicios. Foto 20 minutos

Desde el momento en que empezaron las obras de alargamiento, la decisión de clausurarla generó ríos de tinta en los periódicos y también fue motivo de comentario en la prensa radiofónica (3). A pesar de ser conocida la decisión adoptada, todo tiene su burocracia para que sea oficial, y así la “Comisión Municipal de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid, reunida el 24 de Marzo de 1966 se da por enterada de un informe emitido por la Delegación de Circulación, a requerimiento de la Dirección General de Transportes del Ministerio de Obras Públicas, en el sentido de que se considera preciso proceder al cierre de la estación de Chamberí, en la línea Portazgo-Plaza de Castilla (ABC 25-03-1966)”.

El ayer de la estación de Chamberí durante su abandono. Foto haz-turismo blogspot.com

El hoy de la estación de Chamberí tras su rehabilitación como Centro de Interpretación del Metro. Foto Anden 0 Metro de Madrid

Tras la clausura siguieron años del mas absoluto de los abandonos, grafiteado incluido, y referencias a “estación fantasma”, temas de parasicología y otras menciones que no tienen nada que ver con lo que estamos tratando. Nueva vida le llegó a la estación de Chamberí el 24 de Marzo de 2008 cuando se inauguró su rehabilitación para ser Centro de Interpretación del Metro, Andén 0, aunque sin relación con la línea 1 pues no tiene ninguna conexión de pasillos con las estaciones colaterales de Iglesia y Bilbao.

Tren especial del 17 de Octubre de 2014 haciendo parada en la estación de Chamberí.

El 17 de Octubre de 2014, la clausurada estación de Chamberí fue “reina por un día”, pues se conmemoró la efemérides de los 95 años del Metro de Madrid con un tren decorado de rojo que, procedente de la cochera de Cuatro Caminos, hizo en ella una parada especial con las autoridades que en él viajaban (4).

Bilbao

Uno de los accesos de la estación de Bilbao. En el centro de la glorieta está el monumento a Juan Bravo Murillo que ahora se halla en la esquina de las calles de José Abascal y Bravo Murillo, nuevo emplazamiento inaugurado el 17 de Diciembre de 1963 

Prolongada en su totalidad por el lado norte (dirección estaciones Chamberí/Iglesia).
La estación de Bilbao disponía de un único vestíbulo por el lado sur (dirección estación Tribunal), con bocas a la Glorieta de Bilbao. Sus instalaciones fueron ampliadas con motivo de la inauguración del primer tramo de la línea 4, Argüelles-Goya, el 23 de Marzo de 1944, y para independizar el flujo de viajeros de trasbordo del que tenía origen o destino la estación de Bilbao se inauguró el 13 de Septiembre de 1963 un pasillo de intercomunicación directo entre líneas 1 Plaza de Castilla-Portazgo (hoy Pinar de Chamartín-Valdecarros) y 4 Argüelles-Diego de León (hoy Argüelles-Pinar de Chamartín) para no tener que pasar por el vestíbulo.

Con motivo de las obras se estableció el 12 de Febrero de 1964 un segundo vestíbulo en el lado alargado (dirección estaciones Chamberí/Iglesia) con tres bocas de acceso, dos en Luchana pares e impares antes del cruce Francisco de Rojas-Trafalgar, y una en Luchana impares pasado Trafalgar.

Nuevo acceso de la estación de Bilbao, Luchana esquina a Trafalgar, construido con motivo del alargamiento. En lo alto, la plaza de Chamberí, a “un tiro de piedra”. Foto Google

Al igual que sucedió con Iglesia, el alargamiento fue en dirección Chamberí, dando la sensación “de estar ya en el metro” a partir de la boca de Luchana antes del cruce de Trafalgar, dada la distancia, mayor de la habitual, que hay que recorrer hasta llegar al andén. Por tanto, eufemismo por los dos extremos.

Tribunal

Minúsculos accesos de la estación de Tribunal en la época del alargamiento de andenes. Hoy es uno solo pero ensanchado. Foto Diario Madrid

Prolongada en su totalidad por el lado norte (dirección estación Bilbao).
La estación de Tribunal junto con la de José Antonio (hoy Gran Vía), eran hasta ese momento las dos mas profundas de la red, sin embargo la de Tribunal era mas problemática pues sus instalaciones, carentes de la alternativa del ascensor, eran muy angostas, tanto las escaleras de bajada al andén (lado sur dirección estación José Antonio, hoy Gran Vía), como el vestíbulo con sus dos bocas de acceso, situadas una junto a la otra en sentido opuesto en la calle Fuencarral impares esquina a San Vicente Ferrer, delante del Tribunal de Cuentas. Para hacernos una idea de la estrechez tanto en la relación vestíbulo-andén como en la relación vestíbulo-bocas, solo podían transitar dos personas, una por sentido.

Nuevos accesos de la estación de Tribunal en la calle Barceló, construidos con el alargamiento. Foto Google

Tras las obras, se dotó a la estación de Tribunal el 12 de Febrero de 1966 de un segundo vestíbulo por la zona alargada (dirección estación Bilbao) con dos bocas de salida en la calle de Barceló, junto al edificio del antiguo Hospicio de Madrid, pero lo mas importante de este nuevo acceso fue la instalación de escaleras mecánicas, las primeras colocadas en estaciones antiguas y las segundas en la red del metro madrileño. La apertura de este nuevo vestíbulo fue tiempo después de la finalización del alargamiento de los andenes aunque todavía los trenes llevaban nada mas que cuatro coches.

Nueva boca de la estación de Tribunal sustituyendo a los dos mini-accesos de antaño. Ahora en el Metro de Madrid solo tienen esta condición los dos de la estación de Noviciado de la línea 2 en la calle de San Bernardo en la esquina con Reyes y en la esquina con Noviciado. Foto Google

El vestíbulo antiguo (lado sur dirección estación José Antonio, hoy Gran Vía), después de la apertura del de Barceló, fue cerrado para rehabilitación y adecentamiento, abriendo poco después manteniendo su configuración de solo escaleras físicas.

Resulta curioso que la estación de Tribunal de línea 1, con fama de profundidad en la época de alargamiento de andenes, tenga ahora la de la línea 10 en la que para llegar al andén tenemos que recorrer cuatro tramos de escaleras mecánicas mas a continuación de las primitivas para la línea 1 (5).


José Antonio (hoy Gran Vía)

Templete de acceso a la estación de Gran Vía durante las obras de construcción de la Gran Vía. Foto Pepcor

Prolongada una quinta parte aproximadamente por el lado norte (dirección estación Tribunal) y el resto por el lado sur (dirección estación Sol), fue de las últimas en realizarse.
El hecho de que se alargara por ambos lados no impidió que se acometieran las obras simultáneamente, puesto que los accesos al andén estaban en los laterales del lado norte (dirección estación Tribunal) ya que era la comunicación del vestíbulo con los célebres ascensores, gratis para bajar y de percepción para subir, con escaleras para quienes no quisieran pagar la subida o no esperar para bajar desde calle en la Red de San Luis.

Ascensores de la estación de Gran Vía vistos por el lado Gran Vía. Foto Memoria de Madrid

El alargamiento por el lado sur (dirección estación Sol), fue ciertamente problemático pues se hizo necesario romper la bóveda del túnel ya que había que elevar la rasante de la vía para continuar la horizontalidad en el nuevo tramo de la estación puesto que empezaba una pendiente que llegaba hasta la estación de Sol. Se instalaron en la parte alta de la calle de la Montera varios pozos de extracción de tierra con el fin de alcanzar la clave del túnel, después se construyó otra nueva mas alta en función de la nueva base sobre la que se iba a colocar la vía, y finalmente se procedió a romper el techo antiguo del túnel. Una vez terminadas estas operaciones previas se pudo acometer el paso siguiente que era la elevación de la vía.

Para modificar la rasante de la vía se adelantó el cierre nocturno del servicio del metro sobre las doce de la noche del sábado 20 de Febrero de 1965 y la compañía del metro se comprometió a que el servicio se restableciera a las cuatro de la tarde del domingo siguiente o antes si los trabajos habían concluido, es decir solo un periodo máximo de dieciséis horas de las que hay que deducir el tiempo que no hay servicio de viajeros.

Las obras consistieron en desmontar el hilo aéreo, elevar la vía sobre tacos de madera y volver a montar el hilo aéreo. La circulación en la reapertura en el tramo modificado era a paso de hombre, con permanente control de diverso personal guardacuñas que comprobaban el estado de la vía tras la circulación de cada tren e incluso mandaban detenerlo en plena vía hasta que daban el visto bueno. Poco a poco en los días siguientes se fue estableciendo el firme definitivo de la vía hasta quedar normalizado pudiendo comprobarse hoy como en el tramo Sol-Gran Vía existen dos alineaciones diferentes en alzado (6).

Accesos a la estación de Gran Vía que sustituyeron a los ascensores suprimidos el 6 de diciembre de 1969, utilizados también como paso de peatones. Las bocas contaron desde el inicio con escaleras mecánicas hasta el nivel de calle, siendo transformadas en fijas por su elevado mantenimiento a causa de las averías que producían quienes “no buscaban papeleras”.

Los andenes alargados tenían las boquillas anchas, pero ciegas, para servir de enlace de conexión a un nuevo vestíbulo previsto en sustitución de los ascensores, cuya supresión llevada a cabo el 6 de Diciembre de 1969, estaba ya proyectada pero todavía seguirían funcionando hasta muy poco antes de la inauguración del tramo de línea 5 Callao-Ventas, prolongación del ya existente Callao-Carabanchel, motivo que dio origen a la construcción de dicho nuevo vestíbulo. Las boquillas antiguas de ambos andenes, muy estrechas, se han conservado y son las que sirven hoy como segundo punto de trasbordo con la línea 5 que en la actualidad tiene el recorrido Alameda de Osuna-Casa de Campo.

El alzado de la vía de la estación de José Antonio, hoy Gran Vía, sirvió de banco de pruebas para acometer otra operación similar pero mucho mas complicada como era la de estación de Antón Martín, de mayor longitud horizontal y con mayor pendiente en el trazado afectado.

Sol

Puerta del Sol al paso de un tranvía PCC de la línea 52, Puerta del Sol-Narváez. Las dos bocas de la foto ya no están exactamente en ese emplazamiento, la de la izquierda era acceso solo al andén de la línea 2 a Ventas.

Prolongada asimétricamente, la única que así lo fue, pues el andén sentido Portazgo, hoy hasta Valdecarros, fue alargado por el lado norte (dirección estación José Antonio, hoy Gran Vía) mientras que el andén sentido Plaza de Castilla, hoy hasta Pinar de Chamartín, lo fue por el lado sur (dirección estación Tirso de Molina).

Vista general de la estación asimétrica de Sol tras la modificación de instalaciones por la nueva estación ferroviaria de cercanías. Al fondo túnel hacia Gran Vía

Detalle de los andenes asimétricos de la estación de Sol. Tren dispuesto a iniciar la marcha hacia Gran Vía. Foto Fondo CRTM

Las obras de la estación de Sol revistieron gran complejidad pues además se aprovechó para construir un segundo pasillo de intercomunicación y facilitar el trasbordo entre las tres líneas que confluían en Sol: 1 Plaza de Castilla-Portazgo (hoy Pinar de Chamartin-Valdecarros), 2 Ventas-Cuatro Caminos (hoy Las Rosas-Cuatro Caminos) y 3 Moncloa-Legazpi (hoy Moncloa-Villaverde Alto). Este importante desahogo para los viajeros fue abierto al servicio el 22 de Agosto de 1964.

Maqueta del laberinto de pasillos de la estación de Sol antes de hacer el segundo pasillo de intercomunicación. La línea 1 a la izquierda (pasa por debajo de la 2 y por encima de la 3), la línea 2 en horizontal (pasa por encima de la 1 y de la 3), y la línea 3 a la derecha (pasa por debajo de la 1 y de la 2).

El conjunto de pasillos y bocas que conforman la estación de Sol ha sufrido numerosas modificaciones con posterioridad haciendo nuevos y clausurando otros. La última modificación de envergadura fue la realizada con motivo de la estación ferroviaria de cercanías. A pesar de que algunas voces dicen que hay demasiado asfalto, el estar todo el subsuelo horadado impide la plantación de arbolado.

Tirso de Molina

Acceso Conde de Romanones de la estación de Tirso de Molina. Foto Metro de Madrid

Prolongada en su totalidad por el lado sur (dirección estación Antón Martín) utilizando parte del telescopio ciego que existía en previsión de un ramal de metro a La Fuentecilla, cuyos restos, situados en el lado dirección Plaza de Castilla, hoy hasta Pinar de Chamartín, apenas se distinguen.

Decoración de azulejos en el vestíbulo de Conde de Romanones. Foto Metro de Madrid

La estación contaba con dos vestíbulos, uno por cada extremo, y los dos con una sola boca de acceso, el mas importante en la plaza de Tirso de Molina entre las calles de Colegiata y Duque de Alba, y el secundario en el vértice de la plaza dentro del pequeño triángulo que forman las esquinas Doctor Cortezo, San Pedro Mártir y Magdalena que fue cerrado para acometer las obras de alargamiento, reabriéndose a su terminación el 17 de Enero de 1963.

Las obras de la estación de Tirso de Molina obligaron a establecer una variante en el trazado del trolebús 107 Tirso de Molina-Colonia del Perpetuo Socorro. La plaza es de forma triangular y tenía el siguiente sentido de circulación en la época tratada, detallando solo lo concerniente al transporte público:

Acceso Magdalena de la estación de Tirso de Molina. Las obras del alargamiento de andenes cortó la comunicación directa a la calle Magdalena y hubo desviarlo en zig-zag derecha-izquierda.

Trazado en rojo de la variante provisional del tendido aéreo para el desvío de la circulación del trolebús 107. Plano Google

a) Esquina Colegiata/Conde de Romanones hasta Magdalena por la que circulan el trolebús 107 Tirso de Molina-Colonia del Perpetuo Socorro (sentido Colonia del Perpetuo Socorro) y los autobuses 6 Benavente-Usera (sentido Usera) y 26 Tirso de Molina-Conde de Peñalver (sentido Conde de Peñalver-Diego de León), pasando todos de largo por el cruce de Doctor Cortezo.
b) Esquina Duque de Alba/Mesón de Paredes hasta la esquina de San Pedro Mártir desde donde se dirigen a Doctor Cortezo cruzando con la corriente circulatoria del apartado A. Por el apartado B circulan los autobuses 3 Cuatro Caminos-Puerta de Toledo (sentido Cuatro Caminos) y 4 Cuatro Caminos-San Francisco (sentido Cuatro Caminos).
La ocupación por las obras del espacio donde estaba la boca de salida de Magdalena mas la sección del apartado A entre Doctor Cortezo y Magdalena, hizo necesario establecer doble sentido de circulación en el pequeño tramo entre San Vicente Mártir y Doctor Cortezo desviando al trolebús 107 y a los autobuses 6 y 26 para ir hacia la calle Magdalena. El trazado antiguo del trolebús se mantuvo a pesar de no poderse utilizar, quedando enlazado en ambos extremos con el principio y el final de la variante. A la conclusión de las obras de exterior la circulación del trolebús 107, todavía sin prolongar a San Diego, y de los autobuses 6 y 26 volvió a ser por el lugar habitual, y los hilos de la variante fueron desmontados.

Continuará.
-.-.-


Autor José Manuel Seseña
En el blog Historias Matritenses participa y colabora Ricardo Márquez

Notas:
(3) Cierto día, el inolvidable José Luis Pecker, a través del programa que tenía en Radio Madrid, que finalizaba antes del Diario Hablado de las 14,30 horas, llegó a decir sobre la estación de Chamberí, en una época en que Madrid estaba muy necesitado de ampliación de las líneas de metro para llegar a los nuevos barrios, que el Metro de Madrid “necesita sumar  y no restar”.
En la prensa se publicaron soluciones, unas aportadas por los profesionales del periodismo y otras por los lectores. Por su originalidad, evidentemente inviable, transcribo una en la que proponían que la estación quedará tal cual y que los trenes solo abrieran las puertas los cuatro primeros coches de la composición, con lo cual había que advertir a los viajeros que no podían ir en los coches quinto y sexto sí querían apearse en Chamberí. Curiosamente algo similar ha ocurrido ahora con los actos conmemorativos del 95 aniversario del metro.
(4) Era un tren de seis coches, pues ahora los trenes de la L1 son composiciones indeformables y por tanto excedía de la longitud del andén que es de 60 metros. Solo se decoró una pareja y ha estado circulando así durante un tiempo.
(5) El acceso al andén de Tribunal línea 1 por la boca de Tribunal de Cuentas, con 95 escalones, es el que tiene mayor número de la red del metro madrileño, aunque existe la posibilidad alternativa de utilizar el de las bocas de la calle Barceló que tiene escaleras mecánicas. Aún así, hay actualmente dos estaciones en la red que no cuentan con esa opción o la de ascensores y tienen un elevado número de escalones.
(6) Hubo que ajustar también los restos de la bóveda antigua, pues en los primeros días de la elevación de la rasante, el borde roto quedaba muy próximo a la ventanilla de los trenes.

martes, 27 de octubre de 2015

Los viejos cementerios de Madrid

Sacramental de San Martín. Entre 1917 y 1919. Foto: Otto Wunderlich. Fototeca del Patrimonio Histórico.

Desde los primeros tiempos de la cristiandad era costumbre el dar sepultura a los finados en las iglesias o en los cementerios anexos a las mismas. Así en las regiones pirenaicas o alpinas de Francia es fácil observar iglesias con sus pequeños cementerios alrededor. También en España las iglesias eran las encargadas de hacerse cargo de los cadáveres.

Tuvimos ocasión de consultar los libros parroquiales de la iglesia del pueblo de Canillas, de principios del siglo XVII, y tanto el de bautismo como el de difuntos ofrecen una información imprescindible para el estudio histórico del lugar, siendo los verdaderos "registros civiles" y mostrando la relación que tenían los vecinos de Canillas con otros pueblos teniendo en cuenta los matrimonios que se celebraban.

En el libro de difuntos se confirma que existían siete tipos de enterramientos -el séptimo era el más costoso-; según la limosna aportada así se tenía derecho al lugar de enterramiento y a un número determinado de funerales. Además algunos de los registros en el libro hacían las veces de verdaderos testamento.

Por ejemplo encontramos apuntes como los siguientes:

"+1612. Muere María de Juana Serrana, mujer de Juan Martín. Entierro en la iglesia de San Juan en 3º grado de la iglesia junto a la pila de agua bendita.
+1613. Niña de Juan del Moral, enterrada en 2º grado de la iglesia alantrado (a la entrada) de capilla del bautismo.
+1613. Juana Garcia, mujer de Juan Martín, deja en su testamento 2 reales para canonización de San Isidro.
+29-10-1708. Agueda Ruiz casada con Juan Aguado. De aprox 36 años. Enterrada en grado 4º
+13-02-1729. Pheliciana Serrano mujer de Antonio Hurtado, No hizo testamento, hizose ymbentario de sus vienes propios por Manuel Serrano, Alcalde ordinario de la villa por Anse Bernardo Garcia, Escribano de su Magestad...... baluados 492 reales a su manis?? .. "a lo corresponsive alquino pago el entierro, y rompimiento de la Sepultura que se abrio en el 7º grado por lo que deve a fábrica, 700 maravedis, + 45 misas." SIC

Además son numerosos los registros de entierro de los "pobres de solemnidad". Para estos menesteres la iglesia de San Juan Bautista de Canillas contaba con un cementerio pegado al templo y una cripta debajo del altar. En Madrid capital las sepulturas se hacían dentro de las propias iglesias, a excepción de un par de parroquias, entre las que destaca la de San Sebastián, entre la calle Huertas y Atocha que tenía un pequeño cementerio a su espalda, en la calle Huerta, que hoy todavía sigue siendo solar y llama la atención por encontrarse tan en el centro de Madrid.

Así las cosas sucedió el incendio de la iglesia de Santa Cruz en 1763, la vieja atalaya de Madrid, quedando al descubierto muchos de los cadáveres en ella albergados y desprendiendo un nauseabundo olor. Además varías epidemias asolaron España, una especialmente virulenta arrasó la "Villa de Pasage" en el año 1781.

En 1783 la Real Academia de La Historia remitió un informe al Consejo del Estado relativa "al lugar de las sepulturas", elaborado a partir de tres informes independientes hechos desde el año 1777. Desde esta última fecha se habían puesto a prueba varios cementerios fuera de las villas, siendo el primero el de El Pardo (Madrid),  el segundo el de San Ildefonso (Segovia), y el tercero el de Los Yébenes (Toledo) -este último en plena epidemia de fiebres tercianas-. En vista de todo ello el día 3 de abril de 1787, bajo la regencia de Carlos III, se dictó la pragmática para poner los cementerios fuera de las urbes. Era importante intentar minimizar el riesgo de contagios en un clima tan cálido como el nuestro, por lo que como medida de urgencia se proponía establecer los cementerios fuera de los pueblos, aconsejando ubicarlos junto a las ermitas siempre que estuvieran en las afueras pues así se podía dar la despedida cristiana a los difuntos.

Por desgracia, como nos pasa en tantas otras cosas, la dilación en aplicar la normativa hizo que pasaran los años sin que se pusiera en práctica. No será hasta el 7 de marzo de 1809, cuando se publica en el Diario de Madrid (el equivalente al Boletín Oficial del Estado), la siguiente orden:

" DON JOSEF NAPOLEÓN POR LA GRACIA DE DIOS Y POR LA CONSTITUCION
del estado, REÍ de las Españas y de las Indias.
«Considerando muí conforme á las reglas de una buena policía cortar de raíz todas las causas que pueden influir en la putrefacción del aire, y dañar á la salud pública, en cuya conservación debe esmerarse tanto la solicitud y zelo del gobierno; y observando que, principalmente en las actuales circunstancias, nada se opone mas á lograr tan saludable objeto como permitir la práctica de enterrar los cadáveres en las iglesias, abuso contrario á la sana razon, á la política, al respeto debido á los templos, y á los preceptos de la disciplina eclesiástica de los mejores tiempos: hemos decretado y decretamos lo siguiente:......." (SIC)

En la ley se desarrollaba la construcción de cuatro cementerios para Madrid, incluido el General del Norte que todavía estaba en construcción según la Real Cédula del 26 de abril de 1804, en: "á mano izquierda del camino de Extremadura, otro en la primera altura á la mano izquierda del camino viejo de Leganés, y el tercero en la primera altura del camino de Alcalá, pasada la tapia del Buen Retiro" (SIC). Así mismo se decía que: "No habrá persona, por privilegiada que sea, que se exima de conformarse con las disposiciones de este nuestro decreto." (SIC). También se enumeraban los servicios con los que debían de contar los cementerios, entre los que estaba un capellán para los responsos.

En octubre de 1813 el Alcalde de Madrid -marqués de Iturvieta-, decretó la Ordenanza sobre la prohibición del traslado público de cadáveres entre las casas mortuorias y las parroquias y exposición en las mismas, mandando el traslado directo de la casa mortuoria al cementerio, incluso el transporte urgente cuando fuera mandado por un médico de acuerdo a las normas de la Junta de Sanidad para evitar problemas de salud pública. También en este mismo mes se hizo obligatorio para todos los pueblos de la provincia de Madrid el tener cementerios fuera de las poblaciones y la normativa del traslado de los difuntos, aunque en mayo de 1820 tuvo que volver a ser recordado su obligado cumplimiento en el Diario de Madrid pues la mayoría de los ayuntamientos hacían caso omiso.

Tras todos estos antecedentes, pasamos a enumerar los cementerios que se construyeron en Madrid de acuerdo a las ordenanzas:

Cementerio General del Norte
También conocido por el de la Puerta de Fuencarral o Puerta de Bilbao. Se abrió en 1809, según el diseño de Juan de Villanueva. Estaba en la actual calle Arapiles, junto a la Glorieta de Quevedo, donde después se instalaron las cocheras de Magallanes.

Planos del Cementerio General del Norte de Juan de Villanueva. Fuente: Juanjo - Urbanity.

La leyenda cuenta que la primera persona enterrada fue la condesa de Jaruco, bella mujer cubana que tenía mucho trato con el rey José Bonaparte. Se dijo que por la noche, el mismo día de ser enterrada, alguien -posiblemente un ser alado- exhumó el cadáver y la enterraron en el jardín de su casa de la calle de la Luna.

Patio de los pobres del Cementerio General del Norte. Año 1874. La Ilustración Española Americana.

Fue clausurado en 1884.

Cementerio General del Sur 
Fue bendecido el día 29 abril 1810, abarcando ese día las siguientes parroquias: San Sebastián, Santa Cruz, San Justo, San Millán, San Andrés, San Lorenzo y San Pedro. Estaba en la calle de la Verdad, detrás de la Sacramental de San Lorenzo y San José.

Esta toma aérea es de donde estaba el Cementerio General del Sur, que se corresponde con los dos grandes rectángulos del centro. Justo detrás de ellos se ve la Sacramental de San Lorenzo. Colección Anmogon. Ejercito del Aire.

El único elemento destacable era la cruz que estaba anteriormente en la plaza del Ángel, concebida por Ventura Rodríguez.

Fue clausurado en 1884, aunque hasta julio de 1935 recibía los restos de los otros cementerios según se iban demoliendo.

Por su parte las diversas parroquias de la Villa se agruparon en Archicofradías y Sacramentales para hacer sus propios campos santos. Los feligreses aportaban un dinero para la construcción y el mantenimiento de los cementerios, llenándose rápidamente los cupos disponibles. A todas luces era insuficiente la capacidad inicial, lo que llevó a la ampliación de todos las sacramentales. Las cementerios fundados por este método fueron:

Sacramental de San Isidro 
Primer cementerio Sacramental, inaugurado en 1811. Está junto a la Ermita de San Isidro. En un principio pertenecía a la Archicofradía del Santísimo Sacramento, Purísima Concepción y San Isidro, dependiendo de él las iglesias San Pedro y San Andrés (que tenían sus patios correspondientes dentro del cementerio) (1).

Patio de San Andrés, Sacramental de San Isidro. Año 1911. La Ilustración Española Americana.

Vista aérea de las sacramentales del otro lado del Manzanares. San Isidro con su forma de medio circulo y más cercano la Sacramental de San Justo. Año 1925. Foto Alfonso (AGA).

Sacramental de San Isidro. Foto COAM.

Ya en 1761 aparece la ermita con un pequeño recinto vallado a su espalda, lo que nos hace pensar que posiblemente existiera algún enterramiento en el lugar. En sus primeros años no era calificado como Sacramental en la prensa. Hasta 1860 se fue ampliando alcanzando entonces su dimensión actual. La ermita era el lugar ideal para dar la última despedida a los finados, lo que sin duda contribuyó a su crecimiento y a que se ubicaran más cementerios en los alrededores.

Sacramental de San Sebastián
Fue inaugurada en 29 de junio de 1821. Estaba en la calle Méndez Álvaro, junto a la Sacramental de San Nicolás, a la altura de la calle Canarias.

Sacramental de San Sebastián. Año 1911. La Ilustración Española Americana.

Según se dice tuvo el primer panteón/mausoleo de los cementerios de Madrid, perteneciente a la familia Fagoaga.

Sacramental de San Sebastián, junto a la de San Nicolás. Colección Anmagon. Fondo Santos Yubero (ARCM).

En agosto de 1884 se decretó su clausura, aunque realmente la última persona enterrada fue el general Serrano a finales de 1885. El Gobierno tuvo que dar una autorización especial para que el cementerio admitiera al general y así poder depositar su cadáver en el panteón familiar.

Panteón de la familia Gassó en la Sacramental de San Lorenzo, según diseño de Emilio Rodríguez Ayuso. Foto: Juanjo - Urbanity.

Detalle (sentimos la mala calidad), del ataúd encontrado abierto. Foto: Diaz Casariego, Heraldo de Madrid.

En 1935 se ordenó su derribo urgente para la ampliación de la calle Canarias. La nota tétrica es que
durante el vaciado fue encontrado en uno de los nichos un ataúd con la tapa levantada y las manos de la finada fuertemente aferradas a los bordes de la caja, lo que indicaba que la pobre señora fue enterrada en vida en 1864.

Sacramental de San Nicolás
Su nombre completo era: San Nicolás de Bari, San Salvador y Hospital de la Pasión. Fue inaugurado el 24 de Octubre de 1824. Estaba en la calle Méndez Álvaro, a la altura de la calle Canarias,  junto a la Sacramental de San Sebastián. En 1839 se hizo una reforma y ampliación muy importante siendo dirigida por el arquitecto José Alejandro y Álvarez.


Sacramental de San Nicolás, al fondo la de San Sebastián. Año 1911. La Ilustración Española Americana. 

Albergó los restos de Calderón de la Barca, que fueron depositados el día 18 abril 1841, con motivo de la inauguración del viaducto de la calle Segovia.

Sacramental de San Sebastián, junto a la de San Nicolás. Colección Anmagon. Fondo Santos Yubero (ARCM).

Contaba con un patio dedicado a escritores y artistas donde reposaban los restos de Espronceda, Larra, Bretón de los Herreros,... y el llamado Patio de la Libertad con personajes tan ilustres como: Argüelles, Olózaga, Calatrava, Mendizábal, etc.

Dejaron de dar sepultura en 1884, y fue derribado en 1912.

Sacramental de San Luis
Su nombre completo era Sacramental de San Luis y San Ginés. Se abrió en 1831, aunque tomó su verdadera relevancia tras la ampliación de 1846 cuando fue dotado de una capilla y nuevos edificios accesorios de acuerdo con los planos de Narciso Pascual y Colomer. Estaba en la calle Fernández de los Ríos, teniendo su entrada desde Bravo Murillo, y se adentraba hacia la calle Escosura. Pegado a él estaba hacia el norte el cementerio Patriarcal.

Vista de la Sacramental de San Luis. Universidad Politécnica de Madrid - Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid.

Plano catastral de la situación de la Sacramental de San Luis, a la izquierda de la G. Pegado a la Sacramental, arriba, el cementerio Patriarcal. Debajo en el centro, marcado con el 13, el Cementerio General del Norte. Universidad Politécnica de Madrid - Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid.

Fue clausurado en 1884.

Sacramental de San Martín
Pertenecía a la Archicofradía de San Martín, San Ildefonso y San Marcos. Abrió en 1848. Estaba en la calle Vallehermoso con la avenida Filipinas, donde estuvo después el estadio Vallehermoso y actualmente el complejo de GolfCanal.

Pórtico de entrada a la Sacramental de San Martín. Año 1911. La Ilustración Española Americana.

Panteón de los señores de Azas, en la Sacramental de San Nicolás. Obra de Domingo de Inza. Julio 1874. Grabado de Rico. La Ilustración Española Americana. 

Sacramental de San Martín, en primer término el tercer depósito de agua del Canal de Isabel II. Entre 1917 y 1919. Foto: Otto Wunderlich. Fototeca del Patrimonio Histórico (MCU).






Diversas fotos del interior de la Sacramental de San Martín. Fotos: Juanjo - Urbanity.

Restos de la Sacramental de San Martín, casi acabada su demolición. Foto: Juanjo - Urbanity.

Fue clausurado en 1884, y el Ayuntamiento mandó su derribo en 1912, aunque en 1922 todavía seguía una parte en píe debido a un contencioso pues parece que fueron vendidos los terrenos al poco de ser clausurado y no estaba claro si era una propiedad particular o municipal. Hacía 1933 el Ayuntamiento tenía previsto hacer en el lugar un parque público.

Sacramental de San Justo 
Su nombre completo era Sacramental de San Justo, Santa Cruz y San Millán, aunque también era conocido por "San Justo y Pastor" e incluso hay algún documento donde también figura el nombre de San Miguel. Abrió sus puertas en 1849. Está en el que llamaban cerro de las Animas, entre la actual Vía Carpetana y el paseo de la Ermita del Santo, junto a la Sacramental de San Isidro.

Sacramental de San Justo. Foto COAM.

Al cerrar los cementerios del ensanche se construyó en uno de sus patios el panteón de los hombres ilustres, siendo depositados los restos de: Larra, Espronceda, Rosales,...

Sacramental de Santa María 
Originalmente llamado Sacramental de Santa Maria y del Hospital General. Está en la calle Comuneros de Castilla, en el lugar que ocupó la ermita de San Dámaso. Se inauguró a finales de 1849.

Vista de la fachada del Cementerio Sacramental de Santa María desde el Puente de Toledo. Año 1886. Foto: Laurent (BNE). Nuestro agradecimiento a Ramón Oria por su aviso de esta foto.

Sacramental de Santa María. Foto COAM.

Cementerio Patriarcal
Pertenecía a la Hermandad de Palacio y Santísimo Cristo de la Obediencia del Buen Suceso. Estaba en el llamado Campo de Guardias, en la calle Donoso Cortes esquina a Escosura, junto a la Sacramental de San Luis.

Monumento sepulcral costeado por suscripción nacional erigido en la memoria de Manuel José Quintana en el Cementerio Patriarcal. Diciembre de 1876. La Ilustración Española Americana.

Cementerio Patriarcal, 22 de junio de 1877. Deposito de los restos de Manuel José Quintana. La Ilustración Española Americana. Dibujo: Comba.

Estado del Cementerio Patriarcal en el año 1922. Foto del libro "Chamberí y sus barrios".

Fue clausurado en 1884.

Sacramental de San Lorenzo
Su nombre completo es Sacramental de San Lorenzo y San José. Fue bendecido el día 31 de julio de 1852. Está en la calle de La Verdad, y junto a él estaba el Cementerio General del Sur.

Sacramental de San Lorenzo. Foto COAM.

Con todos los cementerios anteriores en funcionamiento en enero de 1857 una comisión de Beneficencia y Sanidad del Ayuntamiento de Madrid realizó un informe en el que se hacía un análisis profundo de la situación. Lo primero que criticaba era el estado calamitoso de los cementerios generales del Norte y del Sur, calificándolos de simples osarios. Los dos cementerios tenían nichos en las paredes de cada patio, sepulturas privadas en galerías, sepulturas comunes y fosas comunes.

Debido al escaso número de nichos estos eran vaciados a los cuatro años estando todavía los cadáveres en descomposición. Además la mala calidad de las tapias que tenían grietas o poros dejaba escapar malos olores. Si a los cuatro años no se renovaban los derechos los restos eran arrojados a las fosas comunes.

En sepulturas comunes se enterraban entre 3 y 5 ataúdes. Los que estaban más arriba se descomponían sin ningún problema en cuatro años quedando los esqueletos, pero los de más abajo nunca.

Por último, los enterrados en fosas comunes -normalmente desnudos y con una pequeña separación de tierra entre los cadáveres-, permanecían en la mayoría de los casos hasta 20 años sin descomponerse, si a ello agregamos que la capa superior que los cubría tendía a agrietarse por los vapores, entenderemos el espectáculo dantesco e insalubre que ofrecían estas fosas.

Además los dos cementerios generales no tenían casi vegetación (el del Norte ninguna) que ayudara a mitigar los malos olores.

Las sacramentales tenían únicamente enterramientos individuales en nichos y sepulturas, lo que explica las ampliaciones de casi todos ellos por la necesidad de espacio para nuevos finados. Sin embargo muchas de las sacramentales se encontraban rodeadas de viviendas, en pleno ensanche de Madrid.

El informe proponía la creación de dos grandes cementerios, con todos los servicios, capilla, depósito de cadáveres, instalaciones de mantenimiento, etc. Estas mega-necrópolis debían de estar situadas al Norte o al Este, para evitar que los vientos predominantes llevarán las miasmas hacía Madrid, y en un lugar elevado y a ser posible separados por un río.

Además aconsejaba el tipo de urbanización interior, arbolado, característica de los nichos, tiempo y tipos de enterramiento,..... prácticamente como las necrópolis que tenemos hoy en día.

Mediante la Real Orden del 9 de agosto de 1884, que por desgracia tuvo que ser publicada por una epidemia de cólera que arrasaba España, se mandó cerrar de forma urgente y tajante todos los cementerios que estaban en la zona del Ensanche, a saber: San Martín, San Luis, San Sebastián, San Nicolás y Patriarcal, además de los dos cementerios generales; prohibiéndose los enterramientos en todos ellos desde el día 1 de septiembre de 1884. Fue entonces cuando pasó a tomar el relevo el cementerio del Este, o de la Almudena.

Cementerio de la Almudena. Año 1925. Foto: Alfonso (Aga).
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Autor: Ricardo Márquez.
En este blog también colabora: José Manuel Seseña.

Nota:
1 - Las sacramentales que tenían varios nombres se las conocía por cualquiera de los que hemos mencionado, incluso por el de sus patios. Hemos optado por encabezar cada una de ellas por el más utilizado.