En la entrega anterior nos habíamos quedado a las puertas del apeadero de Las Eras y Los Castaños cuando nos detuvimos en el cruce de la calle Cancha.
A partir de aquí por el lado izquierdo todo es terreno sin urbanizar de monte bajo.
Al final de la curva a la derecha del cruce anterior, llegamos al tramo casi horizontal donde está el apeadero. Al igual que en el de Cercedilla-Pueblo, aquí tampoco había andén y la subida y bajada de viajeros se hacía en la carretera, lo único diferente es que aquí sí había un cartel indicativo con el nombre sobre fondo blanco y letras negras, situado en el lado derecho, pero con una garrafal errata puesto que ponía “Las Heras y los Castaños”.
Este apeadero, tenía escasa utilización por estar desplazado de las urbanizaciones del entorno y la mayoría de los trenes no tenían parada establecida anunciándose “Este tren no tiene parada en Las Eras y los Castaños”, de manera similar a como ocurría en la línea de Madrid-Villalba con el desaparecido apeadero de Los Peñascales.
Los trenes sin parada les servía este tramo casi horizontal para liberar la fatiga del motor y del freno, produciéndose tanto en un sentido como en otro un incremento de la velocidad (1).
Junto al apeadero de Las Eras y Los Castaños acaba por el lado derecho la última edificación y comienza monte bajo sin urbanizar.
Años después, pero antes que al de Cercedilla-Pueblo, se le dotó en el lado derecho de un ancho andén, todo de piedra, con dos pasos peatonales en cada extremo para cruzar la vía.
A la salida de Las Eras y los Castaños, mediante una curva a la izquierda, entramos en la parte mas estrecha del valle de Camorritos, discurriendo abajo a nuestra derecha el camino de los Ciruelos, citado en la entrega anterior, con fincas cercadas en la que pasta ganado bravo o de media casta.
Al acabar la primera curva pasa sobre la vía la línea eléctrica que fue necesaria instalar para abastecer la subestación de Los Cotos, pues la de Siete Picos no podía atender la prolongación de Puerto de Navacerrada a Los Cotos. El tendido eléctrico tiene su origen en Tablada y para realizarlo fue preciso abrir una gran brecha en la zona pinariega.
A unos 400 ó 500 metros tenemos un paso de la vía frecuentado por el ganado que enlaza con el camino de los Ciruelos, actualmente protegido por señales luminosas y sonería. Comienza la herradura que, con alguna contracurva, nos va a llevar a Camorritos.
A continuación del cruce anterior, curva a la izquierda y al final de ella, a la derecha una vivienda aislada con establo junto a la vía que por su emplazamiento haría las delicias de cualquier aficionado al ferrocarril, refiriéndome como es lógico a la época tratada en que el paso de trenes era abundante y no ahora en la que para verlos hay que ayudarse de fotos...
Seguidamente entramos en la parte central de la herradura, en la que se halla la Residencia del Banco Central, edificada a mediados de los años sesenta para descanso de sus empleados, abierta del 1 de Junio al 30 de Septiembre de cada año. Contaba con algunas instalaciones deportivas y también con capilla, algo habitual en esa época (2). En el lado derecho de la puerta principal del recinto había el pequeño edificio de un transformador de luz al que se le instaló un reloj de sol, lo cual no tendría la mayor importancia sino fuera porque estaba a la sombra de un árbol de la finca colindante.
Ha sido curioso ver como durante su construcción muchas mujeres soportando el calor subían desde Cercedilla por la carretera de Camorritos con las tarteras de comida para atender a sus maridos, hijos o hermanos que estaban trabajando en ella, y de paso comían con él.
Poco tiempo después de la fusión de los bancos Central e Hispano, dejó de prestar la función para la que había sido hecha y fue puesta en venta permaneciendo cerrada bastante tiempo. Actualmente es una residencia de la 3ª edad.
Iniciamos la curva derecha de la herradura, y abajo al fondo a la derecha está la finca de la familia del promotor del ferrocarril, con diversas edificaciones, destacando por su amplitud la dedicada a cuadra de caballos.
Continuamos la curva anterior y tenemos a nuestra izquierda el chalet “El primero. 1923”, así llamado por ser el primero que se estableció en la urbanización residencial de Camorritos, realizada a ambos lados de la vía como complemento al ferrocarril y destinada a propietarios con poder adquisitivo.
Los terrenos de los chalets son de superficie bastante generosa. Los del lado izquierdo son de naturaleza mas agreste por estar al pie del pinar (pinos, robles, retamas, etc.), y los de lado derecho, también con pinos, son generalmente mas despejados de vegetación.
La carretera de Camorritos se llama a partir de aquí calle de Siete Picos.
A esta altura, y antes de comenzar la contracurva al final de la cual vamos a llegar a Camorritos, nos encontramos con la señal de tráfico cuadrada, ya desaparecida, en la que nos informaba de los horarios de misas, en este caso de la capilla de la urbanización (3).
Nuevo cruce de la vía, el de la calle Majavilán, eje central de la colonia de Camorritos del lado derecho de la vía, actualmente protegido por señales luminosas y sonería. Aquí mismo en el cruce, llegan a través de la calle de la Taja quienes utilizan el atajo del camino de los Ciruelos que comienza antes del apeadero de Las Eras y los Castaños, indicado en la entrega III.
El final de la calle Majavilán es una pequeña explanada junto a la calle Mata del Robledal, desde la que se divisa una preciosa panorámica de toda la sierra. En este lugar existió junto al depósito de agua una modesta edificación, hoy derruida, que por su privilegiada situación era visible desde múltiples lugares. Desde aquí se puede bajar a Cercedilla por un sendero entrando en el barrio de San Antonio a través del camino de los Cantos Gordos.
El eje central de la Colonia de Camorritos del lado izquierdo de la vía es la calle Encinillas, nombre de la vereda que comienza a partir del ultimo chalet y que nos conduce a la pradera de Navarrulaque.
En la época comentada de principios de los sesenta la elitista urbanización de Camorritos comenzaba a dar síntomas de perder interés para los propietarios de los chalets, pues empezaban a verse algunos que llevaban tiempo sin ser utilizados. Era cuando la playa empezó a ponerse de moda dejando a la sierra muy en segundo plano.
Unos metros mas allá del cruce anterior entramos en el apartadero de Camorritos, casi en horizontal, que está dotado de dos vías con andén lateral y agujas talonables de forma que los cruces de trenes, realizados siempre por la izquierda según el sentido de la marcha en éste y en los demás de la línea, no precisen la figura del guardagujas. Además desde la vía procedente de Cercedilla sale una vía muerta en horizontal cuyo final no se ve por la maleza que ha crecido.
La carretera de Camorritos, con el nombre de Siete Picos, finaliza aquí, continuando como camino forestal pero dejando de ir a la vera izquierda de la vía.
En la época comentada no había ninguna construcción para guarecerse esperando al tren. Posteriormente se hizo un refugio de mampostería en el andén de la vía ascendente que la falta de sensibilidad de algunos lo convirtió en foco de suciedad por hogueras, piedras y excrementos.
En el andén descendente está la valla de alambrada del recinto de la contigua capilla de Camorritos, coqueto edificio rodeado de pinos construido de acuerdo con el entorno en el que se haya, que hoy se encuentra en estado de abandono con abundante maleza.
Después del apeadero de Cercedilla-Pueblo, esta era la parada intermedia con mayor movimiento de viajeros. Siempre había algún viajero para apearse en los ascendentes y subir en los descendentes.
La vía muerta empezó a ser utilizada a raíz de la llegada de los automotores navales, pues la falta de espacio en Cercedilla-estación obligó a apartar aquí durante mucho tiempo la plataforma larga para carriles que estaba en la vía foso como se indicó en la entrega II. Por medidas de seguridad se la descarriló el eje trasero, evitando con ello cualquier posibilidad de que, a pesar de estar en horizontal, echara a rodar vía abajo, no obstante, ello dio lugar a las habladurías de quienes desconocen lo mas elemental de los ferrocarriles pues decían “vaya desidia que tienen los ferroviarios que ven que está descarrilada desde hace mucho tiempo y no la encarrilan” (4).
Posteriores reformas de la línea suprimieron primero la vía muerta y mas tarde la vía ascendente quedando solo la vía descendente y por tanto sin posibilidad de cruce de trenes.
Camorritos ha sido utilizado para el transporte de material ferroviario en vehículos góndola debido a la supresión de la vía ancha de acceso a la grúa de la estación de Cercedilla, operación que implica el paso por el casco urbano de la población con dificultad de movilidad.
El apartadero de Camorritos es el lugar donde comienza la zona pinada. Ha sido el punto en que el agente forestal de turno, de acuerdo con las órdenes recibidas, se ha situado para impedir el acceso al pinar en momentos de máximo riesgo de incendio.
Cuando el cierre del Eléctrico para reforma integral, el servicio sustitutorio de autocar llegaba a Camorritos desde la estación de Cercedilla, retornando de nuevo y al llegar al paso a nivel cruzaba el centro de la población continuando hasta enlazar con la carretera del Puerto de Navacerrada. Los domingos y festivos se añadía un segundo autocar que iba directo sin pasar por Camorritos, resultando ambos insuficientes para absorber a los abnegados viajeros que soportaban la incomodidad de ir “hasta de pie” dando un rodeo tan grande en unos vehículos que en esa época ya eran algo “carcas”.
Continuará nuestra evocación, y también reivindicación, del Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama.
El Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama (I)
El Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama (II)
El Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama (III)
El Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama (IV)
Autor José Manuel Seseña
En el blog Historias Matritenses también colabora Ricardo Márquez
Agradecimientos:
A Javier Aranguren por la autorización para poder reproducir fotos de su colección, y también a Senén Fernández, José Luis Cortijo Martín, Ju5 (Lorena y Juan), Ezequiel Martín (www.Cercedilla.net), Gonzalo Fanjul hijo, Antonio Agulló, Carlos López Bustos, José Gascón, Jordi Ibáñez, Justo Arenillas, José Luis García Salazar, Antonio García Portas y Mercedes (Maquetrén), Jaime Fernández (Amical Ferroviaria), Mariano Orozco, Paco Zabala, César Mohedas y Manuel Cayola, cuyas fotos están intercaladas en las diversas entregas, grandes aficionados al ferrocarril y al Eléctrico en particular, algunos de los cuales ya no están entre nosotros. Asimismo también a todos aquellos que nos han dado su apoyo para realizar este trabajo.
También a las páginas web www.cercedilla.es, www.panoramio.com, www.newasport.com y www.drehscheibe-foren.de
Bibliografía:
El Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama, de Javier Aranguren.
Automotores Españoles (1906-1991), de Javier Aranguren.
Notas:
(1) En cierta ocasión, vi con gran preocupación, como un hombre se apeaba en un descendente sin parada y debido a la velocidad de la casi horizontalidad, al poner pie en tierra estuvo trastabillando sobre el asfalto de la carretera y por poco no cayó al suelo.
Esta imprudencia estoy seguro que no era la primera vez que lo hacía, pero además corre el riesgo de ser atropellado por un vehículo que pueda pasar en ese momento y no espera que alguien se apee en marcha. ¡Tanto va el cántaro a la fuente que alguna vez se romperá!.
(2) Delante de la Residencia del Banco Central descarriló una vez un tren ascendente de material suizo, compuesto por un coche motor y remolque. Estuvo detenido toda la mañana.
La inexistencia de carril soldado y lo cerrado de las curvas, hacía que en las uniones entre carril existiese un ligero sobreancho, probable causa del descarrilo por las dilataciones.
(3) Esta señal la había en varios puntos de Cercedilla, pues además de la Parroquia y la capilla del Carmen ya citadas, había misa en la época veraniega en las capillas de Las Mercedes, del Aribel, del Banco de España, del Banco Central, ermita de Santa María...
(4) Las escasas veces que circuló esta plataforma por la línea, por medidas seguridad iba empujada subiendo y remolcada bajando. Hasta la reforma de 1973-1975 la garita estaba en el lado de Los Cotos con el fin de permitir la visibilidad del conductor, después fue invertida quedando la posición del guardafrenos en el lado Cercedilla.
Igual ocurría con la vagoneta de bordes bajos que iba empujada en los ascensos y remolcada en los descensos, aunque ésta era mas habitual verla circulando.
Enhora buena José Manuel, hacia tiempo que lo estaba esperando, estupendamente relatado, y muy bien confeccionado para los que conocemos esta magnifica zona.
ResponderEliminarSolo dos aportaciones por mi parte, corregir en el primer renglon del articulo, habiamos nos por nos habiamos, y en el pie de la 4ª foto, corregir Camoritos por Camorritos, es todo.
Un saludo.
Pedro.
Hola Pedro:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, pero sobre todo por tus dos observaciones.
Todos los trabajos los leemos y los reelemos una y otra vez para evitar que se nos cuelen duendecillos, pero en este caso han sido muy rebeldes y nos la han jugado.
El trabajo del ferrocarril del Guadarrama en todas sus entregas está terminado y esperan su turno, lo que ocurre es que otros también aguardan su vez mas los que de vez en cuando hay que publicar por cuestiones de oportunidad como está siendo el caso en este momento de las comunicaciones ferroviarias con Portugal.
Nuevamente muchas gracias por tus observaciones.
Un saludo.
José Manuel
Esta muy bien el blog, no lo conocía hasta ahora, me pasaré más a menudo a leerlo. Aprovecho para felicitarte el 2012, un saludo!!
ResponderEliminarMuchas gracias David del Bass en nombre de los que hacemos el blog Historias Matritenses por su elogioso comentario.
ResponderEliminarNuestro blog publica de 5 a 6 artículos por mes, tratando temas de investigación madrileños, tales como barrios, oficios, medios de locomoción, etc.
Nos alegra mucho que nos hayas conocido y esperamos tenerte entre nuestros lectores.
Te deseamos que tengas también un buen 2012.
Un saludo.
José Manuel
Hola y feliz año a todos.
ResponderEliminarComo siempre, gracias por la entrada y por el blog en general.
No se si sabeis, porque por desgracia no ha aparecido mucho en los medios de comunicacion, que desde hace unas semanas (19 de Noviembre) se ha suspendido el servicio de la linea entre las estaciones del Puerto de Navacerrada y Puerto de Cotos.
Al parecer por obras en la Estacion de Cotos, pero no hay nada de información al respecto y no hay obras que hayan comenzado aun y parece que la Estacion de Cotos lleva realmente cerrada desde el verano.
¿Pretenderán "dejar morir" la estacion de Cotos y el tramo final de la linea desde el Puerto de Navacerrada? Esperemos que no.
Podeis encontrar algo de informacion y alguna foto en el perfil de Facebook de la Venta Marcelino http://www.facebook.com/ventamarcelino
Un saludo. Kevin
Hola Raúl Montero:
ResponderEliminarGracias por entrar en el blog. Historias Matritenses.
El objetivo de este trabajo, que está expresamente dividido en varias entregas, es con el fin de servir desde nuestras posibilidades, de recordatorio de este precioso ferrocarril, que en mi caso he visto construir la prolongación a Los Cotos, pasando ahora por malos momentos.
Nos consta que el 19 de Noviembre pasado sufrió otro ataque a su supervivencia con la supresión ¿provisional? entre Puerto de Navacerrada y Los Cotos alegando obras, precisamente en el periodo invernal que es una época puntera.
Sigue al tanto de nuestro blog porque todavía nos queda mucho que contar.
Un cordial saludo.
José Manuel
Me gustaría saber a quien te refieres en los agradecimientos como Gonzalo
ResponderEliminarFanjul hijo.
Me gusta mucho tu blog.
Hola Anónimo:
ResponderEliminarGracias por tu comentario sobre el blog Historias Matritenses, aunque me habría gustado que te hubieras indentificado.
Los agradecimientos son a las numerosas personas que han colaborado facilitando datos, comentarios y fotografías, las cuales han demostrado a lo largo de su vida su especial cariño por este ferrocarril. Algunas de ellas lo han hecho a través de otras, y se las nombra según han querido serlo, bien por comunicación directa o a través de terceros.
Un saludo.
José Manuel