El tramo que recordamos con este artículo no es cualquier cosa puesto que significa el arranque de la Red de Cercanías en la Comunidad de Madrid. El servicio de “Cercanías” como dijimos en el artículo Cercanías de Madrid, Exposición ferroviaria en Príncipe Pío ya existía incluso antes de la creación de la propia Renfe en 1941, pero con este servicio empiezan los horarios cadenciados tipo metro haciéndolos extensibles a las nuevas líneas que se van construyendo después y adaptando también a las ya existentes.
Los municipios de Alcorcón y Móstoles estaban creciendo a un ritmo vertiginoso con medios de transporte insuficientes para atender a la fuerte demanda y la N-V seguía siendo una calzada de dos carriles, uno por sentido, desde Cuatro Vientos como se puede ver en la imagen anterior. El desplazamiento a o desde Madrid era caótico en horas punta con enormes caravanas siendo muchos los conductores que daban grandes rodeos para evitarse las retenciones que ponían los nervios a flor de piel, por ejemplo los de Móstoles yendo a través de Boadilla del Monte y Villaviciosa de Odón. Cualquier mínimo incidente en la carretera complicaba aún mas la circulación, por tanto era necesario buscar una alternativa ferroviaria, bien de metro o bien de tren.
El 3 de Abril de 1970 el Consejo de Ministros aprobó la construcción de un ferrocarril de doble vía en ancho internacional (1,435m) a 1.500 v que partiendo de la estación de Empalme (actualmente L5 Metro de Madrid) llegue hasta Móstoles utilizando la plataforma del Madrid-Almorox, de vía única y ancho métrico, en ese momento en funcionamiento ya solo entre Madrid-Goya y Navalcarnero.
Para poder acometer las obras de transformación, el ferrocarril de vía estrecha circula por última vez el 30 de Junio de 1970. Se quiere que a principios de 1972 esté en servicio (ABC 17-10-1970), algo bastante pretencioso puesto que han comenzado los trabajos el 30 de Septiembre de 1970, solo entre Cuatro Vientos y Móstoles ya que está desechada la idea inicial de la llegada a Empalme y por tanto hay que hacer un nuevo proyecto de penetración en Madrid que va a ser en Aluche.
El ferrocarril aprobado Madrid-Móstoles es un tramo de un proyecto mas ambicioso que pretende llevar el tren hasta el Valle del Tiétar cuyas obras fueron paralizadas en la década de los años cincuenta del siglo XX y que llegó a tener una efímera circulación antes de la Guerra Civil entre Pelayos de la Presa y San Martín de Valdeiglesias. De su continuidad nunca mas se supo quedando en el mas absoluto de los olvidos, incluida la retirada del cartel de Ministerio de Obras Públicas al final de la calle Allende, acceso desde la A-5 al conjunto ferroviario militar de Campamento que allí permaneció hasta muchos años después de estar funcionando el ferrocarril Aluche-Móstoles, en los primeros tiempos acompañado de los abandonados automotores del Madrid-Almorox procedentes del Ceuta-Tetuán ¡Cosas de la Administración!
El nuevo ferrocarril iba a seguir siendo explotado por F.E.V.E al igual que lo era el Madrid-Navalcarnero. El trazado inicialmente previsto y totalmente en superficie tenía estaciones en Empalme, Santa Margarita, Cuatro Vientos, San José de Valderas, Alcorcón y Móstoles. La estación de Empalme estaría en trinchera en perpendicular a la del por entonces Ferrocarril Suburbano de Carabanchel a su mismo nivel con el fin de facilitar el trasbordo entre ambas estaciones y con las toperas junto a ella, es decir, no tendría saco de maniobras. Ambos ferrocarriles no tendrían unión física puesto que serían de tensiones diferentes. Desaparecería el paso a nivel de la Avenida de los Poblados que sería sustituido por un paso inferior del ferrocarril ya que este vial seguiría manteniendo el mismo nivel.
Para las cocheras se barajaron dos opciones, una compartir las de Aluche del Ferrocarril Suburbano de Carabanchel mediante un ramal de acceso y otra en la antigua estación de Campamento del Madrid-Navalcarnero, contigua a la del ferrocarril militar de ancho ibérico, siendo esta última la que posiblemente se hubiera llevado a cabo.
Las obras entre Cuatro Vientos y Móstoles se efectuaron con rapidez construyendo solamente las estaciones de San José de Valderas, Alcorcón y Móstoles, colocando la doble vía sin postes de electrificación entre las inmediaciones de la salida de la actual estación de Cuatro Vientos y la zona del saco de maniobras de Móstoles. Curiosamente la salida de Móstoles es en curva muy cerrada y la vía instalada del lado izquierdo terminaba junto a un muro de un edificio comercial que en ese momento era de mobiliario, mientras que la otra tenía mas longitud y la sobrepasaba (1).
Así estaba la situación entre las inmediaciones de Cuatro Vientos y el final de Móstoles cuando se decide paralizar las obras hasta concretar el acceso a Madrid, pues como antes se ha dicho, la opción de Empalme había quedado descartada por la situación de la estación que dificultaba la futura continuidad hacía el centro de la capital.
La variante de trazado acordada es a través de la Avenida de General Fanjul para lo cual es necesario establecer inmediatamente a continuación de la estación a construir de Cuatro Vientos el inicio de una fuerte rampa para llegar a Aluche en subterráneo que comienza bajo el puente de la Avenida de Aviación que tenía el antiguo ferrocarril Madrid-Navalcarnero-Almorox. Poco después de la boca del túnel, la galería subterránea con las estaciones intermedias de Águilas y Fanjul adquiere la profundidad necesaria con respecto al nivel de calle, que será uniforme hasta llegar a Aluche.
El ancho sigue siendo el previsto de 1,435 m y para cocheras se piensa en las de Aluche para lo cual es necesario establecer un ramal de enlace hacia el lado Carabanchel del Ferrocarril Suburbano para acceder a ellas mediante retroceso. Esta comunicación presenta la dificultad para la explotación de iniciarse en subterráneo y terminar en terraplén.
Las obras Aluche-Cuatro Vientos oficialmente dieron comienzo a finales de 1973 pero físicamente lo fueron a principios de 1974, siendo la zona del vestíbulo de la estación de Águilas el punto donde primero empezaron a actuar las excavadoras. Apenas iniciados los primeros movimientos de tierras la máxima autoridad del Ministerio de Obras Públicas decide que el ancho de vía sea el ibérico de 1,668 m y que Renfe sea su explotadora en lugar de F.E.V.E. que queda excluida, y en consecuencia ha de procederse al ensanche de las vías instaladas sin haber llegado a ser utilizadas y a recomponer los pasos inferiores de las tres estaciones construidas, convertidas en basureros y anegadas de agua. Con el nuevo ancho ya no es necesario la utilización de las cocheras de Aluche del Ferrocarril Suburbano y proyectan en la zona donde el antiguo ferrocarril Madrid-Navalcarnero tenía el apeadero de Villaviciosa de Odón, errónea denominación puesto que es zona del término municipal de Móstoles situada en la carretera Móstoles-Villaviciosa de Odón, erial que todavía estaba sin urbanizar y que ahora es el barrio de El Soto.
El material móvil que estaba en construcción ya no es válido puesto que es de 1.500 v y ancho 1,435, y ahora se precisa que sea 3.000 v y ancho 1,668, por lo cual, a fin de aprovecharlo en lo posible, se le modifica el ancho a esos trenes para que circulen en el País Vasco donde las electrificaciones de Renfe están a 1.500 v. que les asigna la serie 441. Estas nueve unidades de tren, formadas por coche motor y coche remolque cabina tuvieron una vida efímera pues solo prestaron desde 1978 a 1991, año en que la red del País Vasco pasó a 3000 v.
La construcción del túnel se hizo en su totalidad a cielo abierto avanzando desde Águilas hasta el final de la vía en la calle de Valmojado y por el otro extremo hasta el puente de la Avenida Aviación, se hizo cuando se acordó cortar transitoriamente la línea del ferrocarril militar de ancho ibérico Campamento-Cuatro Vientos, restableciéndolo prontamente cuando se construyó en este punto el túnel de la longitud suficiente para poder montar de nuevo esa vía.
Para material fueron asignadas unidades de tren 440, modelo del momento para los servicios de cercanías aunque no estaba pensado para funcionar tipo metro con frecuentes paradas, arranques y frenadas. A este material que está formado por tres coches: motor, remolque y remolque con cabina, le fue suprimido en el ferrocarril Aluche-Móstoles el remolque central formando por tanto unidades de solo dos coches. Sobre los motivos esgrimidos para esta eliminación hay varias versiones, una el recalentamiento de las resistencias de tracción-frenado que por las cortas distancias de las estaciones no tenían tiempo para enfriarse, problema que desaparece al suprimir el remolque intermedio, y otra el riesgo de no poner reemprender la marcha sí tenía que parar cuando fuera lleno de viajeros ante la señal de entrada en la estación de Cuatro Vientos, situada en una fuerte rampa. Quizá fuera la conjunción de ambos motivos.
La inauguración el 28 de Octubre de 1976 fue presidida por Leopoldo Calvo-Sotelo, ministro de Obras Públicas y futuro Presidente de Gobierno, estando compuesto el tren por dos unidades 440, es decir, una composición de cuatro coches. Asimismo, el tramo del Ferrocarril Suburbano de Carabanchel Carabanchel-Aluche fue segregado e incorporado a la L5 convirtiéndose desde el 28 de Octubre en un importante intercambiador con tres finales de líneas ferroviarias.
El inicio de la explotación fue con trenes de dos coches de las unidades 440, con mas frecuencia en horas punta y menor en horas valle. En el abanico de tarifas, se estableció el billete combinado con Metro situación que perduró con la prolongación a Laguna, pero no se hizo extensible a la siguiente continuación Laguna-Embajadores que tenía otra tarifa, desapareciendo definitivamente el billete combinado metro-ferrocarril el 14 de Julio de 1991 cuando por fin el inicial ferrocarril Aluche-Móstoles llegó a Atocha y pasó a ser “normal” en la Red de Cercanías al perder su carácter de isla independiente.
Las cocheras de Villaviciosa de Odón, hoy Móstoles-El Soto, aún no estaban terminadas en el momento de la inauguración por lo que de momento los trenes eran apartados en el saco de maniobras de Móstoles. La línea no tenía unión física con la red ferroviaria de Renfe y tuvo que establecerse un enlace en plena vía con el ferrocarril militar Campamento-Cuatro Vientos-Leganés, controlado desde la estación militar de Cuatro Vientos, sirviendo para cambio de material, revisión o avería, pero como no estaba electrificado tenían que ser remolcados todos los movimientos por una locomotora diésel de la serie 308, de presencia fija al terminarse las cocheras (2).
El tramo tiene en el momento de la inauguración siete estaciones (3), cuatro de superficie que son de estructura similar y tres subterráneas, también idénticas entre ellas. Las siete tienen un único vestíbulo y varias han sufrido posteriores modificaciones.
Las características del tramo Aluche-Móstoles presentan una importante diferencia con los posteriores construcciones de líneas de cercanías pues las longitudes de los andenes son mas reducidas, así como también las distancias interestaciones Aluche-Fanjul que es la mas pequeña de la red ferroviaria de Madrid, y Fanjul-Águilas.
Aluche: Acceso a los andenes por el lado del saco de maniobras. Cuenta con una sola salida al exterior en la Plaza de Aluche y tiene pasillo subterráneo de intercambio con metro. Con motivo de la remodelación de la estación de metro llevada a cabo con posterioridad, se mejoró la conexión ferrocarril-metro acortando la longitud de trasbordo.
Fanjul: Acceso a los andenes por el lado de Aluche. Se mantiene tal cual y cuenta con dos bocas, una a cada lado de la Avenida de General Fanjul, cercanas a la entrada principal del Polideportivo de Aluche. Su emplazamiento del vestíbulo habría sido mas lógico por el lado Águilas para atender a mas población. La proximidad a Aluche hizo que apenas tuviera viajeros porque había que pagar dos tarifas, aunque desde la prolongación a Atocha y el Abono de Transportes la utilización ya es mayor.
Águilas: Acceso a los andenes por el lado de Cuatro Vientos. Se mantiene tal cual y cuenta con dos bocas, una a cada lado de la Avenida de General Fanjul en la zona de bulevar llamada Jardines de Clara Campoamor. Da servicio a San Ignacio de Loyola y Santa Margarita (4). A pesar del número de habitantes de ambos barrios su utilización no estaba acorde con lo que era de esperar, pero las largas huelgas de autobuses madrileños hizo revertir semnsiblemetne la situación al “descubrir” el tren.
Cuatro Vientos: Situada entre el desaparecido cuartel del Regimiento de Ferroviarios y la A-5, con única salida a esta última, con escasa utilización al no haber construcciones aparte del Regimiento de Ferroviarios, Base Aérea de Cuatro Vientos y la pequeña colonia de chalets de Cuatro Vientos, esta última al otro lado de la A-5. La situación cambió radicalmente con la llegada del metro de la L-10 hasta Puerta del Sur que dio lugar a una profunda transformación de la estación, creándose un intercambiador ferrocarril-metro-autobuses interurbanos con un intenso trasiego de viajeros de unos medios a otros. La zona había crecido en población con la inauguración de la Colonia Dehesa del Príncipe el 9 de Junio de 1993 por los Reyes de España, situada en la margen derecha de la A-5, siendo ahora posible utilizar sus pasillos subterráneos del metro para beneficio de los viajeros.
La estación de Cuatro Vientos tiene la particularidad de que con la remodelación ha perdido su propio acceso y ahora hay que utilizar las bocas de metro de la línea 10, circunstancia que hizo que se mantuvieran abiertos cuando Metro de Madrid cerró por obras la L10, incomodidades en el funcionamiento de la red a las que nos tienen tan acostumbrados a los madrileños todos los veranos.
San José de Valderas (término municipal de Alcorcón): Acceso a los andenes por el lado del Parque de Lisboa. La construcción de un conocido centro comercial de igual nombre, dio lugar a que también se hiciera otra salida en el lado opuesto para facilidad de acceso. La estación se mantiene tal cual, salvo este segundo acceso.
Alcorcón: Acceso a los andenes por el lado población aunque posteriormente al construirse nuevas edificaciones donde era terreno baldío se hizo otra salida. La situación tangencial de su emplazamiento con respecto a todo el núcleo de la población por ajustarse al lugar donde estuvo la del ferrocarril Madrid-Almorox dio lugar a intentos vecinales de querer que se hiciera una variante para dar mejor servicio a sus habitantes pero no fructificaron (5). La construcción del Metrosur (L12) dio lugar a una profunda transformación de la estación.
Móstoles: Acceso a los andenes por ambos lados. La construcción del Metrosur (L12) dio lugar a una profunda transformación de la estación que incluyó una pequeña modificación de la situación del eje de ella.
El éxito del Ferrocarril Aluche-Móstoles fue inmediato saliendo los trenes de Móstoles prácticamente llenos, por lo que subir en Águilas en hora punta era bastante complicado. Esto propició que cualquier incidencia como cierre de puertas, etc. tuviera una amplia repercusión en el servicio dando lugar a ciertas actitudes violentas de viajeros exasperados por la escasez de material que se solucionó trasladando material de otras partes de España donde su falta no tenía la publicidad negativa a nivel nacional que en Madrid. Asimismo, la cicatería en la construcción de la longitud del saco de maniobras de Aluche no permitía que pudiera haber trenes con la máxima longitud que permitían los andenes de la línea.
Vista la experiencia positiva en la zona suroeste de Madrid, diversas poblaciones solicitaron contar con el ferrocarril de cercanías con servicio de frecuencias de metro. Es por tanto el arranque de la Red de Cercanías de la Comunidad de Madrid, con importantes luces pero también sombras.
En las luces situamos adaptaciones y nuevas construcciones (El Escorial/Cercedilla, Corredor del Henares, Alcobendas-San Sebastián de los Reyes, Aranjuez, Parla, Colmenar Viejo, Pasillo Verde, Aeropuerto, estación de Sol…) pero en las sombras “vemos” el fracaso de la línea ya desmantelada a San Martín de la Vega, el abandono a medio construir de la línea Móstoles-Navalcarnero y la cada vez mas precaria línea Cercedilla-Los Cotos con un importante descenso de prestaciones (6).
El material actual son las unidades 446, de tres coches, formando composiciones de seis coches, salvo festivos que es solo una unidad. Mientras el servicio fue atendido con unidades 440, primeramente fueron unidades solas sin el remolque central, después unidades dobles también sin el remolque central y finalmente unidades doble, una de dos coches y otra con el remolque central, es decir, cinco coches.
Al establecerse la Unidad de Cercanías de Renfe, con denominación específica para cada línea existente, a la sección que estaba en servicio se la asignó la C-6 hasta que con la llegada a Atocha desapareció al quedar integrada en la C-5, que hasta entonces era solamente Atocha-Fuenlabrada.
Epílogo.
En el presente artículo solo se han pretendido plasmar recuerdos de quienes lo hemos visto construir. Para aspectos históricos recomendamos la lectura de diversos trabajos que con motivo de este aniversario sabemos de primera mano que van a ser divulgados en internet
Agradecimientos
A mi amigo César Mohedas por sus informaciones complementarias, siempre tan exactas.
Autor:
José Manuel Seseña.
En el blog Historias Matritenses participa y colabora Ricardo Márquez
Notas:
(1) Al transformar las vías instaladas al ancho ibérico, se redujo el radio de esta curva con el fin de colocar la doble vía totalmente por delante de dicho edificio.
(2) La línea militar fue electrificada desde este enlace hasta Leganés. Posteriormente lo fue también desde este enlace hasta el final quedando incluidas sus estaciones de Cuatro Vientos y Campamento.
La llegada a Atocha del Aluche-Móstoles hizo perder importancia a este enlace porque ya no era imprescindible para Renfe. Actualmente no existe al desmantelarse totalmente la línea militar.
(3) Ahora son ocho al insertar la estación de Las Retamas entre Móstoles y Alcorcón, término municipal de Alcorcón.
(4) Los andenes indican Águilas pero las bocas ponen “Las Águilas”.
(5) La revista Calle Mayor, de Alcorcón, publicó un artículo con el trazado de la variante que se proponía y el emplazamiento de las estaciones.
(6) “Quedan en el tintero” los diversos planes de ampliaciones de líneas e inserción de estaciones en líneas ya operativas…
Gracias por tanta información que nos aportas,precisamente.por ser tan certero en tus comentarios,se aprecia el gran derroche de dinero del contribuyente en las obras.
ResponderEliminarComo decía una ministra socialista "el dinero no es de nadie",que no lo haya trabajado,añado yo.
MUCHAS GRACIAS por el árticulo,un saludo de G.MP
Muchas gracias Gloria, siempre tan amable con tus apreciaciones y comentarios.
ResponderEliminarEste ferrocarril le tengo bastante aprecio porque lo he visto construir y por otras cuestiones familiares.
Un cordial y ferroviario saludo.
José Manuel
Excelente entrada que me toca la fibra sensible, ya que este ferrocarril me es especialmente querido y familiar por varios motivos: fue el primer tren —fuera del metro y el Suburbano— que utilicé en mi vida, lo cual tuve la suerte de hacer ya en su primera semana de funcionamiento, contando yo ocho añitos. En mi infancia yo vivía en Aluche y tenía a buena parte de mi familia en Móstoles; de hecho, mis tíos más cercanos se mudaron allí precisamente por la facilidad que ofrecía esta línea, poco después de su inauguración; fui asistiendo a sus sucesivas ampliaciones y al alargamiento de las composiciones; yo mismo residí en Móstoles durante nueve años y este ferrocarril constituyó en esa época mi medio de transporte fundamental, y viví asimismo la implantación del LZB, la construcción de Las Retamas y la reforma de las estaciones para la llegada del MetroSur. Incluso hoy día, aún puedo contemplar el frecuente paso de las unidades de esta línea —si bien ya en su rama fuenlabreña— a un par de cientos de metros de mi casa, cruzando sobre la calle Embajadores en Madrid. En definitiva, excepción hecha del metro, ha constituido casi toda mi vida para bien o para mal mi «línea de cabecera».
ResponderEliminarMuchas gracias Mario por hacernos participes de tus recuerdos.
ResponderEliminarEsta línea la utilizo con frecuencia y creo no equivocarme cuando digo que es la que mejor funciona de la red de cercanías pues quitando algún regional en el tramo Villaverde Alto-Fuenlabrada-Humanes no tiene perturbación con circulaciones ajenas a la propia línea C5.
Un saludo.
José Manuel
Hola José Manuel.
ResponderEliminarCreo que catorce días ya esta bien para contestar y darte mi opinión, la verdad es que no hay opinión, no he frecuentado esa linea de tren, para poder tener una opinión clara de lo que publicas.
Lo leo como bien sabes, y valoro mucho tu esfuerzo gráfico, así que quédate con eso.
Un abrazo José Manuel.
Pedro.
Hola Pedro:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario.
El hecho de hacer este artículo sobre el Ferrocarril Aluche-Móstoles es porque con él se da el pistoletazo de salida a la red de cercanías ferroviarias madrileñas como hoy la conocemos, con sus numerosas líneas y su funcionamiento tipo metro.
Precisamente por ser un tramo pionero tuvo una serie de vicisitudes que no tuvieron los que vinieron después pues sirvió de ejemplo. Una vez que llegó la penetración hacia el centro de Madrid es de gran utilidad a los habitantes de Aluche, Alcorcón y Móstoles por las numerosas combinaciones que permite, incrementadas desde la apertura de la estación de Sol.
Un cordial saludo.
José Manuel
Que pena que no se pueda acompañar con una foto de la "ye ye" que estaba en el saco de Móstoles.
ResponderEliminarMe ha encantado tu historia ya que inauguré esa línea Aluche-Móstoles trabajando en Cuatro Vientos de Factor de Circulación, luego trabajé en Móstoles también de circulación y en las Cocheras (ahora Móstoles El Soto) ya que vivía en Móstoles.
ResponderEliminarMe trae buenos y malos recuerdos buenos pues era joven y allí nació mi hija, tuve muy buenos compañeros en la línea,
Debido a las prisas no cambiaron las traviesas que había ya que en un principio parece que iba a ser la línea de el FEVE, así que cajearon las mismas traviesas y ensancharon la vía, no pusieron aparatos de dilatación y los veranos se hacían continuamente garrotes (deformaciones de carriles por el calor) con los consiguientes retrasos y averías, pero era otro tiempo pues le había dado tanta vida el FFCC a esa zona de Madrid que los viajeros las sufrían resignados.
Gracias Jose Manuel por traerme a la memoria tantos recuerdos
Hola El Quijote.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario y por aportar información de tu experiencia. Yo vivo a 100 metros de una estación de esta línea y recuerdo aspectos de su construcción y del ramal militar desaparecido.
En el blog Historias Matritenses hay diversos artículos relacionados con el transporte en el ámbito geográfico de la Comunidad de Madrid (ferrocarril, metro, tranvías, autobuses y trolebuses), todos ellos comentados con carácter divulgativo y no técnico.
Sí sigues interesado con el tema del ferrocarril, hago de vez en cuando algunas aportaciones más técnicas e históricas en la página de la Federación Castellano Manchega de Amigos del Ferrocarril, web con trabajos muy documentados orientados a los aficionados al mundo ferroviario. Sí quieres más información deja tu e-mail en el correo del blog Historias Matritenses y te comento.
Un ferroviario saludo.
José Manuel