viernes, 21 de mayo de 2010

Cines del barrio de Tetuán

El barrio de Tetuán fue fundado en 1860 a la sombra de un asentamiento militar. Se encuentra al Norte de Madrid, más allá de Cuatro Caminos, siendo su eje principal la Calle Bravo Murillo.


(1) CHAMARTÍN, Bravo Murillo 318
Situación: Bravo Murillo en el punto medio entre Oñate y Rosa de Silva.

Cine inaugurado en 1924, que contaba con un aforo de 1.000 localidades y que se encontraba instalado en un parque de recreo de la época. Permaneció funcionando hasta la temporada 77/78.

Actualmente su lugar es un edificio de viviendas nuevas.


Fachada del cine Chamartín. Abril de 1936. Curiosamente en el rótulo ponía Chanletie, probablemente cambió de nombre por algún tiempo.

(2) VERSALLES, Bravo Murillo 309
Situación: Bravo Murillo 309 esquina a Azucenas lado Cuatro Caminos.

Cine inaugurado en 1965, con un aforo de 1.398 localidades y cerrado en 1989.

Actualmente el local está reconvertido en “Bingo Versalles”.



(3) MURILLO, Bravo Murillo 307
Situación: Bravo Murillo 307 en el punto medio entre Azucenas y Conde de Vallellano que tenía la entrada bajo el edificio de viviendas donde se encontraba.

Cine inaugurado en 1955, con un aforo de 738 localidades, fue cerrado en 1986.

Actualmente es un local abandonado. Después de cine fue reconvertido en salón de bodas “Le Petit París” y después en Supermercado Caprabo.

(4) SAVOY, Marqués de Viana 15,
Situación: Marqués de Viana 15 con vuelta a Cactus donde tiene una entrada y a Naranjo donde tiene otra que debe ser de emergencia. La entrada por Marqués de Viana es debajo de un edificio de viviendas.

Cine inaugurado en 1950, con un aforo en sus inicios de 1.060 localidades, fue cerrado en 1987.

El cine Savoy durante un día del Rastrillo de Tetuán, entonces era una sala de cine erótico. Foto: Espasa Calpe, año 1979.


Actualmente el local está reconvertido en “Club de Alterne Vive Madrid”.


(5) ARIZONA, Naranjo 7
Situación: Naranjo 7 en el punto medio entre Araucaria y Bravo Murillo (lado Cuatro Caminos).

Cine inaugurado en 1944, con un aforo de 250 localidades, fue cerrado en 1963.

Actualmente su lugar es un edificio distinto dedicado a taller mecánico de automoción con el nombre de “Talleres Antón”.

(6) TETUÁN, Bravo Murillo 238
Situación: Bravo Murillo 238 esquina a Francisco Medrano lado Cuatro Caminos.

Cine inaugurado en 1931, con un aforo de 1.375 localidades, fue cerrado en 1977.

Actualmente su lugar es un edificio de viviendas nuevas.




(7) BELLAS VISTAS, Francos Rodríguez 33
Situación: Francos Rodríguez 33, que en el pasado fue el 29, esquina a Juan Encina lado Bravo Murillo.

Cine inaugurado en 1946, con un aforo de 1.000 localidades, fue cerrado en 1970.

Actualmente su lugar es un edificio de viviendas nuevas.

(8) CAROLINA, Bravo Murillo 202

Situación: Bravo Murillo 202 en el punto medio entre Anastasio Herrero y San Enrique.

Cine inaugurado en 1962, con un aforo de 962 localidades, fue cerrado en 1979.

Actualmente el local está reconvertido en establecimiento “C & A”


(9) LIDO-SALAS LIDO, Bravo Murillo 200
Situación: Bravo Murillo 200 en el punto medio entre San Enrique y La Coruña.

Cine inaugurado en sus inicios en 1955 en una sola sala, con capacidad de 1.855 localidades, fue cerrado en 1993.



Fotos del Cine Lido, junio 1956. Fondo Pando de la Fototeca del Patrimonio Histórico. Signaturas PAN-068832/33/40_P.

En 1996 se reabre con 7 salas.

Actualmente son 7 salas de cine en funcionamiento.



(10) SORRENTO, Jerónima Llorente 69

Situación: Jerónima Llorente 69 esquina a Los Leñeros lado Doctor Federico Rubio y Galí.

Cine inaugurado en 1963, con un aforo de 927 localidades, fue cerrado en 1971.

Actualmente el local está reconvertido en supermercado “Hiper Usera”. Después de cine fue salón de bodas “Salones Hiroshima”.

(11) RECREO MODERNISTA, Bravo Murillo 162

Situación: Bravo Murillo 162, que en el pasado fue el 132, esquina a Ávila lado Cuatro Caminos.

Inaugurado en 1915.

Actualmente en su lugar está el Colegio de Enseñanza Infantil y Primaria Jaime Vera, levantado en 1.933.


(12) EUROPA, Bravo Murillo 160
Situación: Bravo Murillo 160 esquina a un callejón sin nombre entre Ávila y Teruel lado Plaza de Castilla.

Cine inaugurado en 1929, con un aforo de 2.259 localidades, fue cerrado en 1988.

Actualmente el local está reconvertido en establecimiento “Saneamientos Pereda”.



Cine Europa durante la Guerra Civil. Facilitada por Mercedes Blanco.



(13) MONTIJA-CONDADO, Bravo Murillo 121

Situación: Bravo Murillo 121 en el punto medio entre Carnicer y Almansa.

El cine Montija se inauguró en 1934, con un aforo de 800 localidades, en 1976 cambió de nombre cerrando definitivamente en 1991.

Actualmente el local está reconvertido en establecimiento “Supermercados Lidl”.


(13) TEATRO MARAVILLAS, Bravo Murillo 121


(13) LAS DELICIAS, Bravo Murillo 121


(13) METROPOLITAN CINE, Bravo Murillo 121
En 1919, en uno de los sitios más frescos de Madrid, la Glorieta de Cuatro Caminos.

Los cines TEATRO MARAVILLAS, LAS DELICIAS y METROPOLITAN CINE estuvieron en el pasado en el lugar de Montija-Condado, con numeración Bravo Murillo 101.

(14) CRISTAL-SALAS CRISTAL, Bravo Murillo 120
Situación: Bravo Murillo 120 al fondo de un pequeño pasaje, situado en el medio entre Palencia y Hernani.

Cine inaugurado en 1947, con un aforo de 1.000 localidades, en 1996 se abrieron en él, 5 nuevas salas.

Actualmente son 5 salas de cine que se encuentran cerradas desde principios de 2006.



(15) METROPOLITANO, Avenida de la Reina Victoria 12
Situación: Avenida de la Reina Victoria 12 en el punto medio entre la Glorieta de Cuatro Caminos y Castillo de Piñeiro, frente a Marqués de Lema.

Cine inaugurado en 1930, con un aforo de 1.500 localidades. Fue cerrado en 1985 pasando a ser los salones de bodas Lord Winston.

Actualmente su lugar es “Hotel Jardín Metropolitano”.





(16) METROCINE, Glorieta de Cuatro Caminos
Situación: Glorieta de Cuatro Caminos en el chaflán que forman las calles Artistas y Raimundo Fernández Villaverde.

En junio de 1920 se abrió junto a la nueva boca de metro de Cuatro Caminos, el Metro Cine, que presentaba varietés y cinema selecto en programas de tarde y noche  (noticia aparecida en el periódico El País del 22 de junio de 1920).

Sala de variedades y proyecciones.

Actualmente su lugar son viviendas.



(17) SALON LUMINOSO-ASTUR CINEMA, Raimundo Fernández Villaverde. Por los cambios de numeración de los edificios de esta manzana, según la época se le ha situado en los números 4, 8 y 10. Se encontraba entre la Glorieta de Cuatro Caminos y la calle Treviño, más cercano a está última.

El Salón Luminoso se inauguró en 1916. En 1935, tras una reforma se trasformó totalmente el local, pasando a denominarse Astur Cinema, con un aforo de 646 localidades y permaneciendo abierto hasta 1968. Su última programación fue en la semana 29 Abril a 05 de Mayo, con el pase de las películas El Misterio de los narcisos amarillos y 40 grados a la sombra. En su lugar se ha construido un edifico de viviendas denominado Edifico Astur.



Programa del Salón Luminoso, 8 febrero 1919. Cedido por: Joaquín López Zabala.

Imagén aerea del local del cine Astur



(18) En la parcela contigua al Astur, se construyó en 1968, según el diseño de Antonio Lamela Martínez, el CINE REGIO, con un aforo para 973. Está situado en Raimundo Fernández Villaverde 10, aunque la numeración antigua era el 8. En 1990 pasó a llamarse CINES JEAN RENOIR, y continúan abiertos convertido en 4 multisalas.


Incluimos en este artículo el Astur y el Renoir por estar muy próximos a Bravo Murillo, aunque es del barrio de Chamberí. Fueron muy frecuentados por vecinos de la antigua Colonia de Ayudantes de la Ingeniería y Arquitectura (Colonia Maudes). Desde aquí queremos agradecer a Adolfo González, el estudio y la información que nos ha facilitado para discernir las dudas sobre el Astur y el Renoir.

Añadido el día 01 octubre 2013.
Hoy ha cerrado el último de los cines que tratamos en este artículo, el Renoir. Con su cierre dejan de existir los cines en esta parte de Bravo Murillo que tan importantes fueron para la zona, aquellos locales que tantas horas de felicidad dieron a los vecinos. Deseamos que alguna forma alternativa del cine los haga renacer de nuevo.


Entradas de varios cines del barrio de Tetuán. Imagen cedida por José Luis García Sallavera.

-.-.-

Hasta aquí el estudio realizado, ahora dejamos abiertas las puertas a nuestros lectores para que vayan añadiendo aquellos recuerdos que consideren oportunos.

Autor: Angel Caldito
En este blog también colaboran: Ricardo Márquez y José Manuel Seseña.

Fuentes:
Espasa Calpe
Urbanity
BNE
Blog ¿Donde están los cines de Madrid? – de David Sánchez
El blog de Tetuán – Por Bea Burgos

lunes, 17 de mayo de 2010

Las paradas de La Ciudad Lineal (IV) – Parada 10

Continuamos con nuestro recorrido por la Ciudad Lineal dejando atrás nuestros recuerdos y vivencias referentes a la parada 9. En esta ocasión nos vamos a adentrar en lo que se denominaba parada 10, para contemplar un tramo que comprende desde la calle Belisana hasta la calle Emilio Rubin, sin olvidarnos de los aledaños, tanto al margen derecho como al margen izquierdo del citado tramo.

Plano de situación de la parada 10.

Retomamos nuestro recorrido en la calle Arturo Soria y seguimos por la acera de los números pares, hay que destacar una colonia de viviendas que se construyó al amparo de la asociación del taxi, y que fue bautizada por COLONIA DE LOS TAXISTAS. Las casas todas iguales tipo chalet de dos plantas y garaje. Esta colonia comprende un perímetro que podemos contemplar entre las calles Arturo Soria, Matías Turrión, Asura, Santo Ángel y Antonio Cavero.

En la misma calle Arturo Soria, entre las calles de Santo Ángel y Matías Turrión, había uno de los bares mas conocidos de la zona, su nombre MARILIN, lo explotaba el matrimonio Sevilla. Este bar disponía de una sala-sótano que, según la ocasión, era “salón de TV”. Podías ver las retransmisiones de fútbol o toros por cinco pesetas (con derecho a una consumición) cuando los televisores todavía eran inasequibles para muchas familias. Cuando dejaron de serlo también cambió el uso del sótano y se convirtió en sala de billar. Había tres mesas de juego. El encargado era el señor Pepe y, que yo recuerde, no había otros billares en la zona, por lo que eran muy concurridos los sábados por la tarde–noche y los domingos era casi imposible coger una mesa. Fue el primer bar del barrio en tener una máquina de asar pollos.

En la calle Matías Turrión (como curiosidad diremos que Matías Turrión fue un importante bailarín de principios del siglo XX y formó parte de la junta directiva de la CMU de don Arturo Soria),
haremos mención en la acera de la izquierda de un recinto en el que había una vaquería, un taller que se dedicaba a la fabricación de muebles de chapa, (taquillas, armarios, papeleras,) su nombre comercial era ROSINO, y también una bolera.

La Ciudad Lineal y sus alrededores también han sido residencia habitual para muchas personas de la farándula, artistas, deportistas, etc., como ya reflejamos en el articulo dedicado al Cerro de la Cabaña , en el que tenían residencia artistas como Carmen Amaya o Gracia Imperio.

La Ciudad Lineal albergó entre estos personajes al conocidísimo matrimonio formado por Francisco Rabal y Asunción Balaguer, vecinos muchos años de esta privilegiada zona de Madrid. Paco y Asunción vivieron en la calle Matías Turrión nº 33, junto a lo que fue el cabaret-restaurante-piscina, VILLA ROSA (actualmente la Junta Municipal de Hortaleza). Se podrían contar muchas anécdotas vinculadas a las personas famosas que residían entre personas humildes, porque en aquellos años la diferencia entre la sociedad era mas acusada que ahora. Recuerdo que los chavales que por entonces teníamos entre 13–14 años subíamos en el verano desde el Cerro de la Cabaña para ver a Teresa Rabal y sus amigas (incluso a Asunción Balaguer) bañarse en la piscina del chalet.

La familia Rabal en su chalet, con Villa Rosa al fondo.

No podía dejar de reflejar en este recuerdo, el día que Francisco Rabal sufrió el tremendo accidente en la autopista de Barajas que casi le costó la vida. La noticia causó gran revuelo en general y en la Ciudad Lineal en particular. Francisco Rabal llevó de por vida en su rostro la prueba de aquel accidente.

Antes de adentrarnos en lo que podríamos denominar el núcleo central de este articulo, retornamos al principio, y en esta ocasión tomamos la calle Arturo Soria por la acera de los números impares.

En el tramo lineal que comprende desde la calle Arturo Baldasano hasta prácticamente la calle López de Hoyos, la calle de Las Cañas aun no existía, había un solo chalet. Estaba en el solar inmediato al que ocupa ahora la estación de Repsol. Después, la parte posterior de un vivero y el lugar por donde discurría el arroyo de las Cañas.

El núcleo central de la parada 10 lo vamos a limitar entre la calle López de Hoyos, desde el Sanatorio de la Paz hasta la glorieta de Pilar Miro y la de Arturo Soria, desde Matías Turrión hasta Emilio Rubín.

Este núcleo lo dividiremos así mismo en cuatro partes partiendo de un eje central, (López de Hoyos – Arturo Soria) Norte, Sur, Este, y Oeste respectivamente, con el fin de congregar y unificar los comentarios del relato.

Norte
Iniciamos el recorrido de este tramo por el lado derecho, justo la esquina donde estaba la parada de inicio de línea del autobús 9. En primer lugar está el sanatorio SAN MIGUEL. Seguido, y una vez cruzada la calle Navarro Amandi, en la misma esquina se encuentra el colegio RAMON Y CAJAL, y pegado a este el colegio del SANTISIMO SACRAMENTO. Entrando en la calle Navarro Amandi, se encuentra en la acera de la derecha la residencia SAN JUAN BAUTISTA, y en la acera de la izquierda el colegio MISIONERAS DEL SANTISIMO SACRAMENTO.

Casa situada en este tramo en los números impares, en la subida hacia la parada 11. Año 1923.

Retomamos el recorrido por el lado izquierdo, y haciendo chaflán con la calle Vicente Muzas, donde estaba la parada de taxis a un lado y la del 9, los que llegaban solo a Cibeles, al otro, se encontraba uno de los típicos cabaret de la zona, el MOROCCO. Era un establecimiento muy llamativo en cuanto a su forma, la entrada en forma de arco con un luminoso de neón en verde y un pequeño jardín de bienvenida hasta llegar a la puerta principal. Este cabaret se diferenciaba de los que existían por la zona por tratarse únicamente de sala de fiestas–restaurante, pues tanto Villa Rosa, como Samba, (a los que nos referiremos mas tarde), disponían además de piscina y jardín. En esta acera y hasta el final del tramo contemplado no había nada que resaltar.

En el centro de la calle, como a unos 30 metros del eje central, se encontraba uno de los clásicos kioscos-merenderos que se llamaba LA GOLONDRINA. Lo regentaba Arturo y era muy frecuentado por los conductores de los autobuses de la línea 9 que finalizaban en esta zona su recorrido, algunas veces hasta la hora de salida cuando llegaban con el horario adelantado. Era muy normal verlos echar una partida de dados antes de iniciar el trayecto.

Tranvías en el Kiosco Árabe, uno de los clásicos kioscos de la CMU de vigilancia que estaba situado muy cerca donde luego se instaló el kiosco de Arruza. Año 1914.

Seguimos la trayectoria hacia el norte por la zona central, y como a 100 metros se encontraba otro kiosco, este era además merendero pues disponía de terraza. Era conocido por el kiosco de Arruza, pues aunque el que lo regentaba se llamaba Ramón, Arruza era un apodo que le sobrevenía por ser seguidor de este torero. Era muy frecuente que la gente que procedía de las piscinas Stella y Carmen, se sentaran en la terraza a merendar.

Esto es lo que podemos recordar de este tramo refiriéndonos a los años 60.

Sur
En esta ocasión corresponde recordar el tramo sur, y lo iniciamos por el lado derecho. Existía una mantequería de nombre SANTOS, que era el del dueño. Era una tienda de ultramarinos a la antigua usanza como las que existían en todos los barrios. Quizás por encontrarse en este enclave tan peculiar, era mas conocida que por tener algún tipo de género en especial.

Después de Santos se encontraba un peculiar bar, de nombre JACINTO, nombre que le venia, como en el caso de Santos, del propio dueño. Tenia ese aire de taberna de barrio en la que gustaba tomar un vino, un vermut o una cerveza. Con una terraza–jardín en el solar inmediato pero por debajo del nivel de la calle. Se accedía por unas escaleras desde la propia calle Arturo Soria y era costumbre, sobre todo en el buen tiempo, reunirse para echar una partida de mus a la sombra de la parra; o, por qué no, una partida a la rana.

En el lado izquierdo había una mantequería, y a continuación un taller que se dedicaba a la reparación, venta y alquiler de bicicletas. Después una ferretería–droguería, donde se podía encontrar de todo como en botica (como vulgarmente se dice); y por ultimo otro emblemático bar, LA TIERRUCA. Si decíamos de Jacinto que era un bar peculiar, la Tierruca se podía distinguir por su ambiente continuo, quizá era el que mas raciones o tapas ofrecía a la clientela. El local se ampliaba hacia Matías Turrión a través de un patio en cuyo fondo había un salón cubierto. La parte delantera -el patio en si mismo- tenía un atractivo añadido: comunicaba directamente con la heladería-pastelería de HORTENSIA, que hacia esquina a aquella calle. Hortensia despachaba y así llamábamos a la pastelería, que no recuerdo que tuviera nombre pero sí que sus milhojas eran las mejores. Tiempo después, todavía con ella al frente, se llamó SAUL.

La primera puerta de la derecha, con rótulo, era la pastelería de Hortensia. A continuación se ve el bar La Tierruca. A su altura, en la acera de la izquierda se ve el bar Jacinto, seguido las puertas de la tienda de ultramarinos de Santos haciendo esquina con López de Hoyos. Año 1973, recién terminada la reforma de la calle Arturo Soria.

No podemos olvidar los dos kioscos que embellecían la zona central de este tramo. Se encontraban como comentamos referente a la Golondrina , a unos 30 m del eje central, uno frente al otro y en los dos casos el tranvía rozaba a su paso por el lado derecho los kioscos. El del lado derecho era un kiosco-merendero especializado en gallinejas y entresijos. Había mucha gente adicta a su consumo, bien en bocadillo o en raciones acompañada con una cebolleta. A los que nos gustaban nos conformábamos con el olor que desprendía en la zona. El del lado izquierdo era el kiosco de la FELISA , una mujer extrovertida y madridista a jornada completa. Durante un tiempo corrió por el kiosco un perro pequeño, lanudo y blanco –naturalmente- al que llamaba Molowny. Junto a este kiosco, separado por apenas unos metros, había otro que era un despacho de pan al cuidado de SOLE, que luego pondría una frutería en El Cerro, en la calle Celeste.

Al lado de aquellos y junto a la parada del tranvía estaba el pequeño kiosco del señor NAZARIO. Vendía diarios y tebeos. Cuando reformaron la calle el kiosco se trasladó delante del cine Ciudad Lineal, donde siguió atendido por sus descendientes. Cruzando la calzada, al lado de la parada inicial del 9, había otro pequeño kiosco -este de chucherías- junto al que solían haber un par de botijos de los que podías beber al precio de “la voluntad”.

Este
El tramo este es quizá el menos significativo, no por su importancia en cuanto a calidad, pero sí en cuanto a cantidad. Seguramente este tramo por ser vía de salida era menos frecuentado si nos referimos al aspecto popular, que el que se podría mover por el cogollo central.

Iniciamos el relato por el lado derecho. Había unas cuantas tiendas a la entrada de la calle, una carnicería, el propietario era SEVILLA dueño también del bar Marilín como ya relatamos anteriormente. Seguido había una frutería, después una pescadería y a continuación una farmacia. También se ubicaba un taller que se dedicaba al pulido y niquelado, no tenía vista desde el exterior pues había que bajar por una especie de rampa que hacia el terreno para llegar propiamente a dicho taller.

El primer colegio Ramón y Cajal, que estaba en un chalet de lujo de la CMU en la calle López de Hoyos, 370. El edificio todavía existe (Fuente: Migueli).

En este mismo lado de la calle, y ocupando los terrenos que limitan las calles, López de Hoyos, Carretera de Canillas, Santo Ángel, y Zacarías Homs, se encontraba uno de los mas destacados y elegantes cabarets de Madrid, VILLA ROSA. Este era además restaurante y piscina de uso privado. A diferencia de otros cabarets que se encontraban en la zona, Villa Rosa se distinguía por los enormes jardines de que disponía. En la temporada de verano tanto el servicio de restaurante, como el de baile, se celebraba en sus estupendos jardines y tenia fama, además de por su elegancia, por la clase de personas que lo frecuentaba.

Anuncio de Villa Rosa. Año 1960.

En el lado izquierdo, pasada la finca que corresponde al sanatorio San Miguel, se encuentra el colegio de huérfanos LA INMACULADA. Este colegio es únicamente masculino.

Anuncio de Villa Rosa. Año 1954. Diario ABC.

Siguiendo por este lado y ya finalizando el tramo contemplado, se encontraba el vivero BOURGUIGNON. Era un gran vivero (actualmente reducido en su capacidad), que ocupaba la manzana de las calles López de Hoyos, Juan Sánchez Ron, y Montearagón, por donde tenia también acceso.


Recortes de prensa de Villa Rosa. Cedidos por Alfredo.

Oeste
Este recorrido la haremos en sentido inverso, es decir, hacía la calle Arturo Soria. Si en el relato referente al tramo este decíamos que era el menos significativo en cuanto a cantidad y que por definirlo de alguna manera era vía de salida, este tramo podríamos definirlo sin miedo a errar como vía de entrada; y si bien actualmente es el que mas actividad comercial presenta, allá por el año 60 era la viva imagen de un tramo de calle vecinal.

En la parte derecha hasta mediada la calle, eran casitas bajas con un poquito de jardín, posteriormente había una vaquería que también despachaba al publico, se llamaba LAS AZULES. Unas casitas mas y estaba la peluquería de caballeros conocida por el nombre del propietario, PABLO. Era una peluquería familiar, de barrio. Pablo conocía el nombre de sus clientes, y estos últimos se conocían entre sí.

No hacía mucho tiempo que el autobús 9 había alargado la línea hasta Arturo Soria y, desde entonces, la parada final del trayecto quedó en López de Hoyos, en la acera de los pares, un poco antes del cruce con Arturo Soria, justo delante de la mercería de ANITA, al lado de una puerta grande que llevaba a un patio donde había una carbonería y una vivienda donde también ponían inyecciones.

La mercería era un local pequeño, donde además de las mercancías propias del negocio también habían libretas, lápices, etc; donde también, según se indicaba en el escaparate, se cogían puntos a las medias.

A continuación de la mercería estaba la entrada a un patio y después la pescadería de Claudio, que recuerdo como un local grande, con dos puertas frontales. Había un mostrador grande que cubría el frente y los laterales y era inclinado. También despachaba la mujer de Claudio y, tiempo después, su hijo.

Junto a la puerta más cercana al cruce solía ponerse un hombre, ciego, que vendía cupones de la ONCE. Los llevaba en unas largas tiras, sujetas en las solapas con imperdibles y voceaba "los iguales para hoy". Por la tarde, al acabar la jornada, pregunta en voz alta "¿Va alguien para la calle de la Liebre o el Camino de la Cuerda?"

Después de la pescadería estaba la frutería de Fermín, en la esquina de Arturo Soria con López de Hoyos, haciendo chaflán. Para acceder al negocio había que subir unos escalones que servían también para poner algunas cajas de fruta. A Fermín le acompañaba su mujer y, en ocasiones, su sobrino Braulio que les echaba una mano. Era el mayor de los hermanos Santana, que vivían en El Ventorro.

Eran todos establecimientos de total garantía, pues existía entre los comerciantes y la clientela algo mas que la clásica relación comercial.

En la parte de la izquierda había un taller de reparación de radios y una farmacia, y con entrada por la calle Posterior Occidental un taller de cerrajería; seguidamente, y hasta llegar a la explanada en la que se construyó un edificio que albergó un cine y un club en sus bajos, únicamente había viviendas.

La última de aquellas era una de las clásicas de la Ciudad Lineal: de ladrillo, planta y piso, rodeada de un jardín con árboles y cerrada por una valla también de ladrillo hasta media altura, y luego una verja con enredadera que casi no deja ver el interior. Era dentro de la gama de la CMU de las casas más grandes. En la finca hay dos casitas que casi seguro eran para los guardas y personal de servicio. En los años sesenta vivía una familia de origen alemán, industriales del sector farmacéutico, que tenía una impresionante colección de trenes de modelismo.

Toma aérea actual. En el centro podemos ver la casa de la CMU descrita. La Esquina redondeada es el cine Ciudad Lineal. En el edificio que hace esquina con Vicente Muzas y Arturo Soria se encontraba Morocco. Fuente foto: Bing.

A continuación había un solar (donde después se construyó el cine Ciudad Lineal) que se aprovechaba para jugar al fútbol en partidillos improvisados por los chicos de la zona y a los que se podía sumar casi cualquiera que pasase por allí .Una portería -un par de montones de piedra- contra la pared de aquella ultima casa; la otra, al borde de la calzada de Arturo Soria y perpendicular a la parada del tranvía dirección Ventas.

A veces se produce un pequeño sobresalto cuando la pelota cruza la calzada y llega hasta alguna terraza. Otras veces es un auténtico alboroto, con los clientes de aquellas puestos en pie y jaleando, porque el Torero, un vecino del Cerro, se ha sacado la americana y está dando capotazos a todo lo que pasa por allí, incluido el tranvía. La fiesta acaba cuando el municipal que controla el cruce –y que ya conoce a nuestro vecino- para el tráfico y le acompaña a la acera.

A finales de 1960 se levantó el cine y el club CIUDAD LINEAL en el solar. El cine disponía de una zona denominada butacas de patio y otra denominada entresuelo, esta última con entradas mas económicas por encontrarse en una zona mas alta y alejada de la pantalla. Cambiaban la programación semanal y el programa era de dos películas y el nodo, siendo los pases habitualmente tres.

Interior del Cine Ciudad Lineal. La puerta de la izquierda daba al patio de butacas, a la derecha estaban las escaleras que bajaban a los aseos y de frente la escalera de la planta alta. Había otra escalera directa según se entraba que daba también acceso a la planta alta. Año 1960, recién inaugurado. Foto diario ABC.

En los bajos del cine se encontraba el club. Era un local en forma de herradura alargada y la estructura estaba compuesta de dos plantas. La planta superior con dos pasillos semicirculares a ambos lados y con barandilla a la planta inferior, tanto a derechas como a izquierdas de estos pasillos estaba destinada a alojar mesas. Al final del pasillo derecho estaban los servicios y al final del pasillo izquierdo se encontraba la barra del bar. La misma estructura superior era la inferior, mesas a derecha e izquierda en todo el recorrido del pasillo que bordeaba la pista, en la parte central anterior existían otros servicios y en la parte central posterior el escenario que se encontraba como a un metro del nivel del suelo. El habitáculo central era la pista de baile se encontraba como a unos 40 centímetros por debajo del nivel del suelo. El baile era ambientado por orquesta. Solían actuar dos orquestas o grupos por jornada y el ambiente del que se disfrutaba era cordial, siendo las personas que lo frecuentaban de edades comprendidas entre 18–25 años.

Hasta aquí, lo que nuestra memoria nos ha permitido recordar de esta singular travesía hecha por la parada 10.

Con esta foto de 1903, en el que vemos un tranvía de sangre bajar desde la parada 11 junto al kiosco Árabe, nos despedimos hasta la próxima.

Añadido el 16 de Enero de 2012.


Villa Oterita estaba en la esquina de López de Hoyos con Arturo Soria, en el actual 200 de esta última. Se corresponde con el modelo número cinco de las casas construidas por la CMU.  La casa fue levantada en 1909 y era propiedad de “La Bella Oterita” (Eulalia Franco), pareja de Matías Turrión –más detalles en comentarios-.


La importancia del cruce hizo que la Dirección General de Ferrocarriles obligara a la CMU a poner el único paso a nivel que existió en toda la línea del tranvía de la Ciudad Lineal. Para ello se construyó el kiosco el Fortín, que se encontraba frente al número 202 actual de Arturo Soria (a la altura del cine Ciudad Lineal). En los últimos años del tranvía todavía había en su lugar un kiosco de tranvías, cuadrado, pequeño y pintado de verde, junto a una fuente.


El kiosco fue construido en 1904 y el nombre se lo pusieron en honor a los numerosos militares que apoyaban el proyecto de la Ciudad Lineal.


En mayo de 1907 fueron rellenados a toda prisa los barrancos que había en el cruce de “la calle Principal y la carretera de Hortaleza”. Pretendían dar el ancho suficiente para el vehículo de su Majestad la Reina que iba a pasar por aquella parte de la Ciudad Lineal. Lamentablemente unas fuertes lluvias echaron a perder el trabajo y la visita regia tuvo que ser pospuesta unas semanas.

La prueba del gran desnivel que existía en la zona era la terraza del Bar Jacinto, que podemos ver en la foto precedente.



Tres estupendas fotos de la familia de Leonor Arduña. Kiosco que estaba en la calle Arturo Soria esquina con la esquina de Navarro Amandi. Agradecimientos por la cesión de las fotos  a la familia Leonor Arduña y a Carlos Rodríguez Zapata.


Añadido el día 14 de febrero de 2015

Ayer día 13 ha sido desahuciado el restaurante Penmarric

Como reconocimiento a los viejos comercios de la Ciudad Lineal y al trueque de edificaciones bajas por bloques en altura que poco a poco van desdibujando el sueño de don Arturo Soria, ofrecemos unas imágenes de lo que fue La Tierruca, y después el Penmarric.

Foto de principios de los años cincuenta, cuando La Tierruca tenía la terraza en el centro de la calzada de la calle Arturo Soria. Entones llevaba muy pocos años abierto el negocio. Foto: José Luis López Ayala.

El cruce de López de Hoyos con Arturo Soria, siempre un lugar transitado. Detrás del tranvía vemos la ferretería y La Tierruca.

Ayer se procedió al desalojo. Foto: Sandra Blanco.

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Autores: Pedro Gómez y Jesús Sastre.
En este blog tambíén colaboran: Ángel Caldito, José Manuel Seseña y Ricardo Márquez.

Paradas anteriores:
Parada 9
Parada 8
Parada 7

Fuentes utilizadas:
Web del Ayuntamiento de Madrid.
Web de Bing.
Hemeroteca ABC.
Biblioteca Nacional de España.
Revista de la Villa, Ayuntamiento de Madrid.

martes, 11 de mayo de 2010

Las Casas Regionales

El grupo de la Asociación Extremeña Virgen de Guadalupe disponiéndose a cantar una misa extremeña

Estamos viviendo en la actualidad un resurgimiento de este concepto con la diferencia de que las nuevas que se están creando lo son por los numerosos inmigrantes venidos de todo el mundo a fin de no perder sus raíces haciendo de Madrid una ciudad cada vez mas cosmopolita. Hemos tenido conocimiento de la apertura de la Casa Árabe, del Brasil, Ecuador, Paraguay, etc.

Pero el objetivo de este trabajo no es hablar de estas foráneas sino de aquellas casas regionales que son la representación de todos los rincones de España, gran parte de ellas con muchos años de existencia, algunas centenarias, durante los cuales han estado haciendo “patria” de su patria chica dando a conocer su cultura y sus costumbres a los madrileños de la capital y de las poblaciones del área metropolitana donde sus asociados establecieron la nueva residencia. Madrid siempre acogió a este flujo de personas que venían en busca de nuevas oportunidades sin distingos de procedencias, integrándolos como unos madrileños mas sin que por ello tuvieran que perder sus señas de identidad, algo que es motivo de diferencia con otros lugares.

La presencia de casas regionales no es exclusiva de Madrid pues existen en mayor o menor medida en todas las Comunidades Autónomas y así encontramos representación de Madrid en muchas de ellas e incluso allende de nuestras fronteras.

Centro Segoviano – Año 1935

El origen de la casas regionales hay que buscarlo en una época en la que salir de la tierra que le vio a uno nacer era después complicado volver por las deficientes comunicaciones que imposibilitaban el viaje, dejándolo en el mejor de los casos para el periodo vacacional y no siempre (1). Estos recintos eran al principio algo elitistas porque muchos de los emigrados no podían permitirse el lujo de pagar la cuota ni disponían de tiempo para dedicarse a actividades lúdicas, estando formado el cuerpo social principalmente por personas residentes en Madrid con intereses económicos en su lugar de origen, por universitarios que venían a estudiar la carrera y que en su casa les podían costear todo lo que ello acarreaba, etc., pero también los había, los menos, que con gran esfuerzo económico se hacían socios para “matar el gusanillo”, tratando de suplir la añoranza de estar lejos al desconocer cuando iban a poder regresar aún a sabiendas de que solo sería por unos días.

Coros Charros – Año 1935

El desarrollo fuerte de las casas regionales llegó con el sistema actual de libertad de asociacionismo. Ello al principio atrajo a numerosos personajillos que querían iniciarse en política utilizando el trampolín que le brindaba la asociación para conseguir sus propios e interesados fines. Afortunadamente para el futuro de la casa cuando vieron que no era el lugar adecuado para sus objetivos, quedaron despolitizadas al marcharse de ellas y dejando que germinase el grano, es decir, los socios de verdad que para lo único que estaban allí era para engrandecer su tierra, que no es poco, aportando desinteresadamente, trabajo, esfuerzos, desvelos y tiempo, involucrando en esta tarea a la esposa y los hijos.

En Madrid y Comunidad están representadas todas las Comunidades Autónomas y el nombre que adoptan es de lo mas variado: Agrupación, Asociación, Casa, Centro, Círculo, Peña, etc., siendo el de Casa el mas utilizado. Algunas están fundadas en base a una provincia o pueblo aunque no descartan la cordial relación con las que se centran en toda una comunidad, otras vuelcan su actividad en aspectos concretos como poesía, folklore, religiosidad, etc. Además existen varías federaciones que acogen a las de cualquier lugar o solo a las de una misma autonomía.

Las actividades externas que realizan son de las mas diversas y buscan la participación de su cultura en el lugar de residencia. Quizá la mas importante sea la de promoción de folklore, un capítulo importante en la economía de las casas al tener que pagar un profesor y en la de los que actúan pues se tienen que costear los instrumentos y sus caros y ricos trajes. Frecuentemente, casi siempre por las fiestas de San Isidro, se instala un escenario en la Plaza Mayor donde podemos deleitarnos con una muestra de los diferentes bailes regionales de España.

Lar Gallego – Año 1931

Otras actividades comunes en todas ellas de cara a la proyección exterior son conferencias, excursiones promocionando su lugar, presentación de libros, semanas culturales, poesía, y ya en plan multitudinario romerías, matanzas, certámenes, actuaciones teatrales, corales, venta de productos de la tierra, e incluso caseta de ferias donde se degusta lo típico de su zona, etc.

Respecto a las actividades internas, pensadas únicamente por y para los socios tenemos los juegos de mesa, bailes de salón, costura, manualidades, aprendizaje de su folklore, cursos de sevillanas, etc.

Los locales son de lo mas variopinto, unos son un pequeño espacio y otros grandes inmuebles pero en todos ellos lo que prima es la voluntad de promoción regional. Dentro de ellos las dependencias están en función del tamaño del local, existiendo en todos ellos salón con barra donde los socios charlan animadamente y biblioteca con publicaciones varias pero muy especialmente las que tienen relación con su ámbito territorial. Aquellas mas grandes tienen la posibilidad de instalar restaurante que en su variada carta incluye también algunos platos típicos.

Las obligaciones legales penalizan cada vez mas los trabajos administrativos de los directivos para poder estar en regla de cara a los Ayuntamientos donde radican, cada vez mas exigentes en la documentación, y también de cara a los socios a los que hay que rendir cuentas cada año; en definitiva ha aumentado el papeleo en todas sus vertientes.

Las casas regionales se financian con las cuotas de los socios, por un alquiler por la explotación de la barra del bar (restaurante las que lo poseen), y por el beneficio que puedan producir las actividades de excursiones, rifas, casetas o actuaciones. Un capítulo importante son en algunos casos las subvenciones que reciben, pero esto es de lo mas dispar pues mientras algunos Ayuntamientos aportan estas ayudas con facilidad documental por la colaboración y participación en sus fiestas locales tales como cabalgatas, migas populares, desfiles de carnaval, etc, otros en cambio son bastante difíciles por la enorme cantidad de papeles que piden, quizá con el fin de que la burocracia les haga desistir. En igual caso están las Comunidades Autónomas, unas son espléndidas y otras rácanas. De todas formas estas asociaciones precisan un apoyo económico externo, insuficiente con las cuotas sociales, por la gran labor altruista que realizan en promoción de su región y para hacer frente a los gastos estructurales como alquiler, luz, limpieza, material de oficina, gastos de correo (2), etc.

Liceo Andaluz – Año 1935

El futuro a largo plazo de estas asociaciones es incierto pues la edad media de su cuerpo social es alta y sus hijos al hacerse mayores se desentienden de ellas porque, no lo olvidemos, son nacidos en Madrid y no les “tira” la tierra de sus padres como para dedicarle tiempo y dinero. Por otra parte, como pasa en la mayor parte de las asociaciones sin ánimo de lucro o interés político, las personas de la directiva siempre son las mismas porque no existe relevo generacional y a lo sumo, utilizando un símil agrícola, quedan en barbecho en una legislatura pero vuelven a la siguiente porque el corazón les puede cuando algún puesto se va a quedar sin cubrir por falta de compromiso de los demás.

Epílogo
Con este trabajo hemos querido romper una lanza a favor de las casas regionales que tanto hacen por la promoción de la cultura de cada rincón de España. Cuando veamos una actuación de su grupo o desarrollando cualquier otra actividad, respetémosla porque debemos de saber que hay detrás mucho trabajo desinteresado y no pensemos de forma simplista que es “algo folklórico”. Muchos se consideran orgullosos de poder tirar de este “carro”.


Agradecimiento
A la Asociación Extremeña Virgen de Guadalupe, Paseo de Lanceros 2, 28024 Madrid, por la cesión de la foto que ilustra este reportaje.

Autor: José Manuel Seseña
En este blog también colaboran: Ángel Caldito y Ricardo Márquez

Notas:
(1) Algunas casas regionales son muy antiguas, siendo la decana el Centro Asturiano de Madrid (1881).
(2) Es un gasto importante y que tiene un gran significado pues es el vehículo de comunicación con los socios que por distancia de la casa regional no acuden con asiduidad y así de esta forma pueden estar informados de las actividades que se programan y que son una de sus razones de ser. La junta directiva se considera gratificada, y lo considera un éxito, al ver que los esfuerzos de organización que llevó a cabo han sido coronados por la asistencia.

lunes, 3 de mayo de 2010

El tranvía de la Paloma (III)

Tranvía de la serie “quinientos” subiendo de Peña Grande. Colección César Mohedas

Inicio en la E.M.T.
El 1 de Enero de 1.952 se crean siete líneas en la red de la C.M.U. con dos particularidades, una que las llegan a Cuatro Caminos entran dentro de la glorieta a partir de este momento en lugar de quedar en Bravo Murillo y otra que se establecen puntos de inicio diferentes a los clásicos de Ventas y Cuatro Caminos. En lo que respecta a la línea La Paloma-Peña Grande, las nuevas líneas son:

3 CUATRO CAMINOS-PEÑA GRANDE con tarifas
Cuatro Caminos-Colegio de la Paloma . 0,40 Pts.
Colegio de la Paloma-Peña Grande . . 0,40 Pts. y
11 QUEVEDO-COLEGIO DE LA PALOMA[1] con tarifas:
Cualquier distancia: Ordinaria 0,40 Pts.; Ida y vuelta 0,50 Pts.

El material que se utiliza en las siete líneas es totalmente de la E.M.T., compuesto por treinta coches que se detraen del resto de su red, serie “quinientos”. Los primeros días de explotación presentan ciertas anormalidades por el mal estado de la vía y demás instalaciones dando lugar a algunas interrupciones del servicio. Una de las primeras modificaciones que se acometen es la simplificación de vías en Bravo Murillo en el inicio de las líneas de la C.M.U. permitiendo el acceso a las cocheras de la E.M.T. de Cuatro Caminos.

Explotación por la E.M.T.
En 1.953, a fin de aumentar la frecuencia de paso de la línea 3 Cuatro Caminos-Peña Grande, se instalan dos apartaderos intermedios entre La Paloma y Peña Grande en este largo tramo de vía única y así puedan establecerse cruces de tranvías. El servicio se presta con cuatro tranvías de la serie “quinientos”, que son abiertos y reversibles.

El 25 de Agosto de 1.957 la línea 11 Quevedo-Colegio de la Paloma modifica el inicio de Quevedo estableciéndolo en Feijoo casi esquina con Bravo Murillo con el fin de descongestionar la glorieta.

Vista aérea de la Institución, posterior a 1.957, pues se aprecia en el ángulo inferior derecho que la continuación a Peña Grande es doble vía. Foto facilitada por el Colegio.

Durante 1.957 se duplica por fases la vía hasta Peña Grande, primero entre María Auxiliadora y el apartadero de La Paloma, después entre La Paloma y el apartadero de Las Suertes que incluye una vía circular[2] en el final de Francos Rodríguez adonde se traslada el término de la línea 11 Quevedo-Colegio de la Paloma, y finalmente entre Las Suertes y Peña Grande concluida el 19 de Diciembre. El número de tranvías asignados a la línea 3 Cuatro Caminos-Peña Grande aumenta a 13. En la línea 11 Quevedo-Colegio de la Paloma el material en servicio es sustituido por los “unificados” , que son cerrados y no reversibles.

Vista aérea de la Institución, posterior a 1.957, pues se ya está instalada la raqueta del Colegio de la Paloma como podemos ver en el centro de la parte inferior. Foto facilitada por el Colegio.

El 16 de Diciembre de 1.961 se instala una vía circular en el final de Peña Grande, cruce de Joaquín Lorenzo con Islas Aleutianas, y con ello desaparece en Madrid una de las ultimas maniobras en las que el cobrador hacía el cambio de trole en los puntos terminales de las líneas. El servicio de la línea 3 Cuatro Caminos-Peña Grande pasa a ser con tranvías “unificados”.

El 31 de Agosto de 1.963 la línea 11 Quevedo-Colegio de la Paloma vuelve a hacer el recorrido en ambos sentidos por Bravo Murillo entre Quevedo y Cuatro Caminos con el objetivo de ir reduciendo las cada vez menos vías en servicio.

Tranvía “unificado” embestido por una camioneta de trapero a causa de avería en los frenos. La imagen está tomada desde un lateral de la Institución. Foto Nurmay. Colección Carlos López Bustos.

A mediados de 1.964 la línea 11 Quevedo-Colegio de la Paloma experimenta una mejora sustancial en el material que circula por ella al realizarse íntegramente por “PCC’s” que han quedando sobrantes de líneas clausuradas.

Tranvía “PCC” en Francos Rodríguez en el cruce de Jerónima Llorente. Colección Manuel Cayola.

A lo largo del mes de Agosto de 1.965 se asigna la decena setenta a las nueve líneas de tranvías que han logrado sobrevivir a la decisión de erradicar este medio de transporte de las calles madrileñas. La línea 3 Cuatro Caminos-Peña Grande pasa a ser 73 el 8 de Agosto y la línea 11 Quevedo-Colegio de la Paloma pasa a ser 76 el 15 de Agosto.

Las tarifas en este periodo 1.952-1.965 han sido modificadas en cuatro ocasiones, la última el 3 de Mayo de 1.964 en que cualquier distancia en ambas líneas cuesta 1,50 Pts.

Ocaso
La escasez de líneas en funcionamiento en Agosto de 1.965 cuando se produce la renumeración de líneas permite que todas ellas puedan estar servidas por material “PCC”, medida de la que resulta beneficiada desde el primer día la línea 73 Cuatro Caminos-Peña Grande.

Nuevo inicio de la línea de tranvía que da servicio a La Paloma, en Francos Rodríguez esquina a Bravo Murillo. Foto Santos Yubero. Archivo Comunidad de Madrid

El 27 de Agosto de 1.967 comienza el principio del fin. Este día se suprime la circulación tranviaria entre Quevedo y Estrecho desapareciendo la línea 76 Quevedo-Colegio de la Paloma, siendo preciso para poder retornar los tranvías en Estrecho reformar todo el entorno de la zona suprimiendo vías e instalando nuevas. La supresión consiste en la vía de bajada en Francos Rodríguez entre Villamil y Bravo Murillo trasladando la circulación tranviaria a la que antes era de subida, instalación de vía por Lope de Haro y Covadonga[3] entre Bravo Murillo y Francos Rodríguez que es la última calle de Madrid a la que se le coloca, cambio en la circulación automovilística en Francos Rodríguez que pasa a ser únicamente en sentido Bravo Murillo desde Villamil, instalación de un pequeño anden sobre la vía suprimida en Francos Rodríguez esquina a Bravo Murillo para espera de los viajeros sin tener que acceder desde la calzada ya que los tranvías no tienen puertas hacia el lado de la acera. Tras estos cambios la línea 73 pasa a ser Estrecho-Peña Grande compartiendo inicio con la 78 a Fuencarral.

Tranvía de la línea 73 camino de Peña Grande saliendo de Covadonga antes de ser absorbida por Lope de Haro. Foto Santos Yubero. Archivo Comunidad de Madrid.

La relación Ayuntamiento-tranvias nunca fue buena, ni en la época en que eran empresas independientes ni ahora que era empresa municipal pues siempre se les vio como un estorbo y como muestra lo que ocurrió al clausurar el tramo de Quevedo-Cuatro Caminos-Estrecho pues al acabar los tranvías el servicio el 26 de Agosto, último día, encerraron, como siempre, en las cocheras de Cuatro Caminos, pero la falta de coordinación y las prisas por hacer desaparecer los vestigios de los tranvías llevó a asfaltar inmediatamente el tramo suprimido sin percatarse de que antes había que evacuar el material allí estacionado. El desalojo tuvo que hacerse por otros medios.

Operación asfalto” de Bravo Murillo y los tranvías dentro... Colección César Mohedas.

En 1.967, la vía circular de la Paloma, situada junto al inicio de la bajada de la carretera de la Dehesa de la Villa, tras perder su utilidad inicial por la supresión de la línea 76 Quevedo-Colegio de la Paloma es modificada para hacer pasar por ella a los tranvías de la línea 73 procedentes de Peña Grande con destino Cuatro Caminos en lugar de ir directamente a Francos Rodríguez, con el fin de que los viajeros accedan tranquilamente en el tranvía en lugar de hacerlo desde la calzada.

Todo en la vida tiene un principio y un final, y el punto final al tranvía a La Paloma le llegó el 26 de Abril de 1.971 cuando fue suprimida y sustituida la línea 76 Estrecho-Peña Grande por la 64 de autobuses Cuatro Caminos-Peña Grande con recorrido similar, quedándose a escasos días de llegar a las celebraciones del centenario de los tranvías de Madrid. Estaba decidida la desaparición de los tranvías en Madrid siendo solo cuestión de tiempo, y en el caso de la línea 73 Estrecho-Peña Grande podía haber esperado a coincidir con la de la línea 78 que en esta última etapa compartió historia y punto de origen, pero “corría prisa” urbanizar el trazado para realizar la calle de Antonio Machado, coincidente casi toda ella con él [4].

Las tarifas en las líneas de tranvías han experimentado dos modificaciones desde 1.965 a 1.971, pasando de las 1,50 pts. inicial a las 3 pts. finales. Después de la supresión de la línea 73 hubo otra subida mas en las líneas supervivientes.

El recorrido La Paloma-Peña Grande, hasta el último día de funcionamiento, se desarrolló por un entorno rural en progresivo decremento y por ello finalizaremos la historia del tranvía con un hecho acontecido en los años cincuenta cuando un tranvía atropelló en este tramo a un rebaño de ovejas. En el superurbanizado Madrid de hoy nos resulta sorprendente que haya habido una colisión de este tipo.

Incidencia denominada “doble cambio”. El bogie delantero del PCC de la línea 73 tomó la vía de Peña Grande y el bogie trasero la vía de Fuencarral. Foto Santos Yubero. Archivo Comunidad de Madrid.


Epílogo
Los que hacemos el blog Historias Matritenses queremos felicitar a la Institución Virgen de la Paloma por su centenario, porque cien años no se cumplen todos los días ni tampoco es fácil que las entidades puedan mantener sus actividades y objetivos durante tanto tiempo.

La mayor parte del trabajo que ahora concluye sobre el tranvía de La Paloma ha sido extraído del archivo de D. Carlos López Bustos (q.e.p.d.), persona dedicó toda su vida al estudio de este medio de transporte publicando numerosos artículos en revistas especializadas, autor del libro “Tranvías de Madrid” con varias ediciones, y que me honró con su amistad.

También queremos agradecer la colaboración de nuestros amigos César Mohedas y Manuel Cayola, al primero por la cesión de fotos de su colección y al segundo por la búsqueda de fotos en diversos archivos para la elaboración de este tema.
-.-.-

Autor: José Manuel Seseña
En este blog también colaboran: Ángel Caldito y Ricardo Márquez.

Notas:
[1] Se establece yendo y viniendo por Bravo Murillo entre Cuatro Caminos y Quevedo pero dos días después cambia en el sentido Quevedo al desviarlo por Santa Engracia y Eloy Gonzalo.
[2] Raqueta en términos técnicos.
[3] Calle absorbida por Lope de Haro en 1.998.
[4] La línea 78 le sobrevivió un año mas a la 73 Estrecho-Peña Grande pero tampoco llegó, por muy poco, al final de los tranvías de Madrid.