El grupo de la Asociación Extremeña Virgen de Guadalupe disponiéndose a cantar una misa extremeña
Estamos viviendo en la actualidad un resurgimiento de este concepto con la diferencia de que las nuevas que se están creando lo son por los numerosos inmigrantes venidos de todo el mundo a fin de no perder sus raíces haciendo de Madrid una ciudad cada vez mas cosmopolita. Hemos tenido conocimiento de la apertura de la Casa Árabe, del Brasil, Ecuador, Paraguay, etc.
Pero el objetivo de este trabajo no es hablar de estas foráneas sino de aquellas casas regionales que son la representación de todos los rincones de España, gran parte de ellas con muchos años de existencia, algunas centenarias, durante los cuales han estado haciendo “patria” de su patria chica dando a conocer su cultura y sus costumbres a los madrileños de la capital y de las poblaciones del área metropolitana donde sus asociados establecieron la nueva residencia. Madrid siempre acogió a este flujo de personas que venían en busca de nuevas oportunidades sin distingos de procedencias, integrándolos como unos madrileños mas sin que por ello tuvieran que perder sus señas de identidad, algo que es motivo de diferencia con otros lugares.
La presencia de casas regionales no es exclusiva de Madrid pues existen en mayor o menor medida en todas las Comunidades Autónomas y así encontramos representación de Madrid en muchas de ellas e incluso allende de nuestras fronteras.
Centro Segoviano – Año 1935
El origen de la casas regionales hay que buscarlo en una época en la que salir de la tierra que le vio a uno nacer era después complicado volver por las deficientes comunicaciones que imposibilitaban el viaje, dejándolo en el mejor de los casos para el periodo vacacional y no siempre (1). Estos recintos eran al principio algo elitistas porque muchos de los emigrados no podían permitirse el lujo de pagar la cuota ni disponían de tiempo para dedicarse a actividades lúdicas, estando formado el cuerpo social principalmente por personas residentes en Madrid con intereses económicos en su lugar de origen, por universitarios que venían a estudiar la carrera y que en su casa les podían costear todo lo que ello acarreaba, etc., pero también los había, los menos, que con gran esfuerzo económico se hacían socios para “matar el gusanillo”, tratando de suplir la añoranza de estar lejos al desconocer cuando iban a poder regresar aún a sabiendas de que solo sería por unos días.
Coros Charros – Año 1935
El desarrollo fuerte de las casas regionales llegó con el sistema actual de libertad de asociacionismo. Ello al principio atrajo a numerosos personajillos que querían iniciarse en política utilizando el trampolín que le brindaba la asociación para conseguir sus propios e interesados fines. Afortunadamente para el futuro de la casa cuando vieron que no era el lugar adecuado para sus objetivos, quedaron despolitizadas al marcharse de ellas y dejando que germinase el grano, es decir, los socios de verdad que para lo único que estaban allí era para engrandecer su tierra, que no es poco, aportando desinteresadamente, trabajo, esfuerzos, desvelos y tiempo, involucrando en esta tarea a la esposa y los hijos.
En Madrid y Comunidad están representadas todas las Comunidades Autónomas y el nombre que adoptan es de lo mas variado: Agrupación, Asociación, Casa, Centro, Círculo, Peña, etc., siendo el de Casa el mas utilizado. Algunas están fundadas en base a una provincia o pueblo aunque no descartan la cordial relación con las que se centran en toda una comunidad, otras vuelcan su actividad en aspectos concretos como poesía, folklore, religiosidad, etc. Además existen varías federaciones que acogen a las de cualquier lugar o solo a las de una misma autonomía.
Las actividades externas que realizan son de las mas diversas y buscan la participación de su cultura en el lugar de residencia. Quizá la mas importante sea la de promoción de folklore, un capítulo importante en la economía de las casas al tener que pagar un profesor y en la de los que actúan pues se tienen que costear los instrumentos y sus caros y ricos trajes. Frecuentemente, casi siempre por las fiestas de San Isidro, se instala un escenario en la Plaza Mayor donde podemos deleitarnos con una muestra de los diferentes bailes regionales de España.
Lar Gallego – Año 1931
Otras actividades comunes en todas ellas de cara a la proyección exterior son conferencias, excursiones promocionando su lugar, presentación de libros, semanas culturales, poesía, y ya en plan multitudinario romerías, matanzas, certámenes, actuaciones teatrales, corales, venta de productos de la tierra, e incluso caseta de ferias donde se degusta lo típico de su zona, etc.
Respecto a las actividades internas, pensadas únicamente por y para los socios tenemos los juegos de mesa, bailes de salón, costura, manualidades, aprendizaje de su folklore, cursos de sevillanas, etc.
Los locales son de lo mas variopinto, unos son un pequeño espacio y otros grandes inmuebles pero en todos ellos lo que prima es la voluntad de promoción regional. Dentro de ellos las dependencias están en función del tamaño del local, existiendo en todos ellos salón con barra donde los socios charlan animadamente y biblioteca con publicaciones varias pero muy especialmente las que tienen relación con su ámbito territorial. Aquellas mas grandes tienen la posibilidad de instalar restaurante que en su variada carta incluye también algunos platos típicos.
Las obligaciones legales penalizan cada vez mas los trabajos administrativos de los directivos para poder estar en regla de cara a los Ayuntamientos donde radican, cada vez mas exigentes en la documentación, y también de cara a los socios a los que hay que rendir cuentas cada año; en definitiva ha aumentado el papeleo en todas sus vertientes.
Las casas regionales se financian con las cuotas de los socios, por un alquiler por la explotación de la barra del bar (restaurante las que lo poseen), y por el beneficio que puedan producir las actividades de excursiones, rifas, casetas o actuaciones. Un capítulo importante son en algunos casos las subvenciones que reciben, pero esto es de lo mas dispar pues mientras algunos Ayuntamientos aportan estas ayudas con facilidad documental por la colaboración y participación en sus fiestas locales tales como cabalgatas, migas populares, desfiles de carnaval, etc, otros en cambio son bastante difíciles por la enorme cantidad de papeles que piden, quizá con el fin de que la burocracia les haga desistir. En igual caso están las Comunidades Autónomas, unas son espléndidas y otras rácanas. De todas formas estas asociaciones precisan un apoyo económico externo, insuficiente con las cuotas sociales, por la gran labor altruista que realizan en promoción de su región y para hacer frente a los gastos estructurales como alquiler, luz, limpieza, material de oficina, gastos de correo (2), etc.
Liceo Andaluz – Año 1935
El futuro a largo plazo de estas asociaciones es incierto pues la edad media de su cuerpo social es alta y sus hijos al hacerse mayores se desentienden de ellas porque, no lo olvidemos, son nacidos en Madrid y no les “tira” la tierra de sus padres como para dedicarle tiempo y dinero. Por otra parte, como pasa en la mayor parte de las asociaciones sin ánimo de lucro o interés político, las personas de la directiva siempre son las mismas porque no existe relevo generacional y a lo sumo, utilizando un símil agrícola, quedan en barbecho en una legislatura pero vuelven a la siguiente porque el corazón les puede cuando algún puesto se va a quedar sin cubrir por falta de compromiso de los demás.
Epílogo
Con este trabajo hemos querido romper una lanza a favor de las casas regionales que tanto hacen por la promoción de la cultura de cada rincón de España. Cuando veamos una actuación de su grupo o desarrollando cualquier otra actividad, respetémosla porque debemos de saber que hay detrás mucho trabajo desinteresado y no pensemos de forma simplista que es “algo folklórico”. Muchos se consideran orgullosos de poder tirar de este “carro”.
Agradecimiento
A la Asociación Extremeña Virgen de Guadalupe, Paseo de Lanceros 2, 28024 Madrid, por la cesión de la foto que ilustra este reportaje.
Autor: José Manuel Seseña
En este blog también colaboran: Ángel Caldito y Ricardo Márquez
Notas:
(1) Algunas casas regionales son muy antiguas, siendo la decana el Centro Asturiano de Madrid (1881).
(2) Es un gasto importante y que tiene un gran significado pues es el vehículo de comunicación con los socios que por distancia de la casa regional no acuden con asiduidad y así de esta forma pueden estar informados de las actividades que se programan y que son una de sus razones de ser. La junta directiva se considera gratificada, y lo considera un éxito, al ver que los esfuerzos de organización que llevó a cabo han sido coronados por la asistencia.