En el número 34 de la calle Arturo Soria (antes número 477), a la altura de la Parada 2 de la Ciudad Lineal, en el cruce de las calles de José del Hierro y de López de Aranda, manzana 98, se construyó sobre 3 lotes de terreno (unos 1.200 metros cuadrados), una casa de 2 pisos de tipo burgués a principios del año 1905, ampliada en los dos años posteriores con una casa para guarda y dependencias.
En Septiembre de 1908 se inauguró la placita de toros de la Ciudad Lineal, al otro lado de la calle López de Aranda, convirtiéndose así la Parada 2 en uno de los sitios más concurridos de la Ciudad Lineal. La Sociedad de Espectáculos, explotadora de la plaza de toros, junto con La Sociedad de Cultura de la Ciudad Lineal, así como cafés y restaurantes de particulares, eligieron el lugar para abrir sus sedes y negocios.
Es en la revista de La Ciudad Lineal donde encontramos la primera noticia sobre la Institución Franco Española. El colegio estaba dirigido por Madame Raquel Antoniette Bourdié. Con toda probabilidad la finca debió de ser comprada por el marido de Madame Raquel, Eduardo García Zurbano - Oficial de Administración de primera clase del Ministerio de Cultura-, a un particular o la propia CMU (la constructora de la Ciudad Lineal), que en aquellos tiempos estaba saliendo de la suspensión de pagos poniendo muchas de sus fincas y construcciones a la venta. Siguiendo la moda de otras villas le pusieron el nombre de la Madame, Villa Antoniette, aunque se notaba la influencia francesa siendo de las pocas que en la relación de propietarios figuraba como Chalet antecediendo al nombre, es decir, "Chalet Antoniette".
Los inicios del colegio no debieron de ser fáciles, así entre 1928 y 1932 encontramos diversos anuncios en los que se pone en alquiler el chalet o habitaciones sueltas, además de los anuncios del colegio, siendo algunos de ellos en francés.
Pero pasemos a un relato en primera persona de lo que fue el colegio:
"El colegio era conocido en el barrio como "el colegio de la Madame". En mi época, del 49 al 53, era mixto, y los profesores, además de la Madame, eran sus cuatro hijos, mademoiselle Charito, mademoiselle Julieta, monsieur Eduardo y monsieur Carlos. Había también un profesor de latín, Don Juan, y un sacerdote que nos preparó para la primera Comunión. Y no recuerdo si había más.
La maestra, mademoiselle Charito, era una persona buenísima y de la que tengo un grato recuerdo. Y también recalcar que sí bien el colegio era mixto, los recreos se hacían en patios separados. Las niñas en el jardín delantero que daba a la Ciudad Lineal (Arturo Soria) y los niños en la parte posterior del edificio, y como salíamos al mismo tiempo, rigurosamente prohibido cruzar la línea divisoria bajo pena de castigo (orejas de burro, o brazos en cruz). Había una pérgola en el jardín, entrando a la derecha.
También recuerdo el nombre de casi todas las alumnas que salen en la foto, aunque supongo que no viene al caso nombrarlas ahora. Me acuerdo especialmente de dos de las mas mayores, Amalia y Eulalia (las que lucen medalla de aplicación). Mi mejor amiga era Marisa Paz.
Se trataba de un colegio pequeño, la enseñanza era en castellano pero antes de iniciar la primera clase del día la salutación a la maestra, en francés, cuando ella aparecía en clase, todas de pie, “Bonjour madame” con la cantinela correspondiente y nos santiguábamos, rezábamos el Padrenuestro y el Avemaría en francés. También en francés se dirigían a los alumnos para cualquier orden, aviso o instrucción. Por la tarde, al finalizar las clases, teníamos la clase de francés propiamente dicha, para quien quisiera apuntarse, como ahora dirían: actividad extraescolar.
El método que se seguía supongo que era el de la época, aprender a base de memorizar, cantando las tablas de multiplicar, los ríos de España, etc. etc., pero lo cierto es que se salía muy bien preparado, y así lo valoraron en el colegio al que asistí posteriormente.
El día de las primeras comuniones siempre era el 13 de Junio, día del Santo de la directora. Se celebraban en San Manuel y San Benito, íbamos en autocar desde el colegio, uno para los niños y otro para los padres. A la salida de la Iglesia nos llevaban a lo que sería una cafetería o granja de los alrededores, a desayunar: suizos, ensaimadas y fresas con nata. Los niños que hacían la comunión ese día invitaban a los demás de la clase. El procedimiento era éste, lo que no sé como funcionaria la logística, supongo que todo a través del colegio.
Una última anotación: no hace mucho me comentaron que Flori, el hijo de Imperio Argentina, también había ido a ese colegio y que le acompañaba al mismo una hija de Felipe Trigo (el escritor que se suicidó en su casa de la Ciudad Lineal), la que luego fue pediatra. Por lo visto lo iba a recoger a su casa y lo llevaba al colegio y viceversa."
El colegio perduró como institución docente hasta 1985, estando al frente del mismo las hermanas Julieta y Rosario, e impartiendo educación preescolar bajo el nombre de Jardín de Infancia Nuestra Señora del Rosario. Un apunte significativo, en aquel entonces Julieta tenía 68 años (su hermana había fallecido unos años antes); lo que nos viene a decir que pasaron toda su vida dedicadas a la enseñanza.
El chalet fue derribado en 1996, construyéndose en su lugar una pequeña urbanización de viviendas en altura.
Autor: Ricardo Márquez
En este blog también colabora: José Manuel Seseña
Agradecimientos: A David Miguel Sánchez Fernández, por la cesión de las fotos de su libro de Ana Muller y la foto de 1979.
Mi hermana estuvo en este su primer colegio, en los años cuarenta y pico.Dice que la profesora Charito era una bruja, la castigó una vez por algo que no recuerda, y la puso de cara a la pared, con las famosas orejas de burro. De la rabia que sintió por lo de las orejas,se hizo pis encima, lo que añadió al castigo lo de los brazos en cruz. Total, me dice que ojala la parta un rayo a la tal Charito. Guarda mejor recuerdo de Julieta.
ResponderEliminarEstuvo tres años en este colegio, y despues fué a La Cultura,(tambien en Arturo Soria) donde hizo la primera comunion Por, ultimo acabamos las dos en el S.E.K. de la parada siete.
M.
Yo también estuve en ese colegio en los años 60. Eramos muy pequeños, teníamos menos de 8 años. Tengo un recuerdo horroroso del colegio. Eran dos brujas, pero la peor Charito que se le iba la cabeza y nos vejaba y maltrataba. No solo con las orejas de burro. O te impedían ir al baño hasta que te hacías pis encima. También te ataban a la silla o te ataban las manos con una cuerda por las muñecas y apretaba tanto que un día a un niño se le habían puesto las dos manitas moradas. Menos mal que pasó por allí Julieta y al verlo le desató. Charito hacía autenticas barbaridades que Julieta consentía. Vaya par, menuda educación. Al contar estas cosas en casa y comprobar que eran ciertas mis padres nos sacaron de allí a mi hermana y a mi.
EliminarGracias Marisa, nunca llueve a gustos de todos. Como ves nos hemos aproximado a tu casa.
ResponderEliminarUn abrazo
"Hola , yo también estuve en ese colegio y mi percepción es completamente contraria a la tuya Mª Luisa, o mejor dicho a la de tu hermana, e incluso pienso que ella puede que se confunda con los nombres. Te diré el porqué: Charito era la maestra de la clase de los niños, varones solo, y Julieta la de los párvulos (mixtos). Por el episodio que explicas que le ocurrió y de que fué el primer colegio al que asistió, era mucho más probable que fuera castigada por Julieta, que a esa sí que la tenía considerada yo como malísima, y no solo yo, era una opinión bastante general. Pregúntale otra vez, si no te importa, y recuérdale que Julieta era la alta rubia y de ojos azules y Charito era la que sale en la foto que está puesta en el artículo, morena y con gafas de cristales muy gruesos y que, de verdad, era querida por todos los niños."
ResponderEliminaryo estuve en ese colegio y la verdad no guardoun buen recuerdo de elnos ataban a lasilla si no te comias la comida que llevabas y no te leventabas hasta que nola terminabas
ResponderEliminarHola Mari Carmen. Nos podrías decir en que años estuviste en el colegio, y si las normas eran las mismas que aquí decimos. Muchas gracias.
ResponderEliminarPara B.R. He oreguntado a mi hermana, sobre lo del castigo y se reitera, en que "la bruja", en su caso fué Charito, la recuerda tal como tu dices, no sabe el porque fué castigada, pero sí tiene grabado a fuego que la llevó a la clase de los chicos y que estos cantaban " no estamos en carnaval" por lo de las orejas de burro. La rabia y la verguenza fué tal que se hizo pis (en los muertos de Charito)y encima. Era muy pequeña, y desde entonces les odió a toda la familia.
ResponderEliminarHola Mª Luisa,
ResponderEliminarSi es así como lo recuerda tu hermana no me extraña el odio que pudiera sentir. Cualquiera en su lugar pensaria lo mismo, pero yo desconocía esa faceta en esa maestra. Me gustaria que apareciera alguien más de aquella época para ver como lo vivieron. El comentario que sale de Mari Carmen supongo que se refiere a una época posterior ya que habla de la hora de la comida y en la década de los 40-50 creo que no había mediopensionistas en ese colegio.
Saludos,
Es curioso cómo a partir de los años 80 el francés fue desapareciendo radicalmente de las escuelas y las generaciones de chavales que nacimos en 1975 o años posteriores ya fuimos criados en la anglofonía, salvo raras excepciones. La razón no ha sido solamente el poderío político de los EE.UU, sino el predominio de la lengua inglesa en el "boom" tecnológico.
ResponderEliminarHola PedroMix
ResponderEliminarTienes razón en cuanto a la sustitución del inglés por el francés en esos años que dices pero yo recuerdo que antes de los ochenta, concretamente por los 60-70 fue el idioma alemán el que despertó interés en muchas familias y así lo corroboraba el elevado número de alumnos de las Escuelas de Idiomas, en esa lengua, y de la solicitud de matrículas en el Deutsche Kulturinstitut.
estube en los años 1969 y 1970 con la profesora julieta garcia pero era malisima todavia me acuerdo hasta de su peinado y la hermana antoniete no la quiero ni recordar con sus gafas de concha negras y con su latigo todo el dia nos calentaban la comida en una estufa grande yo solo se que me queria escapar y un dia casilo logro os acordais alguna de vosotras de todo esto y por cierto alguien puede decirme si alguna vez en verano ha ido a cecedilla en unas colonias un saludo
ResponderEliminarMe ha encantado encontrame con esto, especialmente ver una foto de mi madre, Eulalia Teruel, con su amiga inseparable Amalia, yo estudié en este colegio también, hasta los siete años, que regalazo. Un abrazo enorme
ResponderEliminarHola Amanda,
ResponderEliminarMe alegro mucho de que te haya gustado ver esta foto y de que hayas reconocido a tu madre Eulalia Teruel. Yo ignoraba el apellido de ella pero me acuerdo perfectamente de algunas escenas vividas en la hora de recreo. Como por ejemplo que ellas dos, inseparables amigas como bien dices, me pedían que cerrara los ojos para admirar a continuación mis pestañas que decían las tenía muy largas y por lo visto les gustaba. Cosa de adolescentes…! Yo en ese momento me sentía un poco extraterrestre, debido a mi timidez, pero las recuerdo con mucho cariño.
Un abrazo,
Por culpa de la estafeta de correos de la parada 1 he aterrizado en este blog. Y ahora, María Luisa Pino, tengo algo que confesarte: No he podido por menos de soltar una carcajada al leer tu comentario, manifestado de manera tan cruda como fogosa, referente al castigo de "las orejas de burro". Pero no creas que soy un sádico; todo lo contrario. Por tu hermana del relato, tan chica y ya sometida a tal vejación, sólo siento afecto, comprensión y algo así como un impulso tardío de presentarme allí armado de una espada o simplemente de una estaca y liarme a palos con aquellos sádicos (he conocido a muchos), ignorantes y destructores de vidas ajenas. Espero que posteriormente lo haya superado.
ResponderEliminarEl colegio ese no lo conocí, ni tampoco sé qué tal era, sin embargo, me ha llamado la atención el que en un colegio francés, al que hay que suponer que se va para aprender esa bella lengua, dieran la clase de francés "para quien quisiera apuntarse..." No creo que fueran muchos.
En un comentario hecho en el blog "La parada 1" he descrito , de manera muy corta, mi estancia en Madrid hace una semana, en compañía de toda la "tropa": hijos y nietos. Sólo fueron cuatro días de un calorazo fenomenal, pero bellos.Puedes leerlo. Vale
M.L. Pino, ayer cometí un error: De mi visita a Madrid hablaba, no en el blog "La Parada 1", sino en el de "La Plaza de Santa Ana". Mea culpa. Saludo muy cordial
ResponderEliminarBuscando fotos antiguas de Arturo Soria he encontrado este blog de la Institución Franco Española. Fue mi primer colegio, allá por los años 60, pues vivíamos en Sanchez Díaz. Pasé allí unos cuantos años, y mi recuerdo no es muy bueno. Tuve a la señorita Charo, con su batín azul y sus gafas de pasta negras. Y su hermana Julieta, alta y de ojos azules. Pues bien, las dos bastante "malas", tanto como maestras (la letra con sangre entra), como por los castigos desproporcionados que aplicaban. Tuve un compañero de clase, Martorell, al que constantemente castigaban, enfundándole en su abrigo y bufanda y colocándole al lado de la estufa de carbón, con las famosas orejas de burro y los brazos en cruz. Y más castigos que no merece la pena recordar.
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