martes, 13 de octubre de 2009

El Metro, un joven madrileño de noventa años que no para de crecer (I)



En este mes de Octubre se cumplen noventa años de la inauguración del metro, eficaz medio de transporte colectivo subterráneo que aporta la movilidad que la superficie, cada vez mas saturada, no puede dar a los madrileños. A pesar de las críticas que pueda recibir en algún momento, todos queremos vivir al lado del metro o que nos lo pongan si aún no lo tenemos, lo cual es la demostración palpable de su extraordinaria utilidad.

Aprovechando esta efemérides sabemos que hay algunos trabajos de próxima publicación donde se van a dar conocer aspectos históricos de su evolución. Por este motivo desde el blog, en principio, nuestros comentarios para no ser redundantes van a estar enfocados a curiosidades y anécdotas en base a recuerdos y búsqueda en hemerotecas obviando las fechas casi siempre porque su detalle no es significativo.

El 17 de Octubre de 1.919 tuvo lugar la inauguración por el rey Alfonso XIII del primer tramo Sol-Cuatro Caminos que formaba parte de la línea Norte-Sur, una de las cuatro que formaban la red prevista y que brevemente fue detallada en el artículo “El Metro al Barrio de Salamanca”, tras dos años de obras todo un record para la época[1]. Los actos se iniciaron en Cuatro Caminos donde fue realizada la célebre foto del rey acompañado de numerosas autoridades[2] haciendo el recorrido con el nombre de las estaciones aún sin determinar[3].


Viajar bajo las entrañas de Madrid fue un acontecimiento que ningún madrileño se quiso perder efectuando Sol-Cuatro Caminos a velocidad “vertiginosa” al compararlo con el tiempo invertido por los tranvías que tenían unos cuellos de botella en las calles de Fuencarral y Hortaleza, ambas de vía única en doble sentido con diversos apartaderos donde se tenían que esperar unos a otros. El servicio comercial comenzó el 31 de Octubre.


La inusitada expectación se volvió a repetir en 1.961 con la inauguración del Ferrocarril Suburbano Plaza de España-Carabanchel, hoy integrado en la red de metro, por el morbo de circular bajo el río Manzanares, dando lugar a situaciones conflictivas motivadas por la saturación y la insuficiencia de material para realizar la explotación de la línea.

Estación de Bilbao durante las obras de construcción mostrando el túnel hacia Chamberí.

La instalación del Metro a nuevas zonas de Madrid supuso para sus vecinos una gran satisfacción y motivo de fiestas de barriada, pudiéndose citar la del Puente de Vallecas en las años veinte[4] y ya, mas recientemente, las prolongaciones de Vallecas y las llegadas a La Elipa y Carabanchel Alto, fruto de la presión de las asociaciones vecinales sobre los estamentos oficiales.

La inauguración de las líneas de Arganda y Metrosur supuso un salto cualitativo al sobrepasar los límites municipales de la capital y dar servicio a diversas poblaciones del área metropolitana que se incrementaron posteriormente con las nuevas prolongaciones de Metronorte y Metroeste.

Es evidente el incremento que ha habido de la seguridad para el viajero en estos noventa años: Imposibilidad de que un tren arranque si no tiene todas las puertas cerradas, instalación de escaleras mecánicas y ascensores, conducción automatizada que impide alcances[5], etc., mejoras todas ellas que han evitado accidentes como los producidos en el pasado. En el futuro es posible que veamos los andenes protegidos con mamparas de cristal con lo cual ya no habrá caídas a la vía provocadas o fortuitas.


Retomando nuestra idea de curiosidades y anécdotas con las que queremos orientar este aniversario, una de ellas es el peculiar ANCHO DE VÍA de 1,445 m. cuando el mas común es el de 1,435 m. La respuesta es que el metro quiso tener el mismo ancho que los tranvías, por lo cual la pregunta hay que trasladarla a este medio de transporte y la respuesta no está clara, siendo quizá una mala conversión de las medidas inglesas a las decimales.

CIRCULACIÓN POR LA IZQUIERDA Se hizo porque cuando se inauguró en 1.919 el tránsito de superficie se realizaba por la izquierda, medida que estuvo en vigor hasta el 10 de Abril de 1.924 en que se cambió a la derecha. El metro al tratarse de ferrocarril independiente totalmente subterráneo no precisó aplicarla, lo cual en aquel momento con una exigua red y escasa automatización hubiera podido asumirse desde el punto de vista económico aunque innecesario desde el punto de vista práctico.

El Metro Ligero, híbrido entre metro y tranvía, lo hace lógicamente por la derecha ya que alterna los tramos en subterráneo con los tramos en superficie.

REGLAMENTO DE VIAJEROS. El anterior al actual tenía este artículo que decía casi literalmente “la frecuencia de los ferrocarriles metropolitanos impide saber si el próximo tren tiene plazas libres; si viene lleno el viajero puede optar por esperar al siguiente o que le devuelvan el dinero”. Desconocemos si alguna vez se ejercitó este derecho.

PUERTAS PARA ENTRAR Y PARA SALIR. En los años veinte se pretendió organizar, incluso bajo sanción, la entrada y salida en los coches en las estaciones de mayor afluencia, principalmente en las dos de Sol, estableciendo la salida por las exteriores y la entrada por las interiores. Se pretendía con ello agilizar este flujo pero no parece que la medida fuese efectiva.

EN BENEFICIO DE TODOS ENTREN Y SALGAN RÁPIDAMENTE. NO OBSTRUYAN LAS PUERTAS. Esta era una pegatina transparente que estaba en todas las puertas siendo rara la que no tenía dos raspaduras hechas por pícaros viajeros, leyéndose entonces “En beneficio de --dos entren y salgan rápidamente. No obstruyan las pu—tas”.

VIAJEROS HACIENDO TURISMO EN EL SUBURBANO UTILIZÁNDOLO SIN NECESIDAD. Curioso pretexto argumentado por los responsables del Suburbano para justificar las numerosas incidencias originadas tras la inauguración que obligaron a cerrarlo dos semanas para proceder a una revisión general de las instalaciones, pues estaba siendo utilizado por viajeros que no tenían necesidad de hacerlo ya que no vivían en la zona. Hay que recordar que en los años cincuenta y parte de los sesenta era muy normal ir a la Casa de Campo a pasar un día de campo trayendo la tortilla de casa, accediendo a través de los accesos del Paseo del Extremadura (Puerta del Ángel y Alto de Extremadura) o del actual Paseo de Monistrol (Puente del Rey y Puerta de la Morera), y el Suburbano les dejaba allí mismo, muy diferente hasta entonces en que las paradas de las diversas líneas de tranvías o la estación de metro de Norte obligaban a una cierta caminata con los “bártulos a cuestas”.

Desde el inicio de la década de los años cincuenta se decía que se pondría en servicio al año siguiente. Tras mas de diez años de demoras se abrió en precario con escasez de trenes, instalaciones reducidas y accesos a las estaciones sin pavimentar. ¡Sin comentarios![6].


INCIDENCIAS. La dilatada historia del metro madrileño ha dado lugar a diversas incidencias muchas de ellas originadas por causas ajenas a él. De éstas hemos seleccionado dos:

En los años ochenta una tromba de agua de una tormenta veraniega obligó a desalojar con cierta premura a los viajeros de un tren del Puente de Vallecas, dando lugar a la enésima inundación de esta estación a lo largo de su historia por insuficiencia de los colectores. El nivel de las aguas sumergió a los seis coches superando la altura del tendido eléctrico.

En los años noventa una excavadora en el vaciado de un edificio taladró la bóveda del túnel en las proximidades de Chueca. Hay un dicho popular que Madrid es un “queso gruyere” pues está horadado por cualquier lugar.

Inundación en Banco de España en los años cuarenta. Podemos ver como era el uniforme femenino por las dos empleadas que observan atónitas los estragos del agua.

CLAUSURA DE CHAMBERÍ. El cierre de la estación de Chamberí en 1.966 originó ríos de tinta pidiendo su mantenimiento y encontramos una curiosa propuesta vecinal que planteaba que en los dos últimos coches de cada tren se pusiera una pegatina de que en esta estación no se abrirían las puertas. Algo inviable dicho desde el desconocimiento.

EDIFICACIÓN DE LA CASA DE CAMPO. El lastre económico que supuso la construcción del Ferrocarril Suburbano de Carabanchel, realizado en pleno campo por lugares totalmente deshabitados, llevó a finales de los años cincuenta al Ayuntamiento de Madrid a pensar en construir viviendas en el 10% de la Casa de Campo para hacerlo rentable. Afortunadamente tal despropósito no se llevó a cabo y solo se edificó en lo que hoy es Campamento, Empalme y Aluche.

A LA GUERRA EN METRO. En la Guerra Civil el ramal Ópera-Norte (ahora Príncipe Pío) estuvo fuera de servicio por su proximidad al frente, no obstante, el general encargado de la defensa de Madrid en la zona de la Casa de Campo se desplazó en metro hasta Norte donde allí continuó en vehículo militar.

Concluimos aquí la primera parte sobre la conmemoración de los noventa años de nuestro metro. En la segunda entrega seguiremos con mas anécdotas.

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AGRADECIMIENTOS
Agradecemos a nuestro amigo César Mohedas la supervisión del texto de las dos entregas de este trabajo, la cesión de fotos y la aportación de los detalles ampliatorios de la foto inaugural.

BIBLIOGRAFÍA
Además de los recuerdos personales, se han extraído las curiosidades y anécdotas de diversas hemerotecas, principalmente de ABC, y del archivo de D. Carlos López Bustos (q.e.p.d.).


Autor: José Manuel Seseña.
En este blog también colaboran: Angel Caldito y Ricardo Márquez.


NOTAS
[1] Prolongaciones bastante posteriores de menor longitud pero con características similares a este primer tramo, se demoraron mas en el tiempo a pesar de realizarse con maquinaria mas avanzada.

[2] La foto tiene una curiosa historia y antes de entrar en sus detalles se pueden ver los esfuerzos de los presentes para “salir en la foto”.

En la foto aparece el Rey Alfonso XIII con los ojos cerrados por el fogonazo del fotógrafo acompañado por dos de los tres promotores del metro, a su izquierda Carlos Mendoza junto al tren y a su derecha Miguel Otamendi. El tercer promotor Antonio González Echarte está tapado totalmente por la Duquesa de Talavera, la señora situada detrás de Miguel Otamendi, que ocupa un lugar que protocolariamente no le corresponde en la foto oficial pero por cuestión de caballerosidad y tratándose de tal dama no se la modificó de la posición en la que se había colocado.

Con posterioridad se hizo una foto oficial “retocada” en la que el rey está con los ojos abiertos y la cara de Antonio González Echarte ha sustituido a la de la persona que asoma detrás de Alfonso XIII por encima de su hombro.

La Reina Victoria Eugenia, ausente en la foto, no pudo asistir a la inauguración como estaba previsto debido a una ligera indisposición.

[3] La prensa las denominó por el lugar de referencia de paso, lo que ha dado lugar a que en numerosos trabajos posteriores se las citara así erróneamente al hablar del nombre con el que comenzaron a prestar servicio.

Los nombres oficiales fueron; Sol (Puerta del Sol), Gran Vía (Red de San Luis), Tribunal (Hospicio), Bilbao, Chamberí, Iglesia (Martínez Campos), Rios Rosas y Cuatro Caminos. Entre paréntesis son los nombres oficiosos.

[4] Fue la primera vez que el Metro salió del término municipal de Madrid, adentrándose en corta longitud en el de Vallecas, actualmente integrado en la capital. La historia se repitió poco después con la prolongación a Tetuán, barrio del extinto pueblo de Chamartín de la Rosa.

[5] En aras de la seguridad en el que la que circulación está programada por códigos, los amantes del metro como sistema de transporte hemos dejado de ver la habilidad de los conductores para llevar libremente el tren por los túneles deteniéndolo justo ante el piñón de salida de la estación, aunque en nuestro fuero interno siempre deseábamos un pequeño rebase.

[6] El Ferrocarril Suburbano hasta su cesión a la Comunidad de Madrid, fue propiedad del Ministerio de Obras Públicas pero explotado por Metro de Madrid sin conexión de las vías con su red, circunstancia que impidió en los comienzos reforzarlo con material suyo que, no obstante, habría supuesto “el desnudar a un santo para vestir a otro”. La unión tuvo que esperar algunos años hasta la inauguración del tramo inicial de la línea 5 Callao-Carabanchel realizándose en esta última estación.

Para saber mas sobre el Ferrocarril Suburbano véase el documentado artículo de D. César Mohedas en el nº 7 de la Revista de Historia Ferroviaria.


viernes, 9 de octubre de 2009

Un dirigible sobre la Gran Vía.


Esta curiosa instantánea corresponde a la visita que hizo el Graf Zeppelín a Madrid en 1930. Con una longitud de 263,5 metros, y un diámetro de 30,5 metros, fue un gigante del aire, incluso superando en mucho a los mayores aviones de hoy en día (el más largo es el Antonov 225, con 84 metros).

Los mayores aviones. Fuente Wikipedia.

Pero retrocedamos las agujas del reloj para ver la relación entre los dirigibles y Madrid en el tiempo.

En octubre del año 1884, aparece una reseña en La Ilustración Española Americana sobre el globo dirigible de los hermanos Tissandier, que realizaron un viaje desde Auteuil a la capital francesa el día 26 de septiembre de aquel año. Parece que hubo otro dirigible accionado con motor eléctrico de los capitanes Renard y Krebs, pero no tenemos ninguna referencia de ello.


Básicamente se trataba de un globo aerostático con un motor eléctrico que ponía en marcha una hélice y mediante un timón tomaban la dirección deseada. Llegó a alcanzar los 400 metros de altura, permaneció en el aire dos horas y su velocidad era de unos 15 kilómetros hora contra un viento de 11 km/h.

Detalle de la barquilla, con las baterías o pilas situadas en el centro.

Por lo que respecta a España las primeras pruebas con dirigibles fueron realizadas por Leonardo Torres Quevedo y Alfredo Kindelán, en el verano de 1908, en el Parque Aerostación de Guadalajara.

Fotografía de las pruebas en Guadalajara, 1908.

El cinco de mayo de 1910 surcó por primera vez los cielos madrileño el dirigible España, pilotado por el coronel Vives y el capitán Kindelán. Les acompañaba el ingeniero francés Kapferer y dos mecánicos.

El dirigible España, sobrevolando el Palacio Real. 05 Mayo 1910.

Salió de Guadalajara a las 11 de la mañana y tardó una hora y cuarto en llegar al barrio de la Guindalera. Después, rodeando el contorno de la urbe de aquel entonces, fue hasta Cuatro Caminos y virando rápido tomó el camino de la plaza de Oriente. Allí, y ante la presencia de la familia Real en los balcones del palacio, el dirigible España subió y descendió, hizo giros rápidos, ... así durante medía hora.

Vista aérea del Retiro desde el dirigible. Mayo 1910.

El dirigible España saliendo de su hangar en Guadalajara.

Después tomó rumbo a Cibeles, pasando por la Puerta del Sol, y allí dio tres vueltas completas a la plaza, saludando a los mandos militares que se encontraban en el palacio de Buenavista. De seguido fue a la plaza del Progreso, a la estación de Delicias y a las Ventas, para tomar camino hacia los hangares de Guadalajara donde llegó a las 3 de la tarde. Tomó tierra a las 5 de la tarde, ya que la prueba debía de durar 6 horas, con bastante dificultad debido al viento.

Maniobrando en el Parque de Guadalajara.

El dirigible España fue construido en Francia por la compañía Astra desde 1908 hasta principios de 1910. Era de color amarillo pardo, dorado. Tenía una longitud de 62 metros y se inflaba con hidrógeno. Contaba con un motor de 110/140 caballos. La barquilla pesaba aproximadamente 1700 kilogramos, y tenía una capacidad para 8 tripulantes. Su autonomía en el aire era de 10 horas, alcanzando una velocidad punta de 50 km/h y una altura máxima de 1500 metros. La hélice, de 6 metros de diámetro, estaba montada en la proa y el timón en la popa, mientras que en los extremos de la barquilla tenía dos estabilizadores para hacerlo descender o subir.

Barquilla del dirigible España.

Popa del dirigible España. Aeródromo de Cuatro Vientos 1913.

Todas las grandes potencias de aquel entonces desarrollaron sus propios modelos, aunque tenían un alto riesgo de accidente por rasgaduras del globo y los gases utilizados. Básicamente se dividían en tres grupos: rígidos, formados internamente por un armazón de aluminio del que pendían todos los elementos, siendo estos los más grandes; semirígidos, que tenían una viga central a la que se agarraba la barquilla y los elementos; y flexible, que eran globos de seda que mediante múltiples hilos sujetaban la barquilla.

Detalle de los dirigibles en 1910.

La gran aportación a la seguridad del dirigible que inventó Torres Quevedo fue el trilobulado, aplicable a los modelos flexibles. Se trataba de que el globo en lugar de ser de una sola pieza, iba dividido en 3 lóbulos, unidos entre si en forma de trébol, de tal forma que si uno se pinchaba siempre quedaban los otros dos para intentar aterrizar. Los dirigibles de Torres Quevedo fueron fabricados por la empresa francesa Astra, y tuvieron un gran éxito en el campo militar, llegando a batir el récord de permanencia en el aire uno de ellos.


Vídeo de Youtube del dirigible de Torres Quevedo. Podemos ver la agilidad y rapidez en comparación con otros dirigibles. Era muy fácil de trasportar por tierra al tener muy pocas piezas rígidas.

Respecto a nuestro protagonista, el dirigible España, las últimas noticias que encontramos sobre él son de un desfile militar en enero de 1925 en Madrid. Hubo otros dirigibles españoles, incluso algunos fabricados por la compañía Hispano que estaba ubicada en el Parque Aerostación de Guadalajara. Entre ellos estaba el dirigible Reina Cristina que realizó la travesía del Atlántico (1929), o el globo Alfonso XIII que se incendió.

Dirigible España en Cuatro Vientos.

Vista aérea de la Estación de Atocha tomada desde el España. Octubre 1911.

1934 es considerado el año en que los aviones se hicieron cargo del espacio aéreo español relegando, aunque no de una forma oficial, a los dirigibles. Se escenificó en una gran exhibición en el Parque de Guadalajara con todos los globos que disponía el ejército.

 
Dos tomas del dirigible España en Cuatro Vientos. Febrero de 1913.

Los dos últimos dirigibles españoles fueron destruidos en 1937 en la casa de Campo de Madrid. En un ataque de la aviación franquista fueron avistados en tierra y con unas simples ráfagas fueron envueltos en llamas.

 
Dos fotos del primer, y único, vuelo de Alfonso XIII en el España. 1913.

Aquellos dirigibles de las otras naciones que no habían sucumbido en accidentes fueron retirados; así el Graf Zeppelín (primera foto de este artículo), fue desmontado en marzo de 1940 y su aluminio se utilizó en la industria armamentística.

El Graf Zeppelin sobre Madrid. Fuente: Mngyber

Nota posterior: Según nos apunta Jose Manuel, del blog Sandglass Patrol, los dirigibles y globos están siendo rescatados para tareas de vigilancia y como radares aéreos.

Para saber más:
Vídeo de Youtube sobre el Graf Zeppelin.
Fotografias del viaje del Graf Zeppelin por España, en Sandglass Patrol.
Dirigibles en Wikipedia.

Autor: Ricardo Márquez.
En este blog también colaboran: Angel Caldito y José Manuel Seseña.


Fuentes:
Biblioteca Nacional de España.
Hemeroteca diario ABC.
Guadalajara, revista del Ayuntamiento de Guadalajara.

lunes, 5 de octubre de 2009

Evacuatorios Públicos

Tratamos hoy un tema algo escatológico como son los evacuatorios públicos mas comúnmente conocidos por urinarios [1].

Estas instalaciones, hoy desaparecidas, estaban repartidas por diversas plazas del centro de Madrid y cumplían una misión higiénica ante la presencia de un “apretón” de micción o de deposición en una época donde yendo por la calle había pocas alternativas, y aunque los caballeros siempre tenían la oportunidad de entrar en una taberna para solventar el apuro, esta posibilidad estaba totalmente vedada a las señoras pues hasta no hace muchos años estaba muy mal visto que entraran solas en bares o cafeterías. Pero parece que la opción de usar las tascas no era la única utilizada por los caballeros pues era frecuente encontrar pintado en las tapias “Prohibido hacer aguas bajo multa de 5 pesetas” [2] lo que junto con otro muy habitual de “Prohibido escupir” existente en muchos lugares y medios de transporte nos da idea de la total ausencia de cultura higiénica.



Puerta del Sol - Entre 1920 y 1924.

Recordamos que existieron urinarios en ambos extremos de la Puerta del Sol, Tirso de Molina, Tribunal, Bilbao, San Millán, Retiro, Lavapiés, y en otros muchos lugares que ahora no nos vienen a la memoria pero que agradeceríamos nos ayudaran a ello nuestros amigos lectores, relacionados en anexo final. Su presencia en la zona en lugar de ser un incomodo para los comerciantes, era todo lo contrario pues proporcionaba un flujo de viandantes que podían ser potenciales clientes de sus establecimientos. No debemos olvidar que los vecinos de las casas antiguas de Madrid, como las corralas donde los servicios eran comunes, utilizaban muy a menudo los evacuatorios públicos cuando los de sus edificios estaban ocupados.

Boca del metro de Lavapiés y el acceso a los evacuatorios detrás.

Todos estaban instalados en el subsuelo, separados por sexos, aunque algunos tenían el puesto de control común donde estaba la persona encargada de la limpieza periódica de los aseos que generalmente solía ser una mujer. Se accedía a ellos a través de unas escaleras estrechas del ancho suficiente para permitir subir y bajar a la vez que tenían en la barandilla de entrada los rótulos de Caballeros y Señoras, similares en tamaño y forma a las dos bocas de metro que hubo en tiempos en Tribunal en el lado de San Vicente Ferrer [3] o las actuales de Noviciado en la calle de San Bernardo, una junto a Reyes y otra junto a Noviciado. Los accesos a los de San Millán tenían la particularidad de ser en curva y hoy una pequeña diferencia en el acerado indica el lugar donde estuvo uno de ellos.

Boca de metro de Noviciado

Los urinarios tanto de caballeros como de señoras, tenían escrito detrás de las puertas todo tipo de mensajes, generalmente políticos en aquel tiempo, que los encargados del local se afanaban en borrar y además en el de caballeros había encima de los fusómetros un cartel con la indicación “Prohibida la permanencia en este lugar”, algo que para los que éramos pequeños nos resultaba incomprensible.

Puerta del Sol. Foto hecha entre Abril de 1924 y finales de 1928.

Tenían un cierto trato discriminatorio pues los hombres después de haberlo utilizado salían tal cual pero las mujeres habían de dejar en el platillo de la encargada “la voluntad”, algo que no era obligatorio pero casi..., pues estaban mal vistas aquellas que no lo hacían e incluso eran advertidas por si se les había olvidado. Había las que por carecer de calderilla en ese momento aguantaban las ganas de utilizarlo para no tener que pasar por el “mal trago” de salir sin dejar nada.


Su desaparición causó un perjuicio a los madrileños que los utilizaba “como Dios manda” pues se alegó que estaban convirtiéndose en lugar de encuentros y mirones, sitio para toxicómanos o guaridas para que los carteristas se deshicieran de pruebas; y tuvo como beneficio colateral el ahorro del pago de nóminas, que quizá fuera el verdadero motivo.

Puerta del Sol. Años cincuenta.

Cuando la necesidad aprieta no queda ahora mas remedio que entrar en un establecimiento hostelero, con un nivel de limpieza diferente, obligándose uno a tener que hacer una consumición aunque no le apetezca[4]. Los abusos de quienes los usan sin hacer gasto ha llevado a los bares a poner carteles del estilo de “Pida la llave en la barra”, “Los servicios son para uso de nuestros clientes”[5], etc. Por otra parte, los grandes almacenes utilizados muchas veces también para este menester, han suprimido los de la planta baja para hacer mayor el recorrido por su interior y así dar mas opciones a comprar algo.


Como contrapunto a la desaparición de los urinarios estables han aparecido los portátiles que se instalan en eventos al aire libre como verbenas, conciertos, etc., lo cual es de agradecer aunque por su estado muchas veces no den ganas de entrar...



Autor: José Manuel Seseña.
En este blog también colaboran: Angel Caldito y Ricardo Márquez.

Anexo:

Con los datos que poseemos y las aportaciones de nuestros lectores hemos confeccionado la siguiente relación de evacuatorios de los que conocemos su existencia, abierta a nuevas incorporaciones.
Bilbao, en la glorieta
Chueca, en la plaza por el lado de Gravina
Cibeles, en el lado del Paseo del Prado
Lavapies, en la plaza
Olavide, en la plaza
Puerta del Sol, lado Alcalá
Puerta del Sol, lado Mayor
Retiro, en el parque cerca del estanque
San Millán, esquina a Maldonadas
Santa Bárbara, en la plaza, donde la librería
Tirso de Molina, entre Duque de Alba y Jesús y María
Tribunal, en Barceló

Notas:
[1] En algunos lugares son denominados por el discreto nombre de balnearios.
[2] Durante muchos años estuvo esta indicación en la calle Sierpe esquina a Humilladero, obviamente sin actualizar el importe de la multa.
“Hacer aguas” es una frase que está desuso y que hoy al oírla la consideraríamos cursi pero que antaño era corriente para decir que se iba al servicio, por ejemplo en los colegios que al no haber recreo había que pedir permiso en medio de la clase levantando la mano diciéndole al maestro ¿Puedo ir a hacer las aguas?
[3] Este acceso está remodelado con una sola boca de metro pero mas ancha después de haberse abierto el de Barceló que cuenta con escaleras mecánicas.
[4] Hay algunos establecimientos muy preocupados por el perfecto estado de revista de sus aseos que nos recuerdan que los dejemos como nos gustaría encontrarlos o también que no dejemos huella de nuestro paso.
[5] Este rótulo es muy habitual en la zona donde se genera un intenso movimiento de viandantes como pueden ser estaciones de tren o autobús.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Los estudios CEA, de Parque de Diversiones de la Ciudad Lineal a Estudios de Cine - 1ª Parte

Los equipamientos culturales y recreativos en la Ciudad Lineal

En 1902 se constituyó la Sociedad de Espectáculos de Ciudad Lineal que en el transcurso de los siguientes años construiría un gran centro social denominado Parque de Diversiones.

Los equipamientos se realizarían en la manzana 89 de la Ciudad Lineal entre las carreteras de Aragón y Hortaleza, en el actual cruce de la calle Arturo Soria con la avenida de América.

La situación era en el número 12 del plano anterior.

El proyecto consistió en la creación de un gran Teatro, Frontón (posteriormente dedicado a espectáculos de lucha greco-romana, cine al aire libre y teatro), Salón-Restaurante y Parque de atracciones.

Vista general del Parque de Diversiones

En el año 1909 la CMU hizo una ampliación de las instalaciones, en la parte posterior de la calle principal junto al frontón.

Entrada principal al recinto con la vista de la fachada del Teatro

Finalizada la ampliación en 1911, el Parque de Diversiones tuvo su mayor esplendor y apogeo. Así se ponen en funcionamiento nuevas atracciones como: la montaña china (tobogán); tiro de pistola y carabina; el African-Dip o pim, pam,pum acutático humano (espectáculo cómico con tiro a un negro); dos pistas de bolos americanos; billar; pista de patines y gimnasio con cuadrilátero para lucha greco-romana.

La máquina voladora vista desde la calle Arturo Soria

El teatro de invierno se transformaba en casino o salón para conferencias, con decoración de jardín, plantas de lujo e iluminación especial, colocando en los palcos mesas para refrescos y bebidas.

La CMU arrendaba tanto el teatro, como el restaurante, exigiendo en contrato los servicios que debían de ofrecer el adjudicatario. Eran tan detallistas, que la CMU marcaba hasta el vestuario que debían de utilizar los camareros.

 
Interior del bar del Parque de diversiones y detalle de la decoración del mismo.

El restaurante tenía 20 metros de largo, por 12 de ancho y 12 de altura. Contaba con un salón central y comedores independientes. Estaba decorado con lienzos al óleo, destacando el cuadro “La Caza”, de Regidor. El techo era de cristal y abatible para combatir el calor en verano. Las mesas del exterior tenían lámparas y jarrones de flores.


Salón principal del restaurante y público en el exterior del mismo.


Aspecto del recinto del Teatro, Frontón y Bar, momentos antes de empezar el Festival infantil el día 14 de junio de 1907. A la derecha se puede observar “la maquinilla”, el tranvía de la Ciudad Lineal.

Con la reforma de 1909 se levantó un nuevo escenario (el anterior era solo para varietés y estaba cerca de la pared principal). Fue preparado para varietés, zarzuelas, óperas, luchas greco-romanas y más. Sus dimensiones eran: 11 metros de embocadura, 5 de fondo y un proscenio de 5,75 por 13 metros, construido sobre armazón de hierro, fabricado en los talleres de Munar y Guitart. La decoración de la embocadura, hecha de escayola, corrió a cargo del escultor Enrique Carrera, rematada en su parte superior con un grupo escultórico y jarrones en sus laterales.

 
 
Tres tomas en diferentes años del teatro montado al aire libre en el Frontón o Kursaal, en las que podemos ver las diversas embocaduras. La última nos muestra una exposición avícola, también instalada en el frontón.


El Kursaal, o frontón, contaba con 6 filas dobles de sillas en la cancha de frente al escenario, y seis filas sencillas laterales. Las sillas eran de madera y hierro importadas de Alemania. Tenía cuatro filas de butacas de rejilla, con 68 asientos por fila, en todo el frontal bajo, y en el ala derecha de la cancha había un gran paseo para los espectadores sin asiento. A la izquierda se situaban los asientos del bar, con mesas y sillas para ver el espectáculo tomando algo. Al fondo estaba la gran gradería, ocupando todo el largo del frontón con capacidad para 553 personas, siendo estas las más baratas. Las localidades de lujo estaban en los dos pisos de palco, el primero con 19 palcos con 6 asientos cada uno y un palco corrido para 100 personas y asientos independientes. En el segundo piso, que era la azotea, tenía 9 palcos con sillas y mesas, separados por biombos, adornados con plantas y alumbrados con farolillos. Los palcos contaban con acceso directo al restaurante por medio de un montacargas para dar el servicio de bebidas y comidas.

Llegada al Parque de la Ciudad Lineal de los autobuses que hacían el recorrido desde la Puerta del Sol.

El aforo total del Kursaal era de más de 3.600 espectadores, aunque según constaba en la licencia de arrendamiento eran de 2.556. Tenia iluminación nocturna mediante focos de arco voltaico. Las dimensiones de la cancha eran de 58 metros por 10, con una contracancha de 6 metros.

Aspecto general del Frontón de la Ciudad Lineal durante un combate de lucha greco-romana.


La calle Arturo Soria con la entrada al Parque de Diversiones a la derecha de la imagen (1907).

Vista desde el mismo lugar en 1957.

Hasta aquí este breve resumen de lo que fue el Parque de Diversiones de la Ciudad Lineal, que nos servirá de introducción para los próximos capítulos de los Estudios Cinematográficos CEA.

La transformación en estudios CEA se hace realidad en octubre de 1933

Autor: Angel Caldito.
En este blog también colaboran: José Manuel Seseña y Ricardo Márquez.

Fuentes: Filmoteca Española, BNE, AGA, Archivo Regional de Madrid.


Artículos anteriores sobre la CEA:
Estudios CEA ( Cinematografía Española Americana) de la Ciudad Lineal (I).
Estudios CEA (Cinematografíca Española Americana) de la Ciudad Lineal (II).