sábado, 9 de abril de 2011

Barrio de Portugalete – Asociación de Vecinos

1- La memoria

En 1973 iniciamos la actividad de la Asociación, legalizada en 1974, con el objetivo inmediato de defender el barrio del fatídico Plan Parcial de Ciudad Lineal (1972).


El barrio se había formado desde los años 40, en gran parte con población inmigrada que construyeron con su trabajo y sudor sus casas, en el antiguo pueblo de Canillas, al margen de la Ciudad Lineal de Arturo Soria. El Plan Parcial cruzaba sobre el barrio dos autopistas, arrasándolo y expulsando a sus habitantes.

Pintadas de los niños mas pequeños

La Asociación, con el impulso de una comunidad cristiana, se situó inicialmente en un modesto local de una parroquia provisional y más allá de la defensa contra el Plan Parcial nos enfrentamos a la realidad del barrio, con más de 200 infraviviendas (algunos casos ya legendarios como el de los “patios del abogado”), y con la carencia casi total de servicios urbanos. Se planteó el lema de “VIVIENDAS PARA TODOS, PRONTO Y AQUÍ”, y la exigencia de la dotación de servicios y por encima de todo la de CREAR BARRIO, CREAR COMUNIDAD.


Formamos para ello un fuerte equipo activo, con amplia solidaridad del barrio y muy especialmente de la gente joven y una poderosa colaboración de abogados, arquitectos, artistas plásticos, escritores, cantantes, profesionales sanitarios, psicólogos, educadores, y otros, y mantuvimos en tiempos difíciles una permanente acogida y colaboración mutua con fuerzas políticas y sindicales que quedaban fuera de la legalidad de la dictadura.


Emprendimos junto a las acciones de impulso a la convivencia solidaria, como las Fiestas del Barrio, una gran variedad de movilizaciones de reclamación y protesta e intervinimos, como hemos intervenido siempre, con innumerables escritos y alegaciones ante los Ayuntamientos de todo color desde el tiempo de Franco hasta ahora.



Mural de Arcadio Blasco y equipo del barrio. Es el último desaparecido.. La leyenda dice “Proyecto ornamental de toro cercenador de dedos decisorios, vergonzantemente agigantado”.

Pero fueron las Fiestas del verano de 1975 las que lanzaron la experiencia, pionera en España y Europa, y con amplia repercusión nacional e internacional, de los MURALES DE PORTUGALETE, que convirtieron al barrio en un gigantesco mural pictórico poético, todo asociado a una variedad de actividades por una CULTURA POPULAR.


También en el 75 iniciamos el traslado a un nuevo local alquilado, en el que con el trabajo solidario de todos se construyó la CASA DEL BARRIO, la obra más grande de la historia asociativa. Y en ella o desde ella, con la colaboración de todos, hombres y mujeres, viejos y jóvenes, un amplio abanico de actividades culturales y sociales: cerámica, pintura, cine- forum, teatro, danza, charlas sobre política, ciudadanía, mundo laboral, sexología, cultura, cuestiones jurídicas y fiscales, natación (centenares de niños a lo largo de los años), e incluso atención sanitaria en los primeros tiempos, escuela de alfabetización, Club de la Amistad, Club Infantil, convivencias con niños y adultos, viajes y excursiones (memorable la que desplazó a Mallorca a 214 personas).


En lo urbanístico los logros, a veces parciales, se fueron sucediendo a lo largo del tiempo: pavimentación, agua, alcantarillado, unido a la liberación de las “contribuciones especiales”, alumbrado, transporte (la primera prolongación del metro desde Alfonso XIII, el primer autobús- número 87).

Primer fragmento del Guernica pintado en 1975


Se eliminó finalmente la más grave amenaza con el Plan General de Urbanismo de 1985 que definió el barrio con Ordenanza de Vivienda Unifamiliar. Quedó solamente un polígono (Portugalete III) con mucha menor afectación, cuya gestión ha ocupado hasta tiempos recientes.

El primer mural de Tantalis.


Además se obtuvo la asignación de parcelas municipales que dio lugar a la primera cooperativa vecinal de vivienda, y a bloques de vivienda social, con solución para más de 100 personas.

Mural de Ángel Aragonés.


Llegado el año 2000, eliminados los problemas básicos, tanto el nivel de las reivindicaciones como las circunstancias habían cambiado. Fue necesario abandonar la que era Casa del Barrio y tuvimos que situarnos fuera de él, en un pequeño local.

Mural de Alfredo Alcaín y el equipo del barrio

Mural de Orcajo, que aprovechó las ventanas de las casas para que parecieran las de la pintura.

Desde él establecimos como sustitución de las Fiestas ya imposibles los conciertos de los Encuentros Culturales de Portugalete, y continuamos la apertura a necesidades de enorme importancia pero que desbordan el ámbito del barrio, y para ello cooperamos con las demás asociaciones del distrito en la Coordinadora y el Foro de Hortaleza (así como con la Federación en la que nos contamos desde los primeros tiempos), interviniendo muy directamente en la redacción del Catálogo de Necesidades, que sirve de base para la Agenda 21, y con ello defendimos la Casa de Campo de Valdebebas, el cierre del anillo del ferrocarril de cercanías, el diseño del Gran Paseo del Canal, la implantación de un Centro de Salud, (ya finalmente construido en Machu Picchu), la ayuda en la gestión del ITE, la defensa ante Ordenanzas abusivas, como la llamada de los “Vados”, y de modo permanente ejercer la participación ciudadana dentro del Ayuntamiento en los Consejos y luego en el Consejo territorial y sus Comisiones.

El mural de Paco Barón

Un retablo andaluz del pintor Bey que estaba primorosamente pintado en la caseta del Canal de Isabel II.

También esta fase ha terminado. El barrio ha cambiado radicalmente. La misma Ordenanza del Plan, modificada en el de 1997, ha abierto la entrada al mercado especulativo, ha convertido a Portugalete en un barrio de lujo, hace imposible obtener un local en el barrio y ha dado lugar a una nueva expulsión de la población (aunque en condiciones bien diferentes). Con un equipo activo reducido al mínimo y con las subvenciones municipales también insuficientes, llegamos a la disolución de la Asociación en 2008, y estamos formalizando la liquidación final.


Mural de José Duarte

En esta situación continuamos contando con la amistosa ayuda de la Asociación Vecinal de Villa Rosa que ha acogido una Comisión de Portugalete, desde la que seguimos trabajando en la misma línea, según las posibilidades. Villa Rosa se ha hecho cargo del patrimonio residual y del importante archivo y ha asumido plenamente la continuidad de los proyectos definidos como Encuentros Culturales Portugalete.

2- MIRAR AL FUTURO

La muerte de una asociación, como la de una persona es parte del proceso de la vida. Como las hojas en otoño, unas caen y otras nacen. Desde la fe en que la vida continúa, de que necesitamos trabajar por un mundo mejor y de que alcanzarlo es posible, me permito algunas reflexiones para el futuro.


Mural homenaje a Arturo Soria de Lucio Muñoz.

Las necesidades persisten, aunque son de naturaleza y dimensión muy distinta a las del tiempo en que fundamos la asociación. Pero la más elemental que es el hambre podemos encontrarla ahora y en el mismo Madrid. Permanece la carencia de vivienda social y aparecen nuevas formas de infravivienda.

Poblador y equipo del barrio.

Cierto que existen gentes y fuerzas que forman plataformas y grupos que se enfrentan a las amenazas. Pero frecuentemente a amenazas inmediatas y localizadas. Es difícil la motivación para movilizar frente a necesidades que desbordan el pequeño barrio o el interés particular.

Homenaje a Federico García Lorca, mural de Barahona

Mural de Juan Genovés

Desde nuestra historia afirmamos que el trabajo solidario y desinteresado es la fuerza más grande que una comunidad tiene a su disposición para reclamar sus derechos colectivos e individuales y enriquecerse como personas a través de la comunicación y la acción conjunta con sus vecinos. Quienes estuvimos y seguimos estando convencidos y comprometidos con el movimiento ciudadano jamás nos sentimos derrotados o abatidos por persecuciones externas sufridas o incomprensiones internas vividas.


Nacimos en la dictadura para luchar por la democracia que todos anhelábamos. Desde el principio tuvimos la firme convicción de que el camino para llegar a una auténtica democracia pasaba por una sólida y eficaz participación ciudadana en la administración más cercana, el Ayuntamiento.


Y también desde nuestra historia, afirmamos que las asociaciones vecinales son necesarias. No hay otra organización que enfoque directamente los problemas de barrio y de ciudad. Otros movimientos se plantean en ámbitos diferentes. Pero el camino al futuro requiere delicado equilibrio entre diversas tensiones.


Por una parte la necesidad de ver y vivir un ámbito abarcable, cercano, el del barrio.. Pero también la gran dificultad de subsistir una asociación pequeña con recursos limitados ante la exigencia de comunicación amplia, de contabilidad clara, de cumplimiento de exigencias legales estrictas.


De ahí la necesidad de formar asociaciones de mayor dimensión, de asociarse como ocurre en Hortaleza en Coordinadoras de mayor ámbito, y más allá en la Federación. La red electrónica puede ayudar a superar las dificultades de una comunicación más directa y rápida.


De este modo será posible tener presentes horizontes más amplios en el espacio y en el tiempo. El proyecto (básicamente frustrado hasta ahora), de Agenda 21 ha de abarcar los problemas de un distrito (en Hortaleza más de 200 demandas), y ofrecer una perspectiva que llegue hasta el ámbito europeo.


Y se hace también necesario articularnos con movimientos sociales variados que nos ayuden a tener presentes tareas como las de los tan olvidados Objetivos de Desarrollo del Milenio, de Naciones Unidas, que la actual crisis hace más exigentes y más difíciles, desde el 1º “Erradicar el hambre y la pobreza extremas” hasta el 8º.”Construir la participación global para el desarrollo”.

Autor: José M. Julián Torrent -Presidente en los primeros años y miembro de la Junta hasta el final-.
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En el barrio me conocen por Santi. Siempre he vivido en el barrio, pero en las navidades de 1974 los jóvenes que formaban parte de la Asociación de Vecinos recorriendo el barrio para felicitar las fiestas, pasaron por mi casa en la calle Laurín número 5, y me sumé a una aventura que cambió mi vida.


El verano del 75 preparando la organización de las fiestas, Arcadio Blasco que en aquellos tiempos vivía en el barrio y era el presidente de la Asociación de Artistas Plásticos, propuso realizar la mayor perfomance colectiva de la historia del arte. La mayoría del barrio participó aportando con entusiasmo lo que cada uno podía. Las madres acercaban una tortilla, los vecinos de todas las edades pintábamos mientras los pintores nos enseñaban a mezclar los colores y a mirar, sobre todo a mirar las cosas con otra perspectiva.

Calle Laurin, 5; actualmente desaparecida

Aquel junio del 75 convirtió un barrio de casas bajas en un museo de arte contemporáneo, cuando muchos no sabíamos ni siquiera que existían. Pero además creó las bases para que la Asociación comenzara a ser el motor del cambio en una sociedad dormida. Se consiguió paralizar el Plan Parcial y se organizó el primer taller escuela de artes plásticas. Carmen Perujo nos enseñó a levantar piezas de barro en el torno. Agar Blasco nos enseñó a realizar telares. Los sábados por la mañana cocíamos las piezas en Majadahonda en el taller de Carmen Perujo y Arcadio Blasco.


Desde aquel momento la Asociación generó una gran actividad Cultural, como un elemento mas en la lucha por la Democracia y por la mejora de las condiciones de vida en los barrios, realizando proyecciones de cine, recitales de música, charlas sobre los temas de interés, recitales de poesía, y las fiestas que siempre fueron punteras en el distrito.


En pleno proceso. Fecha: 26 junio 1976. Foto: Archivo Larena.

Quiero agradecer a todos los que desinteresadamente han colaborado porque todo eso pasara:
Pintores, ceramistas, escritores, músicos, poetas, sexólogos, teólogos, arquitectos, médicos... Hoy seria impensable, los mercados lo impiden.

Autor: Santiago Martínez.

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30 julio 2012
Cuatro nuevas fotos añadidas del barrio cedidas por Alberto García





01/03/2018
4 fotos de LFRP: Equipo de fútbol del A.D. San Pablo (aprox. 1971-73), en el que poníamos como campo el de San Juan Bautista, y después en los Maristas de San José del Parque. También de otro equipo,el Rozas C.F., que tenía sede en la cafetería Rozas (aprox. 1974-75), de la calle Santo Ángel. Se nutría también con jugadores del barrio, algunos del mismo San Pablo.








Cuatro magníficas fotos de los murales. Fotos cedidas por Pedro M. Martínez Corada.

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En este blog también colaboran: Ángel Caldito, José Manuel Seseña y Ricardo Márquez.

Imágenes y agradecimientos:
- Algunas extraídas de un documental realizado por Humberto Esquivel, titulado Barrio de Portugalete en Fiestas, grabado en Junio de 1976. Sentimos mucho no poder ofrecer mejor calidad pero la copia no da más de sí, a pesar de lo cual, no deja de ser un testimonio gráfico de gran valor.
- Manuel Rico
- Rosim
- Santiago Martínez
- José M. Julián Torrent

Artículo anterior.

sábado, 2 de abril de 2011

El día que los bomberos hicieron de pirómanos – Tienda Asilo y Asilo de la Montaña de Príncipe Pío

Esta curiosa y cruda historia se inició en Noviembre de 1885, cuando don Segismundo Moret, apoyado por la mismísima reina doña Cristina, decidió crear las Tiendas Asilos.


Como las desgracias nunca vienen solas, después de la epidemia de cólera de 1884 (ver el artículo del Asilo de las Mercedes para mayor información), se extendió sobre la capital la hambruna.

Para combatirla se planteó hacer una Tienda Asilo en cada distrito municipal de Madrid, siendo el primero establecido en la calle Jorge Juan, en el barrio de Salamanca, distrito de Buenavista, muy cercano al barrio de la Guindalera. Se trataban de unos comedores donde se ofrecían unas comidas muy económicas a los más pobres (por 10 céntimos el plato), y “Comen sentadas, y el frío puede perjudicar a la digestión: hay caloríferos” (SIC).


Dependientes de los ayuntamientos se extendieron por toda España. Hemos de reseñar que no estaban faltos de polémica pues había críticas a la calidad de la comida, o a los disturbios que en ocasiones se producían (en algunos tenían que montar guardia una pareja de la autoridad); o como dato curioso los que estaban en pequeñas ciudades eran construidos en las afueras para que los vecinos no vieran quienes entraban a comer, los llamados “pobres vergonzantes”.

En Julio de 1889 se inauguró la Tienda Asilo del distrito de Palacio. Las crónicas decían así:

Delante del cuartel de la Montaña se inauguró ayer la Tienda asilo del distrito de Palacio.


Tiene la nueva Tienda Asilo tres espaciosas naves: en la central se han instalado la cocina, los almacenes de comestibles y la bodega, y en cada una de las naves laterales hay veinte mesas, de capacidad cada una de ellas para cuatro personas. En dicha tienda fueron repartidas 400 raciones gratis; cada ración se componía de un plato de paella a la valenciana, patatas con carne, arroz con leche, pan, vino y un postre.


Momentos antes de las seis de la tarde llegaron a la Tienda S.M. la reina Cristina y S.A. la infanta doña Isabel, a quienes vitoreó el pueblo allí reunido...... “ (SIC). El Correo Militar, 15 de Julio de 1889.

La tienda asilo estaba en los jardines de la calle Ferraz, en la antigua calle Asturias, entre los cuarteles de La Montaña y San Marcial (Actual plaza de España). Biblioteca Comunidad de Madrid.

Postal de la calle Asturias, con los jardines de Ferraz y el Cuartel de La Montaña al fondo. Museo de la Ciudad, principios del siglo XX.

Estatua del General Cassola, que estaba situada en los jardines de Ferraz. A la izquierda podemos ver la Tienda Asilo y de fondo el Cuartel de la Montaña. Álbum de Nicolás.

En 1897 nacen otras nuevas instituciones benéficas municipales, los llamados Asilos de Noches. Se crean tres en Madrid: el del Sur (en la calle Méndez Álvaro), el del Norte (por Bravo Murillo a la altura de Ríos Rosas), y el de la Montaña de Príncipe Pío, protagonista principal de nuestro relato.

Los Asilos de Noches eran unos barracones con estufas, donde sin identificación previa podían dormir los sintechos sobre una tarima con manta o sin manta, según se terciara; desde que se ponía el sol, hasta las ocho de la mañana, cuando se les daba una sopa de ajo si gustaban.

Dormitorio del Asilo de la Montaña de Príncipe Pío. Año 1903.

El Asilo de la Montaña (como se conocía popularmente), era dependiente de la Asociación Matritense de Caridad, que sufragaba los gastos que no era capaz de cubrir la casa consistorial.

Estaba adosado a la Tienda Asilo y se inauguró en 1899, siendo de una sola planta y con una separata para los mendigos que eran recogidos por la policía.

Fotografía del Asilo de la Montaña de Príncipe Pío. En la parte superior el Cuartel de la Montaña. Fechada en 1902.

Fachada de la Tienda Asilo. Año 1903

El día 28 de Abril de 1903 cayeron enfermos tres personas que habían pasado la noche en el Asilo de la Montaña. Fueron trasladados al Hospital General, donde quedaron ingresados y puestos en observación, diagnosticándose gripe. No obstante fueron habilitadas dos galerías con 36 camas en previsión de una epidemia.

Comedor de la Tienda Asilo. Año 1903.

Cocina de la Tienda Asilo de la Montaña. Año 1903.

El día 2 de Mayo falleció uno de los enfermos y son encerrados las 150 personas en el Asilo de la Montaña que habían pernoctado allí. Otros 41 permanecen en el Hospital General, esperando a ser trasladados al Hospital de Epidemias del Cerro del Pimiento, en la Moncloa. Por primera vez se habla abiertamente de tifus exantemático, aunque se rebate por las autoridades afirmando que es gripe.

Es así como en la reunión del Gobierno Civil de día 4 de Mayo se decide el traslado de todos los mendigos enfermos al Cerro del Pimiento y de los sanos al Asilo del Sur. Asímismo se ordena al Cuerpo de Bomberos la quema del Asilo de la Montaña de inmediato. A las cinco de la madrugada del día 5 de Mayo, previo derribo de la medianería con la Tienda Asilo, el Asilo de la Montaña fue pasto de las llamas provocadas y controladas por los bomberos.



Dos jóvenes alumnos internos de San Carlos se pusieron al frente del Hospital de Epidemias del Cerro del Pimiento en el barrio de la Moncloa, Carlos M. Cortezo y Felipe Marañón.


Panorámica y sala de enfermos del Hospital de Epidemias del Cerro del Pimiento.

A principios de 1904 los vecinos de la calle Ferraz, muy pudientes y poderosos en aquel entonces, empiezan a presionar para que desmantelen la Tienda Asilo de la Montaña.

Tienda Asilo de la Montaña, también llamada de Palacio por estar en aquel distrito.

Aunque hoy aquella zona es de clase alta, en aquellos días había bastante pobres. Donde hoy se asienta el Templo de Debod estaba entonces el Cuartel de la Montaña, pero anteriormente, antes de la construcción de la Estación del Norte, eran vertederos, donde abundaba la pobreza. Además, habitaban muchas de las lavanderas del Manzanares.


En noviembre de 1904 hay diversas suplicas para que se paralice el derribo de la Tienda Asilo, y aunque no se llega a demoler, si que en 1906 estaba ya cerrada y no daban comidas, pues el Gobierno Civil se planteó su reapertura para paliar el hambre que volvía a azotar Madrid. No hemos encontrado ninguna otra noticia posterior, lo que nos lleva a pensar que nunca volvió a funcionar, pero lo que sí es cierto es que los pobres siguieron siendo pobres.

Grabado de la Tienda Asilo de la Montaña de Príncipe Pío.
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Autor: Ricardo Márquez
En este artículo también ha colaborado: José Manuel Seseña.

Fuentes utilizadas:
BNE
Biblioteca de la Comunidad de Madrid
Álbum Flickr de Nicolás