miércoles, 31 de octubre de 2012

Moratalaz, de dehesa a distrito


Al este del arroyo Abroñigal se elevaba por la erosión una meseta surcada por innumerables arroyos, siendo estos los terrenos donde se levantó el barrio de Moratalaz.

En primer término, a la izquierda, la Huerta de Abajo del Caño Gordo. El cauce, bastante profundo, del arroyo Abroñigal recorría la zona de norte a sur. El barrio de Las Latas sobre la meseta y detrás, ondulante, el pequeño cañón formado por el arroyo Belincoso, y en paralelo el camino de la Vereda de Atocha.

Recorte sobre los hallazgos arqueológicos (9500 años de antigüedad) encontrados en la confluencia del arroyo de las Moreras con el Abroñigal, en el actual Parque Darwin. Fuente: Museo de los Orígenes.

Hoy os proponemos un paseo a lo largo de la historia, que aunque breve, tiene muchas curiosidades.

Moratalaz no era nombrada en ninguna guía del siglo XIX, ni tan siquiera como lugar.

Es en el año 1206 cuando se encuentra por primera vez el nombre de Morat Alfaz, en una escritura de otorgamiento de posesión sobre una finca de una aldea de Toledo cercana a Illescas. El beneficiario era el maestre de la Orden de Calatrava, don Roy Díaz. La Orden de Calatrava se hizo con la huerta del actual barrio, desde el Barrio de la Estrella hasta cerca de la Hacienda de Pavones. Según podemos ver en el plano de Facundo Cañadas, de 1900, la quinta de Moratalaz está situada en la orilla occidental del Abroñigal, es decir, en el actual Barrio de la Estrella.

Plano de Facundo Cañadas 1900. Como vemos la huerta “Moratalá” estaba en rivera oeste del arroyo Abroñigal, perteneciendo la quinta de “Moratalá” a la parte oriental, es decir, al pueblo de Vicálvaro.

Dicho lo anterior, vamos a hacer un inciso para saber de donde proviene la palabra Moratalaz. Según el estudio realizado por don Elias Terés, Catedrático de Literatura Árabe de la Universidad Complutense de Madrid, podría ser una mezcla de dos palabras: Morat, palabra pre-árabe-visigoda que significa “en altura”; y Alfaz, campo sembrado. Aunque también Morat, puede venir del nombre de la tribu árabe Murat, pueblo que ocupó la península en la segunda oleada musulmana. Recordar que esta raíz “Mora”, lo tienen muchos pueblos de España, como Moratalla, Morata, Morella,...... Por tanto tenemos dos opciones: Campo sembrado en altura, o Campo sembrado de la tribu Murat.

En el primer escrito que se menciona al Moratalaz de Madrid, es en el año 1425, en unos documentos sobre un pleito. Desde ese instante aparecen siempre ligados los nombres de “Dehesa de Moratalaz”(1), o “Encomienda de Moratalaz”(2), en sus más diversas acepciones: Moratala, Moratalar,...; siendo numerosos los anuncios de arrendamientos de sus huertas a principios del siglo XIX en el Diario de Avisos de Madrid.

Campo de tiro de artillería
El nombre de Moratalaz en Madrid era algo genérico, una zona de huertas situadas a las orillas del Abroñigal bien regadas por sus arroyos y un clima benigno; pero no era la única quinta del barrio, también estaba la Hacienda de Pavones hacia oriente, y otros lugares que iremos viendo. De hecho en ninguna de las guías de Madrid del siglo XIX aparece mencionada como lugar, siendo el primer documento donde se menciona Moratalaz el plano militar levantado en 1862, en el que se recogen los  campos de instrucción de Madrid.

Fíjense en los numerosos arroyos que surcaban la zona: Fontarrón, Vallincoso, Vinateros, Catalana, Pilillas, Media Legua, ... y la cantidad de hornos-tejares y huertas. Destacan los caminos de Vinateros, de Pavones, Marroquina, y los dos principales, el de Vicálvaro y Vallecas. Fuente: Biblioteca Regional de Madrid. Signatura: Mp.VII/16

Es precisamente a partir del arrendamiento al Conde de Polentino del campo de maniobras militares en noviembre de 1861, cuando se empieza a nombrar Moratalaz con mucha más frecuencia en la prensa. Hubo muchos “tiras y aflojas” con el precio del arrendamiento. Sin duda se convirtió en un acicate para la zona, ya que el camino que partía desde la calle Granada (ensanche Este de Madrid, Barrio de Pacífico), tuvo que ser totalmente restaurado debido al paso de las tropas y la artillería a principios de 1886. El campo de tiro fue declarado de utilidad pública en 1907. La última maniobra de la que tenemos noticias fue en junio de 1927. Actualmente trascurre sobre él la carretera de Valencia (A3).

El tejar del Puig estaba en la divisoria entre Moratalaz y Vallecas, sobre el Campo de Tiro por donde hoy pasa la carretera de Valencia. La foto esta hecha desde lo que es ahora el Parque Darwin (Avd. de Moratalaz). Los pisos que se ven no son los de la calle Peña Labra esq. C/ Pico de Peña Golosa, en el alto que hay detrás de la Antigua Cerámica, de Vallecas. En la derecha-centro se ve la torre de la Parroquia del Dulce Nombre de María.. Hacía 1960.

Estamos seguros que este campo de maniobras militares, junto con el cercano Cementerio de la Almudena, dependiente del Ayuntamiento de Madrid desde 1884, disuadió a muchos de los inmigrantes para instalarse junto al arroyo Abroñigal, como ocurrió en su curso arriba, en los barrios de Las Ventas y San Pascual.

Hacienda de Pavones
Se encontraba en el extremo sur-oriental del actual barrio, a caballo entre Vicálvaro y Vallecas. La primera mención a esta hacienda es en 1802, cuando se saca a subasta “las tierras pertenecientes a la memoria fundada en el que llaman de la Cocepcion” SIC.

Pero el documento más esclarecedor de cómo era está hacienda lo encontramos en el Diario de Avisos de Madrid, de fecha 19 abril 1831.

... se saca á pública subasta por término de 30 dias la hacienda Hámada de Pavones, que antes se titulaba de Palacios y Valderibas, sita en término del lugar de Vallecas, que se compone de 450 fanegas de pan llevar, casi todas en un pedazo, con inclusion de la huerta, era empedrada, casa de labor, que incluye 13.646 pies superficiales, y consta de habitación, graneros, pajares, cuadras y otras oficinas, fuente de agua dulce, tres estanques, y otra pequeña casa para guarda de la posesion,.....” (SIC)

La finca pasó a manos del Marqués de Claramonte de Arteta, adquiriendo cierta fama como criadores de gallinas a finales del siglo XIX. Contaba con numerosos manantiales, de hecho había minas de agua para el suministro a Vallecas. Tenía una gran arboleda junto al puentecillo de la Carrantona, sobre el arroyo de la Arboleda que se dirigía serpenteante hacía Vallecas.

Era el punto intermedio en el camino de Vallecas a Vicálvaro. A la hacienda iban muchos mendigos donde se repartía pan elaborado expresamente para ellos.


El terreno de la hacienda está ocupado actualmente por el polideportivo, y todavía hoy podemos observar en su extremo occidental una vegetación exuberante que se nutre de las aguas de los manantiales que se niegan a perder su terreno.

Además de la Hacienda de Pavones, estaba la de Pablo Larios, donde se jugó el primer partido de Polo en España, con presencia de miembros de la Familia Real; o Villa Purita (derribada en 1959).

Otros propietarios destacados de tierras eran: el Conde del Puerto, Juan de Mata Sevillano, Esteban Hernández o el Marqués de Perales. También, como en todo el perímetro limítrofe a Madrid, había algún ventorro y casas de citas (de muy dudosa reputación, según calificaba la prensa).

La principal actividad económica de la zona, además de las huertas, eran los tejares, siendo los más nombrados: el de Pol o del Manco, del Tío Juan, del Cura, de Zabala y el de Sixto.

El Tren de Arganda
El famoso Tren de Arganda, que según el dicho popular “pita más que anda”, atravesaba la meseta de Moratalaz por su parte norte. Fue inaugurado el día 30 de Julio de 1886.

Restos del tren de Arganda se pueden ver en el parque de Dionisio Riduejo. Fuente: Nacheto, Paramio.

Su último viaje con pasajeros fue en abril de 1953, tratándose de quintos que iban a cumplir el servicio militar. Desde entonces se limitó al transporte de mercancías, como la remolacha, llegando solo la línea hasta Orusco de Tajuña.

Fuente: Monumadrid

El recorrido del tren de Arganda por Moratalaz era simplemente de paso, no existiendo ninguna parada, apartadero o apeadero. Su recorrido era por el extremo norte de la meseta buscando su camino hacia Vicálvaro en sentido sureste.

Fuente: Nacheto, Paramio.

El día 30 de septiembre de 1969 fue suprimido el servicio definitivamente y se empezaron a levantar las vías de su trazado.

Fuente: Monumadrid.

El barrio de las Latas
El principal núcleo de población se asentaba junto al Abroñigal. Era pequeño comparado con otros como San Pascual o Las Ventas, contando con apenas 1.600 habitantes. Dividido en dos núcleos creció hacia 1900, trabajando casi todos los vecinos para los tejares cercanos, que eran los propietarios de las tierras donde se asentaba el barrio. La mayoría de sus habitantes provenían de La Elipa y de Las Ventas. El barrio era conocido por Abroñigal, Vereda de Atocha o de Las Latas, nunca como Moratalaz, figurando por primera vez como “Barrio de Moratalaz” a principios de los años cincuenta.


En el primer tercio del siglo XX la dehesa era utilizada por los toros que venían de La Muñoza para pastar y descansar antes de entrar a Madrid para ser lidiados, y en más de una ocasión dieron algún susto a los vecinos (3).

A la izquierda las casas del barrio de las Latas. Fuente: www.ucm.es

Los nombres de sus calles eran: Arroyo de las Pilillas, Mejías, Lago Tornea, Lago Topo, Ricardo Fábregas y Alcolea.

A la izquierda de los primeros edificios de Moratalaz vemos el barrio de Las Latas.

Este núcleo se mantuvo hasta 1970, cuando fueron realojados en el barrio VI, sector Este, de Moratalaz.

Colonia Hogar Ferroviario
La Colonia Hogar Ferroviario se fundó como sociedad cooperativa en agosto de 1919, adquiriendo los terrenos de la huerta que pertenecía al General Zabala en 1923. El expediente de calificación fue aprobado en junio de 1924, iniciándose las obras un mes después, verificándose la inauguración de la colonia a finales de 1925.


Planos y construcción de la colonia. Año 1924.

El proyecto del arquitecto Francisco Alonso y Martos, constaba de 51 “hotelitos económicos” y un edificio comunal.

Estado de las obras de uno de los edificios en 1924.

Apunto de acabar las obras en 1925.

La cooperativa, además del propósito principal de la construcción de viviendas baratas, tenía entre sus estatutos la creación de una cooperativa de consumos, biblioteca, colegio, .... dado su alejamiento de cualquier centro urbano.



Al frente de la sociedad figuraban en 1925: Emilio Besteiro Graciani, Héctor Cortés Corominas, Joaquín González García, Quiterio Fernádez Urda, Miguel Sancho Suárez, Santos García Rodríguez, Antonio Eroles Ruiz, Constantino Casado Camacho, Manuel Aldomar Arteaga, Anselmo Fernando Riesco y Sebastián Ruiz Galiana; todos ellos empleados de la compañía ferroviaria M.Z.A.(4), excepto Anselmo que pertenecía a la M.C.P. (5).


La colonia siempre estuvo ligada al cercano barrio de Doña Carlota, tanto es así, que en septiembre de 1930 solicitó al Gobierno Civil la segregación de Vicálvaro y su anexión a Vallecas, que era donde realmente hacían la vida. Vicálvaro distaba de la colonia seis kilómetros, y era toda una odisea el traslado de cadáveres o el suministro de subsistencias, costeándose la colonia servicios como la limpieza o la educación.



Podemos afirmar sin duda que la colonia Hogar Ferroviario, son los edificios más antiguos de todo el barrio de Moratalaz.


Otros núcleos de población
Otros pequeños núcleos de población eran el barrio de Las Pilillas, en la intersección del arroyos Pilillas con el Vallincoso (conocido actualmente como Belincoso) formado por unas 42 viviendas; y El Torito, que estaba donde terminaba la dehesa (posiblemente al ser donde pastaban los toros provenga de ahí su nombre), y que se mantuvo en pié entre los bloques del barrio de Moratalaz hasta bien entrado los años ochenta.


Empieza el crecimiento
En la Junta Extraordinaria de la Inmobiliaria Urbis, celebrada en noviembre de 1956, se da cuenta que la Compañía ha comenzado a hacer numerosas compras en Moratalaz, prolongándose estas durante todo 1957.


Debido a la gran inmigración a Madrid de otras provincias, el Ministerio de la Vivienda puso en marcha el Plan de Urgencia Social (1957), por el que fomentaba la construcción y urbanización de nuevos barrios, calculándose en 60.000 familias las que vivían en estado muy deficiente. La iniciativa privada, amparándose en la figura del Plan Parcial de la Ley del Suelo, tomó parte muy activa en el nuevo plan. Aprovechando esto la Inmobiliaria Urbis proyectó los nuevos barrios de La Estrella, Puente de Praga y Moratalaz, con el apoyo financiero de Banesto.


Las obras comenzaron en septiembre de 1958. Un grave derrumbe tuvo lugar en junio de 1959, siendo portada de algunos diarios.


Las primeras entregas de llaves fueron en enero de 1960. Como dato reseñable, Urbis mencionaba en su Junta General de 1959, que las 5.000 viviendas correspondientes a esta primera fase se habían vendido en tan solo 90 días, y se preveía la construcción inmediata de otras 20.000 viviendas.


La campaña publicitaria de Urbis utilizaba todos los medios de comunicación de la época. Era muy activa y cambiante e iba dirigido a las familias.


De inmediato surge el problema principal del barrio, la comunicación con la capital. El día 5 de marzo de 1960 llegó la línea 30 de la EMT al barrio, y tan solo cinco días después se pedía prolongar la línea 20 hasta Moratalaz, ya que la 30 solo comunicaba con la cabecera del 20(6), por lo que también se proponía llevar el 30 hasta Goya para enlazar con el Metro. A finales de este mismo mes el 30 llegaría hasta Felipe II.


En enero de 1961 Franco hace una visita oficial al barrio, y es bendecido por el obispo oficial de Madrid. En ese momento ya se han entregado las 5.000 primeras viviendas, y está previsto la construcción de otras 5.000 en el plazo de 2 años.

Fuente: La Vanguardia.


Calle del Corregidor Rodrigo Rodríguez.


El mismo lugar en la actualidad. Foto de PauL, muy agradecidos.


Calle Hacienda de Pavones, número 93 (aprox.)

El mismo lugar en la actualidad. Foto de PauL, muy agradecidos.

En septiembre de este mismo año la línea 30 de autobuses ya llegaba a Goya, y los anuncios de la Urbis decían así: “Y está cerca de su trabajo, de sus amigos y de las atractivos del centro de la ciudad. Autobús núm. 30 – Moratalaz Metro Goya. En Doctor Esquerdo (junto a Moratalaz): autobuses números 20 y 8 y trolebús número 106. Centro telefónico en el barrio.”. Como se ve Urbis insistía mucho en la comunicación del barrio, pero no dejaba de ser una quimera lo de “Doctor Esquerdo (junto a Moratalaz)".


En 1962 se comienzan a poner los primeros nombres a las calles, hasta entonces se identificaban por la letra del polígono y el número de bloque. También se modifica el proyecto de los nuevos bloques a los que se añadirán más altura, lo que unido a las reclamaciones por la mala construcción, fue el germen para la creación de las asociaciones de vecinos que tuvieron gran relevancia en los años venideros.

Moratalaz era conocido como “el barrio del chupete”, debido a la alta natalidad que tenía. Hasta 1963, los bautizos se hacían en la iglesia del Dulce Nombre, en el vecino barrio de Doña Carlota.



En 1964 se inauguró la plaza Pablo de Garnica, actual plaza del Encuentro, a ello se unió el nuevo cine “Moratalaz”, lo que le dio un carácter más cosmopolita al barrio.




El centro de la plaza estaba ocupado por un grupo escultórico de Marino Amaya. Lamentablemente fue victima del vandalismo a principios de los años ochenta, y actualmente los restos están situados en el jardín de la Junta Municipal del Distrito de Moratalaz.



El cine Moratalaz estaba en la calle de la Hacienda de Pavones, número 5; muy cerca de la plaza del Encuentro. Tenía capacidad para 1.350 personas y contaba con: pantalla panorámica, aire acondicionado y equipo estereofónico. Actualmente lo ocupa la Federación Española de Religiosos de la Enseñanza y diversos comercios en planta de calle.


Se abrió también la autopista A-3, avenida del Mediterráneo, pero lo que se suponía iba a ser un alivio para el tráfico rodado no fue tal, pues se seguían produciendo cuellos de botellas en las salidas del barrio; además hubo numerosos accidentes pues los vecinos cruzaban la carretera para ir hacía Vallecas.

En 1965 llega al barrio una nueva línea de autobús, la 32; y son entregadas 2.798 viviendas del polígono I. Al año siguiente abre sus puertas el tercer colegio del barrio, el Doctor Conde Arruga, y se inaugura la guardería La Milagrosa, y la iglesia de La Esperanza en el polígono H.





Según el álbum de Urbis de marzo de 1967, el Complejo Parroquial de Santa Ana (inaugurado oficialmente el 18 de diciembre de 1966), obra de Miguel Fisac, era: "La primera Parroquia edificada en Moratalaz es también la primera en Madrid rigurosamente atenida a las normas conciliares. Constituye un complejo compuesto de Tempo con capacidad para 700 personas, Escuelas, Centro Asistencial, Despacho parroquial, Librería, Bar, Claustro exteriores e interiores, Salón de Actos, Viviendas para Sacerdotes y para la comunidad Religiosas". (SIC)

Iglesia de Santa Ana en la actualidad. Foto de PauL

Fragmento del NODO, de fecha 02-01-1967, número 1252B, sobre la Parroquia de Santa Ana, barrio de Moratalaz (Madrid). Todos los derechos: Filmoteca Nacional – © Corporación de Radio y Televisión Española (RTVE).

De nuevo es variado el plan urbanístico en 1967, y se proyecta levantar edificios en zonas verdes. Esto unido a la alta natalidad y baja mortalidad (en 1968 solo se registraron 15 fallecimientos), incrementó notablemente la densidad de población.






En estos años también llegan al barrio nuevas constructoras, al oeste y al este. Son inaugurados el colegio Nacional Real Armada, la iglesia de la Merced y el Centro Cultural.






Fragmento del NODO, de fecha 11-11-1968, número 1349B, sobre el colegio Real Armada, barrio de Moratalaz (Madrid). Todos los derechos: Filmoteca Nacional – © Corporación de Radio y Televisión Española (RTVE).

En 1969 son entregadas otras 1.800 viviendas en los polígonos J, K y L; y se inauguró el Parque de Moratalaz.






Curiosa foto de un anuncio de Altos Horno de Vizcaya, donde hablaban de las bondades de las estructuras de acero: "incomparable rapidez de construcción". Corresponde a una de las torres de la calle del Arroyo Fontarrón esquina a Corregidor Juan Francisco de Luján. Diciembre 1969.

Tras la reordenación de los distritos madrileños, año 1971, Moratalaz es separado de Vallecas, pasando a formar el distrito 15 junto a Vicálvaro. La línea 20 de autobús es prolongada hasta la Plaza del Encuentro. Son entregadas las viviendas de las torres del polígono Y, y las construidas por Imarsa en el polígono E.

Microbús M-9, en la plaza del Encuentro, que se puso en servicio el 16 de febrero de 1967.

El año 1972 supuso un importante paso para el barrio en lo referente a equipación social, así se inauguró: el mercado, correos, la sede de la policía municipal, el polideportivo y los juzgados. Además son entregadas las viviendas de la Cooperativa Virgen de la Esperanza, en el sector Noreste junto a O´Donnell (708 viviendas), conocido como polígono Martala; que era de largo el mejor urbanizado hasta aquella fecha. Esta cooperativa surgió de la famosa quiebra de la inmobiliaria La Nueva Esperanza en el año 1967. Parte del sector Este fue destinado para expropiados, sobre todos los afectados por la construcción de la M-30.



Fragmento del NODO, de fecha 06-08-1973, número 1596B, sobre el Polideportivo del  barrio de Moratalaz (Madrid). Todos los derechos: Filmoteca Nacional – © Corporación de Radio y Televisión Española (RTVE).

Pero los problemas seguían para el barrio, sobre todo lo referente a los accesos de tráfico rodado. Tanto es así, que mereció más de una portada en la prensa, como la siguiente del diario ABC. Contaba tan solo con tres salidas hacía La Elipa, Vallecas y una estrecha carretera hacía Madrid por el barrio de La Estrella, todas ellas llenas de cruces muy deficientes, y mientras la población seguía creciendo año tras año.

Foto portada ABC 13-04-1973

Otro gran problema era el de los colegios, muchos chavales tenían que ir a estudiar a otros distritos de Madrid (el déficit de puestos escolares para el barrio estaba cifrado sobre las 20.000 plazas). Pero no todo iban a ser malas noticias, en 1973 abrió por fin sus puertas el ambulatorio.


El problema del tráfico fue paliado en gran medida por el nuevo puente al barrio de La Estrella sobre la M-30, inaugurado en 1974.


En Julio de 1974 fue entregada la promoción de la Colonia Familia y Hogar, formada por trabajadores del extinto Instituto Nacional de la Vivienda y del Ministerio de la Vivienda que se constituyeron en cooperativa en 1968. Situada en la calle Pico de los Artilleros, está formada por 7 torres y 8 bloques con un total de 812 viviendas, más dos módulos de locales comerciales separados, conservando su carácter de propiedad privada.

Las pocas instalaciones sociales eran insuficientes para la población, así en 1975 tan solo contaba con un Instituto de Enseñanza Media, el polideportivo tenía tiempo de esperas de 2 horas, y había falta de zonas verdes. Además en el sector Este se reclamaba una residencia de ancianos, pues había absorbido mucha  población mayor procedente de las expropiaciones.


Todos estos problemas fueron abordados de una forma muy activa por las diversas asociaciones de vecinos, aunque debieron de pasar años hasta que el Ayuntamiento de Madrid se hizo cargo al 100% de la gestión del barrio, debido a su carácter semiprivado.


La apertura de la M-30, hacía 1975, supuso un alivio para el tráfico rodado, pero sin lugar a dudas el hecho más relevante en materia de transportes fue la llegada del Metro al barrio en Enero de 1980.

Colonia Ferroviaria vista desde el suroeste. Justo detrás la torre del cine Garden. Fecha: 19 enero 1976. Foto Archivo Larena.

Hacía 1982 se estabilizó el número de habitantes, en torno a los 147.000, siendo solo el 10% mayores de 59 años.


El barrio seguía contando con pocos lugares para el ocio, contaba con tan solo 2 cines, un número insuficiente de bibliotecas, y pocos comercios debido a lo elevado de sus alquileres y la condición de ciudad dormitorio.


A finales de los 80 fue urbanizado el sector Oeste de Moratalaz, junto a la M-30, instalando un gran centro comercial, y se construyó el famoso y criticado edificio conocido como El Ruedo, obra de Sáenz de Oiza.

Fuente: El Mundo.

La apertura al tráfico en octubre de 1991 de la M-40 fue otro desahogo más para el tráfico del barrio, así como la apertura de la M-23 (prolongación de O’Donnell), en diciembre de 1997.

El Templo Mormón, unos de los más llamativos nuevos edificios del distrito.

En la década de los noventa y principios del siglo XXI, fue urbanizado y construido el resto del sector Este, hasta su límite con la M-40.


Finalmente, y saltándonos el orden cronológico, añadiremos que fue en 1987 cuando Moratalaz se desligó de Vicálvaro, pasando, como el título de este artículo indica, de dehesa a distrito (7).

Curiosa fotografía de finales de los cuarenta, con el título: "Terrenos para el poblado de Vicálvaro".  Debajo del nombre de Vallecas, arriba de la foto, vemos el futuro trazado de la Av. del Mediterráneo, y podemos observar los grandes cursos que trazaban por la zona los arroyos, así como el recorrido del tren. Para adaptarse al terreno las huertas se trabajaban mediante terrazas. Es, casi con toda seguridad, la única foto aérea de conjunto de Moratalaz antes de empezar a construir.
-.-.-

P.D.: Con este artículo hemos llegado al número 300. Esperamos seguir contando con todos vosotros para, por lo menos, hacer juntos otros 300 más.

Autor: Ricardo Márquez

En este blog también colabora: José Manuel Seseña

Notas:
1 – Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, Dehesa: “Tierra generalmente acotada y por lo común destinada a pastos”.
2 - Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, Encomienda: “Merced o renta vitalicia que se daba sobre un lugar, heredamiento o territorio.”
3 - Del libro Historia de Moratalaz, de José Díaz.
4 - Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante.
5 - Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Cáceres y Portugal.
6 - Las quejas de los viajeros de la línea 20 eran muchas. Los vecinos de Moratalaz bajaban en la plaza del Niño Jesús del 30, y abarrotaban el 20 de tal manera que ya no paraba hasta la Puerta del Sol.
7 - El distrito está dividido en los siguientes barrios: Pavones, Horcajo, Marroquina, Media Legua, Fontarrón y Vinateros.

Fuentes utilizadas:
- Historia de Moratalaz – Autor: José Díaz – ISBN: 84-300.5443-X
- El ferrocarril del Tajuña. La Compañía del Madrid-Aragón. Autores César Mohedas y José Miguel Cámara
- Hemeroteca diarios: ABC, La Vanguardia, Diario Madrid, El País y El Mundo.
- Hemeroteca BNE
- Biblioteca Regional de Madrid Joaquín Leguina. Departamento de Investigadores

jueves, 25 de octubre de 2012

El Claustro de la Ciudad Lineal (III)


Seguidamente reproducimos íntegramente el artículo publicado el pasado domingo, día 14 octubre 2012, en La Opinión-El Correo de Zamora. En alguna ocasión hemos intercambiado información con José María Sadia, autor del artículo, quien nos ha permitido su publicación en el blog. Realmente es magnifica la investigación que han llevado a cabo.

Ignacio Martínez en el claustro de la Ciudad Lineal. Fuente: Fototeca del Patrimonio Histórico – Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Archivo Moreno. Nº de inventario 5929_C

«Era el número uno de los anticuarios»
La familia zamorana de Ignacio Martínez revela las virtudes del comerciante, uno de los más reputados de la época, «capaz de convencer a cualquiera».
José María Sadia

«Ignacio era un as, el número uno». Al fin, la familia del anticuario zamorano que ideó y promovió el célebre claustro románico de Ciudad Lineal —redescubierto meses atrás en una finca privada de Palamós— ha dado un paso al frente para revelar quién fue realmente el personaje clave de esta fascinante e intrincada historia que ha ejercitado la mente de historiadores, arquitectos, arqueólogos o simples aficionados del arte de todo el país.

La familia zamorana de Martínez nada sabía del claustro de Palamós, pero la publicación en este diario de la fotografía en la que aparece junto al conjunto arquitectónico en los años treinta ayudó a reconocer a un joven Ignacio. Aquel personaje opulento, vestido de traje y zapatos elegantes y tocado con sombrero es el tío de las hermanas Lozano Martínez, que hoy lo recuerdan como «el mejor anticuario de Barcelona», capaz de «convencer a cualquier», ganador y derrochador de fortunas al mismo tiempo.


Y es que Ignacio tuvo un buen maestro, «el mejor», a juicio de la familia. Se refieren a su padre, Fernando Martínez López, «uno de los primeros anticuarios de España». Natural de Medina de Rioseco, Fernando barrió los pueblos de la provincia buscando tallas románicas, pinturas, bargueños... Un viaje a Fuentelapeña marcaría su devenir, porque en el municipio de La Guareña conoció a Teresa Hernández, la futura esposa de un matrimonio que escoció a sus convecinos. «La moza más guapa del pueblo se la ha llevado un silletero», decían en la localidad en alusión al oficio de restaurador de muebles de aquel forastero.

El matrimonio fue próspero, al menos en hijos. Fernando y Teresa tuvieron ocho vástagos, aunque la cruenta realidad de la época hizo que cuatro de ellos (de entre 18 y 38 años) murieran antes de tiempo. También falleció muy joven Fernando, situación que dejó a Ignacio, el mayor de los hijos, al frente de la familia junto a sus hermanos Eugenia, Jerónimo y Ángeles, la madre de las hermanas que ahora revelan la historia al completo.

Con el oficio de las antigüedades bien aprendido de su padre, Ignacio se enamoró de otra zamorana, María Ángela, «una persona buenísima», tal y como recuerda Paquita Lozano Martínez, quien ejercita su memoria a los 85 años para reconstruir la vida de sus tíos. «Corrían los años veinte y se fueron a vivir a Madrid, a Ciudad Lineal», asevera. También marchó Jerónimo, el hermano pequeño de Ignacio, quien abrió una tienda en las galerías Conchita Piquer del rastro madrileño.

El claustro cuando estaba en la Ciudad Lineal. Fuente: Fototeca del Patrimonio Histórico – Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Archivo Moreno. Nº de inventario 5927_C

Paquita Lozano recupera el barrio de Ciudad Lineal y la casa de su tío Ignacio porque viajó allí en varias ocasiones para disfrutar de «un chalé que alquiló a una señora con unas naves enormes, jaulas con faisanes, bancos y mesas de azulejos antiguos». La memoria de Paquita se traslada a la finca que el zamorano alquiló a la marquesa Águeda de Martorell, espacio en el que se erigió el célebre claustro. «Al morir, aparecieron familiares por todas partes, pero ella le dejó todo a mis tíos: el chalé, las joyas, el dinero… todo».

El anticuario era un hombre con suerte, tal y como advertía la prensa de la época. En la capital española, él y su hermano se hicieron con parte de un gordo navideño en los años veinte. Poco después, en enero de 1931, Ignacio regresó a Zamora y tuvo la fortuna de adquirir tres series de Lotería Nacional que le reportaron 18.000 pesetas, todo un dineral para la época.

El anticuario zamorano poseía un talento natural, además del conocimiento heredado de su padre. Aseguran quienes le conocieron que era capaz de identificar piezas a ojo, incluso a ciegas. Una vez apostó con anticuarios de la calle La Paja de Barcelona que podría identificar, con los ojos vendados, piezas de terciopelo, tanto el color como la época en la que habían sido tejidas. Al tacto era capaz de reconocer los pigmentos usados en las telas. De una colección que le pusieron delante solo falló uno, del que dio un color aproximado al original.

El claustro cuando estaba en la Ciudad Lineal. Fuente: Fototeca del Patrimonio Histórico – Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Archivo Moreno. Nº de inventario 5928_C

Pero, ¿quién era realmente Ignacio? «Jerónimo era uno más, pero Ignacio tenía fama de ser el mejor anticuario que había», rememora Paquita. Primero en Madrid y, con el estallido de la Guerra Civil, en Barcelona. «Él era como aparece en la foto, “echao pa’lante”, chulillo», detalla la sobrina. Su vida profesional le ayudaba: «El negocio le iba muy bien, ganaba mucho dinero, podía construir un claustro y mucho más», añade la sobrina.

Corrían los años treinta y Estados Unidos sufría un tremendo golpe con el crack de 1929. Al otro lado del Atlántico, el magnate de la prensa americana William Randolph Hearst observaba el declive de su imperio. Había ganado fortunas y «tirado» montañas de dinero en comprar piezas de arte que jamás llegó a desempaquetar.

A miles de kilómetros y salvando las distancias, Ignacio copió las artes del maestro que Orson Welles retrató en «Ciudadano Kane». «Ignacio obtenía dinero a punta pala, pero igual que lo ganaba, lo tiraba», detalla su sobrina. La pregunta es lógica: ¿Lo invertía en antigüedades? «En antigüedades... y en tomar champán a diario», revela Paquita.

Y es que el comerciante tenía repleto el bolsillo para ir a los toros, al cine o al teatro de la época. Pero, de repente, se le acababa y «su mujer María Ángela tenía que empeñar las joyas hasta que Ignacio concretaba otro negocio». Una filosofía muy personal que le valió la reprimenda de su hermano Jerónimo, quien no pocas veces le recomendó que metiera el dinero en un banco. La respuesta de Ignacio recuerda la ironía del personaje imaginario Charles Foster Kane: «Mi banco es mi bolsillo, lo voy sacando y cuando meta mano y no lo tenga, es que me lo he gastado».

En aquellos años treinta, Ignacio Martínez y el hispanista americano Arthur Byne iniciaron el conocido proyecto de Palamós. Posiblemente, el anticuario zamorano adquirió antiguas piezas románicas de un templo salmantino y encargó al reputado arquitecto Ricardo García Guereta la reconstrucción de un claustro medieval con tallas antiguas y nuevas. Este fue uno de los fiascos de la pareja Byne-Martínez. Al primero le sorprendió la muerte en la carretera, al chocar su moto contra un camión camino de Madrid en 1935. El segundo tuvo que huir con el estallido de la Guerra Civil en 1936.
El anticuario abandonaba los placeres de una vida acaudalada por los sinsabores de su nueva existencia. «Marchó huyendo, porque en Madrid los perseguían, no por ideología ni política, sino porque no tenían “manos de trabajadores” y no iban a la guerra», expresa de forma gráfica Paquita Lozano.

Pese a la huida, el comerciante zamorano mordió el polvo en Barcelona, donde llegó a sufrir la tortura en una de las checas —recintos empleados por los republicanos  durante la contienda— de la ciudad condal. Aunque perdió varios kilos y su aspecto empeoró, Martínez sobrevivió a duras penas para continuar ejerciendo un oficio en el que era un maestro.

De hecho, sus artes le valieron el apodo del «Maestro» o del «Divino» Martínez. El zamorano se estableció en el palacio de la condesa de Sobradiel, donde abrió su propio taller de restauración. Allí crió junto a María Ángela a su único hijo, Federico, un habilidoso artesano que culminó la operación del claustro a finales de los cincuenta con la venta del conjunto al adinerado alemán Hans Engelhorn. Ignacio había fallecido en 1956 y desde entonces descansa en un pueblo de las afueras de Barcelona.

Balborraz, primera vivienda de los Martínez en la capital (Zamora).

Completamente reconstruida en la actualidad, aún se puede reconocer la vivienda en la que vivieron los Martínez. Allí, Fernando y Teresa alumbraron ocho hijos, con Ignacio, el mayor, a la cabeza. Más tarde se trasladaron a las Cortinas de San Miguel y, con la llegada de los años veinte, Ignacio se casó con María Ángela y cambiaron Zamora por el barrio madrileño de Ciudad Lineal.
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miércoles, 17 de octubre de 2012

El Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama (X)


Dejamos atrás Dos Castillas. Se aprecian los aislantes eléctricos por seguridad de las obras. Foto Manuel Cayola invierno 2012

Reemprendemos la marcha que habíamos interrumpido en la entrega anterior al detenernos en el apeadero de Dos Castillas.

En la actualidad ningún tren tiene parada prescrita, que con anterioridad había sido transformada de normal a facultativa.

Naval saliendo de Dos Castillas hacia Vaquerizas. Foto Gire-Renfe 1964

La mejor geometría de la traza ferroviaria entre Dos Castillas y Los Cotos con respecto al antiguo entre Cercedilla y Puerto de Navacerrada, como se ha indicado en la entrega anterior, permite realizarlo con mayor velocidad.

Se aprecia el mejor trazado al no ajustarse totalmente al terreno, pk 16,1. Foto Manuel Cayola invierno 2012

Tren hacia Los Cotos en el mismo lugar que la foto anterior, pk 16,1

El cambio de vertiente hace que ahora el lado montaña quede a nuestra derecha y el lado paisaje a nuestra izquierda, que, además, al estar orientada al norte, es mucho mas fría que la sur en la provincia de Madrid, y por ese motivo se mantiene por mas tiempo la nieve caída. Asimismo, dejamos atrás la cuenca del río Tajo y entramos en la del río Duero, pues las aguas del valle de Valsaín forman el río Eresma y éste a su vez, después de haber recorrido la provincia de Segovia, las entrega al Adaja, el segundo afluente mas importante del Duero por la margen izquierda.

Siete Revueltas, la tercera desde abajo. Fuente: Wikipedia.

Contemplamos el inmenso valle que recorre por la izquierda la CL-601 para llegar a Segovia a través de las famosas Siete Revueltas, el lugar recreativo de Boca del Asno, la población de Valsaín que da nombre al pino característico de la zona, y La Granja de San Ildefonso con su palacio real y jardines.

Dirigiendo nuestra mirada hacia el lado de la izquierda veremos el pico Peñalara, emblemática cumbre de 2.428 m, punto de máxima altitud de la Sierra de Guadarrama, excursión que recomendamos realizar quienes ya hemos estado allí (1). Mas a la derecha, a una altura muy similar en la que nos encontramos, está nuestro destino final Los Cotos, aunque no es posible verlo por estar tapado por una estribación de la cordillera que nos lo impide, la Loma del Noruego.

Pinada característica del pino Valsaín

El trazado, siempre en ascenso, continúa por la vertiente norte de la Sierra de Guadarrama hasta Los Cotos, lo que dificulta la explotación en época invernal al permanecer mas tiempo la nieve.

Asimismo, a medida que avanzamos, va disminuyendo la diferencia de cota entre la vía y la carretera M-604 que une el Puerto de Navacerrada con la A-1 en Lozoyuela a través de Los Cotos, El Paular, Rascafría y otras poblaciones del Valle del Lozoya, como son Oteruelo del Valle, Alameda del Valle, Pinilla del Valle y Lozoya. No obstante, la frondosidad del pinar hace que el trazado ferroviario no pueda ser divisado de forma continuada desde la calzada, y además, la fuerte pendiente del terreno, dificulta sobremanera el acceder de la vía a la carretera o viceversa al no existir caminos de comunicación, prueba de ello es la inexistencia de lugares donde poder apartarse los automóviles en el lado valle, excepto en una pequeña explanada que hay a poco mas de dos kilómetros del final del aparcamiento del Puerto de Navacerrada, que muchas veces servía para que algunas familias que habían llegado hasta ahí, bien andando o bien en el utilitario Seat 600, se quedaran a pasar el resto del día.

Al fondo, en lo alto, la Bola del Mundo. Foto Manuel Cayola invierno 2012

Acometemos poco antes de Vaquerizas la rampa mas fuerte que nos queda hasta Los Cotos, con perfil del 19,80%o, que es, además, la mayor en el nuevo tramo Puerto de Navacerrada-Los Cotos.

Inicio del tramo horizontal donde está el apeadero de Vaquerizas. Foto Manuel Cayola invierno 2012

Entramos en el apartadero, hoy apeadero, de Vaquerizas que se encuentra en el mayor tramo horizontal de toda la línea desde Cercedilla, 670 m.

Vaquerizas, conjunto de la estación, sin la segunda vía ni tampoco sus columnas del tendido eléctrico. Foto Manuel Cayola invierno 2012

Estaba dotado en origen de dos vías con andén lateral y agujas talonables realizándose los cruces de trenes siempre por la izquierda según el sentido de la marcha, operaciones ferroviarias que, aunque con menor intensidad que en Camorritos, Siete Picos y Collado Albo, también han sido realizadas en función al gráfico de trenes. Cuenta con refugio en la vía ascendente, actualmente la única existente, pues como en el resto de la línea también ha sufrido las consecuencias del desmantelamiento de las segundas vías. Para realizar el apartadero, ahora apeadero, fue necesario hacer un cortado en el lado montaña para darle la anchura necesaria a la plataforma.

Una unidad de Maquinista entrando en Vaquerizas procedente de Los Cotos. Foto Javier Aranguren

Apartadero de Vaquerizas con la segunda vía cubierta de nieve. Foto Antonio García Portas

Su emplazamiento en el collado de Vaquerizas es también de dudosa utilidad, puesto que carece de sendero de acceso para que puedan ir a él viajeros a pie, al igual que ocurre en el apeadero de Dos Castillas, justificando su existencia para poder servir de punto de cruzamiento como lo fue en la parte antigua Collado Albo.

Vaquerizas. La nieve acumulada sobrepasa ligeramente la altura del andén. Foto Manuel Cayola invierno 2012

La situación actual del edificio-refugio presenta un estado deplorable por el vandalismo, lo mismo ocurre con el otro edificio anexo para temas eléctricos, y ninguno de los dos se salva del grafiteado. En este momento no tiene parada prescrita ningún tren, y anteriormente había sido transformada de normal a facultativa, circunstancia similar a Dos Castillas.

Vaquerizas vista desde el lado Los Cotos. Foto Manuel Cayola invierno 2012

Salimos de Vaquerizas y empezamos a circular por el mejor trazado, con diferencia, pues tenemos rampas mas suaves y radio mínimo de las curvas superior al resto.

Preciosa vista desde el pk. 16,0 de la vía. Foto Manuel Cayola invierno 2012

Vista de Dos Hermanas desde el pk 16,8 de la vía. En el recodo de la derecha están Los Cotos. Foto Manuel Cayola invierno 2012

Para hacernos una idea del ascenso que hemos realizado desde la salida del túnel, hacemos una comparativa con la carretera M-604, sensiblemente horizontal, que a distinta altura por la derecha nos ha venido siguiendo en paralelo y la diferencia de cotas ha quedado reducida a ligeramente superior a los treinta metros, los mismos que tienen entre sí los puertos de Navacerrada y de Los Cotos, 1860 y 1830, respectivamente.

Tren hacia Los Cotos. Foto Manuel Cayola verano 2011

En el mismo lugar que la anterior, pk. 17,1 Foto Manuel Cayola invierno 2012

En este tramo final, entre Vaquerizas y Los Cotos, precisamente por sus mejores condiciones topográficas, fue elegido para rodar la película “Hora cero: Operación Rommel”, coproducción hispano-italiana ambientada en la Segunda Guerra Mundial en la que, entre otros actores españoles, participó el fallecido Jesús Puente. El material ferroviario empleado para las secuencias cinematográficas fue un motor suizo camuflado con un falso blindaje mas un remolque, también suizo, y varios vehículos de servicio que apenas eran utilizados pero que en esta ocasión fueron protagonistas al tener su momento de gloria.

Camino de Vaquerizas procedente de Los Cotos. Portada del libro El Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama. Foto Javier Aranguren

En el mismo lugar que la foto anterior, pk. 17,4. Foto Manuel Cayola invierno 2012

La duración de las escenas de la película que tienen relación con el Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama es de algo mas de diez minutos, y en ese tiempo está incluido lo rodado en la estación de Los Cotos y en el túnel.


La misma unidad, 442 de Maquinista, vista anteriormente al poco de salir de Los Cotos. Foto Javier Aranguren

En el mismo lugar que la foto anterior, pk. 17,5. Foto Manuel Cayola invierno 2012

Nos cruza por quinta y última vez la línea eléctrica Tablada-Los Cotos que hemos llevado a nuestra izquierda por el fondo del valle, y a continuación, a la salida de una curva a la derecha, tenemos a la vista la estación última de nuestra línea: Los Cotos.

Línea eléctrica procedente de Tablada en el pk 17,8, una profunda herida en el pinar. Al fondo la parte trasera de Siete Picos. Foto Manuel Cayola invierno 2012

Estamos a punto de llegar al final de nuestro recorrido virtual, algo mas de 18 kilómetros a través de la sierra, en el que hemos visto preciosos paisajes y respirado aire puro. Lamentablemente el periodo en el que es mas necesario el ferrocarril, en invierno, ha estado cerrado por obras en el de 2012 por: ¿mala programación?, ¿indiferencia? ...  Esperemos que cuando haya que acometer alguna otra, se pueda compaginar con los intereses del público, reduciendo su duración de la suspensión al mínimo imprescindible y reanudando la circulación inmediatamente que sea posible, aunque sea con velocidad reducida, pues el cada vez mas escaso tráfico ferroviario asignado permite largos intervalos de tiempo.

Al fondo la estación de Los Cotos. En la próxima entrega entraremos hasta el final. Foto Manuel Cayola invierno 2012

A lo largo de esta entrega hemos querido dejar constancia con algunas fotos de lo triste que resulta un trazado ferroviario totalmente enterrado en la nieve, que la primera impresión que nos da a quienes lo vemos es de abandono.

Entrando en Los Cotos con cuña quitanieves. La vía a la subestación ya no tiene aguja. Foto Ju5

Continuará nuestra evocación, y también reivindicación, del Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama.
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Entregas anteriores:
El Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama (I)
El Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama (II)
El Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama (III)
El Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama (IV)
El Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama (V)
El Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama (VI)
El Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama (VII)
El Ferrocarril Eléctico de Guadarrama (VIII)
El Ferrocarril Eléctico de Guadarrama (IX)

Autor José Manuel Seseña

En el blog Historias Matritenses también colabora Ricardo Márquez

Agradecimientos:
A Javier Aranguren, experto aficionado y gran conocedor de la línea,  por la autorización para poder reproducir fotos de su colección, y también a Senén Fernández, José Luis Cortijo Martín, Ju5 (Lorena y Juan), Ezequiel Martín (www.Cercedilla.net), Fernando Borruel (www.rutasyascensiones.org), Gonzalo Fanjul hijo, Antonio Agulló, Carlos López Bustos, José Gascón, Jordi Ibáñez, Justo Arenillas, José Luis García Salazar, Antonio García Portas y Mercedes (Maquetrén), Jaime Fernández (Amical Ferroviaria), Mariano Orozco, Paco Zabala, César Mohedas, cuyas fotos están intercaladas en las diversas entregas, grandes aficionados al ferrocarril y al Eléctrico en particular, algunos de los cuales ya no están entre nosotros, y también a Manuel Cayola, que es además montañero incansable, por el extraordinario reportaje que, por falta de espacio, han quedado numerosas fotos interesantes sin poner, con nieve y sin nieve, junto con vídeos. Asimismo también a todos aquellos que nos han dado su apoyo para realizar este trabajo.
También a las páginas web www.cercedilla.es, www.panoramio.com, www.newasport.com y www.drehscheibe-foren.de


Bibliografía
El Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama, de Javier Aranguren.
Automotores Españoles (1906-1991), de Javier Aranguren.

Notas:
1- La sierra de Guadarrama es una de las que conforman el Sistema Central, cuyo punto mas alto es el pico Almanzor, con 2.592 m, en la Sierra de Gredos, provincia de Ávila.

lunes, 8 de octubre de 2012

Institución Franco-Española del Inmaculado Corazón de María - Un colegio de la Ciudad Lineal



En el número 34 de la calle Arturo Soria (antes número 477), a la altura de la Parada 2 de la Ciudad Lineal, en el cruce de las calles de José del Hierro y de López de Aranda, manzana 98, se construyó sobre 3 lotes de terreno (unos 1.200 metros cuadrados), una casa de 2 pisos de tipo burgués a principios del año 1905, ampliada en los dos años posteriores con una casa para guarda y dependencias.

Plano parcelario. Ayuntamiento de Madrid. Año 1956.

En Septiembre de 1908 se inauguró la placita de toros de la Ciudad Lineal, al otro lado de la calle López de Aranda, convirtiéndose así la Parada 2 en uno de los sitios más concurridos de la Ciudad Lineal. La Sociedad de Espectáculos, explotadora de la plaza de toros, junto con La Sociedad de Cultura de la Ciudad Lineal, así como cafés y restaurantes de particulares, eligieron el lugar para abrir sus sedes y negocios.


Es en la revista de La Ciudad Lineal donde encontramos la primera noticia sobre la Institución Franco Española. El colegio estaba dirigido por Madame Raquel Antoniette Bourdié. Con toda probabilidad la finca debió de ser comprada por el marido de Madame Raquel, Eduardo García Zurbano - Oficial de Administración de primera clase del Ministerio de Cultura-, a un particular o la propia CMU (la constructora de la Ciudad Lineal), que en aquellos tiempos estaba saliendo de la suspensión de pagos poniendo muchas de sus fincas y construcciones a la venta. Siguiendo la moda de otras villas le pusieron el nombre de la Madame, Villa Antoniette, aunque se notaba la influencia francesa siendo de las pocas que en la relación de propietarios figuraba como Chalet antecediendo al nombre, es decir, "Chalet Antoniette".

A la derecha de la Placita de Toros, pasando la calle de López de Aranda, el colegio era la segunda finca. 

Los inicios del colegio no debieron de ser fáciles, así entre 1928 y 1932 encontramos diversos anuncios en los que se pone en alquiler el chalet o habitaciones sueltas, además de los anuncios del colegio, siendo algunos de ellos en francés.

Pero pasemos a un relato en primera persona de lo que fue el colegio:

En esta toma aérea el colegio la izquierda de la plaza de toros, pasado López Aranda, la casa de la esquina era la Estafeta de Correos y el colegio la siguiente.

"El colegio era conocido en el barrio como "el colegio de la Madame".  En mi época, del 49 al 53, era mixto, y los profesores, además de la Madame, eran sus cuatro hijos, mademoiselle Charito, mademoiselle Julieta, monsieur Eduardo y monsieur Carlos. Había también un profesor de latín, Don Juan,  y un sacerdote que nos preparó para la primera Comunión. Y no recuerdo si había más.


El libro que usábamos de francés y del que la autora era la directora del colegio, Madame Bourdié.

La maestra, mademoiselle Charito, era una persona buenísima y de la que tengo un grato recuerdo. Y también recalcar que sí bien el colegio era mixto, los recreos se hacían en patios separados. Las niñas en el jardín delantero que daba a la Ciudad Lineal (Arturo Soria) y los niños en la parte  posterior del edificio,  y como salíamos al mismo tiempo, rigurosamente prohibido cruzar la línea divisoria bajo pena de castigo (orejas de burro, o brazos en cruz). Había una pérgola en el jardín, entrando a la derecha. 

Foto de un grupo de alumnas, tomada en el barrio del Retiro, cerca de la iglesia de San Manuel y San Benito. Año 1952.

También recuerdo el nombre de casi todas las alumnas que salen en la foto, aunque supongo que no viene al caso nombrarlas ahora.  Me acuerdo especialmente de dos de las mas mayores, Amalia y Eulalia (las que lucen medalla de aplicación). Mi mejor amiga era Marisa Paz. 

Se trataba de un colegio pequeño,  la enseñanza era en castellano pero antes de iniciar la primera clase del día la salutación a la maestra, en francés,  cuando ella aparecía en clase, todas de pie,  “Bonjour madame” con la cantinela correspondiente y nos santiguábamos,  rezábamos  el Padrenuestro y el Avemaría en francés. También en francés se dirigían a los alumnos para cualquier orden, aviso o instrucción. Por la tarde, al finalizar las clases, teníamos la clase de francés propiamente dicha, para quien quisiera apuntarse, como ahora dirían: actividad extraescolar.

Tranvía de la línea 75 cogiendo la curva hacia la calle de José del Hierro. La primera casa de la izquierda era la  estafeta de Correos, y la otra el colegio.

El método que se seguía supongo que era el de la época, aprender a base de memorizar, cantando las tablas de multiplicar, los ríos de España, etc. etc., pero lo cierto es que se salía muy bien preparado, y así lo valoraron en el colegio al que asistí posteriormente. 

El día de las primeras comuniones siempre era el 13 de Junio, día del Santo de la directora. Se celebraban en San Manuel y San Benito, íbamos en autocar desde el colegio, uno para los niños y otro para los padres. A la salida de la Iglesia nos llevaban a lo que sería una cafetería o granja de los alrededores, a desayunar:  suizos,  ensaimadas y fresas con nata. Los niños que hacían la comunión ese día invitaban a los demás de la clase. El procedimiento era éste, lo que no sé como funcionaria la logística, supongo que todo a través del colegio.

El colegio era el chalet con las persianas en verde y tejado a dos aguas.

Una última anotación: no hace mucho me comentaron que Flori, el hijo de Imperio Argentina, también había ido a ese colegio y que le acompañaba al mismo una hija de Felipe Trigo (el escritor que se suicidó en su casa de la Ciudad Lineal), la que luego fue pediatra. Por lo visto lo iba a recoger a su casa y lo llevaba al colegio y viceversa."

Hacía el año 1979

El colegio perduró como institución docente hasta 1985, estando al frente del mismo las hermanas Julieta y Rosario, e impartiendo educación preescolar bajo el nombre de Jardín de Infancia Nuestra Señora del Rosario. Un apunte significativo, en aquel entonces Julieta tenía 68 años (su hermana había fallecido unos años antes); lo que nos viene a decir que pasaron toda su vida dedicadas a la enseñanza.


Si nos fijamos en esta última foto podemos ver el soporte del cartel sobre las dos columnas de la entrada.

El chalet fue derribado en 1996, construyéndose en su lugar una pequeña urbanización de viviendas en altura.
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Autor: Ricardo Márquez

En este blog también colabora: José Manuel Seseña

Agradecimientos: A David Miguel Sánchez Fernández, por la cesión de las fotos de su libro de Ana Muller y la foto de 1979.