Este tren tan entrañable y tan querido por los amantes de la sierra madrileña ve cada día disminuir la atención que le dedican tanto la empresa ferroviaria que lo explota como la entidad regional en cuyo ámbito se desarrolla su trazado. ¿Conseguirá resistir como ferrocarril en funcionamiento hasta el 2023 para celebrar su centenario?.
Hablar aquí de la historia de este ferrocarril no tiene sentido, porque nada se puede añadir al magnífico libro del amigo Javier Aranguren “El Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama”, sin embargo los comentarios que siguen en ésta y en las sucesivas entregas van a ser los de un viaje en “El Eléctrico” como era llamado por los que hemos vivido en Cercedilla (1), ambientado al comienzo de la década de los años sesenta del siglo XX, época que podíamos considerar la de su “edad de oro” por sus numerosos servicios y masiva utilización.
La llegada a Cercedilla de los trenes procedentes de Madrid en los fines de semana producía en la estación una enorme marea humana que enseguida se encaminaba hacia los diversos lugares serranos donde realizar sus pensados itinerarios senderistas o de escalada, no sin antes comprar los mas rezagados el pan o alguna otra cosa que habían olvidado. Los destinos eran múltiples: La Peñota, Montón de Trigo, Marichiva, Puerto de la Fuenfría, camino Schmidt, etc. y los menos andariegos o por ir con la familia, abuelos y niños, Las Dehesas.
Los que optaban por el ferrocarril para ir Puerto de Navacerrada, punto de inicio del mayor número de rutas, tenían que salir del recinto de la estación yendo unos metros por “la carretera” (calle de Emilio Serrano) y acceder seguidamente desde ella a la estación del “Eléctrico” a través de un pasillo con barandilla separadora y posterior paso bajo el edificio de viviendas de los empleados ferroviarios.
La estación de Cercedilla de este ferrocarril de vía métrica era donde hoy está la zona de depósito y taller, y por tanto separada de la ancho ibérico por la playa de vías de mercancías de ésta, hoy desaparecidas al haber sido aprovechado su espacio para establecer su nueva estación de forma que el trasbordo sea con andén común, ventaja evidente para los viajeros desde hace mas de cuarenta años. Por tanto, los límites de la estación antigua son por el lado topera, el edificio del personal y su familia manteniendo la leyenda “Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama”, lado izquierdo el muro sobre el que está el paseo peatonal Francisco Moruve, inmejorable balcón donde ver el movimiento de trenes de los dos anchos; y en el lado derecho la playa de vías de mercancías de vía ancha, a nivel inferior, separada mediante una valla de ladrillo que al fondo tiene una abertura cuya misión es la facilitar el izado o la bajada de material con la ayuda de una grúa, desde o a las plataformas de vía ancha (2).
Por tanto de la antigua estación no queda nada que pueda ser visible de la zona que fue de viajeros, puesto que las funciones del edificio antiguo de viviendas de personal, en estado actual de semi-abandono, han sido trasladadas al nuevo que se construyó donde estaban las toperas, y a continuación de éste comienza la nave de taller con dos vías, una con foso, que tiene su entrada aproximadamente donde finalizaba el andén. La zona donde antiguamente se revisaban los trenes solo tiene dos vías en la actualidad, con un escape que va desde el lado estación al lado muro finalizando junto a la puerta de la nave de mantenimiento.
Remontándonos a la década de los sesenta las instalaciones de la antigua estación son bastantes escasas como todo el resto del ferrocarril. Tres vías, de las cuales solo dos disponen de andén que es central. La capacidad de la zona de viajeros es en cada vía un vagón cerrado, dos coches remolques y un coche motor. La tercera vía se inicia al final del andén central, tiene foso donde se realizan las revisiones del tercer coche motor que implican sostener su caja por gatos hidráulicos, y sirve de apartado en la parte de su cabecera para apartar una plataforma larga que sirve para llevar carriles y una vagoneta de bordes bajos multiusos pues lo mismo se utiliza para cargar carbón como banastas con productos alimenticios (3).
La estación nueva junto a la de vía ancha está realizada en tres fases muy separadas en el tiempo y enlaza con el antiguo trazado al poco de comenzar la rampa inicial, no sin antes cruzar en diagonal con vías de ancho ibérico en las fases primera y segunda, peculiaridad que ya no existe en la tercera que es la actual.
La primera fase, en los años sesenta poco después de la prolongación a Los Cotos, consistió en instalar dos vías en forma de “y” griega invertida, siendo ambas de andén aunque la de la izquierda era mas larga sirviendo solo para depósito de tren, pues lo normal era efectuar la salida y la llegada en la mas corta que, en cambio, tenía mucha mayor longitud de andén al ser común con el de la vía principal del ferrocarril de Madrid. Para su realización hubo que desmantelar la primera vía muerta ancha, conservando todavía las restantes, en la que las unidades de cercanías con destino Cercedilla eran apartadas después de rendir viaje en una de las tres vías de paso.
Muchos viajeros para asegurarse el poder ir sentados subían en ellas con tiempo de adelanto, a pesar de no haber andén, antes de que fueran situadas de nuevo en las vías generales para volver a Madrid, para lo cual habían de hacer una maniobra que llegaba hasta prácticamente el túnel de La Luminaria, el del lado Madrid, viaje gratuito que hice en múltiples ocasiones y después me apeaba.
La segunda fase es de 1975, por tanto pocos años después de la primera, y fue realizada al efectuar la renovación integral de la línea, lo que supuso la supresión de toda la playa de vías de mercancías de ancho ibérico, innecesarias al haberse eliminado el tráfico de detalle, lugar donde hasta entonces permaneció apartada la locomotora quitanieves para atender los problemas invernales de la línea Villalba-Segovia. Las dos vías iniciales del Eléctrico se ampliaron con una tercera, mas otra para poder realizar funciones de escape, pero modificando el emplazamiento de la vía 02 de forma que la topera se situó junto a la 01 quedando ambas en paralelo con andenes laterales únicamente. La vía 03, de mayor longitud pues llegaba hasta el antiguo patio de mercancías, tenía andén común con la 02 y servía de apartado de material y de escape.
La tercera fase, la actual, realizada ya en el siglo XXI, consistió en reducir la playa de vías suprimiendo la vía 03 y desplazando lateralmente la 02 para insertar un andén entre ella y la 01, de forma que ambas permitieran el acceso y desalojo del tren por los dos lados. Fue preciso, además, retranquear las toperas hacia el lado Los Cotos situándolas a continuación del paso inferior entre los dos andenes de vía ancha, siendo la 01 la habitual de llegada y salida del Eléctrico por encontrarse junto a las vías que se relacionan con Madrid. Una tercera vía que parte de la 02, de corta longitud, alberga material de servicio para revisión del tendido eléctrico y la locomotora quitanieves del Eléctrico, de color rojo siempre hasta que con la segregación de Renfe en Adif y Renfe Operadora se la pintó con el color verde corporativo de Adif.
Tras la reforma de la tercera fase la vía ancha de acceso a la grúa para subir o bajar trenes del Eléctrico a plataformas de vía ancha, quedó cortada antes del cruce de dos anchos, peculiaridad que ha desaparecido. El coche motor recarrozado preservado, que ostenta la numeración 431-501-6, dedicado a aula del Tren de la Naturaleza, ha quedado aislado totalmente por zona andén y por muro de separador del resto de instalaciones de la estación. Respecto a la estación de vía ancha desapareció su peculiar marquesina.
Volviendo de nuevo al pasado, los trenes del Eléctrico, en días laborables rara vez llevan remolque, si acaso en el de las 10 de la mañana, en cambio los domingos los llevan todos los de la mañana, generalmente, y siempre es uno en los ascensos aunque en los descensos es frecuente llevar dos (4).
Los horarios del Ferrocarril del Guadarrama están establecidos únicamente para conectar con los trenes procedentes de Madrid pues quien quiera ir a la sierra desde Segovia, utilizan los autobuses de La Sepulvedana, exceptuando el primero de la mañana a las 7,30 para subir, y el último de la noche para bajar que son los únicos que no tienen enlace. Son con servidumbre con respecto al de vía ancha, pues si el de Madrid llega con retraso le tiene que esperar, en cambio a la inversa no, dándose situaciones en los que por el escaso tiempo concedido de trasbordo y el largo recorrido entre la estación antigua y la de Renfe no es posible hacerlo por la gran cantidad de viajeros, máxime si el Eléctrico ha llegado con demora (5).
Además de los horarios oficiales en guía hay otros que están grafíados a fin de absorber el flujo de viajeros, así, además del de las 10 de la mañana que se cruza con un descendente en Siete Picos, hay un especial a las 10,30 que lo hace con ese en Camorritos.
Finalmente y antes de iniciar nuestro viaje, vamos a comentar la curiosa maniobra de liberar al motor de los remolques en los trenes procedentes del Puerto de Navacerrada, pues la inexistencia de escape en la estación obliga a realizarla por el sistema de gravedad.
Una vez apeados todos los viajeros, el tren va en marcha atrás hasta situarse en lo alto de la rampa, poco antes del semáforo de entrada; aquí se desengancha la composición y se asegura que quede frenada, colocándose un empleado en cada remolque. Cuando estas operaciones están listas, el coche motor arranca y se sitúa en la vía muerta que es la del foso, y acto seguido el primer remolque inicia el descenso controlando la velocidad el empleado que se ha puesto al frente de él, entrando en una de las dos vías de andén que tenga espacio libre, deteniéndose suavemente, gracias a su experiencia, junto al vagón cerrado que está en la topera. El segundo remolque, hace la misma operación, siempre por separado. Después el coche motor sale de la vía muerta y se coloca en una de las dos de andén preparándose para iniciar de nuevo un viaje al Puerto de Navacerrada.
Continuará nuestra evocación, y también reivindicación, del Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama.
Autor: José Manuel Seseña.
En el blog Historias Matritenses también colabora Ricardo Márquez
Agradecimientos:
A Javier Aranguren por la autorización para poder reproducir fotos de su colección, y también a Senén Fernández, José Luis Cortijo Martín, Ju5 (Lorena y Juan), Ezequiel Martín (www.Cercedilla.net), Gonzalo Fanjul hijo, Antonio Agulló, Carlos López Bustos, José Gascón, Jordi Ibáñez, Justo Arenillas, José Luis García Salazar, Antonio García Portas y Mercedes (Maquetrén), Jaime Fernández (Amical Ferroviaria), Mariano Orozco, Paco Zabala, César Mohedas y Manuel Cayola, cuyas fotos están intercaladas en las diversas entregas, grandes aficionados al ferrocarril y al Eléctrico en particular, alguno de los cuales ya no están entre nosotros. Asimismo también a todos aquellos que nos han dado su apoyo para realizar este trabajo.
También a las páginas web www.cercedilla.es, www.panoramio.com, www.newasport.com y www.drehscheibe-foren.de
Bibliografía:
El Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama, de Javier Aranguren.
Automotores Españoles (1906-1991), de Javier Aranguren.
Notas:
(1) También era llamado “Tranvía” y “Funicular”, esta última una denominación impropia puesto que sus características son las de un ferrocarril de adherencia y no las de ese tipo de ferrocarriles.
(2) Traslado de material para efectuar reparaciones que pueden ser realizadas aquí o incorporación de nuevo.
(3) Capacidad en base al material suizo. La vía de foso ha tenido varias modificaciones, entre ellas las de dejar de ser vía muerta para evitar la realización de maniobras por gravedad, pero que nunca pudo cumplir ese fin por la falta de capacidad de las instalaciones para apartado de trenes.
(4) A pesar de que hay foto antigua ascendiendo un motor y dos remolques, es muy probable que fuera de presentación de material, pues nunca se prestaba el servicio así.
Solo en una ocasión vi subir un motor y dos remolques. Era un domingo, poco después de las ocho de la tarde, y a esa hora iba siempre con escaso número de viajeros, siendo la causa de esta excepcionalidad la gran cantidad de ellos que habían quedado “en tierra” en el Puerto de Navacerrada por falta de capacidad.
(5) El regreso dominguero a Madrid mas frecuentado era el que salía de Puerto de Navacerrada a las 19,20 h para llegar a Cercedilla a las 20,03 h enlazando con el de las 20,07 h que tenía su origen aquí. Mas de una vez el enlace había que hacerlo a las 20,26 h en el procedente de Segovia, porque aún llegando el Eléctrico a su hora 4 minutos era escasísimo tiempo para recorrer la distancia entre ambas estaciones y efectuar el trasbordo, y eso que la parada de Las Eras y Los Castaños solo la hacía los días laborables para evitar demoras..
En cierta ocasión vi a tres viajeros apearse en marcha del Eléctrico en el momento que el de Madrid iniciaba el arranque, salieron por donde la zona de intercambio de material dando un importante salto por el desnivel existente, cruzaron la playa de vías de mercancías y se dirigieron al tren que ya había adquirido una cierta velocidad. Solo dos pudieron tomarlo y el tercero no fue capaz, afortunadamente no pasó nada pero los que lo presenciamos tuvimos el corazón en un puño pues mas vale “un minuto en la vida que la vida en un minuto”.
José Manuel enhora buena por el trabajo hecho, y por el que pretendes hacer, tengo la satisfacción de conocer bastante bien la sierra del Guadarrama, desde Rascafria hasta Villalva, pues he sido aficionado al senderismo, ahora desde que mi mujer no esta muy bien, hemos dejado de prtacticarlo, me consta por tus declaraciones que conoces muy bien Cercedilla, yo tambien, he hecho practicamente todas las rutas, Siete Picos, Majalasna, Cerro Ventoso, Cerro Minguete, Peña Bercial, Marichiva,Monton de Trigo, Peña del Aguila,La Peñota, muchas veces empezaba en Cercedilla y acababa en Cotos, seguro que a ti te suenan todos estos picos, la ultima vez fue el año pasado que estuvimos en la Dehesa y subimos hasta la ducha de los alemanes a darme un bañito, no he vuelto mas por allí, recuerdo haber hecho la calzada romana (hace años) subir y bajar descalzo por una apuesta, bueno José Manuel que espero que tengas memoria y material para por lo menos cinco entradas, lo espero impaciente.
ResponderEliminarUn saludo.
Pedro.
José Manuel, me dirijo a tí otra vez para preguntarte si teneis en el blog un archivo referente a la guerra civil en la sierra de Guadarrama, aporta unas fotos interesantisimas, si no lo teneis me lo decís y os lo envio.
ResponderEliminarSaludos nuevamente.
Pedro.
Hola Pedro:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu felicitación.
Mi abuelo fue senderista desde antes de hacer el Eléctrico, nunca escalador, e inculcó el amor por la Sierra de Guadarrama a mi padre y a mi tía, su hermana. Mi padre lo hizo en menor medida con mi madre, pero yo les salí “vaguete” pues no quería ir por donde no hubiera sombra o donde tampoco hubieran fuentes pues llevar la cantimplora con agua caliente después de un día de marcha lo pasaba muy mal, no obstante he estado en todos los lugares que citas de haber ido una vez para darme el gustazo de conocerlos, a excepción de Las Dehesas y el Puente Romano en los que los he frecuentado en muchísimas ocasiones. ¡Qué desilusión ir por el monte y al llegar a una fuente verla seca en verano o con un hilito de agua que eternizaba llenar el recipiente!
Tengo un especial cariño a Cercedilla pues ahí me salió el primer diente ya que pasaba los tres meses de verano y la Semana Santa hasta que empecé a trabajar. La época que he conocido es muy diferente a la actual, pues era mucho mas rural y menos urbana, aunque ya empezaba a transformarse el entorno. Y respecto al “Eléctrico” he montado en numerosas ocasiones cuando circulaban los “suizos” disfrutando de lo lindo porque desde siempre mi afición ha sido los ferrocarriles y los tranvías.
Espero que también te gusten las diversas entregas que seguirán, pues el trabajo, hecho con toda ilusión, está terminado ya que la norma del blog es que cuando se cuelgue la primera de cualquier tema estén acabadas las demás, aunque siempre pueden hacerse puntuales retoques que completen lo hecho.
En lo que mencionas del archivo de la Guerra Civil en la Sierra de Guadarrama, yo no lo tengo y desconozco sí lo tiene el amigo Ricardo, pero cualquier aportación siempre es bienvenida y se agradece.
Un cordial saludo.
José Manuel.
Para ser justos, habrá que recordar la enorme labor de conocimiento y divulgación de la sierra del Guadarrama y en particular de Cercedilla que llevó a cabo la Organización Juvenil Española en los años sesenta y setenta. La OJE surgió como sustituta del Frente de Juventudes para adoctrinar y someter a la juventud española, reduciendo la carga ideológica falangista de su predecesora, es cierto, pero también lo es que nos permitió a miles de niños de toda España conocer nuestra geografía a través de sus campamentos, lo que de otra forma no hubiéramos podido permitirnos. En Madrid, recuperando los postulados de la Institución Libre de Enseñanza, se potenció el contacto con la naturaleza, el montañismo, la escalada, las marchas, el esquí, la convivencia en los campamentos (recuerdo en Cercedilla el Hernán Cortés, la Peñota y un tercero que creo que se llamaba Cristo Rey) y de paso la economía de esos pueblos se encontraba con un regalo nada desdeñable. Mi ideología social y política no puede estar más en las antípodas de la que trataban de inculcarnos y ya entonces me entraba muy mal toda la parafernalia paramilitar, las charlas de formación, la consigna política del día y la máxima religiosa, pero como soy positivo me quedo con lo mejor y en este caso es justo reconocer que la OJE también realizó una gran labor que con atrevimiento podríamos llamar "pre-ecológica", quizá a pesar de sus prommotores.
ResponderEliminarHola Don Bernardino.
ResponderEliminarHe leido con atención tu comentario, estoy completamente de acuerdo en tu exposición, te queria preguntar, el campamento de la Peñota lo conozco de subir a la cima, el que hay en la Dehesa que se entra por un desvio a la derecha justo donde se encuentra el punto de información, sabes si es el Hernan Cortes, estuvo cerrado unos años, incluso anegaron la piscina, luego lo volvieron a abrir, no se si funciona en la actualidad, si no lo sabes quizá quien lo sepa sea José Manuel.
Un saludo.
Pedro.
Hola a Don Bernardino y a Pedro.
ResponderEliminarMuchas gracias a ambos por vuestros comentarios
En La Peñota había dos campamentos, uno el Hernán Cortés y otro el Juan de Austria, los cuales vi con frecuencia dando paseos senderistas con mis padres, unas veces funcionando y otras vacíos al haber terminado la temporada veraniega. De un tercero, el Alonso de Ercilla, situado en el entorno de El Ventorrillo, lo mencionado en una entrega posterior.
Mis padres me sugirieron si quería apuntarme a campamentos y yo taxativamente les dije que no, pues el sistema de vida y la manera de desplazarse cuando les veia bajar a Cercedilla, siempre en formación, no me motivaba. Preferí seguir andando por la Sierra de Guadarrama en familia, quizá sino hubiera estado pasando tan largas temporadas en Cercedilla posiblemente me habría apuntado para saber lo que era un campamento.
Recibid un cordial saludo.
José Manuel
Hola José Manuel.
ResponderEliminarGracias por tu información, El Juan de Asutria era quizá el que se encontraba cerca del sanatorio de la Fuenfria.
Otra duda, al referirte al entorno del Ventorrillo, te refieres quizá al Ventorrillo que se encuentra en la carretera que sube al puerto de Navacerrada.
Aprovecho para recordarte lo fresquita y estupenda agua de la fuente de los Geologos, yo era de los que paraba para traerme agua para Madrid.
Un saludo José Manuel.
Pedro.
Hola de nuevo.
ResponderEliminarJosé Manuel, al recordarte la fuente de los Geologos, se me ha pasado preguntarte si tiene nombre la fuente que se encuentra subiendo de Cercedilla hacia las Dehesas, situada en el margen derecho, tambien era y es punto de descanso, trago y llenado de cantimploras, Si no lo proponemos podiamos recordar todas las fuentes que conocieramos.
De nuevo un saludo.
Pedro.
Lo lamento, Pedro, pero han pasado tantos años y además yo abandoné pronto Madrid para irme a vivir a otra región, que tan sólo guardo vagos recuerdos, que seguramente tienen más de legendarios que reales. Ya ves que incluso José Manuel me ha tenido que corregir con los nombres de los campamentos. Y en mis esporádicas visitas a Madrid no he tenido oportunidad de volver a la sierra, aunque no descarto algún día (ya jubilado) retomar aquella pasión que sentí de mozalbete por aquellos pueblos y parajes.
ResponderEliminarQué suerte tuviste, José Manuel, a mí nadie me preguntó si quería pertenecer a la OJE, simplemente un primo de mi madre, jefe local de Falange, convenció a mi padre, y allá que nos metieron a mi hermano mayor y a mí. Del mismo modo que pocos años más tarde nos mandaron internos durante varios años a un colegio de jesuitas y aunque cumplieron la formalidad de consultarnos, nadie esperó una respuesta. Pero como he dicho en mi comentario anterior, no me lamento, siempre he sabido quedarme con lo mejor y olvidar las malas experiencias. En este caso con los paisajes de Cercedilla y Navacerrada, los itinerarios en el tren eléctrico, las "leches" que me pegaba haciendo como que esquiaba con unos esquíes prehistóricos alquilados en el puerto, los fines de semana en una residencia que tenía el extinto Instituto Nacional de Previsión en las cercanías de Navacerrada, del cual mi madre era funcionaria ... en fin, que nos vamos haciendo viejos.
Hola de nuevo a Pedro y Don Bernardino, y también nuevamente gracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarDe los nombres de las fuentes poco os puedo decir. Solo recuerdo la de Las Dehesas y la de Los Geólogos, mencionada ésta en una entrega posterior, ya que una vez que empezó mi vida laboral disminuyó sensiblemente mi presencia en Cercedilla, y ahora cuando voy, normalmente una vez al año, me trae infinitos recuerdos de una época en el que había un sabor de pueblo rural desaparecido en gran medida en la actualidad, con ello no quiero decir ni mejor ni peor, eso que lo digan otros, sino que era diferente.
En la carretera de Las Dehesas había varias fuentes, una al comienzo junto a un merendero, después otra mas arriba antes de llegar al cruce del camino procedente de La Paloma, y otra la de Las Galas, ésta estaba retirada de la carretera saliendo por un camino a la izquierda que terminaba junta a ella donde enlazaba con el tramo inferior de la carretera abandonada de la República.
Como veo que os gusta lo relacionado con Cercedilla, os comento que el 19 de Enero de 2010, se publicó en este blog y en el historias cinematográficas el artículo “Cercedilla, cine de pueblo”, que trata sobre el antiguo cine que debidamente restaurado y con otra dirección empresarial sigue funcionando.
Un cordial saludo a ambos.
José Manuel
Hola José Manuel.
ResponderEliminarChico con estas entradas has tocado uno de mis puntos debiles, la montaña, si te parezco pesado no tienes mas que decirmelo.
José Manuel en el ultimo comentario al referirte a las fuentes, nombraste la carretera de la republica, para los aficionados esa era la autopista de Cercedilla, por lo larga, es la GR - 10, seguro que lo sabes de sobra,cerca se encuentra la senda Herreros, y el camino Victori.
Pero quería referirme a la pradera de Navarrolaque, sin duda una de las que se pueden apreciar desde el mirador unas vistas fantasticas, hay existe como a unos 100 m. del camino, un templete parecido a la parada de un autobus,con asiento incluido, que tiene una fuente que en invierno salía hielo, ahora creo que en verano no sale ni agua, la ultima vez que subi (cuando te dije que fuí a la ducha de los Alemanes) salía un chorrito, la fuente como bien sabras es un caño de hierro, con un pilar pequeño de piedra.
Tambien existe como bien sabras el reloj de sol, dedicado a Camilo José Cela, no se en que estado se encontrará, pues estaba bastante deteriorado.
Tengo una anecdota de hace años de la pradera de Navarrolaque, un día de los que subíamos al mirador de la reina, había caido una nevada de las de antaño, a la vuelta se me ocurrió cruzar por la pradera, mientras mi mujer y otro matrimonio decidieron dar la vuelta siguiendo la carretera de la republica, no me percaté de la profundidad que podía tener la nevada, y antes de llegar a la fuente, que sabes que hace una pendiente desde el camino, me colé asta la cintura, estube sin exagerarte una hora asta que me ayudaron a salir, ni podía avanzar por mi mismo, ni pasaba nadíe por allí, mi mujer y el otro matrimonio siguieron bajando pensando que yo venía detras.
En fin José Manuel, que podriamos contarnos mil anecdotas.
Un saludo.
Padro.
Muchas gracias Pedro por tu comentario.
ResponderEliminarTus aportaciones no me molestan, sino lo contrario, las agradezco sobremanera porque son enriquecedoras.
Tus conocimientos sobre la Sierra de Guadarrama son sin ningún género de dudas muy superiores a los mios, pues como te dije fui siempre un muy modesto senderista y nunca anduve por nieve.
A Navarrulaque he llegado por tres sitios distintos, uno por el tramo alto de la carretera de la República después de recorrer "los Picos", varias veces subiendo desde Cercedilla y una en coche cuando hicieron un camino forestal en el que en aquel momento si estaba permitido el acceso de vehículos.
Tengo una anécdota cuando venía de recorrer "los Picos" pues la idea era regresar al Puerto de Navacerrada a través del sendero que a media ladera va de lado a lado de Siete Picos por la zona delantera, y después de buscarlo y no encontrarlo opté por la tremenda bajando campo a través hasta encontrar la vía del ferrocarril y allí llegué hasta la estación de Siete Picos teniendo la suerte de que pasaba enseguida un Eléctrico y nos subió hasta el Puerto de Navacerrada donde teníamos el autobús de la excursión que nos tenía que llevar a Madrid. Llegamos con tiempo suficiente sin que el resto de los excursionistas, mas modestos en sus pretensiones andariegas, nos tuvieran que esperar.
Un saludo.
José Manuel
Que hay José Manuel.
ResponderEliminarGracias por no parecerte pesado, cuando necesites saber algo sobre alguna ruta, o situación sobre todo de la Pedriza, no dudes en consultarmelo, si puedo te ayudare con mucho gusto, la Pedriza la conozco (como se suele decir) como si fuera mi casa, han sido muchos años de contacto, aunque ahora hay veces que se me borra la memoria de algunos lugares.
Referente a tu anecdota, seguro que iniciaste la bajada por la senda Herreros, (no se en que pico te encontrabas)con el fin de contactar con el camino Smith, y proseguir hacia el puerto, la senda Herreros para el que no conoce muy bien la zona es muy problematica, es facil despistarse, pues en algunos lugares no esta bien señalizada, seguro que bajaste hacia la pradera de los siete picos, donde cruza el camino la via del tren por encima, y la estacion esta cerca.
Todo el que anda por la sierra en alguna ocasión se pierde, aunque tengas la zona muy trillada, y terminas bajando ( por lo general siempre es bajando ) por donde menos lo esperas, la clave para cuando alguien se pierde, bien por que le caiga la noche o por niebla, es procurar ancontrar algun arroyo y seguir el cauce, en una ocasion nos despistamos (ibamos tres, la verdad es que fue por niebla) llendo del monton de trigo hacia la mujer muerta, acabamos en Otero de Herreros, gracias a que encontramos el rio moros, ya de noche tuvimos que regresar en tren, y al dia siguiente volver a recoger el coche.
José Manuel, que es un placer cambiar impresiones contigo.
Un saludo.
Pedro.
Hola Pedro. Encantado de leer tus comentarios.
ResponderEliminarLamentablemente La Pedriza solo estuve una vez y no puedo decir que la viera con cierto detalle.
Como eres un profundo conocedor de la Sierra de Guadarrama, te propongo que prepares algún tema sobre los muchos recorridos senderias que se pueden hacer, sin prisa pues como hay bastantes artículos en espera, tienes mucho tiempo para hacerlo si te decides.
Un cordial saludo.
José Manuel
Si queréis una sugerencia, a propósito del senderismo en Guadarrama, y además con carácter histórico, siempre me ha parecido fascinante la "escuela suiza" que se creó en Cercedilla, de la que surgió el camino Schmidt y otras rutas.
ResponderEliminarHola Nacho:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario y sugeencia.
Efectivamente el camino Schmidt y su origen es una interesante historia y también una maravillosa ruta de la Sierra de Guadarrama, que puede servir también para hacer un recorrido virtual, al igual que otras muchas, de manera similar al que nosotros hemos elegido del Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama, ahora que está muy desvirtuado de lo que fue su motivo de ser. Por cierto que, desde el 19 de Noviembre, los trenes no recorren el tramo entre el Puerto de Navacerrada y Los Cotos, según se dice, por obras en esta última estación, siendo de esperar que sea solo un corte provisional, pues visto lo visto de lo que está ocurriendo con este entrañable ferrocarril sus noticias son siempre negativas.
Un cordial saludo.
José Manuel