martes, 28 de febrero de 2012

El barrio de Pozas y la iglesia del Buen Suceso – Argüelles


El barrio de Pozas es muy recordado en la historia reciente de Madrid por la gran polémica que se originó con su derribo entre los que creían que se trataba de un barrio impropio para la Capital, y los que le defendían como un ejemplo de la arquitectura Isabelina (1). Estaba situado en la parcela triangular enmarcada entre las calles Alberto Aguilera, Princesa y Serrano Jover.

Los antecedentes


Remontándonos al plano de Teixeira (1656), podemos observar el actual trazado de la calle Serrano Jover, encontrándose en aquel entonces la Puerta de San Joaquín (2) casi en el cruce con la actual calle Princesa –antiguamente: Camino de San Bernardino-. Curiosamente también se dibuja entre los caminos el triángulo de la parcela donde se asentó el barrio de Pozas fuera de la cerca de Madrid.



Añadimos este dibujo titulado: “La Villa y Corte de Madrid. Vista desde las alturas del camino de S. Bernardino junto la Cruz de la 5ª Estación” (SIC), obra de Domingo de Aguirre (año 1780). Aunque no exento de cierto carácter bucólico, común en casi todos las paisajistas de esta época, nos deja un panorama extraordinario de este lado de la Capital, y sobre todo destaca la puerta de San Bernardino (fuente: Biblioteca Nacional de España).


En este plano, más cercano a nuestros días, vemos el trazado de la cuesta de los Areneros, antecesora de la calle Marqués de Urquijo, un serpenteante paseo de Ronda ceñido a la cerca y un trazado sin glorietas entre las calles Alberto Aguilera y Sagasta, como preludio de la nueva expansión de Madrid. Llama la atención la montaña del Príncipe Pío con su palomar y la ausencia de la estación del Norte

Es en Julio de 1856 cuando salen a subasta las 16 manzanas que formarán el barrio de Argüelles, a edificar sobre los terrenos del polígono de Príncipe Pío, que formaban parte de la Intendencia General de la Real Casa y Patrimonio.


En el anteproyecto del Ensanche de Madrid elaborado por Carlos María de Castro en 1857, vemos el triángulo de la manzana del barrio metido como una cuña en el hipotético círculo de Madrid formado por los bulevares de Argüelles a Colón.

La construcción y desarrollo
El trazado y rasante de las calles comenzó a primeros de Abril de 1857, llamado a ser uno de los barrios más bellos de Madrid por sus vistas, pero sobre todo por las nuevas condiciones higiénicas y un planteamiento urbano infinitamente más desahogado que el habido hasta entonces.

En Marzo de 1864 la única manzana que está en construcción es la promovida por don Angel Pozas (de ahí el nombre del barrio), estando ya nueve edificios cubiertos. Por su parte todavía estaba en el aire la construcción de la iglesia del Buen Suceso, a pesar de tener el depósito constituido y estar los terrenos cedidos por el Patrimonio Real, se seguía sopesando construirla en otro lugar de la Villa. No sería hasta Junio de ese mismo año cuando se hizo el deslinde de la manzana número 17, donde se asentó la iglesia, proponiendo que la calle hacia el norte tomará su mismo nombre (3).

El día 3 de septiembre de 1864 fue derribado el portillo de San Bernardino, lo que simbolizó la apertura y expansión de la urbe por aquellos lares. La demolición no estuvo exenta de cierta polémica, ya que el portillo tenía una lápida conmemorativa en recuerdo de las fuerzas liberales de 1822, que apunto estuvo de ser hecha añicos.

El barrio contaba con mercado público (llamado Trasmiera), café, ultramarinos, carbonería, y diversos talleres de varios oficios como la fabricación de calzados. Así mismo contaba con un colegio para niños y niñas. Fueron colocados 50 faroles entre el palacio de Liria y el barrio para una correcta iluminación. La inauguración oficial del mercado y las viviendas tuvo lugar el día 17 de octubre de 1864, asistiendo representantes del ministerio de la Gobernación y del Ayuntamiento de Madrid. El almuerzo fue servido por la reputada fonda de El Cisne.


Este es el primer plano (4) en el que vemos ya las calles del barrio de Pozas y la iglesia del Buen Suceso. Destaca el proyecto de una cárcel en el otro lado de la calle Alberto Aguilera. Apenas se ha construido nada en la zona del Ensanche, a excepción del barrio de Pozas. La urbanización de la montaña de Príncipe Pío está ya trazada sobre el papel y aparece el grandioso Cuartel de la Montaña. El paseo de la Ronda pasó a llamarse la ronda del Conde Duque, antecesora en parte de la actual calle Serrano Jover.

Grabado de la calle de la Princesa del año 1867, con la iglesia del Buen Suceso al fondo todavía en construcción. Fuente: Museo Universal.

La iglesia del Buen Suceso fue inaugurada el día 25 de marzo de 1868 (5), con la asistencia de todo tipo de autoridades, desde el arzobispo de Cuba hasta la Familia Real en pleno. Fueron repartidas limosnas y 7.500 piezas de pan entre los pobres. Los editores Gaspar y Roig, que tenían su sede en el barrio, entregaron un precioso folleto con la historia de la iglesia y el proyecto del barrio de Argüelles (lamentablemente no hemos podido hallar este documento).

Grabado de la iglesia del Buen Suceso. Año 1868. Fuente: Museo Universal.

Interior de la iglesia del Buen Suceso, diseñada por Agustín Ortiz de Villajos. Fuente: La Ilustración Católica, año 1894.

Asombrosa foto de la Iglesia del Buen Suceso, posiblemente a punto de concluir las obras pues la verja todavía no está montada. Fuente: Memoria de Madrid.

A diferencia de la anterior, en esta foto vemos ya los faroles de la calle pero no así las vías del tranvía.

El barrio de Pozas y la iglesia del Buen Suceso. Año aproximado 1870.


La llegada del tranvía significó otro de los hitos para el barrio. En una clara apuesta la Compañía de Tranvías de Madrid optó por unir los dos nuevos barrios más opulentos de la capital, el barrio de Salamanca y el barrio de Pozas, pasando por el centro neurálgico, la Puerta del Sol. La inauguración tuvo lugar el día 10 de octubre de 1871, con algunas quejas debido a que el precio duplicaba el servicio que prestaba el ómnibus por el sistema de tarifas por tramos. 



En este detallado plano de Ibáñez Ibero destaca la ausencia casi total de edificaciones al otro lado  del paseo de Areneros, hoy, de la calle Alberto Aguilera. La línea del tranvía es apreciable, así como la  planta de la iglesia del Buen Suceso. La ronda del Conde Duque pasa a ser recta, tal y como hoy es la calle Serrano Jover, habiendo desaparecido el tramo curvo que iba junto a la cerca de Madrid.


El barrio de Pozas cogió mucha popularidad por la Romería de la Cara de Dios, que se celebraba el Viernes Santo. La afluencia de público era considerable como podemos observar en la foto anterior. Siempre estuvo envuelta en polémica por los puestos de ventas que se instalaban en su recorrido y el carácter un tanto irreverente según algunos.

Foto de Alfonso datada en 1923.

Tras la construcción de la Cárcel Modelo en la calle Princesa el valor de los pisos bajó ostensiblemente, revalorizándose de nuevo a los pocos años.

Esquina de la calle Serrano Jover con la calle Princesa. Año 1931
Hoy en día irreconocible, la calle Serrano Jover vista desde la calle Princesa. Año 1931.

Los nombres de las calles eran: calle de Solares, calle de Hermosa y Pasaje de Valdecillas (6)

Calle Hermosa. La plaza quedaba a la izquierda

Calle Hermosa.
Calle de Solares

Pasaje de Valdecilla con el Edificio España al fondo.


Como todo el barrio de Argüelles sufrió los terribles efectos de la Guerra Civil. El frente estaba muy cercano.


Obsérvese la “Salida Bulevar”

El barrio de Pozas se ve en la acera de la izquierda.

El 15 de Julio de 1941 es prolongada la línea tres del Metro de Madrid, y apenas tres años después, el 23 de marzo de 1944, se inauguró la línea cuatro de Metro, en aquel entonces Argüelles - Goya.

Año 1950. Calle Alberto Aguilera. El barrio de Pozas lo vemos a la izquierda.

El final
Pero el llamado progreso, cambiante según las modas, iba llegando. El 18 de abril de 1957 desaparecieron los tranvías de Alberto Aguilera; y a principios de 1960 las obras se llevaron por delante el alma, el corredor central, de los bulevares (desde Argüelles a Colón), cediendo el terreno a los automóviles.

La iglesia del Buen Suceso a la izquierda y la calle Serrano Jover a la derecha.
Calle Alberto Aguilar esquina a la calle Princesa. Año 1966.

Por su parte la Gran Vía extendía su influencia como un torrente desde que en el año 1943 comenzaran las obras en la Plaza de España, avanzando los rascacielos calle Princesa arriba: Edificio España (1953), Torre de Madrid (1960) y Hotel Melía Madrid (1967) -todas las fechas mencionadas se refieren al año de finalización-.

En 1960, con motivo de la remodelación del bulevar de la calle Alberto Aguilera, se empiezan a hacer eco en la prensa del mal estado del barrio y de lo que desentonaba este tipo de construcción en el nuevo Madrid.

La parada del autobús 21 en la calle Alberto Aguilera.

Es así como en Abril de 1968 sus mil quinientos vecinos se ven amenazados por el  desahucio promovido por la Inmobiliaria Pozas, debido al estado ruinoso de las trescientas viviendas. Además estaban afectos unos setenta locales comerciales con unos trescientos empleados, aproximadamente.

Proyecto alternativo que presentó el arquitecto Fernando Chueca Goitia, para conservar el barrio.

Comienza entonces un largo proceso pues muchos vecinos se resisten a admitir el dictamen de ruina y presentan otros estudios de arquitectos que lo niegan.

Estado del derribo. A la izquierda el edificio que hace esquina con las calles Buen Suceso y  Princesa.

El bloque donde vivía Lauro Olmo. Revista Triunfo.

Los primeros derribos empezaron a finales de Agosto de 1969, prolongándose hasta Noviembre de 1972 cuando se derriba el último edificio. Durante este periodo el barrio ofrecía una imagen fantasmagórica y toda la prensa matritense recogió la lucha de los vecinos, sobre todo el del último desalojo: la familia del escritor Lauro Olmo, en Febrero de 1972.

La familia Olmo en el momento del abandono de su vivienda. Revista Triunfo.
Y lo que son las casualidades, el día en que se publicaba en la prensa el desalojo de la familia Olmo, era noticia la venta de la manzana donde estaba la Iglesia del Buen Suceso.

En la manzana del barrio de Pozas se construyeron unos grandes almacenes (esos que nadie quiere nombrar) y un complejo hotelero de muchas estrellas.


Las dependencias hospitalarias de la iglesia del Buen Suceso fueron utilizadas por el Ejército del Aire desde los años cuarenta hasta la apertura del nuevo hospital en la calle Arturo Soria (1966),  quedando después en desuso. Como vemos en la portada anterior del diario ABC, el derribo de la iglesia del Buen Suceso comenzó en Enero de 1975, finalizando en Mayo de ese mismo año.


En su lugar se levantaron varios edificios revestidos de aluminio (o similar), para usos de oficinas y apartamentos. La nueva iglesia, de línea cúbica y también metálica, ocupa una de las esquinas de la manzana.

Vista aérea actual. Fuente: Bing Visor de Mapas.
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Autor: Ricardo Márquez.
En este artículo han colaborado: Angel Caldito y José Manuel Seseña.

Fuentes:
Hemeroteca Biblioteca Nacional de España.
Hemeroteca ABC.
Biblioteca Universidad Complutense de Madrid.
Biblioteca Joaquín Leguina, Departamento Investigación.
Página Web Memoria de Madrid.
Revista Triunfo.
Urbanity, Juanjo.

Notas:
1- Fernando Chueca Goitia (Diario ABC, 31 enero 1967).
2- En el plano de Texeira es nombrada como S.Ioachim. Posteriormente fue conocida como puerta o portillo de San Bernardino .
3- En 1864 la calle Princesa se denominaba Duque de Liria.
4- Firmado por: D. Juan Merlo, D. Fernando Gutiérrez y D. Juan de Ribera
5- Para saber más sobre la historia de la iglesia del Buen Suceso pueden visitar el blog de nuestra amiga Mercedes Gómez.
6- Las fotos de las calles interiores fueron tomadas de la web Barriodeargulles alojada en Geocities, hoy en día desaparecida.

martes, 21 de febrero de 2012

El tranvía 12 ... uniendo Canillejas y Carabanchel Alto

En esta ocasión vamos a presentar un análisis sobre un fragmento de la película Mi tío Jacinto, del año 1956.


Vemos un tranvía tipo “quinientos” con el itinerario de la línea 12 Manuel Becerra-Canillejas en ¡Carabanchel Alto!. Sí, sí, hemos dicho bien en Carabanchel Alto y no estamos en ningún 28 de Diciembre. Esto demuestra que en el cine nada es lo que parece y todo puede ser mentira hasta lo que  para nuestros ojos es lo mas auténtico.

Dada la similitud con las edificaciones de la antigua carretera de Aragón, hoy Alcalá, la circulación de un tranvía con ese itinerario y de un modelo utilizado en la línea 12 hasta 1954 cuando se instaló el triangulo de Canillejas, bien pensamos que podría tratarse de esta zona aunque no las teníamos todas consigo, pues había posibles coincidencias pero también discrepancias.

Gracias a la perspicacia de nuestros lectores(1), a los que les estamos profundamente agradecidos, que nos han informado de la zona exacta del rodaje: la avenida de Carabanchel Alto. En esta primera foto, el lugar es frente a las cocheras tranviarias de Buenavista, entre las calles de Murallas de Ávila y Allariz, circulando en este sentido que es a contravía.

Fotograma donde vemos al niño y a su tío Jacinto andado hacía la parada del tranvía.

En esta foto aún existen varias casas que vemos a la derecha, alguna tapiada. La zona sin urbanizar está ocupada ahora por diversas instalaciones docentes que tienen el nombre de Antonio Machado (instituto, parvulario, etc.). Al fondo vemos en construcción un depósito de agua situado dentro de dicho recinto, que está reconvertido  actualmente como  “Centro de Juventud Carabanchel Alto“, siendo su entrada principal por la parte de atrás debido a la proximidad a la calle Alfonso Fernández.

Las personas que vemos venir hacia nosotros, están llegando a la avenida de Carabanchel Alto.
Donde está el árbol ahora hay un acceso a las instalaciones escolares.

Imagen aérea actual. Fuente: Bing.


Esta casa y las siguientes ya no existen. En su lugar hay un inmueble de nueva construcción con varias alturas. El señor que acarrea un bulto está aproximadamente donde actualmente se encuentra la valla del recinto escolar Antonio Machado en la avenida de Carabanchel Alto.


El público está esperando entre Murallas de Ávila, hacia la izquierda, y Allariz, hacia la derecha. Es un punto tranviario que en el momento de la toma cinematográfica, y posteriormente también, no prestó servicio de viajeros. Los campos del fondo corresponden al Ensanche de Carabanchel, cuyo eje principal es la Avenida de la Peseta.


Mi tío Jacinto – Sinopsis
Esta película está basada en un cuento de Andrés Laszlo (húngaro como el director de la película).


Es un drama al estilo neorrealista del cine italiano que trata sobre un antiguo novillero (Antonio Vico), que convive con su sobrino (Pablito Calvo).

La película gira alrededor de las aventuras y picarescas que sufren sus personajes para conseguir dinero. Refleja la miseria que sufría España en ésa época y el ambiente del Madrid de los años 50.

Se rodó en 1956 por el realizador húngaro Ladislao Vajda. Sus principales intérpretes son Antonio Vico (Jacinto) y Pablito Calvo (Pepote).

Curiosidades.
La película está rodada en exteriores de Madrid: El Rastro, Plaza de toros de Las Ventas, etc.

Las escenas del interior de la plaza de toros no se corresponden con las del exterior que si son de Las Ventas, sino que fueron filmadas en Málaga, a causa del intenso frío que hacía en Madrid y que dificultaba el rodaje nocturno.

Algunas escenas de exteriores se rodaron en decorados en los Estudios Chamartín. La plaza que se construyó aprovechando un tablado instalado sobre la piscina que había en los estudios Chamartín, un día cedió lesionando a varias personas, entre ellas al propio director de la película.


Aquí vemos al director en la avenida de Carabanchel Alto, acera de los pares, frente a una puerta de las instalaciones militares. Este acceso, hoy clausurado, está entre Alfredo Aleix y Allariz, aunque mas cerca de esta última. La entrada principal, en uso, es en arcada.

Vamos a finalizar dando unas breves pinceladas tranviarias, primeramente de la zona de Carabanchel Alto y después de la zona de Canillejas:

Carabanchel Alto
La línea tranviaria por la zona de rodaje tiene su origen en el tranvía que iba a Leganés y que fue suprimido al estallar la Guerra Civil.


A comienzos de 1955 se rehabilitan las antiguas cocheras de Buenavista y el trazado desde la Plaza de la Emperatriz, en vía única. A mediados del mismo año se duplica la vía, instalando una nueva por Joaquín Turina, Guitarra y desde aquí, junto a la acera de los pares, en la avenida de Carabanchel Alto.

Cocheras tranviarias de Buenavista reconvertidas para autobuses. Actualmente desaparecidas

En la fecha del rodaje encerraron los tranvías de las líneas 31 (unificados), 32 (unificados), 34 (Unificados y PCC), 37 (quinientos) y Hospital Militar, dependiente de la 34 (quinientos).


Canillejas
Esta línea perteneció a la C.M.U., la compañía de don Arturo Soria que construyó la Ciudad Lineal. El detalle pormenorizado de estas líneas están en Los tranvías de Pueblo Nuevo (1ª parte) y Los Tranvías de Pueblo Nuevo (2ª parte). El 1 de Enero de 1952 las líneas pasaron a ser explotadas por la Empresa Municipal de Transportes de Madrid, S.A.; asignándola el número 12 a la de Canillejas.



Un hecho memorable para Canillejas se produjo cuando se inauguró la electrificación de la línea, el día 12 de Diciembre de 1912. Todo el pueblo acudió al festejo, con banda de música y el tranvía fue engalanado con flores. Así lo atestiguan estas imágenes de la revista Blanco y Negro, de aquel mismo mes.

Plano detalle de la línea a Canillejas de la C.M.U. Fuente Urbanity.es  (Juanjo)

Fotografía del final de la línea de Canillejas en tiempos de la C.M.U. (Compañía Madrileña de Urbanización). Podemos ver la vía en el lado de los  impares.

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Agradecimientos: Por la cesión de las imágenes de la película a Video Mercury Films, S.A.

Autores: Angel Caldito, José Manuel Seseña y Ricardo Márquez.

Nota:
1- A José Manuel López por su indicación de que no era Canillejas y a Ernesto Crespo por decirnos el lugar exacto.

martes, 14 de febrero de 2012

El Tranvía de El Pardo

Nuevamente contamos con la colaboración de nuestro amigo César Mohedas, experto investigador ferroviario.

Hace veinte años preparó para la revista Maquetrén un extracto de su abundante documentación, fruto de sus investigaciones, sobre este desconocido tranvía, y aquí está transcrito tal como fue publicado.


San Antonio de la Florida, tranvía a punto de salir. Colección César Mohedas

De “Madrid al Pardo” en Tranvía de Vapor

Historia
A finales del siglo XIX el Real Sitio de El Pardo era un lugar de visita y entretenimiento para los madrileños, por lo que no faltaron numerosas tentativas, que fracasaron una tras otras, para establecer un medio de transporte rápido que facilitara las comunicaciones con ese lugar, como la instalación de un tranvía desde la calle de Toledo. El 15 de diciembre de 1891 por Real Orden (R.O.), fue aprobado un nuevo proyecto, presentado por don Félix Fernández Eduarte, para la construcción de un tranvía de vapor desde Madrid hasta el Real Sitio de El Pardo. De la propiedad de dicho proyecto y derechos que de dicha R.O. se derivasen, hicieron cesión sus herederos a favor de don Joaquín Rodríguez Leal, quien a su vez lo hizo después a favor de don Pío Agustín Carrasco. Verificada el 6 de octubre de 1898 la subasta para la adjudicación de la concesión del tranvía sin que se presentase proposición alguna para optar a ella, fue otorgada la concesión por R.O. del 15 de octubre de 1898 al entonces peticionario y dueño del proyecto aprobado, es decir, a don Pío Agustín Carrasco, quien aceptó en todas sus partes el pliego de condiciones particulares de la concesión que había sido aprobado el 24 de mayo del mismo año. Posteriormente por R.O. de 22 de febrero de 1900 se aprobó la transferencia que de la concesión del tranvía hizo don Pío Agustín Carrasco a favor de don Isidoro García Lastra y por R.O. de 25 de septiembre de 1903 la hecha por éste a favor de la sociedad anónima que se había constituido con el nombre de “Tranvía de Vapor de Madrid a El Pardo”.

Finalizadas las obras en 1902, el 3 de octubre de ese año se procedió al reconocimiento de la línea y el 11 se autorizó su apertura al servicio público, que tuvo lugar el día 15 del mismo mes. Desde su apertura hasta mediados de 1917 el servicio se realizó con regularidad a excepción de dos pequeñas suspensiones temporales, noviembre de 1902 y marzo de 1903, como consecuencia de averías en las locomotoras. Sin embargo el 20 de junio de 1917 la compañía solicitó autorización para suspender el servicio mientras durasen las circunstancias anormales creadas por la I Guerra Mundial, a causa de las perturbaciones producidas en el mercado, especialmente en los carbones y productos necesarios para la conservación del material fijo y móvil. Además de estas circunstancias, la línea sufría también la enorme competencia del tranvía eléctrico de la Moncloa a Puerta de Hierro, abierto al servicio el 24 de noviembre de 1916 y con el que discurría de forma muy próxima, incluso paralela, durante aproximadamente cuatro kilómetros. Tan considerablemente se agravaron aquellas circunstancias que hicieron imposible el mantenimiento del servicio por lo que el día 1 de febrero de 1918, la compañía haciendo constar que agotados todos los recursos y frente a la imposibilidad de atender el entretenimiento y reparación del material y sobre todo el aprovisionamiento de combustible, se veía en la necesidad de suspender el servicio, a causa de las circunstancias del mercado en aquellos momentos, constitutivas de un caso de fuerza mayor, suspensión que tuvo lugar el día 4 del mismo mes. Posteriormente, el 20 de noviembre de 1922, la compañía solicitó del Ministerio de Fomento que se considerase como caso de fuerza mayor las causas que determinaron la suspensión del servicio del tranvía el 4 de febrero de 1918 y que en su consecuencia se acordase la rescisión del contrato que tenía con el Estado y se le autorizase para retirar los restos de material fijo y móvil que se emplearon en la explotación. El Ministerio de Fomento opinó que los motivos de la suspensión no constituían causas de fuerza mayor, por lo que resolvió por R.O. de 13 de diciembre de 1923 que se instruyese el expediente de caducidad de la concesión del tranvía. Resuelto el citado expediente, y de acuerdo con el Consejo de Estado, se declararon caducadas las concesiones del Tranvía de Vapor de Madrid a El Pardo el día 21 de febrero de 1934.

Tranvía saliendo de San Antonio de la Florida. Colección  César Mohedas

La línea
El trazado del tranvía tenía su origen en la Glorieta de San Antonio de la Florida y continuaba sobre el paseo derecho de las carreteras de Madrid a La Coruña y del Puente de San Fernando a El Pardo, amoldándose en su planta y perfil a las referidas carreteras para terminar a la entrada del Real Sitio de El Pardo, tras un recorrido de 11,500 kilómetros. La vía tenía un metro de ancho con carriles de 40 kilogramos por metro lineal, sistema Phoenix, asentada sobre una base de grava. A lo largo de la línea había tres apartaderos que se correspondían con otras tantas estaciones. El primero se situaba en el origen de la línea, el segundo en la Puerta de Hierro y el tercero a la entrada de El Pardo. Además existía un ramal en el extremo de la línea para el acceso a los talleres y cocheras.

Material motor y móvil
El material motor que tenía dispuesto la compañía para el servicio de tracción consistía, tal y como figuraba en el acta de reconocimiento de fecha 3 de octubre de 1902, en dos locomotoras de dos ejes acoplados tipo tranvía, de trece toneladas de peso en carga y cilindros y distribución exteriores. Este parque fue aumentado al año siguiente por otras dos locomotoras de idénticas características. Todas ellas fueron construidas en Alemania por Arnold Jung (números de fábrica 587, 588, 591 y 689), si bien fueron suministradas por Orenstein & Koppel. En el tranvía llevaban los números 1 a 4 y los nombres de Madrid, El Pardo, La Florida y Viveros; respectivamente.

Locomotora nº 2 Colección César Mohedas

Por lo que respecta al material móvil se adquirieron dos coches de primera clase con tres departamentos separados de seis asientos cada uno, plataforma en los extremos y pasillo lateral, tres coches de segunda clase idénticos a los anteriores, con la sola diferencia de no tener tapizados los asientos, y un furgón para mercancías y equipajes. Posteriormente, en el año 1916, el material móvil estaba compuesto de las siguientes unidades: un coche de primera clase de dieciséis plazas, dos coches de primera clase de treinta plazas cada uno, siete coches de segunda clase de dieciocho plazas cada uno, y un furgón para mercancías.

 En El Pardo. Colección César Mohedas

Explotación
No tenemos datos de la explotación del tranvía a lo largo de su corta historia, por lo que solo nos vamos a referir a la época en que éste funcionaba con normalidad. Como en todos los ferrocarriles, el tranvía tenía a lo largo del año dos servicios distintos, uno llamado de verano y otro de invierno, y dentro estos dos servicios había otros dos que se correspondían a los días laborales y a los festivos. Curiosamente, y al contrario que la mayoría de las líneas, el servicio correspondiente a los días festivos era mas numeroso, lo que nos demuestra que la utilidad residía en facilitar a los madrileños la visita a El Pardo durante esos días. Por último diremos que algunos de estos servicios eran tipo “exprés” lo que significaba que solo llevaban primera clase y que los viajeros que admitían eran para el recorrido completo.

Cocheras de El Pardo. Colección César Mohedas
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Autor: César Mohedas

En este artículo han colaborado: José Manuel Seseña y Ricardo Márquez