El barrio de Pozas es muy recordado en la historia reciente de Madrid por la gran polémica que se originó con su derribo entre los que creían que se trataba de un barrio impropio para la Capital, y los que le defendían como un ejemplo de la arquitectura Isabelina (1). Estaba situado en la parcela triangular enmarcada entre las calles Alberto Aguilera, Princesa y Serrano Jover.
Los antecedentes
Remontándonos al plano de Teixeira (1656), podemos observar el actual trazado de la calle Serrano Jover, encontrándose en aquel entonces la Puerta de San Joaquín (2) casi en el cruce con la actual calle Princesa –antiguamente: Camino de San Bernardino-. Curiosamente también se dibuja entre los caminos el triángulo de la parcela donde se asentó el barrio de Pozas fuera de la cerca de Madrid.
En este plano, más cercano a nuestros días, vemos el trazado de la cuesta de los Areneros, antecesora de la calle Marqués de Urquijo, un serpenteante paseo de Ronda ceñido a la cerca y un trazado sin glorietas entre las calles Alberto Aguilera y Sagasta, como preludio de la nueva expansión de Madrid. Llama la atención la montaña del Príncipe Pío con su palomar y la ausencia de la estación del Norte.
Es en Julio de 1856 cuando salen a subasta las 16 manzanas que formarán el barrio de Argüelles, a edificar sobre los terrenos del polígono de Príncipe Pío, que formaban parte de la Intendencia General de la Real Casa y Patrimonio.
En el anteproyecto del Ensanche de Madrid elaborado por Carlos María de Castro en 1857, vemos el triángulo de la manzana del barrio metido como una cuña en el hipotético círculo de Madrid formado por los bulevares de Argüelles a Colón.
La construcción y desarrollo
El trazado y rasante de las calles comenzó a primeros de Abril de 1857, llamado a ser uno de los barrios más bellos de Madrid por sus vistas, pero sobre todo por las nuevas condiciones higiénicas y un planteamiento urbano infinitamente más desahogado que el habido hasta entonces.
En Marzo de 1864 la única manzana que está en construcción es la promovida por don Angel Pozas (de ahí el nombre del barrio), estando ya nueve edificios cubiertos. Por su parte todavía estaba en el aire la construcción de la iglesia del Buen Suceso, a pesar de tener el depósito constituido y estar los terrenos cedidos por el Patrimonio Real, se seguía sopesando construirla en otro lugar de la Villa. No sería hasta Junio de ese mismo año cuando se hizo el deslinde de la manzana número 17, donde se asentó la iglesia, proponiendo que la calle hacia el norte tomará su mismo nombre (3).
El día 3 de septiembre de 1864 fue derribado el portillo de San Bernardino, lo que simbolizó la apertura y expansión de la urbe por aquellos lares. La demolición no estuvo exenta de cierta polémica, ya que el portillo tenía una lápida conmemorativa en recuerdo de las fuerzas liberales de 1822, que apunto estuvo de ser hecha añicos.
El barrio contaba con mercado público (llamado Trasmiera), café, ultramarinos, carbonería, y diversos talleres de varios oficios como la fabricación de calzados. Así mismo contaba con un colegio para niños y niñas. Fueron colocados 50 faroles entre el palacio de Liria y el barrio para una correcta iluminación. La inauguración oficial del mercado y las viviendas tuvo lugar el día 17 de octubre de 1864, asistiendo representantes del ministerio de la Gobernación y del Ayuntamiento de Madrid. El almuerzo fue servido por la reputada fonda de El Cisne.
Este es el primer plano (4) en el que vemos ya las calles del barrio de Pozas y la iglesia del Buen Suceso. Destaca el proyecto de una cárcel en el otro lado de la calle Alberto Aguilera. Apenas se ha construido nada en la zona del Ensanche, a excepción del barrio de Pozas. La urbanización de la montaña de Príncipe Pío está ya trazada sobre el papel y aparece el grandioso Cuartel de la Montaña. El paseo de la Ronda pasó a llamarse la ronda del Conde Duque, antecesora en parte de la actual calle Serrano Jover.
La iglesia del Buen Suceso fue inaugurada el día 25 de marzo de 1868 (5), con la asistencia de todo tipo de autoridades, desde el arzobispo de Cuba hasta la Familia Real en pleno. Fueron repartidas limosnas y 7.500 piezas de pan entre los pobres. Los editores Gaspar y Roig, que tenían su sede en el barrio, entregaron un precioso folleto con la historia de la iglesia y el proyecto del barrio de Argüelles (lamentablemente no hemos podido hallar este documento).
La llegada del tranvía significó otro de los hitos para el barrio. En una clara apuesta la Compañía de Tranvías de Madrid optó por unir los dos nuevos barrios más opulentos de la capital, el barrio de Salamanca y el barrio de Pozas, pasando por el centro neurálgico, la Puerta del Sol. La inauguración tuvo lugar el día 10 de octubre de 1871, con algunas quejas debido a que el precio duplicaba el servicio que prestaba el ómnibus por el sistema de tarifas por tramos.
El barrio de Pozas cogió mucha popularidad por la Romería de la Cara de Dios, que se celebraba el Viernes Santo. La afluencia de público era considerable como podemos observar en la foto anterior. Siempre estuvo envuelta en polémica por los puestos de ventas que se instalaban en su recorrido y el carácter un tanto irreverente según algunos.
Tras la construcción de la Cárcel Modelo en la calle Princesa el valor de los pisos bajó ostensiblemente, revalorizándose de nuevo a los pocos años.
Los nombres de las calles eran: calle de Solares, calle de Hermosa y Pasaje de Valdecillas (6)
Como todo el barrio de Argüelles sufrió los terribles efectos de la Guerra Civil. El frente estaba muy cercano.
El 15 de Julio de 1941 es prolongada la línea tres del Metro de Madrid, y apenas tres años después, el 23 de marzo de 1944, se inauguró la línea cuatro de Metro, en aquel entonces Argüelles - Goya.
El final
Pero el llamado progreso, cambiante según las modas, iba llegando. El 18 de abril de 1957 desaparecieron los tranvías de Alberto Aguilera; y a principios de 1960 las obras se llevaron por delante el alma, el corredor central, de los bulevares (desde Argüelles a Colón), cediendo el terreno a los automóviles.
Por su parte la Gran Vía extendía su influencia como un torrente desde que en el año 1943 comenzaran las obras en la Plaza de España, avanzando los rascacielos calle Princesa arriba: Edificio España (1953), Torre de Madrid (1960) y Hotel Melía Madrid (1967) -todas las fechas mencionadas se refieren al año de finalización-.
En 1960, con motivo de la remodelación del bulevar de la calle Alberto Aguilera, se empiezan a hacer eco en la prensa del mal estado del barrio y de lo que desentonaba este tipo de construcción en el nuevo Madrid.
Es así como en Abril de 1968 sus mil quinientos vecinos se ven amenazados por el desahucio promovido por la Inmobiliaria Pozas, debido al estado ruinoso de las trescientas viviendas. Además estaban afectos unos setenta locales comerciales con unos trescientos empleados, aproximadamente.
Comienza entonces un largo proceso pues muchos vecinos se resisten a admitir el dictamen de ruina y presentan otros estudios de arquitectos que lo niegan.
Los primeros derribos empezaron a finales de Agosto de 1969, prolongándose hasta Noviembre de 1972 cuando se derriba el último edificio. Durante este periodo el barrio ofrecía una imagen fantasmagórica y toda la prensa matritense recogió la lucha de los vecinos, sobre todo el del último desalojo: la familia del escritor Lauro Olmo, en Febrero de 1972.
En la manzana del barrio de Pozas se construyeron unos grandes almacenes (esos que nadie quiere nombrar) y un complejo hotelero de muchas estrellas.
Las dependencias hospitalarias de la iglesia del Buen Suceso fueron utilizadas por el Ejército del Aire desde los años cuarenta hasta la apertura del nuevo hospital en la calle Arturo Soria (1966), quedando después en desuso. Como vemos en la portada anterior del diario ABC, el derribo de la iglesia del Buen Suceso comenzó en Enero de 1975, finalizando en Mayo de ese mismo año.
En su lugar se levantaron varios edificios revestidos de aluminio (o similar), para usos de oficinas y apartamentos. La nueva iglesia, de línea cúbica y también metálica, ocupa una de las esquinas de la manzana.
Autor: Ricardo Márquez.
En este artículo han colaborado: Angel Caldito y José Manuel Seseña.
Fuentes:
Hemeroteca Biblioteca Nacional de España.
Hemeroteca ABC.
Biblioteca Universidad Complutense de Madrid.
Biblioteca Joaquín Leguina, Departamento Investigación.
Página Web Memoria de Madrid.
Revista Triunfo.
Urbanity, Juanjo.
Notas:
1- Fernando Chueca Goitia (Diario ABC, 31 enero 1967).
2- En el plano de Texeira es nombrada como S.Ioachim. Posteriormente fue conocida como puerta o portillo de San Bernardino .
3- En 1864 la calle Princesa se denominaba Duque de Liria.
4- Firmado por: D. Juan Merlo, D. Fernando Gutiérrez y D. Juan de Ribera
5- Para saber más sobre la historia de la iglesia del Buen Suceso pueden visitar el blog de nuestra amiga Mercedes Gómez.
6- Las fotos de las calles interiores fueron tomadas de la web Barriodeargulles alojada en Geocities, hoy en día desaparecida.
Buenas:
ResponderEliminarSolo una sugerencia. Dada la vinculación del arquitecto con Cantabria y con toda la provincia de Santander en general, como se decía entonces, las calles y los locales tenían nombres relacionados con La Montaña (entonces conocida así). Por eso imagino que el verdadero nombre del Mercado sería Trasmiera, como la región cántabra.
Maz.
Hola Maz. Tienes toda la razón del mundo, ha sido un error al escribirlo. Muy bueno el apunte de la vinculación del barrio con Cantabría, aunque lo sabiamos no lo he hemos mencionado, pero queda dicho con tu comentario.
ResponderEliminarUn abrazo.
fantástico trabajo! es estupendo cómo se pueden divulgar estos temas por este ágil medio y como
ResponderEliminarse va diluyendo aquella especie de que los investigadores solo difunden su trabajo cuando hay
ocasión de publicar o rentabilizar el mismo... como se ve, hay de todo en el gremio!
gracias a todos vosotros!
Muchas gracias por tus palabras Amparo. Efectivamente, la facilidad de internet permite buscar y publicar en tiempo record, aunque en muchas ocasiones los cambios del editor (en nuestro caso Blogspot) nos da verdaderos quebraderos de cabeza. Lo bueno es la posibilidad de modificar cualquier cosa ya publicada y que entre todos, autores y lectores, vamos puliendo los artículos.
ResponderEliminarCada entrada lleva muchas horas de trabajo, sobre todo la recopilación y verificación de la información. El no tener publicidad en el blog nos permite un trabajo más independiente y evitar que nos acusen de utilizar algo que tenga Derechos de Autor con fines lucrativos. En alguna ocasión nos hemos llevado alguna sorpresa desagradable con las imágenes. Con el texto no hay problema pues siempre partimos de cero y aunque el fruto final se parezca a algo anterior, podemos estar al 100% tranquilos.
Un saludo.
Hola Ricardo me ha encantado el reportaje es una maravilla y me encanta que los publiques.Un Saludo
ResponderEliminarMi más sincera enhorabuena a ti, Ricardo, y a los que han colaborado en esta nueva entrada del barrio de Pozas. Por difícil que parezca, en cada entrada os superáis.
ResponderEliminarPara los que vivíamos en Peñagrande-Lacoma, el barrio de Argüelles era una de nuestras principales vías de acceso al centro de Madrid, por lo que tengo muy vivo el conflicto que se suscitó con el derribo del barrio de Pozas.
Muy oportuno, además, traer a colación al gran dramaturgo Lauro Olmo, quien, junto a su esposa, la también escritora Pilar Enciso, ejemplificó la (estéril) oposición al desahucio. Curioso: hoy como ayer parece que las cosas no cambian, aunque sean distintos los motivos.
Felicidades, de verdad.
Un abrazo,
Juan Antonio
Muchas gracias Alfonso. Poco a poco iremos recorriendo más barrios e historias. A ver cuando podemos meter mano a San Blas, Moratalaz,.... todo se andará.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Juan Antonio. Gracias a ti también por colaborar con el blog, todos hacemos esto posible. Yo trabajé en la calle Quintana durante 12 años, fue mi primer trabajo, justo al lado de la iglesia del Buen Suceso. Para este artículo empezamos a recopilar información hace 3 años, y aunque parezca mentira, ayer todavía he encontrado fotos nuevas.
ResponderEliminarPara ir a tu zona cogí alguna vez el 44, una compañera mía vivía por Francos Rodríguez, y bastantes veces iba por el Paseo de la Dirección a un taller en el que tallaban vidrio (también en el 44).
Vi construir el edificio sobre el solar de la iglesia, que aunque no se menciona en el artículo, tiene el nombre de chascarrillo de "La Cafetera" debido a su recubrimiento. Todavía guardo un trozo de aluminio con el que está cubierto los edificios, algunos recortes caían a la calle Tutor durante la construcción. Moris, el cantate, en una de sus canciones que habla de la calle Princesa, dice: "Y por la ventana casi ningún niño sólo una escultura de duro aluminio...”. Esta letra siempre me recordará la nueva arquitectura de la calle Princesa.
Un abrazo
Hola Ricardo,
ResponderEliminarmuchas felicidades, el artículo es magnífico, me ha encantado. Como creo comentamos en alguna ocasión, he frecuentado mucho el barrio de Argüelles, aunque no llegué a conocer el barrio de Pozas. Siempre me ha intrigado, y esto es lo mejor y más completo que he leído sobre este barrio, y ¡menudo despliegue de imágenes!.
un beso y saludos para tus compañeros, sois estupendos.
(y por supuesto ¡muchas gracias por la cita!)
Hola Mercedes. Muchas gracias, y como no citarte, si tienes creo que tienes la historia más completa de la iglesia del Buen Suceso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Magnífico artículo, Ricardo & Cia.
ResponderEliminarHace unos días estaba haciendo fotos por el barrio de Maravillas,(mal llamado Malasaña), y se me acercó un amable señor de edad provecta para ofrecerse a darme información sobre el objeto que en ese momento fotografiaba, la antigua fábrica de hielo "La Industrial". Me contó avatares de la fábrica, que era ingeniero (jubilado), que vivía en una casa de la calle de San Vicente Ferrer edificada por su abuelo, que cobra una cantidad simbólica por el arriendo de la mítica farmacia Juanse...y ¡casi ná!, que era el bisnieto de don Ángel Pozas.
Anécdotas de mis paseos por Madrid.
Un abrazo.
Gracias Manuel. Si que es cierto que hablar con una persona que haya vivido cualquiera de las historias que contamos en nuestros blogs es el mayor premio, y más si es viéndose las caras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Ricardo, aunque llego un poco tarde no quería dejar de felicitarte por el magnífico trabajo. A principio de los ochenta estudiamos en Paneamiento urbanístico el barrio de Pozas muy bien impartido por un colaborador de E. Larrodera y me impactó bastante su história. Ahora, este despliege de información e imágenes completa perfectamente la idea que tenía del barrio y su historia.
ResponderEliminarSaludos
Antonio, los comentarios siempre son bienvenidos. Como bien sabes por tu blog (que lo recomendaremos siempre), la intervención de los lectores es lo que nos "vidilla y aliento" para continuar con esto. Además es la forma de saber si lo que exponemos vale para algo, y en este caso muchas imágenes (las del artículo) respaldan a mil palabras.
ResponderEliminarUn abrazo
!qué estupendo trabajo y que ilustraciones tan buenas!. Es curioso como vamos incorporando la nueva fisonomía de nuestra ciudad y olvidando la anterior, hasta que de repente vemos una foto de algo que ya no existe pero que vimos, y nos decimos... caramba, pero si esto lo he visto mil veces y lo había borrado de mi mente. Eso me ha pasado con las fotos de la Calle Princesa con la Iglesia del Buen Suceso y las casas del Barrio de Pozas !cuantas veces habré pasado por allí viendo eso mismo con el seiscientos de mi madre de camino a la sierra, cuando salíamos por Moncloa, y se me había olvidado!. Muchas gracias por las enseñanzas y tambien por devolvernos muchos recuerdos. Nieves.
ResponderEliminarGracias a ti Nieves por explicar tan bien como cambia nuestra apreciación de las cosas si apenas percibirlo. Por suerte nuestra memoria siempre guarda una copia que surge de lo más hondo con imágenes como estas.
ResponderEliminarUn abrazo
Ay, Ay! Si aún en 1971 Alberto Aguilera parecía algo, con sus arbolitos, farolas, y demás. Ahora todo eso no es más que ruido, Corte Inglés, y casas impersonales años setenta: Feísmo sin contemplaciones.
ResponderEliminarCierto Fernando. A mi me gusta ir por Santa Cruz de Marcenado, todavía el queda un trocito del ambiente del siglo XIX,... con coches, claro....
ResponderEliminartengo 61 años naci y sigo viviendo en la misma casa en rey francisco. recuerdo el barrio de pozas, el hospital, la iglesia del buen suceso, con sus dos entradas, una por la calle de la princesa y otra que daba a la sacristia por la calle de quintana.En la calle serrano jover, estaba wel barrio de pozas, el cafe de españa, una tienda de cochecitos para niños, y a la vez sus replicas pàra las muñecas, una vaqueria, una cacharreria, una papeleria llamada el escritorio, en fin un sin parar de tiendas que hoy en dia caudno salgo a la calle en mi memoria y retina siguen estando como el primera dia que las vi.Por desgracia el progreso nos ha llevado a perder todo ese pequeño comercio que hacia de un barrio tan familiar, ha pasado a un barrio comido por el corte ingles y demas tiendas de moda, perdiendo su graciaa.
ResponderEliminarEstimado anonim@, acabo de descubrir una nueva cosa del barrio. Durante muchos años iba a comprar el material de oficina al escritorio, pero estaba en la calle Princesa, casi esquina a Benito Gutiérrez, pasado el cine Princesa. No sabía que antes estaba en el barrio de Pozas, o quizás fuera a la vez. Si recuerdo que era un negocio muy familiar, donde las dependientas conocían a la clientela y había de todo y de gran calidad. Una serie de preguntas: ¿la Sucursal 8 de correos también estaba antes en Pozas?. El banco Vizcaya yo lo conocí en Alberto Aguilera, en la boca de metro salida a Guzmán el Bueno, después lo trasladaron a su sitio actual, Princesa 40, ¿pero antes también estaba en Pozas?, recuerdo que el local de Alberto Aguilera parecía provisional. Y la última. Uno de los bares más antiguos del barrio es la Tizona. ¿Este también estaba antes en Pozas?. Recuerdo que mi madre siempre me decía que el ambulatorio de la calle Quintana era muy importante, no sé si era por tener unos aparatos muy buenos de rayos X, ¿puede ser?
ResponderEliminarSaludos.
enhorabuena por vuestro trabajo. Viví hasta los 6 años por la zona, y tengo recuerdos muy borrosos que las fotos me ayudan a revivir. Muchas gracias!
ResponderEliminarJosé Luis
Muchas gracias José Luis. Nos alegramos que las fotos te hayan traido gratos recuerdos. Un saludo.
ResponderEliminarVeo las preguntas de Ricardo Márquez de 19 de abril de 2012, y aunque ha pasado ya algún tiempo voy a tratar de contertarselas, pues no veo que nadie lo haya hecho. Efectivamente El Escritorio, papelería e imprenta, estaba enfrente de la iglesia del Buen Suceso, en el Barrio de Pozas, y cuando lo derribaron se trasladó a un local en la misma calle de la Princesa, en la misma acera de los pares, y casi junto a la plaza de la Moncloa, donde estaba el Ministerio del Aire, ahora Cuartel General del Ejército del Aire. La papelería que estaba en la otra acera de la calle de la Princesa, casi esquina a Benito Gutiérrez era Muñagorri, que también desapareció con el tiempo. Efectivamente la estafeta de Correos estaba en una de las casas de Pozas, concretamente casi en la esquina de Serrano Jover con el Pasaje de Valdecilla. Aparece en una de las fotos; tenía unas puertas muy altas con los montantes en arco de medio punto. En cuanto al Banco de Vizcaya también estaba en el Barrio de Pozas, exactamente en la esquina de Princesa con Alberto Aguilera, y tenía la entrada por el chaflán, a través de una puerta giratoria. Estaba junto a la taberna de Las Cuatro Puertas. No recuerdo el bar La Tizona. Y el ambulatorio de la calle Quintana estaba donde ahora, en la acera de los impares, entre Martín de los Heros y Juan Álvarez Mandizábal. Estuvo mucho tiempo cerrado, y creo que su único mérito era ser uno de los pocos ambulatorios que existían en Madrid, y ocupaba todo un edificio. Espero haber aclarado tus dudas. Alejandro Lafuente. alafuentel@telefonica.net
ResponderEliminarMil gracias Alejandro por la confirmación de todos los datos, eran cosas que sospechaba pero cuando empecé a trabajar en 1977 el barrio de Pozas ya no existía. Es un lujo poder contar con personas como usted para esto, y si alguna duda más nos sale nos pondremos en contacto.
ResponderEliminarSaludos
Gracias por este interesantísimo trabajo.
ResponderEliminarHola Ricardo: me he enganchado a este blog, y ya no puedo dejar de bucear unos minutos en él casi a diario; siempre encuentro algún post que me interesa especialmente o me toca de cerca. En este caso, me ha encantado todo lo que cuentas del Barrio de Pozas, porque también se cuentan entre mis recuerdos mas lejanos algún paseo por allí, de la mano de mi madre, y ya un poco más crecida, la lucha de la familia de Lauro Olmo por evitar el desahucio.
ResponderEliminarAdemás tengo una vinculación familiar con la antigua iglesia del Buen Suceso, porque mi abuelo paterno, Francisco Carrascón, fue organista de esa iglesia en los años veinte, como nos recordaba mi padre cuando pasábamos por allí y como queda reflejado en este artículo de la wikipedia. http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Carrasc%C3%B3n_Aguado
Gracias de nuevo, porque cada rato que paso en este blog, es un disfrute intenso.
Josefina Carrascón
Hola Josefina. Nos alegra que te guste el blog. Muy interesante la historia de tu abuelo paterno, es una pena que la Guerra Civil se llevará tantas cosas.
ResponderEliminarUn saludo cordial.
Magnífica publicación, perfectamente documentada y respaldada con la información gráfica. ¡Muchas gracias!
ResponderEliminarMuchas gracias Santiago por tus palabras. Nos alegra que te guste.
ResponderEliminarSaludos
Recuerdo lerfectamente la calle Serrano Jover, pues vivía en la callle Andrés Mellado y bajaba hasta la calle Alberto Agulilera para continuar por la callle Serrano Jover y cseguir a la callle Quintana donde estaba la consulta de la Seguridad Social.
ResponderEliminarPues a la mitad de la calle Serrano Jover habia una pastelería en la que en el escaparate tenían unas milhojas de nata enormes. Alguna vez al salir de la consulta del médico, y si me había portado bien, me compraban como prmio una enorme milhoja de esas. Recuerdes de esa niñez y de ese Madrid antigio. Alguein recuerda, subiendo por la andrñes Mellado y cruzando Cea Bermudez aparecían el campo de las calaveras o el campo de las cometas, dependiendo la persona lo llamaba de una manera o de otra. Un saludo a todos. Os dejo otra de mis antiguedades que estamos rescatando. Ver el blog http://buqueescuelademaniobragalatea.blogspot.com.es/
La historia nos demuestra como los poderosos, en este caso EL CORTE INGLES, se llevan por delante todo lo que pillan con el fin de lograr sus objetivos, con la ayuda de politicos y periodistas, consiguieron que el barrio de pozas fuera borrado hasta el nombre... Gracias a vosotros aun sigue vivo.
ResponderEliminarBuenas noches a todos:
ResponderEliminarLeón Felipe, Gerardo Diego y el barrio de las Pozas.
He estado durante unos años escribiendo una bibliografía de las primeras ediciones de la Generación del 27 y otros poetas, y lo he hecho con los libros en la mano, y cuando no fue posible, acudiendo a otras fuentes que contrastaba, pues me había encontrado con no pocas contradicciones.
Pues bien, el primer libro de poesía de Gerardo Diego, que nunca pasó por mis manos, pues no estaba ni en la Biblioteca Nacional, titulado "El romancero de la novia", figuraba en todas las bibliografías como impreso en Santander, Pasaje de Valdecilla. Y como Gerardo Diego era de Santander y Valdecilla es un nombres de referencia de referencia para los de esta tierra, en la que nació mi madre, pasaba inadvertido el error.
Pues este libro, al igual que "Versos y oraciones de caminante", de León Felipe, fue editado e impreso en Madrid, en el desaparecido barrio de las Pozas, y concretamente en el Pasaje de Valdecilla, núm. 2. Imprenta de Juan Pérez. En el año 1920, primero el de León Felipe y unos meses después "El romancero de la novia", del que solo se tiraron 100 ejemplares.
Según un artículo titulado "La cuna de plomo" que estás en Google por los años sesenta en este mismo pasaje y en el mismo número seguía habiendo una imprenta, pero con el nombre de Murillo. Saludos a todos. MARIO Fernández
Muchas gracias Mario por tu comentario, sumamente interesante. Sirve para reafirmar que no todo lo escrito es cierto y que con tesón se puede reescribir la historia de una forma más veraz.
ResponderEliminarUn saludo
Buenas tardes ;
ResponderEliminarMi nombre es Manuel Bouzas, y soy un estudiante de máster de Arquitectura en la Universidad Politécnica de Madrid. Le escribo en primer lugar para felicitarle por entrada de su blog relativa al buen suceso, que ha despertado mi más profundo interés por la historia de esta Iglesia errante. Verá, resulta que estoy realizando un trabajo de fin de máster que parte de las ruinas de la Iglesia del Buen Suceso, las que se encuentran en el Pardo, y esto buscando toda la información disponible sobre la original de Argüelles. Lamentablemente, no he podido encontrar más que fotografías o grabados, y jamás una planta o una sección. He consultado el archivo de la villa y tampoco me han podido ayudar. ¿Sabe usted de alguna fuente de información ; libros, planos, revistas, fotografías, etc. sobre la cuál basarme para seguir trabajando en esta investigación?
Muchas gracias de antemano por su tiempo, y nuevamente enhorabuena por el artículo escrito.
Estimado Manuel. Siento mucho no poderte ayudar. No sé si habrás consultado en la iglesia actual, lo mismo disponen de algo de información. Otra opción puede ser el archivo eclesiástico, en la calle de la Pasa, pero tampoco sé a ciencia cierta si tendrán algo. Entiendo que ya habrás consultado en el Coam.
ResponderEliminarBuena suerte con tu máster.
Viví en la calle Buen Suceso 4 desde 1968 a 1991 y antes en la antigua Víctor Pradera hoy Mendizábal y he visto todo el proceso del Barrio de Pozas, el derribo de la Iglesia del Buen Suceso. Hice la comunión en la Cafetería España antigua cafetería Roma que estaba en Serrano Jover esquina con Princesa. En definitiva era mi barrio de niño y de juventud. Conocí a Lauro Olmo y a sus hijos. Conocí la fabrica el Laurel De Baco enfrente del Barrio d Pozas. Conocí al padre Bulart ultimo párroco de la Iglesia antigua d Buen Suceso llorando amargamente por su derribo en una última misa entre los pasillos parroquiales. En fin los recuerdos se agolpan con melancolía
ResponderEliminarGracias deconocid@ por tu comentario, siempre son agradecidos recuerdos de primera mano.
ResponderEliminarUn saludo
Habría que hacer una expropiación de patrimonio e inmuebles a todos los que se beneficiaron de la destrucción de Madrid y a los legisladores y regidores que lo permitieron, derruír los “actos terroristas” urbanísticos que perpetraron, y restaurar lo que había antes de sus crímenes, todo pagado con la ganancia de esas expropiaciones y a los responsables que sigan vivos, condena de trabajos forzados en las restauraciones, aunque sea preparando mortero, que eso lo puede hacer cualquiera.
ResponderEliminarYa está bien que salga gratis destrozar el patrimonio arquitectónico de España y que nadie mueva un dedo para que no parezcamos cada vez más una ciudad americana con 4 edificios señeros y el resto, hez arquitectónica, que encima nustras ciudades cada vez se van pareciendo más no a NY sino a las capitalis hispanoamericanas, de lo malo, lo peor…
Fantástica información!!! Muchas gracias por su trabajo.
ResponderEliminarVivo desde el año 1963 en Tutor y recuerdo cuando volvia desde Guzmán el Bueno a mi casa la tienda de cochecitos de Serrano Jover y el kiosko de horchata que había allí así cómo la antigua iglesia de Buen Suceso o el edificio de la esquina de Princesa con Quintana ,todo lo que ganaron los especuladores con esos derribos!!!
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