sábado, 7 de noviembre de 2009

Es tiempo de castañas



En el mes de Octubre, a mediados o finales dependiendo de la climatología, es el momento de ir al campo a coger castañas, el fruto del castaño que empezó a florecer en Julio que se encuentra dentro de una funda recubierta de espinas en un número variable de ejemplares de uno a cinco, pero ¡ojo! hay que tener cuidado de no pincharse con sus púas para no sentir la sensación de las ortigas, por lo que es recomendable varearlas para que caigan al suelo y una vez ahí pisarlas para que se rompa la cubierta que las protege y sacarlas sin problema.


El castaño es un árbol de hoja caduca, llamada candela, que se desarrolla en zonas frescas pudiendo alcanzar una altura superior a los treinta metros lo que da lugar a un gran tronco y una gran copa produciendo el conjunto de estos ejemplares entornos paisajísticos de gran belleza medioambiental denominados castañares que podemos contemplar en el norte de España desde Galicia a Pirineos y en zonas del Sistema Central y Sierra Morena[1].




El aprovechamiento del castaño puede ser para uso industrial y para su uso alimentario bien para personas o bien para animales. El uso industrial es la utilización de su madera para múltiples aplicaciones por su calidad, siendo la mas conocida aunque no la única importante, la de fabricación de muebles. El uso alimentario humano es la degustación de su fruto sea crudo, asado o formando parte de recetas culinarias en las que es un ingrediente protagonista, sobre todo en pastelería, o también en licorería. El uso alimentario animal es para engorde del ganado de cerda de forma similar a la bellota de los encinares. Las castañas secadas al humo reciben el nombre de castañas pilongas y pierden con ello gran parte de su agua, obteniéndose de ellas la harina de castaña.


La palabra castaña ha dado lugar a expresiones de gramática parda como ¡Toma castaña! ¡Vaya castañazo! etc.


El 1 de Noviembre, festividad de Todos los Santos, muchos lugares de nuestro país lo celebran yendo al campo a comer castañas asadas junto a otros productos, reuniéndose con este motivo amigos y familiares, algunos desplazados para la ocasión desde su lugar de residencia. Esta actividad festiva recibe diversos nombres según el lugar de celebración Calbote, Magosto, Castañada, Chaquetía, etc., con algunas particularidades que las diferencian pero que no detallamos por exceder del contenido de este tema.


Madrid también celebra a su manera el tiempo de castañas. Ha sido muy habitual la presencia en cada otoño-invierno de puestos callejeros de asado de castañas en lugares de mucho paso peatonal como plazas, proximidad a las bocas de metro, etc. Hay recuerdo de su existencia pasada en la Plaza de Tirso de Molina, Plaza de España, San Millán, etc.


Los puestos estaban protegidos por unos cartones o planchas de madera para aislarse del frío y de las corrientes de aire propias de la época invernal, e incluso algunos contaban con una pequeña techumbre donde estaba la asadora, pues aunque también había hombres, mayoritariamente eran atendidos por mujeres llamadas castañeras. La pieza fundamental del puesto es lógicamente la barbacoa toda de hierro, generalmente cilíndrica, que tiene las siguientes partes: En la superior la rejilla sobre la que se colocan los productos a asar removiéndolos con una paleta metálica para darles la vuelta, debajo de la rejilla un depósito de brasas azuzadas con un hierro de vez en cuando, y en la parte inferior la zona de lumbre con una pequeña puerta donde se introduce el combustible, unas veces carbón y otras astillas.


Los productos asados eran mayoritariamente castañas pero en algunos también había boniatos. Tanto castañas como boniatos se expendían dentro de unas bolsas de cucurucho de periódico, curiosa forma del reciclaje del papel-prensa, teniendo que demorar algo su consumo pues se vendían muy calientes.


Los puestos de castañas asadas han quedado en el recuerdo desapareciendo de las calles de Madrid, salvo contadísimas excepciones que siguen manteniendo esta tradición, al igual que ha venido ocurriendo con los de pipas, melones, helados, etc,. reducido su número drásticamente, ahogados por los gastos e impuestos que les impide compaginar precios asequibles con el justo beneficio de la actividad.



Autor: José Manuel Seseña.
En este blog también colaboran: Angel Caldito y Ricardo Márquez.

Fuentes fotografías y grabados:
http://www.flickr.com/photos/nicolas1056/
BNE
Museo Municipal Ayuntamiento de Madrid
http://blog.educastur.es/ (fotos de los castaños)

Notas:
[1] Abundan las poblaciones con nombres relacionados con el castaño: Así tenemos Miranda del Castañar en Salamanca, Castañar de Ibor en Cáceres, Candelario en Salamanca (Candela por la hoja del castaño y río por el río Cuerpo de Hombre), etc. Tampoco podía faltar una advocación mariana, representada por la Virgen del Castañar, patrona de Béjar (Salamanca) y de La Garganta (Cáceres) localidades que realizan una romería conjunta en su Santuario.


miércoles, 4 de noviembre de 2009

El Cerro de la Cabaña – Barrio desaparecido de Madrid. (1ª parte)

Como continuación del artículo sobre la Iglesia de San Juan Bautista, vamos a ver más a fondo lo que fue el barrio del Cerro de la Cabaña, perteneciente al antiguo municipio de Canillas.


Estaba enmarcado al norte por la actual calle López de Hoyos, antigua carretera de Hortaleza, siendo la otra acera el barrio del Ventorro del Tío Chaleco, perteneciente al pueblo de Chamartín de la Rosa. La frontera natural al oeste era el arroyo Abroñigal, compartiendo la otra orilla a medias el Ventorro, ya mencionado, y el barrio de Prosperidad, distrito de Buena Vista, municipio de Madrid. Al sur llegaba aproximadamente hasta la actual avenida de América, donde estaba el Camino Viejo de Canillas y la famosa Bodeguilla, del otro lado se encontraba el barrio de San Pascual también perteneciente a Canillas. Al este estaba sobre la actual calle Arturo Soria, Ciudad Lineal.


La primera referencia que encontramos sobre el Cerro de la Cabaña data de Febrero de 1802, en el Diario de Madrid, y dice así:

“... otra en el término de Canillas donde llaman el Cerro de la Cañada de dos fanegas en 120 rs.: otra en dicho término y sitio de la Cabaña, de caber veinte y dos fanegas,... “ SIC.

Aunque no podemos asegurar fehacientemente que se trate del Cerro de la Cabaña, si que parece ser por su descripción y enclavamiento en Canillas.

En el año 1826, y en el mismo diario encontramos la segunda noticia sobre una subasta de unos viñedos en Hortaleza:

“.... una tierra de siete fanegas, seis celemines y 18 estadales al prado de la Loba de retamar que linda al saliente camino del Cerro de la Cabaña, al mediodia dehesa del retamar de D. José de Rives,.... “ SIC.

Desde esta fecha hasta finales del siglo XIX encontramos varias noticias sobre subasta y ventas de fincas. Entre los nombres de los propietarios encontramos los siguientes: Duques de Osuna, Mariano García Sánchez, Joaquín Palacios, Duque de Pastrana, Compañía de los Pozos de la Nieve, Duque del Infantado y Mayorazgo de Fuencarral. Además son citados los siguientes sitios: valle y arroyo de los Chopos de Carrero.

Creemos que en estos casos el Cerro de la Cabaña es mencionado como un simple paraje. Debía de tener muy pocas casas, establecidas las primeras al amparo del camino de Hortaleza que era utilizado para acarrear a Madrid las verduras y frutas provenientes del río Jarama. El Camino de los Carros (actual calle Normas), el Camino Viejo de Canillas, y el camino que discurría paralelo al arroyo Abroñigal (actual M-30), lo convertían en un barrio de transito para todo tipo de mercancías, siendo el nudo principal de todos los caminos el puente sobre el arroyo Abroñigal en el Ventorro del Tío Chaleco.

Como pasó en toda la ribera del arroyo Abroñigal, la principal actividad económica fueron los alfares, debido fundamentalmente a la demanda de ladrillos, tejas y otros elementos para la construcción del ensanche de Madrid y la Ciudad Lineal. Para la instalación de los alfares era imprescindible el agua, y para ello discurría por la zona el arroyo de las Cañas, por la actual calle del mismo nombre, que nacía en Pinar del Rey y desembocaba en el Abroñigal.

Plano de la C.M.U., hacía 1900.

Fue la Ciudad Lineal de don Arturo Soria la que sin duda catapultó el crecimiento del barrio desde 1894. Así en la intersección de la calle López de Hoyos con Arturo Soria comenzó la urbanización de las calles Tritón, Arturo Baldasano, Justo Mártinez, Eusebio Martínez Barana, Alejandro Chacón, Celeste y José Silva, justo donde al otro lado de la calle Occidental (actual calle Agastía) frente a la manzana 81 de la Ciudad Lineal.


No debemos de olvidar que en este punto de la Ciudad Lineal se encontraban importantes servicios de la Compañía Madrileña de Urbanización, como la máquina de elevación de agua, los viveros Huerta de San Fernando pertenecientes a la compañía, el depósito de agua, el colegio público,.... y fue realmente una pena, como paso con muchos otros proyectos de la CMU, que no concedieran la prolongación del tranvía de la Ciudad Jardín hasta Hortaleza por López de Hoyos, lo que sin duda hubiera sido un acicate más para toda la zona.

Doña Faustina Peñalver, marquesa de Amboage, dejó redactado en su testamento al morir en 1916 su deseo de construir una iglesia, un barrio obrero, una escuela, y cuantos servicios fueran necesarios en unos terrenos en el Cerro de la Cabaña, que años antes había comprado a Juan Ron y Sebastián Zabaleta.

Para llevar a buen fin su propósito se constituyó la Fundación Barrio Obrero Nuestra Señora del Carmen. Fue don Benito Guitan el arquitecto encargado del proyecto. Debemos de recordar que en aquellos años la vivienda era un problema acuciante en Madrid y se constituyeron muchas cooperativas de casas baratas.

En la revista La Construcción Moderna, en Noviembre de 1920 encontramos el siguiente anuncio:

El Patronato de la Fundación “Barrio Obrero de Nuestra Señora del Carmen” ha acordado la construcción de una capilla y 24 casas para obreros en el cerro denominado La Cabaña (Canillas), junto a la Ciudad Lineal.

Se admiten proposiciones en el domicilio de la Fundación, plaza de las Salesas, número 2, primero.

Posteriormente, en Mayo de 1930, encontramos el siguiente reportaje, el cual extractamos:

PROBLEMAS DE MADRID VISTOS DESDE UNA TORRE DE CANILLAS

En la capital se carece de vivienda, y a las puertas de la población hay un barrio con una calle entera desalquilada desde hace siete años.

En esta hora meridiana el sol brilla en lo alto, desparramando sus potentes rayos sobre la capital y sus contornos. La naturaleza resurge espléndida entre efluvios de luz y de calor en la mañana poética y primaveral. Todo cuanto nuestra vista abarca, ciudad, barrios y campo, respira en una paz serena y bucólica, propicia al bienestar y al optimismo.

A la velocidad medianamente vertiginosa de un “taxi” de servicio público hemos llegado a la cumbre de este cerro de la Cabaña, ávidos de contemplar el espectáculo de la ciudad y sus contornos; la impresión no ha podido ser más completa. Hemos franqueado las puertas de una iglesia no abierta aún al culto. El interior, de desnudas paredes, semeja los ámbitos de un gran sepulcro vacío; junto al presbiterio, que en su día ocupará el altar, y al lado del evangelio, un sepulcro de mármol, con áurea inscripción, aguarda los restos de la marquesa fundadora, que hoy descansan lejos de aquí.

Nuestros pasos resuenan en la oquedad del recinto cuando nos dirigimos hacia la angosta escalerilla de caracol que nos conduce hasta la torre. Y henos aquí ya tras de las celosías que cubre los amplios ventanales.

El espectáculo no puede ser más hermoso; a nuestro frente divisamos la masa informe de la ciudad, con sus enormes edificios, en cuyos cristales destellan los chispazos que arranca la luz solar. En la lejanía se percibe borrosamente, casi en la línea con el horizonte, el cerro de los Angeles, y girando la vista hacía la derecha, el resto del panorama, que no oculta el macizo de la capital, y que son los pueblecillos de la Sierra.

Más abajo, las líneas airosas, las torres y las crestería del edificio de Nuestra Señora del Recuerdo, en Chamartín de la Rosa; el colegio de Marinos, el de la Guardia Civil, los animados barrios de la Guindalera y la Prosperidad, el campo de fútbol de San Pascual, y por último, los cerrillos en cuyas entrañas se abrió la famosa cueva de Luis Candelas, el ventorro del Chaleco y las huertas que ciñe el Abroñigal.

Y detrás de todo esto, la ubérrima vegetación de la Ciudad Lineal, entre cuyo boscaje destaca la policromía de la cerámica que corona las edificaciones de todo orden arquitectónico, que sestean a la sombra de los eucaliptos, los álamos y las acacias en flor......

Y vamos con el resto de nuestra excursión. Una de las cosas que más nos han asombrado en esta visita en una calle entera, compuesta por dos grupos de viviendas, de seis pabellones cada uno, con un total de 24 hotelitos de una planta, con su comedorcito, alcobas, cocina, fregadero y hasta un trocito de patio o jardín, construidas desde hace cerca de siete años y desalquiladas todas ellas.

Según nos informan, pertenecen esas construcciones a la Fundación de Amboage, que parece ser dejó un legado para que se completarán hasta el número de 300, y sin que se sepa la causa o razón, ni se ha continuado edificando ni se habitan las que entonces se hicieron.

Las casitas – Años setenta.

Absurdo contraste ofrece este hecho ante la realidad terrible del pavoroso problema de la vivienda, tan difícil de resolver en la actualidad.

Y nadie, en verdad, se explica que, ante la carencia de habitación, pueda existir un núcleo de construcciones vacías.

Ignoramos a qué pueda obedecer esto y el que ser haya paralizado la construcción de las restantes que con arreglo al legado de la Fundación debían levantarse; el desconocimiento de las causas paraliza en los puntos de nuestra pluma todo comentario; pero sería curioso penetrar esas ............

La calle Faustina Peñalver, de la que habla, era conocida por los del barrio como las casitas. Parece que no estaban habitadas debido a que esperaban acogerse a los beneficios fiscales que marcaba la Ley de Casas Baratas, y en aquellos años los tramites eran extremadamente lentos, entre otras cosas por la falta de financiación y dejadez entre las instituciones implicas en conceder las exenciones tributarias.

La guerra paso por el barrio sin pena ni gloría, lejos del frente, y como toda guerra golpeando a aquellos que poco tenían que ver con las ínsulas de mando de los otros. La sirena que avisaba de los bombardeo estaba situada en el depósito elevado de aguas, junto a la iglesia de San Juan Bautista. Los vecinos construyeron un refugio al final de la calle Justo Martínez, aprovechando el desnivel del terreno.


El pueblo de Canillas pasó a formar parte del Ayuntamiento de Madrid el 30 de Marzo de 1950, con el sano propósito de hacer un gran Madrid y paliar en gran parte las necesidades acuciantes de la población que los municipios anexionados (Chamartín de la Rosa, Carabanchel, Hortaleza, Canillas, Barajas, Canillejas, Vallecas, Villaverde, Vicalvaro y Fuencarral).

Algunas industrias empezaron a establecerse en entono a la calle López de Hoyos, al otro lado del Abroñigal, entre ellas: una fábrica de Hielo, la gran tahona La Luna, Bressel en la Ciudad Jardín, Perlofil-Enkalon , Lasical, la fábrica de hielo ... y muchos vecinos del barrio trabajaban en estás fábricas. Tampoco debemos de olvidar los Estudios Cea, o el parque Empresarial de la calle Torrelaguna, nacido a la verá de la avenida de América.

La construcción de la avenida de América a principio de los cincuenta supuso el cimiento sobre el cual se empezó a edificar un nuevo Madrid, influenciando en todos los barrios aledaños a ella e hizo desaparecer caminos como el camino Viejo de Canillas, junto a la Quinta de la Paloma, donde estaba el lugar llamado la Bodeguilla, que tan mala fama tenía.

Es así como nace la primera urbanización, el parque de San Juan Bautista, construida por Saconia según proyecto de los arquitectos C. de Miguel y E. M. de Aguinaga, a finales de los años cincuenta.

A primero de los sesenta debieron de construirse los pisos de la calle Las Cañas y el espaldarazo definitivo fue la construcción del Parque de la Colinia, en 1965, que en un principio supuso el aislamiento del antiguo barrio del Cerro de la Cabaña, debido a la construcción de muros de ladrillos y al carácter privado con el que se quiso vender la urbanización.


Con la caída de servidumbre de los terrenos de la Ciudad Lineal y la recalificación de estos para poder edificar pisos en altura a principio de los setenta, fueron construyendo poco a poco en diversas fincas bloques de viviendas, la mayoría de lujo.

Finalmente, en los años ochenta se hizo realidad el deseo de la Marquesa de Amboage y las casitas de la calle Faustina Peñalver fueron derribadas y se levantando unos bloques de viviendas en su lugar para los muchos vecinos del barrio, incluidos los de la Quinta de la Paloma.

Al día de hoy han ido sucumbiendo muchas de las viviendas antiguas, aunque como si de una partida de damas se tratara, van quedando algunas de las viejas casas rodeadas de los nuevos edificios.

Foto de principio de los setenta.

Dejamos para un próximo capítulo lo que era el barrio, sus vecinos y comercios, todo narrado en primera persona por un vecino.



Autor: Ricardo Márquez.
En este blog también colaboran: Angel Caldito y José Manuel Seseña.


Fuentes:
Biblioteca Nacional de España.
Hemeroteca diario ABC.



domingo, 1 de noviembre de 2009

Los estudios CEA – Equipo Técnico de los estudios. 3ª parte

Eusebio Fernández Ardavín (Director Técnico).
Director de cine e Ingeniero Industrial, intervino decisivamente en la fundación de los estudios CEA, de la que es nombrado Director de Producción. Dirigió el primer film de los estudios CEA y una gran cantidad de películas durante su carrera como director.

Miguel Pereyra Vergara (Director Técnico de los estudios).
Fue Ingeniero de Sonido y Director Técnico en los estudios CEA, pasando posteriormente a realizar dicho trabajo en los estudios Chamartín. Director ocasional de la película Una herencia de París (1944).

Eduardo García Maroto (Jefe de Montaje).
En 1923 empezó a trabajar en los laboratorios Madrid Films y posteriormente realizaría las labores de montador-jefe en los recién inaugurados estudios CEA. Fue director de cine y a partir de 1958 supervisor de las unidades de rodaje de la producciones norteamericanas en España.

Jerónimo Mihura Santos (Director de Doblaje).
Hermano del dramaturgo Miguel Mihura, quien escribió varios guiones de sus películas. Crítico de cine en varias revistas madrileñas y primer ayudante de dirección en varias películas. Fue director de doblaje en los estudios CEA y a partir de 1959 fue redactor de NO-DO y colaboró en TVE.

León Lucas de la Peña (Ingeniero de Sonido y Director de los estudios).
Fue el responsable máximo de los equipos de sonido y tras la marcha de Miguel Pereyra, Director de los Estudios.

Luis Marquina Pichot (Subdirector Técnico de sonido).
Hijo del poeta y dramaturgo Eduardo Marquina. Terminó la carrera de Ingeniero Industrial, trasladándose a continuación a Francia y Alemania para especializarse en Ingeniería del Sonido. Pasó a ocupar el puesto de subdirector técnico de sonido de los estudios y posteriormente a realizador de cine.

De izquierda a derecha; Rafael Salgado (Presidente), Miguel Pereyra (Director de los estudios) y León Lucas de la Peña (Director Técnico de los estudios).

Logotipo de los estudios CEA




Inauguración el 28 de octubre de 1933 de los estudios Cinematografía Española Americana, con la asistencia del Presidente de la República Niceto Alcalá Zamora, el Ministro Diego Martínez Barrio, numerosas personalidades y directivos de los estudios.

Directivos de la CEA

Autor: Angel Caldito.
En este blog también colaboran: José Manuel Seseña y Ricardo Márquez.

Fuentes: Filmoteca Española, BNE, AGA, Archivo Regional de Madrid.

jueves, 29 de octubre de 2009

El Metro, un joven madrileño de noventa años que no para de crecer (II)

El nuevo tren de Arganda que anda más que pita.

Continuamos hoy nuestra particular forma de conmemorar el noventa aniversario del metro madrileño, citando mas anécdotas y aspectos curiosos. El próximo día 31 de Octubre se cumple el noventa aniversario de la apertura a viajeros del metro de Madrid. Ese día solo empezaron a funcionar las estaciones extremas de Sol y Cuatro Caminos, el 14 de Noviembre se añadieron las de Iglesia y Bilbao y finalmente el 18 de Noviembre las restantes.

LAS INSTALACIONES SON PARA ALGO MAS QUE METRO. Los grandes vestíbulos de las nuevas líneas han permitido acoger eventos que no tienen nada que ver con lo que es un servicio de ferrocarril metropolitano, así tenemos que las estaciones de Nuevos Ministerios y Chamartín han servido para dar conciertos, recitales y exposiciones. Un acto deportivo singular fue la carrera de maratón en la línea de Metrosur aprovechando su vía en placa que facilita el poder correr y la longitud similar a la de la famosa prueba atlética.

ESCONDERSE EN LOS TÚNELES. En los años cincuenta algún mendigo los utilizó para pasar la noche, así como también cierto carterista que, “pillado con las manos en la masa” en Atocha, huyó amparado en la oscuridad en dirección Antón Martín aunque finalmente fue encontrado y detenido.

AVALANCHAS EN EL METRO. En los años cuarenta, cincuenta y sesenta era habitual entrar y salir a empujones ante tanta cantidad de viajeros, lo que daba lugar a entrar en los coches sin querer entrar cuando se esperaba en el andén o a salir al andén cuando no se quería salir, habiendo una que nos ha llamado la atención sucedida en la desaparecida estación de Chamberí cuando una avalancha de entrada cayó sobre un viajero que estaba dentro del coche a resultas de la cual rompió los cristales de una ventanilla produciéndose heridas, afortunadamente no graves. Hoy la mayor concienciación ciudadana y la mayor cantidad de trenes puestos en servicio hacen de ellas algo del pasado cuando se alardeaba del altísimo índice de utilización viajeros-coche-kilómetro, que significaba nada mas ni nada menos que saturación.

CAÍDAS A LA VÍA. Este es un apartado en el que desgraciadamente muy pocas veces acaba bien pero como nos gusta siempre hablar en positivo vamos a hacerlo de un caso con final feliz acaecido antes de la guerra. Una muchacha empleada interna en el servicio domestico de un conocido propietario de la colonia de El Viso fue observada por el Jefe de Estación de Banco de España que cada vez que venía un tren se levantaba del asiento y se acercaba al borde del andén, hasta que finalmente se tiró a la llegada de uno con tan buena fortuna que cayó dentro de las vías y el conductor tuvo tiempo de frenar por lo que solo sufrió pequeñas erosiones; repuesta de sus heridas prestó declaración diciendo que hacía dos días que su novio la había abandonado tras dos años de promesas de amor. Quedó retenida en Madrid hasta la llegada de su familia que se hizo cargo de ella llevándosela a su pueblo natal en el norte de España.

Un tren del Metro dispuesto a “volar” hacia Nuevos Ministerios.

FALSIFICADOR DE BILLETES DE METRO. En los años cincuenta fue detenido un dibujante impresor que se dedicaba a la falsificación de billetes de metro, aprehendiéndole la Policía con una gran cantidad de ellos en su domicilio. Resulta chocante tanto esfuerzo para tan exiguo beneficio, máxime cuando tendría que compartirlo con algún distribuidor.

VENTA DE ENTRADAS DE FÚTBOL. El domingo 24 de Noviembre de 1.935 comenzaba la Liga 1.935-1.936 con un apasionante Athletic Club-Madrid F.C[1] en el desaparecido Stadium Metropolitano. Tal fue la expectación que se pusieron a la venta entradas de general en las estaciones de Goya, Sol, Progreso (hoy Tirso de Molina), Santo Domingo, Noviciado y San Bernardo en el horario de una a tres[2]. Resulta chocante esta funcionalidad en los tiempos que corren en los que la existencia de taquillas en los vestíbulos de las estaciones tienen los días contados en toda la red.

Al hilo de este tema, poco después de concluida la guerra civil, en el andén de llegada de Norte fue habilitada una taquilla de expedición de billetes de cercanías.

CONTROL DE BILLETES. En los años ochenta aumentó considerablemente el número de viajeros que viajaban sin billete lo que dio lugar al incremento de los controles del personal de intervención[3]. En uno de ellos un incidente menor originó otro mayor cuando al llegar a la estación de Cuatro Caminos se detectó a un viajero que no presentó billete a su requerimiento el cual para afrontar la multa impuesta presentó un billete de cuantía superior para el cual los empleados decían no tener cambio invitándole a desalojar el coche a lo que el afectado se negó. Se armó cierto revuelo al que tuvo que acudir la Policía para poner orden pero la consecuencia práctica fue la paralización total de la Línea 1 durante tiempo. Posiblemente esto diera origen a nuevos protocolos de actuación haciendo el control de billetes en el acceso a los andenes y no en el interior de los coches salvo alguna excepción que en ningún caso implica el pago inmediato de la sanción.


GUERRA DE TARIFAS. En 1.924 se produjo una guerra de tarifas entre Sociedad Madrileña de Tranvías-Compañía Metropolitano Alfonso XIII-Sociedad General de Autobuses como consecuencia de la inauguración de la línea 2 Sol-Ventas. La paz llegó en 1.927 por la mediación del Ministro de Fomento con el ajuste de las tarifas de todos suprimiéndose la línea de tranvías 52 creada a tal efecto y los trenes del Metro volvieron a circular con la ocupación lógica de viajeros[4]. La empresa de autobuses no pudo resistir las consecuencias de la ruinosa competencia y terminó quebrando.


NO CRUZAR LAS VÍAS. Esta es una prohibición obvia que figura junto a otras dos mas en un cartel de aviso que existe en todos los extremos de los andenes, sin embargo durante bastante tiempo en un lugar de la red era sistemáticamente quebrantada por imprudentes transeúntes pues ni tan siquiera eran viajeros. El Ferrocarril Suburbano desde el comienzo de su funcionamiento estuvo acotado por un cerramiento de alambrada pero ésta era constantemente rota en la Casa de Campo en un punto medio entre la estaciones de Batán y Casa de Campo, esta última inexistente entonces, siendo normal al viajar por este tramo oír el silbato con el que los conductores advertían de la presencia del tren. Este ilegal paso peatonal se mantuvo incluso hasta su explotación como línea 10 sustituyéndose finalmente la endeble alambrada por un cerramiento metálico mucho mas resistente, aunque también recién instalado sufrió intentos de rotura.


HUMOR. El metro ha dado lugar a numerosos chistes y entre ellos hay uno muy antiguo, pero no por ello menos conocido, en el que un recién venido del pueblo que llega a Madrid por primera vez consigue salir a la calle después de mucho andar por el laberinto de los pasillos de Sol y en la boca un vendedor de periódicos vocea ¡Ha salido YA! y el infrascrito en su ignorancia cree que va con él. En el tema de chistes abundan muchos los que tratan de gente de pueblo y las antaño crónicas apreturas al viajar.

También abundan los chascarrillos, muchas veces con motivo de nuevas prolongaciones. Ahí van algunos:

-En los años veinte se decía que “el metro mide mas pero el kilo pesa menos” a causa de algún desaprensivo tendero que hacía juegos malabares con las pesas y las prolongaciones de la red de metro de aquel entonces.

-“Eso es mas difícil que hacer un viaje normal en el Suburbano” haciendo referencia a las múltiples incidencias que se producían un día sí y otro también tras su inauguración.

-La llegada de la línea 4 al Barrio de la Prosperidad motivó “El Metro ha llegado a la prosperidad, pero la prosperidad no ha llegado al Barrio”.

-La inauguración de la línea 11 dio lugar a la frase publicitaria de la empresa del metropolitano “El Metro pasa de 10”.


EPÍLOGO
El Metro aún tiene mucho espacio para seguir creciendo dentro de Madrid y en las localidades inmediatas.

En el futuro habrá una segunda línea circular y prolongaciones de líneas que llegarán a zonas urbanas ya consolidadas de Madrid o de las poblaciones limítrofes así como también a los nuevos desarrollos urbanísticos en proyecto que verán la luz cuando mejore la coyuntura económica. Las ciudades del entorno metropolitano verán aumentar la longitud del metro en su término municipal y otras nuevas se incorporaran a las que ya disfrutan de él.

No es un utopía pensar que llegará un día en el que la red de metro en la Comunidad de Madrid sobrepase la mítica cifra de 1.000 Km.


AGRADECIMIENTOS
Agradecemos a nuestro amigo César Mohedas la supervisión del texto de las dos entregas de este trabajo, la cesión de fotos y la aportación de los detalles ampliatorios de la foto inaugural.

BIBLIOGRAFÍA
Además de los recuerdos personales, se han extraído las curiosidades y anécdotas de diversas hemerotecas, principalmente de ABC, y del archivo de D. Carlos López Bustos (q.e.p.d.).

Autor: José Manuel Seseña.
En este blog también colaboran: Angel Caldito y Ricardo Márquez.

Notas:
[1] Nombres del Atlético de Madrid y Real Madrid. La República ordenó la supresión del título de “Real” a todos los equipos que lo tuvieran concedido y el régimen de Franco obligó a castellanizar todos los nombres ingleses tales como athletic, racing, etc.
[2] Datos recogidos en la páginas deportivas de ABC de dicho día.
[3] Sin pretender justificar en ningún caso el viajar sin título de transporte válido, es conveniente recordar que en esa época se suprimieron muchas taquillas ante el aumento de los atracos sustituyéndolas por máquinas en las que había que llevar calderilla pues no admitían billetes obligando a los viajeros a dirigirse al otro vestíbulo de la estación o a la estación colindante cuando solo tenían uno como era el caso, entre otros, de la Laguna, término entonces de la Línea 6 aún sin conexión con Cercanías-Renfe.
[4] En cierta ocasión llegaron a viajar solos en un tren dos importantes directivos de metro entre Banco de España y Sol en horario de máxima afluencia.


domingo, 25 de octubre de 2009

Cesar Mohedas en la Exposición del Metro de Madrid por su 90 aniversario.


Es para nosotros un motivo de orgullo contar en el blog con la colaboración de nuestro amigo César Mohedas, que ha participado con la cesión temporal de documentos inéditos en la Exposición que el Metro de Madrid realiza con motivo de su 90 aniversario.



La exposición ha estado establecida primeramente en la estación de Nuevos Ministerios y actualmente en la sala Expometro de Retiro en la Línea 2.




Autores: Angel Caldito, José Manuel Seseña y Ricardo Márquez.

jueves, 22 de octubre de 2009

Madrid a vista de pájaro, año 1873

Ponemos este grabado de Madrid a vista de pájaro [1], del año 1873. Si pincháis sobre él lo podréis ver en tamaño grande.

El Museo de Historia del Ayuntamiento de Madrid tiene un original y constan en el los siguientes datos:
Autor: J.M. DOMÍNGUEZ
Título: Vista general de Madrid desde la Casa de Campo, de Guillermo Martorell
Fecha: ca. 1979
Descripción:
Anverso "MUSEO MUNICIPAL - MADRID / La Ilustración Española y Americana. 1874 / Vista General de Madrid desde la Casa / de Campo. Dibujada por D. Guillermo / Martorell (Grabado en madera.) / General view of Madrid seen from de "Casa de Campo."

Parece ser que era una lámina hecha para la revista La Ilustración Española Americana, pero nunca se llegó a publicar. En casi todas las fuentes todavía fígura como anónimo, incluso Pedro de Répide así lo menciona en uno de sus libros de principios del siglo XX. También Répide habla de más números de los que aparecen en el plano, uno o dos más, aunque quizás sea por las repeticiones.

Queremos pediros ayuda a todos para investigar la numeración que aparece en el plano, que no tiene ningún tipo de texto, y según vayáis identificando los sitios iremos añadiéndolos a la lista. Ponemos nosotros el número 1, que creemos que es el Barrio Salamanca.

Venga, ánimo, que no todo va a ser leer, ahora os toca trabajar un poco.

Esperamos vuestros comentarios para rellenar la lista.

Notas aclaratorias:
La numeración va de arriba a bajo y de izquierda a derecha. Tener en cuenta que algunos números están repetidos, hay dos 36 en el Palacio Real, por ejemplo.

Hemos añadido un resaltado en rojo a los números, y marcado en blanco los que se ven peor, tener un poco de paciencia para cargar el tamaño grande.

Sentimos que no se pueda ver mejor, pero es el máximo tamaño, el mismo que el original. Si teneís explorer 7 o superior, una vez que tengaís maximizada la foto en la ventana podeís utilizar la lupa de la parte baja a la derecha que esta en la barra de estado del explorer [Lupa 100%], y aumentar el tamaño de visualización para verlo algo mejor. Otra solución es bajar el fichero al ordenador y abrirlo con un visor de fotos que tenga lupa. Tener en cuenta que el fichero es de la ICC[1].


-o-o-o-o-o-

1. - Barrio de Salamanca.
2. - Plaza de toros de la Puerta de Alcalá.
3. - Retiro.
4. - Observatorio Astronómico.
5. - Antigua Basílica de Atocha.
6. - Paseo de la Castellana.
7. - Paseo de Recoletos.
8. - Jardines del Buen Retiro. Actual Palacio de las Comunicaciones, sede del Ayuntamiento de Madrid
9. - Paseo del Prado.
10.- Museo del Prado.
11.- Jardín Botánico.
12.- Hospital General Provincial, en Atocha.
13.- Estación de Atocha, con la vieja fachada.
14.- Terrenos para el ensache de Madrid.
15.- Huerto del Convento de las Salesas.
 * entre los números 15 y 18. Casi en la esquina de lo que ya iba a ser una glorieta. Era la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara que estuvo ahí hasta 1889. (Añadido por Maz, 31/ago/2011).

16.- Palacio de Buenavista.
17.- Congreso, en la Carrera de San Jerónimo.
18.- Hospicio en la calle Fuencarral, actual Museo Municipal.
19.- Puerta del Sol.
20.- Ministerio de la Gobernación, Casa de Correos (actual sede de la Comunidad de Madrid).
21.- La Casa de los 5 Gremios, calle Atocho con la Plaza Jacinto Benavente.
22.- Jardines del Casino de la Reina.
23.- Hospital de la Princesa, Paseo de los Areneros, actual calle Alberto Aguilera.
24.- Arco del antiguo Cuartel de Monteleón, Plaza del dos de Mayo.
25.- Plaza Mayor.
26.- Iglesia de Nuestra Señora de Gracia, plaza de la Cebada.
27.- Teatro Real en la Plaza de Oriente.
28.- Torre de los Lujanes.
29.- Casa de la Villa.
30.- Palacio de los Consejos, actual Consejo de Estado.
31.- Basílica de San Francisco el Grande.
32.- Puerta de Toledo.
33.- Cuartel de Conde Duque.
34.- Cuartel de San Gil. Parte de la actual Plaza de España.
35.- Caballerizas Reales, sustituido por los Jardines de Sabatini.
36.- Palacio Real.
37.- Patio de la Armería del Palacio Real.
38.- Armería Real.
39.- Palacio de la Princesa de Éboli, ya derruido, entre la calle Almudena y Factor.
40.- Viaducto calla Bailén.
41.- Las Vistillas.
42.- Calle Ferraz y los solares hasta la calle Princesa.
43.- Cuartel de la Montaña. En el sito que ocupa el actual Templo de Debot.
44.- Parque de la Tela, actualmente Parque de Atenas, aproximadamente.
45.- Montaña del Príncipe Pío, y actual Parque del Oeste.
46.- Jardines del Campo del Moro.
47.- Puente de Segovia.

Autores: Angel Caldito, José Manuel Seseña y Ricardo Márquez.
Fuente del mapa: Instituto Cartográfico de Cataluña.
[1] Este mapa solo se puede distribuir para investigación y citando siempre al ICC.