domingo, 13 de septiembre de 2009

Edificios de la Ciudad Lineal - Villa de Zacarías Homs, o Villa Rosa


Como continuación del artículo Edificios de la Ciudad Lineal, vamos a ir analizando más a fondo las casas y edificios de la Ciudad Lineal.


Villa Zacarías Homs, después llamada Villa Rosa y así conocida popularmente, fue diseñada por el arquitecto Ricardo Marcos Bauzá, y la Compañía Madrileña de Urbanización (CMU) fue la constructora de la misma.


Situada en la antigua carretera de Hortaleza, hoy López de Hoyos, estaba justo en el limite de la Ciudad Lineal de don Arturo Soria, en la prolongación de la manzana 82 según el plano de la CMU.


La superficie construida del edificio original era de unos 210 metros cuadrados, y la terraza, porche y escalinatas de unos 67 metros cuadrados, con una fachada de 14,60 metros y un fondo de 13,50.


Tenía dos entradas con sendas escaleras de piedra blanca de Novelda. La de la fachada principal daba al pequeño porche que hacía el balcón de la habitación principal, que lo sujetaba dos columnas de la piedra mencionada. La otra escalera comunicaba con una gran terraza situada en uno de los laterales de la casa y que tenia puerta al comedor.


Además del sótano, planta baja con terraza, y primera planta con habitaciones, contaba con un ático dividido en dos partes, un pabellón y una gran terraza desde la que se divisaba una magnífica vista de los alrededores.


Los elementos ornamentales empleados en las fachadas tenían un aire renacentista italiano, y se revocaron de estuco a la catalana decoradas de piedra artificial.



La planta baja estaba formada por una entrada con cuatro columnas de piedra artificial y gran escocia y florones de Staff, del que nacía una escalera que comunicaba con la planta superior; un office con dos fregaderos y dos armarios de obra, que daba al sótano por la escalera de servicio; el comedor con acceso a la terraza antes mencionada; sala de billar y una gran biblioteca.


El primer piso, o principal, contaba con dos baños, dos gabinetes y cuatro habitaciones. Tanto los gabinetes como las habitaciones tenían tarima en el suelo de primera calidad y estaban pintadas al temple en colores claros.


En el sótano estaba la cocina, dos habitaciones para el personal doméstico, una sala de costura, habitación para la caldera y un gran almacén. Tenía acceso exterior directo por una escalera y comunicaba por otra escalera con el office de la planta baja desde otro office. Disponía de luz del sol por medio de unas lumbreras instaladas en la fachada.


El ático tenía habitación de música y un salón biblioteca, abiertos a la terraza con unas bonitas columnas.


Todas las puertas interiores de la casa tenían cristales blancos prensados, y las ventanas de las fachadas contaban con persianas de hierro. En la casa, como todas la de la Ciudad Lineal, primaba la luz del sol y una buena ventilación mediante ventanas.

Contaba además con un hermoso invernadero, con magnolias, camelias, geráneos,... y un jardín magníficamente proyectado.



Entre 1925 y 1931, José Tolosa, prestigioso empresario de ópera y excelente director, y su esposa Rosa de la Vila (de ahí Villa Rosa), debieron de comprar la posesión.

Durante el franquismo se rumoreaba que era un cabaret encubierto al que acudían las más altas instancias del gobierno.

Recorte de prensa de Villa Rosa. Cedido por Alfredo.

Sufrió una remodelación entre 1989-1992, a cargo del arquitecto Guillermo Costa Pérez-Herrero para convertirse en la Junta Municipal de Hortaleza.



Imagén tomada desde el semáforo de Pinar del Rey, años 1977 y 2011(Google Street View).
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Autor: Ricardo Márquez.
En este blog también colaboran: Angel Caldito y José Manuel Seseña.


Fuentes:
Web de Coam.
Biblioteca Nacional de España.
Hemeroteca diario ABC.


miércoles, 9 de septiembre de 2009

Los aguadores


Los aguadores en algunos lugares de Madrid, aunque cueste creerlo, estuvieron cumpliendo su función hasta finales de los años setenta. Su labor se desarrollaba en aquellos lugares que carecían del líquido elemento vendiéndola a los vecinos que por diversas circunstancias no podían acudir a la fuente pública mas próxima.

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Hagamos antes una breve semblanza de cómo era este servicio según se estableció en las ordenanzas municipales de 1.892 que nada tiene que ver con la última época.

Las fuentes públicas de Madrid las clasificaba en:

a) Fuentes vecinales. Son las que están destinadas al servicio preferente de los vecinos.

b) Fuentes de vecindad y aguadores. Son en las que al menos habrá un caño destinado al servicio de la vecindad y los demás al de los aguadores, pudiendo éstos hacer uso del caño o caños destinados al vecindario tan sólo en el caso de que no los utilizare ningún vecino.

c) Fuentes de aguadores. Son las destinadas al servicio de los aguadores.

d) Fuentes volantes. Son las fuentes que solo se colocarán en caso extremo oyendo el parecer del Jefe facultativo de Fontanería, y se utilizarán bien por los aguadores, bien por los vecinos, según el servicio por el que provisionalmente han sido instaladas.


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Trasladándonos de nuevo al momento final de esta actividad hay que comprender el entorno urbano en el que esta función se llevaba a cabo.

El barrio de Vallecas fue profundamente remodelado a partir de los años ochenta creando un nuevo entorno urbanístico que hizo desaparecer todo resto de chabolismo, sin embargo en los años sesenta y setenta había todavía numerosas infraviviendas en Palomeras, Entrevías y Pozo del Tío Raimundo, e incluso cuevas en el cerro del Tío Pío, hoy llamado barrio de Pío Felipe.


La población que habitaba en estos lugares tan precarios estaba formada mayoritariamente por emigrantes andaluces y castellano-manchegos aunque había también de otros lugares de España. Las casas por llamarlas de alguna manera pues el nombre correcto sería chabolas, eran construidas de la noche a la mañana textualmente y no como forma coloquial de hablar, ya que se tendía una manta o una larga sábana en la cuerda de tender la ropa que evitaba que desde fuera se viera como se levantaban los tabiques durante la noche teniendo que quedar concluida al día siguiente por la mañana.

Vallecas se convirtió en una colmena de cuchitriles carentes de agua y alcantarillado, algunos de los cuales se congregaban alrededor de una corrala con solo una puerta exterior a la calle. Algunas edificaciones, las menos, tenían pozo negro o salían las aguas fecales por la parte trasera en aquellas que tenían este espacio libre, pero en las mas corría el canalillo por el centro de la calle con el consiguiente hedor que desprendía en las épocas estivales, amen del riesgo que ello suponía para la salud pública por la ausencia de higiene.


El agua para el consumo se obtenía de diversas fuentes de un único grifo pertenecientes a la red del Canal de Isabel II que estaban estratégicamente distribuidas en estos barrios suburbiales, pero en número mas bien escaso, lo que daba lugar a filas bastante largas de señoras haciendo turno para llenar los recipientes con esperas interminables porque la presión en estos puntos de suministro era baja. Esto suponía un duro trabajo para las féminas al tener que recorrer un largo camino hasta llegar a casa acarreando cántaras y cubos llenos de agua. Algunas fuentes tenían a su alrededor terreno sin edificar y era utilizado para secar la ropa colgada en precarios tendederos por aquellas mujeres madrugadoras antes de que otras se les adelantaran, que hacían allí mismo la colada lavando en un barreño con jabón “lagarto” restregando las prendas sobre una tabla de madera.


Es aquí donde entraban en función los aguadores o aguadoras pues los había de ambos sexos. Unos iban provistos de una carretilla de madera con dos huecos donde colocaban las cántaras y una goma para conectarlas al grifo y llenar los recipientes sin tener que sacarlos de donde estaban alojados. Otros llevaban la ayuda de un borrico que tenía sobre el lomo un serón donde cabían cuatro cántaras, dos a cada lado. Pero la imagen mas curiosa es la de algunas mujeres que con rara habilidad llevaban un cántaro a la cabeza y otro en el costado, andando como si tal cosa, que nos traslada mentalmente a aquellas zonas desérticas de África. Común a todos los aguadores era el cazo medidor para echar el agua.


Los aguadores cumplían la función de servir el agua a quién no podía esperar las colas, bien fuera por cargas familiares, por motivos laborales, por ser personas mayores, por no poder coger pesos, o por infinidad de motivos, teniendo, por tanto, una clientela casi fija. Su llegada a la fuente era motivo de conflictos con las personas que allí esperaban pues tenían prioridad sobre la vecindad y como el fluido del agua en el único caño era lento y los recipientes a llenar eran varios y además grandes, la discusión estaba servida ... Su trabajo era especialmente complicado los días de lluvia o posteriores ya que al recorrer zonas carentes de urbanización el desplazamiento por esos andurriales llenos de barro resultaba muy difícil.


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Es una vivencia que tuve de niño cuando para ir al colegio, distante de mi casa cerca de kilómetro y medio, tenía que atravesar estos barrios carentes de agua corriente y alcantarillado viendo las penalidades de sus moradores y el oficio de los aguadores. Agradecería de la amabilidad de los lectores del blog nos informen si conocen algún barrio mas de Madrid, aparte del de Vallecas, en el que hubiera aguadores.

Fuente en el barrio de Hortaleza



Las fotos corresponden al año 1950 ó 1951 o quizá al 1952, no lo sé con seguridad. La calle es Germán Pérez Carrasco y el aguador pasaba a petición de los vecinos porque se decía que el agua del grifo no era potable y ésa que traían era agua de Lozoya. Comentario de Carmen.

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Autor: José Manuel Seseña.
En este blog también colaboran: Angel Caldito y Ricardo Márquez.


Fuentes de las fotografías: Fondo S. Yubero, Archivo Regional de Madrid

sábado, 5 de septiembre de 2009

Stadium Metropolitano – (Artículo número 100)


En el año 1922 se funda la Sociedad Stadium Metropolitano, con un capital social de millón y medio de pesetas. Sus principales accionistas eran miembros de los Consejos de Administración de la Urbanizadora Metropolitana (CUM) y del Metropolitano Alfonso XIII (Metro de Madrid).

Metro de Cuatro Caminos - Salida Reina Victoria – El edificio Titanic al fondo- Junio de 1923

La cabeza visible de todas estas compañías era don Miguel Otamendi, inspirador del Metro de Madrid. Aprovechando la llegada del metro a Cuatro Caminos (primera línea del metro Cuatro Caminos - Sol), fundó la CUM, construyendo grandes edificios, como el Titanic y el Parque Urbanizado, una especie de Ciudad Jardín, que se extendía desde la glorieta de Cuatro Caminos hacía el Oeste hasta la Moncloa. No olvidemos que en aquellos años estaba de moda las ideas de las ciudades jardines, y que Otamendi no dejó de ser un rival de Arturo Soria, que en aquellos días tenía en marcha la Ciudad Lineal . Recordar también que Otamendi formaba parte de la comisión que denegó a la compañía de Arturo Soria (CMU) hacer un metropolitano años antes de que él llevará a cabo el Metro de Madrid.

El propósito del proyecto Stadium Metropolitano era dotar a Madrid de un estadio digno a nivel internacional. Madrid en aquellos años solo contaba con el velódromo de la Ciudad Lineal, donde jugaba el Real Madrid, y otros estadios que difícilmente se podrían considerar como tales por las pocas infraestructuras que tenían. Entre 1923 y 1924, se dictaron órdenes para que los estadios no tuvieran vallas de madera. Así en Madrid ni el Athletic, ni la Gimnástica, ni el Unión cumplían con la norma, solo el Real Madrid y el Racing cumplían a duras penas. Además la prensa y el público no dejaban de halagar y envidiar estadios como el de Wembley de Londres.


Es así como la Sociedad Stadium Metropolitano adquiere unos terrenos dentro del Parque Urbanizado, a unos 900 metros de Cuatro Caminos por la avenida de Reina Victoria. Sito en un anfiteatro natural de 39.000 metros cuadrados, el público accedía al estadio a una altura de 16 metros sobre el terreno de juego, lo que permitía una perfecta visión.

Se construyó una línea de tranvía eléctrico para unir el Stadium con Cuatro Caminos, siendo el tiempo estimado de Sol al Stadium de 12 minutos. Desde el cruce de la calle Andrés Mellado con Reina Victoria se creó una calle de 50 metros que desembocaba en la gran glorieta del Stadium, habilitada para el estacionamiento de carruajes y automóviles [1].


El arquitecto del Stadium Metropolitano fue José María Castell, quien también habilitó el velódromo de la Ciudad Lineal para que jugara el Real Madrid en aquel año, y estaba haciendo el campo antiguo de Chamartín a la vez que el Metropolitano, que sería inaugurado un año después, el 17 de Mayo de 1924.

El terreno de juego era de 105 por 67 metros, y contaba con una pista de atletismo alrededor de 7,5 metros de anchura. La capacidad del estadio era de 25.000 espectadores, y otros 20.000 más en espacios libres, y se aseguraba que fácilmente podría acoger hasta 75.000 (35.000 sentados). Existían 4 tipos de entradas: localidad de preferencia con asiento, preferencia de pie, general con asiento y general de pie. El palco regio contaba con 26 asientos.

El día 13 de Mayo de 1923 fue inaugurado el estadio. Se enfrentaron la Real Sociedad y el Athletic de Madrid, ganando este último por 2 a 1. Asistieron al partido los Infantes don Juan y don Gonzalo; y las Infantas doña Isabel, doña Cristina y doña Beatriz.

Partido inaugural. Athlétic – Real Sociedad.

El día anterior fue inaugurada la línea de tranvía antes mencionada por el Alcalde de Madrid interino, el señor Nicoli, entrando en funcionamiento el mismo día 13 de Mayo de 1.923, asignándole el número 50 al corto recorrido de Cuatro Caminos a la Glorieta de Gaztambide, inferior a 1.000 metros. El trazado de doble vía junto a cada acera del bulevar central solo era utilizado en el lateral derecho pues únicamente había un tranvía que iba y venía. La línea solo tenía afluencia los días de partido y como el servicio no se reforzaba, muchas veces no interesaba la espera pues se llegaba antes andando, especialmente desde Cuatro Caminos que era bajada. Por otra parte al cobrador en tan corto espacio no le daba tiempo a cobrar a todos los viajeros con el tranvía lleno.

Aspecto de las gradas el día 13 de Mayo de 1923.

El día 17 del mismo mes jugó el Racing de Madrid contra el Español de Barcelona y a los pocos días se jugó un partido de rugby, deporte novedoso en aquel entonces en la capital. Se cedió el estadio al Ayuntamiento para la celebración de unos campeonatos de atletismo. También jugó el Real Madrid un partido contra el Dundee, pero los problemas para el Stadium Metropolitano se multiplicaban.

Don Antonio Maura en el palco del Stadium en junio 1923.

La prensa era muy severa con los altos precios que establecieron, tal fue la presión mediática que en un nuevo partido de rugby jugado en el mes de Junio la asistencia fue nula. Por otra parte, cosa que pensamos que no pasaba en aquellos tiempos, la Federación de Fútbol prohibió que se disputasen partidos hasta que la Sociedad Stadium Metropolitano renunciara a su propósito social, es decir, a obtener un beneficio por la explotación del estadio.

Finalmente el Athlétic Club firmó una escritura de cesión o compra del estadio y terrenos aledaños con la Sociedad Stadium Metropolitano en Junio de 1924. Se proponía hacer una pequeña ciudad deportiva, con pistas de tenis y piscinas, cosa que no se llegó a realizar, no así el cubrir la tribuna y la ampliación de uno de los laterales del estadio. En esta misma noticia mencionan que además el Athlétic había arrendado 16.000 metros cuadrados más, en otro barrio estratégico de Madrid (no sabemos cual), para el entrenamiento del equipo de fútbol, y disputar partidos de hockey y baloncesto. Además el Club poseía el frontón del Retiro y desarrollaba diversos deportes, siendo uno de los clubs más grandes de España.

En Abril de 1925 se alcanzó un aforo de 30.000 espectadores, lo que da una idea de las mejoras realizadas.


El 15 de mayo de 1929, sucedió un hecho histórico, ya que la selección española ganó a la selección inglesa por 4 goles a 3. Lo meritorio fue que la selección inglesa llevaba 23 partidos sin perder fuera de su casa. Los jugadores españoles fueron sacados a hombros y el encuentro tuvo una repercusión en toda la prensa internacional porque era la primera vez que perdía en el continente.

Las carreras de galgos con liebre mecánica son la novedad presentada en abril de 1930, inaugurada esta instalación por el rey Alfonso XIII, y funcionó como canódromo al menos hasta finales de los años 40.

Debido a su situación, muy cerca del frente de Madrid, el estadio sufrió grandes daños durante la Guerra Civil. Volvió a reinaugurarse el 21 Febrero de 1943, con el partido Atlético de Aviación – Real Madrid, con el resultado de 2 a 1, a favor de los colchoneros.

Foto de la re-inauguración del Stadium Metropolitano, Febrero 1943.

El día 27 Junio de 1943 se juega por primera vez un partido nocturno con iluminación artificial, y aunque todavía se creaban algunas sombras en el campo, no dejó de ser todo un hito para el deporte de campo en España.

El estadio Metropolitano en 1956.

El aforo máximo que llegó a tener el estadio Metropolitano fue de 35.800.

Fragmentos de la película El Fenómeno (1956) [2]

Se jugó en él hasta la puesta en marcha del nuevo estadio Vicente Calderón en el año 1966. Ese mismo año el Stadium Metropolitano fue demolido levantándose en el lugar unos bloques de viviendas.

Sondeos realizados en el campo en 1966, mientras los jugadores del Atlético entrenaban. Un presagio de su futura demolición.
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Artículo número 100:
No deja de ser asombro para los que formamos este blog el haber llegado a la entrada número 100. El artículo que hoy os presentamos fue desde el principio uno de los muchos proyectos que tenemos en mente. A lo largo de este año escaso hemos ido recopilando la documentación, contrastando los datos y buscando la información gráfica. Esperamos poder tener otros 100, y 100 más como estos, y confiamos en poder seguir contando con tan buenos lectores, amigos y colaboradores; entre todos hacemos el blog y sin vosotros esta labor de divulgación no tendría ningún sentido.

Sinceramente
El equipo de Historias Matritenses e Historias Cinematográficas.


Autores: Angel Caldito y José Manuel Seseña y Ricardo Márquez.


Fuentes:
Biblioteca Nacional de España
Diario Marca
Diario As
Diario ABC


[1] La Glorieta de Gaztambide se encontraba a la entrada de la Colonia Metropolitana y del campo del Athletic de Madrid (entonces ni se llamaba Atlético), y se llamaba así por estar prevista la llegada hasta ella de la calle del mismo nombre, aunque los proyectos posteriores de ordenación de aquel barrio cambiaron completamente y la calle de Gaztambide no alcanzaría su glorieta que hoy se denomina del Presidente García Moreno. La calle de Gaztambide al cruzar la calle de Cea Bermúdez cambia de trayectoria y en lugar de continuar recta gira a la izquierda para acabar en Isaac Peral y lo que hubiera sido su llegada a la Glorieta de su nombre, hoy es un trozo de la Avenida del Valle. Por su parte en la calle Andrés Mellado quedó sin hacer el tramo central. La parte alta en la confluencia con Avenida de la Reina Victoria se llama actualmente General Rodrigo.


[2] El Fenómeno. Película realizada en 1956 por el director José María Elorrieta e interpretada por Fernando Fernán Gómez, Antonio Riquelme, Matilde Muñoz Sanpedro y Juan Calvo. La trama es sobre un científico sabio y despistado que procede del otro lado del telón de acero y coincide en el aeropuerto con el famoso futbolista exiliado ruso Alejandro Paulovsky, confundido con él, acabará casualmente triunfando en un partido de fútbol con el Club Atlético de Madrid. Comedia de humor con escenas de enredo debido a los cambios de identidad y en la que se muestra en algunas escenas en todo su esplendor, al conjunto de jugadores del Club Atlético de Madrid en el Estadio Metropolitano de Madrid.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Los cines de la carretera de Aragón ( Ventas - Cruz de los Caídos )

Tenemos el gusto de presentaros integro el artículo de David Sánchez, de su blog ¿Dónde están los cines de Madrid? . Esperamos que os guste.

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Es muy difícil enumerar todos los cines que hubo en la capital, algo no del todo imposible. Pero muchos de ellos tuvieron una vida efímera y eran simples naves acondicionadas al efecto, con lo que los datos técnicos no aparecían en ninguna memoria, ni publicación de la época, cosa que complica aún más la hazaña. Ya solo me quedaba el trabajo de calle, el boca a boca, con lo que muchos de los datos quizás no sean del todo ciertos, no por ello vamos a dejar de contarlos.

Mi barrio, Pueblo Nuevo, surgió en los laterales de la antigua carretera de Aragón, más allá de las Ventas del Espíritu Santo. Principalmente fue una zona donde se establecieron gentes venidas de todos los rincones de la geografía española. Las calles las formaban pequeñas construcciones unifamiliares, en las que en ocasiones se agolpaban más de una familia, en casi todas con más de un benjamín. Cuando ya en Madrid funcionaban muchos barracones e incluso algún local construido al efecto, se realizaron las primeras proyecciones en la zona. Fue en el parque de diversiones de la Ciudad Lineal, allá por los años 20, cuando en un teatro al aire libre se proyectaron películas mudas, ni que decir, que las gentes del barrio de Pueblo Nuevo, no tenían el "parné" para alcanzar tan exquisito manjar.

El Kursall de la Ciudad Lineal, al fondo la pantalla de proyección.

CINE LOS ARCOS - 1934
En la calle Florencio García n.º 2, junto a la carretera de Aragón casi en el comienzo de la entonces Ciudad Lineal, nació en el año 1934 una pequeña sala conocida como CINE LOS ARCOS que muy pocos recuerdan, ya que debió desaparecer en la década de los 50. Según cuentan era una sala modesta compuesta tan solo de patio de butacas con aforo de 392 localidades, que proyectaba películas en sesión continua y cuyo propietario fue D. Antonio Catena. Con posterioridad se transformó en un almacén hasta su demolición en los años 60.

Tuvo que ser pasada ya la guerra civil, cuando comenzaron a florecer junto a la antigua carretera de Aragón, los primeros locales construidos al efecto y enfocados principalmente a la clase obrera. Los años 40 dieron paso a varias salas "importantes" dentro de su localización. Al parecer en esta época, un cinematógrafo era una gran inversión y quien llegase el primero tenia mas posibilidades de llevarse mejor tajada.

CINE MUNDIAL - 1947
Fue D. Pedro Miguel Grúas el que mandó construir en la misma Carretera de Aragón n.º 168 ( hoy Alcalá 382 ), un magnífico edificio destinado únicamente a Cinematógrafo, al estilo de los de la capital, dotando al barrio de las comodidades de estos, y desdeñando las pasadas naves convertidas en sala de proyección, lo llamó CINE MUNDIAL y fue inaugurado en Febrero de 1947. Se levantó en cuatro alturas más sótano y contaba con un aforo de 660 butacas repartidas entre el patio y el anfiteatro. Tenía además un ambigú, zonas de tránsito y aseos. Destacaba principalmente en su fachada dos volúmenes metálicos triangulares que recorrían las tres alturas superiores dando un aspecto más estilizado y aerodinámico. El edificio construido con estructura de hormigón armado, tenía una fuerte rampa de anfiteatro y gracias a los materiales se logró dejar un hueco en vano de casi 13 metros de longitud sobre el patio de butacas. En la planta calle, el vestíbulo principal solado de mármol con paredes estucadas y detalles de escayola en techos y zócalos de los tres huecos que conducían al patio de butacas. A uno de los lados del vestíbulo se encontraba la escalera con acceso al sótano donde estaban los aseos y el grupo electrógeno de emergencia actuado por fuel, y subía hasta llegar al ambigú de la planta principal. El suelo estaba formado por pequeñas teselas en tonos grisáceos; aquí se instaló una amplia barra de bar, junto a esta dos huecos nos conducían al anfiteatro que como detallamos anteriormente tenía una rampa muy pronunciada que nos elevaba hasta la segunda planta destinada a aseos y zona de descanso. En un lateral había una puerta, y tras esta una escalera que se desarrollaba en forma de "L" nos llevaba hasta la planta tercera destinada a oficina y cabina de proyección. Toda la sala estaba pintada en verde, decorada con abultados en escayola en tonos dorados y rematada por una bóveda donde pendía una hermosa lámpara de araña. A este cinematógrafo, abanderado en la zona por su comodidad y envergadura, le nació un competidor a escasos 300 m., el CINE LEPANTO, razón por la que el propietario del Mundial le interpuso una querella que finalmente no valió de nada.

Boceto de la fachada del Cine Mundial .

El cine Mundial estuvo en funcionamiento hasta 1980 fecha en la que se reconvirtió en una sala de juegos recreativos, transformando mínimamente su fisonomía , queriendo dar al negocio cierto aire “holliwodiense”, decorando todo el local con imágenes de grandes films americanos, y colocando junto a la puertas de entrada los dos grandes proyectores Ossa utilizados en su época de cinematográfica. El negocio no llegó a abrir sus puertas, muy posiblemente debido a la falta de salidas de emergencia en caso de siniestro, ya que se encontraba encajonado entre dos fincas y la única salida era la misma que la entrada. Tras veinte años cerrado en los que el agua, los vándalos y los años hicieron mella, destruyendo parte del mobiliario, se realizó una obra de envergadura en el local, dejando diáfana la planta baja, y derribando la entrada, la escaleras y todo el patio de butacas. Este fue dividido longitudinalmente en dos locales, el primero ocupando la mitad de la fachada en planta baja, destinado a perfumería Gilco y la otra mitad simétrica se transformó en un restaurante Rodilla, el cual actualmente ocupa además de la planta baja toda la zona anteriormente dedicada a ambigú y bar de la planta primera donde se instalan los vestuarios, los aseos, el puesto de control y el comedor del restaurante, al cual le dotan de más iluminación abriendo huecos de escaparate y evacuación a la calle de Alcalá. El resto del local es un misterio ya desvelado. Al fondo de un almacén hay una trampilla que comunica directamente con el antiguo anfiteatro, estando toda su decoración, las bancadas a falta de las butacas, las paredes decoradas en verde y la bóveda del techo desprendida de su lámpara. En lo alto de la rampa dos huecos de puerta hoy libres de ellas nos llevan hasta un espacio congelado, un vestíbulo desierto, húmedo y con mucha historia, con sus ventanas opacas que tamizan la luz del exterior y su suelo de teselas grisáceas, en un rincón aún sigue la escalera que nos lleva hasta el corazón del cinematógrafo, una triste habitación donde en su día estuvieron los proyectores y que nos deja ver a través de los huecos de proyección parte de la sala y hasta la pantalla, rasgada en su mitad con el telón subido como esperando el final de la película.

El local en la actualidad .
 
Vista aérea de la zona, en el centro de la imagen el tejado del patio de butacas.

CINE VENTAS - 1949
El 22 de Octubre de 1949, con el programa en sesión continua “Botón de Ancla” y “Pensión Histórica” inaugura el mismo empresario del Mundial, otro local, esta vez muy cercano a las Ventas del Espíritu Santo, de ahí su nombre, el CINE VENTAS. Era un edificio pequeño, construido en una esquina en la carretera de Aragón n.º 22, contaba solo con butacas de patio y tenía un aforo de 500 localidades, al parecer la pantalla estaba situada en uno de los ángulos interiores del solar dando así más amplitud al recinto formando un patio en forma de abanico. Cerró en el año 74 cuando se realizaban las obras del puente sobre el arroyo Abroñigal, muy pronto sustituido por la M-30.

Imagen coloreada de la zona, se intuye el tejado del Cinema Ventas .

De estos tres cinematógrafos fue jefe técnico D. Pablo Gracia Franco, con especial dedicación a los dos primeros. Su propio hermano Rafael, me contó que en el cine Los Arcos, en la época de la pos-guerra eran frecuentes los cortes de luz, y debido a esto la proyección se paraba. El publico conocedor del fallo, amigos y vecinos en general que ocupaban la sala, cantaban acompasadamente “Si vas al cine los Arcos y se va la luz, llama para que vuelva, a Pablo el andaluz” .

CINE LEPANTO - 1950-1953
Como hemos citado anteriormente el Cine Lepanto construido en el n.º 178 de la Ctra. de Aragón ( actual 376 de Alcalá ), se levantó a menos distancia de la permitida para la instalación de locales cinematográficos, que era de 400 m. de su vecino el Cine Mundial. El local que tenía entrada por un edificio de viviendas aún en construcción en el momento de su apertura, poseía un vestíbulo estrecho pero muy alargado que nos conducía hasta el ambigú donde estaba instalado el bar y desde donde a través de cuatro huecos se acedía a la sala con aforo de 1000 butacas, que se repartían en una ancha sala decorada con buen gusto y con una fuerte pendiente hacia el escenario, pintada también en tonos verdes y con salida directa a través de 4 puertas de emergencia a la calle transversal de Campuzano. En la planta sótano los aseos, en la superior la cabina y las oficinas. Debido a la intervención del propietario del Mundial y a que el inmueble aún no estaba completamente terminado, la sala fue clausurada, demorando su apertura hasta febrero de 1953. Sus propietarios fueron D. Manuel García Vidal, Cinematográfica Lepanto y la Constructora Campuzano. El local sufrió un aparatoso incendio el día 31 de Agosto de 1968, en el que se destruyó parte del patio, el escenario y la techumbre sin causar daños personales. Meses después prosigue su andadura, hasta el año 1980 en el que cierra definitivamente para transformarse en salón-restaurante para celebraciones, conocido como “Salones Capitolio”, para ello se realizó el vaciado de la sala convirtiéndola en dos plantas, una de ellas semisótano, instalándose un total de 4 salones; en la parte posterior en la zona de proscenio, se establecen las cocinas, funcionó hasta finales de los 90. Después de un largo tiempo sin servicio, ya en el año 2005 es completamente remozado, desmontándose incluso toda la cubierta de teja plana para convertirlo como no, en la “gran enfermedad de los locales cinematográficos” Zara, que junto con sus amigos Bresca, Stradivarius, H&M, Sfera, PinkiI o Vips (no vamos a dejarle olvidado) arrasan con todo local de grandes dimensiones. Reconvertido exterior e interiormente, terminó hasta con la “C” de Cine que sirvió también de Capitolio que lucía en una de las calles laterales.

Vista aérea de la zona en la década de los años 50.

En la parte posterior del cine Lepanto, y conformando la esquina con la calle de Amos de Escalante, en un solar muy estrecho pero alargado, abrió simultáneamente la empresa, un cine de verano con el mismo nombre, el cual funcionó muy poco tiempo ya que unos años después las construcciones vecinas se elevaron por encima de sus muros y la zona no era hábil para dicho fin. Estuvo abandonado hasta los años 90. En él se habían realizado algunas pequeñas construcciones para servicio del cine, que con posterioridad sirvieron de almacén para los salones de bodas. En el solar crecieron diversos árboles entre los que cabía destacar un magnífico ejemplar de níspero que florecía y daba frutos un año tras otro. Desapareció todo de un plumazo dejando ver entre las ruinas la pantalla en uno de sus laterales; en la actualidad hay un edificio de viviendas.

 
Dos imágenes del edificio cuando aún era los Salones Capitolio.
 
Vista aérea de la zona, en el centro la gran nave del patio de butacas.

 
Dos imágenes del local en la actualidad.

CINE ARAGON- 1954
El 8 de Febrero de 1954, abrió en la Ctra. de Aragón 124 ( actual 334 de Alcalá ), otra sala con el nombre de CINE ARAGON en honor a su localización, con el programa en sesión continua “Al diablo la celebridad” y “Mundos opuestos”. Estaba inserta en un edificio de viviendas y tenía una amplia fachada en donde colocaban sus carteleras. La entrada estaba precedida de unos peldaños que nos daba paso a un alto vestíbulo con dos escaleras, una en cada extremo, bajo una de las cuales se encontraban las taquillas. Cuatro huecos daban paso a la sala, con pendiente hacia la pantalla y un alto techo de escayola. Estaba decorado en tonos rojizos y tenía un aforo de 1500 butacas repartidas entre el patio y el anfiteatro. En la parte superior un amplio salón de descanso y el bar, junto al que estaban instalados los retretes, frente a estos, dos pasillos nos conducían al anfiteatro que se desarrollaba vertiginosamente hasta llegar a las ventanitas de proyección. Era una sala muy acogedora, y la que yo más recuerdo por mi edad, a la que fundamentalmente acudía los sábados y domingos por la mañana a una sesión infantil con mi padre, al que cambié con posterioridad por mis amigos. Recuerdo especialmente la cola que se formaba frente a su puerta y que llegaba a doblar la esquina de la calle Los Urquiza, donde muy acertadamente se estableció un puesto de pipas, donde cargábamos provisiones, aunque un cartel en sus puertas rezara, “prohibido el paso de alimentos a la sala”, nosotros los escondíamos como podíamos hasta flanquear la figura del acomodador. Nunca olvidaré “Regreso al futuro”, sesión a la que acudí con mi amigo Gustavo y su hermano Luis Antonio, aquella tarde de sesión continua no numerada, nos levantamos al aseo y cuando volvimos no teníamos sitio, terminamos viendo la película en las escaleras del paraíso, eran otros tiempos, volvamos a la tierra.

En 1997, durante la proyección de la película “Rescate” un incendio llenó la sala de humo e hizo desalojarla. Los daños materiales fueron cuantiosos. El local permaneció cerrado hasta Agosto de 1998, fecha en que reabre completamente reformado con una sola sala con aforo para 550 espectadores, contando con varias butacas convertibles en una sola especial para parejas. La complicada evacuación del local, obligó a suprimir parte del patio de butacas para convertirla en salida de emergencia, el vestíbulo fue acortado dejando solo una de las escalera de acceso, se instaló una nueva tienda de chucherias-sacacuartos en la planta baja con acceso desde la misma calle Alcalá, y el local a pesar de no reconvertirse en mini-salas perdió el encanto del pasado; aguantó viento y marea pero la crisis pudo con él. Era triste ver que en la sesión de las 7 de un sábado, tan solo cuatro parejas de jubilados que acudían a la proyección, una sala con todos los avances del momento y una localización perfecta. En Agosto de 2005 tras la proyección de “Ninnete” el cine Aragón cerró para siempre. Luego llegó la descomposición y esta vez el Corte Ingles, a la cabeza con Sfera nos dejó huérfanos de él, en un final al que todos contribuimos.

El cine Aragón antes de su cierre.

El local en la actualidad.

CINE IBERIA - 1956
En el año 1956 abre en la actual zona de el Carmen, otra sala localizada en el n.º 51 de la carretera de Aragón. Su vida fue corta a pesar de que el local había sido construido exclusivamente para el objeto y era una sala acogedora y moderna. Se levantaba en tres alturas y poseía una sala con aforo para 1034 butacas, distribuidas en patio y anfiteatro. Contaba además con un cine al aire libre instalado en un solar anexo. Desapareció fugazmente en Noviembre de 1963, debido quizás a la continua explotación inmobiliaria de la zona, en un corto periodo de tiempo, fue sustituido por un edificio de viviendas.

Fotografía aérea de la zona en los años 50 .

CINE TEXAS- 1960
En la floreciente zona de Pueblo Nuevo se construye otro cinematógrafo en un patio de manzana. Tenía acceso desde la calle de José del Hierro n.º 37, a través de un amplio vestíbulo que nos conducía a la sala con un aforo de 1122 localidades repartidas en patio y anfiteatro. Llevado a cabo por el arquitecto don Cecilio Sánchez Robles, con la colaboración del aparejador Juan Ramón Angulo, el local abrió sus puertas en 1966, para su construcción se habían utilizado materiales de primera calidad, en escaleras y vestíbulos la decoración se realizó con mármol de color negro, los techos todos de escayola gozaban ya de sistemas de aire acondicionado y calefacción por aire caliente. Todo el suelo del patio se forró de “sintasol”, pavimento plástico de gran resistencia que comenzaba a utilizarse con frecuencia en este tipo de locales. La sala se había decorado toda en color rojo y era hasta el momento la más cómoda y confortable de la zona. El cine era propiedad de D. Fernando Reyzabal, familia que terminaría consiguiendo el monopolio de una gran parte de las salas madrileñas de la época.

Fachada del local recién inaugurado.

Una vista del anfiteatro.

El cine cerró el día 7 de Enero de 1981 para convertirse en una discoteca, final que terminaban teniendo en esta época las que no se habían transformado en bingo, salón de bodas o permanecían olvidadas esperando su reforma. La discoteca se llamó “Scaler” y fue un local muy frecuentado. El anfiteatro se dividió del patio por una mampara de cristal lo que le permitió tener dos pistas diferentes en un mismo espacio. La discoteca no duró más de cinco o seis años, después de un periodo de inactividad el local se desmanteló y se dejó diáfano, se le añadió otra nave almacén en la parte posterior y él se estableció “Telemadrid” en sus inicios, con posterioridad lo ocupó “Canal 7 Televisión” en aquella época en la que no llegó a despegar. Luego se usó de estudios televisivos hasta que no hace más de dos o tres años, se ha convertido en “Ahorramás” el súper del Barrio, como dice su publicidad. Uno más que pasó a mejor vida. Junto al cine se instaló una cafetería “Flor de Texas” pre-sesión que todos los días se veía desbordada por la masiva asistencia de público, en el otro extremo una pequeña tienda de frutos secos “El Castillo”, dos negocios que le iban que ni pintados. En la actualidad aún se mantienen los dos.

El local cuando lo ocupaba el Canal 7 de televisión.

Vista aérea del patio de butacas.

CINE LAS VEGAS - 1960
En la prolongación de Arturo Soria, calle de los Hermanos García Noblejas 17, hizo aparición una nueva sala, se trataba del CINE LAS VEGAS. El local se estableció en un patio interior y se efectuaba su entrada a través de un amplio vestíbulo de donde arrancaban las escaleras del anfiteatro. La sala era muy amplia con capacidad para 1387 localidades y tenía una fuerte pendiente construida en madera que se desarrollaba a favor de la pantalla. Se cerró el 22 de Noviembre de 1989, siendo uno de los últimos en caer de la zona y tras un largo periodo se abrió como sala de Bingo, actividad que ocupa en la actualidad. Un dato curioso es que el local cuenta todavía con salas de cine, instaladas en la planta primera, que nunca se han abierto, quizás por la fuerte presencia de CINE-BOX, rival sin competencia.

Fachada actual del bingo Las Vegas.

Vista aerea del cine Las vegas.

CINE CANCILLER –1964
Por qué no decirlo, para muchos el más querido de los cines del barrio, contaba además con una magnífica sala de fiestas en sus sótanos, inolvidable para nuestros padres y que hizo las delicias de más de otro heavy en la década de los 80. El inolvidable “Canci” se construyó inserto en un edificio de viviendas en el próspero barrio de la Concepción, o como decía su publicidad, “Final de la Avenida Donostiarra”, concretamente en la calle Alcalde López Casero n.º 15. Abrió sus puertas en 1964 y era un local con 1290 butacas de aforo, con salidas directas a la calle en caso de siniestro, siendo propiedad de la Cinematográfica Canciller. Era un local elegante, decorado al gusto de la época, con un gran anfiteatro y un mayor patio de butacas. ¡Qué colas se llegaban a formar en sus puertas!. En 1987 cerró y en 1989 volvió a abrir reconvertido en 5 mini-salas con aforos de 233 butacas, 197 butacas, 128 butacas, y dos salas simétricas de 190 butacas. Al principio funcionaba bien, pero al igual que el Aragón se fue apagando poco a poco hasta que en el verano de 2007 sin más explicaciones, no volvió a abrir. Hay asociaciones que intentan proteger el inmueble para su uso cultural, pero no se ha sabido nada al respecto y en la actualidad sigue cerrado.

Vecinos sorprendidos por el cierre inesperado de la sala.

 
Dos imágenes de la Sala Canciller en los años 80.

MINICINES ALCALA-NORTE CINE-BOX
La madre del cordero, el causante de la muerte de sus compañeros, y disculparme que no me gusten los mini-cines, creo que son fríos e impersonales, antes recordabas la película y el local, mañana no sabrías si la viste en UGC Cine Cite o HERON City, son todos iguales. Estos mini-cines de la cadena CINE-BOX se establecen en la segunda planta del centro comercial Alcalá Norte, erigido sobre un polémico terreno. Sobre ellos no voy a extenderme, nada más mencionar que cuenta con cinco salas, y servicios de cafetería y restaurante, el gran negocio del cine. Y quien quiera saber más.... que vaya y los vea, es lo único que nos queda .

Autor: David Sánchez

Fuentes:
- MADRID Y EL CINE, Comunidad de Madrid, Madrid, Pascual Cebollada y Mary G. Santa Eulalia.
- Callejero fotográfico QDQ.
- Especial agradecimiento a Juanjo, de Urbanity.es en su foro de Madrid al Cielo.

En este blog también colaboran: Angel Caldito, José Manuel Seseña y Ricardo Márquez.