Un importantísimo problema que tenemos hoy en Madrid y en toda España son las elevadísimas cifras de paro, aunque aquí no es lugar para analizar su origen, simplemente vamos a recordar otras formas de la vida diaria que implicaban la utilización de mano de obra que ahora está sustituida por el usuario o cliente, unas veces motivada por decisión personal para nuestra propia comodidad y otras por imposición ¡o lo tomas o lo dejas!.
Con el ¡hágalo Vd. mismo! dos significativas profesiones han visto caer en picado a quienes trabajaban en ellas, ascensoristas y telefonistas, aunque esta última ha sido modificada de tal manera que podemos decir que son ahora comerciales por teléfono.
Ascensoristas y telefonistas
Respecto a los ascensoristas un recuerdo para los que siendo chavales subíamos hasta la última planta del edificio de Galerías Preciados para bajar “a toda pastilla” hasta la planta baja para experimentar esa sensación de rapidez en el cuerpo, aunque a veces, la empleada, se veía obligada a hacer una parada en una de las plantas y perdíamos el interés por el viaje.
Otro recuerdo de ascensoristas, esta vez nada jocoso, era para el personal que controlaba los de la correspondencia del Suburbano entre Plaza de España y el angosto pasillo de Noviciado, que tenía que sufrir los empujones de quienes querían entrar pues había grandes aglomeraciones de viajeros que no se había liberado de los del tren precedente cuando llegaban los del siguiente, a lo que hay que añadir el enorme calor del aparato, que carecía de aire acondicionado y el tener que “oler a humanidad”. Desconozco si desarrollar este ingrato puesto de trabajo obedecía a mala suerte o alguna represalia laboral, lo que sí sé es que el empleado distraía su larga jornada leyendo una novela del Oeste entre el cierre de puertas y la siguiente apertura.
La profesión de telefonista, mayoritariamente desarrollada por el sexo femenino, ha quedado prácticamente extinguida desde que se habla con locuciones: “si conoce la extensión marque …; si quiere dirección pulse …, si quiere oficina pulse…” y así un sinfín de variables que termina con “sí quiere hablar con un operador, espere” que a veces es una espera desesperante “todos nuestros operadores están ocupados, espere por favor” y además cara pues es un 902. El colmo es cuando al final, tal operador no se pone y salta de nuevo la locución, o que nos obliga a hablar con ordenadores, pulsando constantemente asterisco después de introducir cada dato, cuestión tan impersonal que se da tanto sí se trata de entidades públicas como privadas.
Pero el ¡hágalo Vd. mismo! se da en otras muchas actividades de la vida cotidiana, algunas se citan a continuación:
Aparcamientos
La expresión de los carteles informativos “utilice las máquinas” implica realizar en la máquina el pago del aparcamiento, cuando antes había un empleado o dos encargados de este menester.
Basura
Tras la campaña institucional para concienciar a la ciudadanía de las ventajas de un correcto reciclado para poder reutilizar los desechos que producimos en beneficio del medio ambiente y no agotar a la Madre Naturaleza, se esconde la reducción de quienes asumen esta actividad en las plantas de tratamiento y clasificación de residuos urbanos.
Actualmente las comunidades de vecinos madrileñas tienen dos tipos de cubos en los cuartos de basura, el de tapa roja y el de tapa amarilla ¿nos impondrán mas en el futuro?
Correos
En el principio los buzones callejeros eran de boca única, después se establecieron dos, uno para Madrid y otro para provincias, lo que motiva que algo tan simple que hacen los remitentes genera un ahorro considerable de trabajo con la consiguiente repercusión en la mano de obra.
Otra medida para aumentar el rendimiento de los carteros y no precisar un número mayor para realizar la labor de reparto, fue la instalación de buzones en los edificios con lo cual no tenían que esperar a que bajaran los vecinos a retirar el correo cuando tras un fuerte silbato gritaban el nombre de los destinatarios.
Hostelería
Se está imponiendo en establecimientos hosteleros, principalmente de los denominados de “comida rápida”, la utilización de bandejas, pidiendo que el cliente, una vez hecho el consumo, las deposite en unos carros especiales.
Esta medida de las bandejas, junto a la de que rotular el nombre en el recipiente de cartón para no tener que lavar la loza, se establecen con la intención de tener menos plantilla de personal.
Mensajería
Hace años proliferaron los mensajeros en motos, personas jóvenes en su mayoría que, atropellando la razón, sorteaban con los medios puestos a su disposición, no siempre en las mejores condiciones de circulación, los mil y uno obstáculos del tráfico con gran riesgo de su integridad física a fin de llevar a destino documentos y cartas con toda urgencia.
El fax e internet dieron al traste con esta actividad.
Tráfico
Los cruces mas conflictivos estaban regulados por “el guardia de la porra”, que de vez en cuando cortaba la circulación para que los peatones cruzaran la calle. Hoy todos son mediante semáforos y en muchos es necesario pulsar el botón para que pasen los viandantes, pues los guardias los dedican a otras cosas, algunas poco agradables para los automovilistas.
Metro
Hemos conocido la existencia de taquilleras, interventoras, jefe de estación y mozo, en este último caso, solo en estaciones importantes. Ahora en lugar de todo este personal está la figura del supervisor comercial que atiende mas de un vestíbulo pero no expide billetes.
En el tren había conductor y jefe de tren. Ahora es agente único y mucho nos tememos que el siguiente paso sea equipararse a la Línea 9 del metro de Barcelona o a la lanzadera entre las dos terminales de la T4 de Barajas.
Consecuencia: el viajero tiene que hacer personalmente la compra del título de transporte y abrir las puertas del tren
Ferrocarril de Cercanías
Ocurre algo similar al metro. Cuando se abrió la línea Aluche-Móstoles, que hoy forma parte de la C-5, las estaciones tenían jefe de estación y personal de taquillas para el despacho de billetes.
Transporte urbano colectivo
¿Quién no recuerda en tranvías, autobuses y trolebuses el conductor y el cobrador?. También desapareció el empleado que en las cabeceras iba despachando billetes para acelerar la salida del vehículo.
Ahora es agente único y el viajero excepcionalmente compra el billete en el autobús, pero siempre en máquina expendedora cuando se trata de metro ligero.
Transporte interurbano colectivo
Dos ejemplos:
Los autobuses de la Empresa Martín que hacían el recorrido Madrid-Leganés contaban con cobrador que despachaba billetes en ruta y comprobaba los adquiridos en el despacho de la calle Escalinata.
Los autobuses de la Empresa Larrea que tenían los servicios a Madrid-Cercedilla y Madrid-Guadarrama llevaban cobrador en cada uno, posteriormente se redujo a uno que durante el trayecto cambiaba de vehículo. Asimismo la empresa disponía de despacho de billetes en la calle Martín de los Heros.
Gasolineras
Empezó la moda de repostar el combustible uno mismo sin beneficio económico para el cliente, hasta que se extendió a todas.
Consecuencia, el cliente permanece en las instalaciones de las gasolineras mas tiempo que antes pues no tiene la agilidad y rapidez de un empleado, y mientras tanto las zonas donde hay que efectuar el pago se han convertido en pequeños bazares con mayor rendimiento empresarial pues hay mas ventas con menos personal.
Cines
La plantilla de cara al público estaba compuesta por taquillera, controlador del acceso y acomodadores.
Ahora con salas múltiples con una sola taquilla para todas y muchas máquinas expendedoras. También hay un solo controlador de acceso, o a lo sumo dos sin son muchas, y, por supuesto, se acomoda uno mismo, haya o no haya empezado la proyección, tanto si son asientos numerados como si no lo son.
Entidades financieras
Cada vez son mas las operaciones que hace uno mismo, siendo común en todas las entidades que ya ningún empleado actualiza las cartillas pues tiene que dedicar su tiempo a otras cosas “mas rentables”.
Hay entidades que no permiten dentro de la oficina el ingreso o reintegro de ciertas cantidades, siendo obligado hacerlo en los cajeros, situados en el exterior. Estos aparatos permiten, entre otras operaciones, la consulta de movimientos, el pago de recibos y el ingreso de cheques, siendo frecuente ver clientes en la calle haciendo fila para realizar lo que no les dejan hacer dentro, lo cual, aparte del menor personal que tienen, dificultan el paso peatonal de quienes transitan por ese lugar sin tener nada que ver con la entidad financiera.
Cafeterías
Se está empezando a sustituir en algunos establecimientos (residencias, sanatorios, empresas, etc.) la cafetería por máquinas de autoventa (vending) en las que se pueden adquirir los cafés en sus diversas formas, bocadillos, refrescos, aperitivos, etc..
Consecuencia supresión de camareros y disminución del personal de limpieza.
Hipermercados
Los “hiper” y supermercados, donde cada uno elige el producto, han hecho desaparecer muchas tiendas donde el empleado atendía personalmente.
La siguiente vuelta de tuerca ha sido la disminución de puestos de caja atendidos por empleados y sustituidos por cajas automáticas en las que cada cliente pasa el código de barras por el lector, paga con tarjeta y adiós muy buenas (1).
Peajes
Es notorio el número de cabinas vacías que existen en las autopistas de peaje, obligando en aras a la rapidez a que uno tenga que desistir de pasar por manual para hacer el pago con tarjeta o telepeaje.
En cierta autopista, fuera de la Comunidad de Madrid, solo era posible el pago en máquinas, bien en metálico, bien con tarjeta, pues de forma permanente había sido suprimido el puesto de atendido por personal y por tanto no había nadie ante una emergencia, solo un timbre de aviso que muy posiblemente estuviera a varios kilómetros de distancia.
Internet
Las empresas de suministros (luz, gas, telefonía, etc.) están empeñadas en suprimir el envío físico de las facturas, ahorrándose papel a costa del consumidor que se las tiene que imprimir, igual que con otras, como por ejemplo las de aviación que nos hacen que tengamos que hacerlo con los billetes de embarque.
Con la Administración ocurre otro tanto de lo mismo: envío del borrador del IRPF, renovación del carnet de conducir, etc.
En general el pago con tarjeta o la realización de operaciones a través de Internet ha hecho disminuir de manera significativa el uso de efectivo y como consecuencia ha descendido la necesidad de circulación de vehículos blindados, con todo lo que eso conlleva en la cuestión de puestos de trabajo.
Con este artículo no queremos posicionarnos en contra del progreso con el que siempre estaremos a favor, pues es evidente que muchas veces la mecanización hace mas humano el trabajo, pero el abuso de máquinas despersonaliza el trato y sobre todo el fin último que se persigue es que las empresas se liberen de recursos humanos para aumentar su margen comercial, sin que parte de los beneficios que se obtienen con ellas repercutan en mejorar el precio final a aplicar al consumidor, pues prefieren una máquina a una persona ya que no se pone en huelga ni pide aumento de sueldo (2).
Para finalizar el tema, una última reflexión con una pregunta al aire. ¿De seguir así con la mecanización y la robótica hasta dónde llegaremos con el ¡hágalo Vd. mismo!?
P.D. Dadas las características del tema tratado, hemos procurado que algunas fotos ilustrativas sean de fuera de España.
Autor José Manuel Seseña
En el blog Historias Matritenses participa y colabora Ricardo Márquez
Notas:
(1) Me sucedió en un hiper de bricolaje, aunque la situación puede ocurrir en cualquiera de otra actividad, en la que una cajera, visiblemente molesta por la enorme cantidad de clientes que tenía en la fila, dijo que pasáramos a la automática, comentario que lo repitió varias veces, la última con cierto enojo. Mi respuesta, al llegar mi turno junto a ella fue “El día que todos vayamos por allí, TÚ vas a la calle”, dándose cuenta con su silencio de que estaba cavando su propia tumba ahora que está el trabajo tan escaso.
(2) El planteamiento de las empresas con el que se nos trata de convencer es que con máquinas pueden poner el precio final mas bajo que si se utilizara personal.
Es significativa la respuesta dada a la representación sindical de una entidad financiera cuando fue a pedir aumento del quebranto de moneda por la aparición de los billetes de 5.000 pesetas al haber mayor riesgo para el empleado, y la empresa dijo que no procedía toda vez que el manejo de efectivo iba a disminuir por tener mas valor que los de 1.000 pesetas.
Es evidente que cada cual arrima el ascua a su sardina.
Hola José Manuel, que tal.
ResponderEliminarSiempre que te lo has merecido, (creo que todas) te he alavado por tus artículos, esta vez no se que decirte, sencillamente que llevas mas razón que un santo, comparto tus pensamientos, ademas has recordado la imagen de algunas personas queridas, y añoradas en muchas ocasiones.
En respuesta a la pregunta que dejas en el aire, pues que nos arrepentiremos de lo que estamos permitiendo ahora, si es que no nos arrepentimos ya.
Un abrazo, José Manuel.
Pedro.
Hola Pedro:
ResponderEliminarMuy amable, como siempre, con tus comentario.
Hoy, bueno por la hora ha sido ayer, he estado en un cine y en la misma fila se sacaban las entradas y se compraban las palomitas, con lo cual la espera se hacía interminable. Nadie rechistaba porque estas cacicadas son ya aceptadas sin mas por los consumidores como algo de lo mas normal del mundo, He tenido que experimentar también hoy, en varios lugares, el ¡hágalo Vd. mismo! y así nos va.
Un saludo.
José Manuel
José Manuel,esto no acaba aquí,es el comienzo de la robotica(impuesto por quién),QUÉ CADA UNO SAQUE SUS CONCLUSIONES.
ResponderEliminarNo se trata de reducir personal,sino de reducir personas,no somos nada sin un jornal y el CAPITAL a cerrado filas en cuestión de inversión,creo que las consecuencias son terrorificas,o al menos a mí me parece.
Un saludo de G.M.P.
Hola Gloria:
ResponderEliminarMuchas gracias por hacer un comentario.
Lamentablemente la tendencia es ir sustituyendo a las personas por robots, cada vez mas sofisticados. ¿Dejarán de ser utópicas esas películas futuristas en las que los robots conquistan el poder apoderándose del mundo y postergan al ser humano que queda supeditado a ellos?. Los experimentos y estudios sobre clonación e inteligencia artificial sabemos el empiece pero ¿sabemos como pueden ser cuando estén plenamente desarrollados y en posesión de quien lo estarán?
Un afectuoso saludo.
José Manuel
José Manuel, con tu contestación me das pié para que haga un comentario, no soy nada adicto al cine, quizá haga 30 años o mas que no voy, pero por entonces recuerdo que no estaba permitido, ni comer ni beber durante la proyección de la palícula, ni siquiera el chuc chuc de mascar chicle, era en el periodo de descanso entre las dos películas, cuando aparecian esos chicos uniformados, vendiendo helados, patatas fritas, caramelos, esa creo media hora, era cuando únicamente se permitia comer y beber, pues ademas era costumbre, si ibas a la función de noche, llevarse el bocadillo de casa, y era también, cuando se salia al vestibulo a fumar, y a tomarte una cerveza, ahora parece ser que el negocio no es el cine, si no la venta de palomitas.
ResponderEliminarPor cierto pregunto a los cinefilos, y sobre todo a los de la fila de atras, si vas acompañado por una dama, como se puede " ver " la película, y comer palomitas, que se supone se precisan las dos manos.
Saludos.
Pedro.
Hola Pedro, muchas gracias de nuevo por tu comentario.
ResponderEliminarRespecto a "la fila del manco" creo que hoy es una anécdota del pasado, pues hoy los enamorados disponen para verse de mas tiempo que antes y de otros muchos lugares de acaramelamiento que el cine, por lo que si van al cine es para ver la película, salvo un esporádico achuchón.
Yo no soy espectador habitual de cine pero no recuerdo ver ahora lo que ví de mozalbete.
Un cordial saludo.
José Manuel
Rizando el rizo. Una hamburguesería de nombre muy famoso obliga a hora a sus clientes a ponerse la bebida, de tal forma que cuando pides un "Menú", te dan tu vaso de cartón plastificado y tienes que ir a un mostrador donde te sirves el refresco en uno de esos grifos que como te descuides te pones perdido del pastoso líquido. Nunca mejor dicho: "comida rápida", el cliente se sirve su bebida y así los empleados pueden atender a más. Cualquier día nos haremos nosotros las hamburguesas,.... eso si, pagando lo mismo..... o más.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que a veces es exagerado, pero también creo que en estas reflexiones no se tiene en cuenta que la mecanización o robotización lleva implícitos otros puestos de trabajo, que también realizan personas: fabricantes, programadores de software, personal de mantenimiento... antes también había aguadores y vendedores de hielo y ahora nadie se queja del agua del grifo o de los frigoríficos... Inma.
ResponderEliminarHola Inma, muchas gracias por aportar tu punto de vista con tu comentario.
ResponderEliminarEfectivamente, la constante evolución de la sociedad lleva implícita la aparición de nuevas profesiones y la desaparición de otras, sirva de ejemplo de estas últimas los numerosos museos etnográficos dispersos por la geografía españolas donde se nos muestran una serie de artilugios que si no tienen al lado un texto explicativo, difícilmente sabremos, yo uno de ellos, para qué sirvieron.
Pero este no el espíritu con el que se ha hecho el tema ¡hágalo Vd. mismo! sino que siendo clientes como demandadores de servicios, estamos haciendo nosotros lo que antes realizaba una persona que cobraba un salario por ello en el desarrollo de su puesto de trabajo. Podemos poner como ejemplos el riesgo de mancharnos llevando las bandejas a los carros con los restos de nuestra comida, o que se nos impregne el olor a combustible al repostar el vehículo.
En fin cuantificar los puestos de trabajo que se crean con las nuevas tecnologías y los que desaparecen por el mismo motivo daría para un largo debate pero tendría que ser en otro tipo de foros, en aquellos que estén centrados en cuestiones políticas, empresariales, laborales o sindicales.
Un cordial saludo.
José Manuel
Totalmente de acuerdo con la idea central del post: cada vez mas máquinas, cada vez menos personas. Yo trabajo en una biblioteca, y ya hay máquinas de "autopréstamo" donde el usuario pone el carnet para que la máquina lea su código de barras, luego el del libro, y ya está prestado. Y cada vez se van jubilando más personas cuyos puestos no se vuelven a cubrir, y cada vez se suprimen mas becarios (que aunque "precarios" algo ganaban, para ayudar a sus modestas economías de estudiantes) cuyas tareas se reparten entre los restantes, mientras quede alguno... y así hasta el infinito. No me gusta parecer pesimista pero a veces tengo la sensación de que la mayoría de los cambios son para peor. ¡Ay!
ResponderEliminarHola Cigarra, buenas tardes:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Desde luego que vamos suprimiendo puestos de trabajo sustituyéndolos por uno mismo haciendo la labor de un empleado. Una forma sutil de trabajar gratis es la labor de voluntariado y aunque puede haber bastantes casos en los que es preciso el altruismo, puede también abrir las mentes perversas de quienes piensan que en este servicio que se presta desinteresadamente a la sociedad puede ser aprovechado por quienes lo vean como forma de ganar dinero sin tener personal en nómina.
Como dices que trabajas en biblioteca te comento lo que la alcaldesa de Madrid propuso, no hace mucho, que era el voluntariado en bibliotecas y la donación de libros ¡Ahí queda eso!.
Un afectuoso saludo.
José Manuel