El proyecto original de la Ciudad Lineal era una calle principal de 40 metros de ancho, con dos calles paralelas más pequeñas y calles transversales para unir las calles paralelas a la principal. En teoría podía ser casi infinita, así podría unir dos ciudades tan distantes como Cádiz y Moscú, creando una ciudad que descongestionaría las viejas ciudades donde se hacinaban las viviendas y la falta de aire ocasionaba graves problemas de salud, además se pagaría mucho menos por las viviendas al ocupar campos yermos. En teoría la unión de varias poblaciones mediante ciudades lineales crearía una especie de conexiones poliédricas y la densidad de población bajaría ostensiblemente.
En 1892 Arturo Soria presentó su proyecto de la Ciudad Lineal para Madrid. Basado en el Ferrocarril-Tranvía de Circunvalación del que ya tenía su concesión y que debía de transcurrir por la calle principal de la Ciudad Lineal. Uniría con sus 48 kilómetros los pueblos de Fuencarral, Hortaleza, Canillas, Vícálvaro, Vallecas, Villaverde, Carabanchel y Pozuelo de Alarcón. Precisamente Arturo Soria consideraba imprescindible contar con un medio de locomoción rápido como era entonces el tranvía.
El proyecto de 1892 discurría aproximadamente por el actual trazado de la M40, y de haberse llevado a cabo la Ciudad Lineal hubiera pasado aproximadamente por la avenida de San Luis, avenida Virgen del Carmen y desde allí hubiera bordeado el pueblo de Hortaleza.
Sin embargo, el Ayuntamiento de Chamartín dio muchas facilidades a la CMU –Compañía Madrileña de Urbanización, la constructora de la Ciudad Lineal- y el trazado definitivo se hizo más hacia el oeste, muy cercano a las llamadas entonces Lomas de Madrid, la parte más alta que es la divisoria de las vertientes del arroyo Abroñigal y el río Jarama. Posteriormente, pasada la calle López de Hoyos, la Ciudad Lineal se ajustó al viejo Camino de la Cuerda que era un camino utilizado por los arrieros para rodear Madrid y evitar tener que entrar en la Villa, salvando así los fielatos –unas especies de aduanas- y encontraban a lo largo del camino algunos pueblos donde podían hallar posadas mucho más económicas que en Madrid.
De esta forma la Ciudad Lineal nunca pasó por Hortaleza, y sí discurrió mucho más por el término de Canillas, donde se construyó casi tres cuartas partes de los 5,2 kilómetros actuales de la Ciudad Lineal.
Aun así Hortaleza se benefició de la nueva urbanización en 1896, dos años después de poner la primera piedra de la Ciudad Lineal, cuando en los terrenos limítrofes con Chamartín se hizo la plantación del Pinar del Rey, siendo la primera Fiesta del Árbol en España, terrenos que fueron cedidos gratuitamente por la CMU a la Diputación Provincial para la celebración de la fiesta (1) (2). Aunque los terrenos estaban en Chamartín, con el pasar de los años se unieron al distrito de Hortaleza, creándose después el barrio que recibe su nombre, Pinar del Rey.
La relación de la CMU con Hortaleza fue muy cordial desde el principio. Hacía 1898, cuando se estaban canalizando las acometidas de agua, la CMU obtuvo la autorización del Ayuntamiento de Hortaleza para pasar las tuberías por debajo de la carretera de Hortaleza (actual López de Hoyos), aun cuando esta parte pertenecía al Ayuntamiento de Chamartín. Lo mismo pasó años después cuando las vías del tranvía tuvieron que cruzar López de Hoyos.
Precisamente López de Hoyos era uno de los puntos más importantes de la Ciudad Lineal y particularmente para el tranvía. En toda la línea de la Ciudad Lineal -de Cuatro Caminos a Ventas-, fue el único cruce donde se obligó a la CMU a poner un paso a nivel para el tranvía. Además, la CMU construyó en el lugar el kiosco el Fortín para la vigilancia de la zona. Ni el paso a nivel, ni el kiosco el Fortín, duraron muchos años.
La manzana 82 y su prolongación fue uno de los puntos donde la CMU más obras de saneamiento tuvo que hacer. Justo por la calle Matías Turrión pasaba el arroyo de las Cañas que nacía en la parte baja del Pinar del Rey. La CMU soterró el arroyo e hizo una galería de desagüe para poder nivelar el terreno. Una vez que el arroyo cruzaba la calle Arturo Soria, sus aguas eran aprovechadas por uno de los viveros que la CMU tenía en aquel lugar, donde era muy difícil edificar a causa del gran desnivel del terreno.
Canillas abarcaba casi hasta la calle José del Hierro, desde donde solo pertenecían a su término las manzanas que daban al Oeste, ciñéndose al Camino de la Cuerda. En Canillas estaban instalaciones tan importantes como el Parque de Diversiones, después los Estudios Cinematográficos CEA; el velódromo, que fue campo de fútbol del Real Madrid y después del Plus Ultra; la fábrica de electricidad, ....
También pertenecían a Canillas en la Carretera de Aragón, actual calle Alcalá, los barrios de Pueblo Nuevo, Quintana y Ventas; y hacía el Abroñigal, San Pascual, Quinta de la Paloma y el Cerro de la Cabaña; y en la propia Carretera de Canillas, San Fernando; siendo mucho más importantes y grandes cualquiera de estos barrios que el casco urbano del pueblo de Canillas.
Arturo Soria sabía que la movilidad era fundamental, por eso desde 1901 la CMU solicitó varías veces que la línea de Prosperidad se ampliara desde Alfonso XIII a Hortaleza, o al menos hasta la Ciudad Lineal, para que los vecinos tuvieran un acceso más directo a Madrid, pero la compañía que tenía la concesión de la línea de Prosperidad nunca accedió a ello.
En julio de 1902 el tranvía llegó al cruce de la carretera de Hortaleza con la calle Arturo Soria. Era un tranvía de sangre, es decir tirado por mulos, y llegaba hasta Ventas. El día 30 de marzo de 1904 se cerró la línea, quedando unido así Ventas con Cuatro Caminos, empezando también a utilizarse las famosas “maquinillas”, unas pequeñas locomotoras de vapor que tiraban del tranvía. Desde este momento aumentó considerablemente el número de viajeros de los pueblos de Hortaleza y Canillas. Otro hito muy importante se produjo cuando se puso en funcionamiento el tranvía eléctrico en abril de 1909, con lo que se ahorraban mucho tiempo en los viajes.
Desde la fábrica de electricidad (3), situada en la calle Ramírez Arellano, la CMU instaló el tendido eléctrico hasta Canillas y Hortaleza en diciembre de 1905, siendo los conventos de estos pueblos los primeros en firmar los contratos de suministro. En octubre de 1907 el Ayuntamiento de Hortaleza instaló “19 bombillas” en su casco urbano alimentadas por la fábrica de electricidad de la Ciudad Lineal.
Entre los años 1908 a 1911 la Ciudad Lineal tuvo multitud de problemas con el Ayuntamiento de Canillas. Por ejemplo el ayuntamiento negaba licencias de obras, ponía pegas a la seguridad de los tranvías o revisaba al alza los impuestos de las parcelas de la Ciudad Lineal. Por su parte la CMU denunció al Ayuntamiento y a algunos de sus concejales por falsedad en las cuentas. En las elecciones municipales de 1911 la CMU consiguió varios concejales favorables a la Ciudad Lineal, no solo en Canillas, también en Chamartín, Canillejas y Vicálvaro, lo que alivió las disputas con los ayuntamientos.
El suministro de agua del Canal de Isabel II llegó a Hortaleza en febrero de 1913 gracias a la CMU, siendo también los primeros en contratar los conventos. El Ayuntamiento puso una fuente pública con esta agua en mayo de 1914. El agua venia del Canalillo, y era bombeada por la máquina elevadora de agua de la CMU desde el Ventorro del Tío Chaleco a los distintos depósitos colocados a lo largo de la Ciudad Lineal.
La CMU parceló y vendió en 1922 los terrenos de la Carretera de Canillas que están enfrente de la calle Andrés Obispo, en el actual Poblado Dirigido de Canillas. Se dividió el terreno en 34 parcelas de unos 400 metros cuadrados como media, llegándose a construir una docena de viviendas.
Sin duda alguna el problema de la movilidad hizo que la parada 10, es decir el cruce de Arturo Soria con López de Hoyos, fuera el lugar de encuentro más importante para ambos pueblos. Aunque hubo varios intentos de enlazar Madrid a Hortaleza con un autobús directo en los años 1935 (4) y 1955, ambos dejaron de prestar el servicio al poco tiempo. De inmediato diversas compañías particulares tomaron el relevo, convirtiéndose después en las líneas periféricas, las famosas P, que en 1967 llegaban hasta Diego de León y Goya.
Mientras el 9 finalizaba en Arturo Soria desde hacía muchos años y era el método más directo de ir al centro de Madrid. Vecinos de Hortaleza, Canillas, la Ciudad Lineal, Portugalete y de nuevos barrios como Manoteras, acudían a la parada 10 “a coger el 9 para bajar a Madrid”, así se decía.
Muchos trabajadores cogían el tranvía para ir al polígono industrial de Hermanos García Noblejas -donde estaba Femsa, Vespa, Resopal,...-; o al norte de la Ciudad Lineal donde estaban Eomsa o el Cida; y por su puesto a Plaza de Castilla, el punto de conexión con los polígonos de Fuencarral, carretera de Burgos, Alcobendas, San Sebastián de los Reyes y Colmenar. Los autobuses cubrían el polígono industrial de Prosperidad -Danone, Corcho, Fichet, Abelló,...- y grandes industrias situadas junto al Abroñigal, como Perlofil y Bressel.
Se instalaron varios merenderos en el centro de la calle Arturo Soria, y muchos bares junto al cruce. En 1961 se inauguró el cine Ciudad Lineal, que fue bastante más importante que el cine Pinar o el Hortaleza. El cine contaba además con una sala de fiestas/discoteca, donde iban jóvenes de muchos barrios, incluso de San Blas.
En la calle Vicente Muzas se abrió el ambulatorio con numerosos médicos de cabecera que daban asistencia sanitaria a Hortaleza, Canillas, y todos sus barrios. También se instaló en la parada 10 el primer kiosco fijo de prensa y una administración de loterías.
Como todas las casas de la Ciudad Lineal contaban con jardín hizo que muchos colegios se instalaran en ellas, y aunque la gran mayoría eran colegios particulares, ayudaron a suplir la falta de plazas escolares que había en todos los barrios de la zona (5).
Otra de las actividades que atraía a los vecinos de Hortaleza y Canillas eran las piscinas, desde la casi privada de Villa Rosa, la más grande la Formentor, o las más exclusivas y elitistas: la Stella y la Mallorca. Casi todas estas piscinas contaban con salas de fiestas, bien dentro de sus instalaciones o en parcelas colindantes, por lo que había una vida nocturna muy importante.
Foto aérea en la que se aprecia como los barrios han ido uniendo la Ciudad Lineal a Hortaleza, convirtiéndolo en un todo. Años noventa. Foto: La Unión de Hortaleza.
Autor: Ricardo Márquez
En el blog Historias Matritenses también colabora José Manuel Seseña.
Notas:
1- En realidad los terrenos pertenecían en un 50% a la CMU y el otro 50% a un testaferro de los Jesuitas, pero por las escrituras se deduce que la cesión de los Jesuitas se hizo a cambio de que la CMU les comprará muchos más terrenos para el trazado de la Ciudad Lineal.
2 – Pasados los años, y como ni la Diputación ni Chamartín se hacía cargo de mantener el Pinar del Rey, la CMU llevó su agua hasta el pinar para regar los pinos con unas pequeñas acequias de ladrillo.
3 – Además de Canillas y Hortaleza, también suministraba electricidad a barrios de Prosperidad y a las Cuarenta Fanegas.
4 – La línea iba a Alonso Martínez.
5 – En la Ciudad Lineal del término de Canillas se instalaron 4 hogares de Auxilio Social, y el Hogar Clara Eugenia en el casco de Hortaleza.
Enhorabuena una vez más, Ricardo, por ilustrarnos gráfica y textualmente sobre ese triángulo madrileño al que muchos pertenecemos. Para los que últimamente escribimos tan poco es una gran suerte contar contigo y con el resto de colaboradores de Historias Matritenses. ¡No decaigáis nunca, por favor! Un cordial saludo.
ResponderEliminarGracias Ricardo una vez más,por tus comentarios;pero esta entradilla en el blog,echo de menos mi barrio,Quinta de la Paloma,también formaba parte de los barrios que tú mencionas.
ResponderEliminarUn saludo de G.M.P
Muchas gracias Juan Antonio por tu comentario. El blog seguirá, aunque la falta de tiempo nos impide publicar tan a menudo como antes. Las redes sociales ocupan ahora gran parte de lo que eran los blogs en un principio, pero artículos tan largos como este solo se pueden publicar aquí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tienes toda la razón Gloria. Pensé en poner solo los barrios-distritos de Canillas, pero lo cierto que se queda corto, por lo que he añadido la Quinta de la Paloma. También, y pensando en ti, he puesto los lugares donde iban a trabajar los vecin@s, y que diariamente tomaban los tranvías y los autobuses.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Ricardo por el artículo, que ha invitado a mi mente a recordar datos, dormidos unos y vividos otros. Sobre la C.L. en general me vino a la mente que ya en el año 1937 en tiempo de la República, los vecinos de la C.L. disponían de un Centro de Salud Infantil y de un Instituto de Enseñanza Media. Se llamó Instituto Goya. Por desgracia con la Guerra Civil, desaparecieron estos centros estatales.
ResponderEliminarEn el año 1909, la CMU ya instaló una fuente a la altura de la parada 13, junto al Kiosco "EL Ruedo". Al menos es lo que publicó la revista "La Ciudad Lineal". Aunque esta noticia apareció en varios números, voy a referirme a la revista núm. 341 anunciando el inicio de la obra y al núm. 365 donde se anuncia el final de la misma, e inauguración del Kiosco y fuente con estanque.La verdad yendo en el tranvía conocí el Kiosco "El Ruedo", pero de la fuente ni idea.
Recuerda Ricardo que después de la guerra, en la C.L. se crearon siete Hogares de Auxilio Social. Hogar Azul, Alto de los Leones, Brunete, Ciudad Universitaria, Juan de Austria, Pizarro, y Hogar Rosa. Los menos conocidos pues ya desaparecieron fueron: en la Calle Condesa Venadito el Hogar Francisco Pizarro, formado por los chalets "Colegio Apostólico y por el chalet "Sevilla", y el Hogar Rosa, era un chalet situado en el núm. 7 de la calle Manuel Maria Iglesias.
Saludos y un abrazo. F.F.Agudo
A esa primera pequeña locomotora, que tiraba de dos o tres "jardineras", se las llamó "la maquinilla", denominación que perduró hasta mediados los años cincuenta, en que se eliminaron definitivamente. Ese mote se aplicaba únicamente al tranvía de cuatro ejes y frenos de aire comprimido, no al de dos ejes y frenos mecánicos, más cortos. Foto n°8 de 1952, nos ofrece una vista magnífica de la C. Lineal, con Hortaleza en medio del campo, y a la derecha, el pinar "El Sotillo", de pinos soberbios, en el que tantas horas jugamos. Hoy sólo queda como recuerdo el nombre de calle del Sotillo. La foto n° 12 es muy interesante; en ella vemos uno de los primeros tranvías con su "maquinilla", así como la fachada de un barrio popular en Cuatro Caminos. A la izquierda vemos una carnEcería, y a la derecha una peluquería y un bar, de nombre "vinos". En los balcones, ropa secándose y persianas colgantes por el balcón. Todo muy modesto pero con un cierto encanto. Las personas que aparecen, se ve que tenían tiempo. Foto n°14 vemos el tranvía con el letrero Cuatro Caminos/Ciudad Lineal/ Ventas, que confirma que se consideraba como la Ciudad Lineal sólo a la calle de Arturo Soria. Foto 15. Al pie de la chimenea se construyó el campo del Plus Ultra. Foto n°19. ¡Cómo echábamos de menos esas fuentes en aquellos interminables veranos de los años cuarenta! El dicho "bajar a Madrid", tan castizo, tenía sentido, ya que la Ciuli estaba situada algo más elevada que la ciudad. La foto n°23 me ha llamado la atención por lo raro de la línea: Arturo Soria/Cedaceros, callejuela paralela a Alcalá, a la altura de Banco. En la foto n°36 se ve la piscina Mallorca, que en los años cuarenta se llamaba Piscina Lido.
ResponderEliminarMe podría extender más comentando este magnífico reportaje de Ricardo, pero no quiero abusar. Desde Alemania, y sin miedo alguno por esa historieta llamada Virus Corona, un saludo muy cordial para todos.
Buenos días. Alguien me puede informar sobre un lugar llamado "El Tejar del Catalán" que según creo, estaba en la Guindalera, pero no sé con exactitud el sitio? Gracias por su atención
ResponderEliminarHola Josefina. Como bien te dicen por aquí, el Tejar del Catalán estaría donde hoy está el colegio Medianos. Precisamente estoy buscando información de mi familia y en 1890 mis tatarabuelos vivían en este Tejar.
EliminarHe podido saber que abarcaba dos calles, una llamada Tejar del Catalán y otra Casas del Tejer del Catalán.
Muchas gracias Josefina por tu comentario. Efectivamente, el tejar del Catalán estaba en la Guindalera, un poco al norte de la actual calle Orcasitas. Hay noticias sobre el tejar desde 1860 y por lo visto perduró hasta 1970.
ResponderEliminarUn saludo
Junto a mi casa en la actual avenida de Brasilia y en la actual entrada, a la guardería del Colegio Menesianos se encontraba El Tejar del Catalán, era un conjunto de unas tres casas y un hotelito, los desalojaron y derribaron a primeros de los años ochenta, y nunca se edificó encima actualmente son plazas de aparcamiento
EliminarHola, Ricardo, acabo de echar un vistazo al blog y he visto algunas fotos que me han gustado mucho, por lo que pondré algún corto comentario.
ResponderEliminarFoto 8, es estupenda, pues nos muestra perfectamente la ubicación de la Ciuli, Canillejas y Hortaleza. Contiene además un detalle que no mencionas, pero de muchos recuerdos para los niños de entonces: Es el Sotillo, aislado a la derecha, en medio del campo. Era un soto de pinos gigantescos que sembraban de piñones el suelo como si del maná se tratara. Se taló totalmente en 1960, pues empezaron a edificar en esa zona. Hoy pasa por allí la calle el Sotillo. Al pie de la foto pone que Hortaleza está a la derecha, aunque me imagino que querías decir a la izquierda.
Foto 10. ¡Esa era la auténtica maquinilla de la Ciudad Lineal!, a vapor, sin mulas ni electricidad.
Foto 19. ¡Qué maravilla de fuente... si hubiera sido en los años cuarenta, cuando en nuestras andanzas por la Ciudad Lineal, en aquellos interminables veranos de la infancia bajo un sol abrasador, nos moríamos de sed, y a pesar de tanto verde como había, no veíamos ni una gota de agua.
Foto 21. Esa línea de autobús que transitaba por López de Hollos se decidió por fin a prolongar el trayecto una parada más para así alcanzar la Ciuli, dando con la parada 10 del tranvía. Ahí era donde terminaba López de Hollos y empezaba la Carretera de Hortaleza, que es hasta donde se prolongó más tarde, como se ve en la foto. El que el autobús en 1949 prolongara el trayecto fue decisivo, ya que llenó de vida aqella zona.
Foto 22. Típico autobús de dos pisos, marca Leiland, importado de Inglaterra, por lo que el conductor va sentado a la derecha.
Foto 24. Línea 9, lugar donde quedaba invalidada la ley de la impenetrabilidad de los cuerpos.
Foto 30. Típico kiosco de la Ciuli, tranquilo y algo pueblerino. La gente tenía tiempo y aire puro. Y el absurdo nombre del kiosco, Peñalara (cumbre del Guadarrama), invitaba a soñar un poco. El botijo en el ventanal, de lo más oportuno.
Foto 31. Nos muestra dos constantes de la vida española: Por un lado, uno de esos chiringuitos tan sencillos y simpáticos. Por otro lado, esta vez negativo, la indiferencia con que se han cargado un hermoso pino y ahí lo han dejado, tirado como algo molesto...
Foto 33. Esta ya es otra generación, más altos y mejor alimentados..., y ya han empezado a tener cara de aburridos.
Foto 34. Al autobús, todos en mogollón. Qué raro, porque yo aquí, en Alemania, siempre les digo que en España para todo se guarda cola respetuosamente (cosa que paradójicamente no hacen los alemanes).
Tarde he advertido que hacía casi el mismo comentario dos veces. Me parece que esto de hacerse viejo trae consigo alguna que otra desventaja...
ResponderEliminarRicardo, me parece que mi despiste va alcanzando cotas demasiado altas. He escrito López de Hollos donde debiera decir Hoyos (2 veces). Esto de los nombres propios a veces tiene disculpa por ser algunos ambivalentes: Jiménez, Giménez; pero lo mío sólo tiene una disculpa: Los años...
ResponderEliminarGracias por tu comentario. No recuerdo que estuviera hasta lo años ochenta, pero es posible. Entre los muchos tejares que hubo por la zona el más importante fue el de Calatayud, que estaba junto al otro lado de Abroñigal, en el barrio de San Pascual.
ResponderEliminarMe encanta ver que todavía estamos vivos un saludo para todos.
ResponderEliminarG.M.P
Igualmente de alegres estamos de verte de nuevo por aquí Gloria.
ResponderEliminarUn saludo
en la sala de fiestas, Villa Rosa, bailaban mis padres fuera, como muchos del Cerro y del Ventorro
ResponderEliminarMuchos recuerdos en estas fotos:
ResponderEliminarEl autobús 9 saliendo de la parada, con el tranvía 70 en su parada del cruce de Arturo Soria con López de Hoyos. Lo que coloquialmente denominabamos "La Vía", "Vamos a la vía!"
Los edificios eran la tienda de ultramarinos de Santos, seguido de la Ferretería -drogueria, y a continuación "La Tierruca". Recuerdo al camarero, que se llamaba Carrascosa. Junto al tranvía quedaba la terraza bajo los cedros del paseo, y enfrente el Kiosco de Felisa y sus bocadillos de calamares (a 6 pesetas en el año 1966) Detrás de este, aunque no se ve estaba el puesto de gallinejas que se indica en la foto. Al otro lado de L. De Hoyos el Kiosco de chucherías. No se ven en la foto la pastelería de Hortensia, ni la otra tienda de ultramarinos. Ni la mercería. Creo que todo esto da una idea de la importancia de bajar a la Vía. La pescadería, carnicería, y frutería quedaban en López de Hoyos, más arriba.
Tienes muchas de las cosas que mencionas en el artículo de la Parada 10. Seguro que te interesa. Un saludo
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